Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Versión estenográfica del mensaje del senador Roberto Gil Zuarth, presidente del Senado de la República, durante la inauguración del Foro Internacional “Diálogo parlamentario sobre el papel de los gobiernos subnacionales como actores internacionales”, que organiza el Senado de la República en coordinación con la Secretaría de Relaciones Exteriores, la Conferencia Nacional de Gobernadores y el gobierno de la Ciudad de México.

 

SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Muy buenos días tengan todos ustedes, sean bienvenidos al Senado de la República, a este importante diálogo parlamentario sobre el papel de los gobiernos subnacionales como actores internacionales.

 

Una reflexión, un seminario sin precedentes en la historia del Senado, a cuya convocatoria debemos el esfuerzo, la tenacidad y sobre todo la iniciativa de la senadora Diva Gastélum; que se ha propuesto ampliar los horizontes de la discusión sobre los derroteros de la política exterior mexicana y de sus actores, empezando por reconocer la cada vez más activa participación de los gobiernos locales en esa importantísima responsabilidad de Estado.

 

Doy la más cordial bienvenida, como siempre, a nuestra Canciller, a la maestra Claudia Ruiz Massieu. Como siempre, es bien recibida en el Senado de la República.

 

Y aprovecho para hacer a nombre del Senado, un reconocimiento por el tangible logro, el tangible resultado en la reciente visita a Canadá, que ha implicado que se haya levantado el requisito del visado para los mexicanos. Sin lugar a dudas será una nueva etapa en la colaboración, en el estrechamiento de las relaciones con Canadá y sobre todo para el fortalecimiento de nuestra amistad con ese país; después de una etapa difícil de incomprensión –diría yo–, pero que se ha superado y el Senado de la República debe reconocer el esfuerzo de la diplomacia mexicana en ese importante acuerdo.

Aprovecho también para felicitar a todas las abogadas y a los abogados en su día, que hoy se festeja a los abogados su contribución.

 

Damos la más cordial bienvenida también a los gobernadores Francisco Olvera, el gobernador Zapata de Hidalgo y Yucatán, respectivamente, y sean bienvenidos a su casa, señores gobernadores.

 

Por supuesto, saludar la presencia del senador Carlos Alberto Puente Salas, coordinador parlamentario del Partido Verde Ecologista de México.

 

A las y los señores legisladores aquí presentes.

 

A los integrantes del cuerpo diplomático, funcionarios de la Cancillería, sean de nueva cuenta ustedes bienvenidos al Senado de la República.

 

La presencia de todos ustedes es un buen termómetro de la relevancia del tema que venimos a debatir, a dialogar, a reflexionar.

 

La política exterior mexicana, es uno de los cuatro temas constitucionales que se tratan con mayor intensidad, y son al mismo tiempo los que menos se discuten.

 

Uno de ellos, sin lugar a dudas, tiene que ver con los principios constitucionales que rige la política exterior, y que ya hemos tenido oportunidad de analizar en otros momentos.

 

Son principios que tienen y han tenido una interpretación amplísima y que, en mi opinión, tienen que ser revisados, discutidos constantemente como parte de un sistema orgánico y normativo de intereses nacionales.

 

La política exterior, es una de las áreas de la acción del Estado mexicano que más se ha modificado en los últimos años, y tiene que ver fundamentalmente con dos grandes factores:

 

En primer lugar, la profundización del proceso de globalización en el mundo, y en segundo lugar, la (falla de origen) en nuestro país como una nueva dinámica, un nuevo estadio de desarrollo democrático en nuestro país.

 

Un proceso de globalización con distintas tensiones, lo estamos viendo recientemente con algunas decisiones, destacadamente con la decisión de Gran Bretaña, que pone el acento sobre las condiciones de desarrollo dispar de ese proceso de globalización donde no todos han sido ganadores y donde sin lugar a dudas todavía tenemos muchos desafíos, sobre todo en términos de igualdad y de desarrollo similar a distintas regiones de nuestro país.

 

Y, por el otro lado, como un resultado tangible del proceso de democratización en nuestro país, nuestra política se ha vuelto más plural y cada vez más diversa. Y, en consecuencia, han surgido nuevos actores que toman parte no solamente de las decisiones internas sino también que toman parte de la representación de los intereses nacionales fuera de nuestro país.

 

Y estas transformaciones tienen que motivar discusiones sobre qué tipo de política exterior queremos y necesita y un país tan complejo como el nuestro, pero sobre todo con tanto protagonismo a nivel internacional y una vocación de una presencia cada vez más importante de México en el mundo.

 

Empezar por reconocer que la política exterior debe ser una política fundamentalmente de Estado, no una política sexenal, no una política del Ejecutivo Federal, sino una política que involucre a todo el Estado mexicano y por supuesto a los actores del Estado mexicano desde el Congreso o los congresos, hasta por supuesto las instancias subnacionales.

 

Porque hay que reconocer que la política exterior de un país democrático y plural es una política exterior que incluye y que involucra a distintos actores.

 

Por un lado, el Senado de la República, desde donde ejercemos el control parlamentario directo explicitado en la propia Constitución, pero que también realizamos un esfuerzo importante de democracia parlamentaria.

 

La presencia del Senado en las instancias y organizaciones de carácter parlamentario es cada vez más importante, y también ha servido para contribuir a la formación de intereses nacionales en los foros internacionales en los que México participa.

 

La democracia parlamentaria es un buen complemento para la política exterior, porque llega a otras instancias donde la propia política exterior no puede llegar por sus propias limitaciones.

 

Así hay que vernos y reconocernos desde la diplomacia parlamentaria, no como una suerte de competencia institucional al Ejecutivo, sino como el complemento necesario para poder profundizar las relaciones internacionales de nuestro país.

 

Y precisamente por eso es cada vez más importante la comunión de intereses entre el esfuerzo que hace el Ejecutivo Federal y el esfuerzo que hace el Congreso de la Unión, y específicamente el Senado en la consecución de ciertos intereses prioritarios para nuestro país.

 

Pero también hay otras dimensiones de política exterior que no están propiamente en manos del Ejecutivo ni del Congreso, pero que implica una importante presencia de nuestro país.

 

La existencia técnica electoral, por ejemplo, que realiza el Instituto Nacional Electoral o también el propio Tribunal Electoral, que implica que nuestro país asiste, colabora, coopera con otras naciones en el desarrollo de instituciones electorales y democráticas.

 

Ahí hay una fuerte presencia de nuestro país, una presencia que tenemos que empezar a articular como parte de los esfuerzos que tiene el Estado mexicano para acercarse a otras naciones desde el punto de vista de la asistencia y de la cooperación técnica.

 

Hemos en algún momento platicado sobre la conveniencia de articular mejor esos esfuerzos, quizá en una gran agencia de desarrollo democrático, precisamente para que la presencia de los órganos constitucionales autónomos, por cierto, que tienen su propia dimensión internacional se articulen en un esfuerzo unitario del propio Estado Mexicano.

 

Y también el tema que venimos a tocar, que es precisamente el desarrollo de las actividades en materia de política exterior que realizan los gobiernos subnacionales.

 

El doctor Jorge Schiavon, académico del CIDE, ha estudiado que las relaciones internacionales de los gobiernos estatales se han incrementado en los últimos años.

 

Generó un índice de participación en espacios de gobierno, economía, política y calculó este índice el 2004, el 2009 y el 2014. El máximo nivel de este índice se alcanzó con el número tres, en 2014.

 

Es decir, se ha incrementado en 85 por ciento la presencia de los gobiernos subnacionales, de las instancias subnacionales en relaciones de carácter internacional.

 

Es decir, en la última década los gobiernos estatales han alcanzado una participación casi plena de la política exterior, en estas tres dimensiones: economía, política y por supuesto gobierno.

 

En el mismo estudio hay un recuento sobre acuerdos interinstitucionales firmados por las entidades federativas. Es decir, cualquier entidad firmando un acuerdo con instancias internacionales y ese número pasó de 3 acuerdos en el sexenio del presidente Miguel de la Madrid a 336 en la administración pasada.

 

Es decir, un crecimiento de más del 11 mil 200 por ciento, que en la época en la que inició la apertura comercial en nuestro país. Es decir, un crecimiento notable, no solamente del interés de los gobiernos locales de tener una mejor comunicación con otras instancias internacionales, sino también la institucionalización progresiva de esas relaciones.

 

Si a esto sumamos que desde 1989 a la fecha se han dado 52 alternancias en gobiernos estatales, tenemos que empezar a reconocer que la pluralidad mexicana implica también una pluralidad de actores, participando en la política exterior y también que tenemos que articular mejor esos esfuerzos y de ahí la enorme necesidad de un foro como este, para que espero las conclusiones nos sirvan a construir un piso mínimo de consenso sobre la forma en la que tenemos que conducir esta importantísima presencia de los gobiernos subnacionales.

 

El diálogo que se ha convocado esta mañana debe orientarse a ese propósito: reconocer, insisto, que la pluralidad no debe ser obstáculo para olvidar que somos ante todo un Estado, un Estado Mexicano y un Estado que se debe articular a partir de ciertos intereses que son prioritarios y que son fundamentales.

 

Tenemos que encontrar no solamente un equilibrio en la pluralidad, sino también consonancia de intereses, consonancia de propósitos y que Estado Mexicano, independientemente de qué actor lo represente, se sienta y se vea como un solo rostro, como una sola prioridad.

 

Por supuesto que también hay que reconocer que cada vez los actores privados tienen una importante incidencia en la política exterior. Creo que también ahí tenemos que hacer una reflexión sobre cómo involucrar sobre todo a las tareas de promoción económica al sector privado y cómo involucrar también en una mayor presencia la defensa de los intereses nacionales y específicamente de los intereses de los mexicanos en el exterior, la participación del sector privado.

 

De nueva cuenta felicito a la senadora Diva Hadamira Gastélum Bajo por este esfuerzo, por esta idea, por el enorme interés que ha mostrado por generar un espacio de reflexión en estas materias y por supuesto también deseando mucho éxito en este diálogo parlamentario para que encontremos el mejor lugar y el mejor papel de los gobiernos nacionales en la política exterior del Estado Mexicano.

 

Por su atención, muchísimas gracias.

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