Versión estenográfica de la entrevista al senador Roberto Gil Zuarth, presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, al término de su participación en la 11ª Visita Anual de la Cámara de Comercio Regional de San Diego, California-México Trade Initiative.
REPORTERA: Senador, ¿qué opinión tiene de esta postura del Presidente de la República?
SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Una posición esperanzadora, alentadora, que va en tono con lo que está pasando en el mundo.
En el mundo hay un cambio de conversación con respecto al problema de las drogas. Pasamos de un lenguaje prohibicionista, de un lenguaje punitivista, de un lenguaje de policías y cárceles; por un discurso, una narrativa de salud, de derechos humanos, de reducción del daño que genera el consumo, de proporcionalidad en la respuesta del Estado frente al a demanda y frente a la oferta.
Ese cambio de conversación son, en realidad, cambios de paradigmas, es un cambio profundo de paradigmas que se ha concretado en una resolución que ha votado Naciones Unidas y que tiene tres implicaciones:
Uno, que cada Estado, cada país define su política pública con respecto a las drogas; ya no se impone una sola aproximación desde un consenso internacional. Esta invención norteamericana de los años 60’s, 70’s de que debíamos de contener la oferta y la demanda a través de la política criminal, ha llegado a su fin: la guerra contra las drogas en el concierto internacional ya ha concluido y así lo expresó Naciones Unidas en una votación copiosa con respecto a este cambio de posición.
En segundo lugar, reconocer que el problema del consumo es, sobre todo, un problema de salud pública y que a los consumidores no hay que criminalizarlos; sino que hay que tratarlos con respeto y darles alternativas para que voluntaria y libremente dejen su adicción.
Que tratemos a los consumidores como personas con capacidad de decisión y alentemos su sentido de responsabilidad, para evitar daños mayores en su salud o daños en la sociedad.
Y en tercer lugar, el reconocimiento por primera vez de que el problema de consumo, pero también el problema de la oferta, es un problema de desarrollo económico y que tenemos que construir alternativas para quienes hoy están atrapados en la cadena productiva ilegal de las drogas, pueda tener una fuente de ingresos, una posibilidad de costeo de una vida digna y de tener una posibilidad de participar en la sociedad sin el amago de ser parte del crimen organizado o de estar bajo la coacción del crimen organizado.
Creo que son tres cambios importantes. Me quedo con la expresión que hizo el Presidente de la República en la última parte de su discurso, que él va a buscar una política pública que responda a dos objetivos: eficaz prevención y eficaz regulación, efectiva prevención y eficaz regulación.
Creo que eso abre la puerta a múltiples posibilidades, a múltiples diseños de política pública con respecto a las drogas.
Lo más importante y lo que tenemos que hacer a continuación en nuestro país es que, si ya el mundo cambió su conversación sobre las drogas, cambiemos la nuestra y empecemos a legislar para darle una respuesta más humana, más racional, más inteligente a un problema que viene de lejos y que está generando muchos problemas sociales.
REPORTERO: ¿En este periodo se podrá aprobar la marihuana para uso medicinal?
SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Depende del planteamiento que se haga. No sabemos todavía qué planteamiento hará el Presidente de la República.
Como ustedes saben, del planteamiento que haga el Presidente dependerá la posición de sus grupos parlamentarios en el Congreso de la Unión. No sabemos qué va a plantear y si el planteamiento pueda resolverse en una semana o si requiera un estudio o un análisis mucho más profundo.
Lo importante es esperar a que el Presidente fije su posición ya en territorio nacional con respecto a la política pública que ha delineado en el discurso de Naciones Unidas, y que a partir de ese momento nos pongamos a trabajar en el Congreso de la Unión para confeccionar una política pública.
Lo importante es que ya –si me permiten la expresión– se ha abierto la nuez y que podemos empezar a trabajar en alternativas que reduzcan el poderío, la capacidad, y sobre todo la penetración del mercado negro en nuestro país y en nuestra convivencia.
REPORTERA: Senador, se tomó por sorpresa el cambio de discurso del Presidente, y que este discurso que presenta en la ONU se aproxima a la propuesta que usted presentó en el Senado.
SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Yo creo que ya venía ese cambio de posición, madurando en los meses recientes.
Yo advierto tres detonadores internos, en la discusión de nuestro país que son incuestionables:
En primer lugar, la evidencia de que la política criminal contra las drogas no está funcionando ni ha reducido el consumo, ni tampoco hemos logrado contener el desafío y la amenaza que implica el crimen organizado.
En segundo lugar, la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que nos abrió la discusión en términos de derechos humanos, pero también que cuestionó la proporcionalidad de la respuesta penal al problema de la oferta y la demanda.
Y, en tercer lugar, un detonador que está ahí son los procesos regulatorios en Estados Unidos; 23 estados en la Unión Americana han cambiado su regularización. Estamos a meses de que California y Arizona, nuestra frontera, cambie su regulación y eso sí nos pone en dificultades importantes.
Si California legaliza, mercancía mexicana que antes iba a exportación ilegal a los mercados norteamericanos, se va a quedar en nuestro territorio.
Si se queda en nuestro territorio un excedente de producción, el excedente de producción presiona el precio a la baja y si baja el precio hay una mayor posibilidad de consumo de los consumidores nacionales, los consumidores mexicanos.
Pero al mismo tiempo, cuando baja el precio también baja la utilidad del crimen organizado y cuando el crimen organizado ve perdidas sus utilidades en relación de la disminución del precio, se van a dedicar a otras cosas, a robo, extorsión o secuestro.
Ese es el desafío que tenemos como país a meses de que prácticamente el comercio legal en la frontera de marihuana prácticamente se clausure.
Vamos a entrar a una cruel paradoja que podrá un mexicano importar marihuana legal hecha en Estados Unidos y aquí seguirá siendo ilegal la producción, el tráfico, el comercio y el consumo.
Creo que a partir de estos detonadores se ha venido cambiando la aproximación con respecto al problema de drogas y así lo vimos en los foros que realizó tanto el presidente de la República, su gobierno, como el Congreso de la Unión.
El consenso está ahí, ciertamente hay enormes diferencias sobre cuál es el mejor modelo regulatorio y hasta dónde podemos llegar, pero lo que nadie discute, por lo menos no lo veo, nadie defiende el estatus quo, nadie defiende que se mantenga esta política criminal que nos ha hecho tanto daño, en términos de violencia y en términos de penetración de capacidad corruptora del crimen organizado sobre nuestras instituciones.
REPORTERA: Senador, en otro tema, ayer con respecto al Sistema Nacional Anticorrupción, Transparencia Mexicana dijo que era el segundo día perdido de trabajo y de análisis de esta ley. ¿Usted qué opina, hay en abonos a la sociedad civil?
SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: De ninguna manera, la sociedad civil ha tenido las puertas abiertas del Senado, ha participado intensamente tanto en la confección de la reforma constitucional, como en la confección de las normas secundarias.
Están aquí presentes, se le ha dado el trámite a su iniciativa ciudadana, se está formalmente discutiendo su iniciativa, no puedo admitir ni acusar recibo de esta expresión, en el sentido de que no se está considerando a las organizaciones sociales en esta discusión.
Creo que hemos hecho un esfuerzo muy importante por tenerlos en la mesa, por acercarnos a sus posiciones. Es un proceso político muy complejo, es una negociación terriblemente complicada, porque a final de cuentas estamos construyendo una legislación de largo plazo.
Yo estoy optimista de que pronto vamos a reconducir este diálogo y que vamos a tener buenos resultados. Queda tiempo, hay voluntad política, esperemos que esa voluntad política se materialice y se exprese en acuerdos que podamos votar en el Pleno.
Pero lo que sí ha sido claro como posición compartida de todos los grupos parlamentarios es que necesitamos a la sociedad civil presente en esta discusión, la necesitamos exigiéndonos buenos resultados pero sobre todo la necesitamos cooperando y aportando buenas ideas para mejorar nuestra institucionalidad en cuanto a la corrupción.
REPORTERA: El relator de la ONU, en tortura, ayer dijo que no eran suficientes las disculpas del Secretario de la Defensa y la policía. Que más bien tiene que haber un cambio de actitud.
SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: No percibo que la intención de la disculpa sea un carpetazo sobre lo que aconteció, sino que significa el reconocimiento de una institución de que hay un problema, que hubo un error y que se tiene que corregir.
Por supuesto que eso no cancela ni la persecución penal en la jurisdicción civil de quienes cometieron esos actos, ni tampoco la persecución en la jurisdicción militar, castrense, sobre la desobediencia y sobre lo que haya implicado esas conductas con respecto a la imagen del Ejército y a la disciplina dentro del Ejército.
Me parece que eso es lo más importante: el reconocimiento de una institución de que algo está fallando y que se tiene que corregir, y que no implica de ninguna manera que se meterán en el cajón los procedimientos jurisdiccionales, penales, administrativos que hay detrás de estos acontecimientos, como consecuencia de estos acontecimientos.
Lo que tiene que pasar en nuestro país es que tenemos que fortalecer nuestras instituciones para prevenir y castigar la tortura.
No debieran recordarnos ningún caso a través de un video, el deber que tenemos frente a nuestra sociedad, de erradicar esta terrible práctica en nuestro país.
Tenemos que no solamente hacer mejor leyes, más eficaces, sino también capacitar a los agentes del orden para que no recurran a la tortura para realizar sus responsabilidades.
Creo que ese es el desafío de largo plazo; en eso nos tenemos que concentrar.
Pero yo creo que es un gesto encomiable del Ejército Mexicano en la medida que se implica el reconocimiento de que algo está mal, pero de ninguna manera implica que el caso se quedará ahí y que no actuaremos para prevenir hacia adelante otros casos como éste.
REPORTERA: ¿Hay condiciones para que la ley salga en este periodo, Ley de Tortura?
SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Hay condiciones y entiendo que estamos muy cerca de un consenso.
Hay una discusión, como ustedes saben, sobre los mecanismos probatorios de la tortura precisamente para que no se genere esta puerta giratoria de que años después del proceso penal, años después donde se realizó la detención el acusado o sentenciado alegue tortura y termine saliendo de la cárcel, evadiendo su responsabilidad penal.
Tenemos ahí un desafío de política pública. Nadie está por debilitar la persecución penal y la protección institucional a las víctimas de los delitos, o bien a quienes han sido encauzados en un proceso penal. Nadie está en esa lógica.
Lo que sí es que tenemos que hacer un buen diseño porque todo lo que le movamos, o todo lo que le pongamos en la ley genera consecuencias, genera externalidades, genera efectos.
Hay que cuidar que los efectos no sean contraproducentes, que por reconocer un régimen fuerte en contra de la tortura, terminemos abriendo espacios a la impunidad.
