Senado de la República

Versión estenográfica de la Inauguración de la XX Reunión de la Comisión Parlamentaria Mixta México-Unión Europea, en el Senado de la República.

PRESENTADOR: Señoras y señores, muy buenos días.
La Sexagésima Tercera Legislatura del Senado de la República, les da la más cordial bienvenida a la inauguración de la Vigésima Reunión de la Comisión Parlamentaria Mixta México-Unión Europea, que organiza el Senado de la República en este recinto que es el Salón de la Comisión Permanente del Senado de la República.
Para esta reunión nos acompaña en el presídium, el senador Roberto Gil Zuarth, presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República.
Diputado José de Jesús Zambrano, presidente de la Cámara de Diputados.
Embajador Miguel Ruiz Cabañas, subsecretario de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Diputada Teresa Jiménez Becerril Barrios, copresidenta de la Comisión Parlamentaria Mixta México-Unión Europea.
Senador Rabindranath Salazar Solorio, copresidente de la Comisión Parlamentaria Mixta México-Unión Europea.
Diputado José Blanco López, covicepresidente de la Comisión Parlamentaria Mixta México-Unión Europea.
Diputado José Hernán Berumen Cortés, covicepresidente por México de la Comisión Parlamentaria Mixta México-Unión Europea.
Desde luego, agradecemos la presencia de las senadoras y senadores que nos honran con su presencia.
Los integrantes de la Comisión Parlamentaria Mixta México-Unión Europa. Y los integrantes del cuerpo diplomático acreditado en nuestro país.
Muchas gracias por acompañarnos.
Señoras y señores:
Sean todos y cada uno de ustedes bienvenidos a la inauguración de la Vigésima Reunión de la Comisión Parlamentaria Mixta México-Unión Europea, y para darnos la bienvenida a esta inauguración, tiene el uso de la palabra el senador Rabindranath Salazar Solorio, copresidente de la Comisión Parlamentaria Mixta México-Unión Europea.
SENADOR RABINDRANATH SALAZAR SOLORIO: Muy buenos días tengan todos ustedes.
Distinguido senador Roberto Gil Zuarth, presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República;
Distinguido diputado José de Jesús Zambrano Grijalva, presidente de la Cámara de Diputados;
Distinguida diputada Teresa Jiménez Becerril, copresidenta de la Delegación Europea ante la Comisión Parlamentaria Mixta México-Unión Europea;
Distinguido diputado José Blanco, vicepresidente de la Delegación Europea;
Distinguido diputado José Hernán Cortés, vicepresidente de la Delegación Mexicana ante la Unión Europea;
Embajador Miguel Ruiz Cabañas, subsecretario de asuntos multilaterales y derechos humanos de la Cancillería;
Distinguidos integrantes de la Delegación del Parlamento Europeo y compañeros del Congreso Mexicano ante la Comisión Parlamentaria Mixta;
Excelentísimo embajador Andrew Standley, embajador de la Unión Europea ante nuestro país;
Excelentísimos embajadores miembros del cuerpo diplomático acreditado en México y amigas y amigos legisladores que nos acompañan:
Nos encontramos reunidos en la sede del Senado de la República que representa y recrea el pacto federal en México a través de las diversas representaciones estatales que lo componen, con motivo de la celebración de la Vigésima Reunión de la Comisión Parlamentaria Mixta México-Unión Europea, cuyo objetivo principal es avanzar y dar seguimiento a los diversos temas de la relación bilateral.
Acompañado por mis compañeros legisladores que concurren a este acto, extiendo a nuestros invitados una muy calurosa bienvenida a esta reunión, deseando una grata permanencia en esta tierra que les acoge con fraternal amistad y calidez distintiva del pueblo mexicano.
Como sabemos, México es el único país que cuenta con un acuerdo global y una asociación estratégica con la Unión Europea de esas características.
La importancia geopolítica y económica de México y Europa nos ha llevado a construir estos mecanismos de relación bilateral que buscan acercarnos y promover la colaboración conjunta, y gracias a ello y un vínculo fraterno que nos identifica plenamente, esta relación se ha fortalecido e institucionalizado sólidamente.
La Comisión Parlamentaria Mixta ha venido celebrando sus reuniones de trabajo ininterrumpidamente desde la fecha de su creación en el año 2005.
Durante ese tiempo la CPM se ha consolidado como un vector parlamentario entre el Congreso Mexicano y el Parlamento Europeo y como un vehículo eficaz en el intercambio de ideas, conceptos, y sobre todo de acciones de política pública legislativa.
Este se ha venido convirtiendo en el espacio apropiado de diálogo, de interlocución y de seguimiento de las relaciones bilaterales entre nuestras regiones y países.
Hemos logrado incorporar y proyectar a través de diversas declaraciones conjuntas las preocupaciones, los retos y las propuestas de soluciones de los ciudadanos y de nosotros como parlamentarios.
Los parlamentarios en el mundo ocupan un lugar primordial y privilegiado para la construcción y la dinámica democrática de nuestros países y sociedades, ya sea en una tradición de régimen presidencial o de régimen parlamentario.
Las asambleas legislativas son la más clara y tangible representación de la soberanía en la democracia, y por ello requieren fortalecerse y actualizarse de manera periódica, siempre acorde a los nuevos tiempos y necesidades.
El Congreso Mexicano ostenta la representación de más de 120 millones de hombres y mujeres; mientras que el Parlamento Europeo representa a poco más de 500 millones de ciudadanos.
No podemos imaginar una relación bilateral sin el componente democrático y representativo que significan nuestros parlamentos.
Hacia adelante tenemos múltiples retos, algunos de los cuales serán discutidos en ocasión de esta reunión y muchos otros que requerirán ser incorporados para su discusión y análisis futuros.
La renovación democrática, tanto en América Latina como en Europa debe ser una asignatura constante en nuestro diálogo político y parlamentario.
Las diversas elecciones que han tenido lugar en ambas regiones, nos permite ver que ahí donde había bipartidismo hoy hay multipartidismo; en donde había un pensamiento único, hoy hay la alternancia; en donde había un régimen parlamentario, hoy existe un régimen presidencial.
Pero también en donde hay democracia puede haber, lamentablemente, autoritarismo; y en donde existe unión no puede haber secesión.
Dichos fenómenos forman parte de la dinámica política propia de cada Estado o nación e incluso de cada región.
Nos toca a nosotros como parlamentarios comprender y decodificar los mensajes que estos cambios o coyunturas expresan, para actuar en consecuencia y convertir ese déficit o avance democrático en mayor confianza y participación política.
Hoy, la globalización económica y financiera nos ha llevado a afrontar crisis que lejanamente imaginábamos tendría lugar; nos ha llevado a la sobreexplotación de los recursos naturales, incluidos aquellos que se utilizan para producir energía, como el caso del petróleo y su consecuente baja o subida de precio, que impacta tanto a consumidores como a productores.
Los conflictos en diversas partes del mundo, así como el fenómeno del terrorismo y del crimen organizado, nos muestra el rostro más oscuro de la descomposición social.
En ese sentido, la cooperación internacional y el intercambio de información en estos ámbitos son vitales para preservar nuestras libertades y nuestros valores como sociedades que aspiramos a una mayor democracia, una mayor pluralidad y a una mayor inclusión.
Esta es la postura que requerimos asumir frente a retos como la consolidación y la modernización de nuestras alianzas estratégicas, como la asociación estratégica y el acuerdo global.
Este último requiere ser revisado y modernizado en sus tres pilares, la realidad de hoy es muy diferente a la de hace algunos años, sobre todo en el avance de las nuevas tecnologías, la innovación, el incremento de flujos comerciales, turísticos, académicos, profesionales y de residencia.
A lo anterior hay que agregar algunas otras temáticas que requieren seguir siendo tratadas como el empoderamiento de las mujeres o la defensa y promoción de los derechos humanos y el Estado de Derecho en México, América Latina y en Europa.
Dichas cuestiones son un imperativo para nosotros como parlamentarios y responsables de la elaboración de leyes que impacten más profundamente en el bienestar de los ciudadanos y sus familias, en las minorías, en los jóvenes y las mujeres, en los adultos mayores y en los migrantes; en este último grupo merece un tratamiento de la mayor urgencia e importancia.
Nosotros, en México, vivimos el fenómeno migratorio desde sus cuatro fases, como son el origen, el tránsito, el destino y el retorno de miles de migrantes mexicanos, centroamericanos, sudamericanos y en mucha menor medida de asiáticos y europeos.
El fenómenos migratorio debe ser abordado no solamente desde una perspectiva utilitarista profesional, sino desde una perspectiva más amplia como es la del respeto a los derechos humanos.
No podemos obviar una situación que aparece todos los días en todas partes del mundo. Ene se sentido, la corresponsabilidad es una de las claves en la gestión de este fenómeno; las políticas públicas nacionales, regionales e incluso birregionales, deben considerar al migrante como el centro de la política migratoria.
En el ámbito de la cooperación internacional, la Unión Europea es un actor de primera importancia para México, dando paso a la posibilidad de promover más proyectos bilaterales, pero sobre todo a incursionar en la cooperación triangular con otros países, como sería el caso de los países centroamericanos.
El anterior panorama nos confirma que México y la Unión Europea, así como nuestros parlamentos, tenemos grandes posibilidades de cooperación, así como importantes desafíos y áreas de oportunidad que requerimos seguir explotando en permanencia.
El Congreso Mexicano y el Parlamento Europeo tienen ante sí la ocasión de continuar colaborando e incidiendo en la construcción e mejores sociedades para los ciudadanos.
Señoras y señores:
Para mí es un gran honor darles la bienvenida en el inicio de los trabajos de la Vigésima Reunión de la Comisión Parlamentaria Mixta México-Unión Europea, como la ocasión que nos permitirá seguir trabajando y aportando en la construcción de acuerdos con énfasis en la pluralidad y destacando las historias de éxito en la implementación de soluciones a problemas que nos son comunes.

La cercanía de nuestras relaciones no sólo se explica en la historia y en los años de trabajo de la Comisión Parlamentaria Mixta, sino que también compartimos una visión de un futuro para nuestras sociedades, en la que se privilegie la democracia, el Estado de derecho y las libertades fundamentales como valores centrales.
Nuestro país, además de compartir la visión de construir un nuevo orden internacional más equitativo, democrático y tolerante, comparte con la Unión Europea una sólida relación de amistad y de cooperación, en la que los beneficios se ven aprovechados en todos los niveles de nuestra sociedad.
Para finalizar y en ocasión de uno de los temas que nos acogen actualmente y que nos convocan en esta ocasión, me gustaría citar a Robert Schumann, quien es considerado junto a Jean Monnet y Konrad Adenauer, uno de los padres de Europa.
La paz mundial no puede salvaguardarse sin unos esfuerzos creadores, equiparables a los peligros que la amenazan.
Amigas y amigos:
Sean todos bienvenidos.
PRESENTADOR: Agradecemos el mensaje del senador Rabindranath Salazar Solorio, copresidente de la Comisión Parlamentaria Mixta México Unión Europea.
A continuación escucharemos el mensaje de la diputada Teresa Jiménez Becerril, copresidenta de la Comisión Parlamentaria Mixta México Unión Europea.
DIPUTADA TERESA JIMÉNEZ BECERRIL: Muy buenos días a todos.
Señor diputado José de Jesús Zambrano, Presidente de la Cámara de Diputados.
Señor senador Roberto Gil Zuarth, Presidente de la Cámara de Senadores.
Señor senador Rabindranath Salazar Solorio, Presidente de la Delegación Mexicana de la Comisión Parlamentaria Mixta.
Señor Vicepresidente José Hernán Cortés, Vicepresidente de la parte europea.
José Blanco; el embajador Ruiz Cabañas y señoras y señores diputados.
Señoras y señores embajadores, en especial el Embajador de la Unión Europea.
A mis compañeros de la delegación europea.
Señores y señoras senadores que nos acompañan.
Señoras y señores:
Permítanme en primer lugar, expresar mi satisfacción de estar hoy aquí en esta maravillosa Ciudad de México y poder dirigirme a esta noble asamblea del Senado.
Las relaciones entre la Unión Europea y México tienen una tradición secular en la que se han ido aproximando nuestros vínculos históricos y culturales, afinidades políticas y también intereses comerciales, así que México sigue siendo el único socio de la Unión Europea que tiene a la vez un acuerdo global y una asociación estratégica.
La creación de esta asociación estratégica fue el resultado del anhelo de crear un marco político más amplio que permitiese una mejor coordinación de posiciones comunes en foros internacionales, como también estrechar la colaboración bilateral sobre temas de interés común de ambas regiones, como son la paz, la seguridad colectiva, la resolución de crisis regionales, el medio ambiente, el cambio climático, la cohesión social, el respeto de los derechos humanos, la delincuencia organizada, el terrorismo y las políticas migratorias.
Desde su primera reunión en el 2005, esta Comisión Parlamentaria Mixta se convirtió en un instrumento fundamental de encuentro entre el Parlamento Europeo y el Congreso de la Unión de los Estados Unidos Mexicanos.
Sin duda, con un intenso diálogo entre las dos delegaciones que son ambas de una muy marcada pluralidad política, pero esto sólo ha hecho que enriquecer todo nuestro esfuerzo de poder compartir este trabajo y al final lo que tenemos hoy es un ejemplo muy exitoso de diplomacia parlamentaria.
Señoras y señores:
En la Unión Europea la crisis económica y financiera, la situación aún crítica de Ucrania, los terribles atentados que están en la mente de todos, de París, y la crisis migratoria, revelan que se requiere más que nunca una Europa fuerte y unida.
La historia nos demuestra que de las grandes crisis se pueden surgir grandes avances.
Basta recordar que del mayor cataclismo que hemos conocido, la Segunda Guerra Mundial, nació la Comunidad Europea, que ha sustentado 60 años de paz y prosperidad en la región, el periodo de paz más largo en la historia del Continente Europea.
Europa, como decía Rabindranath, necesita de nuevos padres fundadores, visionarios, que sepan conducirla a buen puerto, como hicieron Robert Schumann, Jean Monnet, Konrad Adenauer, o Alcide De Gasperi.
El Parlamento Europeo está firmemente comprometido con el respeto a los derechos humanos, ya sea en la Unión Europea y también en México.
No sólo el gobierno de vuestra nación, sino también toda la sociedad mexicana está llevando a cabo una difícil y muy dura lucha contra el narcotráfico, y cuenta con todo el apoyo de nuestro Parlamento y de quienes los representamos hoy aquí.
Habremos además de reforzar el diálogo y promover las iniciativas que traten de evitar todas las formas de violencia que asolan a las mujeres, a los campesinos, a los periodistas, emigrantes, estudiantes y a los defensores de los derechos humanos; estos actos los condenamos enérgicamente. La delincuencia organizada, la violencia machista, así como la violencia generalizada; son amenazas para el desarrollo, la paz y la seguridad, por ello tendremos que incrementar al máximo los esfuerzos conjuntos para hacer frente a todos estos flagelos y poner en el centro a lo que es más importantes, a quienes son más importantes, que son las víctimas.
Las víctimas no necesitan sólo nuestro cariño, las víctimas necesitan derechos, tres derechos fundamentales, que son el derecho a la justicia, el derecho a la dignidad y sobre todo el derecho a la verdad.
En el marco de la nueva política de seguridad, adoptada por la Unión en la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado, la cooperación con socios estratégicos como México, es fundamental.
Y coincidimos en la necesidad de fortalecer esta cooperación internacional a todos los niveles, en la prevención y lucha contra la amenaza terrorista.
Apoyamos los programas conjuntos de México y la Unión Europea, de asistencia antiterrorista, el fortalecimiento y aplicación de la legislación contra la financiación del terrorismo y el lavado de dinero; la utilización de todos los instrumentos diplomáticos disponibles en la lucha contra el terrorismo.
También quiero citar a la nueva agenda de desarrollo sostenible, que marcará el rumbo de la cooperación internacional hasta el 2030, y que incluye objetivos muy concretos, 17 objetivos con 169 metas. México y la Unión Europea podrán ejercer un rol de liderazgo en este proceso, aplicando en su integridad esta nueva agenda en nuestros países.
Evidentemente, para alcanzar todas estas metas mencionadas, se requiere un trabajo conjunto y vinculante; destacándose el rol de la diplomacia parlamentaria ente Europa y México, para ello disponemos de la voluntad política y de los instrumentos jurídicos necesarios, como son el Acuerdo Global, actualmente en vías de actualización; y la Asociación Estratégica; pero más importante aún: contamos con una amistad de medio siglo que nos motiva a seguir construyendo nuestro futuro.
Señoras y señores:
La tarea no es fácil, existen pocos lugares hoy en el mundo en estos momentos convulsos, que estén a salvo de crisis de mayor o menor envergadura; crisis que nos afectan a nivel político, económico y social. El mayor reto que afrontamos hoy día los políticos, ya sea desde el Poder Ejecutivo o desde el Legislativo, es responder a las exigencias de unas sociedades profundamente desencantadas.
Estamos ante una opinión pública disgustada con la clase política, llegando a la consecuencia de percibir que son muchos los ciudadanos que no se sienten representados por sus gobernantes; y extensión, tampoco por sus legisladores, ya que para ellos todos pertenecemos a esa estigmatizada clase política.
Aprovechando esta situación de desapego de los gobernados hacia sus gobernantes, los movimientos populistas de izquierda y de derecha surgen con fuerza, no sólo en Europa, sino en todo el mundo, ofreciendo soluciones fáciles a problemas complejos.
La gente está harta de corrupción, de inseguridad, de falta de trabajo y necesita una esperanza, que creen encontrarán en quienes les prometen el cielo para seguramente no sacarlos del purgatorio y en muchos casos llevarlos, incluso, al infierno.
Entiendo que en algunos casos el rechazo social a lo conocido políticamente, pero debo confesar que al menos en Europa lo que veo como nuevo no me entusiasma: en la mayoría de los casos, quienes quieren revolucionar la política, quieren aplicar los totalitarismos de antaño con métodos nuevos, como son la política de espectáculo, donde las formas cuentan muchísimo más que las sustancias.
Todo esto nos lleva a situaciones de difícil gestión. La Unión Europea sigue fuerte en sus raíces, pero está siendo fuertemente azotada por el euroescepticismo, que repito, no es ni de derecha ni de izquierda: es simplemente de irresponsables.
Decía Aristóteles que en el centro está la virtud, y en mi opinión, el filósofo griego sabía muy bien lo que hablaba cuando hablaba de democracia; pero en cierto modo el populismo es fruto no sólo de las crisis, sino realmente de cómo han sido gestionadas estas crisis.
Y también por una fuerte carencia de comunicación entre los gobernantes y sus gobernados. Creo que tanto Europa como México necesitan recuperar la confianza de sus pueblos, afrontar los problemas con honradez, combatir la corrupción a todos niveles, luchar contra la desigualdad, la falta de oportunidades y de trabajo, la inseguridad marcada por el terrorismo, y en el caso de México por el crimen organizado y el narcotráfico.
Debemos combatir a los terroristas y criminales con todas las armas de la ley. También hemos de potenciar el acceso a la justicia para todos y acabar con la impunidad.
Hay que fomentar la igualdad de trato entre hombres y mujeres y acabar con la lacra de la violencia contra la mujer, que lejos de disminuir aumenta a pesar de todos nuestros esfuerzos.
Y hay que dar una respuesta más rápida y efectiva al problema de la inmigración; de quienes huyen de la más cruel guerra en Siria y en Irak, donde se está produciendo un verdadero genocidio contra los cristianos y otras minorías como los yazidíes.
Los refugiados llegan a cientos de miles, y la capacidad de acogida genera importante división entre los diferentes estados europeos.
Estamos actuando desde la Unión Europea pero el ritmo no responde a las exigencias ni de los refugiados ni de los ciudadanos europeos que contemplan entre solidarios y temerosos una presión migratoria cuya solución no parece estar al momento fácilmente a nuestro alcance.
Amigos mexicanos y europeos:
Los retos de nuestras regiones han volado desde el Atlántico. Los retos que nuestras regiones tienen que afrontar son enormes y la mejor manera de hacerlo es trabajando unidos.
Tenemos instrumentos para hacerlo. El más importante es el Acuerdo Global en Vías de Modernización, donde lo comercial y económico jugarán el rol estrella, pero donde tenemos una importantísima oportunidad para incrementar nuestra necesaria y hoy más que nunca cooperación política para afrontar temas como nuestra sociedad nos demanda, como son los derechos humanos.
Para ello, esta Comisión Mixta Permanente se ofrece como actor parlamentario principal, ya lo llevamos haciendo desde el 2005, pero creo que ya es hora de que nuestras decisiones dentro de este acuerdo global sean vinculantes, ya que debido a nuestra labor continua de intercambio entre legisladores mexicanos y europeos podemos aportar una visión privilegiada de lo que nuestras sociedades necesitan.
Nuestros encuentros con la sociedad civil tienen que aumentar. Ellos también han de participar en la mejora de este acuerdo.
Yo reconozco de mi despacho en Bruselas, recibo a muchísimos mexicanos que me dan sus inquietudes y proyectos. Tantas son las veces que he tenido la fortuna también de estar aquí en este maravilloso país con la Comisión Parlamentaria Mixta.
Conozco muchos estados: Querétaro, Guanajuato, Puebla, Hidalgo, Tlaxcala, Oaxaca, Chihuahua, y por supuesto el Estado de México, y en todos ellos recibimos ese calor y hospitalidad que caracteriza a este gran pueblo.
Gracias de corazón. Ojalá fuéramos nosotros la mitad de generosos de alma que son ustedes a la hora de recibirnos en esta gran casa, que es México, donde venimos los eurodiputados a trabajar conjuntamente con los senadores y diputados mexicanos; a trabajar por una Europa, por un México y por un mundo más justo, más seguro y más próspero para todos.
Porque se lo debemos a nuestros hijos. Para ello trabajaron los padres fundadores de la Unión Europea y los padres de esta gran patria mexicana, y nosotros tenemos que recuperar su legado y enderezar el rumbo de nuestro barco que hoy navega en aguas turbulentas, pero que si sabemos sortear los escoyos tendremos muchos motivos para la esperanza en México y en Europa.
Y es a ellos a los que debemos aferrarnos, sin catastrofismos con realismo, pero sobre todo con responsabilidad y honestidad.
Y en esta dura pero apasionante travesía, ya sea atlántica o mediterránea, todos somos necesarios.
Empecemos, pues, los trabajos de esta Vigésima Reunión de la Comisión Parlamentaria Mixta, con el objetivo de mejorar acciones concretas y de mejorar la vida de los pueblos de México y de Europa.
Muchísimas gracias por su paciencia.
PRESENTADOR: Agradecemos las palabras de la diputada Teresa Jiménez Becerril, copresidenta de la Comisión Parlamentaria Mixta México-Unión Europea.
Señoras y señores, a continuación tiene el uso de la palabra el diputado José de Jesús Zambrano, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
DIPUTADO JESÚS ZAMBRANO GRIJALVA: Muchas gracias, muy buenos días.

Senador Roberto Gil Zuarth, presidente del Senado de la República, de la Cámara de Senadores.
Señora copresidenta, señores copresidentes y vicecopresidentes; compañeras y compañeros legisladores que nos visitan en reunión de trabajo de la Unión Europea, sean ustedes de nueva cuenta, reitero, bienvenidos a nuestro país.
A nuestra amiga y a nuestros amigos legisladores mexicanos; a todas y a todos igualmente a nuestro amigo el subsecretario de Relaciones Exteriores aquí presentes.
Me da muchísimo gusto estar esta mañana aquí, en la inauguración de los trabajos de la XX Reunión de la Comisión Parlamentaria Mixta México-Unión Europea.
Desde finales del milenio pasado México continuo con un proceso de apertura que había iniciado tres lustros antes este proceso que hasta ese entonces sería concentrado fundamentalmente en el continente americano, comenzó afortunadamente una fase de diversificación y las miras se volcaron hacia Europa.
Dieciséis años han transcurrido desde la firma del Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión Europea que, por cierto, introdujo en primer plano el tema fundamental de los derechos humanos, que ha impactado positivamente a nuestra legislación y ha sometido al Estado Mexicano a una vigilancia internacional escrupulosa en esta materia.
En este tiempo, en estos años, el comercio entre México y la Unión Europea ha beneficiado enormemente a ambas partes, el intercambio de bienes con Europa se multiplicó más de cuatro veces, pasando de 16 mil millones de dólares en 1999, a más de 68 mil millones en el año 2015.
Con la firma del Tratado de Libre Comercio México-Europa consolidaron la creación de una zona de libre comercio trasatlántica, basada en los principios de respeto que fundamentan al sistema internacional.
En 2008 el acuerdo se vio rebasado por el contexto global y la necesidad de hacer frente a amenazas externas, que pueden provenir de casi cualquier parte del orbe.
En este entendido se estableció una asociación estratégica, ampliando así el ámbito de influencia del contenido del acuerdo original a temas políticos, de seguridad y socioeconómicos.
Ocho años después nuevamente es necesaria una modernización del acuerdo global entre ambas partes. Actualización que, como se ha expresado aquí, en las participaciones anteriores, tome en cuenta el acuerdo de París, resultado de la COP-21, los objetivos de desarrollo sustentable propuestos por la Organización de las Naciones Unidas para la era 2015, que al mismo tiempo actualiza los objetivos del milenio, así como nuevos mecanismos de cooperación internacional en todos, absolutamente todos los ámbitos.
En aras de alcanzar un entendimiento entre los miembros de esta Comisión Parlamentaria Mixta y sentar así las bases que junto con el documento de visión conjunta presentado a inicios del año pasado, permitan una exitosa renegociación del Acuerdo Global, que beneficie a ambas partes.
La agenda acordada es muy amplia. Aquí se han esbozado, como lo hemos escuchado, contenidos esenciales, expuestos por el copresidente y la copresidenta de la Comisión Parlamentaria Mixta, y no dudo de que la abordarán a profundidad y con la responsabilidad de su representación.
Y uno de los grandes retos que tenemos es, como lo señaló nuestra compañera copresidenta hace unos minutos, es el de lograr que se conviertan en acuerdos vinculantes para el conjunto de los estados nacionales que están aquí representados y que se hacen cada vez más necesarios en este mundo globalizado en el que hoy nos encontramos.
Por ello, deseo el mayor de los éxitos a los trabajos de esta Vigésima Reunión de la Comisión Parlamentaria Mixta México Unión Europea.
Que sea por el bien de nuestros pueblos y para recuperar, avanzar en la recuperación de la legitimidad de nuestras instituciones, hoy, nuestras instituciones democráticas, hoy lamentablemente, preocupantemente en una situación crítica.
Felicidades y muchas gracias.
PRESENTADOR: Agradecemos el mensaje del diputado José de Jesús Zambrano, Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
Señoras y señores:
A continuación solicito al senador Roberto Gil Zuarth, Presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, sea tan amable de dirigir su discurso y formule la declaratoria inaugural de esta Vigésima Reunión de la Comisión Parlamentaria Mixta México Unión Europea.
SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Muy buenos días tengan todos ustedes.
Señor diputado Jesús Zambrano, Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de los Diputados. De nueva cuenta bienvenido al Senado de la República.
Señor Embajador Miguel Ruiz Cabañas, representante de nuestra Cancillería en la inauguración de esta Vigésima Reunión de la Comisión Parlamentaria Mixta México Unión Europea.
Saludo con aprecio a la diputada Teresa Jiménez Becerril, Co-Presidenta de la Comisión Parlamentaria Mixta.
Al diputado José Blanco López, Co-Presidente.
A los Vicepresidentes diputado José de Jesús, José Hernán Cortés Berúmen.
Por supuesto al Co-Presidente senador Rabindranath Salazar Solorio.
Señores Parlamentarios europeos:
Sean ustedes bienvenidos a México.
Saludamos al Cuerpo Diplomático aquí presente.
Desde hace varios siglos nuestras sociedades se han enfrentado a cuestiones fundamentales:
Cómo organizarse como comunidades políticas.
Cuál es la relación óptima, socialmente útil, entre el individuo, la sociedad y el Estado.
Cuál debe ser el modelo de Estado y sus instituciones básicas bajo el paradigma del constitucionalismo y sus distintas construcciones históricas.
Cuánto mercado.
Qué responsabilidad tiene el Estado frente a la desigualdad.
Cómo abordar el hecho de la globalización y construir un modelo de gobernanza que nos permita no solamente sacarle provecho sino también reducir sus incertidumbres.
Europa siempre ha sido un continente definido por ir a la vanguardia en estos debates. Ahí se han gestado buena parte de los principios torales de las actuales democracias y también de la gobernanza internacional.
Por ejemplo, la idea de que el poder público debe emanar necesariamente de los ciudadanos; la idea de que la libertad debe protegerse para que cada quien pueda formularse, elegir y cumplir su propio plan de vida; las nociones de igualdad, libertad, fraternidad, solidaridad; las convenciones y convicciones de que todos los seres humanos nacimos iguales y que por ello merecemos trato igual ante la ley y ante los otros.
Tal vez las circunstancias históricas europeas han acelerado esas reflexiones, en ocasiones se han dado muchas décadas antes de que en otras regiones del mundo. Circunstancias históricas que han incidido en la construcción de un patrimonio de ideas y principios que ya son propiedad de la humanidad entera.
Las dos guerras mundiales gestaron la concepción de un estado solidario, benefactor; el estado de bienestar surgió para pacificar sociedades divididas. Sin embargo, la crisis económica y el reto de la austeridad han puesto en tensión ese modelo de Estado social que se hace cargo de las profundas desigualdades, latentes en nuestras sociedades.
La escasez se hace presente en la nueva economía de mercado, sobre todo en la nueva economía del cambio climático, en la inestabilidad de los mercados energéticos y en las distintas incertidumbres de la economía globalmente interconectada.
El mundo está cambiando, todos estamos cambiando, México cambia, Europa sigue cambiando. El cambio se acelera, pero paradójicamente los debates políticos en el conjunto de las regiones son cada vez más similares, los retos cada vez más parecidos.
Nuestras generaciones viven hoy una época caracterizada por la menor intensidad de los conflictos, mayor prosperidad, mayor libertad; es el periodo de mayor estabilidad institucional en el mundo entero, incluido México. Y al mismo tiempo, la amenaza del crimen organizado y el terrorismo es más inminente; la riqueza económica cada vez más concentrada y la libertad, más desigual que nunca.
Hay más riqueza, pero al mismo tiempo mayor precariedad en nuestras sociedades. Hay más medios, más riqueza, pero las carencias son más agudas, más injustas.
Al mismo tiempo, las ideologías parecen menos intensas, la división entre bandos se ha superado, el mundo ya no se divide en líneas rojas entre capitalismo o comunismo; entre centro y periferia; entre liberalismo y proteccionismo; entre este u oeste.
Ciertos consensos se han consolidados en nuestras sociedades, hasta el grado de que hemos llegado a creer que ha concluido la historia. Democracia, derechos humanos, economía social de mercado, Estado con responsabilidades frente a los que se encuentran en situación de desventaja.
Hoy ya no tenemos una cortina de hierro, pero nuestras fronteras están selladas por la crisis de emigración; crisis que es expresión de una crisis todavía mayor: la falta de oportunidades económicas en las naciones de origen, la violencia política, la ausencia de libertades, regímenes autoritarios o totalitarios que se niegan a cambiar.
El libre mercado ha acercado la mayor variedad de productos a las diferentes regiones, sin embargo una gran variedad de satisfactores siguen vedados para los más pobres de todas las sociedades.
La democracia como principio, prevé, presupone libertades que la democracia real no ha logrado generalizar. Libertades que entran en tensión con el cambio tecnológico y con la expansión de las expectativas de nuestras sociedades.
El reto de la democracia contemporánea, su condición futura de legitimidad, está justamente en la capacidad de respuesta de ese Estado frente a las crecientes expectativas de los ciudadanos; porque mientras las expectativas de los ciudadanos, de nuestras sociedades suben por el ascensor, la capacidad de respuesta del Estado, de nuestros Estados nación y también de la gobernabilidad internacional, parece ir por la escalera.
En muchas regiones la carencia de satisfactores básicos de orden, de estabilidad, está alentando la seducción populista y la tentación autoritaria. Esos modelos que el mundo ya probó, que ya vio fracasar, que ya pensábamos se habían superado y que hoy, sin embargo, resurgen en el miedo de las incertidumbres.
México no es ajeno a ninguno de estos debates, muchos de ellos los estamos justamente enfrentando en estos momentos. En los últimos 20 años, hemos hecho importantísimas reformas, quizá el periodo más intenso de reformas que ha vivido nuestra nación.
Y esas reformas fueron posibles en un ámbito de pluralidad complejo. Fueron, incluso, logros, resultados de nuestro proceso de transición democrática.
Hemos vivido en el entorno más prolongado de estabilidad institucional desde nuestra vida independiente.
Transitamos a la democracia; abrimos mercados; pero también le hemos asignado al Estado deberes para generar oportunidades para nuestros ciudadanos.
Por ejemplo, hicimos varias reformas políticas para fortalecer la pluralidad y garantizar la autonomía de las instituciones representativas.
Le dimos autonomía al Poder Judicial precisamente para que actuara como un contrapeso efectivo frente a los poderes y específicamente frente al Poder Ejecutivo.
Hemos hecho reformas en materia de transparencia para fortalecer nuestra democracia y para darle más poder a los ciudadanos.
En los últimos años hicimos una profunda reforma laboral para hacer un mercado mucho más competitivo y sobre todo para garantizar la flexibilidad de ese mercado laboral y detonar nuestro crecimiento económico.
Hicimos una reforma en materia de competencia económica para devolverle la rectoría al Estado y sobre todo para poder normar adecuadamente los mercados, y precisamente para garantizar que los individuos, las personas tengan acceso a satisfactores en condiciones positivas de precio y de calidad.
Hicimos una reforma educativa para hacernos cargo de la calidad y no solamente de la cobertura. Para aumentar las capacidades, las competencias y las destrezas de los ciudadanos mexicanos en un entorno cada vez más complejo, en un mundo cada vez más competitivo.
Transformamos profundamente el sector energético. Abandonamos el modelo de monopolio estatal para hacer corresponsable al capital privado, nacional y extranjero en el desarrollo energético pero sobre todo en el desarrollo económico y social de nuestro país.
Devolvimos la presencia del Estado ahí donde era necesaria su presencia y liberamos las fuerzas del mercado ahí donde el Estado tenía ya suficiente presencia.
México es hoy un país fuerte y moderno que quiere participar en el mundo con una posición audaz. Nuestra posición geográfica es estrategia, nuestros acuerdos comerciales también.
Somos una de las economías más abiertas del mundo y también una de las economías que mayores expectativas de crecimiento tiene en América Latina.
La Unión Europea es nuestro segundo mercado de exportación y es nuestra tercera fuente de importaciones.
Las relaciones comerciales entre la Unión Europea y México son estratégicas. Hace 15 años entró en vigor el acuerdo de asociación y el Tratado de Libre Comercio, y hoy el comercio representa casi 25 mil millones de dólares.
Hoy en México operan más de 15 mil empresas europeas, poco más de la cuarta parte del total de las empresas instaladas en nuestro país.
México ha sido colonia, aliado, refugio, socio comercial, socio político para la comunidad europea.
Nuestra relación debe tender hacia su fortalecimiento.
En México reconocemos los pendientes que tenemos por delante. No ocultamos nuestros problemas; los enfrentamos con política y desde las instituciones.
Por supuesto que nuestro gran pendiente es la construcción de un auténtico Estado de derecho. Instituciones que hagan valer la ley, que den certeza a las relaciones sociales, certidumbre a las transacciones económicas que pongan fin a los conflictos y sobre todo que abatan la impunidad.
Vivir, en pocas palabras, en un auténtico Estado de derecho caracterizado por seguridad personal, seguridad pública y seguridad jurídica. Respeto a los derechos humanos, integridad radical de la autoridad en cualquiera de sus expresiones.
Tenemos muchos pendientes, casos que nos lastiman, sobre todo en materia de derechos humanos, y que en buena medida han afectado la imagen de nuestro país en el mundo. Pero debemos decirlo también con toda claridad: esos casos y esos pendientes los estamos resolviendo con decisión desde nuestras instituciones y sin ningún espacio para ocultarlos debajo del tapete.
En el Senado estaremos discutiendo muchas reformas aún para fortalecer el Estado de derecho.
Está pendiente en nuestra institucionalidad el fortalecimiento de las capacidades institucionales del Estado mexicano para proveer de seguridad pública, reordenar las atribuciones que tienen los distintos órdenes de gobierno para aumentar la eficacia del Estado en la procuración de la seguridad y el acceso a la justicia.
Instituciones policiales, sistema penitenciario, desaparición forzada, tortura; son todos debates abiertos que estamos discutiendo en nuestro parlamento para encontrar una solución de política pública de largo alcance y sobre todo con visión de Estado.
Esos problemas están siendo acometidos con decisión desde la pluralidad, porque México lleva 20 años viviendo en pluralidad, pero eso no ha sido obstáculo para que enfrentemos con decisión nuestros problemas.
No importa quién gobierne en la Presidencia de la República ni la conformación de nuestro Congreso. Hemos sido capaces de ponernos de acuerdo y hemos sido capaces de tomar decisiones por el bien de nuestro país, con independencia de las posiciones ideológicas en las que cada uno de nosotros militemos.
Les agradecemos hoy su presencia, reiteramos el compromiso del Senado mexicano de mantener una vinculación estrecha y productiva con la comunidad europea.
Espero que este encuentro, y así lo esperamos en el Senado de la República, lleva a que en los próximos días construyamos una agenda común que fije el piso de nuevas interacciones y del fortalecimiento de nuestras relaciones.
Que nos permita este encuentro encontrar nuevas coincidencias para hacer cada vez más fuertes y más sólidos nuestros lazos de amistad, esos lazos de amistad que siempre nos han unido.

Trabajemos juntos desde este pequeño espacio, como una oportunidad para refrendar que juntos queremos más Europa en México y también más México en Europa.

Me permito hacer ahora la declaratoria de inauguración de esta XX Reunión: Siendo las once horas del miércoles diez de febrero de dos mil dieciséis, en la sede del Senado de la República, damos formalmente inaugurada la XX Reunión de la Comisión Parlamentaria Mixta México-Unión Europea, deseando que sea por el bien de nuestros pueblos, de nuestras sociedades y también de nuestra convivencia.

Muchísimas gracias a todos y bienvenidos de nueva cuenta a México.
PRESENTADOR: Finalmente solicitaos a nuestro honorable presídium y a los integrantes de la Comisión Parlamentaria Mixta México-Unión Europea, que hoy nos acompañan, sean tan amables de dirigirse a las escalinatas de la entrada principal del senado de la República, para realizar la foto conmemorativa de este evento.