Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

SENADORA ANGÉLICA DE LA PEÑA GÓMEZ: Muchas gracias, presidente.


Bienvenidas, bienvenidos a todos ustedes a este Consejo Técnico para las Alternativas de Regulación de la Marihuana, que se conforma por las dos cámaras del Congreso de la Unión.
Yo quiero hacer una breve reflexión que tiene que ver con a dónde nos ha llevado la prohibición de la marihuana.
Si retomamos la historia en Estados Unidos, 13 años de prohibicionismo que todo el mundo al final discutía si no había sido peor el remedio que la enfermedad; cárceles en donde se tenían unos cuantos miles y al final de estos 13 años se tenía la cifra, pero multiplicada en seis o tiene cantidades más.
Es un asunto que tenemos que recordar con todo lo que tiene que ver respecto de la penalización y la criminalización del alcohol.
No creo que debamos discutir solamente un aspecto. Hay que hacerlo de manera integral, todo lo que tiene que ver con las drogas, no solamente con la marihuana, o como yo referí del alcohol. Hay otras drogas que causan efectivamente muchos estragos, incluyendo otras sustancias, por ejemplo, como el azúcar, ¿quién pensaría?, pero así es.
Y vemos pasillos y pasillos en los supermercados dedicados a la venta de productos de azúcar y tenemos un gran problema de diabetes.
Es decir, ahora están frente a una situación en donde quiero destacar dos cosas: la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha tomado una decisión que nos obliga al Poder Legislativo a discutir hoy este tema.
La diferencia con Estados Unidos, por cierto, es que empezaron ellos en algunos estados. La gran virtud que tiene México es que es en el Senado y la Cámara de Diputados, es decir, el Congreso de la Unión, quien toma la batuta de discusión integral respecto a qué hacer: regularizar, liberalizar, despenalizar, es decir, hay una gran cantidad de elementos que no todos quieren decir lo mismo.
Hay que, creo, discutirlo y este Consejo, como aquí se decía, tiene un enfoque que dará un debate amplio e incluyente, para saber qué es lo que tenemos que hacer.
De tal manera que yo simplemente terminaría dando la bienvenida a todas y a todos ustedes, por supuesto que ocupamos de sus reflexiones, necesitamos dar este debate que por cierto quedó allí enunciado como un pendiente en la discusión de las y los ministros denla Suprema Corte de Justicia de la nación.

Recordemos los votos particulares, particularmente el del ministro Cosío que decía, a ver, ese tema debimos haberlo convocado con platillos y bombos, una gran discusión, como hemos dado otros debates.
Yo recuerdo, ustedes recordarán bien, el gran debate que se dio alrededor de la (…) en la Suprema Corte, bueno pues igual. Ellos decía: tenemos que dar este debate también desde ese aspecto y con esta amplitud.
Y yo creo que hoy el Congreso de la Unión está haciendo lo que tiene que hacer, lo conducente. Es decir, iniciar esta gran discusión, retomo las palabras del senador Gil, de manera amplia e incluyente para ver a dónde nos ha llevado esta situación y qué es lo que tenemos qué hacer.

Porque si en algo podemos estar seguras y seguros es que no podemos seguir actuando igual. De ese tamaño es el reto,

Muchas gracias.
SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Gracias senadora.
Doctor Raúl González Pérez, presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
DOCTOR RAÚL GONZÁLEZ PÉREZ: Muy buenos días tengan todos y todas ustedes, muchas gracias por la invitación para formar parte de este Consejo.
Déjenme comentar, después de haber escuchado una de las intervenciones, hacer los siguientes comentarios.
Primero creo que es muy importante, a partir realmente de, como se dijo aquí, lo expuso Pedro Salazar, la resolución de la Corte lo que puso en el centro del debate es que nos abramos precisamente a ello, que tengamos mucha apertura en un diálogo en donde, más allá de las diferencias, podamos encontrar puntos de coincidencia y esa coincidencia poderla traducir en este caso en política pública y qué mejor que el Senado, el Congreso de la Unión, dirija este debate.
Y creo que el punto que debe guiar el que se encuentre la regulación que deseamos, es los derechos humanos. Creo que quién puede estar en contra de que el eje transversal de la política que se asuma sean precisamente los derechos humanos.
La base jurídica para ello la establece el propio artículo primero constitucional, es la base que nos permite esto que se dice sencillo, sin embargo trae una fuerte complejidad, porque cuáles son los derechos humanos en juego.
Uno, ya se anunciaba, inferido, desprendido de una interpretación constitucional que hace la Suprema Corte de Justicia, pero ningún derecho es absoluto. Todo derecho tiene límites.
Y cuáles son esos límites: y entra en juego también el derecho a la salud, el derecho a la propia vida que puede conllevar también en sus efectos.
Algo que nosotros hemos señalado reiteradamente es la parte del interés superior de las niñas, niños y adolescentes.
Entra también en juego la parte del derecho a la seguridad y ahí entra precisamente un elemento adicional que es la violencia que vivimos.
Y entonces cuál debe ser la respuesta a esto desde esa perspectiva y desde estas variables que estoy poniendo en el escenario.
Por otro lado, entran las obligaciones estatales de la prevención. La prevención pues no solamente en el tema que nos ocupa.
Ya se hablaba del tabaco, del alcohol y de otros temas se hablaba aquí de aspectos que tiene el consumo excesivo, insumos alimenticios.
Pero también se hablaba de que tengamos información, mucha información.
Y una información clara, precisa, sobre los efectos diferenciados que conlleva en todo caso cada substancia que se pretenda regular.
No es lo mismo los efectos de la cocaína que los efectos de la marihuana.
Pero no es lo mismo una y otra respecto, por ejemplo, de circunstancias tales como la edad, el estado físico, la vulnerabilidad, las circunstancias de contextos socioeconómicos que puedan incidir en esto, aspectos que tienen que ver, por ejemplo, en aspectos o situaciones en ese entorno de desintegración familiar.
Estoy enunciando una serie de variables que hay que tomar en cuenta para tomar las decisiones correctas.
Creo que la solución, decía yo, es la ponderación de derechos que entran en juego, en qué circunstancias, debe ser una regulación genérica, o tiene que tener variables esa regulación.
Y desde esa perspectiva la investigación científica, y aquí nos han dado datos, nos debe de llevar a saber qué efectos nocivos tiene toda substancia, ya se ha dicho que los tiene, pero hasta qué grado y con qué profundidad se puede hacer.
Pero, segundo, el tema de la educación, cómo juega el papel educativo en la política que se pretenda regular y tiene que ver con la prevención hacia los jóvenes.
Creo que, por otro lado, se debe tomar en cuenta que hoy vivimos una criminalización, aunque sé que no está penalizado el consumo hasta cierta cantidad de las substancias, pero sí está penalizado el que vaya y la compre.
Y entonces se pregunta uno: cuántas veces tiene que ir por la dosis para que no se exceda, la persona no incurra en delito.
Algo que ya tenemos despenalizado, sin embargo se convierte en penalización y nos lleva al tema penitenciario.
Un tema que tocó el señor Presidente del Senado, en donde no podemos dejarlo de lado y cuántas personas no están ahorita purgando condenas por circunstancias de un consumo, que era personal pero que por estas circunstancias de no tener la posibilidad de la compra, que es un poco lo que. Tratando de interpretar lo que hizo la Corte, llevó a esa determinación más allá de los pros o contras que pudiera haber.
Entonces, un elemento importantísimo es no criminalización al consumidor ni al adicto, y no una estigmatización. Creo que eso debe quedar muy claro y condenar la salud pública y los otros derechos involucrados, y creo que en el análisis también tiene que estar la infraestructura real con que cuente el país, y digo el país, no lo veamos nada más en el ámbito federal, hablemos de las 32 entidades federativas, la infraestructura para contener con la salud pública que representaría la política en discusión.
Muchas gracias.
SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Senador Alejandro Encinas.
SENADOR ALEJANDRO ENCINAS RODRÍGUEZ: Muchas gracias, senador Gil.
En primer lugar, reconocer la iniciativa del senador Roberto Gil a la conformación de este Comité Técnico para iniciar el debate sobre drogas en México; yo creo que así habría que ubicarlo en su contexto.
Y qué bueno que hay esta diversidad y pluralidad en su conformación, con distintas experiencias académicas, científicas, sociales en materia de derechos humanos, porque este debate evidentemente tiene que abordarse desde muy diversas aristas. Los 10 puntos que ya el senador Gil señaló en su primera intervención.
Y la verdad que después de oír algunas intervenciones, como la de mi compañero Blásquez, dan ganas de iniciar ya el debate; pero creo que todos estamos convocados para esto, porque evidentemente es un tema que va a ser muy polémico y que tenemos que darlo con mucha objetividad.
Creo que es un debate eminentemente político y por eso requiere de información y de objetividad. Por supuesto, tiene que estar más allá de nuestras visiones personales, filosóficas, éticas, morales, etcétera; pero en el centro de esta discusión debe estar antes que nada el interés público.
Si estamos hablando de la protección y la defensa de derechos y el desarrollo de políticas de carácter público, el interés público debe ser el interés que prevalezca en toda esta discusión.
Y en esta discusión vamos a tener que ponernos de acuerdo hasta en el lenguaje, porque vamos a hablar de legalización, despenalización o regulación, que son tres asuntos totalmente distintos; y hoy estamos hablando de un asunto de regulación que implica la despenalización de alguna o de algunas drogas; no de todas en su conjunto.
Y creo que también con estas reformas que pudieran presentarse, coincido, no hay que generar falsas expectativas. ¿Se va a acabar el problema de los grandes cárteles delictivos solamente con la regulación de la marihuana?
Pues no, porque ya los cárteles delictivos en este país no solamente se dedican al tráfico de droga; si ya diversificaron tanto su actividad delictiva, donde la droga y en particular la marihuana o los opiáceos forman una parte pequeña de lo que es su desempeño.
Por eso creo que tenemos que tratar de hacer esta discusión con mucha objetividad y vamos a necesitar información actual y veraz.
¿Cuál es el problema real?
¿Cuántos adictos tenemos adictos en el país y qué tipo de drogas consumen?
Y la verdad es que las drogas que más afectan a la población son los inhalantes, que son de un alto consumo, particularmente en la población más vulnerable, que son los niños en su condición de calle, y esto siempre se quiere ocultar, como decimos, la basura dentro del tapete, porque a estos inhalantes tienen acceso sin ninguna restricción los muchachos.
Tenemos que ver además qué tratamiento se les da a la gente con adicciones. Si realmente el sector salud de este país está enfrentando este asunto como un problema de salud pública. Y tenemos que conocer también la capacidad, por ejemplo, para atender la demanda en algunos medicamentos que tenga el sector público, como paliativos para el dolor, en donde de acuerdo a información que disponemos, la inmensa mayoría de los enfermos terminales en nuestro país no tienen acceso a paliativos para el dolor, que es absurdo en un país en donde se produce la materia prima básica para generar y producir este tipo de medicamentos que se requieren.
Yo por eso creo que va a ser muy interesante esta discusión.
Espero que, tanto el sector salud se va a allegar mucho de esta información para hacerla sobre bases objetivas y que prevalezca en lo fundamental, más allá de nuestras convicciones personales, el interés público del país.
SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Gracias, senador Encinas.
Maestro Edgar Vielma Orozco, del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática.
MAESTRO EDGAR VIELMA OROZCO: Muy buenas tardes a todos. Muchas gracias, senador.
Con respecto a lo que ya se ha estado mencionando para la toma de decisiones, es fundamental la información. La he escuchado en estos comentarios en más de una ocasión.
Y lo que nos tendríamos que preguntar es, bueno, si para la toma de decisiones, para una decisión estratégica como es el uso o consumo, comercialización, producción, etc., de la marihuana, ¿qué información tenemos? Eso es lo que nos tendríamos que preguntar fundamentalmente, si es que queremos tomar una decisión adecuada.
Actualmente tenemos dos fuentes para saber acerca de este fenómeno, ya sea a través de registros administrativos como las instituciones de salud, donde a pacientes o a través de investigaciones se hacen estudios de los efectos a las personas que tienen algún consumo en los tipos de droga.
Pero por otro lado, tenemos las encuestas que nos permiten ver el fenómeno desde el enfoque de los hogares y cómo interactúan con las drogas. Porque el registro administrativo sólo nos da de las personas que tenemos monitoreadas, no de la población total.
En ese sentido, es muy importante que, si vamos a tomar decisiones, empecemos a ver si tenemos esas fuentes realmente para la toma de decisiones.
Actualmente como Nación no tenemos una encuesta institucionalizada que, ¿qué significa? Es decir, que tenemos un instrumento de manera periódica y regular que esté midiendo el fenómeno. No lo tenemos.
Existen esfuerzos de pronto cada determinado tiempo de levantar un estudio sobre este fenómeno.
Muchas veces son resultados sólo nacionales. Es decir, no nos permite hacer un análisis regional sobre dicho fenómeno.
Actualmente también tenemos otras encuestas que hacen la aproximación a dicho fenómeno, como es la Encuesta de Victimización, donde abordamos ligeramente la atestiguación del consumo, la atestiguación de la venta; si cuando se cometía el delito la víctima detectó que el delincuente venía bajo efectos de la droga.
Tenemos la Encuesta de Cohesión Social para la prevención de la delincuencia, que fue una encuesta que se midió en jóvenes de 12ª 29 años de edad, donde ligeramente, porque había que medir muchos otros factores, se abordó un poco el tema de la droga, el tema desde el enfoque primeramente de sus amigos, de sus padres si hablan con ellos de los temas de las drogas, y un poco en temas de si consumían.
Pero al final de cuentas no hay un estudio especializado con estas características, con esta seriedad que debería de tener esta temática, como para empezar a diseñar política pública.
En ese sentido, sí va a ser muy importante que construyamos los instrumentos, que le demos seriedad a esto, para entonces ahora sí tomar las decisiones más acertadas como actualmente en temas de seguridad, ya sabemos y lo tenemos en el Plan Nacional de Desarrollo que para combatir el delito tener una encuesta de victimización que está detectando los millones de delitos que se están generando y si verdaderamente estamos teniendo éxito en el combate al delito.
Lo mismo tendría que suceder en materia de política pública, ya no encuestas para un análisis de investigación, sino para el diseño de políticas públicas empezar a construir esos instrumentos.
Esa sería yo creo por parte del Instituto Nacional de Estadística la opinión que estaría dando.
SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Muchas gracias.
Senadora Maki Ortiz presidenta de la Comisión de Salud del Senado.
SENADORA MAKI ESTHER ORTIZ DOMÍNGUEZ: Muchas gracias, presidente.
Yo también agradezco la formación de este Consejo Técnico por el presidente del Senado, Roberto Gil Zuarth de la Mesa Directiva, y por el presidente de la Cámara de Diputados, el Presidente Jesús Zambrano.
En la Comisión de Salud nosotros allegaremos la mayor información de evidencias científicas, como es la planta en su aspecto botánico, en su aspecto botánico, en su aspecto químico, en su aspecto farmacológico.
Hoy por hoy la evidencia científica que tenemos en México y en el mundo es que el consumo de marihuana es un problema de salud pública y tiene suficiente evidencia científica que nos muestra diferentes daños a la salud, como los que se han mencionado aquí, cardiovasculares, respiratorios, en el tema cognitivo, de coordinación vascular, etcétera.
Sin embargo, debo decir que México no le teme a la legalización del fármaco de este tipo, ya lo hicimos con los derivados del opino, tenemos la morfina.
A lo que le teme es que se realice sin los protocolos que se deben hacer. Es decir, queremos que se pueda analizar el uso cuando haya evidencia científica, estudios clínicos controlados, aleatorizados, de doble giro, para comprobar su eficacia y seguridad para el paciente.
Porque con los temas que tenemos, lo que hemos revisado de los cannabinoides, dos terceras partes de los hornos cannabinoides no se utilizan, los estudios que tenemos son hechos con la utilización no de cannabinoides, sino de churros o brawlies en el tipo de planta que la verdad no nos pueden hablar de la concentraciones de THT específicas, que pueden variar del uno al 30 por ciento, es decir, que no están controlados ninguno de estos estudios.
También en la revisión sistemática de artículos científicos, por ejemplo el Lides Médicos, nos decían rescatar más de 403 artículos de más de 5 mil revistas científicas, también se ha demostrado que la gran mayoría de los estudios no son controlados y sin haber probado tampoco la efectividad en la población humana.
Por eso es que es muy importante que debamos avanzar en este tipo de prácticas. Nosotros creemos que en México lo que pasa es una inversión en investigación sobre la potencialidad de los beneficios que puedan tener los derivados de la marihuana, porque ahorita no los tenemos.
Aparte de esa gran inversión que se necesita, la verdad es que si no lo hacemos así, entonces estaremos decidiendo sin saber. Esto tiene que ver también con reunir a todos nuestros científicos y que nos digan si esto en realidad sirve, son temor a que lo hemos hecho, como les digo, con los opiáceos, sin temor a tener un nuevo medicamento que sea de beneficio, pero con todas las bases científicas y los estudios que hacemos, como hacemos en cualquier fármaco, con los controles, con los protocolos, para que estemos seguros de que lo que vamos a dar a la población sea realmente de beneficio, que es lo que estamos buscando.
En el tema de los inhalables, senador, ya en el consumo de los adolescentes el primer lugar es la marihuana, en segundo son los inhalantes.
Entonces, la verdad es que necesitamos tener mucho más control en nuestra evidencia y yo sí creo que, festejo este tipo de consejos, porque también nos van a hablar sobre la necesidad que tenemos de invertir y darle más a nuestros científicos, para que haya un desarrollo verdadero y nos digan exactamente los beneficios de la planta.
En la Comisión de Salud estaremos abiertos y discutiremos toda la evidencia científica disponible en el mundo.
Muchísimas gracias.
SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Gracias senadora.
Doctor Jaime Urrutia, Presidente de la Academia Mexicana de Ciencias.
DOCTOR JAIME URRUTIA FUCUGAUCHI: Muchas gracias.
En la Academia de Ciencias agradecemos la invitación para participar en el Consejo Técnico y la forma planteada de trabajo con un análisis y discusión abierta e informada consideramos de hecho que es la forma adecuada para abordar los diferentes problemas nacionales.
La Academia agrupa a especialistas de las diferentes áreas de ciencias, incluyendo química, biología, molecular, medicina, ciencias sociales, humanidades.
Y el planteamiento que se hace para el Consejo Técnico abre la posibilidad de realizar estudios que realmente yo creo que necesitamos.
Hay poca información sólida, con una base científica, y estudios que permitan caracterizar los contextos activos, los afectos, efectos secundarios, posibles efectos terapéuticos y también los efectos nocivos en la salud y hacerlo de una manera muy detallada, que abarque incluso los diferentes sectores de la población, incluyendo niños, jóvenes, como ya se ha mencionado.
En la Academia podemos aportar también estudios sobre los diferentes niveles de consumo, trabajando con el INEGI, con otras instituciones.
Y podemos también, y de hecho es la forma en que trabaja la Academia, en donde nuestros miembros están en las diferentes instituciones, trabajar con los institutos nacionales de salud, las universidades, la UNAM, los centros de investigación y también las academias y las sociedades científicas.
La Academia también puede aportar, en la parte del contexto internacional.
La Academia forma parte de la Red Global de Academias, que son alrededor de 120 academias.
Y tiene la sede del panel de Academias de las Américas, en donde están Estados Unidos, Canadá, Brasil, toda Latinoamérica y Centroamérica, lo cual nos abre la posibilidad de tener estos contactos y tener información detallada de los estudios de las experiencias.
En la Academia reconocemos que el consumo es muy amplio y por diferentes países.
Y se tiene ya un conjunto de información que debemos de pensar en algún debate nacional.
Entonces realmente vemos esto como una muy buena forma de trabajo.
Esperemos que podamos de hecho hacerlo en las diferentes problemáticas que tenemos en el país y que los elementos en que se tomen las decisiones en las Cámaras sean con la mejor información posible.
Muchas gracias.
SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Gracias doctor.
Senadora María Elena Barrera.
SENADORA MARÍA ELENA BARRERA TAPÍA: También celebrar y felicitar esta Iniciativa que se ha tenido desde el Senado de la República y que pretende por supuesto, como se ha escuchado, hacer un gran debate.
Y por ello y sumado a estas reflexiones yo quisiera comentar que será imposible tratar de establecer una política de control de drogas que no considere el impacto, que las medidas tomadas desde aquí en México puedan tener con nuestros países vecinos.
Por eso la importancia de continuar con una política de cooperación en la materia y por supuesto desde una perspectiva de responsabilidad común y que permita no tan sólo hablar de su uso medicinal sino también de quienes la producen de su tráfico y también de sus consumidores.
Sumado también a lo que se ha mencionado hasta hoy de que es de suma trascendencia el conocimiento de los criterios también, que privan en el ámbito internacional en esta materia, o sea, en materia de política de control de drogas, a fin de que la toma de decisiones que se haga desde este ámbito interno, también se encuentre debidamente informada.
Desde aquí, desde el Senado mexicano, tenemos entonces la gran responsabilidad de tener todos los insumos de información adecuados sobre los compromisos que tiene el Estado mexicano en el ámbito internacional, con el fin de actualizar el ámbito legal interno y también de incorporar sustancias como prohibidas, en su uso fuera del ámbito medicinal.
Coincido plenamente en que qué bueno que podamos tener la evidencia científica que esté conformado este Consejo Técnico, que sea plural y que no tengamos temor a encontrar, si es que la hay, y sumar los beneficios que pudiera traer este combate, y sobre todo su uso medicinal. Sin embargo, tenemos que estar y tener toda la evidencia científica y la evaluación de entre beneficios y daños que puede tener a la salud.
Considero también que, ya se ha mencionado por algunos de los presentes, que tendremos que atender este problema; a mí me parece que sí también es sobre desde una perspectiva de salud pública. Sí también tendríamos que evaluar cuál es la capacidad instalada que tiene el Estado mexicano para dar una respuesta también de atención, de atención integral e inclusive no nada más de prevención, sino también se sumaría a lo que hoy se ha venido trabajando, sin embargo creo que también se tendría que poner en la mesa fortalecer la salud mental de las familias, de los jóvenes y de los niños desde pequeños, porque si bien es cierto ya se trae una carga que vulnera y hace más susceptible a las personas cuando hay violencia, cuando hay desintegración y desafortunadamente tenemos esta situación en el Estado mexicano.
Tendremos, entonces, que hablar de una política de prevención, de atención, no nada más sería de las adicciones, sino de la salud integral de las familias.
Tendremos que fortalecer esta tarea por parte del sistema de salud y qué bueno que podamos seguir debatiendo, escuchando y sobre todo que buscamos eso, lo único que queremos es privilegiar la salud por supuesto, y respetar los derechos de las personas.
Muchísimas gracias.
SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Señor Antonio Mazzitelli, representante de Naciones Unidas para las Drogas y el Delito.
SEÑOR ANTONIO MAZZITELLI: Muchísimas gracias, presidente.
A nombre de la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito, quisiera agradecer al Senado y al Congreso por hacernos parte de este debate, un debate seguramente muy importante y muy relevante.
Y en ese sentido, también quisiera hacer una parte de mi experiencia personal aquí en México. Agregar algunos puntos:
Qué bueno que este debate haya llegado al Senado y a la Cámara, pero hay que decir que este es un debate que ya dura más de 15 años; aquí en México solamente, justamente el representante de la UNAM estaba mencionando el debate que se llevó a cabo en el 2012; personalmente he participado en tres debates internacionales sobre el asunto de la política de droga y en particular, de la marihuana.
El de la UNAM, uno organizado por una organización no gubernamental muy importante; otro organizado por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
Y tengo que decir que cada vez que se hace un debate que la palabra es entregada a los expertos, en particular a los expertos de salud, afortunadamente hay una convergencia única en decir lo que las convenciones internacionales, los que todos los sistemas de salud dicen y siguen diciendo. Eso es que las drogas hacen daño, y entre esas drogas, también la marihuana.
La marihuana es una droga que está incluida en el listado uno de las convenciones internacionales por el riesgo a la salud que ella conlleva.
Allá todos los expertos de todo el mundo siguen diciendo que cualquier fórmula adoptada en materia de regulación de marihuana, tiene que tener en cuenta que es una droga y que hace daño, y que justamente el derecho colectivo a la salud debería ser considerado frente a otros derechos, que son los derechos individuales.
Esta es también la perspectiva de las convenciones internacionales, convenciones internacionales que son prácticamente universales.
México es parte de la Convención de Naciones Unidas sobre narcóticos, como también de la Convención de Naciones Unidas sobre sustancias psicotrópicas.
Estamos hablando de convenciones que hoy en día aglutinan a 192 países miembros. Y justamente adentro del debate que se está llevando y que se llevará a cabo el año próximo de los objetivos, es tratar de mantener una unidad, porque seguramente lo que puede resultar de estas departes y que hoy en día se está en parte dando, es que se abran las brechas a nivel internacional y que las regulaciones no sean parecidas, y esto desafortunadamente puede crear problemas importantes.
Y todas las convenciones están fundamentadas en el derecho a la salud para todos los ciudadanos del mundo.
No se habla en las convenciones de prohibiciones. Se habla de regulaciones, todas las drogas son reguladas, incluyendo la marihuana.
Y, en ese sentido, quisiera también reconocer los avances que ha hecho México recientemente en accesos a medicamentos controlados, en particular en la morfina, que finalmente hoy en día en México puede estar más disponible de lo que ha sido en el pasado para el tratamiento del dolor.
Esos son todos los temas regulados y justamente empujados por las convenciones internacionales.
¿Cuál es la situación?
En el mundo hay solamente un país que hoy en día no cumple con las convenciones, y este es Uruguay, que ha legalizado el consumo lúdico de la marihuana. Todos los otros países del mundo cumplen con la convención, en el sentido de que reconoce los problemas que genera su circulación.
Es cierto también, aquí hay formas diferentes de cumplir.
Todos sabemos lo que está pasando en algunos estados de Estados Unidos.
Al mismo tiempo, hay que decir que el gobierno federal de los Estados Unidos es un gran promotor de respeto de las convenciones y ha tomado a nivel federal las medidas que le permiten al Estado federal para poder de alguna manera controlar lo que algunos estados están haciendo. Me refiero en particular a las normas que se han tomado en relación al lavado de activo o a los provechos generados por el mercado de la marihuana en los estados que le han legalizado.
Del otro lado, la gran mayoría de los estados hoy en día, sobre todo en el mundo occidental, lleva a delante políticas de despenalización; despenalización que México también prevé en su legislación que guarda, pero el crimen de consumo, tráfico y uso.
Hay una gran diferencia entre despenalización de criminalización, y espero ver este debate en el Congreso, será de mucha atención.
Descriminalizar significa no vender un comportamiento relevante desde el punto de vista de la jurisdicción penal. Despenalizar considera, al contrario, un comportamiento relevante, pero no necesariamente prevé una pena detentiva.

Esto es muy importante porque en muchos casos se hace uso común de estos términos. Para las convenciones, la despenalización es bienvenida, las convenciones reconocen la necesidad de tratar los problemas de consumo y abuso a través de medidas que no sean privativas de la libertad.
Pero no descriminalizar el acto, porque la descriminalización necesariamente prevé después una regulación; eso se aplica, por ejemplo, al cultivo que no es crimen, entonces tendrá que ser necesariamente regulado.
Y por último, cuál es la postura del sistema de Naciones Unidas, en particular al problema de los mercados, porque si queremos o no queremos el problema de las drogas, se quedará en las drogas desafortunadamente se quedarán en las calles.
Justamente es tratar de recuperar las calles, utilizar de manera inteligente lo que es el instrumento penal, las convenciones llaman a la proporcionalidad de la pena.

Proporcionalidad de la pena quiere decir que enfrente de crímenes no violentos se debería usar también una justicia que no sea necesariamente privativa de la libertad y esto se puede aplicar hoy en día en una gran mayoría de lo que son los crímenes de posesión.
En México recientemente, en estos últimos dos años, los números relacionados a los arrestos por posesión han caído de manera dramática.
Entonces, junto con los estados que tienen una responsabilidad importante, creo que en ese sentido se podría hacer muchísimo más.
Gracias.
SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Senadora Adriana Dávila.

****** (SIGUE TERCERA PARTE) ******

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