Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Versión estenográfica de la conferencia de prensa de los senadores Roberto Gil Zuarth, presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, Raúl Cervantes Andrade y Arturo Zamora Jiménez.

SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Muy buenos días tengan todos ustedes, muchas gracias por atender esta invitación, esta convocatoria a este diálogo con los medios de comunicación.

Como ustedes saben, el día de ayer por la noche recibimos la comunicación del senador con licencia, doctor Raúl Cervantes Andrade, en el cual nos informa de su voluntad, de su intención de reincorporarse a las tareas del Senado de la República.

Hemos conversado hace unos momentos sobre lo que eso significa para el Senado de la República y para su propio grupo parlamentario, para una institución fundamental. Un senador destacado, un político bien formado, un jurídico, un abogado destacadísimo que nos da mucho gusto recuperar, a un amigo que se dio un tiempo para reflexionar sobre el constitucionalismo actual; sobre desafíos que tenemos a unos meses, un año de celebrar el centenario de la promulgación de la Constitución de 1917.

Y sobre todo a partir del impacto que han tenido las reformas estructurales en el diseño de nuestra Constitución, en la comprensión de nuestra Constitución y los desafíos que tenemos, pues, como sociedad para articular y materializar los preceptos de una Constitución que cumple cien años, pero que ha sido intensamente transformada a lo largo del tiempo.

En esa circunstancia, le queremos dar la más cordial bienvenida al senador Raúl Cervantes, que se incorpora con sus compañeros del Senado de la República. Sin lugar a dudas su talento será sumamente útil para los desarrollos que tiene el Senado de la República; sino sobre todo para generar los consensos y las políticas públicas desde el Senado de la República.

Hemos también conversado sobre una propuesta que formalizaremos la próxima semana. Vamos a encomendarle –el Pleno del Senado me refiero– al senador Raúl Cervantes que se encargue de la Comisión que justamente reflexiona cuál es el futuro, cuál debe ser el horizonte, cuál debe ser el desdoblamiento de nuestra Constitución a cien años de su promulgación.

Constituiremos una comisión plural que se encargue de reflexionar sobre el constitucionalismo mexicano, que se encargue de revisar cuáles deben ser los parámetros constitucionales y políticos frente a este desafío centenario. Y sobre todo, que se encargue de articular las reflexiones de Estado para la comprensión, el buen entendimiento y sobre todo la materialización de una Constitución profunda, una Constitución densa, una Constitución que los mexicanos reconocemos como el patrimonio político más fundamental que articular nuestra convivencia.

En ese sentido, al senador Raúl Cervantes le hemos pedido que se encargue de la comisión relacionada con el centenario de la Constitución de 1917; que sea quien se encargue de programar las actividades, fundamentalmente de reflexión, de análisis, de diálogo, de debate sobre lo que significa la Constitución a cien años de su promulgación.

Y sobre todo que abra el debate sobre el constitucionalismo del siglo XXI: si requerimos una nueva Constitución, si es necesario simplemente reformar la actual; las preguntas centrales del constitucionalismo mexicano, las preguntas centrales del México contemporáneo. Si a cien años de la Constitución de 1917, con ella debamos seguir adelante o si necesitamos articular un nuevo consenso constitucional.

Esa es la petición que le hemos hecho al senador Raúl Cervantes y agradezco la presencia del senador Arturo Zamora esta mañana. Ha aceptado, como siempre con la gentileza que lo caracteriza, esta propuesta que hemos hecho.

Y en la próxima sesión que celebre el Senado de la República, formalizaremos la creación de esta comisión que presidirá, y yo auguro que muy destacadamente, nuestro compañero y amigo, el senador Raúl Cervantes.

Por favor, senador.

SENADOR RAÚL CERVANTES ANDRADE: Gracias, presidente.

Aprecio mucho sus palabras y aprecio mucho también que a través del presidente del Senado me hicieran saber de la Junta de Coordinación Política este honor de dirigir estos trabajos que ya les explicó el presidente del Senado.

Yo tomé la decisión, una vez que terminé mi año sabático, mi tema académico, mi libro que, justamente habla de constituciones de principios, que se corresponde a la iniciativa que presenté en el primer periodo de la constitución de principios, en donde hacía una propuesta sobre cómo están los principios y los valores de la Constitución y cómo desarrollar leyes de desarrollo constitucional.

Me lo prologa y me hace el honor de prologarme el doctor Diego Valadés.

Tuvimos contacto y quien tomó dinámicamente este asunto fue –en paz descanse– el senador Camacho Solís, y tuvo un contacto muy importante con jurídicas, me hicieron el honor de nombrarme, las senadoras y senadores, el presidente del Senado, y él encabezó estos esfuerzos a tal grado, que tres grandes investigadores de la UNAM: Diego Valadés, el doctor Pedro Salazar y el doctor Héctor Fix; hicieron un libro del reacomodo constitucional.

Entre los principios, entre el reacomodo constitucional, entre las teorías mexicanas del no constitucionalismo o las teorías europeas de la constitucionalización del derecho, es de lo que se refiere el presidente del Senado que debe ser un reto muy amplio, un mandato muy amplio de reflexión que viene a ser a estos cien años de nuestra Constitución.

Los centenarios, los bicentenarios de las constituciones, de los países, siempre merece una reflexión de prospectiva de futuro. Sin duda de reflexión, porqué se construyó en el pasado; pero lo más importante, la prospectiva del futuro y qué significa.

En mi convicción, una Constitución es el reflejo de los valores y principios de una sociedad que se da a sí misma para poder convivir y que el gran reto en nuestro país será disminuir la desigualdad y por lo tanto tener una mejor distribución de la riqueza y de las oportunidades.

Si a eso esencialmente le damos cumplimiento a lo que el artículo 3º constitucional denomina como un sistema democrático en donde no se habla de una estructura jurídica y tampoco se habla de una estructura política sino de lo que se habla de una forma de vida tal cual lo califica.

Es una forma de vida del constante crecimiento económico, social y cultural de una población.

Si estos mandatos, las reflexiones que hice, las visitas que hice a otros países, las conferencias, las clases, las lecturas y el intercambio, espero que sea para bien de nutrir el debate constitucional dentro del Senado de la República.

Y agradezco mucho a todos mis amigos y amigas, los vuelvo a ver.

Agradezco mucho al presidente del Senado, al senador Zamora, a los demás coordinadores y a todos y cada uno.

El cinco me presento a ejercer mis funciones.

Hablé con el senador Urzúa, que es el senador suplente, todavía el senador en este momento, le hablé y le expliqué las razones de lo que ya se había cumplido con respecto a un año.

Me siento en paz, me siento tranquilo, con muchos ánimos. Y sobre todo, me siento en mi casa.

Mil gracias.

SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Antes de darle la palabra al senador Arturo Zamora, debo también recordar que el senador Cervantes se incorporará de manera pronta a un órgano que hemos constituido en el Senado de la República.

El Consejo Consultivo del Senado, integrado por los ex presidentes del Senado, que el próximo jueves se constituirá formalmente y en la que sin lugar a dudas podremos aprender, podemos aprovecharnos como institución de la experiencia de quienes han tenido la encomienda de dirigir esta institución, como lo ha sido mi buen amigo el senador Raúl Cervantes.

Senador Arturo Zamora, por favor.

SENADOR ARTURO ZAMORA JIMÉNEZ: Muchas gracias. Buenos días a todos.

Sin duda el Senado de la República de nueva cuenta se enriquece por la experiencia de un docto constitucionalista, un gran amigo de todos nosotros.

Alguien que también su paso como presidente del Senado de la República logró mantener la hegemonía, logró mantener los trabajos en una etapa importante para el propio Senado de la República.

El senador Emilio Gamboa, por supuesto, y todo el grupo parlamentario le damos la bienvenida a nuestro amigo.

Vamos a enriquecernos sin duda alguna, porque siempre hay orientación con sus luces que forman parte del conocimiento académico que ha fortalecido durante este año sabático.

De nueva cuenta bienvenido.

Y estamos también haciéndole un reconocimiento a nuestro amigo Ricardo Urzúa, porque como senador suplente en todo tiempo estuvo presente en los trabajos de comisiones, en los trabajos del pleno.

Y también le damos la bienvenida a nuestro amigo Raúl Cervantes a este Consejo Consultivo, que seguramente nos estará ayudando mucho en ese deber.

Muchas gracias y bienvenido.

SENADOR RAÚL CERVANTES ANDRADE: Muchas gracias, senador.

REPORTERA: Senador, bienvenido.

Yo le quiero preguntar, es obvio que su regreso al Senado implica que ya no va a contender por un puesto en la Corte.

Yo le quisiera preguntar qué factores lo llevaron finalmente a decidir ya no contender. Si fue este escándalo que surgió a raíz de unas voces que piden no se partidice la Corte.

Fundamentalmente eso.

SENADOR RAÚL CERVANTES ANDRADE: Okey, gracias.

Me acaban de hacer una entrevista esta mañana, y perdón que me sonría pero todo empezó porque me preguntaron que si me gustaría, que bueno, hasta vacilé que no me preguntaron qué otros puestos, otras visiones, otros caminos me gustarían, porque entonces la especulación sería muy grande.

Lo que sí Raúl Cervantes, y ustedes me conocen, no son palabras, lo único que yo no haría sería afectar al Estado mexicano.

Si la posibilidad, porque nunca que yo sepa hubo un acuerdo en específico ni una invitación de ninguno de los dos poderes, ni siquiera un compromiso por parte de mis compañeras senadoras o senadores para impulsarme, sí una ilusión, sí.

Sí con humildad digo que me hubiera, hoy o en cualquier etapa de mi vida, a cualquier abogado constitucionalista le gustaría estar en la Suprema Corte, sí.

Pero también sé que no es el único lugar en el que aportas a la vida democrática, a lo que yo le denomino “la democracia constitucional”.

Por lo tanto, una vez que vi el ejercicio, lo observé con detenimiento, con madurez. En muchos de los casos ni siquiera me sentí agraviado porque no todo era Raúl Cervantes; hubo otros nombres y otros perfiles.

Me permitió algo que me ha enriquecido. Primero, que las gentes que no me conocieran fuera, buscara y platicara con ellos, tanto en lo que es el denominado “Círculo rojo” o en algunos casos con los académicos.

Tuve debates, no de Raúl Cervantes, de defender específicamente la posibilidad de una nominación, sino sobre todo el pensamiento constitucional que expresaré en el pleno y en las comisiones, de lo que necesita la Corte.

La Corte, si me permite, con dos grandes ministros, la ministro Olga Sánchez Cordero y el ministro Silva Meza, los dos muy amigos desde hace muchos años, con su mandato terminado en la Corte dejan un perfil específico de pensamiento constitucional.

Y nunca he pensado y podría poner de testigo aquí al presidente del Senado, cuando presidía la Comisión de Justicia, cuando creamos o desarrollamos el desahogo constitucional de las otras ternas, comenté desde esa vez, porque hoy me habilita más el no hablar de mi persona, las ternas y las facultades que tiene el Senado de la República son para mantener los equilibrios que ahorita existen en la Corte para que su evolución sea por el debate constitucional en el pleno y por el debate constitucional y legal en las salas.

Y que lo que primero se debe definir cuando sale un ministro, es qué perfil está dejando y por eso qué necesidad tiene la Corte, el colegiado llamado Pleno, el colegiado llamado Primera Sala, el colegiado Segunda Sala y que garanticemos que esa violación, porque es un mandato a 15 años, eso se retroalimente en un crecimiento y una evolución, sin dejar de tener que es un contenido de derechos, con una estructura del Estado; las dos cosas deben ser una ponderación.

Que nuestro sistema jurídico, hace una semana me invitaron a dar una conferencia en la Barra de Abogados y nadie me preguntó si iba para la Corte, por ejemplo, sólo salía más bien en los medios que en el tema académico o daba conferencias y nadie me preguntaba si estaba queriendo ir a la Corte.

Y ahí noté justo lo que he venido diciendo, no sólo yo, pero desde el 2011, lo que repetimos diciendo “se cambió el paradigma constitucional del artículo primero”.

Y cuando digo se cambió el paradigma constitucional, me atrevo y en mi libro así lo planteo, es que lo que estamos haciendo –y perdón el tecnicismo— es crear una hermenéutica artificial que está mostrando una comunidad científica de comunicación sobre conceptos concretos, no sólo en México, sino también en la región, que la evolución de este pensamiento va a durar, tres, cinco 10, 15 ó 20 años, como toda comunidad científica y que la resistencia de alguna parte de la misma, de los operadores del derecho que no están evolucionando, es el enorme reto.

Con esa construcción y con ese pensamiento, la Corte juega un papel muy importante, el Senado de la República juega un papel muy importante, el Poder Ejecutivo juega un papel muy importante, la academia juega un papel muy importante y sin duda la sociedad civil.

Por lo tanto, después de todo este ejercicio y terminé el tema académico y era y es evidente que en un debate que puedo yo compartir o no compartir, que yo sólo creo nada más en la discriminación positiva, que es en el tema de las mujeres, no creo en el de la ideología, que lo único que hizo Raúl cervantes fue ejercer su derecho humano a participar en política y lo único que he hecho dentro de la política es ejercer mi profesión.

Pero hoy, más allá de, seguiré mi camino de mi pensamiento constitucional, los pongo de testigos porque siempre ha sido mi forma de comportarme y creo yo que el Senado de la República puede generar, en estos trabajos, en esta comisión y en este mandato que me hacen el favor de dar, poder construir este pensamiento y esa revolución.

Insisto: a quien no le gustaría, cualquier abogado y sobre todo un constitucionalista le gustaría, otra cosa que existiera la posibilidad y una mucho menos que hubiera habido un acuerdo.

Si fue el objeto o el sujeto-objeto de un acuerdo, nunca me enteré, por lo tanto no creo que haya habido un acuerdo. Hoy en el Senado prefiero fortalecer, nunca lastimaría al Senado de la República, presidente, con ninguna intención o con ningún velo.

Y como acabó el año académico, acabó mi libro y las condiciones con las que se hubieran podido hacer no existían, con responsabilidad, con tranquilidad, con madurez y con una enorme ilusión de lo que voy a hacer aquí en el Senado de la República, regreso al Senado y me siento muy satisfecho de que las puertas se me abran aquí.

REPORTERO: Doctor: una pregunta abierta, para si se necesita otra:

En esta ilusión de ser Ministro de la Corte, en este proceso, en este tramo, ¿de qué habló con el Presidente Enrique Peña Nieto?

SENADOR RAÚL CERVANTES ANDRADE: Qué bueno que me lo preguntas, porque me lo preguntaron hoy en la mañana.

Mira, en todo el año no hablé con el Presidente Peña, nunca. Lo vi públicamente porque me invitó la Presidenta del Organismo Autónomo Constitucional de Transparencia, la doctora Ximena, porque es mi amiga y porque me reconocía que la construcción del Dictamen, que por cierto muchas de estas organizaciones, mismas que escribieron para mí en el tema de la Corte, mismas que escribieron positivo en el Dictamen.

Y en esa construcción, me dijo: “Eres un factor muy especial, que debes de estar cuando se genere el sistema”. Ahí lo pude saludar y el día del Día del Abogado.

Al señor Presidente yo no lo he visto.

Si hubiera habido alguna posibilidad, insisto, pongo, insisto, de testigos a mis senadoras y senadores.

Yo quería construir en todo caso, sin lastimar y si el estado se podía, ser candidato del Senado de la República, por los trabajos que había hecho. Hasta ahí. Pero era una inspiración.

Mi realidad era el ejercicio de mi libro que está terminado y entregado en Tirant Lo Blanc. Ya me encargaron el segundo.

Ya encontré, Presidente, los equilibrios de la investigación, el escribir y el poder ejercer mis funciones plenas en el Senado; me lo debía, no sólo había que tener el grado.

Disfruté muchísimo dar clases; sigo dando conferencias. Y las reflexiones: fui a la Corte Interamericana, fui a la Corte Constitucional Española, tengo pensado ir a Colombia, a Brasil, Argentina, porque la retroalimentación no sólo está pasando en México en el pensamiento constitucional, sino es un pensamiento universal, regional y doméstico sobre esta evolución.

Entonces no vi al señor Presidente.

REPORTERO: Entonces cómo toma la decisión de regresar al Senado. ¿Cuál es su sustento…?

SENADOR RAÚL CERVANTES ANDRADE: …ahí no entiendo la pregunta…

REPORTERO: …sí. Por qué entonces regresa…

SENADOR RAÚL CERVANTES ANDRADE: …con todo respeto: ¿usted cree que yo tengo que pedirle permiso al Presidente para regresar?

REPORTERO: No. No. No. Ya es una pregunta distinta. Ya es en que usted…

SENADOR RAÚL CERVANTES ANDRADE: … ¡ah!, por qué yo. Ok…

REPORTERO: …usted por qué al final de cuentas dice “me regreso al Senado”, cuando ya estamos a unos días de que lleguen las ternas.

SENADOR RAÚL CERVANTES ANDRADE: Bueno, yo no sé si estaremos en unos días, pero se da el proceso, normalmente se da en estas fechas.

Terminó mi año, entregué mi libro. Para la aspiración no había condiciones y para la convicción sí había trabajo. Entonces ya lo expliqué y lo volvería a explicar.

Me gustaría mucho más que nos concentráramos, después de que puedan desahogar lo que me quieran preguntar, en éste y a futuro, verdaderamente lo que necesita México, como se dice en la Constitución.

Te agradezco mucho la pregunta. Perdón, no te había entendido, ¿eh?

SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Déjenme hacer un recuento de los acontecimientos, porque soy testigo directo de ciertas decisiones que tomó el senador Raúl Cervantes los meses anteriores.

Hace poco más de un año, el senador Raúl Cervantes me confió la intención que tenía de hacer un proyecto de investigación, de escribir un libro y sobre todo de preparar los debates frente al Centenario de la Constitución.

Es inevitable que en nuestro país se abra la discusión sobre si necesitamos o no una nueva Constitución a partir de no solamente la celebración de un centenario, sino a partir de modificaciones profundas y trascendentes al Sistema Constitucional Mexicano, sobre todo en estos últimos 3 años.

Si uno revisa el régimen transitorio de las reformas, ya es más grande, más robusto que el propio cuerpo normativo de nuestra Constitución, y eso debe motivar alguna reflexión, por lo menos de forma.

Me confió el senador Raúl Cervantes la intención de separase de la actividad política, después de que concluyó un año al frente de la Presidencia de la Mesa Directiva.

Y aunque ustedes no lo crean, es un año muy intenso, de cierta dinámica de trabajo, complicada.

Y justo al concluir ese periodo, me confió que había tomado la decisión de tomar cierta distancia del trabajo político, de la intensidad del trabajo político, de descansar, intelectual y académicamente hablando, y de dedicarse a estudiar un libro.

Por supuesto que su separación provoca especulación, muchas especulaciones, como ha sido, por cierto, el tono de expectativa con respecto a la integración de la Corte.

Yo les he dicho a ustedes en reiteradas ocasiones que mucho de lo que se especula en los medios de comunicación no tiene sustento.

He dicho reiteradamente que no existe un acuerdo político entre partidos y el Ejecutivo Federal, para llevar a alguna persona determinada a la Corte.

Es normal que se generen especulaciones, y es normal que la actividad académica del senador Cervantes hubiese sido ocasión o motivo de una especulación sobre su intención o deseo de llegar a la Corte.

Yo coincido con el senador Raúl Cervantes: no hay un solo abogado en el país que ejerce la profesión jurídica, que quiera su profesión jurídica, que no desea ser Ministro de la Corte. O me equivoco, abogado Zamora. Y es más, a los abogados aquí presentes (risas).

SENADOR ARTURO ZAMORA JIMÉNEZ: Ya me destapó el presidente. Ahora que yo deje de ser senador.

SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Es más, deberíamos de irnos los tres, ¿verdad?

No hay abogado en el país que no tenga esa aspiración. Es el órgano cúspide del Poder Judicial de la Federación; pero también es la última instancia de creación del Derecho. Los abogados estudiamos con cierta admiración a la Corte, es quizá la institución más bella en términos jurídicos, es la aspiración máxima de cualquier abogado y precisamente por eso el senador Raúl Cervantes nunca se descartó para eso porque, insisto, es la aspiración natural.

Pero la otra parte que no se le debe atribuir a él, son las especulaciones sobre un supuesto acuerdo o sobre una preconfiguración de su candidatura hacia la Corte.

Yo quiero subrayar y pedirles que nos ayuden a transmitir esta idea: no hay una definición preconfigurada sobre la Corte; no hay esa mano negra que busca debilitar a la institución jurisdiccional máxima, que trata de apropiarse, de cooptar la última instancia del derecho. No existe tal cosa.

El Ejecutivo tendrá que confeccionar sus ternas. El Senado tendrá que analizarlas, discutirlas, deliberarlas y votarlas; y los dos poderes haremos lo que mejor le convenga a este país, lo que mejor y más le convenga al Poder Judicial de la Federación y actuaremos con toda responsabilidad.

A lo que voy: No se vale, pues, seguir alimentando expectaciones y sobre todo especulaciones sobre algo que no existe. Lo digo con total sinceridad, apertura, honestidad; yo no he tenido, como presidente del Senado, un solo contacto con el Ejecutivo Federal con respecto a la integración de las ternas, ni uno: ni mi partido ni mi fracción parlamentaria ni la Mesa Directiva; ¿por qué?

Porque los poderes estamos, vamos a ejercer nuestras atribuciones de manera seria y sobre todo de manera responsable.

Y concluyo diciendo: En buena medida lo que ha sucedido con respecto al senador Raúl Cervantes, es una especulación motivada o derivada de la distancia académica que tomó después de presidir el Senado de la República. Y créanme que yo lo estoy pensando también, para el próximo septiembre; después de concluir este paso por la Presidencia a lo mejor me voy a ir un año; para que no haya especulaciones, de una vez lo anticipo y que no se calcule que esa distancia tiene otro propósito u otra intención.

SENADOR RAÚL CERVANTES ANDRADE: Yo les recomiendo que esto se haga, ¿eh?, porque igual van a ser tres y se reparte, pero es igual, ¿eh?

SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Van a decir que ya nos destapamos los senadores.

REPORTERA: Bienvenido, bienvenido nuevamente.

Senador, ¿se necesita una nueva Constitución? ¿Cuántas modificaciones lleva la actual? ¿Aguanta todavía más?

Por un lado. Y por el otro, ¿cuál es ese proyecto que tiene para el centenario de la Constitución, si nos pudiera adelantar algunos tópicos, por favor?

Gracias.

SENADOR RAÚL CERVANTES ANDRADE: Aprecio mucho la pregunta.

Justo en la barra de abogados, después de una plática larga sobre este paradigma, la forma de ejercer el derecho, los que todavía están muy en el silogismo jurídico, los que creen en darle contenido al derecho, las formas de interpretación. Está pasando todo un fenómeno en todos los operadores del derecho y yo lo celebro, porque eso significa que vamos a ir a un mejor estadio.

Si yo le contestara ex ante, violaría justo el debate del diálogo que queremos hacer. Lo que sí creo es que primero debe haber el contenido de la nueva visión constitucional del Siglo XXI.

Segundo, si me permite, yo no me acuerdo si ya salió publicado, si no va a salir publicado: hice un artículo sobre las modificaciones constitucionales a nuestra Constitución, por décadas. Lo hice en un discurso cuando era presidente del Senado, en Querétaro; un poco en el mejor sentido de la palabra, intelectualmente provocando que me dijeran uno de éstos que no debió haber sido. Y pongo un ejemplo: el voto a la mujer.

Nosotros teníamos un sistema constitucional en el que era un control directo hasta hace muy poco, hasta la reforma del 2011 y previo el acuerdo que se dio también de jurisdicción supranacional, el caso Radilla.

Antes de eso, la manera de litigar era una violación directa a la Constitución, un artículo, para llegar a la Corte era casi especie en extinción. Todo lo demás era legalidad: 14, 16 constitucional, garantía de audiencias, si está fundado, si está motivado; y si no eran problemas de legalidad.

Así me crié yo en los 80’s, en los 90’s; en los 2 miles empezó a cambiar. Si yo le dijera que la Constitución se tiene que quitar y tenemos que poner una nueva, estaría –insisto– violentando lo que entiendo que es lo que me está pidiendo el Senado de la República: decantar las diferentes posiciones para que, con una posición de Estado en la que el Senado de la República participa en el poder renovador de la Constitución medite e incorpore democráticamente a los niveles de gobierno, a los poderes, a los órganos autónomos, a la sociedad en su conjunto, a la academia sobre lo que está escrito.

Quiero dejar muy claro que no es cambiar nuestra Constitución, porque lo difícil que ha llegado este tipo de acuerdos no podría ser una involución, pero sí con técnica constitucional cuál debería de estar.

Por eso ponía el ejemplo del reacomodo; por eso yo hablé de la constitucionalidad de principios para que genere una evolución.

¿Se ha cambiado mucho la Constitución Mexicana? Sí. Pero en Estados Unidos siempre compramos esto. Y si en los Estados Unidos casi nunca se ha modificado porque ya tienen un sistema difuso. ¿Qué significa? Que los jueces construían pensamiento constitucional, todos.

Y cuando estudias derecho en los Estados Unidos te ponen un chip para tú entiendas e interpretes de forma directa los principios constitucionales. Es un sistema completamente diferente.

El nuestro, teníamos un en un sistema cerrado que sólo y la única manera de poder evolucionar en el pensamiento constitucional ya que tenías un control concentrado y que sólo era la Suprema Corte y que sólo era por violaciones directas a la Constitución, la única forma de evolución institucional es la modificación.

No es tanto por el número de palabras, como he visto en algunos académicos, o por el número de modificaciones.

Hice también un trabajo en el que, lo voy a buscar, marco, porque sí hay muchas reformas constitucionales pero son muy pocos decretos los que la hicieron, por ejemplo.

O sea, que se ve que se hicieron en bloque con algún sentido, y lo hice como la evolución del pensamiento, también lo tengo, no me acuerdo si La Barra o El Ilustre, alguno de estos me lo va a publicar, pero si no con mucho gusto se lo acerco.

Como ven, sí hice mi chamba, no me salí a buscar especulaciones, y lo que me pasé fue a estar meditando.

Mi conclusión es, y que le decía en la Barra, no podemos ex ante decir: como no hay condiciones, hacer una nueva Constitución es complicado. Y tampoco podemos decir: ex pos del resultado, ¿qué es lo que se va a dar?

Estoy estimando que sí gravita en la sociedad mexicana, sí gravita a las diferentes partes de la sociedad que tengas un acercamiento a la Constitución.

Y ustedes me han escuchado mucho esta frase: Todos los problemas empiezan en la Constitución y terminan en la Constitución.

¿Por qué? Porque si tienes un mal diseño constitucional todo lo demás es consecuencia. Si tuviste un muy buen diseño constitucional pero no legal, no lo estás cumpliendo. Y lo mejor es tener mandatos desde la Constitución.

Y si tenemos una Constitución de principios, como dice el artículo 1º que es una maravilla, y tenemos una pre regulación electoral o del penal por un temor importante que también tenía que ver con amparo.

La respuesta no la tengo yo. Lo que sí creo es que el debate sí está.

A donde fui, lo hacía yo también, si daba una conferencia o daba clases, me gustaba mucho ir a las diferentes universidades conferencia magistral. Me parecía muy pomposo que mejor era el contacto con los alumnos de maestría, de doctorado, de carrera; casi todos gravitan siempre a llegar a decir: Necesitamos o no una nueva Constitución. Y eso es un debate democrático constitucional.

Pongo un ejemplo para ponerle distancia, porque cuando uno habla de sí mismo o de tu propio país se te complica en estos temas.

Tuve la oportunidad de estar en España cuando estaba el tema de si la separación o no.

No tenía solución legal; no tenía solución constitucional; no estaba en la papeleta la separación.

Me entrevistan, porque había dado una conferencia en la Complutense al decano y a los vicedecanos en materia constitucional, sólo a ellos, y me dicen: “Oiga, ¿usted qué opina?”. Dije: Miren, el Pacto de Moncloa tuvo un tema de la sociedad española que en su momento le dio una salida democrática y hubo vinculación de todas y cada una de las visiones de ese país.

Hoy, lo que advierto, estando en Cataluña, Barcelona lo que la gente tiene es un asunto de la edad o las generaciones que eran. Unos pensando que sí le tienen que dar; otros pensando que tenían que encontrar un punto intermedio, a lo mejor al lado de una federación, pero los jóvenes son los que están pensando en la separación.

Para mí la solución era, se lo platiqué al presidente de la Corte Constitucional, es un debate democrático constitucional.

Es evidente en una Constitución, que no se ha modificado por cierto; no siempre porque no se modifican son buenas o porque se modifican mucho lo son. Nunca hay que confundir el continente con el contenido.

La salida que yo creo, y lo digo con respeto y lo declaré allá, es un debate democrático constitucional.

Lo que tenemos que hacer los mexicanos gravitando este tema es un debate democrático constitucional que vengan de todas las voces, me conocen, lo hice en puntos constitucionales, lo hice en el Senado de la República, porque creo que la única manera de legitimar las cláusulas constitucionales es la construcción de un pensamiento de todos y cada uno de nosotros.

Es la forma de generar un comportamiento. Creo firmemente en los valores y los principios de una sociedad que entre más digeribles sean y estén sustentados en una constitución, mucho más fácil persuade a la sociedad para su cumplimiento y la cercanía y te sientes mejor y mejor mexicano.

Una constitución en el fondo, al final del día, debe dar la identidad nacional y el conocimiento de nuestro nuevo pacto, si es que se necesita y si no, que lleguemos todos a la conclusión de un nombramiento, si es que se necesita, o lleguemos al acuerdo de en qué partes y cómo lo vamos a afinar.


El debate ahí está, eso es lo que vamos a iniciar y tengo mucho empeño en llevarlo a cabo de la mejor manera posible.

REPORTERO: Qué tal senadores, bienvenido.

Senador Raúl Cervantes, Cuauhtémoc Cárdenas ya presentó un proyecto, ¿no se les adelantó Cuauhtémoc Cárdenas y ustedes están tratando de abocar el camino o lo invitarían a que él también participe en este nuevo plan de la constitución?

Y para el senador Roberto Gil, una opinión que me dé si se debe legalizar o no el uso de la marihuana ahora en la Corte y sobre los maestros de la CNTE que fueron detenidos.

SENADOR RAÚL CERVANTES ANDRADE: Mi visión y lo vuelvo a repetir, es la única forma que tú tienes de legitimar, sobre todo en un proceso de revisión constitucional, si no incluyes a todos estás violando la propia constitución, sin duda él y los demás.

No creo que es de adelantar o no, es como si yo dijera que hace dos años presenté la iniciativa de constitución de principios de la Ley de Desarrollo o que los investigadores dijeran que sacaron el libro, lo natural es que llegando a los 100 años tenemos que hacer una reflexión y sin duda a él y a cualquier mexicano o mexicana que tenga interés de platicar, ustedes saben que soy incluyente y eso realizaré.

REPORTERO: ¿Importar ideologías?

SENADOR RAÚL CERVANTES ANDRADE: Nunca lo hice.

REPORTERA: (Inaudible, sin micrófono)

SENADOR RAÚL CERVANTES ANDRADE: Tampoco, nunca, menos.

Si no lo hice en las modificaciones constitucionales que me tocaron en Puntos Constitucionales, se han de acordar que yo dije, la presidencia de la comisión, por lo menos la mía, será una presidencia sin vinculación con los grupos parlamentarios, en el sentido de que dije, a ver, tengo un secretario del PAN, un secretario del PRD, pedí a un priísta que defendiera la posición del grupo parlamentario, yo lo que generaba y por eso pudimos llegar a un estado en el contenido de ese dictamen, fue una posición neutra en donde trajimos a escuchar a todos y en su momento la rendición de cuentas.

Fundar y todos escribieron que había sido uno de los mejores procesos legislativos por la inclusión.

Nunca lo he hecho. Como presidente del Senado, nunca manejé ni direccioné la mesa por una visión de grupo parlamentario de poder, sino lo que para mí significa, creo que estoy convencido, y este Senado de la República, todos lo han demostrado, es que creemos en el parlamento abierto y que por lo tanto podemos traer.

Basta nada más recordar qué hice con la consulta, había presiones de que reserva de ley; yo traje una teoría constitucional que se llama “La efectividad sustantiva de norma constitucional”, europea, la editamos y había presiones a favor y en contra, que eso es una democracia y se llegó a una defensa de la constitución para dejarle el contenido a un derecho que no tenía una ley y al final del día hubo el respeto de todos los senadores y senadoras, pero sobre todo también el proceso cuando terminó la Corte lo calificó de adecuado.

Ese es Raúl Cervantes, a lo mejor a un año no se acuerdan, acuérdense cómo me llevo; yo soy una persona incluyente, de pensamiento abierto, que nunca creo que la posición exclusiva, como se menciona a veces en la sociedad, de un partido, de un grupo parlamentario, es el que limita tu actuar personal.


Habemos muchos senadores y senadoras de la República que creemos y anteponemos siempre el interés de México sobre nuestro criterio.

Podremos equivocarnos de criterio, pero no anteponemos por ideología, sin lugar a dudas, él y los demás estarán abiertos.

REPORTERO: ¿Estarán opositores, disidencias, todo eso?

SENADOR RAÚL CERVANTES ANDRADE: Así le hice en transparencia y así escuché.

Insisto: nada más si les saco las memorias de a quiénes recibí para la consulta, grupos de la misma izquierda, unos con respecto a los otros, a todos recibí, con todos tuve que platicar y lo único que hice fue cumplir con la constitución para desahogarlo.

El debate tiene que ser ordenado, el debate tiene que ser informado, el debate tiene que ser con un trato, unos con respecto a los otros con dignidad, por la sencilla razón que el elemento diferenciador de si estamos en un tema de derechos humanos o no es la dignidad humana.

Nos mandata la Constitución, por fuerte que sea el debate, a tratarnos con dignidad.

Salvo ese tema que siempre fue y que en el Senado de la República se ha dado de una manera adecuada, todo lo demás, los pensamientos serán bienvenidos: los del no, los del sí; todas las escuelas y academias que puedan darse, presentaré un trabajo previo, primero a mi Mesa para hacerlo plural, para que ellos lo presentes a sus grupos parlamentarios.

No es un tema menor para que la Mesa Directiva y la Junta de Coordinación Política estén de acuerdo en el método. Y una vez realizado el método de común acuerdo de todas las fuerzas políticas, podremos invitar abiertamente, como lo hice en otras reformas, en el conocimiento de que lo que queremos es una reflexión nacional, y para tener una reflexión nacional, tienen que estar incluidos todos los que les interesa.

Yo podré decir que tan no creo en la discriminación por ideología, que sería poco sensible decirles que alguien en este tema, me discriminaron por estar en un partido político, cuando decían que eso puede inhabilitar para cualquier cosa. Eso es una discriminación que viola al Artículo Primero Constitucional.

No creo; no creo que dividir sea una forma de discutir la Constitución y creo que es una de sumar. Me conocen. Al revés, yo les pediría que estemos muy cerca cuando estos trabajos se den.

Sé de la importancia del mandato que me da el Presidente del Senado de la República y los coordinadores, y el Presidente de la Junta de Coordinación Política, y lo haré con el mejor de mis esfuerzos en estos equilibrios de presentar, ante la sociedad, un debate, insisto, ordenado, informado, coherente y con un profundo respeto y dignidad, unos con respecto a los otros.

Nuestro país es muy diverso y es justo eso lo que le da riqueza.

Gracias.

SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: La pregunta que va a contestar el Senado de la República, a través de una Comisión Especial que encabezará el senador Raúl Cervantes, es justamente si necesitamos o no una nueva Constitución, y qué tipo de entendimiento de la Constitución requiere la sociedad del Siglo XXI mexicano.

Y esa es la pregunta que le hemos encomendado a esta Comisión Especial, de articular un diálogo nacional que intente darle respuesta. Y yo estoy seguro que la respuesta la construiremos entre todos, con inclusión, independientemente de la formación política, o de la trinchera partidaria en la que nos encontremos.

Porque como dice el senador Cervantes, debe ser una discusión, un debate nacional, una reflexión nacional. Y para eso requerimos que estemos todos: los que ya se han pronunciado y los que no nos hemos pronunciado en relación con esa pregunta.

Con respecto a las dos preguntas que me hacían:

Yo hace dos años, y no a propósito de una resolución de la Corte, fijé mi posición con respecto al consumo de la marihuana.

Yo estoy convencido que el consenso punitivo está agotado, y está agotado en México, y está agotado en el mundo.

La manera de abordar el problema de las drogas por la vía de la política criminal, es una mala idea.

En consecuencia se deben buscar alternativas para generar un control social sobre las actividades de comercio y de consumo.

Las prohibiciones, como las hemos concebido durante prácticamente todo el Siglo XX, lo único que han provocado es violencia y muerte, y sobre todo tenemos que empezar a actuar con pragmatismo.

Estados Unidos está en una política de transición hacia la legalización y en consecuencia nosotros tenemos que adecuar nuestras propias definiciones al respecto bajo esa lógica. Ellos van a legalizar el consumo; nosotros no podemos seguir poniendo los muertos.

Sin embargo, tengo dos preocupaciones con respecto a lo que está sucediendo en la Corte:

En primer lugar, en prácticamente todo el mundo, la despenalización, o la legalización se ha dado como un paso posterior a uno previo, y el paso previo es la regulación.

Me preocupa pues, que 5 Ministros, nos lleven a dar un paso para lo cual nuestra institucionalidad no esté preparada.

¿Qué va a pasar al día siguiente de una resolución de la Corte, que legalice, en el caso particular, pero eso podría tener efectos en otros casos, la producción para efectos de autoconsumo recreativo?

¿Cómo vamos a enfrentar esa nueva realidad?

Me preocupa que el país, su institucionalidad, no esté listo para una suerte de legalización, de caso por caso, pero que evidentemente el criterio pueda extenderse a otros.

Y la segunda cosa que me preocupa es que en el caso de que la Corte resuelva que el consumo de marihuana es un reflejo, un desdoblamiento de un derecho humano, automáticamente excluye la posibilidad de consulta popular sobre la marihuana; porque una de las restricciones que tiene la Constitución a la posibilidad de consultar o de pedirle al pueblo que se pronuncie sobre un caso particular, es que justamente no se trate de un derecho humano.

Si la Corte en esta resolución, en un caso concreto dice “consumo de marihuana es desdoblamiento de un derecho humano”, automáticamente no podremos convocar a consulta popular.

Y yo soy de la idea de que el tema de la legalización de la marihuana debe resolverse por consulta popular y no por sentencia. Debe resolverse a través de leyes y no a través de resoluciones.

Me preocupa que la configuración de esta sentencia provoque automáticamente la posibilidad de que podamos convocar a los ciudadanos a tomar una determinación; porque tal y como está planteado el proyecto, dice claramente el proyecto que se trata de un derecho humano, el derecho humano a decidir mis hábitos de consumo. En consecuencia, está excluida a partir de esa resolución la posibilidad de convocar a consulta popular para tocar ese tema.

En el entendido de que la procedencia de la consulta popular la resuelve la Suprema Corte de Justicia. En consecuencia, sería muy difícil que la Suprema Corte dijera “entiendo el consumo de marihuana como un derecho humano y no lo entiendo para efectos de consulta popular”. Me preocupan mucho estos dos problemas.

La Corte debiera tomar en consideración que hay momentos en los cuales un Tribunal constitucional, el órgano máximo de resolución judicial, hay veces en las cuales no debe decidir el derecho, que se debe abstener de pronunciar justamente para que la sociedad y los poderes que representan a la sociedad, sean los que decidan.

Es de celebrarse que la Corte haya abierto el debate, pero lo que tenemos que hacer es dar el debate en las instancias de representación y que la sociedad decida. Yo soy de la idea del que el tema de la legalización de la marihuana tiene que resolverse por consulta popular y no por sentencia.

MODERADOR: Claudia Flores, de Televisa, por favor.

REPORTERA: Hola, buenos días.

Yo quisiera regresar al tema de la Corte. Sólo me interesa, senador Cervantes, su opinión acerca de lo que está ocurriendo, decía el presidente que se ha dado una suerte de especulación en torno al tema y que paren las especulaciones; pero obedecen a que los partidos políticos, sus dirigentes y sus legisladores han fijado postura.

¿Cómo observa usted este proceso que se está dando para llegar a la terna que va a mandar el presidente aquí al Senado, con estos nombramientos de los ministros?

¿Observa usted que está iniciando opiniones masivas y estos condicionamientos que se dan por parte de los partidos en cuanto a los perfiles, son saludables para el nombramiento de este cargo?

¿Cómo lo ve usted desde afuera y si le parece a usted conveniente que en este proceso de posicionamiento de los partidos y de sus legisladores, se den nombres específicos?, como ocurrió en su caso, que prácticamente los vetan por anticipado.

Me gustaría que usted me dijera si esto lo ve saludable para una democracia como la nuestra.

Y, presidente Gil, quisiera preguntarle:

¿Cómo ve usted el tema de los tiempos?, porque estas especulaciones también se dan porque las expresiones de los sectores políticos se dan, decía el senador Barbosa que deben de llegar las propuestas de estas ternas, antes de que termine noviembre, esto sería antes de que dejen su cargo los ministros; ¿usted cómo está vislumbrando el tema de los tiempos? ¿Coincide con el senador Barbosa en que sería muy presionado que llegaran después de noviembre y que después, por razones de tiempo se tuviera que posponer hasta el año que entra este nombramiento?

¿Qué visión tiene usted desde la Mesa Directiva en cuanto a los tiempos?

Gracias.

SENADOR RAÚL CERVANTES ANDRADE: Gracias.

Yo te responderé cómo veo yo el proceso constitucional y porqué el proceso del artículo constitucional del nombramiento de los ministros de la Corte, cumplen perfectamente con los principios del sistema interamericano con respecto a la autonomía del Poder Judicial.

Dos poderes nombran un tercero. Estos dos poderes, su mandato es mucho más corto del que nombraron, para decirlo de la manera más coloquial; le das autonomía en el ejercicio de su presupuesto para poderse dar un salario en específico y los poderes judiciales son autónomos en sus sentencias; cuando demuestran su mayor autonomía es en sus sentencias.

Esta mecánica constitucional siempre ha existido y la misma sociedad en su conjunto y los mismos académicos han reconocido que hay una evolución muy positiva de la Suprema Corte de Justicia, con el mismo procedimiento.

De lo que yo alcancé a entender y platicar es que veían un tema coyuntural; así lo calificaban, como un tema coyuntural, no un tema esencial.

¿Por qué tienen que ser dos poderes los que nombran al tercero? Porque son los legitimados por millones de personas que dieron su voto al Senado de la República y al Poder Ejecutivo.

En un elemento tan sustancial e importante como es el nombramiento de los ministros, lo que tiene que ver es la mecánica con la construcción de las ternas y que los votos de quien quisiera ser ministra o ministro de la Suprema Corte, primero pasando por la terna y después por el Senado de la República, tiene que legitimar el interés constitucional a los poderes.

La sociedad en su conjunto tiene todo el derecho de tener una participación y una expresión. Las democracias deben de ser, es preferible tener una democracia estridente que silenciosa.

La democracia y las participaciones, como decía en el tema de la Constitución, tienen que ser también una participación informada, tiene que ser una participación razonada con respecto a un elemento tan importante como es nombrar un juez constitucional.

Mi percepción es que hay una enorme preocupación, yo no compro el debate de partidos y no. Yo no sabía que dejé de ser ciudadano por dejar en un partido.

No en este debate sino en otros te dicen: Ciudadanos contra políticos. Es condición sine qua non, constitucionalmente hablando.

Yo de ser ciudadano mexicano para ser senador de la República. Y no dice en ninguna parte de la Constitución que dejé de ser ciudadano para ser senador de la República, yo o cualquiera de los demás.

Entiendo que no es un debate jurídico ni constitucional sino que es una manera de distinguirse a la sociedad y la sociedad nos exige a los que estamos en la vida pública un ejercicio importante de congruencia, de rendición de cuentas y de ejercicio de nuestras facultades.

En este caso de la Suprema Corte no es ajeno con respecto a los demás elementos de decisión en nuestro país, y siempre, insisto, será mejor la libertad de expresión de todos y cada uno que un tema anterior.

Pero el procedimiento que yo veo que está en la Constitución, que cumple con la Corte Interamericana y que, por cierto, insisto, ha generado a ministros y ministras que hasta les reconoció la ONU su capacidad.

La mecánica está ahí. Hubo un tema coyuntural, no quisiera comentarlo más porque resulta que pareciera personal, yo no.

Un día me preguntó alguien: “¿Oiga, usted se da por aludido?”, en un, por cierto, en un organismo académico, que por cierto yo iba ya como miembro y estaban recibiendo al ministro presidente, y fui el orador, el anterior, el orador de los 109 ingresantes nuevos sobre una reflexión de la Academia de Derecho Fiscal Mexicano.

Y ahí me preguntan y le digo: ¿Y por qué me tengo que dar por aludido si han mencionado muchos nombres?

Insisto, y qué bueno que el presidente del Senado lo hace, fue una especulación a tal grado que ni tenía acuerdo, ni fui objeto del acuerdo y que una expresión de decir: “¿Le gustaría?” “Sí, sí me gustaría”, fue suficiente para poderlo focalizar.

Si en mi caso a Raúl Cervantes este esfuerzo de la sociedad en su conjunto sirve para poder tener una mejor forma de desahogar las ternas y llegar a tener juezas y jueces constitucionales de manera muy importante en México, bienvenido sea.

Yo hice mi trabajo. Estoy aquí. Es evidente que no había un acuerdo porque estoy sentado ya aquí.

Me preguntaba alguien: “¿Entonces su carta lo inhabilita?” Pues sí, mi carta me inhabilita para eso y para muchas otras cosas más, constitucionalmente hablando.

No quiero tocarlos, porque entonces van a poner y van a decir que: ahora está buscando A, y ahora está buscando B.

Vengo al Senado a desahogar esta Comisión. Soy amigo de todos, amigo de ustedes.

Yo les pido encarecidamente, como se los decía cuando era presidente del Senado o presidente de Puntos Constitucionales, que se transmita. La esencia es: No había. Estoy aquí.

La especulación ya fue en exceso.

Les pido por una razón, no por la figura del doctor Raúl Cervantes Andrade; es por el respeto a la comisión que voy a manejar en la construcción de un debate de si es necesario o no el tema constitucional, y que eso sea lo que me lleve y no que se vuelva a especular que como estoy en un tema constitucional, que por cierto es lo que estudié, que por cierto es lo que litigué, que por cierto ha sido mi pasión, que por cierto es la clase que doy; no por estar en el tema constitucional necesariamente tengo que estar gravitando en el tema de la Corte, a la cual respeto profundamente.

Muchas gracias.

REPORTERA: Sólo una precisión.

¿Los vetos son saludables; los vetos anticipados en estos procesos?

SENADOR RAÚL CERVANTES ANDRADE: No, no creo.

¿Conoces el libro –soy muy malo para los autores– pero el libro del juego de los vetos, no? Cuando tú tienes un elemento importante dentro de una sociedad y tú puedes vetar o no vetar.

Yo no creo que tú puedas tener más allá de mi persona y qué bueno que ahorita hay terna, porque lo diría de todas las personas, es que tu ex ante no puedes decir sí o no a alguien. Le puedes decir sí o no al perfil; puedes decir este perfil ahorita no lo necesita la Corte o no la necesita equis o ye organismo.

El análisis debe de ser en el perfil, por eso muchas de las sociedades de la participación no personalizó, muchas universidades nunca personalizaron sino generaban una idea debatible sobre si venía del sistema de partido o no venía del sistema de partidos, pero salvo ese tema no se daba.

No creo, en ninguna circunstancia que tú, sin hacer un análisis en este caso concreto de un perfil, puedas generar ex ante, sin argumentación, un prejuicio para rechazar, en cualquier escenario.

No lo creo, creo que el juego de los vetos, si existen, existe ex post, siempre después se ponen dentro de las instituciones y que éstas a su vez puedan razonar el por qué sí o el por qué no de sus votos, como lo viven diario en el Senado de la República y cómo le acaban de preguntar al presidente del Senado una posición de un tema bastante delicado.


De eso se trata la democracia y no consideraría que el procedimiento, insisto, constitucional, no sea el adecuado, porque se ha desahogado muchas veces y con gran éxito.

SENADOR ARTURO ZAMORA JIMÉNEZ: Para complementar solamente, si me lo permiten, aunque no he sido aludido, pero si me lo permiten.

El artículo 96 de la Constitución establece un sistema de responsabilidades compartidas, esto es, faculta al presidente de la República, por una parte, a que integre y presente las ternas correspondientes y también tenemos al facultad en el Senado de la República de resolver, por mayoría calificada, la determinación de quién será el ministro o la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.


Lo importante aquí es que la propia Constitución establece ciertos criterios y en esos criterios que son tan amplios no cabe lugar al veto anticipado.

Los criterios establecen, por un lado, la idoneidad de las personas, pero por otro lado también se establece que sean personas conocedoras del Derecho, que tengan independencia de criterio, en donde se puede nutrir la Suprema Corte de Justicia de la Nación, tanto de magistrados de carrera como también externos.

Esto es, unos y otros tienen filosofías jurídicas que en un momento dado son los que mantienen los equilibrios de criterio en las decisiones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, sobre todo en estos tiempos de cara a un cambio muy importante, con la reforma del primero constitucional, que da lugar a una nueva época de interpretación de todas las normas, donde sí se hace necesario que haya en la Suprema Corte, por supuesto, integrantes de las ternas que provengan del sistema de carrera judicial, pero también que no sea prohibitivo a los académicos, a los profesores, a los investigadores que también tienen la práctica del Derecho y que podrían nutrir, sin duda alguna, pues el sistema de interpretación constitucional de la Suprema Corte.

¿Esto qué significa?

Que de ninguna manera se deben plantear opiniones ex ante para descalificar a ninguna persona, porque incluso estas opiniones van en contra del espíritu de lo que dispone el artículo primero constitucional.


De otra suerte, este sistema de responsabilidades compartidas que tenemos, tanto el Poder Ejecutivo como el Poder Legislativo, que repercuten en el sistema de vida interno del Poder Judicial, pues es una estrategia jurídica, diseñada desde hace muchos años, que nos ha permitido mantener algo muy importante que es el equilibrio entre los poderes, la independencia de criterio entre los poderes y como consecuencia, en las decisiones que emita la Suprema Corte, sin duda alguna muchas de ellas tienen que ver con la estabilidad social y política del país.

SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Hasta aquí, como no son convenientes las especulaciones para efectos de vetos, tampoco son convenientes las especulaciones sobre los tiempos y voy a explicar por qué.

La Constitución establece, en el caso de la elección de Ministros, un proceso compuesto por 3 etapas:

Una etapa inicial, con el envío de una terna, en la cual se tiene que pronunciar el Senado de la República en un plazo de 30 días, dice la Constitución.

Si no hay pronunciamiento en el plazo de 30 días, en consecuencia se entiende por desechada la terna y se envía una nueva terna, es la segunda etapa del proceso. Y si en esos 30 días no hay decisión, en consecuencia el Presidente, tercera etapa, hace el nombramiento de manera directa.

El plazo que existe para el envío de la terna; mejor dicho: no existe plazo específico para el envío de la terna.

Se acostumbra que se tome la previsión de tiempo suficiente para que no se genere una ausencia, un vacío en la Corte.

En el caso de los dos ministros, concluyen su mandato el 30 de noviembre.

Se entiende como, o sea conseja recomendable que el 30 de noviembre tengamos una decisión para que la Suprema Corte pueda funcionar de manera integral con sus 11 ministros y cada una de las Salas tenga 5 ministros y con ello evitar el riesgo de un empate en el seno de las Comisiones.

Pero no hay una definición de tiempo. Es un criterio estrictamente prudencial, que podamos hacer todo lo que esté a nuestra alcance para que el primer día que se genere la vacante, es decir el primero de diciembre, ya estén nombrados los dos ministros.

Pero no hay una regla de envío temporal a cargo del Presidente de la República.

¿De qué dependerá?

Pues del propio análisis que haga el Presidente de la República con respecto a la integración de las ternas.

Se tienen que valorar perfiles, se tiene que tomar una decisión de manera comprensiva, integral. Y luego enviarlo al Senado.

A partir del primer minuto que nosotros recibamos la terna, empieza a correr el plazo de los 30 días para pronunciarnos.

Ahí sí nosotros tenemos plazo; el Presidente no; nosotros sí.

Si no nos pronunciamos, se abre la segunda etapa, y si no nos pronunciamos se abre la tercera etapa.

¿De qué va a depender pues, el envío de la terna?

De la decisión del Presidente de la República.

¿Qué es recomendable?

Que el primer día de la vacante tengamos ya integrados a los ministros. Es lo correcto.

¿Puede posponerse la decisión?

Sí. Sin duda.

¿Podría funcionar la Suprema Corte con 9?

Sí, sin duda.

¿Podría funcionar con 10?

Sí, sin duda.

No pasa absolutamente nada si el día primero de diciembre no tenemos una decisión tomada.

No pasa absolutamente nada si el Presidente manda la terna el 4 de noviembre, el 5 de noviembre, o el 15 de noviembre.

El plazo está establecido en la mecánica constitucional para que el Senado se pronuncie, y en esos 30 días los consensos políticos tendrán que definir si estamos o no en posibilidades de tomar una decisión al respecto.

REPORTERA: Al senador Cervantes:

Admiro su decisión. Rompe paradigmas y por eso lo siguiente:

México está cambiando. No es suficiente ya ser amigo del Presidente, o tener familiares cercanos en la política, incluso parece estorbar.

¿Qué opinión le merece esto?

Otra: ¿Qué representaría que llegaran dos mujeres a la Suprema Corte de Justicia, desde su punto de vista?

Y, una última: ¿Qué opinión le merece la influencia de las nuevas comunicaciones, “lo social media”, del cual formo parte?

Gracias.

SENADOR RAÚL CERVANTES ANDRADE: Gracias. Gracias por tus palabras.

Primero, como me dijo una vez alguien: “Oye: eres amigo del Presidente”.

Le dije: “Eso lo tendría que calificar él por la investidura que tiene”.

Yo lo que sí creo es que yo a él le tengo un respeto y él me tiene un respeto profesional desde antes de que él fuera Presidente de la República.

Pero sí pongo el ejemplo: Yo nunca he comido con él, salvo en los actos públicos. Entonces también me dejaron como yo era muy amigo.

Segundo: He aclarado lo de mi primo. Estrictamente es mi sobrino en quinto grado, lo cual lo dije en un programa y lo vuelvo a decir: es mi sangre, pero en grado desde el punto de vista legal no estaba impedido y que por cierto también la integración de las ternas los puede hacer en términos de la Ley de la Administración Pública Federal el Secretario de Gobernación.

Si me preguntas –y me quito yo del supuesto-: las personas, si no fuera Raúl Cervantes, si no estuviéramos en México, y no estuviera este Presidente, y no estuviera mi primo, sino me preguntas conceptualmente y les gusta, siempre saben que así yo contesto:

Las vinculaciones de las reglas de contacto debe ser un problema de; el problemario se soluciona con un tema de ética.

Yo me hago cargo de mí mismo; yo no busqué tener un contacto con el Ejecutivo, yo veía mucho a mi primo, s mi sobrino, no al Consejero del Presidente.

No tuve contacto prácticamente en 8, 9 meses con senadores de la República, salvo esporádicamente que llegara y hasta hace un par de meses que he tenido contacto con.

La solución de si estorba no es un análisis de la evolución del pensamiento de una democracia.

Por eso he dado hasta pláticas con respecto a los temas de apariencia en el ejercicio público y estoy convencido que las reglas de contacto y la autorregulación, más un mecanismo jurídico eficiente y organismos específicos que se den, te dan las instituciones en desahogo.

Conclusión:

En mi caso, me sirve como referencia, que lo que se alimentó fue una especulación y una amistad como si se diera cercana, de una deuda que no sabía cuál, en todo caso tendría que haber sido con la Cámara de Diputados, la Cámara de Senadores y todos los Grupos Parlamentarios, porque lo único que hice fue realizar las facultades de Presidente del Senado de la República y quien me tenía que calificar si lo hice bien o no, fueron mis compañeros senadores, senadoras de la República y la sociedad en su conjunto.

Y hasta donde yo tengo ese balance, me fui muy contento, muy satisfecho del trabajo que hice.

¿Qué me dijo en la segunda, perdón?

REPORTERA: Las mujeres.

SENADOR RAÚL CERVANTES ANDRADE: ¡Ah! Las mujeres.

REPORTERA: ¿Qué representaría para México que llegara…?

SENADOR RAÚL CERVANTES ANDRADE: …mujeres.

Es muy importante para mí, y no son palabras, cuando he estado en la lucha con las mujeres, de los derechos de las mujeres desde el 2000, cuando entré a la política y por eso también la vinculación con las organizaciones de mujeres de mi partido en su momento, y después de la LVIII y de la LX se daba de forma natural y aquí también.

Primero es, sí un tema de, yo no soy ni tengo facultad ni te diga quién cómo se construye; pero es evidente que México también necesita impulsar la igualdad sustantiva, estoy convencido, con pensamiento de género.

Es muy importante el tema que es el pensamiento de género, el pensamiento de género no debe de ser un asunto de hombres o de mujeres; es un asunto de los dos, de los seres humanos. Tenemos que tener claro el pensamiento de género, la calificación del perfil de un hombre, de una mujer, tiene que llevar el contenido del pensamiento de género.

Si la solución, y hay grandes mujeres abogadas en México, operadoras del derecho dependiendo en donde busquen magistradas o académicas, abogadas litigantes, etcétera; será una decisión que tenga sobre sí un poder que no me puedo pronunciar, me pronunciaría cuando llegue.

Pero conceptualmente hablando, el tema de la igualdad sustantiva lo impulso; si no sale hoy, sale pasado mañana, por ahí, ya ni sé: en El País saco un artículo sobre el tema, que ya tenía como ocho, diez días que había mandado, de qué significa y lo que se tiene.

Y de lo tercero, perdón…

REPORTERA: (Fuera de micrófono).

SENADOR RAÚL CERVANTES ANDRADE: Creo que toda expresión, la libertad de expresión tiene un contenido constitucional y convencional en dos sentidos específicos: lo que yo puedo decir y el derecho de las personas a poderse allegar información.

En el sistema europeo y en el sistema interamericano, todos estos sistemas no existe un tema ex ante de poder evitar el dicho, sólo es resarcitorio. Bienvenidos todos los instrumentos que faciliten la libertad de expresión. Y la única invitación siempre, como figura pública –si es que lo soy– o no figura pública –si es que no lo soy–, la reflexión siempre será, y se lo digo a la gente, sobre todo a los alumnos de Derecho: debe ser una reflexión de contenido ético.

Mi visión de la profesión es que lo que tenemos que evolucionar es que el ejercicio del derecho sea con ética y que por lo tanto haya sanciones quien hace prácticas de ética y que la sociedad en su conjunto tenemos que generarla. Pero que nuestro México es un México maravilloso y bienvenidas todas las expresiones y todos los instrumentos novedosos.

Sin duda tienen influencia, ni modo que no escucháramos lo que dicen los mexicanos y las mexicanas.

Gracias.

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