Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Presentación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, edición bilingüe español-maya, convocada por el senador Luis Sánchez Jiménez y la diputada federal Graciela Saldaña Fraire.

PRESENTADORA: Muy buenos días. El Congreso de la Unión agradece su presencia y les da la más cordial bienvenida a la presentación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su edición bilingüe español-maya; evento organizado por la diputada Graciela Saldaña Fraire y el senador Luis Sánchez Jiménez.


La actualización de la traducción al maya de la Constitución abarca hasta las reformas realizadas el 31 de mayo de 2015. Es parte de lo que conoceremos esta mañana.
Para dar inicio a esta presentación, saludamos en primer término al presídium que nos acompaña:
Diputada Graciela Saldaña Fraire.
Diputado Julio César Moreno Rivera, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
Diputado Agustín Miguel Alonso Raya, coordinador del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática.
Licenciado Fabricio Gaxiola, integrante de la Dirección General Adjunta de la Coordinación del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, INALI.
Fidencio Briceño Chel, coordinador de la traducción.
También damos la bienvenida y saludamos con gusto a los senadores Enrique Burgos; senador Luis Humberto Fernández Fuentes.
Y a los diputados que nos acompañan: el diputado Fernando Belaunzarán Méndez; diputado José Antonio León Mendívil; diputada Gloria Bautista Cuevas; diputado Carlos de Jesús Alejandro; y la diputada Lizbeth Rosas Montero.
También está con nosotros la diputada Josefina Salinas Pérez.
Sean todas y todos ustedes bienvenidos.
Para iniciar la presentación de este documento de enorme valor para la integración e identidad nacional, cedemos el uso de la voz a la diputada Graciela Saldaña Fraire.
DIPUTADA GRACIELA SALDAÑA FRAIRE: Gracias. Buenos días a todas y a todos.
Muchísimas gracias a los medios de comunicación por apoyarnos el día de hoy en tan importante evento.
Gracias a todos nuestros amigos diputados y diputadas de la LXII Legislatura; a nuestros compañeros y al público en general que se dio estos momentos para acompañarnos.
Quiero agradecer a todos y a cada uno de ustedes, que tienen interés especial, sobre todo en un instrumento tan importante como es la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Esta mañana los saludo con mucho afecto y la verdad, muy emocionada por tratarse de un día que me atrevo a calificar de trascendental, y creo que ustedes estarán de acuerdo en considerarlo así.
Sin embargo, mi emoción tiene también un dejo de tristeza porque aunque quisiera, no puedo saludarlos en la lengua maya. Y no pretendía hacerlo, ante todo por respeto a los amigos maya-hablantes que esta mañana nos acompañan aquí en el Senado de la República; pero también por respeto y mucho respeto, al pueblo maya, con el que convivo en Quintana Roo desde hace ya varios años.
Cuando decidí establecerme en la ciudad de Cancún, admiraba como bióloga ante el legado del pueblo maya peninsular, en el campo de la ecología y el medio ambiente; para tratar de aprender un poco de ellos dado el profundo respeto y la inmensa sabiduría con la que cohabitan con la tierra, los astros, el mar, los cenotes y los animales.
Desde el largo aprendizaje, me permito plantear aquí junto a ustedes, el respeto que siento hacia la cultura maya y hoy particularmente, hacia la lengua maya, en cuya complejidad de puntuación y acentuación de las vocales, se aprecia la riqueza de un lenguaje culto, el legado digno de una sociedad fuerte y milenaria.
Mi cercanía con el pueblo Maya, entonces, estimados amigos y amigas, me permite decir aquí con el respeto debido, sin falta, (falla de origen) lo que en español significa: Gracias.
Siendo un agradecimiento profundo ante la cultura originaria del sureste de México, la extraordinaria cultura Maya, por su herencia y la asombrosa perdurabilidad de sus valores esenciales, entre los cuales la lengua es un elemento común de fortaleza e identidad, en Campeche, en Yucatán, en Quintana Roo, los tres estados que comparten la lengua maya y peninsular vida dinámica y muy poética.
Y aquí me permito señalar que, efectivamente, a la luz de la cultura y lengua maya, en la Península tenemos un lenguaje muy particular debido al uso y apropiación de determinadas palabras mayas en el español coloquial; y, como sabemos, existe un español yucateco plenamente influenciado por términos específicos. Les voy a dar algunos ejemplos.
Algunas palabras no las comentaré porque son de mi abuela y también de mi mamá, pero creo que algunos de ellos que están aquí, compañeros mayas, los entenderían perfectamente, pero son cuando muchas veces nos regañan y esas las voy a omitir.
Perez, significa pegado, cercano;
Xel-há- Agua pura
Poch- Vamonos
Tapich-Jefe
Má- Y cuando los mayas dicen “Má” es Má, o sea, Má.
Estas palabras son parte del habla coloquial, tanto en Mérida como en Calquimí o Chetumal. En Tabasco y en Chiapas se habla la lengua maya también, pero en códigos de orígenes completamente diferentes.
La Lengua Maya se habla en la Península, se conoce así como “lengua maya peninsular” y es de uso común y cotidiano. Aunque no contenemos programas de televisión en maya, o no tengamos ni siquiera señalamientos o letreros en esta lengua en hospitales, en centros de trabajo o incluso en las calles.
Pero vamos a los números que siempre, de alguna forma son reveladores.
Según las estadísticas en Yucatán, de las 544 mil 927 personas que hablan lenguas indígenas en 2010, más del 98 por ciento, es decir, casi la totalidad, lo hacían en maya peninsular. En Quintana Roo, para el mismo año, 177 mil 587; y en Campeche 71 mil 852 personas.
La cantidad de mayahablantes, desde luego, abarca una población económicamente activa demandante de educación y fuentes de empleo, porque, hay que decirlo, en gran medida se trata de una comunidad al margen del progreso económico. O, siendo más justos, debemos decir que se trata de una población históricamente relegada, obligada a hacer grandes esfuerzos para lograr su sobrevivencia.
A pesar de todo, el pueblo maya mantiene una vitalidad asombrosa, aun cuando desde la colonia hasta el presente no se han creado condiciones para dignificar su existencia y su cosmovisión, exactamente como ya lo decía mi amigo Belaunzarán, la discriminación persiste.
En la lucha por procurar su incorporación a la sociedad, sin embargo existen algunas iniciativas como la Universidad Intercultural en Quintana Roo en el Municipio de José María Morelos, o las radios comunitarias; o bien, las escuelas de escritores en lengua maya en Yucatán. Esfuerzos aislados y relativamente nuevos, pero, sin duda, significativos.
Pues sí, me parece válido iniciar esta sesión con el reconocimiento de esa falta de interés en el pueblo maya; falta ante la cual somos sensibles quienes desde el Senado y desde la Cámara de Diputados decidimos editar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en la lengua maya.
Sabemos en sí mismo, es un símbolo de orgullo, de pertenencia a una cultura originaria en nuestro país.
Gracias al senador, y quiero agradecer muy en especial a él, Luis Sánchez Jiménez, Vicepresidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, por ayudarnos en todo este tiempo y que se fuera llevando a cabo este evento el día de hoy, aquí en el senado de la República.
Gracias diputado Julio César Moreno Rivera, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, por no dudar ni un solo minuto en empujar y ayudar a esta iniciativa y podamos contar con este instrumento como es la Constitución.
Gracias al diputado Miguel Alonso Raya, coordinador del Grupo Parlamentario del PRD, gracias amigo por siempre estar con nosotros en todas estas y esta iniciativa como es la Constitución.
Por favor agradezca al doctor Javier López Sánchez, director general del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, INALI, y agradecería al licenciado Fabricio Gaxiola que le mande un saludo de agradecimiento por todo este apoyo.
Gracias al doctor Fidencio Briceño Chel, coordinador de la tarea de traducir este documento esencial, de esta herramienta, dedicación y reconocimiento de los derechos humanos para los estados de Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
El lingüista Fidencio Briceño Chel, aquí presente, es investigador del Centro INALI Yucatán y colabora con el INDEMAYA, institución del gobierno del estado de Yucatán que se sumó a nuestra iniciativa. Fidencio asesoró y vigiló el trabajo de equipo de traductores que logró un documento intachable, pues quisimos asegurarnos obviamente de hacer llegar a la sociedad una herramienta lo mejor acabada posible.
El propio Fidencio Chel, en unos momentos nos hablará de la importancia de realizar la traducción de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos a su lengua materna y de lo que significa para el pueblo maya contar desde hoy con esta herramienta.
Fidencio es yucateco y representa esta mayoría de la población mayahablante de la península referida, dado que su estado, como ya quedó claro en las cifras que les presenté, concentra el mayor número de población mayahablante.
Y al respecto me permito citar a un profesor investigador de la Universidad Autónoma de Yucatán, el doctor Luis Alonso Ramírez Carrillo, autor del libro “Pobres, pero globales”, el cual aporta información que para esta mañana considero de veras oportuna en unos minutos más.
Tanto en números totales como en porcentajes, Yucatán ha sido y continúa siendo el estado con mayor población indígena en todo el territorio. Sin embargo, ha sido importante pues hace un siglo, en 1910, el 80 por ciento de su población podía ser considerada maya y todavía en 1970 más de la mitad de los yucatecos eran mayahablantes.
La historia del estado y –yo diría— de la península, es una historia indígena y sólo desde hace 40 años los mayas pueden ser considerados una minoría.
Las fuentes documentales respecto al debilitamiento del pueblo maya, tanto en términos demográficos como culturales de los últimos cinco siglos, son abundantes y por eso decimos, desde esta Cámara, de la Cámara de Diputados y de la Cámara de Senadores, proponer este texto esencial, el cual distribuiremos de manera gratuita en diversos ámbitos, no sólo escolares sino también entre los colectivos preocupados por el bien común, así como entre las organizaciones dedicadas a la educación y el empoderamiento del pueblo maya.
Idealmente quisiéramos por supuesto frenar la merma de mayahablantes y fortalecer a los actuales mayas, entre cuya población destacan magníficos abogados, científicos, políticos, oradores, periodistas, comunitarios bilingües.
El objetivo final de esta iniciativa es generar conciencia de los derechos humanos esenciales de todos nuestros compatriotas, pues con esta publicación estamos ciertos también que aún los habitantes de la península que no hablan maya se asomarían al documento con un nuevo interés, porque los tiempos que vivimos nos obligan a mirar una y otra vez qué garantías tenemos para enfrentar la adversidad rampante en muchos ámbitos.
Basta mencionar el de la libertad de expresión, por los casos de todos conocidos y todas también, el periodista independiente Pedro Canché, estuvo preso nueve meses y solamente gracias a su tenaz defensa, con la participación activa de periodistas, hoy se encuentra aquí.
Gracias, Pedro.
En el Poder Legislativo abrimos los ojos a las limitaciones para el desarrollo humano de nuestros paisanos, de los hombres y mujeres de hoy y, por lo tanto, nos sentimos llamados a cumplir con la obligación de hacer valer los derechos indígenas.
Mis compañeras y compañeros diputados, los senadores y yo, nos sumamos al interés primordial de la sociedad civil. Aquí están plasmadas las bases para un futuro menos lastimoso, menos desgarrador y utópicamente igualitario.
Por último, quiero decir orgullosamente, que esta publicación se gestó en la Cámara de Diputados, en la LXII Legislatura, donde seguramente aquí mis compañeros como Gloria, Carlos, nuestra Chepita, el negrito, Belaunzarán y por supuesto nuestro coordinador; nuestros compañeros que dieron la batalla, sobre todo en la representación de sus pueblos indígenas, entenderán porqué este camino a veces es muy largo, pero lo podemos lograr.
A partir de la próxima semana entregaremos personalmente, a las universidades y gobiernos estatales de los campechanos, los yucatecos y quintanarroenses, a estudiantes, a promotores culturales y profesores, con quienes espero crear los espacios que nos permitan generar la retroalimentación necesaria para fortalecernos como comunidad, como ideales.
Y quiero hacer un compromiso, antes de despedirme, para nuestro vicepresidente senador, Luis Sánchez, y a nuestro presidente de la Cámara, Julio Moreno, que esta publicación sea subida a nuestras páginas de ambas cámaras, de manera digital, para que los que no tengan un ejemplar como este, puedan consultarla y puedan hacerlo de manera bilingüe, tanto en la maya como el español.
Muchísimas gracias.
PRESENTADORA: Muchas gracias, diputada.
Damos la bienvenida al senador Luis Sánchez Jiménez, vicepresidente de la Mesa Directiva del Senado de la República.
Escuchemos ahora el mensaje del diputado Julio César Moreno Rivera, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
DIPUTADO JULIO CÉSAR MORENO RIVERA: Muy buenos días a todos.
Saludo con afecto, por supuesto, a la diputada Graciela Saldaña, secretaria de la Mesa Directiva de la LXII Legislatura de la Cámara de Diputados.
Y me da gusto ver aquí también a todas mis compañeras diputadas, diputados, con quienes tengo el honor de compartir esta histórica legislatura.
Saludo igualmente con mucho gusto al senador Luis Sánchez Jiménez, vicepresidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores.
Por supuesto a mi coordinador, Miguel Alonso Raya, aquí presente.
No quiero dejar de mencionar a las personas que nos acompañan, por supuesto a Fabricio Gaxiola y también a Fidencio Briceño, coordinador de la traducción.
Quiero también enviar un saludo al senador Enrique Burgos, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales del Senado de la República.
A todos los aquí presentes, muchas gracias por acompañarnos en este evento.
Como Presidente de la Cámara de Diputados, es para mí un honor asistir a este importante evento, en el que, en un esfuerzo por preservar nuestra diversidad cultural y respetar los derechos de los pueblos y comunidades indígenas que integran nuestra Nación, se llevará a cabo la presentación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en una versión bilingüe español-maya.
Como sabemos, aya.
stados Unidos Mexicanos en una versi que, en un esfuerzo por preservar nuestra diversidad cultural y respetar los nuestro país tiene el privilegio de contar con una gran pluralidad lingüística, que lo coloca entre las diez naciones del mundo con más lenguas originarias. Al tiempo que en Latinoamérica se encuentra entre los países con mayor número de hablantes de lenguas indígenas.
En este sentido, en 2010, el INEGI señaló que cerca del 7 por ciento de la población en México era hablante de una lengua indígena, y de ese porcentaje el 16 por ciento no hablaba español. Es decir, en nuestro país había aproximadamente un 1 por ciento de la población que hasta hace poco tiempo se regía por una Constitución que no podía comprender.
Por ello, el material que hoy se presenta es básico y de gran valor para la integración de la identidad nacional al traducir al maya textos de nuestra Constitución que llegan a las reformas registradas hasta el mes de mayo del presente año.
Sobre todo porque en ese reciente, es como resultado de un arduo resultado la Constitución Mexicana fue modificada con un gran dinamismo, incluyendo temas como: educación, competitividad y aspectos político-electorales, por mencionar sólo algunos.
De este modo, el texto constitucional bilingüe es un valioso esfuerzo de distintas instituciones y es una importante muestra de nuestra obligación como sociedad el difundir los ordenamientos jurídicos a las comunidades indígenas en sus lenguas maternas.
Por ello, extiendo un especial reconocimiento a la diputada Graciela Saldaña por el interés con el que ha atendido este tema, y de igual forma felicito a todos aquellos con su labor, que han colaborado a la importante tarea de trabajar a favor de los pueblos indígenas.
A los legisladores, hago un llamado para continuar en el camino del reconocimiento de los derechos constitucionales que todos los mexicanos, principalmente de las comunidades indígenas a las que desde mediados del siglo XX hemos fortalecido con la implementación de diversas políticas públicas, tanto en el ámbito internacional como nacional.
En el plano internacional, México ha sido uno de los países que más ha impulsado el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas. Muestra de ello, es su compromiso con el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, además de ser promotor de la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas, aprobado en el 2007 por la Organización de las Naciones Unidas.
Por su parte, en el ámbito nacional hemos logrado establecer un enfoque, protección y reconocimiento, con el objetivo de acreditar a las minorías, llevando a cabo acciones que permiten apoyar la presencia de lenguas y culturas para su coexistencia con otras mayoritarias.
Así, desde el 2001, nuestro ordenamiento jurídico reconoce como válidos los sistemas de organización social y política de los pueblos indígenas, mismos que con la reforma del 10 de junio del 2011 fueron reconocidos a nivel constitucional, atribuyéndoles un amplio catálogo de derechos humanos que nuestro país ha aceptado a través de diversos instrumentos internacionales.
Señoras y señores legisladores: Estoy convencido de que para poder ejercer los derechos y obligaciones de nuestros pueblos y comunidades indígenas, es necesario conocer el marco normativo que los rige. Por ello, los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, debemos seguir trabajando conjuntamente para cerrar las brechas de la desigualdad y alcanzar el México incluyente que todos queremos.
Consciente estoy de que el futuro de nuestro país no puede concebirse sin la inclusión de todas y todos los mexicanos, y para ello es indispensable difundir los instrumentos que nos rigen como nación, a fin de poder ejercer los derechos establecidos en la Constitución Mexicana.
Tengo la certeza de que esta obra, además de contribuir a la difusión de las disposiciones constitucionales en las lenguas indígenas nacionales, favorecerá el reconocimiento y el respeto a la diversidad lingüística en México.
Al mismo tiempo que será un respaldo para la preservación de la riqueza cultural de nuestro país. Recordemos al maestro León Portilla, cuando señaló la necesidad de no perder nuestras lenguas originales, pues se cierran ventanas para comprender al mundo.
El día de hoy, con esta obra tenemos la oportunidad de mantener las ventanas abiertas para comprender el mundo y diseñar nuestro futuro como nación.
Muchas gracias, muchas felicidades a todos ustedes.
PRESENTADORA: Muchas gracias diputado.

Saludamos con gusto a la diputada Alicia Hernández Monroy.
Continuamos ahora con la intervención del diputado Agustín Miguel Alonso Raya, coordinador del Grupo Parlamentario del PRD.
DIPUTADO AGUSTÍN MIGUEL ALONSO RAYA: Buenas tardes a todas, a todos; gracias a Graciela, a Luis Sánchez por la invitación a este evento y además mi reconocimiento a ambos por la iniciativa de traducir la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos a la lengua maya.
Creo que la Constitución debe ser traducida a todas las lenguas, no sé si exista en todas y además estar en los portales tanto de la Cámara de Diputados como de la Cámara de Senadores y en todos aquellos que permita que la gente conozca, consulte y, sobre todo, que los pueblos indígenas y los hablantes de diferentes lenguas puedan, en todo caso, reconocer y ubicar ahí su constitución y reconocer a más ésta expresada en su propia lengua, como tal.
La población indígena tiene usos y costumbres propias; poseen formas particulares de comprender el mundo y de interactuar en él. Visten, comen, celebran sus festividades, conviven y nombran a sus propias autoridades.
De acuerdo a esa concepción que tienen del mundo y de la vida, esa diversidad se reconoce en el artículo segundo de nuestra constitución política de los Estados Unidos Mexicanos.
Sin embargo, no es suficiente. Hemos regateado de alguna manera el reconocimiento pleno de los derechos plenos de los pueblos indígenas en nuestro país, de los que somos originarios y de los que de alguna manera, gracias a ellos, somos parte de esta nación.
Estas culturas nos dejaron huella de su sabiduría y conocimientos a través de diversas formas de enseñanza, según la época, leyendas, costumbres, códices, pinturas, formas de organización para el trabajo, la producción, etcétera. Parte de ello se ha encontrado alrededor de sitios arqueológicos y ciudades que nuestros ancestros nos heredaron.
Un importante elemento que distingue a nuestros pueblos originarios y les da identidad es la lengua con la que se comunican. A nivel nacional 6 de cada 10 habitantes de cinco años y más hablan alguna lengua indígena, de las cuales existen 89.
Las lenguas con más hablantes son náhuatl, maya y lenguas mixtecas, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Hablan maya 786 mil personas. El número de personas hablantes de lengua indígena ha aumentado en los últimos años, pero el resto de la población que sólo habla español ha crecido en un porcentaje mucho mayor.
En entidades como Yucatán, Quintana Roo, Chiapas, los hablantes de una lengua indígena son más del 30 por ciento del total de la población. La diversidad lingüística en nuestro país, representa un patrimonio cultural de gran valor para el mismo.
El reconocimiento de nuestras raíces y de las culturas indígenas actuales, debe ser parte de la base de nuestra convivencia para construir la sociedad y el país que queremos: intercultural y democrático.
Cada una de las lenguas indígenas en México aportan un valor intelectual sobre la diversidad lingüística en el mundo, por ello es muy importante preservarlas y evitar su desaparición o su extinción.
Actualmente, nuestro país tiene 21 lenguas indígenas en peligro de extinción. Esto significa que tarde o temprano, si no tomamos medidas, si no se toman medidas serias para su preservación, las mismas irán desapareciendo debido a que son habladas solamente por un reducido grupo de personas mayores.
Investigadores nacionales trabajan en la recolección de información para plasmar esas lenguas por escrito y así contribuir a la distribución del conocimiento de la cultura mexicana.
La actualización de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en lengua maya, que ahora se presenta, busca cumplir con el respeto y el reconocimiento de la composición pluricultural de nuestra nación y con los preceptos de la Ley General de los Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas; en cuyo artículo 10 determina que el Estado garantizará el derecho de los pueblos y comunidades indígenas, el acceso a la jurisdicción del Estado en la lengua indígena nacional de que sean hablantes. Para garantizar ese derecho en todos los juicios y procedimientos en que sea parte, individual o colectivamente, se deberán tomar en cuenta sus costumbres y especificidades culturales, respetando los preceptos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
La fracción parlamentaria del Partido de la Revolución Democrática, reconoce que los pueblos y comunidades indígenas son iguales en todos sus derechos, con diferencias que deben ser respetadas, como sus tradiciones, culturas, formas de expresión social y lenguas; tienen derecho a la libre determinación expresada en la autonomía, a su territorio, al uso, conservación y disfrute colectivo de sus recursos naturales y acceso al desarrollo económico.
Es obligación del Estado mexicano apoyar con políticas públicas y medios necesarios para garantizar el desarrollo integral de todos los pueblos y comunidades indígenas; y el reconocimiento pleno a sus derechos políticos, culturales, económicos y sociales; además de los establecidos en normas y convenios internacionales a su favor.
No deberíamos regatear absolutamente nada y reconocer que entre otras, el Estado mexicano estaría obligado a invertir con seriedad en infraestructura, equipamiento de las escuelas que son necesarias y de las que están en las comunidades y en las regiones donde habitan nuestros pueblos indígenas.
Y reconocer que hasta ahora, de las más marginadas, de las que tienen mayor nivel de carencias, de las que tienen mayor nivel de dificultades en infraestructura y en equipamiento, son las existentes, fundamentalmente en donde están nuestras comunidades indígenas.
Deberíamos tomar medidas y decisiones expresadas en el presupuesto y en la política pública para que las comunidades, nuestras comunidades indígenas donde habitan, se desarrollan, crecen y se reproducen las tradiciones y la cultura de las mismas, debería de recibir todo el apoyo en todos los sentidos y el reconocimiento en conjunto del pueblo mexicano, y en particular de las instituciones creadas en nuestro país como la Cámara de Senadores y la Cámara de Diputados expresadas en el Congreso de la Unión.
Un paso es la traducción a la lengua indígena de la Constitución a la lengua maya, pero se requieren tomar mucho más decisiones que sean congruentes con el pleno reconocimiento a los derechos de los pueblos indígenas.
Con la edición de esta edición bilingüe se pone al alcance del pueblo maya nuestra ley fundamental, que es la base de todo el sistema de normas y leyes, donde están descritos los objetivos del Estado y nuestros derechos humanos y ciudadanos, nuestras libertades básicas y nuestras obligaciones.
Felicidades a quienes tomaron la iniciativa. Felicidades a todas y a todos los que apoyan esta decisión, pero vayamos más allá y demos el paso a hacer respetar de fondo, en serio y a interpretar correctamente la Constitución para el respeto y el reconocimiento pleno de los derechos de los pueblos indígenas.
Muchas gracias por su atención.
PRESENTADORA: Muchas gracias, diputado.
Toca el turno al doctor Javier López Sánchez, Director General del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, INALI.

LICENCIADO FABRICIO GAXIOLA: Muy buenas tardes. Nada más hago la aclaración, no soy Javier López Sánchez. Ya me habían presentado, soy Fabricio Gaxiola, Director General Adjunto del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas.
Quiero, antes que otra cosa, felicitar a la diputada Graciela y agradecerle por la iniciativa de haber hecho la actualización de esta traducción.
Quiero felicitar el esfuerzo y el trabajo editorial donde se da crédito a los traductores originales y luego se da crédito a los que trabajaron esta actualización. Mi amigo Fidencio Briceño coordinó los dos esfuerzos, la traducción y la actualización.
Traducir documentos legales a lenguas indígenas es un reto enorme. Presenta enormes complejidades técnicas, lingüísticas, de significado, porque desde luego no necesariamente existen los mismos conceptos en la lengua indígena que en el castellano.
Nada más si para un ciudadano de a pie es difícil distinguir qué hace un diputado, qué hace un senador, qué es un diputado y un senador, en las lenguas indígenas no tienen por qué existir vocablos que distingan esas funciones que son tan parecidas y a la vez son tan distintas en cuanto a la representación y en cuanto al fondo, y eso obliga a hacer traducciones muy complicadas acudiendo en muchas ocasiones a explicaciones, a exégesis, a paráfrasis, a cuestiones así, que eso lo explicará el nohoch Fidencio.
Y México tiene, como ya decía el señor Presidente, es el décimo lugar, el octavo lugar en países con diversidad lingüística a nivel mundial.
México tiene 68 lenguas indígenas distintas, de las cuales se derivan 364 variantes. Cada una de las 364 variantes debe ser reconocida como una lengua nacional, lo cual implica, desde luego, muchas complicaciones y un gran reto administrativo presupuestario.
El tema es de derechos. Para la vigencia de derechos de los pueblos indígenas, de las que muy acertadamente hablaba el coordinador, se requiere profesionalizar y se requiere capacitar a personal, a intérpretes, a profesores, a traductores en 364 variantes.
Esa es una tarea que ha venido desarrollando el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas a lo largo de sus 10 años de existencia, con otro supuesto absolutamente absurdo, que cada vez es menor, que cada año recortábamos, cinco, dos por ciento el personal por cuestiones presupuestarias.
Ya sé que es la legislatura va de salida, pero espero que a los que vengan de llegada les llegue el mensaje.
Tenemos un padrón con 600 intérpretes, desde luego capacitar a mucho más intérpretes, pero unos intérpretes no son utilizados también por cuestiones presupuestales, no en el INALI, sino en los tribunales y en las procuradurías.
¿Para qué sirve esta traducción?
Nos interesa mucho la vigencia de derechos de los pueblos indígenas, el tema es la vigencia de derechos. No sólo los derechos culturales, nos importan los derechos fundamentales también.
Esta traducción desde luego –como ya se dijo—sirve para acercar a una parte de la población mayahablante a la Constitución, no precisamente a los monolingües, porque los monolingües en maya no saben leer en maya, saben leer en español, pero es un trabajo muy importante en el acercamiento, en la identidad, como ya se dijo, pero desde luego es un trabajo fundamental para el fortalecimiento y el prestigio de las lenguas indígenas.
Se trata de poner las lenguas indígenas en lugares de prestigio y no hay mayor prestigio que una constitución política editada por la Cámara de Diputados y presentada por la Cámara de Senadores y eso le da una gran importancia para fomentar la lectoescritura; que las personas que no están familiarizadas con las lenguas indígenas sepan que se pueden escribir y que sirven para hablar de cualquier tema, inclusive temas tan complicados como la Constitución Política, son posibles hablarlos en todas las lenguas indígenas.
El coordinador hace un momento preguntaba sobre si ya estaban todas, tenemos el reto de hacer 68, señor diputado, en este momento tenemos 29 traducciones realizadas, estamos en el proceso de actualizarlas.
Esta es gracias al interés de esta legislatura y de la diputada, la primera actualizada hasta esta fecha. Estamos trabajando en la actualización de otras con apoyo financiero de CI, porque a nosotros no nos alcanza, y están en Amazon, va a haber comentario, están en la página del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, pero también están disponibles en Amazon de manera gratuita, no todas, pero la mayoría.
Porque de lo que se trata, vuelvo a decir, es de poner las lenguas indígenas en lugares de prestigio y un lugar de prestigio es ese, como también están las normas para la escritura de muchas lenguas, con la idea que un maestro de primaria indígena que tenga un teléfono inteligente, que tenga un tableta, pueda bajar las normas de escritura. Están gratis desde luego en Amazon, nosotros nos encargamos de esa parte, pueda bajar las normas de escritura de su lengua, pueda bajar la Constitución Política en su lengua en cualquier dispositivo móvil.
Lo que estamos tratando de poner las lenguas en lugares de prestigio, estamos tratando de fortalecer las lenguas indígenas y el INALI necesita un enorme apoyo para seguir trabajando en estos asuntos y felicito muy profundamente esta iniciativa.
Y quiero felicitar al equipo de traductores coordinado por Fidencio Briceño. Yo estoy absolutamente convencido que no existe un equipo mejor para realizar el trabajo que se realizó, cayó en las manos ideales, como lo pidió la diputada, ella nos pidió que asesoráramos para que fuera el mejor trabajo y nosotros lo que hicimos fue poner en contacto a los mejores con la cámara que tenía esta intención.
Muchísimas gracias y esperemos que podamos seguir haciendo más traducciones a otras lenguas, porque nos faltan 67.
Gracias.
PRESENTADORA: Gracias al licenciado Fabricio Gaxiola, en representación del doctor Javier López Sánchez.
Y damos la bienvenida a la diputada Lorena Valles.
Es momento de ceder la palabra al coordinador de la traducción de la Constitución Mexicana en lengua Maya, señor Fidencio Briceño Chel.
SEÑOR FIDENCIO BRICEÑO CHEL: Con el permiso de las y los señores diputados; con el permiso de las y los señores senadores y con el respeto a cada uno de ustedes, directores, señoras, señores, compañeros indígenas, amigos todos; y con nuestro agradecimiento a la diputada Graciela Saldaña Fraire, por encabezar este esfuerzo conjunto para la traducción de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Muchas gracias, diputada.
Les traigo un cálido saludo del pueblo maya, porque es importante recordar que cada vez que hacemos uso de una lengua indígena, no sólo la visibilizamos o la utilizamos; con ello evidenciamos también la vitalidad de su cultura, así como también abrimos nuevos caminos al derecho.
Es por ello importante un trabajo como este, pues muestra la posibilidad de empleo funcional de las lenguas indígenas. Sin embargo, ello requiere de objetos claros como punto de partida.
Desde la publicación de la Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas en el Diario Oficial de la Federación, en 2003, se han abierto nuevos cauces legales para el uso efectivo de las lenguas indígenas mexicanas, reconocidas en este documento como lenguas nacionales.
Sin embargo, como ya se ha dicho, hasta la fecha hacen falta políticas lingüísticas claras y efectivas, que logren eficientar el trabajo a favor de estas lenguas, minorizadas frecuentemente.
Es por eso que hacer llegar leyes, decretos, reglamentos y demás documentos que atañen a la vida y al aspecto legal, en tanto mexicanos que somos, se nos hace muy importante, sobra decir que con esto no salvamos la vida de una lengua en riesgo, pero podemos dar herramientas jurídicas para su defensa, protección y difusión.
Por eso, hoy más que nunca conviene aplicar esta ley, pues tal como reza el artículo 7, las lenguas indígenas serán válidas al igual que el español para cualquier asunto o trámite de carácter público, así como para acceder plenamente a la gestión, servicios e información pública.
Si tan sólo pusiéramos en práctica este artículo, estaríamos abriendo un mundo de posibilidades a las lenguas indígenas. Precisamente por eso la traducción de documentos de este tipo acerca al campo de la justicia a los pueblos indígenas, pero también reconoce su importancia y validez.
Hoy que podemos presumir de esta lengua maya como la variable lingüística con mayor número de hablantes en todo México, debe de ser también un orgullo y un compromiso lucha para su permanencia y uso en más contextos comunicativos.
Es menester hacer notar que nuestra lengua debe de ser vista como un patrimonio vivo, funcional e importante, como cualquier otra lengua del mundo. Y así como se dice que quien no conoce su historia no sabe su origen, también podemos decir que quien no conoce las leyes no conoce sus derechos; es por eso muy importante este trabajo que estamos presentando hoy día.
Por eso, al conjuntar nuestros derechos con nuestro patrimonio cultural, colaboramos para fortalecer nuestra identidad maya, pero también como un pueblo dinámico que busca ir a la par con los demás pueblos contemporáneos del mundo.
Este trabajo demuestra que juntando esfuerzos se pueden lograr frutos, por eso esperamos haber contribuido a poner nuestro granito de arena para que juntos, gobierno, instituciones y pueblo maya, podamos seguir presumiendo de la grandeza de una lengua como la nuestra, que debe ser también considerada patrimonio de la humanidad.
Muchas gracias.
PRESENTADORA: Muchas gracias al señor Fidencio Briceño Chel.

Para cerrar este magno evento escuchemos el mensaje del senador Luis Sánchez Jiménez, vicepresidente de la Mesa Directiva del Senado de la República.
SENADOR LUIS JIMÉNEZ SÁNCHEZ: Muchas gracias y buenas tardes a todas y todos.
Saludo con mucho aprecio la presencia del diputado Julio César Moreno, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
Saludo la presencia también de nuestro estimado compañero y amigo Alonso Raya, coordinador de la Fracción Parlamentaria del PRD en la Cámara de Diputados.
La presencia del licenciado Fabricio Gaxiola en representación del doctor Javier López Sánchez, director general del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas y de quien coordinó esta traducción, de Fidencio Briceño Chel, gracias a ustedes.
Saludo también la presencia de las y los diputados, de la diputada Lizbeth Rosas Montero, de la diputada Josefina Salinas, del diputado José Antonio León Mendívil, de la diputada Gloria Bautista Cuevas, del diputado Carlos de Jesús Alejandro, del diputado Fernando Belauzarán, de la diputada Alicia Hernández, de la diputada Lorena Valles.
Especialmente saludo la presencia del senador Enrique Burgos, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, gracias por estar con nosotros y del senador Luis Humberto Fernández.

Me queda muy poco qué agregar a las exposiciones que hemos escuchado, sobre todo la última exposición nos deja muy claro el reto que tenemos por delante.
Tenemos, como ya se habló, 68 lenguas indígenas, ya hay 29 traducciones, hay un tramo todavía por recorrer, un tramo bastante fuerte.
Tenemos en nuestro país, por ejemplo, quisiera darles algunos números: la lengua originaria que más se habla es el Náhuatl, con un millón 544 mil 968 hablantes, según los registros que se tienen.

La segunda es el maya justamente, con 786 mil 113 hablantes o el tercero, que es el mixteco, con 471 mil 710 hablantes; el cuarto lugar lo ocupa el Tzeltal, con 445 mil 856 y el Zapoteco, 425 mil 123; el Tzotzil con 404 mil 704.
Voy a leer solamente las 10 primeras, para que no crean que voy a leer las 68 o las 364 variantes.
El Otomí, 284 mil 992; el Totonaca, 244 mil 33; el Mazateco con 223 mil 73 y el Huasteco con 161 mil 120. Estas son las 10 principales lenguas que se hablan en el país.
Para quienes no tuvimos la fortuna de nacer en una de estas etnias, se nos imagina que todo es en español e ignoramos la complejidad que existe justamente para hacer respetar y para que se respeten los derechos de quienes hablan solamente una de estas lenguas originarias.

Creo que este trabajo, que es un trabajo muy meritorio, nos hace ver justamente estas deficiencias que tenemos como sociedad. Pero hay una cuestión que llama mucho más la atención, porque si no estamos cumpliendo lo que dice la Constitución para darles a estos pueblos originarios las herramientas para su defensa; esta parte de la sociedad es la que sufre terriblemente esta falta de visión de parte de quienes no hablamos las lenguas originarias.
Miren ustedes, la Comisión Nacional de Derechos Humanos reportó el año pasado que hay 8 mil 334 indígenas presos, que no hablan español; de los cuales al menos 80 por ciento de ellos se violó su debido proceso al no contar con un traductor para que conocieran los cargos que se les imputaban. Esto es que el 80 por ciento de ellos, incluso no sabe de qué se les acusa, no tienen defensores que conozcan su lengua y sus costumbres.
Tengo un registro también de que en el 2013 la Comisión Nacional de Derechos Humanos realizó mil 260 trámites a favor de esos indígenas y sólo logró la libertad de 121 de ellos.
Esta es una parte que nos ejemplifica el hecho de que olvidemos esta obligación que tenemos para con los pueblos indígenas en el respeto de sus derechos, y el darles las herramientas para que conozcan justamente, las leyes.
Lo decía nuestro compañero Fidencio Briceño, que quien no conoce la ley, no conoce sus derechos, no conoce sus obligaciones tampoco. Y creo que ese es el reto que tenemos.
Nos pedía la diputada Graciela Saldaña, a la cual por supuesto agradezco y reconozco todo el esfuerzo que hizo también para la publicación de esta Constitución; nos solicitaba que se pudiera subir a las páginas de ambas cámaras esta versión.
Yo quisiera comprometer mi participación y quisiera pedirle a nuestro compañero presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, a Julio César Moreno, que pudiéramos hacer algo, todavía en estos días se puede. Hacer un micrositio, conjuntamente –si es que lo acepta así el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas–, que pudiéramos subir en un micrositio especial, tanto en la Cámara de Diputados como en la Cámara de Senadores, las constituciones que se tienen traducidas hasta el momento.
Y mediante un convenio que pudiéramos hacer entre ambas cámaras y este Instituto, para su permanente actualización. Creo que eso podría servir mucho y es un compromiso que yo me llevo, y espero aquí tener también el apoyo de nuestro senador Enrique Burgos, para impulsar esto.
Y creo que ayudaría mucho a avanzar en la defensa de los derechos indígenas.
Muchas gracias.
PRESENTADORA: Muchas gracias, senador.
Es así como concluye la presentación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su edición bilingüe español-maya.
Por su atención gracias y muy buenas tardes.

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