Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Versión estenográfica del Foro “Avances, retos y compromisos para garantizar la igualdad de género en el ámbito laboral en México”.

PRESENTADOR: Muy buenos días.

La LXII Legislatura del Senado de la República, les da la más cordial bienvenida al foro titulado “Avances, retos y compromisos para garantizar la igualdad de género en el ámbito laboral en México”; que organiza la Comisión para la Igualdad de Género, en conjunto con la Vicepresidencia de Equidad y Género de la Unión Nacional de Trabajadores, en este recinto que es el Auditorio Octavio Paz, del Senado de la República.

Para este magno evento nos acompaña en el presídium, la senadora Angélica de la Peña Gómez, secretaria de la Comisión para la Igualdad de Género.

La doctora Ana Güezmes García, representante en México de ONU-Mujeres.

El ingeniero Francisco Hernández Juárez, presidente colegiado de la Unión Nacional de Trabajadores.

La licenciada Martha Heredia, vicepresidenta de la Unión de Equidad de Género de la Unión Nacional de Trabajadores.

El licenciado Rodrigo Cárdenas Gómez, director general de Fomento a la Seguridad Social de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.

El licenciado Hernán Gómez, jefe de la Unidad de Desarrollo Social de la CEPAL.

Y finalmente, para conformar este presídium, nos acompaña el ingeniero Agustín Rodríguez Fuentes, presidente colegiado de la Unión Nacional de Trabajadores.

Para dar la bienvenida a esta reunión, tiene la palabra la senadora Angélica de la Peña Gómez, secretaria de la Comisión para la Igualdad de Género.

Cabe mencionar que la senadora se tendrá que retirar por motivos laborales, después de la inauguración.

SENADORA ANGÉLICA DE LA PEÑA GÓMEZ: Muchas gracias. Bienvenidas, bienvenidos al Senado de la República y de manera particular, nos congratula que estemos reunidas y reunidos el día de hoy para hacer una revisión de la legislación laboral en México y sobre todo, la revisión desde este enfoque importante que tenemos que lograr: la perspectiva de género, lograr que haya una igualdad sustantiva entre mujeres y hombres, el que sean reconocidos los derechos plenos de las mujeres en particular.

Por eso no es extraño que esta reunión esté además coordinada y co-corresponsablemente organizada con la Comisión para la Igualdad de Género en el Senado de la República.

El día de hoy me toca a mí darles la bienvenida. La presidenta de esta Comisión tuvo una emergencia, la senadora Diva Hadamira Gastélum; pero en mi calidad de secretaria de la Comisión, por supuesto y aun siendo un día muy complicado, yo me tengo que retirar, efectivamente, porque tenemos Comisión Permanente y ahora estamos en una reunión previa a la Permanente; entonces tengo que retirarme.

Sin embargo, no puedo irme sin darles a ustedes la bienvenida. Obviamente que tengo que informarles que tenemos en nuestra agenda de todos los grupos, pero particularmente de la Comisión para la Igualdad, el que México pueda pronto ratificar los convenios de la Organización Internacional del Trabajo, que todavía México no aprueba; es el caso del Convenio 156, el 183 y por supuesto el 189, que tiene desde hace mucho y desde el inicio de esta Legislatura tiene una parte trascendental de nuestro compromiso y de nuestra insistencia.

No hemos dejado de insistir, de asistir a todas las reuniones donde los funcionarios nos informan qué es lo que les impide que nuestro país apruebe el Convenio 189. Y por supuesto reafirmamos, cada que podemos y conciliamos cada que podemos el llamamiento para que el Gobierno mexicano, como representante del Estado mexicano, apruebe el Convenio 189 y se garanticen los derechos laborales plenos y se reconozcan como sujetas de derechos, prácticamente a la inmensa mayoría de trabajadoras del hogar.

Son más del 95 por ciento mujeres, pero nos parece importante también que se apruebe pronto.

Obviamente tenemos que decirles que hemos aprobado, además con una importante reforma a la Constitución en materia del trabajo infantil.

La Constitución la reformamos para elevar un año más de admisión al trabajo de niñas y niños que ahora está en 15 años como lo plantea, como lo señala el Convenio 138 de la Organización Internacional del Trabajo, que también hemos aprobado la excitativa para que el Gobierno Mexicano lo apruebe y efectivamente se nos mandó hace algunos meses este Convenio para que fuese aprobado por el Senado de la República, siguiendo los cauces reglamentarios que establece la Constitución de cómo tiene que ser el procedimiento para la aprobación de los tratados internacionales.

De tal forma que damos un avance muy importante en reconocer los derechos de niñas y niños a otras cosas que no tengan que ver con las obligaciones del trabajo infantil que a todas luces es violatoria de sus derechos humanos –damos la bienvenida a Francisco Hernández Juárez, que ya se incorpora a este panel-.

Y por supuesto, todo lo que tiene que ver con la aplicación de la Ley General para los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes que acabamos de aprobar, que es una iniciativa que no tiene desperdicio en cada uno de sus preceptos, en particular por supuesto la protección de las niñas y de las adolescentes, no solamente de las perores formas de trabajo infantil, sino cuando se encuentren en situación de inmigración, cuando sufran algunos de los derechos que tenemos que proteger.

Hay políticas claras en esta ley para evitar que éstos sigan prevaleciendo en nuestro país.

Necesitamos buscar que esta ley tenga los apoyos desde los recursos del erario público para que logremos hacerla plausible, en eso estamos.

Pero nos parece que logramos de manera clara y precisa definir en esta ley la protección irrestricta de los derechos de las adolescentes y de las niñas y por supuesto también de los niños.

El día de hoy tienen ustedes una agenda muy importante, no tiene desperdicio después de la participación de quienes hoy integran este panel, a quienes doy la bienvenida, por supuesto de la UNT, que es una de las organizaciones importantes que, como dije al principio co organiza este evento junto con el Senado, por supuesto sin lugar a dudas la presencia de su representante en el ámbito de los derechos de las mujeres, de Martha Heredia, además de Francisco y Agustín, a quienes conocemos muy bien.

Los tres son muy cercanos a los trabajos que realizamos en la Comisión de Igualdad.

Hemos hecho diversos eventos juntos. Los vamos a seguir haciendo y en ese sentido tenemos un compromiso que compartimos para seguir buscando las voluntades políticas de todos los grupos parlamentarios para lograr incidir en los cambios legislativos que tenemos que garantizar para que México transite en tener leyes en estas materias, particularmente en la Ley Federal del Trabajo, que ciertamente protege irrestrictamente los derechos laborales de las y los mexicanos.

Me da mucho gusto también tener a mi lado a Ana Güezmes, representante de ONU Mujeres, con la que tenemos mucho tiempo también de trabajar juntos en distintos espacios, distintos ámbitos, trincheras, y hoy por supuesto es muy importante su presencia.

Ha sido una aliada muy importante ONU Mujeres y particularmente su representante en México, Ana Güezmes. Por supuesto que tenemos una relación cercanísima para ir sacando…

DOCTORA ANA GÜEZMES GARCÍA: De la OIT también.

SENADORA ANGÉLICA DE LA PEÑA: Y bueno, ella viene además representando otra agencia importante de Naciones Unidas, que es la Organización Internacional del Trabajo, a quien extrañamos mucho.

Pero seguramente Thomas tiene algunas otras cosas porque también es alguien que está permanentemente con nosotros trabajando en la revisión, en orientarnos, en informarnos, en llevar el seguimiento desde la OIT de cómo va México en el cumplimiento de todas estas obligaciones vinculantes desde el ámbito de Naciones Unidas.

Me da mucho gusto también tener al Jefe de la Unidad de Desarrollo Social de la CEPAL, Hernán Gómez, bienvenido. Bienvenido al Senado.

Y por supuesto, al Rodrigo Cárdenas Gil, que es Director de Fomento de Seguridad Social de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.

Muchas cosas estamos diciéndole ahora a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, tienen que llevarse nuevamente la lista de las cosas que aquí están surgiendo porque tienen una parte fundamental, yo diría medular y trascendental para que ya no se detengan, entre otros, el convenio 189 y seguir trabajando en la perfección de la revisión de la ley.

Por lo tanto, sean todos ustedes bienvenidos, y les voy a dejar la batuta con ustedes, Francisco, para que continúen en la dinámica de la organización de cada una de las mesas de trabajo y estamos al Pendiente, desde la Comisión Permanente estamos siguiendo cómo van. ¿Les parece?

Bienvenidos, bienvenida, bienvenidos al Senado de la República, y a todos ustedes les damos también una cordial bienvenida y su participación en este foro, sin lugar a dudas va a ser muy importante para la Comisión de Igualdad.

Como siempre, seguimos en contacto y estamos a sus órdenes para todo lo que tengamos que seguir haciendo.

Muchas gracias a todas y a todos por su participación.

Sin más, siendo las 10:30 de la mañana, damos por inaugurado el Foro “Avances, retos y compromisos para garantizar la igualdad de género en el ámbito laboral en México”.

Bienvenidas, bienvenidos.

PRESENTADOR: Agradecemos la presencia de la senadora Angélica de la Peña Gómez, Secretaria de la Comisión para la Igualdad de Género.

Damas y caballeros, de este modo es como iniciamos el primer panel de nuestro foro titulado “Análisis de los déficits que en materia de derechos enfrentan las trabajadoras en el mundo laboral dentro de un contexto global y las propuestas hechas por organismos internacionales y de derechos humanos para garantizar el respeto a los derechos fundamentales y condiciones dignas de trabajo”.

Para esto, cedemos la palabra a la doctora Ana Güezmes García, representante en México de la ONU-Mujeres.

DOCTORA ANA GÜEZMES GARCÍA: Muy buenos días con todas, con todos.

Desde luego, agradezco una vez más al Senado Mexicano, a la Unión Nacional de Trabajadores y Trabajadoras y a la Campaña Trabajo Digno por esta invitación a este foro.

Quiero iniciar, y por supuesto a todas ustedes, a todos ustedes, amigos, amigas de la prensa que nos acompañan. Quiero saludarles a nombre de Tomás Wissing, representante de la OIT y del mío, señalando una realidad que de alguna manera se conquistó el siglo pasado en las sucesivas conferencias de la mujer y, sobre todo, en la convención para eliminar toda forma de discriminación contra las mujeres, que a la fecha la han ratificado 188 países y que dice claramente que la participación plena e igualitaria de las mujeres en la esfera política, económica, social y cultural, es fundamental para la democracia y el desarrollo; cimiento de las economías y las sociedades saludables.

Es decir, la igualdad de género no es sólo un tema de mujeres; compete a los hombres, compete a los sindicatos, compete a las empresas, compete a los gobiernos, compete a las familias.

Ha habido avances importantísimos. Hemos conquistado la igualdad formal, la igualdad ante la ley, no en todos los casos, y ahora estamos hablando de que en este milenio queremos la igualdad sustantiva, la igualdad en los resultados.

ONU-Mujeres ha calculado que al ritmo que vamos demoraríamos 80 años en lograr igualdad en el mundo laboral.

Entonces, el primer mensaje es: Definitivamente tenemos que acelerar el ritmo para que el cambio, que ya está ocurriendo, sea mucho más rápido y podamos aprovechar todo el talento, la energía, la potencialidad, el bono educativo que tenemos, mujeres cada vez más preparadas, cada vez más talentosas que quieren participar plenamente y en igualdad de condiciones que los hombres.

Por eso quiero saludar los esfuerzos de la campaña trabajo digno y de la Unión Nacional de Trabajadores y Trabajadoras, y también del Senado, en realmente avanzar en tres convenios que realmente podrían configurar una importante diferencia en México y que México todavía no ha ratificado, que es: el 156, el que tiene que ver con responsabilidades familiares; 186, con una mayor protección de la maternidad; y el 189, que tiene que ver con los y las trabajadoras domésticas –hay que decir “las” porque la mayoría a nivel mundial son las mujeres–.

Y, habiendo dicho esto, quiero presentarles, porque se nos pidió un poco dar la visión global de cuál es la posición de ONU-Mujeres. Justamente acabamos de lanzar hace un mes en nuestro último informe, en nuestro Informe Emblema, es un informe que lanzamos cada dos años, y en este año se ha dedicado justamente a la economía.

El informe se llama “Transformar las economías para realizar los derechos” y básicamente concluimos que tanto en los países en desarrollo como en los países desarrollados, las economías actuales están fallando a las mujeres.

Hemos visto avances en las dos últimas décadas, pero como les digo, ningún país ha logrado la igualdad sustantiva. Y además, hemos visto una cosa que la CEPAL ha demostrado mucho: la reducción de pobreza no necesariamente trae consigo la reducción de desigualdades de género.

O sea, podemos estar sacando a mucha gente de la pobreza, que es sumamente importante en nuestros países, hay varios países que lo han logrado; pero estar manteniendo las brechas y las desigualdades de manera persistente entre mujeres y hombres.

Y por otro lado, hay en este milenio una reconfiguración definitivamente de la importancia del Estado, de la importancia de las políticas públicas para transformar las economías y cerrar los derechos humanos.

¿De qué estamos hablando cuando hablamos de transformar las economías?

Obviamente hablamos de un crecimiento económico centrado en las personas. No puede ser un fin en sí mismo, sino que debe contribuir a la realización de nuestros humanos y, en particular, hay una contribución fundamental:

Ha habido un impuesto invisible que hemos pagado históricamente las mujeres en el mundo, en términos de tiempo y en términos de dinero, que es el valor del trabajo no remunerado. Ya la OIT, ya la Conferencia del Trabajo ha reconocido que el trabajo no solamente es el pagado; sino también todo el trabajo de cuidados y domésticos que realizamos mayoritariamente las mujeres.

México ha sido el primer país de la región que ha medido el valor económico de este trabajo, que es cerca del 20 por ciento del PIB; más que la contribución de la industria manufacturera, por ejemplo.

Sin embargo, si ustedes miran la prensa, si ustedes miran el debate político, esto es algo de lo que todavía no se habla y este trabajo de cuidados y doméstico se realiza fundamentalmente en los hogares, con muy poquita participación del Estado, con muy poca participación de las empresas, con muy poca participación de los hombres; y este esquema tiene que cambiar hacia un esquema mucho más de corresponsabilidad.

Porque además, sabemos que este trabajo… En trabajo se hablaba mucho en los 90’s del techo de cristal, que sigue existiendo para extender en puestos de responsabilidad; y ahora estamos hablando también de este suelo pegajoso.

Muchas veces las mujeres no ingresan en el mercado laboral o en puestos de representación política o sindical o en nuestras organizaciones; porque tenemos una responsabilidad enorme que cumplir en nuestros hogares, que obviamente es tiempo y en puesto.

¿Qué visión tiene ONU-Mujeres y en general la ONU?

Definitivamente tres puntos:

Igual acceso a recursos. Y cuando hablamos de recursos, hablamos de punto número uno, trabajo decente; la OIT lo tiene muy bien formulado, de qué hablamos cuando hablamos de trabajo decente y bueno, luego podemos profundizar en las preguntas.

Con igual remuneración por trabajo de igual valor. Con protección social; de hecho, la región está hablando de protección social universal, independientemente de la condición laboral.

Pero también hablamos de otro recurso: la tierra, el crédito, la propiedad, la tecnología –amigas y amigos–, ese es el recurso más importante tal vez en este nuevo milenio; y el recurso tiempo. No podemos hablar del trabajo si no miramos también el recurso tiempo.

Segunda visión, igual, respeto. Respeto significa poner fin a la violencia; en el caso de México, una de cada cuatro mujeres reporta haber sufrido violencia en el ámbito del trabajo; el acoso sexual y los estereotipos de género que todavía cruzan nuestra sociedad; e igual participación en todas las decisiones económicas, desde los hogares hasta los foros globales.

La participación, por ejemplo, en las empresas más prósperas, que son las que cotizan en bolsa; en las TO’s apenas hay un 4 por ciento de mujeres y este es un tema que definitivamente tiene que cambiar.

Cuando hablamos de paridad, ahora que acabamos de pasar las elecciones, no solamente nos referimos a los puestos de representación popular sino efectivamente a todos los espacios en el país.

Y en el caso de México tal vez los sectores donde todavía hay más rezagos son el poder municipal, el poder local, el sector empresarial, el sector sindical, también tengo que decir, y entonces son espacios donde tenemos que avanzar en la participación. Siguiente)

¿Cuál es la realidad? Preguntémonos:

¿Tenemos igual acceso al trabajo? ¿Tenemos igual remuneración? ¿Tenemos igual protección? ¿Tenemos igual respeto? ¿Tenemos igual protección?

Y déjenme compartirles algunas de las cifras que tenemos de la región y que han sido publicados en este informe, que ustedes encuentran completo en nuestra página web.

Este es el caso de México. Si ustedes ven, ha habido un avance en la participación –perdón. ¿Puedes poner la anterior? Se ha saltado una. La anterior por favor, diapositiva. Siguiente. No. No las están pasando en orden. ¿Puede volver atrás, por favor? Atrás, atrás. Bueno se saltó una, pero ahí déjela, está muy bien–.

En América Latina, por fin en el año 2012 superamos la barrera de la mitad y ya al día de hoy tenemos el 54 por ciento de las mujeres que están participando en el mercado laboral, todavía muy lejos de la participación masculina, que es el 80 por ciento.

Y además, más de la mitad del empleo femenino en la región es informal.

Entonces realmente México ha avanzado con relación a otras regiones pero la brecha entre hombres y mujeres es muy grande y todavía hay un problema serio de informalidad.

En México estamos por debajo de la media regional. Les decía que la media regional –estamos hablando de 54 por ciento- y en México apenas un 4 por ciento de las mujeres, de trabajar, lo están haciendo en el mercado laboral. En el caso de los hombres, es 77 por ciento.

Realmente este fue uno de los primeros países que logró igualar la matrícula educativa de las niñas. Es una generación que ha apostado mucho por el ingreso a la universidad, por el ingreso en la secundaria, que es obligatoria, etcétera.

Sin embargo, todo ese bono educativo que se ha logrado en los últimos 30 años no se ve reflejado en el mercado laboral.

Yo creo que muchos estudios, seguramente la Secretaría de Trabajo coincidirá conmigo, muestran que la mejor oportunidad que tienen los países de crecer económicamente es a través de la generación de empleo para mujeres y para gente joven, que son los dos sectores que están más rezagados y en gente joven hablamos también fundamentalmente de mujeres.

La segunda pregunta –a ver, pásenlas por favor. Siguiente. Están como saltadas. Siguiente; siguiente; siguiente. ¿Ya no hay más? ¿Puede retroceder por favor? Entonces ya sé las que faltan.

En realidad, igualdad-remuneración, en todo el mundo las mujeres ganan menos que los hombres por trabajo de igual valor.

En el caso mundial, estamos hablando de 24 por ciento menos que los hombres, en América Latina y el Caribe es un poquito más bajo pero estamos hablando de 19 por ciento menos.

En México es un poco menor; la brecha salarial está alrededor del 8 al 10 por ciento pero son en los empleos más productivos donde la brecha salarial más se agranda y definitivamente este es otro tema.

La siguiente pregunta era: ¿Igual protección? Y déjenme hablar aquí porque es uno de los temas que se va a tocar hoy:

En 92 por ciento de los casi 20 millones de trabajadores, de trabajadoras domésticas en América Latina son mujeres; el 77 por ciento del empleo femenino en la región.

Este trabajo sigue siendo a menudo informal, haciéndolas vulnerables a los abusos y a la explotación.

Además aquí se concentran dos sectores de doble marginación. Muchas veces este empleo es la rama todavía donde más se emplean niñas, en el caso de México, y también tenemos asociado el tema de migrantes que vienen a la frontera sur a trabajar como trabajadoras domésticas.

Realmente la ratificación del convenio 189 es fundamental. No solamente es una política el avance laboral, es claramente una política de eliminación de pobreza, porque la mayor parte de 2.3 millones de trabajadoras del hogar en México ganan alrededor o menos que un salario mínimo, en condiciones de cero protección, en condiciones de discriminación y de exclusión.

Y definitivamente el convenio 189 es un importante marco para dar el paso; ese paso al trabajo decente en un sector de la economía, que además es una restitución histórica.

Y como decía la Presidenta Dilma Roussef cuando se aprobó el convenio en Brasil, es acabar con la forma de esclavitud moderna más tolerada y más amplia en nuestras sociedades.

En la actualidad, y quiero saludar a Marcelina Bautista que se encuentra acá en la sala de la Red Latinoamericana de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar, que ha hecho una extensa lucha en México y en la región en este sentido.

Además Marcelina me ha comunicado una excelente noticia, que es que a los 17 países que ya han ratificado el convenio se ha unido hace muy poquito República Dominicana.

Decir que Uruguay fue el primer país del mundo en ratificarlo y que a la fecha tenemos ya 18 países: Argentina, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guyana, Nicaragua, Paraguay, Uruguay y ahora República Dominicana, y espero que en el próximo foro que nos encontremos digamos: “Ahora también México tiene también el convenio 189”.

La siguiente pregunta es la igualdad, igual respeto a nivel global, y esta es la otra cara, la cara oculta de la luna, la cara oculta del trabajo doméstico. Las mujeres dedican más del doble del tiempo al trabajo doméstico y de cuidados no remunerados que los hombres.

En los países de América Latina y el Caribe, y ahí hemos hecho un trabajo muy mancomunado con CEPAL, con INEGI, con el INMUJERES. Ya tenemos 19 países en la región con encuestas de uso del tiempo y todas ellas nos dicen las mujeres dedican entre dos y cinco veces más tiempo que los hombres al trabajo doméstico y de cuidados. En México tres veces más, casi una jornada completa adicional semanal.

En México las mujeres dedican seis horas diarias en promedio al trabajo comparado con estas dos horas que dedican los hombres.

¿Eso qué significa? Que las mujeres que trabajamos en el mercado laboral tenemos una carga total de trabajo siempre mucho más elevada que los hombres, porque tenemos dobles jornadas de trabajo.

La realidad, igual participación. Por ejemplo, transformemos las economías, pero para darles un dato: De los ministros de hacienda de la región 18, ¿cuántas mujeres hay?

¿Cuántas creen?

¿Una? Una esperanzada.

Cero mujeres son ministros de hacienda en la región.

Del Fondo Monetario Internacional, de los 24 integrantes, ¿cuántas?

Aquí ya la esperanzada llegó hoy. Una mujer es.

El Banco Mundial va mejor. De los 25 miembros de su Junta Directiva tiene cinco mujeres; y del Banco Interamericano, de las 17 integrantes, dos mujeres.

Definitivamente necesitamos transformar las economías y necesitamos más presencia de mujeres en los organismos donde se toman decisiones.

Ahora sí, prioridades y la agenda a futuro, tres grandes cambios: transformar el trabajo a favor de los derechos de las mujeres. Ratificación de convenios. Ampliación de trabajo decente. Eliminación de discriminación en todas sus formas, como un piso básico. Y definitivamente, mirar ese otro lado oculto de la luna, generando infraestructura, política y servicios que respondan a las necesidades de cuidado de hoy, pero también del futuro.

México es un país que está envejeciendo, que tiene enfermedades crónico-degenerativas que generan alta discapacidad. Todas sabemos lo que es cuidar una persona con cáncer, con Alzheimer, con diabetes y realmente no lo podemos hacer solas; necesitamos que el Estado entre con mucha más fuerza de lo que está haciendo.

Lo segundo es formular políticas sociales y económicas con perspectiva de género y crear un entorno macroeconómico favorable. Como dice la secretaria general de la CEPAL, la señora Alicia Bárcena: “lo social no se juega en lo social”. Lo social se juega en las políticas económicas; y realmente tenemos que mirar y transformar las economías.

En la primera línea ya hay iniciativas que se están dando en la región. Por ejemplo, en Brasil se duplicó el salario mínimo y redujo la brecha salarial del 38 al 29 por ciento. Elevar el salario mínimo es una medida importantísima para reducir, porque muchas de las que están en la parte más baja del salario mínimo, son mujeres, porque estamos en las partes menos productivas de la economía.

Entonces, cualquier intento que hagan los países de elevar el salario mínimo, va a beneficiar primariamente a las mujeres.

Vamos por el 189, pero también hay otras medidas. Por ejemplo Chile, Trinidad y Tobago han sacado regulaciones para ampliar el salario mínimo a las trabajadoras domésticas. Eso ha sido muy importante en este sentido.

Uruguay está implementando ya un sistema nacional de cuidado; están preparando una ley, va a ser el primer país posiblemente de la región, que tenga una ley específica sobre cuidados, que está enfocado en una respuesta mancomunada y multisectorial para atención a niños y niñas en edad pre-escolar, menores de tres años; adultos mayores y personas con discapacidad dependiente.

Formular políticas sociales con perspectiva de género, que no está ahí –ahora voy a esa–; en Bolivia, Chile y Brasil las pensiones no contributivas han reducido la brecha de género, es decir, hacer pensiones o sistemas de protección social que no solamente se basen en las contribuciones, obviamente reducen las brechas de género porque las mujeres estamos muchas veces en los sectores informales o no contributivos de la economía.

En México, el programa de transferencias condicionadas ayudó a eliminar la brecha educativa y en la permanencia en educación. Ahora necesitamos aprovechar, como decía, ese bono, para aumentar la participación laboral.

En El Salvador, el programa “ciudad mujer” integra servicios multisectoriales con empoderamiento económico para responder a la realidad de las mujeres.

Crear un entorno macroeconómico favorable. Por ejemplo, Ecuador liberó un volumen significativo de recursos fiscales que reinvirtió en educación, vivienda y protección social, por medio de la restructuración de la deuda.

Costa Rica ha reducido el gasto en seguridad social, redestinando recursos a la protección social universal, vía impuestos generales.

Bolivia ha utilizado los recursos generados por la minería para financiar programas y pensiones. Son como impuestos etiquetados.

En respuesta a la crisis del 2008, el Banco Central de Brasil redujo las tasas de interés para estimular las pequeñas y medianas empresas y la creación de empleo, que siempre en periodos de recesión son las primeras afectadas.

Y estas son algunas de las medidas que incluye el decálogo de prioridades. Estamos planteando como 10 prioridades, está resumido en acceso –como les decía– a trabajo decente y a recursos productivos; y definitivamente un piso básico que implica un pacto de hombres, de mujeres para que las niñas y las mujeres tengan acceso a una vida libre de violencia y generemos ciudades, empresas, entornos laborales realmente empoderantes, realmente seguros para las mujeres.

El respeto a los derechos a las mujeres no sólo hará que la economía funcione mejor. Realmente ya sabemos que la igualdad no solamente es un tema de justicia; sino que la igualdad es un buen negocio. Los países, las empresas, las familias que tienen más igualdad les va mejor, tienen más crecimiento económico, tienen más rentabilidad y definitivamente el progreso de las mujeres es progreso para todas y todos.

Ustedes tienen disponibilidad del informe en nuestra página web. Me comprometo a reenviar al Senado los Power Point más completos, para que también los puedan usar y están a su disposición.

Muchas gracias.

Ahora quisiera presentar al licenciado Hernán Gómez, Jefe de la Unidad de Desarrollo Social de la CEPAL.

LICENCIADO HERNÁN GÓMEZ, JEFE DE LA UNIDAD DE DESARROLLO SOCIAL DE LA CEPAL: Gracias Ana. Muchas gracias.

Gracias al Senado por esta invitación. Un saludo a mi compañera Ana Güezmes, representante de ONU Mujeres en México, quien ha venido haciendo un trabajo importantísimo en el país.

Y además yo quiero decir que me da realmente gusto que la UNT organice un foro como éste.

El sindicalismo, como ya lo señaló Ana, no ha sido históricamente el espacio más abierto a la participación femenina.

Incluso hay quien dice que el sindicalismo ha sido el reino de los machos, y no solamente en México sino en el mundo.

Y en gran medida está bastante documentado cómo el sindicalismo ha sido un espacio históricamente en varios países del mundo, en cierta medida de exclusión a las mujeres.

Qué bueno que esto esté cambiando, qué bueno que la UNT organice y participe en actividades como éstas.

Y sí voy a dejar una presentación. Entonces si me hicieran favor de irla… si se puede. Bueno. Voy adelantando:

Para la CEPAL los temas, digamos laborales y de género, se enmarcan en una agenda amplia a favor de la igualdad, que es la agenda que hemos venido apoyando en los tres últimos periodos de sesiones, que se celebran cada dos años, de la CEPAL, y donde hemos insistido en el tema de la igualdad.

La igualdad es definitivamente un tema central para la CEPAL. Tenemos un concepto amplio de la igualdad, que va más allá de la justicia distributiva.

En este sentido –no sé si me pudieran apoyar con la presentación. Gracias-; en este sentido las relaciones de género no son un asunto más para nosotros.

No vemos los temas de género como un asunto de las mujeres. Creo que tener esta visión es atrasado, es obtuso. Son asuntos que tienen que ver con todos, son asuntos que no solamente involucran a las mujeres sino que los hombres tenemos que promover y tenemos una gran responsabilidad en promover y además desde una perspectiva amplia.

Es decir, son asuntos que tienen que ver con el funcionamiento general de la economía y del mercado laboral.

En este sentido, como CEPAL hemos venido promoviendo lo que llamamos un nuevo contrato de género, donde lo que planteamos es la necesidad de una distribución más equitativa de los roles de género, de los roles dentro de lo general, que favorezca al mismo tiempo una inserción laboral femenina mucho más avanzada –a ver si la presentación camina-.

En este sentido, para nosotros hay muchas brechas que hay que cerrar en varios ámbitos y al mismo tiempo muchos caminos por abrir.

Cerrar brechas para abrir caminos es un poco el lema que hemos tenido en la CEPAL y además porque creemos que el tema de género es un elemento importante en la reducción de la pobreza y las desigualdades en nuestra región.

En el mercado laboral se expresa y se reproducen las asimetrías de poder entre hombres y mujeres y por lo tanto vemos un vínculo directo, digamos, entre el tema laboral y el tema de género –ahora sí visto en mi presentación porque si no, no me van a creer los numeritos que traigo-.

En el panorama social de la CEPAL, que es el documento que nosotros publicamos cada año, que ustedes pueden consultar en línea, hay un capítulo dedicado a este tema.

Yo les recomiendo mucho que lo vean. De cualquier manera voy a dejar esta presentación que tiene muchos datos para que los examinen con más detalle.

Pero en este documento nosotros realizamos una serie de simulaciones sobre lo que ocurriría en un escenario de brechas, de participación laboral y de cierre de brechas de ingresos entre hombres y mujeres.

Lo que hemos encontrado es que una brecha, cerrar este tipo de brechas permitiría, como ya mencioné, alcanzar logros importantes en la reducción de la pobreza y la desigualdad, especialmente en países en los que los ingresos de las mujeres actualmente son muy bajos.

En México, lo que quiero mostrarles con la presentación que traigo, es que un cierre de brechas permitiría reducir la pobreza aproximadamente en cinco puntos porcentuales, y cuando se calcula con una simulación, ahí sí entonces le pediría, es la quinta, la quinta, adelante, por favor. Sí, adelante.

Bueno, ahí pueden ver ustedes, la variación del nivel de pobreza –como les decía– esto se calcula, estas variaciones, estas simulaciones tanto para cierre de brechas de participación laboral de hombres y mujeres, como para cierre de brechas de ingresos.

En esta gráfica les mostramos el cierre de brechas de ingresos. Fíjense ustedes –digamos– lo que se podría reducir la pobreza en un país como Bolivia.

Digo, en México no es tanto, porque las brechas de ingresos no son tan amplias ni la participación laboral, pero vean ustedes en algunos países como Bolivia o Paraguay las reducciones que se podrían tener en la pobreza y la desigualdad.
En el caso de la desigualdad se mide con dos coeficientes: el Coeficiente Gini, que es el más conocido y el Índice de Tei que da cuenta, nos da más información sobre lo que ocurre en los estratos de menores ingresos de la población, y ahí ese índice nos muestra una reducción de seis puntos en la desigualdad.

Claramente las instituciones del mercado laboral pueden cumplir un rol importante para contribuir al cierre de brechas.

¿Qué hacer para que esto ocurra?

En primer lugar, necesitamos impulsar una agenda ambiciosa para reducir brechas salariales y de ingreso.

Ana ya les presentó, digamos, datos sobre la brecha en las tasas de participación laboral. Yo quiero mostrarles un comparativo donde lo que se muestra es que México, a pesar de los avances que ha logrado, –Ana les mostraba desde los 70 hasta hoy cómo se ha logrado reducir la tasa de participación– pero aún así en México todavía se encuentra entre los niveles más bajos en América Latina, entre los más bajos por su tasa de participación laboral.

Ahí tienen un comparativo ustedes. En el eje de las equis, sería el año 2002, y en el eje de las yes el 2012. Ahí vemos los avances que ha habido –esto después ustedes lo pueden ver de cerca con más detalle– pero México aparece entre los más bajos.

Aquí rápidamente nada más mostrarles que mientras un fenómeno que ocurre muy claramente es que mientras los hombres se logran insertar en el mercado laboral a lo largo de todo el espectro educativo, en el caso de las mujeres sólo las que poseen un mayor nivel educativo logran insertarse más.

Ustedes pueden ver del lado derecho cómo hay mucha más igualdad entre aquellas que tienen educación, educación –digamos– pos secundaria, y cómo entre los sectores –digamos– entre los primeros sectores todavía la desigualdad es muy amplia.

Aquí también –bueno, como ya anticipó Ana– la cuestión del trabajo mínimo hay una gran-gran brecha entre los ingresos.

Aquí podemos ver el ingreso en el lado izquierdo hasta un salario mínimo, que es donde más considerable es la diferencia entre ingresos de hombres y mujeres.

Se calcula que casi tres millones 390 mil mujeres están en este primer grupo y que entre los hombres son tres millones 169 mil.

Hay datos –digamos– que muestran que el salario mínimo, que aquí hay muchas más mujeres que no llegan a ganar un salario mínimo. Ya después en los otros niveles que, aunque persiste la brecha, se iguala un poco más.

Esto es simplemente mostrar el aporte de las mujeres al total de los ingresos laborales alrededor del año 2012, y ahí podemos ver a México en el sexto lugar; y vemos cómo hay una diferencia en los ingresos entre el primer quintil más alto de ingresos y el quinto quintil, que sería el más bajo.

Otro tema que también ya mencionó mi compañera Ana, es el que tiene que ver con el trabajo no remunerado. Es un tema muy relevante porque hay todo un trabajo que realizan las mujeres, que no se considera; es un tema que preocupa a la CEPAL.

Como puede verse en este gráfico, las mujeres en México destinan en promedio 60 horas de su tiempo a trabajos no remunerados, y los hombres tan sólo 24 horas. Y el número de horas que trabajan las mujeres en México, sin percibir remuneraciones, es superior al de Brasil, Colombia, Ecuador y el resto de los países que se presentan en esta tabla.

El otro tema es el que tiene que ver con el trabajo que se realiza en el ámbito doméstico. Decía que casi siempre lo llevan a cabo las mujeres, en una mayor proporción, y que –como decía– no suele valorizarse en nuestras sociedades.

Según datos del INEGI, el valor económico del trabajo no remunerado supera el 20 por ciento del PIB. Fíjense ustedes en esta tabla, el trabajo no remunerado aparece de lado izquierdo. Aquí se considera valor de las labores domésticas y de cuidados no remunerados, que es superior a la participación individual de cualquier actividad económica del país que se tome por separado.

Por ejemplo, aquí vemos cómo el valor de estas actividades es superior a la industria manufacturera, que está en torno del 17 por ciento y al comercio, que está en torno al 15.5 por ciento. De ahí la importancia de que de la ratificación de los convenios –como ya mencionaba Ana–, especialmente el 189, que tiene que ver con trabajo remunerado; y el 156, que tiene que ver con el trabajo no remunerado.

También en lo que hace a la población sin ingresos. También hay una gran diferencia de población que simplemente no percibe ingresos: el 29 por ciento de las mujeres están en esa situación; frente al 8.5 por ciento de los hombres.

Aquí sí creo que México ha avanzado e imagino que tiene mucho que ver con el Programa Oportunidades, porque sí estamos por delante de muchos países de la región, como pueden observar. Entonces, es importante.

Otra cuestión importante es lo que tiene que ver con políticas para revertir la segregación laboral.

La ocupación de las mujeres se concentra en determinados sectores del mercado laboral y ramas de actividad. Esta concentración es mucho más marcada, siempre en el caso de las mujeres que de los hombres, casi 70 por ciento de las mujeres se ubican en los servicios sociales y comercio, que son sectores de baja productividad.

Aquí pueden ver, sobre el tema de la productividad, cómo la segregación laboral se traduce en una serie de brechas en materia de productividad. Y aquí ustedes pueden ver en morado, en esta tabla aparecen los sectores; en la izquierda los sectores de productividad baja; a la mitad los sectores de productividad media y a la derecha los sectores de productividad alta.

Vean ustedes: los morados son hombres, los azules son mujeres. Ustedes pueden ver cómo realmente en el sector de baja productividad, que son especialmente agricultura, comercio, servicios sociales, es donde las mujeres han logrado insertarse más. Mientras que si vemos sectores de productividad media, como la construcción, el transporte, las manufacturas, ya es mucho menor y todavía menor en los sectores de alta productividad, como la electricidad, la minería, los servicios.

Entonces, hay que incrementar la participación de las mujeres en el mercado laboral, pero también hay que procurar que sea en sectores de alta productividad; porque eso también tiene que ver con la igualdad.

Aquí se muestra cómo entre las mujeres existe una mayor inserción como asalariadas, perdón; menor inserción como asalariadas privadas no empleadoras.

Sabemos que el 18 por ciento de las mujeres trabaja como trabajadoras del hogar -ya no digo servicio doméstico porque ayer en una reunión Marcelina me corrigió, con mucha razón-; trabajadoras del hogar.

El trabajo no remunerado, también en el caso de las mujeres es más alto que en el de los hombres.

Estos datos se los voy a pasar. Ustedes van a poder ver ahí cómo.

Pero el azul, digamos, es empleos privados. Ahí pueden ver del lado derecho la inserción de los hombres y en el lado izquierdo de las mujeres, y el morado tiene que ver con trabajadores no remunerados.

Ustedes pueden ver ahí cómo entre las mujeres es mucho más amplio que entre los hombres.

Aquí el tema del techo de cristal, del que ya había hablado Ana, en esta tabla ustedes van a poder ver después… digamos, la segregación laboral puede ser de dos tipos:

Se habla de una segregación horizontal y de una segregación vertical.

La segregación horizontal tiene que ver con la existencia de empleos y ocupaciones feminizadas o masculinizadas, típicamente servicio de trabajadores del hogar para las mujeres, o choferes para los hombres, etcétera.

Y luego está este tema de la segregación vertical, que es el que se muestra aquí, el llamado techo de cristal, que tiene que ver con la dificultad de las mujeres de llegar a altos cargos directivos, que en México es sorprendentemente bajo el mundo de las mujeres, bueno, y en la región, ahí tenemos 4.2 por ciento; el número de mujeres que llegan a altos puestos directivos en el sector privado.

Sabemos que en el sector público la cosa es un poco distinta, pero el sector privado todavía tiene mucho que avanzar.

Está también el tema del llamado piso pegajoso, que tiene que ver con la dificultad de las mujeres para despegar profesionalmente, para financiar sus carreras profesionales.

Por último, mencionar nada más el tema, que también es importante aquí, que es reducir las brechas de acceso a la seguridad social.

Aquí, en esta tabla se muestra cómo el porcentaje de mujeres que consigue financiar su vejez con una pensión contributiva es substancialmente menor que el de los hombres.

Según datos de CONEVAL en México el 82,9 por ciento de las mujeres de 65 años o más; 82,9 por ciento nunca ha cotizado en la seguridad social. Mientras que en los hombres esa cifra es del 57 por ciento. Tampoco es que esté muy bien, pero…

Entonces en este sentido las llamadas pensiones no contributivas que la CEPAL ha venido digamos defendiendo sistemáticamente, tienen mucha importancia como políticas que permitan cerrar las brechas de cobertura previsional entre hombres y mujeres. Y por eso es un tema que hemos venido enfatizando.

Yo con esto me quedaría y estoy atento a sus preguntas.

Muchas gracias.

PRESENTADOR: Agradecemos las palabras del licenciado Hernán Gómez, Jefe de la Unidad de Desarrollo Social de CEPAL.

A continuación, cedemos la palabra al ingeniero Francisco Hernández Juárez, Presidente Colegiado de la Unión Nacional de Trabajadores.

INGENIERO FRANCISCO HERNÁNDEZ JUÁREZ, PRESIDENTE COLEGIADO DE LA UNIÓN NACIONAL DE TRABAJADORES: Gracias.

Agradezco la invitación que me hace la Cámara de Senadores para participar en este evento y desde luego agradezco a la Vicepresidencia de Género y a mis compañeras, que también me hicieron favor de invitarme también a este evento de género.

Desde luego tengo la impresión que el foro es para sensibilizarnos todos de cómo es indispensable para el desarrollo de este país, para consolidar su democracia e impulsar la lucha de género.

Me queda claro, y como parte fundamental de ello, ese impulso a la firma por parte de México, de los acuerdos internacionales que tienen que ver con este propósito.

Por eso no puedo dejar de señalar que me parece un poco extraño, francamente, venir a la Cámara de Senadores, estar en este evento, con el propósito de sensibilizar a quienes tienen la responsabilidad de impulsar este tipo de propósitos y no estemos con ellos aquí en la reunión, percibiendo que esa sensibilidad camine en esa dirección.

Me imagino que ha de haber muchas actividades en la Cámara de Senadores y que por eso no podemos contar con su presencia.

Ojala en algún momento posterior puedan ver el video –si es que se está grabando- y probablemente conmigo contribuir a este propósito.

Y no es cosa menor porque como ustedes saben, México tiene, la verdad, una política un tanto ambigua, si me permiten el término, desde el punto de vista internacional.

México prácticamente ha ratificado todos los convenios internacionales, o ha manifestado su apoyo y su opinión favorable a los convenios internacionales, pero esa posición que se plantea en el extranjero de estar a favor de esos convenios internacionales, desafortunadamente no se refleja a nivel interior.

Y es un procedimiento ahora que estoy viendo la ratificación del convenio para la erradicación del trabajo infantil; todo el proceso que se tiene que desarrollar entre el Gobierno Federal y la Cámara de Senadores, y si no hay la voluntad política para ello y un interés por participar con quienes promueven este propósito, este objetivo, obviamente las dificultades para ello aumentan.

De todas maneras –reitero– me parece importante que en el Senado se esté llevando adelante este evento, y a mis compañeras de la Unión Nacional de Trabajadores.

El principio de la igualdad constituye uno de los derechos fundamentales de la humanidad.

El reconocimiento de este derecho tiene que ver con luchas históricas impulsadas por las mujeres para eliminar todas aquellas prácticas discriminatorias que social y culturalmente han obstaculizado su derecho a la igualdad de oportunidades y de trato.

Este principio adquiere gran relevancia cuando se vincula con el derecho a trabajo digno, ya que es justo en este espacio donde se presentan fuertes obstáculos para el logro de la igualdad real entre mujeres y hombres.

A pesar de que la participación femenina en la vida económica y laboral del país se incrementó, la permanencia en la actividad laboral se encuentra muy lejos de mejorar las condiciones de trabajo o de representar un aumento en la calidad de vida; por el contrario, cada vez más se les coloca en un contexto de informalidad, precariedad, discriminación y violencia.

La Organización Internacional del Trabajo reconoce que la discriminación de género atenta contra los principios y derechos fundamentales, los derechos humanos y la justicia social.

Asimismo, reconoce que en el mundo laboral las trabajadoras siguen estando en desventaja en comparación con los hombres, quienes gozan de mayores oportunidades y de mejor trato, por lo que es necesario que los estados tomen medidas para erradicar todo tipo de discriminación en este ámbito.

Es por ello que los convenios 100, 111, 156, 183 y 189 están orientados a promover condiciones de igualdad para el acceso al trabajo digno.

Estos convenios establecen un conjunto de normas internacionales del trabajo que imponen obligaciones a los estados, a fin de mejorar las condiciones de empleo de las mujeres en todo el mundo.

Desde la creación de éstos, el Gobierno Mexicano sólo ha ratificado el convenio 100 sobre la igualdad de remuneraciones, y el 111 sobre la no discriminación en el empleo y la ocupación.

Pese a los avances obtenidos, las capacidades y los empleos para las mujeres han sido históricamente poco valorados. De ahí que las desventajas se acentúan por ser las responsables de la reproducción humana, porque la sociedad les ha asignado el trabajo de cuidar a los hijos, familiares enfermos, adultos mayores, y porque los empleadores consideran que los motivos anteriores demeritan el rendimiento productivo en el ámbito laboral.

Logar la ratificación de los convenios 156 sobre la igualdad de oportunidades y de trato entre trabajadores y trabajadoras con responsabilidades familiares; 183, sobre la protección de la maternidad; y 189, sobre el trabajo digno para los trabajadores y trabajadoras del hogar, representan un avance importante en el reconocimiento de los derechos del trabajo que realizan las mujeres, y así también promovería la eliminación de las distintas formas de discriminación que enfrentan.

Y me parece –yo no lo he escuchado– que hay un aspecto que, en mi opinión, debiera ser fundamental para mis compañeras para promover la igualdad de género, y que tiene que ver precisamente con el ámbito laboral, que es: la libertad sindical.

Yo creo que no es casualidad que la Unión Nacional de Trabajadores sea una promotora fundamental de este tipo de eventos, porque en la Unión Nacional de Trabajadores hay una cuestión, hay un principio muy importante que tiene que ver con el impulso a la igualdad de género, porque hemos visto que en la medida que las organizaciones sindicales operan en libertad y democráticamente.

En ese mismo ámbito, la igualdad va prácticamente orientada en esa misma dirección, hasta donde yo conozco, de las organizaciones sindicales que militan en la UNT la igualdad salarial es un hecho, las condiciones laborales han mejorado sustancialmente en los contratos colectivos, y por eso pienso que una lucha fundamental en la igualdad de género sería promover la libertad sindical, la democracia sindical.

Yo no veo –para decirlo en el ámbito de los telefonistas– cómo pudiéramos con la mitad de las compañeras participando en la organización, yo no veo cómo las mujeres pudieran aceptar una negociación del contrato colectivo donde se diera menor salario a las mujeres que a los hombres. Sería absolutamente impensable que pudiera ocurrir esto, y en ninguna de las negociaciones de los diferentes perfiles o en ninguna de las prestaciones.

Realmente me parece que erradicar ese sindicalismo de machos –como lo llamó el representante de la CEPAL– pasa necesariamente por impulsar la libertad y la democracia sindical y erradicar el contratismo de protección en México.

Ese, me parece, es un paso fundamental y como bien se señaló, no es una lucha de las mujeres: es una lucha de los mexicanos, de los y las trabajadoras para impulsar la igualdad de género.

Muy amables. Muchas gracias.

PRESENTADOR: Agradecemos las palabras del ingeniero Francisco Hernández Juárez.

Y es momento de escuchar al ingeniero Agustín Rodríguez Fuentes, presidente colegiado de la Unión Nacional de Trabajadores.

INGENIERO AGUSTÍN RODRÍGUEZ FUENTES: Muchas gracias. Muy buenos días, todavía.

Agradezco la invitación que se hiciera a nuestra organización, el Sindicato de Trabajadores de la UNAM, para que por mi conducto pudiera yo expresar nuestras consideraciones y propuestas sobre este tema de igualdad de género o de equidad de género; que debió pasar por muchas etapas para poder entender el significado pleno de la palabra género.

No es la igualdad del hombre, no es de la igualdad de la mujer: es de la equidad en el género hombre o mujer. Eso es muy importante.

En la Cámara de Diputados está pendiente ahí una parte de transversalidad de género, de legislación en la Constitución Política de la República Mexicana. Ya hay propuestas, proyectos, trabajos muy avanzados; pero partiendo desde esta instancia legislativa, no se le ha dado la importancia y el interés que reclama el tema de equidad de género.

Cuando lo llevamos a la especificidad en el ámbito laboral, es una partecita del gran desarrollo social que tienen los hombres y las mujeres; y encontramos que efectivamente, es un convencimiento y una aportación de voluntades.

Hoy hubo la voluntad de ir a ratificar el Convenio 183 sobre el trabajo infantil, y en este momento se está entregando la ratificación del Convenio 183 por el Gobierno Federal. En este momento.

Eso significa que hubo una voluntad y una disposición. Es la misma que puede hacerse para los convenios 156, 183 y 189; que entramos a una etapa retrasada porque, finalmente, estos convenios ya vienen operando en muchos países. En México no, hasta ahora no entendemos ni tenemos claridad plena de por qué no, por qué no se ha procesado esa ratificación.

Pero no solamente no son el 156 y el 183 y el 189: son convenios ratificados por el Gobierno Federal, 78 convenios de los 188 existentes y que se han venido desarrollando y se están trabajando.

Yo les digo por qué entramos en una etapa con retraso. Ahora está llevándose en este momento la 104 Conferencia Mundial de la OIT y uno de los temas en la Comisión de Normas de Legislación es el de la transición del trabajo informal a la formalidad.

Parte de lo que aquí estamos nosotros revisando, pugnando porque se ratifique, es precisamente en ese contexto del trabajo de la informalidad, que no tiene contempladas las prestaciones económicas, sociales que debe garantizar el trabajo digno de todo tipo. Y eso, ya cuando nosotros entremos a la ratificación de los convenios 156, 183 y 189, vamos a tener que entrar después de 10 años, a la ratificación del convenio que se habrá de producir para la transición del trabajo informal a la formalidad.

Y ese es el problema que traemos como país que se le da un manejo político a todos los aspectos que se refieren al desarrollo social fundamentalmente en México.

Es entendible que en muchos lados pueda haber indiferencia por la cultura que venimos desarrollando desde la época de la colonia. Desde ahí venimos desarrollando una cultura de lo que mencionaban los compañeros aquí ponentes, de que el sindicalismo, es un sindicalismo machista.

Yo le digo que no todos los sindicatos, ¿eh?, algunos; a la mejor la mayoría, pero hay sus honrosas excepciones.

Yo estoy convencido que el Sindicato de Telefonistas tiene un contrato colectivo de excelente beneficio de la mujer sindicalista y trabajadora.

Y también estoy convencido que el Sindicato de Trabajadores de la UNAM tiene, es punta de lanza en esa parte de la equidad de género.

Ahí hombres o mujeres, independientemente del género, de disposición en su calidad de hombre o calidad de mujer, pues el puesto que ocupan, lo ocupan porque se lo ganan, por su capacidad, por su desarrollo.

En todas las áreas no hay un área en donde no se desarrolle la mujer, en la UNAM.

El otro día nos decía alguien que cuál era la aportación de nuestro contrato colectivo para el respaldo y el respeto a la mujer.

Bueno, nosotros tenemos algo que está en la Ley Federal del Trabajo y que el Gobierno Federal debiera de fiscalizar y de supervisar para que se cumpliera, que es el de la no discriminación de la mujer porque está en estado de embarazo, en estado de gravidez y siguen pidiendo las empresas el certificado de ingravidez. Y eso es algo que la ley no lo contempla, lo prohíbe.

Pero pues es una práctica permanente en todas las empresas; totalmente demostrable, y lo primero que llegan a pedirle a la mujer cuando pide trabajo es su certificado de ingravidez, cuando no debiera hacerse.

Nosotros, en el Sindicato de Trabajadores de la UNAM no tenemos eso. El trabajador –perdón-: La trabajadora que llega en el estado de gravidez –hasta ahora no se puede, pero al rato se podrá-; la trabajadora que llega en estado de gravidez a la mejor puede tener por extraño que ingresa a laborar y al día siguiente de entrar a laborar da a luz y se respeta su tiempo de sus 90 días, se le respeta si por alguna razón ingresó a trabajar en un periodo previo a vacaciones, pues no se le cuentan las vacaciones dentro del periodo de esta incapacidad de los 90 días; se le cuida.

En donde hemos tenido un poquito de problema es en el reconocimiento del servicio médico, porque la Ley del ISSSTE establece una temporalidad para que le den el servicio médico a la trabajadora que da a luz.

Pero todos los casos que se han presentado los hemos resuelto y les tienen que dar el servicio porque no debe haber discriminación entre un trabajo y otro y porque nuestro contrato colectivo de trabajo establece que aquel trabajador que ingresa a la UNAM, desde el primer día que firma su contrato colectivo, tiene acceso a todos los derechos y obligaciones que ahí están escritas, aun cuando se tiene un día de trabajo o 30 días de antigüedad. Y eso es algo interesante.

¿Por qué comento esto? Porque me parece que nosotros como organizaciones integrantes de la Unión Nacional de Trabajadores –y espero que don Francisco esté de acuerdo- promovamos una jornada en todos los sindicatos, de apoyo a la ratificación de estos convenios.

No dejemos que solamente alguna parte o algún sector desarrolle esta actividad, sino hagámoslo las organizaciones, los que tenemos contrato, donde tenemos posibilidad de estructurar estas jornadas, estas campañas, para que firmen, para que ratifiquen algo que ya se viene aplicando y que no debiera de tener ninguna discusión.

Creo que debiéramos promover una reunión con el Presidente de la República, con el Secretario del Trabajo y decirle formalmente que firme estos convenios, que se ratifiquen estos convenios y que hagamos todas las acciones mediáticas que sean necesarias y de movilización que permitan que se logre la ratificación de estos convenios.

Entre más tiempo tardemos, más retrasados vamos. Ya les dije qué es lo que están allá discutiendo ya, mucho más adelantado que esto, que es la transición de estos convenios, llevarlos a la formalidad a los derechos plenos, a lo que define como derechos plenos el trabajo digno, la propia Organización Internacional del Trabajo.

Yo creo que se puede hacer. Como organizaciones tenemos la infraestructura y tenemos, estoy convencido de que los medios para sensibilizar a quien se tenga que sensibilizar para lograr la ratificación de estos convenios.

Gracias por la invitación. Tengan buen día.

PRESENTADOR: Es momento de pasar a nuestra sesión de preguntas y respuestas, por lo que les sugerimos sean tan amables de alzar la mano para que nuestro equipo de logística les acerque el micrófono.

De aquí del lado derecho tenemos una pregunta.

PREGUNTA: Buenos días. Yo me llamo Silvia Gutiérrez Martínez, soy Presidenta de COSMO-HOGAR trabajadoras de AVÓN, luchando por nuestros derechos laborales.

Estamos aquí también, en el 2004 nos quitan la seguridad social a las 27 mil mujeres que teníamos el seguro, somos 450 mil a nivel nacional y antes del 2004 no existíamos, éramos totalmente invisibles, nadie sabía de nosotros.

Aquí el 99 por ciento somos mujeres discriminadas. No tenemos ningún derecho. Estamos luchando con una trasnacional.

Las compañeras que están en lucha y están aquí presentes, están luchando con los del país, con mexicanos.

Ustedes dicen: “Muchas no tienen ni un salario mínimo”, nosotras no tenemos nada.

Nosotras vendemos un producto, nos dan el 25 por ciento, pero si la clienta se cambia de domicilio, se va a otro lado o nada más no nos abre la puerta, perdemos eso. O sea, nosotros no contamos ni con un peso al día y no tenemos ni un día de descanso, trabajamos las 24 horas. Para nosotros no hay ni navidad ni año nuevo ni Día de las Madres.

Yo los invito a que también vean por venta de catálogo. Somos –yo siempre lo he dicho– somos esclavas de la modernidad.

Muchas gracias.

PREGUNTA: Gracias. Muy buenos días.

Yo, más que pregunta, quiero sumarme al extrañamiento del ingeniero Francisco Hernández Juárez por la ausencia de quienes debían de estar aquí, que son los senadores y senadoras.

Este foro no se planeó de un día para otro. Ya teníamos tiempo planeando este foro. Se nos dijo que iban a estar las autoridades, los senadores, senadoras; incluso se tuvo que hacer un retazo del mismo por agenda de las senadoras.

Y, bueno, es lamentable que ninguno esté aquí. Me sumo a ese extrañamiento.

Y, por el otro lado, también le tomo la palabra al ingeniero Agustín para continuar con estos trabajos dentro de la UNT.

Me llena de gusto escucharlo, porque creo que ya es tiempo de que se retomen las acciones de las trabajadoras, porque igual que este tema se han trabajado a otros y hemos llegado a foros, hemos llegado a reuniones, se nos ha planteado el apoyo, pero bueno, en los hechos creo que le vamos dando y dando espacio y, como él dice, estamos retrasados.

Me congratulo por ello, lo felicito, y le tomamos la palabra, ingeniero.

Muchas gracias.

PREGUNTA: Muchas gracias por haber aceptado también la participación de las organizaciones de la campaña.

Las mujeres que estamos aquí, muchas de las mujeres que estamos aquí hemos luchado durante varios años por tratar de que la ratificación de estos convenios sea una realidad. Sin embargo, el hecho de haber pasado una reforma laboral, que rompe con la estabilidad de las mujeres en el mercado de trabajo, representa un obstáculo más para poder alcanzar y garantizar estos derechos que son fundamentales.

Yo quisiera pedirle a Ana y al compañero de la CEPAL, ¿qué experiencias ha habido en otros países?, ustedes que tienen un marco, una visión más de la situación a nivel latinoamericano, que haya permitido que las mujeres que estén en la informalidad puedan acceder, por ejemplo, a la garantía en cuestiones del cuidado de la familia, los cuidados de otras personas, al tema de la protección en la maternidad; por ejemplo del derecho a la persona de maternidad; ¿qué experiencias conocen que nos pudieran compartir?

Y en el caso de nuestros compañeros representantes de la UNT, ¿qué acciones siguen?, porque esta parte de la ley laboral vino a revertir la estabilidad, a fracturar la estabilidad laboral de las mujeres y la mayoría, como comentaba Ana, estamos en la informalidad laboral, sin tener la seguridad de tener el acceso a esta cuestión.

Entonces, desde los sindicatos, ¿Qué se está haciendo para que las mujeres que están en la informalidad puedan contar con el acceso a estos derechos?

Y hablamos de las trabajadoras del hogar, de las trabajadoras con contratos flexibles, con contratos no formales.

PRESENTADOR: Damas y caballeros, es así como llegamos al final de nuestra ronda de preguntas.

Pasamos la palabra a nuestro honorable presídium.

DOCTORA ANA GÜEZMES GARCÍA: Muchas gracias por las preguntas y por los compromisos.

Yo también me sumo a, me da mucho gusto este compromiso de la Unión Nacional de Trabajadores por realmente llevar los temas de los convenios y de los derechos de las trabajadoras en general, a un compromiso del más alto nivel de las dirigencias. Entonces, cuenten con la ONU para acompañarles en esta conversación.

Y sí quería tomar el momento para leerles cuál es la definición de trabajo decente, para la ONU y que la define la OIT en concreto:

Obviamente es un trabajo productivo, justamente remunerado, en condiciones de libertad, igualdad, seguridad y dignidad. Quiere decir que es un trabajo que genera valor agregado para la empresa y la sociedad; que quien lo ejerce pueda recibir un salario por lo menos digno para sus necesidades.

También que podamos elegir un trabajo de acuerdo a nuestras competencias, pero no obligados u obligadas a ejercer un trabajo de migrante en condiciones de explotación.

El acceso al mercado de trabajo en condiciones de igualdad, pero también de formación, de salario, de condiciones de trabajo extenso laboral, promoción, prestaciones sociales y participación.

Una protección contra los riesgos, que el trabajo pueda significar sobre todo los accidentes y las enfermedades laborales.

Acceso a la seguridad social y desde luego, incluye también el concepto de la posibilidad de afiliarse libremente a un Sindicato, todos los aspectos de libertad sindical y de la negociación colectiva.

Por lo tanto, definitivamente estos son aspectos fundamentales. Creo, y nos explicaba muy bien el ingeniero Agustín Rodríguez, la importancia de los contratos colectivos, las negociaciones colectivas; pero en realidad y el ejemplo que él también ponía sobre el pedido de la prueba de embarazo para ingresar a trabajar, obviamente eso no está en ningún contrato colectivo, eso no está en ninguna ley: es claramente ilegal, pero ocurre.

Entonces, también hay un rol que corresponde definitivamente al Estado y también a las organizaciones sindicales, y en general a la sociedad, que es cómo le hacemos para que lo que está en la ley ocurra en la práctica.

Lo que decimos que es la igualdad sustantiva, hay que eliminar la discriminación en la ley y ahí está el Convenio 189 a la cabeza, porque es la única discriminación claramente legalizada en México, pero sobre todo hay que mirar también qué pasa con la discriminación en la práctica.

Es decir, aquellas cosas que son ilegales pero que ocurren. Entonces estamos hablando de prueba de embaraza, estamos hablando de hostigamiento laboral, estaos hablando de discriminación y violencia, etcétera.

Creo que, desde luego felicitar la campaña “trabajo digno”, yo creo que es ya varios años y además poniendo juntos todos los convenios que definitivamente México necesita ratificar y donde ya tenemos experiencias en otros países.

Creo que el tema de informalidad es el gran problema de América Latina y el Caribe. O sea, una región que ha crecido económicamente, que le ha ido relativamente bien en la economía a partir sobre todo en 2004, pero que definitivamente eso no se ha traducido en ampliación de empleo.

Entonces un crecimiento sin generación de empleo de calidad, es un crecimiento muy voluble, como lo vemos en estas sociedades. Y ahora tenemos dos problemas:

O sea, una región que está entrando en desaceleración o recesión en algunos países y que tenemos como la obligación de garantizar el gasto social, la inversión social. Pero por otro lado cómo generar empleo y ampliar el empleo.

Yo creo que con los datos que presentaba el licenciado Hernán Gómez, de segregación, sé que la Secretaría del Trabajo está haciendo diferentes medidas y oportunidades, pero desde mi punto de vista se mete citación afirmativa.

Es decir, los sectores que van a generar economía en México, que tienen que ver con el sector químico, petroquímico, automotriz, en general puertos, comunicaciones, infraestructura, son sectores claramente masculinizados.

Si realmente no se obliga en las contrataciones que va a ser en los términos de referencia, en los grandes ajustes de contratación con estas inversiones, un componente claramente afirmativo para que las empresas contraten mujeres, las mujeres vamos a estar ahí en las formas menos productivas, servicios realmente.

Entonces me parece que está muy bien todos los programas de generación de primer empleo; me parece que está muy bien todos los programas en base a crédito, de apoyo al emprendimiento, pero definitivamente necesitamos que el sector por donde se va a generar empleo en México realmente pueda tener una escena afirmativa porque son sectores claramente masculinizados. Eso por un lado.

Por otro lado, un aspecto muy importante –y saludo a la Directora Ejecutiva de INMUJERES, que acompaña esta sesión, la señora Marcela Eternod-; el INMUJERES con CONAPRED, con la Secretaría del Trabajo van a hacer un sello de certificación laboral, no sé muy bien cómo se va a llamar al final, pero es como un certificado con una serie de regulaciones para que las empresas definitivamente puedan cumplir con esos estándares mínimos que se requieren en materia de inclusión, de no discriminación y de igualdad.

Yo creo que esa es una muy buena noticia poder uniformizar la idea de que un sector empresarial socialmente responsable tiene que cumplir con estándares para la igualdad y la no discriminación. Entonces eso va a ser algo muy importante en esta materia.

Me preguntaba la compañera sobre experiencias regionales. Definitivamente yo mencioné algunas que tienen un efecto muy positivo en disminuir desigualdades:

La subida del salario mínimo; mencionaba también que estamos haciendo, por ejemplo, con algunos países ya sea una afirmativa en el sector energético, que es un tema ahí minero sobre todo en América del Sur, o poner impuestos especiales para ampliar trabajo.

Eso se está haciendo mucho en el área andina, o sea generación de empleo a través del canon minero.

En otros casos, por ejemplo, para eliminar no elevaron el salario mínimo, pero Chile, Trinidad y Tobago lo que han hecho es poner un mínimo de lo que se le puede pagar a una trabajadora del hogar, o sea, de decir claramente no se le puede pagar debajo de esto porque lo que vemos es que muchas de ellas no reciben el salario mínimo.

El tema de generar una protección social no contributiva, que es una propuesta que libera la CEPAL es fundamental. Es decir, si no logramos salir de la informalidad, por lo menos que todo el mundo tenga una base de protección social en términos de salud y pensiones, etcétera.

Y luego hay también, como les decía, el tema de Costa Rica, que está moviendo un poco el enfoque de seguridad a protección social, pero definitivamente usted ha dado en el clavo.

El gran problema, que además afecta a hombres y a mujeres, pero fundamentalmente más a las mujeres, es el tema de la informalidad, la baja calidad del empleo, y como una región que crece tiene que realmente ampliar el empleo.

Y definitivamente hay una experiencia que a mí me interesó mucho, que presentó hace poco aquí en México el que fue Ministro de Hacienda de Ecuador y que ahora es Ministro de Cuenta Pública, que es vía la regulación del Estado.

Por ejemplo, ellos se dieron cuenta de que muchas –para poner el ejemplo de la compañera que habla, Silvia Gutiérrez– se dieron cuenta que muchas de las farmacias, de las empresas que trabajaban de bienes básicos, las tiendas, muchas de las empleadoras son promotoras de una marca y no ganan, no están formalizadas, pero se les exige adhesión a la marca, no pueden representar a dos marcas, y además se les exige exclusividad.

Lo que hicieron en Ecuador fue, en vez de entrar por el tema de la regularización, entraron por el tema de la libre competencia. Es decir, si usted le está pidiendo a una trabajadora el tema de exclusividad por el tema regulatorio de la libre competencia, la tiene que tener asalariada. Ya han empezado a asalariar a mujeres que trabajan en farmacias, en ventas, etcétera.

Creo que eso, la vía de regulación por la vía de la libre competencia, hay que buscar también modelos creativos de la regulación del Estado, y usted pone un tema que es muy complicado, que es el tema de los modelos piramidales y todos estos servicios que si una los realiza como un segundo empleo, como un extra está bien, pero si es el único ingreso.

Y hay un tema, lo hemos visto ahora con UBER, yo creo que hay muchos nuevos negocios que los gobiernos, que están apareciendo, definitivamente, las ventas por catálogo, etcétera, que básicamente son femeninas, pero que tienen que ver y que además posiblemente ustedes las llaman empresarias y no trabajadoras, entonces se tienen que sentir muy contentas siendo empresarias.

Pero sí, definitivamente hay un vacío legal en la regulación de todos estos modelos. Hay unos países que lo han regulado más, otros menos, pero definitivamente el número que usted ha mencionado yo creo que habla de una realidad que no solamente es a vendedores de productos de belleza, es a vendedoras en farmacias, es a promotoras en supermercados.

Hay un gran submundo de modelos de trabajo que definitivamente son economías de subsistencia y que yo creo que ameritan una revisión y usted tiene toda la razón.

Gracias.

MODERADOR: Damas y caballeros, es así como llegamos al final de este primer panel, por lo que agradecemos la presencia de nuestros expositores, que son… Ingeniero, si gusta…

Cedemos la palabra al ingeniero.

INGENIERO FRANCISCO HERNÁNDEZ JUÁREZ: Bueno, aprovechando este pequeño resquicio, desde luego que la ratificación de los convenios internacionales es un asunto fundamental, sobre todo a partir de la nueva Ley de Derechos Humanos de 2012, en donde se establece con claridad que ya los convenios internacionales tienen el mismo rango que la Constitución. O bueno, hay quien para ser más cuidadoso dice que sólo abajito de la Constitución, pero por arriba de las leyes.

De cualquier manera, este es un hecho fundamental porque antes de 2012 los derechos laborales no eran considerados derechos humanos y ni siquiera había espacio en la Comisión de Derechos Humanos para darle trámite a los abusos que se cometían por parte de las autoridades en contra de los trabajadores.

De manera que yo tomo también la palabra al ingeniero Agustín Rodríguez para plantear el tema de género, como un aspecto fundamental en la agenda de la Unión Nacional de Trabajadores. No sólo para incluirlo como parte fundamental de la agenda, sino como parte de sus actividades fundamentales; es en la promoción de las acciones en ese sentido, hasta la gestión y la movilización que se requiera para impulsar el tema de género por parte de la Unión Nacional de Trabajadores.

Es tan importante para la Unión Nacional de Trabajadores, que la más importante reforma que se hizo en el último Congreso, fue precisamente una propuesta de las compañeras de la Vicepresidencia de Género, para impulsar este tema en sus propios estatutos.

Obviamente hay todavía que avanzar. La paridad parece ser un aspecto en el que hay que lograr incluir en los Estatutos en la Unión Nacional de Trabajadores, pero creo que vamos en el camino correcto.

Desde luego, en mi opinión si bien hay que desarrollar todas las acciones que se consideren necesarias para lograr esos propósitos, vuelvo a insistir en que hay dos aspectos esenciales que de no modificarse, difícilmente… Bueno, creo que la lucha tendrá que seguirse dando, pero será mucho más difícil, que es el cambio de modelo económico; en donde como centro del modelo económico, una de las premisas como parte fundamental del modelo económico es ofrecer mano de obra barata.

Y la única manera de lograr que la mano de obra barata sea un hecho, requiere que los trabajadores y las trabajadoras no tengan instrumentos con qué defenderse. Y si el único instrumento para defenderse es su Sindicato y los sindicatos, la mayor parte están controlados por el Gobierno y por los empresarios, yo les pongo siempre el ejemplo a mis compañeros de lo que es el Grupo Carso, que tiene alrededor de mil empresas, tiene contratado como medio millón de trabajadores y sólo hay cuatro contratos que no tienen bajo su control: los que tiene el Sindicato de Telefonistas; los otros 996 contratos son contratos de protección patronal y su promedio salarial está muy por abajo del salario de lo que nosotros tenemos.

De esa manera podría inclusive, casos como el de Avón, de nuestros compañeros, no existir, porque ellas podrían sindicalizarse y obligar a la empresa a cumplir condiciones laborales distintas. Pero son tan mañosos en México, que recientemente quisimos sindicalizar a los trabajadores de Banco Azteca y no lo pudimos lograr porque el Banco Azteca pudo demostrar que no tenía una relación laboral con sus trabajadores porque sólo tenía registrado un trabajador, al Gerente; a todos los demás no los tenía registrados como trabajadores de Banco Azteca.

Entonces, esto es lo que hace la apuesta muy hacia arriba y sin el cambio de modelo económico y sin la libertad sindical en México y sin la erradicación de los contratos de protección; las cosas se complican de manera importante.

Creo que eso también debe estar en la agenda de mis compañeras o de lo contrario, creo que hombres y mujeres a nivel del número del trabajo vamos a seguir sufriendo las condiciones tan difíciles que nos ha planteado este modelo económico.

Gracias y perdón por haber utilizado este tiempo.

INGENIERO AGUSTÍN RODRÍGUEZ FUENTES: El tema de equidad de género nos lleva a muchas otras vertientes.

Si ustedes se van a la Constitución Política, ahí no definen salario mínimo: ahí define un salario para satisfacer las necesidades mínimas de una familia.

Y eso nosotros lo identificamos como salario constitucional. Ese debiera ser nuestro concepto para no hablar de un salario mínimo, o dos salarios mínimos, o tres salarios mínimos sino hablar del salario constitucional que evidentemente no se va a lograr nunca si se mantienen los esquemas de análisis económico y definiciones que el Gobierno Federal, a través de sus secretarías de Economía y de Hacienda, principalmente, orientan. Y las orientan a través de lo que hacen llamar Comisión Nacional de Salarios Mínimos.

Pues uno de los puntos fundamentales de la lucha de nuestra organización, la Unión Nacional, es acabar con la Comisión Nacional de Salarios Mínimos y Transformarla en un Instituto Nacional del Salario, que permita lograr el salario constitucional.

Esa es una vertiente de trabajo.

La otra vertiente es la que se refiere al modelo de desarrollo económico.

Este modelo de desarrollo económico difícilmente va a hacer que el país salga de la pobreza, difícilmente va a hacer que la brecha de injusticia social que crece todos los días se pueda revertir y en lugar de crecer diario se haga más pequeña diario.

Difícilmente se va a lograr si se mantienen los mismos esquemas de dar, seguir los ordenamientos internacionales que ahí son muy puntuales en cumplir.

Una organización, como la Organización Internacional del Trabajo, que busca generar condiciones de igualdad, de libertad sindical, de desarrollo social, etcétera, en donde se reúnen más de 189 países, con tres sectores productivos, dos de ellos, uno de ellos vive a expensas de los otros dos: por un lado los patrones, por otro lado los trabajadores y por otro lado los gobiernos. Quién vivirá a expensas de quién.

Pues los dos: patrones y gobierno a expensa de los trabajadores porque el dinero puede ser muy útil, muy bueno, pero si no hay fuerza de trabajo pues no hay desarrollo.

Por eso es que el modelo de desarrollo económico es importante porque la parte del cumplimiento puntual de los mandamientos internacionales, los cumplen sin chistar.

El Fondo Monetario Internacional, la Banca Interamericana de Desarrollo, la Organización para la Cooperación Económica y Desarrollo Económico, etcétera. Eso, todo eso, la Banca Mundial, definen los lineamientos para el fortalecimiento de quién: del capital. Y ahí es donde tenemos mucho que hacer y donde nada se hace.

Hay espacios donde se pueden desarrollar los grandes debates, pero la verdad es que sucede en esos espacios lo que está sucediendo en este momento, en este espacio, en este lugar.

En la Cámara de Senadores pueden discutir porque la mosca se paró y se sentó en una silla a un ladito de alguien. Pero no discuten el modelo de desarrollo económico y social del país. Ese es el gran tema.

En alguna ocasión tuve la oportunidad de participar en la Legislatura 59 en la Cámara de Diputados y propuse que se discutiera el modelo de desarrollo económico.

Pues me vieron así como que “este está tontito o qué le pasa”. Pues sí, porque eso no es lo fundamental.

Ahí está la clave. La clave es el cambio del rumbo económico, político y social de nuestro país para entrar a un proceso de cambio real y verdadero.

En México sobrevivimos gracias a las reservas petroleras que se han generado y que en este momento las seguimos teniendo, pero como ha bajado mucho el petróleo, nuestros ingresos son menores; pero no vemos una reacción, no vemos una acción del gobierno federal para darle respuesta a esta disminución de ingresos.

Yo acabo de escuchar que Videgaray dijo: “Pues sí va a haber repercusiones por los ingresos petroleros bajos” y las repercusiones son el ajuste presupuestal: el recorte.

No dijo nada sobre cómo vamos a recuperar esta falta de ingresos o disminución de ingresos, y la clave la tenemos nosotros.

Participé en un foro con la Cámara de Diputados en donde uno de los ponentes fue Carlos Slim, uno de los millonarios o el millonario número uno en este país y a veces del mundo.

Él dijo algo que hay que reconocerlo: “México tiene que voltear a ver hacia adentro. México tiene que verse en sí mismo para poder desarrollarse de una manera distinta”.

¿Eso cómo lo traducimos?

Pues se traduce en el fortalecimiento y desarrollo del mercado interno.

El mercado interno en los países desarrollados es lo que más se cuida. Ustedes vean cualquier país europeo, en América, lo que cuidan es el mercado interno.

El mercado interno es el que nos fortalece. Le da empleo, le da ingreso a la familia, tiene y genera mejores condiciones de vida, de trabajo, de salud; el mercado interno. Y dentro del mercado interno, ustedes encuentran la industria manufacturera, el sector alimenticio, el campo. Todo eso lo tenemos nosotros como mexicanos, como México, pero se prioriza al mercado externo y priorizan el 70 por ciento de toda nuestra actividad económica hacia afuera y lo de adentro está contraído. Teniendo grandes extensiones de tierra ociosa, no lo hacemos.

No conozco una política preventiva para cuando se acabe el petróleo, que se va a acabar en algún momento, no la conozco.

Hay lugares en Europa, en Asia, que no tienen petróleo. ¿Y cómo se desarrollan? Por la energía solar, la energía eólica. Eso aquí lo tenemos en abundancia.

¿Y por qué no se desarrolla?

Incipientes inicios de desarrollo sobre este tipo de aspectos se está haciendo en la UNAM. Acaba de crear la licenciatura en energía que está apenas desarrollándose en el Instituto, en el centro de Temixco, pero se está empezando esto.

Hay lugares en donde –Oaxaca, por ejemplo– las empresas trasnacionales ya hicieron su estructura de energía eólica y ellos la explotan y la desarrollan.

Y ahí es donde yo creo que entra todo este proceso de las vertientes que tienen un enlace, están imbricados teniendo como sustento la equidad de género.

Y ahí es donde nosotros tenemos que trabajar y esperamos tenerles resultados a ustedes en una fecha próxima para ir haciendo realidad esos aspectos, porque cuando ya sean realidad, ya vamos a estar en una etapa en el mundo, en otro, en otro plano, y entonces vamos a retomar con 10 años de retraso o más estos aspectos que ahora en este momento son prioritarios.

Perdón si me extendí en algunos aspectos, pero la verdad es que el tema es muy amplio, muy extenso, y en la UNAM nos da la oportunidad de aprender todos los días muchas cosas y se las externo, con todo respeto, y les agradezco su generosidad por la atención. Muy amables.

LICENCIADO HERNÁN GÓMEZ: Brevemente, no tengo mucho qué agregar a lo que ya dijo Ana, que tuvo que irse porque tenía otro compromiso. Me pidió que la disculpara.

Solamente creo que para haber experiencias exitosas es muy importante mirar al sur de la región. Que la Presidenta de un país como es Brasil, con 7 millones de trabajadoras del hogar, diga, reconozca que el trabajo doméstico, por ejemplo el trabajo del hogar es una de las principales formas de esclavitud moderna más aceptada por nuestras sociedades, yo creo que es muy importante.

Lo que se ha hecho allá para equiparar en Brasil, en Argentina, varios países de Sudamérica, o en Uruguay, para equiparar derechos de las trabajadoras domésticas con el resto.

Lo que se ha hecho en materia de pensiones no contributivas, que es muy importante como un elemento igualador en varios países de la región, creo que vale la pena ver.

Y, por último, bueno, yo empecé con una provocación sobre el machismo sindical. No era personal, era totalmente una provocación, veo que han hecho cosas muy interesantes.

También creo que Martha Heredia ha hecho un trabajo muy importante. Qué lástima que ya no te pudimos escuchar, Martha, espero que podamos platicar después porque creo que es muy importante el trabajo que tienen, en este sentido.

Y agradecerles a todos por su paciencia esta mañana.

Gracias.

PRESENTADOR: Damas y caballeros, de esta forma es como llegamos al final de este primer panel del Foro “Avances, retos y compromisos para garantizar la igualdad de género en el ámbito laboral en México”.

Agradecemos la participación y la presencia de nuestros ponentes, el licenciado Hernán Gómez, Jefe de la Unidad de Desarrollo Social de la CEPAL; el ingeniero Francisco Hernández Juárez y el ingeniero Agustín Rodríguez Fuentes, quienes son Presidentes Colegiados de la Unión Nacional de Trabajadores.

0-0-0

Calendario

Julio 2024
Lu Ma Mi Ju Vi Sa Do
1 2 3 4 5 6 7
8 9 10 11 12 13 14
15 16 17 18 19 20 21
22 23 24 25 26 27 28
29 30 31 1 2 3 4