Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Versión estenográfica de la conferencia de prensa de las senadoras Gabriela Cuevas Barron, Ana Gabriela Guevara y el diputado Sigfrido Reyes Morales, presidente de la Asamblea Legislativa de la República de El Salvador.

SENADORA GABRIELA CUEVAS BARRÓN: Buenos días. Les agradecemos a todas y a todos su presencia en esta rueda de prensa.

Me da muchísimo gusto poder presentarles al honorable diputado Sigfrido Reyes, quien es presidente de la Asamblea Legislativa de El Salvador y con quien además hemos encontrado muy fuertes coincidencias en los temas de migración y en especial en la agenda de niños migrantes no acompañados, separados, de toda esta problemática que nosotros tenemos muy claro que si no hay una solución regional, difícilmente se podrá tener un buen resultado de respeto a los derechos humanos de las y los migrantes en nuestra región.

También quiero presentar a la senadora Ana Gabriela Guevara, presidenta de la Comisión de Migración de este Senado de la República; y representante de la Comisión de Servicios Públicos del Foprel, que es precisamente el Foro Parlamentario que se reúne el día de hoy y que por ello tenemos la visita de compañeras y compañeros legisladores de Centroamérica, el Caribe e incluso hasta de Marruecos.

También se encuentra la diputada Karina Ivette Sosa de Lara, quien es presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores y de Migración, bueno, de Protección a salvadoreños en el exterior, en precisamente la Asamblea Legislativa de El Salvador.

Se encuentra la diputada Amalia García Medina, quien es presidenta de la Comisión de Migración de la Cámara de Diputados; y además también integrante de Foprel.

Y se encuentra el doctor Santiago Ulises Rivas Leclair, quien es el secretario ejecutivo de Foprel. Foprel es el Foro de Presidentes de Parlamentos de América Latina y el Caribe; y que además de tener esta representación, también cuenta con observadores de otros continentes.

Como ustedes bien saben, miles de niños centroamericanos y mexicanos huyen de la violencia, huyen del abuso, de la pobreza, de la falta de oportunidades y en muchos casos hasta de los riesgos de perder la vida en lo que se conoce el Triángulo Norte, Guatemala, El Salvador, Honduras; y que por más que algunos quieran dejar en el discurso, nuestro país también forma parte de ese clima de violencia que está obligando a los niños, niñas y adolescentes a dejar sus comunidades y arriesgar la vida para buscar oportunidades donde se puedan sentir más seguros o tengan mejores oportunidades de desarrollo.

Sin duda, México tiene mucho que hacer a este respecto, lo entendemos bien y así lo hemos platicado con nuestros colegas legisladores de Centroamérica. Sabemos la responsabilidad que tenemos, sabemos lo que está sucediendo en las políticas públicas de México de detención, de deportaciones.

Nos decía Karina hace unas semanas, precisamente en El Salvador, que hubo más deportaciones de México el año pasado, que de Estados Unidos respecto a menores salvadoreños. Así que ahí no hay nada de qué estar orgullosos.

También, si nos ponemos a revisarlo a fondo, se encuentran las instalaciones donde están precisamente estos niños y niñas durante el periodo de detención, previo a su deportación.

O si lo vemos también el otro caso, los que no son detenidos ni deportados, pero que se encuentran en “la bestia” y que tuvimos el caso de un menor que falleció precisamente la semana pasada, un menor hondureño; noticias que vemos todos los días, pero a las que de ninguna manera podemos acostumbrarnos.

A pesar de todo esto, los niños que migran están dispuestos a realizar una y otra vez un viaje de hasta 2 mil kilómetros para llegar a los Estados Unidos y así escapar de la realidad. Estos niños, niñas y adolescentes no migran por gusto, migran por una muy cruel necesidad.

Y esto nos obliga a nosotros, como legisladores, a revisar lo que estamos haciendo, a revisar nuestros marcos jurídicos y sin duda también a intercambiar cuáles son las mejores prácticas, tanto legislativas como de políticas públicas, para atender y prevenir esta problemática.

De ahí que esta reunión lo que plantea es definir una legislación maco que pueda ayudarnos a homologar los criterios en la región, a compartir esas mejores prácticas y a encontrar una solución compartida; porque sabemos que las soluciones unilaterales no han llevado a ningún lado.

Nada más, antes de concluir, para dejarles algunas cifras, la proporción de niños, niñas y adolescentes que ingresan a México es cada año va creciendo de manera exponencial. En 2009 fueron devueltos a su país de origen mil 991 niños; en 2014 se reportaron 7 mil 633. En total, del año 2008 al 2014 fueron devueltos casi 53 mil niños a sus países de origen; y de estos 52 mil 784, el 60 por ciento no se encontraba acompañado.

Tenemos precisamente que trabajar por estos miles de niños, niñas y adolescentes. No podemos permitir que sigan siendo presas del crimen, presas de una sociedad injusta y de una política que no ha sabido resolver los problemas.

Sin duda, la apuesta por un desarrollo humano regional tiene que ser importante, pero también el desarrollo de políticas públicas y legislación cada vez más humanas.

Le cedo el uso de la palabra al honorable diputado Sigfrido Reyes, presidente de la Asamblea Legislativa de El Salvador, quien además también más adelante nos dará un mensaje en el Pleno de este Senado de la República.

DIPUTADO SIGFRIDO REYES MORALES: Muchas gracias, senadora Cuevas. Un saludo a la senadora Gabriela Guevara, a la diputada Amalia García, antigua amiga desde los tiempos en que ella era gobernadora del estado de Zacatecas, y siempre con un gran compromiso por su población migrante. A mi colega Karina Sosa y al doctor Santiago Rivas Leclair, quien es el Secretario Ejecutivo de FOPREL.

El Foprel es un Foro Parlamentario creado por los presidentes de los Poderes Legislativos de Centroamérica, del área del Caribe, y donde también México tiene una participación muy activa.

Esta mañana nos encontramos acá en el Distrito Federal para tener una discusión, una reflexión, y en la medida de lo posible llegar a conclusiones que puedan elevar la protección jurídica y la protección en todo sentido de las niñas y niños migrantes.

La tragedia de la migración de niños y niñas ha sido –como lo ha documentado la senadora Cuevas– un fenómeno que no viene del año pasado, es un fenómeno que ha estado ocurriendo ahí por muchos años.

No fue sino hasta el año pasado, producto de una elevación inusitada de la migración de niños y niñas, particularmente niños y niñas no acompañados, que esta problemática atrajo mucho mayor atención pública, particularmente en los Estados Unidos, cuando se llegaron a cifras que alarmaron a todos los sectores, alrededor de 50 mil menores detenidos por la patrulla fronteriza en lo que era más o menos la mitad del año 2014.

Han sonado las alarmas. Esto vuelve urgente que encontremos medidas, tanto legales como también de orden económico y social para mitigar este fenómeno y en la medida de lo posible y en el mediano y largo plazo, solucionarlo.

¿Por qué los niños y niñas migran?

Bueno, hay razones que son evidentes: situaciones de pobreza, situaciones de violencia en sus comunidades, en sus familias, desintegración social, pero también hay que verlo desde el lado estrictamente humano, la reunificación de las familias.

Son millones de compatriotas de nuestros países, de México, de Centroamérica, del Caribe, de Sudamérica, que viven en los Estados Unidos en una situación migratoria irregular, pero aspiran a reunirse con sus hijos y con sus hijas, y están dispuestos a pagar casi cualquier precio para que sus pequeños y pequeñas lleguen a estar con ellos, a vivir con ellos, como es lo normal en cualquier ser humano.

Por eso la dinámica de la migración de niños y niñas no documentados y muchos de ellos sin tener la protección de un adulto que sea un familiar, que sea su padre, su madre, un familiar cercano que los proteja, es algo que no se va a detener de la noche a la mañana; por eso es importante que los parlamentarios nos ocupemos del tema.

Nosotros vemos con satisfacción que el gobierno de los Estados Unidos, la administración de Obama ha tomado algunas decisiones que pudieran ir en el camino de aliviar la situación de muchos de nuestros migrantes no documentados, y que eso abra una válvula que permita en cierta forma que muchas familias se puedan reintegrar, reunificar.

Obviamente esto pasa porque pueda superar los escoyos legales y los escoyos políticos que ya han surgido por parte de los grupos más conservadores, antimigrantes, en la política y en la sociedad norteamericana.

Hay iniciativas en marcha, adicionalmente a las medidas adoptadas por la Casa Blanca, como es la llamada “Iniciativa de la Alianza para la Prosperidad” que está en estos momentos en una fase de discusión política y de mayor precisión, que involucra a los países del llamado Triángulo Norte, Honduras, Guatemala y El Salvador, y al gobierno de los Estados Unidos, para definir un plan global que impulse el desarrollo humano en nuestros países en Centroamérica, a través de cooperación financiera, que permita elevar los niveles de educación, de salud, de seguridad, generar empleo, etcétera.

Pero mientras eso toma cuerpo y mientras se van definiendo los instrumentos jurídicos que permitan que esta iniciativa avance, también es importante que nosotros, como legisladores, desde el ámbito estrictamente político, parlamentario, también nos involucremos.

Eso es lo que nos trae este día a la capital de México, para compartir experiencias, compartir información y en la medida de lo posible llevarnos a nuestros países ideas y propuestas que ayuden a mejorar el régimen legal de los migrantes y en el caso de México, particularmente, que es una nación que no solamente genera migración, sino que es una nación de tránsito de centenares de miles de migrantes no documentados, cada año, pues también que eleve los niveles de protección a estas personas.

Esto es lo que nos trae a acá, al Senado de la República Mexicana, y esperamos que en este ámbito afiancemos, profundicemos los niveles de cooperación entre nuestros países y además cumplamos el rol político que debe cumplir cualquier congreso, cualquier parlamento.

El rol de supervisar, controlar lo que están haciendo las autoridades ejecutivas para mejorar la situación de este grupo tan vulnerable como son los niños y niñas migrantes, particularmente los no acompañados.

Muchas gracias.

SENADORA ANA GABRIELA GUEVARA ESPINOZA: Muchas gracias, diputado.

La diputada Amalia García.

DIPUTADA AMALIA DOLORES GARCÍA MEDINA: Muchas gracias.

Deseo expresar, en primer lugar, la voluntad de las senadoras que conforman tanto la Comisión de Relaciones Exteriores, como la presidenta de la Comisión de Asuntos Migratorios, por trabajar intensamente en beneficio de los niños, niñas migrantes no acompañados y también dar testimonio de la gran comunicación que se tiene entre ellas y la Cámara de Diputados.

Es decir, las dos cámaras del Congreso de la Unión hemos construido una visión común sobre los niños, niñas y adolescentes menores de 18 años, migrantes no acompañados.

Yo diría de manera muy puntual, en primer lugar, algo que resulta obvio, pero que sin embargo no se cumple y es que todos los niños, niñas y adolescentes migrantes, antes que migrantes, son personas con derechos y debería garantizárseles sus derechos. Este es el punto prioritario y principal.

En ese sentido, hablar de los derechos de niñas, niños y adolescentes migrantes, significaría la obligación de los gobiernos de la región y también de los congresos y de la propia sociedad, para garantizar esos derechos.

Son efectivamente miles de niños y niñas, adolescentes migrantes, los que van de México y Centroamérica hacia los Estados Unidos, los que llegan de Centroamérica a nuestro país, principalmente centroamericanos, y niños y niñas migrantes internos, sobre todo hijos de jornaleros agrícolas, pero no solamente los que transitan por nuestro país.

Es decir, niños y niñas que tienen derechos y que requieren que se les garanticen y protejan sus derechos. Ese es el punto de partida.

Respecto de los niños, niñas, migrantes no acompañados que vienen de Centroamérica, hemos impulsado diversas iniciativas y aunque no han prosperado la totalidad de ellas ha habido algunos avances.

Yo diría que esencialmente se ha logrado modificar la Ley de Migración y también en el marco de la ley sobre niños, los derechos de niños que envió el Presidente de la República y que fue discutida en este Congreso de la Unión de manera muy puntual, lo que se ha establecido es que los derechos de los niños y niñas y adolescentes migrantes establecen que no tienen por qué ser privados de su libertad.

No hay razón para que se les prive de su libertad, no pueden ni deben estar detenidos.

Y en ese sentido se ha establecido en la ley claramente que a donde deben destinárseles inmediatamente, de manera inmediata –y lo subrayo- por alguna autoridad y por supuesto de manera sobresaliente por el Instituto Nacional de Migración, es al Sistema DIF Nacional.

De tal manera que sean esos albergues en donde ellos estén, pero además estén en condiciones que se establezca claramente que no están privados de la libertad ni detenidos, sino que están ahí para que se garantice y se busque el interés, proteger el interés superior de la infancia que, como lo dice la Convención que ha firmado nuestro país, son todos los derechos de niñas y niños, su derecho de estar con su familia, su derecho a la educación, su derecho a la seguridad, su derecho a la salud.

Y es por ello que también hemos planteado –y esto es parte de un gran debate que se suscitó aquí en nuestro-, que con niños, niñas migrantes no acompañados debe México otorgarles inmediatamente, en cuanto los encuentre, una Visa Humanitaria, de tal manera que puedan permanecer en nuestro país sin ninguna restricción.

Porque son niños y niñas migrantes que requieren toda la protección de una Visa Humanitaria, les permitiría quedarse. Y aquellos que requieran refugio, es decir, la necesidad de ser respaldados porque tienen temor ante sus vidas, o por la violencia o el crimen organizado, o refugio, porque viven una situación difícil económicamente, México se abra a la posibilidad del refugio.

México tiene una gran tradición de apoyo, de respaldo a perseguidos políticos, pero también de refugio no sólo a los perseguidos políticos sino de refugio.

Y creemos pertinente que esta tradición de México nuevamente se ponga en funcionamiento. No es suficiente que exista una Comisión para Refugiados, sino que cuente con los recursos y las condiciones para ello.

Yo sintetizaría esta intervención señalando que puesto que lo principal es proteger los derechos de niñas y niños, las causas que los han obligado a emigrar, tienen que ser atendidas con una visión regional por los gobiernos de la región, atendiendo a la protección y garantía de su interés superior.

Y en el ámbito legislativo, tenemos la tarea y la obligación de avanzar en medidas legislativas que protejan estos derechos de los niños y niñas migrantes de toda la región: de Honduras, de El Salvador, de Guatemala, de México, por supuesto.

Son los comentarios que yo haría y solamente agregaría a esto el reclamo, la exigencia que estamos haciendo al gobierno Norteamericano de que la deportación de los niños mexicanos no sea como es hoy.

Los niños mexicanos si llegan a Estados Unidos no cuentan con la posibilidad de ir a un procedimiento jurídico que les permitiera incluso ver las razones para quedarse en Estados Unidos, si es que desean la reunificación familiar.

Al contrario de lo que sucede con niños procedentes de otras regiones del mundo, incluso de Centroamérica, que van a ese procedimiento, los niños mexicanos son deportados inmediatamente bajo una norma que está en Estados Unidos, que establece que con los países vecinos la deportación es inmediata, cuando la realidad es que muchos de los niños mexicanos van buscando la reunificación familiar.

Y termino nuevamente subrayando mi reconocimiento al trabajo que se ha hecho por los Parlamentos y los gobiernos de Centroamérica. Aquí está presente el diputado Sigfrido Reyes, que preside la instancia legislativa en El Salvador; pero además cuenta con un respaldo y con una visión que ha abierto camino con la diputada Karina Sosa.

Y están presentes, no en este salón, sino abajo y fueron presentados, también legisladores de Guatemala, de Costa Rica, de Nicaragua, de Honduras, República Dominicana y una representación como observadores de Marruecos. De tal manera que la reunión será una reunión que, tal como lo ha diseñado el Senado y como la senadora Ana Gabriela Guevara me lo comentó previamente, no es una reunión con fines académicos; sino es una reunión para que de aquí salgan conclusiones que puedan expresarse en una agenda legislativa, en acciones legislativas.

Y mi reconocimiento, nuevamente, por esta disposición y por la anfitrionía del Senado de la República.

Muchas gracias.

REPORTERO: Buenos días, legisladores.

Primeramente al diputado Sigfrido. Al parecer, uno de los puntos principales de esta reunión es homologar o tratar de coincidir en una legislación para los niños migrantes de Centroamérica y México.

A la senadora Ana Gabriela Guevara, ¿no es mejor a veces deportar a estos niños que dejarlos en manos del crimen organizado y de los tratantes de blancas, que lamentablemente es una realidad, estos niños sufren en México?

Y a la diputada Amalia García preguntarle, ¿qué avances desde que usted está al frente, sabemos que es una de las propulsoras de la defensa de los migrantes, qué avances ha habido o ha visto usted en estos últimos dos años?

HONORABLE DIPUTADO SIGFRIDO REYES: Sin duda que la búsqueda de una homologación legislativa es una de las pretensiones de estos encuentros.

Del intercambio de experiencias surgen ideas extremadamente útiles. La diputada Amalia García acaba de mencionar una que a mí me parece muy digna de reflexión: el que se puedan otorgar visas humanitarias, sin ninguna discusión, sin ningún prerrequisito, basado en algo que ella mencionaba y que está reconocido por los instrumentos internacionales de protección al menor, como es el interés superior del menor.

Ese tipo de aspectos normativos y otros que podemos encontrar en materia legislativa, son los que podemos ir incorporando en nuestra legislación nacional. Además, podemos conversar y platicar y llegar a conclusiones para reforzar o crear nuevos instrumentos internacionales de protección al migrante; particularmente a los niños y niñas, lo cual pasa por un proceso de negociación entre los Estados y posteriormente llega a ratificación de los Congresos.

De estos encuentros, nosotros esperamos que deriven conclusiones que puedan ser útiles en lo inmediato para nuestros Congresos, pero también para los gobiernos, los órganos Ejecutivos, a quienes podemos elevar recomendaciones a fin de crear instrumentos de orden regional o de orden internacional o hemisférico, que refuercen la protección del migrante.

DOCTOR SANTIAGO ULISES RIVAS LECLAIR: Quisiera agregar a la exposición del presidente Reyes, que desde el Foro de Presidentes y Presidentas de Poderes Legislativos, desde el año 2012 recibimos un mandato de los presidentes que la componen de que trabajáramos la ley de migrantes.

La diputada doña Amalia García, de la Comisión de Derechos Humanos de Foprel; y la diputada Karina Sosa, de Tratados de Asuntos Internacionales de Foprel, nos avocamos a la tarea.

Esa ley fue aprobada en mayo del 2014, fue aprobada por las dos comisiones y avalada y respaldada por los presidentes de los Parlamentos, el 25 de agosto; lo que la hace vinculante en cada uno de nuestros países.

Había un capítulo en esa ley, específico pero muy corto, sobre el tema de los niños migrantes sin compañía y nuevamente los presidentes al inicio del año reiteraron el mandato que debemos de legislar armonizadamente en función de una ley específica que proteja los derechos humanos de los niños y niñas migrantes sin compañía. Eso quisiera aclarar, la institucionalidad y el trabajo concreto.

Al concluir el día de hoy tendremos una declaración-resolución donde se insta a la Secretaría permanente que represento iniciar el proceso de la elaboración de un proyecto de ley marco y comenzarlo a discutir entre todos los nueve parlamentos que componen Foprel.

Gracias.

SENADORA ANA GABRIELA GUEVARA ESPINOZA: Sí. Con respecto a la pregunta de deportación o dejarlos en México ante la situación que se sabe que pueden vivir los niños migrantes no acompañados, creo que primero quiero decir, es de reconocer que el Presidente de la Asamblea salvadoreña esté aquí, porque habla del interés que hay por el tema.

Este planteamiento que se hace hoy de aterrizar ya en una ley marco en la zona es un compromiso general que tenemos que alcanzar todos los países y que tiene que ser desde los parlamentos. Y repito, el hecho de que esté él aquí, habla del interés que tiene El Salvador por lograrlo y que aterricemos en algo concreto.

Deportación no significa resolución de la problemática. Deportación es deshacerse del problema solamente o querer verlo, huir de una realidad a la cual no se le quiere afrontar como es.

Como decía hace un momento en el arranque de este encuentro, tenemos que dejar de ver mitigaciones maquilladas y tenemos que ver la realidad de lo que estamos viviendo y a dónde queremos llegar con esto.

Hablar de que si no hay un control, van a terminar en manos de actividades negativas o no aceptado por la sociedad y demás. Eso es evadir responsabilidad, y creo que lo que tenemos que buscar es cuál es la responsabilidad del Estado mexicano ante este fenómeno, qué fortalecimientos tenemos que lograr con las instituciones responsables del fenómeno migratorio, y no solamente huir decir que con reportarlos ya solucionamos el tema.

Cuesta mucho dinero. Lo que deroga el Estado mexicano frente a este fenómeno son millones de pesos, millones de pesos que no solucionan absolutamente nada. Tenemos como foco principal que no hay estabilidad económica y, mientras no exista esta, la migración va a seguir adelante en nuestro país y en la zona también.

No tenemos un control de ingreso de estos niños. Yo he sido ajena a dar cifras, porque el dar cifras, no sabemos si son ciertas y hasta dónde son veraces estas cifras; los números que decía la senadora Cuevas hace un momento son los que Secretaría de Gobernación nos refleja, pero distan muchas ocasiones de lo que las ONGS y algunas otras dependencias tienen, y también se contradicen con las que Estados Unidos después nos dicen cuántos niños nos repatriaron y cuántos niños regresaron al interior de México.

Creo que tenemos que ver esto de frente y con la crudeza y la realidad de lo que es y no estarle sacando la vuelta diciendo que los repatriamos.

Hemos encontrado diferentes modelos en el mundo de que, frente a lo que representa la niñez y frente a la productividad que representa esa niñez, viéndola en un futuro inmediato, México se deshace de ella; se deshace de los propios connacionales y se deshace de esta plantilla que vienen con aspiraciones francas y reales de que quieren tener mejor calidad de vida, que quieren trabajar, que quieren ser mejores seres humanos y se los estamos negando; se los estamos negando a los nuestros –repito– y se los estamos negando a tantos que llegan a este país con simplemente el hecho de la justificación de decir: los repatriamos.

Queremos hacer una legislación marco que nos permita cómo ponernos de acuerdo entre todos los países, qué es lo que podemos lograr y a dónde podemos capitalizar este fenómeno migratorio como algo productivo y no como algo simplemente que se sigue viendo como un problema.

DIPUTADA AMALIA DOLORES GARCÍA MEDINA: Gracias. Coincidiendo de manera plena y total con lo que ha dicho la senadora Ana Gabriela Guevara, me parece que es pertinente subrayar que si bien la ley de migración en México es una ley que se ha ido transformado.

Por ejemplo, es una ley de migración que establece con toda claridad que ser migrante indocumentado no constituye delito, es una falta, pero no constituye delito.

Sin embargo, en la realidad se les criminaliza, se les detiene y se les deporta y en el caso de niñas, niños y adolescentes migrantes, México ha firmado una convención, la Convención de los Derechos de la Infancia, que establece que el interés superior de la infancia, de la niñez, tiene que ser la prioridad.

La deportación inmediata, sin saber cuál fue la causa por la cual estos niños llegaron a México, si fue huyendo de la violencia, si querían la reunificación familiar, si hubo violencia intrafamiliar, deportarlos inmediatamente no es una solución.

Lo decía de una manera muy nítida la senadora Ana Gabriela Guevara, yo lo reitero y lo ratifico y lo que hemos señalado es que el avance legislativo que tenemos, que es insuficiente, tenemos que ir mucho más allá, pero ese avance que se ha hecho tiene que reflejarse en las políticas y en las acciones de gobierno.

Es decir, se debe garantizar la protección de los y las migrantes y de los niños y niñas migrantes, tanto los que llegan a nuestro país, como los que son deportados y regresan a México.

Es un momento fundamental porque México ha transformado su constitución con el artículo primero, poniendo en el centro, como uno de los asuntos prioritarios, el respeto a los derechos humanos.

Ante organismos internacionales de diversa naturaleza, pero abocados a los derechos humanos, México ha ratificado su compromiso con el respeto a los derechos humanos y en la acción de gobierno esto tendría que reflejarse permanente y cotidianamente.

Eso es lo fundamental y el Congreso de la Unión no solamente tiene la tarea de hacer leyes, sino que también se ha convertido en una especie de observador y con puntos de acuerdo, con señalamientos, en un poder que demanda que se respete el Estado de Derecho y que se garanticen los derechos humanos de los niños, niñas y adolescentes migrantes.

Yo terminaría señalando que se requiere también para que se cumpla, con presupuesto suficiente y ante el anuncio que ha hecho el Secretario de Hacienda, de que volverá a haber otro recorte el año que entra, quiero expresar aquí públicamente mi deseo de que en el ámbito de los recursos para la atención a migrantes no se recorte, que no haya un solo recorte.

Porque México tiene que poner por delante la protección de los derechos humanos y se requieren recursos, tanto para los espacios, los albergues para la atención a niños y niñas, como para el personal que los debe atender, para la Comisión de Atención a Refugiados, para la reincorporación de los migrantes mexicanos que han sido deportados y regresan a nuestro país, para que se reintegren al tejido social y los hijos de esos migrantes requieren respaldo para que se incorporen a la educación, tengan atención a la salud, es decir, no se debe recortar recursos y debe visibilizarse cuántos recursos van a atención a migración, con un anexo especial en el Presupuesto de Egresos de la Federación.

Usted preguntaba qué tanto se ha avanzado.

Se ha avanzado en la Ley de Migración., Es insuficiente ya esa ley y en un grupo interdisciplinario, donde participa también el gobierno de la República, la Secretaría de Gobernación y hay distintas instituciones académicas, nos hemos planteado la pertinencia de una nueva ley de migración en México.

La que existe es muy reciente, pero ya es insuficiente. Una ley con una visión integral, que contemple a los migrantes que llegan a nuestro país, a los migrantes mexicanos que están en el exterior y a los que son deportados y regresan a nuestro país y a los migrantes internos.

Vemos el caso terrible y brutal de prácticas real y literalmente de esclavitud, oprobiosas, con jornaleros agrícolas migrantes internos ahora en Baja California, en San Quintín y es inaceptable que en pleno Siglo XXI haya situaciones como esta.

Lo que han dado a conocer estos jornaleros agrícolas –yo digo en situaciones prácticamente de esclavitud- es que les pagan a la semana 100 pesos; ¡100 pesos a la semana!, en condiciones oprobiosas, con jornadas de 12 horas de trabajo, alojados en galerones, sin condiciones alimenticias adecuadas.

Y todavía algunos se preguntan por qué han salido a manifestarse indignados en estos días: porque es una situación de esclavitud insoportable; no puede ser.

Tenemos que legislar, pero la legislación tiene que estar vinculada con políticas públicas, que garantice la protección de los derechos humanos de todas las personas, de todos los migrantes.

PRESENTADOR: Sería todo.

Muchas gracias.

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