Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Versión estenográfica del acto de Conmemoración en Memoria de las víctimas del Holocausto y Homenaje a don Gilberto Bosques Saldívar, celebrado en el Patio del Federalismo del Senado de la República.

PRESENTADOR: Muy buenos días.

El Senado de la República les da a más cordial bienvenida a este acto de Conmemoración Anual en Memoria de las Víctimas del Holocausto y en Homenaje a Don Gilberto Boques Saldívar.
En primer término agradecemos la presencia de las autoridades e invitados especiales que presiden esta ceremonia: a la senadora Angélica de la Peña Gómez, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado de la República.
A la Embajadora Extraordinaria y Plenipotenciaria del Estado de Israel en México, la Excelentísima señora Rodica Radian Gordon.
Al doctor Efraim Zadoff, investigador y profesor del Instituto Yad Vashem, la Autoridad para la Memoria de los Mártires y los Héroes en Israel.
Al señor Salomón Achar Achar, Presidente del Comité Central de la Comunidad Judía de México.
Al licenciado Ricardo Antonio Bucio Mújica, presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación.
Agradecemos también al maestro Gonzalo Sánchez de Tagle Pérez Salazar, coordinador general del Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques.
También agradecemos la presencia de la señora Laura Bosques, que nos acompaña en este acto.
A continuación escucharemos las palabras de bienvenida de la senadora Angélica de la Peña Gómez, Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado de la República.
SENADORA ANGÉLICA DE LA PEÑA GÓMEZ: Buenos días, bienvenidas y bienvenidos al Senado de la República.
Señora Excelentísima Embajadora del Estado de Israel, Rodica Radian Gordon; señor Salomón Achar Achar, presidente del Comité Central de la Comunidad Judía en México; como siempre también, bienvenido al Senado de la República.
Quiero saludar también con afecto al doctor Efraim Zadoff, investigador y profesor del Instituto Yad Vashem; por supuesto me complace también saludar al presidente del Consejo Nacional para prevenir la discriminación, Ricardo Bucio, y en este acto también la presencia del señor director del Instituto Gilberto Bosques, Gonzalo Sánchez de Tagle.
A todos ustedes y en lo particular quiero saludar de manera muy afectuosa, como siempre, a la señora Laura Bosques, que siempre que viene al Senado nos place mucho tenerla en este Senado de la República.
Es para mí un gran honor y un privilegio que en mi calidad de presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado de la República, hoy les salude nuevamente, como hace un año. Además también reiterarles la más cálida y cordial bienvenida en este Patio del Federalismo de este recinto parlamentario.
Como siempre agradeceremos y valoraremos infinitamente hoy y siempre su presencia en este importante acto que nuevamente nos reúne en la conmemoración anual en Memoria de las Víctimas del Holocausto y en recuerdo de don Gilberto Bosques Saldívar.
Comienzo mi intervención saludando, por supuesto, y de manera muy particular, a toda la comunidad judía que hoy nos acompaña. Me parece que es un honor y viste de una gran calidez tenerles en este Senado y por supuesto no puedo dejar de observar que en este año hay un acontecimiento que es necesario destacarlo, porque no podemos cerrar los ojos y por supuesto no podemos seguir solapando, tolerando, haciendo como que no pasa nada en el mundo cuando desafortunadamente en esta ocasión nuestra conmemoración anual se encuentra precedida por los condenables atentados terroristas perpetrados en París y por supuesto por el recuerdo de las víctimas más recientes del fundamentalismo y la intolerancia.
Sirva pues esta oportunidad para reiterar nuestra solidaridad y nuestro más enérgico rechazo a cualquier manifestación de fanatismo y la barbarie y para reafirmar nuestras convicciones democráticas y nuestra indeclinable creencia en la tolerancia, la libertad, la igualdad, la pluralidad, la diversidad de creencias, la coexistencia, la libertad de expresión y la legalidad, valores que se busca amenazar, pero que solo logra fortalecer nuestras luchas en contra de estas barbaries.
Dicho lo anterior y como ya todos ustedes saben, el primero de noviembre del 2005 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la resolución 20/7, en la que designó la fecha 27 de enero, como el Día Internacional de Conmemoración Anual en Memoria de las Víctimas del Holocausto.
Tras la aprobación de la resolución, el Secretario General de las Naciones Unidas describió a este día especial como un importante y necesario recordatorio de las enseñanzas universales de la irracionalidad y de la miseria humana, responsables de una atrocidad sin igual, que no podemos simplemente relegar al pasado y olvidar.
De ahí que la repulsa al genocidio de millones de personas sea considerada como uno de los factores determinantes que impulsaron y dieron razón de ser a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, marco jurídico fundamental que refleja los principios y los valores que unen y guían a la familia humana.
Por ello la conmemoración en memoria de las víctimas del Holocausto, es la mejor ocasión para recordar que todos los seres humanos nacemos libres e iguales en dignidad y derechos, y dotados, como estamos de razón y conciencia, debemos comportarnos fraternalmente los unos a los otros.
De ahí que nunca esté de más enfatizar que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen como base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y el valor de la persona humana, así como el respeto de los derechos inalienables de mujeres y hombres por igual.
El desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos sólo puede tener como consecuencia la tiranía y la crueldad: el anarquismo.
Por lo tanto, ocasiones como ésta nos dan la oportunidad de recordar que la responsabilidad de combatir el odio y la intolerancia es una tarea de todas y de todos, donde estemos.
Así lo entendió un mexicano y un ser humano excepcional: don Gilberto Bosques Saldívar. Uno de los hombres, uno de esos hombres que trascienden el valor, la audacia y su circunstancia gracias al valor, la audacia y la determinación.
Sin duda, todo un ejemplo de vida y congruencia y es, indudablemente, un referente obligado para quienes militamos en la causa de los derechos humanos.
Don Gilberto, a quien nos referimos siempre con la mayor admiración y respeto, fue un hombre cuya obra quedará escrita en el corazón y en la conciencia de las generaciones descendientes de todas aquellas personas a quienes les salvó la vida y les brindó una segunda oportunidad.
Por ello, la obra y el legado de don Gilberto Bosques, son de alcance internacional, de alcance universal, y constituyen el reflejo de uno de los capítulos más honrosos y brillantes de la historia diplomática mexicana.
En razón de todo lo anterior, esta conmemoración anual en memoria de las víctimas del Holocausto y en recuerdo de don Gilberto Bosques Saldívar es, sin duda, una ocasión propicia para reflexionar y reiterar nuestro compromiso indeclinable con los valores, derechos y libertades fundamentales.
En memoria de las víctimas del Holocausto y de todos los tipos de fanatismo contra los que tenemos que luchar en recuerdo de don Gilberto Bosques, hacemos votos para que todos los seres humanos: hombres, mujeres, niñas y niños, dejemos atrás todo aquello que nos divide y caminemos juntos en la construcción de un mundo que sea fruto del respeto y la tolerancia mutua.
Muchas gracias. Y reitero la bienvenida a todos ustedes a este Senado de la República.
PRESENTADOR: A continuación, tendremos la intervención del señor Salomón Achar Achar, Presidente del Comité Central de la Comunidad Judía en México.
SEÑOR SALOMÓN ACHAR ACHAR: Muy buenos días a todas y a todos ustedes.
Distinguidos miembros del presídium:
Ante todo, quisiera agradecer a nombre de la Comunidad Judía de México, al Senado de la República, el que a través de un punto de acuerdo cada año tomen la iniciativa para hacer esta ceremonia, en la que recordamos a las víctimas del Holocausto, pero también a una gran figura de la diplomacia mexicana como lo fue don Gilberto Bosques, quien a pesar de los riesgos que implicaba, otorgó visas a refugiados tanto españoles como judíos, para que pudieran huir de las amenazas del fascismo y del nazismo en aquellos años aciagos, previos y durante la Segunda Guerra Mundial.
Nuestro reconocimiento eterno a don Gilberto por haber salvado tantas vidas de judíos, cuyas familias han logrado tener una vida digna y feliz en este bendito país.
Nuevamente nos reunimos para recordar y honrar a las víctimas del Holocausto en este día que ha sido establecido por las Naciones Unidas para tal motivo.
Hoy se conmemora la liberación del campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau, hace 70 años.
A pesar de que los soldados ya habían escuchado testimonios de lo que estaba sucediendo ahí, no podían dar crédito a lo que encontraron.
Decir que se trataba de un campo de exterminio es sólo una forma diplomática de describir lo que ahí pasaba.
Fue una verdadera industria de la muerte, un genocidio sistematizado, mecanizado, que asesinó a un tercio de la población judía mundial de aquel entonces y que arrasó con toda persona y grupo que era juzgado diferente al ideal ario nazi.
La importancia del acto de este día, radica en que lamentablemente sigue habiendo individuos, grupos e incluso naciones, que sigue promoviendo la ideología del nazismo, del fascismo, de la discriminación y de la intolerancia.
Sus manifestaciones pueden ser a través de estereotipos religiosos, económicos, raciales o políticos pero se siguen difundiendo.
A pesar de las lecciones del pasado, del Holocausto y de otros genocidios en el mundo, vemos con tristeza cómo se sigue difundiendo el obvio hacia el otro.
Hay una absoluta falta de respeto a lo que se considera diferente y lamentablemente no aprendemos de la historia, lo que irremediablemente nos lleva eventualmente a repetirlo.
Los ataques en Francia, hace tres semanas, a la revisa Charlie Hebdo y a un supermercado, kósher, nos muestra cómo el extremismos fundamentalista y la intolerancia llevan a la agresión física y al asesinato de aquellos a quienes consideran diferentes e inaceptables.
El peligro del incremento de estos ataques es evidente. De ahí que estos eventos deben de servir como un llamado de atención a la sociedad para cerrar final en contra de cualquier extremismo, en contra de aquellos que quieren acallar la libertad de expresión, la libertad religiosa y eventualmente la democracia.
Hoy, todos debemos pronunciarnos y decir claramente: No a los odios raciales, no a los odios étnicos, no a los odios religiosos, no a la intolerancia.
Desterremos de nuestras vidas las prácticas discriminatorias racistas, intolerantes, xenofóbicas y antisemitas.
Muchas gracias.
PRESENTADOR: Ahora, tendremos la intervención del licenciado Ricardo Antonio Burcio Mújica, Presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación.
LICENCIADO RICARDO ANTONIO BUCIO MÚJICA: Muy buen día a todos y a todas.
Senadora de la Peña, embajadora Radian, señor Achar, doctor Zadoff, seño Sánchez de Tagle, señora Bosques, muy buen día amigos y amigas todas.
Conmemoramos hoy la memoria de las víctimas del holocausto en un contexto de gran complejidad. Ya se mencionaron los graves ataques que hubo en días recientes en París; todas las expresiones que esto ha suscitado a lo largo del mundo en contra de esos actos de intolerancia, esos actos de xenofobia, de racismo; pero también en contra de toda forma de libertad de expresión. Los fanatismos, las expresiones de odio, el llamado a la violencia está floreciendo en muchos lugares.
Y aunado a este complejo contexto internacional, también tenemos situaciones muy complejas en nuestro país. En México la violencia se expresa de muy distintas formas y va adquiriendo también tintes raciales, tintes xenofóbicos, tintes clasistas; se difunde el odio, se multiplica, aparece en los medios de comunicación, se vende en los medios de comunicación, se difunde en redes sociales, se expresa en las calles, en la relación entre grupos sociales, en la relación también entre gobernantes y gobernados; y se normaliza, porque no pareciera tener graves consecuencias.
Me parece que estamos en una coyuntura en la que México tiene que aprender a dialogar sobre sus violencias; no sólo tratar de eliminarlas, no sólo combatirlas, no sólo juzgarlas, sino dialogar el porqué estamos viviendo situaciones como las que vivimos; por qué se multiplica en tantos lugares; por qué tiene que ver con tantas expresiones políticas; por qué se dan en tantos distintos escenarios, en contextos rurales, en contextos indígenas, sea en contextos universitarios o sea en las redes sociales.
Tenemos que saber gestionar lo que estamos viviendo y no dejar pasar, no dejar crecer estas expresiones como si no hubiera una relación ninguna entre la expresión, la organización, la percepción social y las acciones que como grupos vamos haciendo todos los días. Esa es la gran memoria, el gran aprendizaje del holocausto.
Las expresiones reflejan percepciones y éstas se convierten en acciones sociales, y México tiene en ese sentido que dialogar, que aprender, que analizar lo que está viviendo.
Sólo para darles un ejemplo de algo de lo que estamos viviendo, Conapred hizo el año pasado una campaña acá, nacida inicialmente en el Consejo de Europa, contra el discurso de odio en redes sociales. Se hizo una adaptación, se capacitó a personas, se hizo una red de organizaciones de la sociedad civil en todo el país y entre muchas de esas acciones, se vivieron expresiones de odio en Twitter y en Facebook.
Solamente en una de esas redes tuvimos cada día más de 25 mil, algunos días 35 mil expresiones de odio clasistas, homofóbicas, racistas. Todos los días que duró esta campaña: cuatro meses consecutivos; siempre contra los mismos grupos de población, los mismos grupos de población con características también similares a quienes fueron las mayores víctimas del holocausto.
También recordar que en nuestra historia tenemos hechos similares. Solamente el día de mañana se va a inaugurar en el Museo Memoria y Tolerancia una exposición sobre el genocidio chino en Torreón. México tiene a nivel local, a nivel pequeño, muchas expresiones también de este odio que ha producido muerte en los grupos sociales.
Quiero aprovechar esta oportunidad, además de hacer este llamado a hablar y analizar nuestras violencias, para agradecer a la comunidad judía a nivel internacional y a nivel nacional, por el impulso de décadas que ha tenido contra el discurso de odio; por rememorar el efecto destructivo e irracional que tienen estas expresiones, esta división, esta intolerancia que se convierte en acciones, que se convierte en muerte, que se convirtió en holocausto.
Además de agradecerles, les pido que no dejen de hablar, no dejen de rememorar, no dejen de ayudar a que las sociedades aprendamos lo que se ha vivido, de lo que somos capaces.
También agradecer el impulso que la comunidad judía en México ha hecho para que hoy tengamos leyes, instituciones contra la discriminación. Hay que recordar que la primera iniciativa de ley federal para prevenir y eliminar la discriminación, la trabajó la comunidad judía en 1995, si no recuerdo mal –René– ésta vio la luz hasta el año 2003. Y después también impulsó las leyes locales en el Estado de México, en la Ciudad de México; las ha impulsado en Nuevo León, en Jalisco, en otros lados, y ha ayudado a la creación y al desarrollo de las instituciones antidiscriminatorias.
Claramente, no con una perspectiva solamente de que se legalice y de que haya acciones en contra del antisemitismo; sino en contra de toda forma de discriminación e intolerancia.
Y terminar agradeciendo la vida de don Gilberto Bosques. Hoy México necesita seguir su ejemplo, necesitamos tomar riegos vitales, riesgos políticos para defender y proteger la vida de quienes viven mayores situaciones de vulnerabilidad, de quienes están al borde del abismo, de quienes están en una situación de afectación permanente a sus derechos.
Los tenemos cerca, están aquí, son parte de nuestro país. También están en otras naciones y necesitamos, por ello, arriesgarnos vitalmente, arriesgarnos como nación.
Muchas gracias. Muy buen día.
PRESENTADOR: Para continuar con este acto, tendremos la presentación del cortometraje “Matices”, dirigido por Saúl Masri.
Este cortometraje es el ganador del primer concurso de cortos del Festival Internacional de Cine Judío en México.
(PROYECCIÓN DE CORTOMETRAJE)
PRESENTADOR: A continuación, tenemos la intervención del doctor Efraim Zadoff investigador y profesor del Instituto Yad Vashem, la Autoridad para la Memoria de los Mártires y los Héroes en Israel.
DOCTOR EFRAIM ZADOFF: Buenos días. Estimados compañeros de la mesa, estimado público, agradezco la invitación a participar del acto en recordación de la Shoah, el holocausto, en esta honorable casa.
El día 27 de enero de 1945, el Ejército Rojo llegó a la zona donde estaba el complejo de campos de exterminio y trabajos forzados, conocidos con el nombre de Auschwitz. Ahí encontraron entre siete mil y ocho mil sobrevivientes, en su mayoría enfermos, que se salvaron milagrosamente de manos de los SS.
Unos días antes habían sido evacuados 58 mil prisioneros que fueron obligados a marchar hacia el oeste, en lo que se denominaron “Las marchas de la muerte”, de las que pocos sobrevivieron.
El nombre Auschwitz se convirtió en uno de los más terribles paradigmas de las matanzas genocidas llevadas a cabo por la Alemania Nacional Socialista durante la guerra desatada por sus dirigentes por razones esencialmente ideológicas.
Esta guerra costó la vida de 49 millones de personas, en su mayoría civiles.
Varios pueblos y etnias fueron víctimas de estas matanzas. Los polacos, los Sinti y Roma, llamados también gitanos, millones de personas de los pueblos que componían la Unión Soviética y principalmente los rusos, los eslavos y los judíos. Por lo menos cinco millones 860 mil mujeres y hombres, adultos, ancianos, adolescentes y, entre ellos, un millón de niños.
Estos son los hechos. Todo el que pretende negarlos o minimizarlos, creo que puedo acriminar de qué lado se habrían colocado y qué habrían hecho frente a estas matanzas.
El fundamento ideológico de los nazis era la convicción sobre la superioridad de la supuesta raza alemana que, a su parecer, daba legitimidad de esclavizar a las supuestas razas inferiores y asesinar a toda etnia diferente de esta raza superior.
Esta ideología tenía una trascendencia universal: procuraba el dominio nazi sobre todo el mundo.
Pero si mencioné diversos pueblos que fueron objeto de esta campaña genocida, deseo destacar que la persecución y el asesinato de los judíos fueron diferentes a las de los demás.
El historiador israelí Yehuda Bauer, uno de los fundadores y miembros del Foro para la Prevención de Genocidios en el Mundo, destaca que esta singularidad en el asesinato de los judíos, la Shoah, no reside en la matanza sistemática organizada por un sistema burocrático estructurado para este fin.
Conocemos tales matanzas en tiempos y lugares diferentes. Por ejemplo, el asesinato del pueblo armenio en Turquía.
Bauer enumera cuatro características esenciales que diferencian la Shoah de otros genocidios:
Primero. Los nazis condenaron a muerte a todo ser humano descendiente de cuatro o de tres abuelos de un tipo especial: judíos. Y esta condena afectaba a todo judío por el solo hecho de haber nacido como tal.
Segundo. Esta condena afectaba a los judíos en cualquier lugar donde residieran: Alemania, Polonia, Grecia, el norte de África, Holanda, etcétera. En todo lugar donde los alemanes llegaban, asesinaban, junto con sus colaboradores locales, a todo judío que encontraban, esforzándose por llegar hasta el último judío en las zonas más alejadas.
Esta era una política de espectro universal, cuyo objetivo era aniquilar a los 17 millones de judíos existentes en 1939, apenas los alemanes se adueñaran del mundo. No hacían diferencia entre ideologías, ciudadanía, lugar de residencia, posición social, etcétera.
Tercero. El móvil de esta política era ideológico. La ideología racista antijudía era el resultado racional de una actitud irracional, una mutación de la ideología antijudía cristiana que tiñó las relaciones entre cristianos y judíos durante siglos.
Esta ideología acusaba a los judíos de una conspiración basada en supuesta uniformidad inexistente en el pasado y en el presente, entre los diversos sectores del pueblo judío.
Estas tres características hacen la diferencia entre los genocidios cometidos por un móvil pragmático, como es la conquista de territorios y la Shoah, cuya base era una ideología pura.
El cuarto elemento que destaca Bauer es el establecimiento de los campos de concentración, en los cuales se llegó a la denigración más profunda del ser humano, tanto de las víctimas como de los victimarios.
El odio ideológico de los nacionales socialistas alemanes se tradujo en hechos antijudíos apenas recibieron el gobierno de Alemania.
A partir de 1933, desarrollaron una política sistemática de separación de los judíos del resto de la sociedad alemana.
Esta política fue seguida de la apropiación de sus bienes, de empujarlos a la emigración y en el momento en que comenzaron las conquistas de Europa con la invasión de Polonia el 1º de septiembre de 1939, con su separación de las sociedades conquistadas y su asesinato, primero por medio de las armas y luego con métodos industriales.
Estas dos etapas generaron dos tipos de reacción:
En la primera, los judíos intentaron emigrar de Alemania y de Austria, y en una primera etapa de la ocupación huir de los países conquistados. En esta fase, sufrieron por las políticas de restricción y prohibición de la inmigración a judíos por parte de la mayoría de los países del mundo.
La segunda etapa comenzó el 23 de octubre de 1941, cuando los alemanes cancelaron toda posibilidad de emigrar de los países ocupados. A partir de este momento, la consigna era conseguir la posibilidad de evitar el encierro en ghettos con condiciones de vida muy difíciles y preservar la vida evitando ser enviados a los campos de trabajos forzados y de exterminio.
Diversos diplomáticos latinoamericanos destacados en diferentes ciudades europeas cumplieron un rol importante en el salvamento de judíos en ambas etapas.
En la primera, la posibilidad de salvamento estaba en otorgar visas de inmigración a los judíos que pretendían huir de Europa y emigrar al otro lado del Atlántico. Los países de América Latina fueron de los últimos en el mundo en cerrar sus puertas ante estos inmigrantes.
Sin embargo, en la segunda mitad de la década de 1939, estas puertas comenzaron a entornarse.
La legislación inmigratoria de los países no fue modificada, pero comenzaron a aplicarse restricciones por la vía de circulares administrativas internas que emanaron de las cancillerías a los cónsules.
En estas circulares se instruía a los cónsules que no otorguen visas a judíos o que impongan exigencias adicionales a postulantes a la inmigración, judíos, como ser calificaciones profesionales, pago o depósito de tasas, muchas veces más altas que las que se imponían a no judíos.
En las últimas décadas se han encontrado copias de circulares de este tipo en los archivos históricos de consulados o de las cancillerías de Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.
De todos modos, estas prescripciones no implicaron el cierre hermético de las fronteras frente a los judíos.
Es un hecho que en el periodo entre 1933, cuando el partido nazi recibió el gobierno en Alemania y al final de la Segunda Guerra Mundial, pudieron ingresar a América Latina en forma legal o ilegal cerca 118 mil inmigrantes judíos.
En muchos de los casos los inmigrantes se adecuaron a las diferentes exigencias de los gobiernos, a veces estos gobiernos hicieron excepciones, pero hubo también situaciones en las cuales un cónsul desobedeció las instrucciones de su cancillería y entregó visas a judíos por razones puramente humanitarias, poniendo en peligro su carrera diplomática.
Este es el caso del embajador de Brasil en Francia, en Paris, hasta 1940 y luego en Vichy hasta 1944. Luis Martins de Soude de Adandas, quien salvó la vida a unas 800 personas con visas diplomáticas.
Por esta actuación la Cancillería brasileña abrió una investigación y le ordenó retornar a Brasil. Recién en 1945, con el cambio de gobierno en su país, su posición e normalizó y retornó al servicio diplomático.
Otro tipo de ayuda que diplomáticos latinoamericanos brindaron a los judíos fue la emisión de pasaportes y documentos de sus países que teóricamente le proporcionaban una protección frente a las deportaciones a campos de trabajos forzados o de exterminio.
Estos documentos fueron emitidos a miles de judíos en Polonia, Holanda y Hungría y una parte de ellos lograron salvar sus vidas gracias a los mismos.
Para el resto, estos documentos sirvieron solamente como una esperanza temporaria, ya sea porque los alemanes no los respetaron o porque los países latinoamericanos no quisieron reconocerlos como legítimos y así salvar la vida de al menos 3 mil judíos.
Los cónsules que emitieron estos documentos contradijeron, a sabiendas, las instrucciones de sus gobiernos y casi todos ellos pagaron su actuación humanitaria con sus carreras diplomáticas.
Manuel Antonio Muñoz Borrero, cónsul de Ecuador en Estocolmo; José María Barreto, cónsul de Perú en Berna; Rodolfo Hügli, cónsul de Paraguay en Berna; Alfonse Bawuer, cónsul de Honduras en Berna; José Arturo Castellanos, cónsul de El Salvador en Ginebra; José Gambeta, cónsul de Chile en Bucarest.
Todos ellos actuaron en contra de las instrucciones de sus cancillerías y casi todos perdieron sus puestos por su actuación humanitaria. Todos ellos actuaron como si hubieran conocido la máxima del Talmud, creación literaria judía de hace mil 700 años que dice “Todo el que salva una vida, es como si salvara a un mundo entero”.
Es para mí un honor y una emoción estar aquí, en tierra latinoamericana y en esta casa del pueblo mexicano, y enaltecer la memoria de estos nobles diplomáticos.
En una carta dirigida a Manuel Antonio Muñoz Borrero, después de finalizada la guerra, los rabinos Abraham Israel Jacobson, Wolf Jacobson y Shlomo Wolbe, de Estocolmo, escribieron: “Conocemos la ardua tarea que asumió al emitir esos documentos. Es por ello que nosotros y todos aquellos que se salvaron del exterminio masivo, gracias a los pasaportes de Ecuador, lo recordaremos mientras vivamos, con gran admiración y gratitud, por ser el salvador de seres humanos sufrientes, inocentes y desamparados”.
Siento que esta carta se refiere también a los otros cónsules mencionados. El Estado de Israel, por medio de la autoridad de recordación de los mártires y héroes del Holocausto, Yad Vashem, estableció una comisión especial encabezada por un miembro de la Corte Suprema de Justicia.

Los criterios de acuerdo a esta comisión deciden si una persona es merecedora de este honor, se refieren a que éstas estuvieron involucradas en el salvamento de uno o más judíos en peligro de muerte o de extinción a un campo de exterminio, que arriesgaron o sacrificaron sus vidas para salvar a un judío.
Esta acción no se realizó con fines de lucro u otra recompensa, y existen evidencias de esta actuación.
Para el caso de diplomáticos, el criterio es un poco diferentes, ya que gozaban de inmunidad diplomática, miembros de un cuerpo diplomático fueron reconocidos en casos en los que actuaron a sabiendas contra la política de sus gobiernos y/o que ignoraron instrucciones de sus superiores y de este modo lograron salvar a un gran número de judíos.
El pueblo judío y el Estado de Israel han cumplido con su deuda de honor con algunos de estos diplomáticos mencionados, sobre los que se han realizado investigaciones históricas, que confirman su actuación y su sacrificio personal.
Estos son el embajador brasileño Luiz Martins de Souza Dantas, y los cónsules José Arturo Castellanos, Manuel Antonio Muñoz Borrego, y José María Barreto.
Ellos fueron reconocidos como justo de las naciones y así fueron incorporados a una galería exclusiva que cuenta con cerca de 23 mil 800 pro hombres de diversas nacionalidades.
La actuación de estos diplomáticos y de otros que aún la investigación sobre ellos no llegó a término, demostró que aún en aquel terrible momento fue posible actuar de un modo diferente.
Su ejemplo destaca la culpabilidad de los otros pero asimismo enfatiza que no se ha perdido la esperanza en la bondad humana.
Gracias.
PRESENTADOR: A continuación, escucharemos las palabras de la Embajadora Extraordinaria y Plenipotenciaria del Estado de Israel en México, la Excelentísima señora Rodica Radian Gordon.
SEÑORA RODICA RADIAN GORDON: Senadora De la Peña, Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos.
Licenciado Antonio Bucio, Presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación.
Amigos todos del presídium.
Buenos días a todos.
Señora Bosques:
Dos importantes declaraciones relacionadas con el Día Internacional de la Memoria del Holocausto, fueron publicadas la semana pasada.
Una de éstas, fue la reafirmación de la Declaración de Estocolmo de 2000, dictaminada por la Alianza Internacional para la Conmemoración del Holocausto.
La otra, fue la Declaración Común en contra de violentos actos antisemitas alrededor del mundo, a la cual se han adherido muchos miembros de la ONU.
La Alianza Internacional para la Conmemoración del Holocausto, fue establecida en 1998 por el entonces Premier Sueco Göran Persson, con la meta de promover la educación sobre el Holocausto y su conmemoración, como el acontecimiento sin precedente en la historia y con significado universal.
Hoy día, la Alianza cuenta con 31 países miembros, la gran mayoría europeos, así como Estados Unidos, Canadá, Israel; y de América Latina, Argentina, además de otros observadores, incluyendo a El Salvador y Uruguay, así como organizaciones internacionales.
Acto importante de su actividad, es la investigación enfocada en los años del Holocausto, basándose en los archivos estatales y otras fuentes.
Además, los países miembros han incorporado los estudios del Holocausto en el sistema escolar en los diferentes niveles de educación secundaria y capacitan a los maestros de historia en dicho tema, por medio de programas especiales.
La Declaración adoptada el 20 de enero, reafirma las obligaciones que han adoptado los gobiernos miembros para la enseñanza del Holocausto y dice, entre otros, que estamos comprometidos a recordar y honrar a las víctimas, a mantener la horrible verdad sobre el Holocausto y a ponernos de pie en contra de aquellos quienes tratan de distorsionarlo o negarlo.
Asimismo, estamos comprometidos a combatir el antisemitismo, el racismo y el prejuicio en contra de los Sinti de Roma.
Estamos resueltos a continuar desarrollando la cooperación internacional para la enseñanza del Holocausto, su recuerdo e investigación, así como la prevención de futuros genocidios.
Asimismo, el pasado 22 de enero, la Asamblea General de la ONU mantuvo por primera vez, una reunión informal en el trasfondo del creciente antisemitismo alrededor del mundo en los últimos años y tras el ataque terrorista en el supermercado kósher, en París, hace algunas semanas.
Tras su realización, se publicó la Declaración Común, la cual califica al antisemitismo como una matice en manifestación de racismo, xenofobia e intolerancia religiosa.
Reafirma que la negación del Holocausto es una forma de antisemitismo y llama a la ONU a jugar un rol crucial en su lucha, así como a combatir la intolerancia, la discriminación y la violencia, basada en la religión.
Además, la Declaración pide a los estados miembros adoptar medidas concretas, entre otras iniciativas educativas y programas para la capacitación de los maestros en este tema.
La Declaración concluye que uno de los principios rectores de los fundadores de la ONU fue la determinación de erradicar las condiciones que dieron origen al Holocausto de modo tal que las naciones deben intentar de nueva cuenta eliminar el antisemitismo en todas sus formas.
Sin duda, dos declaraciones muy importantes que refuerzan la vigencia y significado del día que conmemoramos, llamando la atención hacia la larga tarea que las naciones del mundo todavía tenemos que cumplir para que capítulos oscuros de la historia, como la Shoá, nunca jamás se repitan.
Muchas gracias.
PRESENTADOR: Para continuar con este acto, escucharemos las palabras y el mensaje inaugural de la senadora Angélica de la Peña Gómez, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos.
SENADORA ANGÉLICA DE LA PEÑA GÓMEZ: Bien. Sin mayor preámbulo, pasamos a cortar el listón inaugural de la exposición fotográfica.
Les pido a todos ustedes que nos acompañen, por favor, si son tan gentiles.
PRESENTADOR: Les pedimos a los miembros del presídium pasar al frente y también pedimos a la señora Laura Bosques, que acompañe a los miembros del presídium en el corte del listón inaugural.

(CORTE DE LISTÓN INAUGURAL)

Es de esta forma como damos fin a este acto de conmemoración anual en memoria de las víctimas del holocausto y en homenaje a don Gilberto Bosques Saldívar.

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