Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

(Segunda parte)


SENADORA ARELY GÓMEZ GONZÁLEZ: Muchísimas gracias, senador Emilio Gambia Patrón, presidente de la Junta de Coordinación Política.
Y ya siendo declaradas inauguradas estas audiencias, daos inicio con la mesa número uno y por estricto orden alfabético, por entidad federativa, tendrá el uso de la palabra por 10 minutos en primer lugar, el doctor Miguel Ángel Mancera Espinosa, Jefe de Gobierno del Distrito Federal, quien podrá hacer uso de la palabra desde su lugar o pasar a la Tribuna.
Muchas gracias.
LICENCIADO MIGUEL ÁNGEL MANCERA ESPINOSA: Buenos días. Muchísimas gracias por la invitación.
Muchas gracias al presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República.
A todos los presidentes de comisiones y presidentas de comisiones.
Agradece la Ciudad de México la invitación para poder platicar de cómo es que está planteado el esquema de mando de la policía de esta Capital.
Siempre he sostenido que el poder tener la unidad en el mando operativo es una cuestión fundamental por varias razones.
Yo señalaría que en el informe y en la, digamos, en los análisis que se han venido haciendo de la seguridad en el país, uno de ellos que a mí siempre me ha llamado poderosamente la atención, es el que se refiere a éste de la capacidad de los municipios.
Recuerdo muy bien un informe de la Policía Federal, donde se decía que en México había 400 municipios que no tenían policía, es decir, ausentes totalmente de policía.
Y después vienen los municipios que tienen policía pero que no tienen armas, ningún arma.
Luego vienen los municipios que tiene policía, tienen armas... (FALLA DE SEÑAL)… tareas propias del Estado.
Esto sin duda va generando, si nosotros hiciéramos un gran mapa de la República Mexicana, caminos de absoluta ausencia de vigilancia o de capacidad de respuesta en materia de seguridad.
Yo creo que abona a esta tarea el mando unificado que ahora se habla de policías, de policías únicas, no sólo de mando único, porque entiendo que en el mando único se sostiene el esquema independiente de las policías y significa solamente la posición del mando. Ahora se habla de las policías únicas.
Este es el esquema precisamente que tiene la Ciudad de México; es el esquema de una única corporación, una corporación en donde en esta capital teníamos más de 43 mil elementos de la policía preventiva y que sumado a las policías complementarias, policía auxiliar y policía bancaria, llegamos aproximadamente a 80 mil elementos.
¿Qué nos permite esto? Nos permite, primero, saber cuáles son los parámetros de capacitación de esta policía; decir nosotros podemos responder por la capacitación que se ha dado de manera integral a todo el cuerpo de la policía.
Podemos, también, responder por el equipamiento de la policía, que es un tema no menor. Nos tocó observar en el sistema nacional de seguridad cómo muchos de los municipios a donde se asignaban recursos, no tenían una planeación operativa para gastarlos, me refiero a recursos fast para, en el caso de Subsemun, que era el de los municipios, para materias de seguridad. Porque tradicionalmente, o compraban chalecos, o compraban armas.
Pero cuando las reglas de operación se pusieron un poco más estrictas, también para materias de capacitación, lo que había era subejercicios.
Subejercicios sin ninguna base para el municipio y obviamente con el retorno de esas capacidades económicas hacia la Federación.
Entonces, contar con una unificación, contar con una sola línea de acción permite esto: permite la capacitación uniforme; permite también el equipamiento uniforme, y permite la planeación operativa.
La planeación operativa es algo fundamental para la policía, porque si nosotros tuviéramos dividido en este momento la Ciudad de México de la planeación operativa, sería verdaderamente complicado, no quisiera ni imaginar lo que sería esta Capital si nosotros tuviéramos totalmente dividida la planeación operativa.
Y, de la misma manera, la respuesta de comunicación, que parece algo muy sencillo o muy simple, pero miren, por ejemplo, nosotros con el esquema de la zona centro, hoy los estados de la zona centro tenemos una frecuencia a través del Sistema TETRA para comunicarnos, para comunicar las emergencias, pero cuando esto no funciona, cuando está totalmente desagregado en el esquema municipal, yo advierto en mis compañeros gobernadores momentos muy complicados, momentos difíciles.
Me parece que esta propuesta es una propuesta que responde a algo que hemos venido discutiendo durante mucho tiempo. Desde las reuniones de procuradores se venía planteando esta situación del mando único, de una sola forma de responder a las diferentes tareas, porque las labores propias del ministerio público, en muchos de los casos de investigación tenían el apoyo de las diferentes policías; la respuesta era totalmente dispar; en algunos municipios policías bien equipadas, policías fuertes, pero en otros municipios ausencia total.
A mí me parece que si el esfuerzo va acompañado de una buena planeación de equipamiento, de capacitación y, por supuesto, de la respuesta a la demanda de la ciudadanía, este puede ser un momento de una atención después para México, para todo el país.
El modelo ha sido probado. Nosotros tenemos probado en la Ciudad de México este funcionamiento. Actualmente la Capital tiene dividido en cinco grandes direcciones generales de supervisión, en 15 direcciones ejecutivas, 75 sectores, más de 800 cuadrantes y un promedio de 250 elementos por cada sector. Esto lo podemos planear así por esto mismo, porque tenemos la capacidad de establecer todo el despliegue en la Ciudad de México.
Hoy por hoy tenemos los puntos de apoyo en las entradas carreteras, en las fronteras con el Estado de México y con otras entidades; es por lo mismo, porque podemos hacer la planeación. Si no, el jefe delegacional en Gustavo A. Madero tendría su propia operatividad respecto de esta colindancia y el jefe delegacional en Iztapalapa tendría la propia; no podríamos estar haciendo la planeación operativa que se realiza.
De la misma manera, otra cosa que es muy importante, que es la supervisión; la supervisión de la policía. Me parece que si tuviéramos nosotros en la Ciudad de México desagregados todos estos elementos operativos, sería muy difícil. Podríamos supervisar, no sé, solamente a la policía que fuera propia en el esquema de gobierno central.
Sabemos que la Ciudad de México está siendo ahora objeto de análisis en esta propia sede del Senado de la República de una propuesta para su reforma.
Nosotros queremos insistir, la Ciudad de México no debe de cambiar en la manera en que funciona su policía. Debe haber esta policía, debe haber este mando unificado, debe haber una sola policía que es esta policía que está a cargo de la Secretaría de Seguridad Pública de la Capital del país.
Por eso yo reitero que este planteamiento que hoy se hace es un reclamo que se ha venido acompañando desde hace mucho tiempo. Me parece que es una muy buena oportunidad para todos y que puede dar un avance consistente en la manera de analizar y, por supuesto, de evaluar a las policías.
Hoy es muy difícil poder evaluar las diferentes capacidades, por lo mismo que les comento.
La Ciudad de México cuando deja obsoletas armas, las está enviando a municipios. Tenemos requerimientos de municipios, de diferentes municipios del país porque no tienen armas.
Las armas que han quedado obsoletas en una entidad, a veces llegan a un municipio porque es la única opción que tienen para poder trabajar. Lo mismo el equipamiento de los vehículos.
Ya no hablemos, pues, de la infraestructura, que pudiéramos estar conectados con los C-4 que es una tarea que seguramente nos llevará algún tiempo, pero si se continúa con este esquema de las policías, en muchos de los casos se vuelven corporaciones propias para usos ajenos a los que sería la propia función de la seguridad pública.
Ya hemos visto casos en donde se ha conocido por la ciudadanía de operación así.
En resumen, señores senadores y senadoras de la República, señores de los medios de comunicación y público presente, compañeros, amigos gobernadores, me parece que la ciudad de México está y ha estado siempre apoyando este esquema de operación.

La ciudad de México reitera su apoyo a esta forma de entender la seguridad pública, no sólo al mando único, reitero, que es un esquema de inicio, de aproximación, sino al esquema de la policía única en cada una de estas entidades.
Esa suma de esfuerzos, esa suma de capacidades y de recursos que, vuelvo a insistir, es muy importante, los subejercicios de los municipios en materia de seguridad han sido un tema importante, se puede determinar si tenemos una sola cabeza que responda por todas estas tareas.
Así que me parece que es una buena oportunidad para que México dé un paso muy importante en materia de seguridad con la policía única, en un esquema, seguramente muy parecido al que tiene ahora la ciudad de México y que funciona en el día a día.
Muchas gracias por el tiempo, muy amables y muy buenos días.
SENADORA ARELY GÓMEZ GONZÁLEZ: Le agradecemos al doctor Miguel Ángel Mancera su participación y efectivamente, el Distrito Federal tiene más de 43 mil elementos, más las corporaciones auxiliares, estamos hablando de 80 mil elementos aproximadamente y efectivamente, como él lo señala, la policía única pues lo que permite es que tengamos policías, pero con equipamiento, con capacitación y con coordinación y evitar los subejercicios que tan frecuentemente se dan en este rubro.
Muchísimas gracias por su participación y ahora le cedemos el uso de la palabra al licenciado Graco Luis Ramírez Garrido Abreu, gobernador del estado de Morelos.
GOBERNADOR GRACO LUIS RAMÍREZ GARRIDO ABREU: Muchas gracias, señora presidenta, señores presidentes de comisiones, señoras diputadas, senadoras y senadores, y compañeras y compañeros senadores, es un gusto estar aquí en esta casa que alguna vez me tocó habitar.
Quiero empezar por señalar que es importante despolitizar el tema de la inseguridad pública o de la seguridad pública. Quien quiera sumirlo como bandera política le está apostando a una visión pequeña, estrecha, que no sirve al país.
Si se está pensando en la lógica de los intereses partidistas que son legítimos y no estamos pensando en la responsabilidad de la gobernabilidad del país, lo que implica la inseguridad pública como un problema ya grave de seguridad nacional, estamos apostando simplemente al corto plazo, no a una solución de fondo.
Tenemos 20 años de una crisis de inseguridad pública o más de 20 años y hemos llegado a acostumbrarnos lamentablemente a convertir la emergencia en algo ordinario y esta se expresa en el uso cada vez más claro de las fuerzas armadas de nuestro país en tareas de seguridad pública, que no le competen ni al ejército ni a la Marina Armada, según el texto constitucional.
En 1996, siendo diputados y miembros del grupo parlamentario del PRD, nosotros fuimos a la Corte y planteamos que el uso del ejército no se justificada constitucionalmente y la fuerza tuvo que hacer un ejercicio para decir, en virtud de que se trataba de un tema de seguridad nacional, se justificaba el uso de las fuerzas armadas. Y yo creo ha llegado la hora de cambiar de estrategia.
Ninguna fuerza política pude asumir aquí, y es correcto seguir haciendo un uso de las fuerzas armadas como se está haciendo en este país.
Una fuerza armada que es fundamental del Estado Mexicano y que es esencial que se mantenga como la última instancia y no como la primera, como está ocurriendo.
Si revisan ustedes el mapa de la crisis de gobernabilidad del país mediante la crisis de inseguridad vamos a encontrar que quien asume las tareas de seguridad son las fuerzas armadas y la policía federal ahora, creada también recientemente en 1996.
Este hecho nos lleva a un desgaste progresivo de las fuerzas armadas, a una fuerza que tiene protocolos de guerra, no de policía y que está cada vez más cuestionada en temas de derechos humanos, porque su lógica y comportamiento es otro; hay una policía, información en su código de conducta y su protocolo es otro.
No le pidamos que actúen como policías a quienes están formados por un ejército; en la lógica de que combate a un enemigo, no está enfrentando, de acuerdo con la legalidad, a un delincuente.
Y tenemos que cambiar ese paradigma urgentemente porque esa es la parte de la crisis del Estado Mexicano.
Una progresiva militarización de facto que lastima a las fuerzas armadas y está generando serios conflictos en muchas acciones ya del país.
Hay que asumir nuestra responsabilidad nosotros porque también yo parto de un hecho, y lo he dicho, de ese viejo presidencialismo manda más y no existe más en este país.
El de la gobernabilidad se da en función de las responsabilidades compartidas de gobernabilidad entre los 32 responsables: el jefe del Gobierno y los 31 gobernadores.
No podemos enfrentar este problema diciendo que es responsable únicamente el Ejecutivo Federal. Es un problema de los gobernadores, y tenemos que asumirlo.
Y también este antecedente de que no es responsabilidad municipal; el tema no es, es responsabilidad federal; no me toca, le toca al otro, le toca aquel, le toca al otro. Creo que hay que plantearnos con toda claridad.
Es más fácil tener clara la responsabilidad de quien está gobernando en una entidad y que asuma y dé la cara como gobernador, o gobernadora, y que lo asuma el Presidente en lo que le toca en materia de la policía federal y su responsabilidad federal.
Hoy existen una realidad que tampoco pueden aquí convertirse en abanderado del municipalismo y desgarrarse las vestiduras algunos.
Algún compañero dijo, algún colega dijo: modificar el Artículo 21 y quitarle facultades a los municipios era tanto como llevar a cabo la privatización de la Reforma Energética para las fuerzas progresistas y de izquierda. Me parece que es un exceso. Y para refrescar su memoria, esta Reforma la hicimos en 96.
En 96 le dimos facultades a los municipios para tener uso de fuerza armada y seguridad pública. Es una decisión reciente y evidentemente fracasada, porque la realidad que ha descrito aquí el Jefe de Gobierno, que tiene la responsabilidad de la seguridad de la ciudad más importante, no solamente del país sino del mundo en muchos sentidos, en términos de tamaño y proporción, mantienen márgenes cada vez más eficientes e importantes de seguridad esta Ciudad, por un modelo que ha explicado y ha descrito con claridad el Jefe de Gobierno Mancera.
Y si nosotros partimos de esa experiencia, yo quiero decirles que la experiencia que tenemos los gobernadores –y es mi caso– es de haber encontrado estados donde no solamente los municipios, y no es un problema de contradicción política, mi querido Javier, porque haya gobernado el PAN en Morelos, sino porque lamentablemente –y ahí está la evidencia– están bajo proceso penal y sentenciados los responsables de la seguridad en los estados, en ese estado. No es una afirmación política, por eso lo aclaro, es una verdad jurídica.
Los grandes grupos delictivos del crimen organizado en Morelos dirigían la policía estatal y las policías municipales estaban bajo su encargo, bajo su nómina, bajo sus decisiones, bajo la oferta que nos hacen seguramente, y hay gobernadores que no lo quieren decir, pero yo sí lo digo, bajo la oferta que nos hacen diciéndonos: “Te controlamos el delito del fuero común, pero déjanos actuar y te tenemos el problema resuelto y en paz”. Es una ilusión vana en la que han caído algunos gobernantes.
Esta realidad nos lleva a que la penetración del crimen organizado, imagínense, hoy la crisis en Guerrero era la misma expresión; los mismos grupos, como se denominan –que no me interesa por cómo se califican ellos– los mismos grupos delincuenciales que actuaban en Guerrero, en Iguala, en toda la tierra caliente, son los mismos que se reflejan actualmente en Morelos, los mismísimos.
Porque ellos no están pensando si es municipio o si es policía estatal o municipal; ellos tienen corredores delictivos. Están hablando de sierra, puertos, distribuidor, mercado, no están pensando si están pasando por tal o cual municipio; hacen sus corredores, como explicaba perfectamente el Jefe de Gobierno.
Y estamos tratando de defendernos y crear condición de seguridad argumentando políticamente razones quizás válidas pero poco efectivas para dar respuesta a la sociedad.
Hay que asumir las cosas como son y hay que asumirlas diciendo que la penetración del crimen organizado ha llegado a policías estatales y es más dramático en policías municipales; pero va a ser más fácil que decidimos 32 policías estatales a ver qué gobernador no está cumpliendo con sus obligaciones y distribuirlo en el amplio mapa de más de dos mil municipios y así se puede diluir más fácilmente.
El segundo tema que me parece relevante, es el tema de que esa penetración nos lleva a que efectivamente llegue a las propias autoridades, a los propios presidentes y cabildos, que las decisiones que hagan de gobierno las hagan con grupos delictivos.
Y quiero decirles que es muy triste y lamentable ver cómo se manejan los fondos de seguridad. Ha sido descrito precisamente, con mucha claridad. Cuando hay mayores normas y mayores reglas para aplicarlos, hay subejercicio; cuando hay condiciones de manga ancha, les sirve para hacer otras cosas y no para lo que debe invertirse. No son cuerpos profesionales, no están bien pagados y cómo es posible enfrentar a un grupo delictivo que se mueve por todos los corredores con estrategias operativas diferenciadas.
A ver, desde el punto de vista político, ¿podemos ganar una batalla política dispersos, desorganizados, divididos? Encinas dice que no. Insisto, por eso, en que hagamos otros esfuerzos.
Creo que queremos actuar nosotros con eficacia, con un esfuerzo que se ha hecho en entidades federativas donde se ha hecho la fuerza civil estatal y se tiene que buscar una coordinación con policías municipales y cuando ocurre algo hay que ir negociando si el C-5 le pasa al C-4 y el C-2 le pasa al 3, la información de la cámaras, porque cada quien tiene su feudo, más si hay diferencias entre partidos, entre autoridades y partidos.
Quiero presumir como alcalde que lo hago mejor que el gobernador, usando el tema de la seguridad. O yo quiero, como gobernador, decirle a la presidencia municipal, que lo hago mejor que ella en el tema de la seguridad. Eso no tiene sentido ya, es absurdo tener en la agenda política ese tema.
El secretariado de seguridad pública, cuando estamos trabajando en el modelo policial, los que estamos aquí presentes, el Consejo de Seguridad Pública Nacional nos reconoció que en mil 800 municipios del país no hay capacidad ni fuerza pública para atender la seguridad, mil 800 municipios; yo digo que son 2 mil.
Pero aceptando mil 800, ya hay una claridad de que no hay condiciones, pero voy más allá. Nosotros veamos donde sí hay y qué es lo que hay. Pues lamentablemente en cerca de 10 entidades una evidente penetración, en 10 entidades evidente, en otras son cerradas, pero ahí está la penetración del crimen organizado.
Quiero decirles mi experiencia y por eso defiendo mi propuesta. Setecientos policías cuando llego hace dos años al gobierno, del gobierno del estado 700, 3 mil 200 de municipios; primeros lugares en secuestro; primeros lugares en crimen de alto impacto; famosos porque ahí vivía Beltrán Leyva y ahí lo encontraron, la “Barbie”, todos esos personajes siniestros tenían como su gran territorio, el territorio de Morelos.
Y eso fue lo que encontré y no me importa de qué partidos somos, porque quiero decirles que tenemos mayoría, incluso en los municipios más importantes gobierna el partido al que yo pertenezco, y seguir demostrando a mis compañeras presidentas y presidentes municipales, que sus directivos tenían vínculos con la delincuencia: uno de un bando y otro con otro bando, sin distinguir partido, y la capital la gobierna otro partido, y la mayoría de municipios más importantes la gobierna mi propio partido, compañeros, y estoy demostrando que los directivos que nombraron se debieron a presiones, amenazas o a patrocinios de campaña.
Y teníamos que actuar con una gran entereza y decisión. Empezamos por convenios de coordinación para construir el mando único. Hoy tenemos el 90 por ciento, 97 por ciento de la población en 28 municipios bajo esa lógica de mando único, el ejecutivo del estado nombre el mando único de la policía municipal.
Pasamos ahora de 700 policías que teníamos, hoy tenemos 5 mil policías certificados. Y tenemos tres nuevos cuarteles y el policía que ganaba 3 mil pesos, hoy gana 12 mil, certificado y acreditado y capacitado ya, 14 mil pesos, con seguro de alto riesgo.
Es un esfuerzo de cerca de 3 mil millones de pesos que hemos hecho nosotros y construimos, tomando el ejemplo del mejor C-5, del mejor C-4 que conozco, en la ciudad de México ese ejemplo, construimos en un año y medio el C-5, porque el área de inteligencia, conectada a mil 200 cámaras en la el estado de Morelos, con la más alta tecnología de inteligencia.
Y partir que en enero tomamos el control del mando único de este año pasado, empezamos la reducción del delito, rompimos el binomio complicidad-policía, política-delincuente, delincuente-policía. No distinguíamos quién era el delincuente, si el policía o el delincuente que iba sin uniforme o con uniforme.
Hoy la gente distingue ya que el policía empieza a ser el que está cuidando, porque también hemos implicado a los policías, hemos construido un modelo con sus familias y con ellos mismos, para que ellos se dignifiquen en la responsabilidad de cuidar a los ciudadanos y de ser responsables de atender este tema, junto con el Gobierno.
Quiero invitarlos a ustedes, compañeras y compañeros senadoras, senadores, a que no escatimen por una lógica partidista o por el interés de que si hay diferencias con el Gobierno tal o cual porque mi partido, mis compañeros más importantes son los que están gobernando los municipios más importantes y hay que preservar esa posibilidad de que puedan ellos crecer; me parece un absurdo.
Cambiemos el paradigma: construyamos 32 policías y que den la cara 32 responsables de la gobernabilidad de este país, que somos los gobernadores y el Jefe de Gobierno; y que haya claridad en que hay una responsabilidad indivisible y que los municipios atiendan el mando de policía y buen gobierno.
Registren el 115 constitucional: el constituyente fue muy visionario de una facultad que no le quita, pero como dejamos la del 21, porque incluso la salvaguarda del 21 existe: ante un caso de emergencia el Ejecutivo asume la conducción de la Policía en un municipio.
¿Pero para qué manejamos la excepción? Hagamos la norma, 32 cuerpos de policías y esos fondos hoy dispersos, concentremos en un solo fondo nacional para la seguridad; porque los esfuerzos que hemos hecho estados, la Ciudad de México, Nuevo León y otros que hemos ido a implementar nuestros modelos de alguna manera, nos ha costado un gran dinero, hay que hacer una inversión enorme; y es absurdo estar viendo cómo los municipios ahora se lo gastan en otras cosas o se lo gastan de mala manera, cuando nosotros podemos hacer toda una estrategia y ser más claros y más puntuales en qué lo estamos usando.
Y el que no cumpla, que se atenga, pero sabemos que hay 32, y así sabemos que este país tiene mayores márgenes de gobernabilidad y de respuesta.
La seguridad pública es una responsabilidad de todas y todos; sin interés partidista resolvamos este tema, es un tema de la gobernabilidad y de la crisis del Estado Mexicano, y saquemos al Ejército y las Fuerzas Armadas y a la Marina Armada, de esta tarea: la asumimos nosotros y ustedes son corresponsables, como representación del Senado, del Pacto Federal.
Gracias.
SENADORA ARELY GÓMEZ GONZÁLEZ: Muchas gracias, licenciado Ramírez Garrido, gobernador del estado de Morelos.
El gobernador nos señala que el tema de seguridad no hay que politizarlo, que realmente hay que pensar en la gobernabilidad del país y que llevamos más de 20 años con esta crisis de seguridad; y desde 1996, que es cuando se le otorga al municipio la facultad de tener su propia policía, lo cual hay que repensarlo y ver cómo se encuentran y si ha sido un modelo exitoso o no.
Se pronuncia por tener 32 policías estatales, donde se sepa realmente quién es el responsable del tema, ya que en muchos municipios no hay posibilidad de atender este tema o hay complicaciones porque la policía se relaciona con la delincuencia. En fin.
Muchas gracias por su participación y por sus opiniones. Gracias.
Cedemos el uso de la palabra al maestro Rodrigo Medina de la Cruz, gobernador del estado de Nuevo León.
***** (Sigue tercera parte) *****

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