Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA INAUGURACIÓN DEL II FORO NACIONAL SOBRE DESARROLLO INDUSTRIAL “TLCAN: VISLUMBRES Y LÍNEAS DE FUTURO A VEINTE AÑOS DE SU VIGENCIA”, ORGANIZADO POR LA COMISIÓN DE RELACIONES EXTERIORES, AMÉRICA DEL NORTE, LLEVADA A CABO EN EL SENADO DE LA REPÚBLICA.

SENADOR EMILIO GAMBOA PATRÓN: Muy buenos días a todos los que están aquí presentes, bienvenidos al Senado de la República. Como Presidente de la Junta de Coordinación Política, saludo y aplaudo este evento.

Saludo también al coordinador de Acción Nacional, el coordinador de esa fracción, mi amigo Jorge Luis Preciado. Muchas gracias por venir.

Saludo a la senadora Marcela Guerra, que es una gran presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores, América del Norte, y que es la que ha organizado este evento. Un evento que se dice muy fácil, pero que está lleno de complicaciones.

Me da mucho gusto la compañía de mis compañeros senadores de la República aquí presentes, y de muchas caras que conozco de mucho tiempo, que vivimos este proceso del Tratado de Libre Comercio; cuando le apostábamos a entrar con los empresarios y con el sector obrero, que lo invitábamos a que se insertara al mundo global que estábamos viviendo hace 20 años, y que empezamos aquí Julio, Alfredo, René, mucha gente, el mismo Manuel Cavazos, Patricio; tuvieron inquietudes de qué podía pasar con el Tratado de Libre Comercio en nuestro país.

Fue un debate serio, fue un debate donde hoy quiero hacer un reconocimiento a muchos empresarios que creyeron en eso; empresarios que tuvieron una enorme participación y funcionarios públicos, hoy aquí presentes, que tuvieron una enorme participación para poder visualizar que o México le entraba a un nuevo mercado, del tamaño de los Estados Unidos y de Canadá, para hacer este Tratado de Libre Comercio, o quizá nos quedaríamos profundamente rezagados.

Por eso, saludo y aplaudo a la senadora Guerra, este esfuerzo de concretar un Foro, este Foro que tendrá sin duda alguna resultados importantes donde el Senado de la República, como uno de los instrumentos que tiene en su mandato es coadyuvar con la política de relaciones exteriores del titular del Ejecutivo.

Te felicito, Marcela, por esto. Y felicito a todos los participantes; tengo el privilegio de conocerlos personalmente, sé de su valía, de su capacidad, de su inteligencia y de lo que le están apostando a México en estos momentos.

¿Qué pasa en estos momentos en el Senado de la República?

Hemos tenido dos años de enormes retos, de enormes compromisos; yo diría, quizá, la Legislatura en los últimos 50 u 80 años de nuestro país, donde nos comprometimos todas las fuerzas para hacer los cambios que México está exigiendo para no quedarnos rezagados de la globalización.

No cabe duda, y lo digo de verdad, no ha sido fácil lo que hemos hecho en esta LXII Legislatura. No cabe duda que mis compañeras senadoras, de todos los partidos, y mis compañeros senadores de todos los partidos; hemos antepuesto los intereses de este país sobre cualquier interés personal.

Han sido días complejos, difíciles, pero hemos podido sacar 11 reformas constitucionales, aparte de muchísimas reformas de ley, que están y van a hacer cambiar sin duda alguna, a nuestro país en el mediano plazo.

Aquí, ustedes juegan un papel importante; aquí tienen en el Senado de la República, una voz y una presencia todos los días. Esta es la casa del pueblo de México, esa la casa donde tenemos la obligación los senadores y las senadoras de escuchar todas las voces; de no inclinarnos a nadie, sino escuchar, tomar decisiones y traducir eso en iniciativas, que después se convierten en minutas que van a Cámara de Diputados; y después se traducen en leyes.

México vive momentos complejos, difíciles, pero así nos ha pasado durante mucho tiempo, y México es mucho más fuerte que sus problemas. Por eso el día de hoy que nos inviten a estar en este evento importantísimo, en este Foro donde van a ver la perspectiva del Tratado de Libre Comercio, qué pasó hace 20 años con muchos de los que están aquí sentados, que participaron directamente.

Aquí está Alfredo Phillips, que era el embajador de Canadá; está Julio Millán, que era un empresario que creía y jugaba con vamos a apostarle a este tratado.

Cuando se empezó a hablar de esto nadie creía que México iba a entrarle a la competitividad que exigía el Tratado de Libre Comercio. Hoy esta palabra tan simple que se puede pronunciar en menos de dos segundos, competitividad, es lo que requiere este país.

Hoy hay noticias tristes en el país que nos avergüenzan, nos lastiman como mexicanos, hay noticias que nos alientan, como que en la industria automotriz hemos dado un paso fundamental para ser eficientes y demostrarle al mundo que México tiene esa capacidad; que México tiene empresarios que se la juegan con el país; que México tiene una clase trabajadora que se esmera en la capacitación, que se esmera en el diálogo y que tiene ganas de participar en esta nueva inserción en el mundo global.

Por eso, que la Comisión de Relaciones Exteriores, América del Norte organice este Foro, para mí es mucho muy importante. Hoy tenemos un evento cívico en Xicoténcatl, en el antiguo Senado, el senador Preciado y un servidor.

Pero yo no quería dejar de decirles que de verdad, ayer en la noche que veía el programa, quiénes van a conducir por parte de mis compañeros senadores, aquí hay un economista espléndido, que es el senador Cavazos, que es un profesor en economía, un hombre que vivió también el Tratado de Libre Comercio con un estado importantísimo, como el estado de Chihuahua, el de Tamaulipas era fundamental. Está el senador Orihuela, de una Comisión de Desarrollo Económico, que es fundamental para también ir sumando a estas comisiones su participación.

Sé que estarán senadoras y senadores de diversos partidos, sé que de aquí podemos sacar conclusiones mucho muy importantes y reiterarles: nosotros estamos aquí para servirles, nosotros estamos aquí para abrir puertas.

Somos el Legislativo y tenemos una relación respetuosa y cordial con el Ejecutivo, pero sabemos el valor intrínseco del Senado de la República. Sabemos qué representamos en este momento; sabemos que lo que hemos hecho lo hemos hecho por convencimiento, por convicción, por el profundo amor que le tenemos a México.

Nadie puede estar contento de cómo está el país en estos momentos. Todos queremos mucho más trabajo, todos queremos mucho más seguridad, todos queremos vivir en paz y ese es el mensaje que les traigo.

Eso lo van a encontrar hoy, mañana y siempre en el Senado de la República. Bienvenidos y mucho éxito en este gran Foro que inicia hoy.

Muchas gracias.

PRESENTADOR: Hace uso de la palabra el senador Jorge Luis preciado, coordinador del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional.

SENADOR JORGE LUIS PRECIADO: Como dice el senador Emilio Gamboa, Presidente de la Junta, íbamos corriendo a Xicoténcatl; pero la verdad no queríamos despedirnos sin dar un breve mensaje y a la vez, agradecer a la senadora Marcela Guerra, quien es una de las senadoras más entusiastas en estos temas.

La conozco hace 11 años, fuimos diputados federales por allá por, ya no quisiera decir el año, pero allá por el 2003. Y la verdad hemos construido una gran amistad a lo largo de estos años y me da muchísimo gusto volver a coincidir con ella aquí en el Senado de la República, y poder ser parte de todos los trabajos que está desarrollando su Comisión y, por supuesto, los Foros en los que ella ha estado organizando, que nos van a permitir ver varias cosas.

La primera, hace un par de días cuando se nos invitó al Foro, yo hacía una reflexión interna sobre lo que está pasando en nuestro país hoy y cómo no se parece, pero es muy similar lo que pasaba hace 20 años. Hace 20 años había un gran debate sobre si debíamos entrar al Tratado de Libre Comercio con América del Norte, al TLCAN; y se veían pros y contras, y hubo una gran discusión, hubo un gran debate y por supuesto, en ese mismo año cuando iba a entrar en vigor una vez que lo habíamos signado, se desata un estado de inseguridad en el país de manera muy impresionante:

Inició con la revuelta en Chiapas; pasó por el lamentable asesinato del candidato presidencial, Luis Donaldo Colosio; se acerca más a finales de año el homicidio, que se acaba de conmemorar un año más, de Francisco Ruiz Massieu; y entramos a un país en el que por un lado buscábamos la ruta económica, es decir, buscar que el país creciera económicamente y, por el otro lado, aparecía el México bronco, el México inseguro, el México de los muertos.

Y entonces, en esa dualidad de país en el que vivimos, tuvimos que transitar. Por supuesto hace 20 años se decía que esta parte del Tratado de Libre Comercio, sí y sólo sí funcionaría si había las reformas suficientes a nivel estructural para que pudiéramos avanzar; y lamentablemente pasamos de un hiperpresidencialismo, donde desde la voz del Ejecutivo se podía hacer casi todo; a un hipopresidencialismo, donde las Cámaras se convirtieron en el dique que no podían sortear los Ejecutivos para sacar estas reformas.

A partir del ’97, en que ninguna Cámara tiene mayoría, ningún grupo parlamentario tiene mayoría en las Cámaras; obviamente pasamos a una parálisis legislativa que no permitía que aun teniendo un Tratado de Libre Comercio como el que firmamos con Estados Unidos y Canadá, pudiéramos avanzar al mismo ritmo.

Hoy, 20 años después estamos en un escenario similar. Desde la oposición nosotros tomamos la decisión de apoyar las reformas estructurales a través del Pacto por México, firmado con el presidente Enrique Peña Nieto, los líderes parlamentarios de todos los partidos y los partidos políticos de todos los signos, como fue el PRD, Acción Nacional y el PRI y el Partido Verde: Y decidimos lanzarnos a esta aventura de sacar los 95 puntos que establecía el pacto por México, incluyendo Reforma Energética, que es uno de los temas en los que nos quedamos rezagados después de Firmar el Tratado de Libre Comercio; incluyendo Reforma en Telecomunicaciones; incluyendo Reforma en Competencia Económica; incluyendo Reforma Financiera y por supuesto, la Reforma Educativa, por mencionar sólo algunas de ellas.

Todo esto con la intención de que los tratados que tenemos firmados, tengan un sustento fundamental en el cambio de política económica del país. Ahí nosotros decidimos no regatear ni un solo paso, ni un solo voto, ni una sola propuesta al Ejecutivo Federal para que esto pudiera avanzar.

Y estábamos contentos con ello, pero nuevamente, cuando vamos buscando el tema económico nos encontramos frente a una realidad lamentable para el país, como son los homicidios de gente inocente. El encontrar a 49 personas asesinadas en el estado de Guerrero, nos debe llevar a reflexionar qué es lo que realmente está pasando en nuestro país.

Buscar culpables, echarle la culpa de un gobierno a otro, de un partido a otro, no resuelve nada al final del día. Al final, quienes han sido asesinados no tienen nada que ver ni con partidos ni con colores; y realmente creo sinceramente, que nos debe llevar a reflexionar, ¿Qué está pasando con la valoración de la vida humana en nuestro país?

¿Qué está pasando con la valoración de uno de los pilares fundamentales, que es la libertad? ¿Qué está pasando con la valoración de uno de los signos que permite el crecimiento económico, que es la seguridad, la seguridad pública?

Podemos abrir las grandes reformas, festejar que tenemos un Tratado de Libre Comercio y que, ahora sí, con estas reformas, por supuesto va a haber mayor intercambio comercial y va a haber un mayor crecimiento económico; pero necesitamos darle la seguridad jurídica y la seguridad pública a quienes van a invertir y a quienes ya viven en nuestro país, y que se arriesga su capital todos los días para que este país pueda crecer y generar empleos.

Es una tarea pendiente y no es una sola tarea, y no es sólo tarea del Ejecutivo Federal: es una tarea de todos. Por eso yo festejo que se lleve a cabo este Foro, porque al final del día el intercambio de opiniones nos va a permitir mejorar nuestra legislación.

A veces, cuando estamos en las frías oficinas del Senado y tratando de componer el mundo desde acá, perdemos la visión de la realidad y cuando personas como ustedes nos visitan e intercambiamos puntos de vista, hacemos algo que hace la OCDE generalmente cuando se aprueba una nueva reforma.

Cuando se aprueba una nueva reforma la OCDE lo que hace es no evaluar al congreso por esa reforma, porque generalmente las evaluaciones del congreso son muy numéricas, que si cuántas vinieron a pasar lista, que si vinieron a votar, que si fueron a la reunión de comisiones y entonces los legisladores entramos a una dinámica de competir quién sube más veces a tribuna y a veces subimos hasta sin razón.

Quién presentó más iniciativas y presentamos iniciativas al por mayor; quién presentó más puntos de acuerdo, imagínense, el año pasado presentamos mil puntos de acuerdo, pero la verdadera medición que hace la OCDE es, a los dos años de aprobar una reforma, va a analizar si lo que se dijo que esa reforma iba a resolver, realmente lo resolvió.

Por ejemplo, ahorita estaríamos en condiciones de evaluar la reforma laboral a dos años de aprobarla y decidir si los empleos, el crecimiento, la generación de crecimiento que planteamos cuando se hizo la reforma laboral, realmente qué sucedió con ella.

Por eso es muy importante hacer este alto en el camino y medir si a 20 años, no dos, a 20 años de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio, en dónde estamos parados y sobre todo hacia dónde vamos.

Para muchos, déjenme decirles, a veces venir a los Foros no es muy cómodo, por decir lo menos, dicen que uno conoce a sus amigos en la cárcel, en los hospitales y en los Foros; por eso creo que la senadora Marcela tiene muchos amigos y esperemos que seamos amigos también, hablando de los Foros, por supuesto, senador.

Entonces, yo –amigos– no puedo hacer otra cosa más que decirles bienvenidos al Senado. Esperemos que sea una reunión muy fructífera, estamos a sus órdenes con toda la humildad para recibir cualquier opinión, cómo podemos mejorar la legislación, si lo que hemos hecho puede servir o no puede servir; no tenemos la verdad absoluta y generalmente y con mucha frecuencia, los legisladores podemos equivocarnos.

Entonces nos sirve que las personas que al final del día son los sujetos a los que las reformas que nosotros aprobamos impacta, pues nos lo digan, nos lo señalen y con todo gusto con la mejor disposición de mejorar.

Estamos a sus órdenes.

PRESENTADOR: Continuando con esta ceremonia de inauguración, señoras y señores, escuchemos las palabras que habrá de dirigirnos la senadora Marcela Guerra Castillo, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores, América del Norte.

SENADORA MARCELA GUERRA CASTILLO: Muy buenos días tengan todas y todos.

Siempre es un placer y un privilegio recibir a tantas personalidades del mundo de la economía, del mundo intelectual y por supuesto a mis compañeros senadores y senadoras.

Para México, la suscripción del Tratado de Libre Comercio marcó un hito tanto para su política económica, pero también para la política exterior.

Recordemos que en 1990, en un mundo cuyos ojos estaban centrados en Europa y también por los enormes cambios que sobrevenían a la caída del Muro de Berlín y la apertura de las economías del bloque socialista, México debió tomar una decisión arriesgada para garantizarse una posición privilegiada en el mapa de la economía internacional de la Postguerra Fría.

Fue así que, después de haberse negado en un principio el Gobierno Mexicano, buscó un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá; y fue una decisión muy arriesgada porque nunca en la historia de un país en vías de desarrollo, se enfrentaba a una negociación sobre desgravación arancelaria con dos economías desarrolladas: la de Canadá y una de ellas con Estados Unidos, una potencia mundial.

Y, como toda decisión arriesgada, el Tratado de Libre Comercio no ha estado exento de críticas y delimitaciones.

Hoy, con la compañía de reconocidos expertos en la materia, podremos repasar cada uno de los alcances y límites que ha tenido este tratado en sus primeras dos décadas de vigencia y, sin embargo, más allá de los matices que hoy discutiremos, creo que podemos coincidir en que el Tratado de Libre Comercio fue un paso en la dirección correcta.

Hago hincapié de un caso porque, si bien la inserción de México en la economía internacional inevitablemente pasaba por una integración comercial con su principal socio comercial; y en esto el Tratado de Libre Comercio debe ser un componente de toda una estrategia multidimensional, comercial, que permita a México aprovechar sus ventajas competitivas y traducirlas en el bienestar de la gente; en la calidad de vida de todos los mexicanos y mexicanas.

Por ello, celebro la realización de este Segundo Foro Nacional sobre Desarrollo Industrial, más allá de comentar los éxitos del Tratado de Libre Comercio, pero no sin antes reconocer –por supuesto– el entusiasmo, el acompañamiento del ingeniero Raúl Gutiérrez Muguerza, quien propuso a este Senado de la República, a su servidora como Presidenta, la realización de este Foro.

Y creo que es muy conveniente, no sólo por los 20 años de puesta en vigor o los 21 de que se firmó en San Antonio, según el Cónsul Hernández Jara, que además estuvo presente en todas esas vicisitudes; sino porque creo que estamos ahora en un momento decisivo en nuestra nación.

Yo celebro todo esto y la década pasada fue también complicada, hay que decirlo, para la industria nacional, porque el acenso de China tuvo efectos profundos en la planta industrial nacional y específicamente el sector exportador. Lo hemos platicado muchísimo el ingeniero y su servidora, y también los dueños de las plantas productivas que siempre vienen al Senado y, en ese entonces, yo era también diputada federal.

Y bueno, México como país y América del Norte como región, pudo reaccionar frente a esta enorme brecha de competitividad en costos de la nueva potencia asiática.

Hoy, sin embargo, estas ventajas de China se han empezado a erosionar lentamente; la industria manufacturera mexicana comienza a retomar un vigor, porque además los costos de los factores de producción, la categoría en la cual México tiene una posición muy competitiva, como China e India, lo que nos favorece muchísimo es la conectividad con el mercado más grande del mundo, el de Estados Unidos; y obviamente también Canadá, derivada de su vecindad geográfica con ellos.

A nivel nacional, los sectores públicos y privados, debemos de colaborar para construir una política industrial adecuada –y esto le va a encantar al ingeniero, y además yo estoy de acuerdo– para enfrentar los retos del siglo XXI. Y al exterior, necesitamos retomar la idea de América del Norte como una región sólida y muy concreta.

Es decir, las reglas claras hay que respetarlas, las del Tratado de Libre Comercio, por lo pronto, que ya tiene los 20 años. Se tienen que respetar esas reglas y creo que podemos avanzar en un buen entendimiento, de modo que podemos aprovechar el complemento, la complementariedad de las economías, la mexicana, la estadounidense y la canadiense, para ahora sí, como lo dijeron los líderes en Toluca, los presidentes de estos países, incluyendo el nuestro, Enrique Peña Nieto, convertirnos en la región más dinámica y competitiva del mundo.

Ello es particularmente urgente en el marco del protagonismo asiático en la economía internacional, porque los tres socios del Tratado de Libre Comercio actualmente formamos parte de los 12 países que están negociando el Acuerdo de Asociación Transpacífico, el TPP, tan famoso y que todo el mundo quiere saber cómo está esa negociación –aquí están algunos de los negociadores y de los del cuarto de al lado– y creo que esta iniciativa comercial muy ambiciosa en la historia, porque concretar esas negociaciones va a dotar a México de un nuevo instrumento de inserción global y, junto a este, estrechamos los vínculos norteamericanos –que también es otra prioridad– de modo que el TPP pueda servir, en efecto, como una actualización, dicen los americanos, un “NAFTA reloaded” así lo dicen, con ese argot y bueno, este mejoramiento, un TLCAN recargado.

Hoy por hoy, el Senado de la República nos complacemos de recibir este tipo de eventos fundamentales para el intercambio de posiciones entre la academia, la sociedad civil, la iniciativa privada, pero especialmente la planta productiva. La planta productiva que es muy importante, y el avance de los intereses nacionales a nivel global, son los dos retos complejos que debemos de enfrentar en conjunto todos. Y las ideas que hoy escucharemos en este foro, no tengo duda de que va a ser un insumo central para enfrentarlos.

Enhorabuena. Bienvenidos, todos y todas. Gracias.

PRESENTADOR: Muchas gracias a la señora senadora por sus palabras.

En seguida, amables amigas y amigos, hace uso de la palabra el señor ingeniero Raúl M. Gutiérrez Muguerza, presidente del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico.

INGENIERO RAÚL M. GUTIÉRREZ MUGUERZA: Buenos días.

El 22 de noviembre de 1993, el Senado de la República aprobó por 56 votos a favor y dos en contra, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

Con este acto político se selló uno de los capítulos más intensos en la historia de las negociaciones internacionales de nuestro país y se abrió una nueva etapa en nuestro proceso de desarrollo.

Hoy nos encontramos reunidos, en el Senado de la República, para conmemorar los primeros 20 años de vigencia de este Tratado, que desde su etapa de negociación significó mucho más que un simple acuerdo comercial.

No podía haber un lugar más propicio para reflexionar sobre los logros y retos del TLCAN a 20 años de vigencia que el Senado, porque es justo aquí donde se libraron las discusiones más intensas hace dos décadas y donde finalmente se ratificó el tratado comercial.

Agradezco y reconozco la sensibilidad política de mi paisana y amiga, Marcela Guerra, quien tuvo el acierto de realizar esta convocatoria junto con el Instituto para el Desarrollo Industrial y Crecimiento Económico.

A los senadores Emilio Gamboa y Jorge Luis Preciado, que nos acompañaron esta mañana, agradezco enormemente esta compañía. Su presencia ratifica el carácter plural de esta convocatoria e impone un tono de diversidad y tolerancia a la discusión que sostendremos a lo largo de esta jornada.

Señores miembros del presídium. Senadores. Compañeros panelistas. Amigos de la prensa.

Señoras y señores:

Muy buenos días a todos y gracias por estar aquí.

Decía el gran líder chino, Ben Chao Ping, que la única forma de evaluar con objetividad la eficacia de una política, es a partir del análisis de sus resultados en tres vertientes: Si era favorable o no para el crecimiento de las fuerzas productivas, si lo era para el fortalecimiento del Estado, y si aumentaba o no lo estándares de vida de los ciudadanos.

Difícilmente podríamos estar en desacuerdo con esta forma de evaluar la gestión pública. De ahí la importancia del Foro que hoy nos reúne aquí en el Senado, porque a la luz del balance que realizan los expertos convocados a esta discusión, podremos preguntarnos al final del día si el Senado volvería a ratificar en sus términos hoy, como hace 20 años, este importante Tratado que, más que un simple acuerdo comercial: se proyectó desde el inicio como la punta de lanza de un nuevo proyecto de modernización del país.

La pregunta no es ociosa ni busca mirar al pasado con nostalgia. La pregunta cobra sentido porque justo en esta Honorable representación Federal, se decidirá en su momento la pertinencia de ratificar o no el Acuerdo de Asociación Transpacífica, conocida como TPP, que para muchos significa nada más y nada menos que una actualización de facto del TLCAN.

De ahí la segunda razón por la cual esta convocatoria de la Comisión de Relaciones Exteriores de América del Norte, que preside la senadora Guerra, tiene la mayor importancia. Mirar hacia el futuro sin ignorar el pasado, es la mejor garantía de que tomaremos una decisión correcta.

Por eso la importancia de que esta mirada sea la más diversa y objetiva posible.

Sabemos que se han realizado otros foros con motivos de los 20 años del TLCAN, algunos de carácter oficial, con la participación principalmente de quienes en su momento encabezaron las negociaciones en los tres países.

En esta ocasión lo que busca el IDIC es ampliar la discusión e imprimir un sello de pluralidad, escuchando no sólo a los expertos sino a los empresarios del ramo industrial que han vivido los efectos de este proceso de apertura comercial.

Por eso agradezco enormemente la presencia de mi amigo Álvaro Fernández, Presidente de la Cámara de la Industria de la Transformación de Nuevo León, así como la asistencia de representantes de la CONCAMIN y CANACINTRA.

Su visión y experiencia, sin duda, ampliará nuestra comprensión en la materia y aportarán elementos para mejorar nuestra capacidad de negociación y hacer que este tipo de instrumentos contribuyan a generar sociedades más equitativas y prósperas. Esa debe ser la misión.

El incremento del comercio en la región y la atracción de la inversión extranjera y directa, son dos de los elementos positivos que sin duda ha traído como consecuencia el TLCAN.

Sin embargo, el análisis no quedaría completo si no somos capaces de entender que el incremento del comercio no es un fin en sí mismo, sino un medio para generar mayor prosperidad.

Eso es lo que a mi juicio debemos tener muy claro y creo que esa es una de las principales lecciones que podemos obtener de estos 20 años del TLCAN.

La inserción de México a la globalidad es un hecho histórico indiscutible. Los tratados comerciales que hoy tenemos con más de 40 países, son prueba de esta voluntad.

El tema no es discutir sobre la ruta tomada, sino más bien entender qué es lo que nos faltó y lo que deberíamos de hacer en el futuro si quisiéramos obtener mayor provecho de este tipo de instrumentos.

Hoy decimos que México exporta cerca de 400 mil millones de dólares al año, lo cual sin duda es una cifra asombrosa.

Pero cuando analizamos a detalle esta cifra y observamos que el contenido nacional de estas exportaciones no rebasa el 30 por ciento, o que 100 compañías fundamentalmente extranjeras exportan el 51 por ciento de las manufacturas, entonces entendemos por qué aunque nuestras exportaciones aumentan, la economía no avanza.

El tema no es sólo la cantidad, sino la calidad y esto es algo sobre la cual discutiremos esta mañana. Mucho de lo que se diga sobre el TLCAN dependerá de la óptica desde la cual se analiza; como mecanismo para ordenar e impulsar el comercio en la región y fomentar la inversión extranjera, sin duda ha sido todo un éxito.

Pero si nos remontamos a lo que fueron las discusiones sobre este tema hace dos décadas, veremos que lo que en realidad se debatía era la vialidad de todo un proyecto de modernización del país en su conjunto.

La tarea a la que estamos llamados hoy es a discutir con objetividad lo sucedido y estar dispuestos a escuchar opiniones diversas, abiertos a reconocer aciertos y errores, con humildad y pragmatismo, pero sobre todo, con disposición de aprender de lo recorrido y poder construir, a futuro, una ruta de mayor crecimiento, empleo y prosperidad para nuestro país.

Muchas gracias.

PRESENTADOR: Escuchemos en seguida la participación del licenciado Álvaro Fernández Garza, presidente de la Cámara de la Industria de Transformación del estado de Nuevo León.

LICENCIADO ÁLVARO FERNÁNDEZ GARZA: Buenos días a todos.

Yo también quisiera empezar agradeciendo a Raúl y a mi buena amiga Marcela, por permitirme estar aquí. Creo que es una distinción tremenda que le dan a la CAINTRA Nuevo León. Y va a ser muy importante hacer una recapitulación de aciertos y de las cosas que todavía faltan por hacer, pues son 20 años. Yo les puedo decir que el tiempo pasa muy rápido.

Yo también estaba, cuando se finalizaron los últimos acuerdos del Tratado de Libre Comercio y estaba festejando con el doctor Jaime Serra y el señor Herminio Blanco.

La diferencia fue que ellos llegaron al mismo restaurante que estaba, donde yo estaba con unos amigos tomándome unas copas y ellos llegaron allá a celebrar. Entonces puedo decir que yo estuve en la celebración, en Washington, del Tratado de Libre Comercio.

Una cosa que se me hace muy importante aclarar aquí ante en este edificio, es que ha habido una gran apertura de escucha. A mí me ha tocado estar ya en varios foros como representante de la industria del norte del país, y ha sido realmente… cuando yo entré a la Cámara, a la Presidencia de la Cámara, fue muy interesante cómo lo que yo buscaba era una mayor integración entre el Gobierno, la iniciativa privada y la sociedad.

Este recinto lo ha hecho así. Ustedes han escuchado a veces más, a veces menos, pero creo que es parte del tema y creo que nosotros hemos escuchado las inquietudes.

Y al final del camino creo que ha sido interesante tratar de llegar a una misma visión y creo que las cosas han salido adelante, con el tema de las reformas, que ese es otro tema que me gustaría tocar.

Yo también quisiera felicitar por este esfuerzo que se hace el día de hoy. Como que se ha hablado mucho de las reformas, de todas, particularmente de la Energética; y bueno, esa ya está aprobado, ahora sí: adelante. Lo que nos toca, nos toca a cada uno.

Creo que el Ejecutivo ahora tiene que hacer muchas cosas, y nosotros los empresarios tenemos que hacer muchas cosas. Pero bueno, la agenda del Senado no sólo es eso; hay muchísimas otras cosas qué observar y qué bueno que podamos seguir adelante con otros temas, como en este caso es qué va a seguir del TLC.

Nuevamente, muchas gracias Marcela, y gracias Raúl por la invitación. Creo que faltan todavía las presentaciones, entonces quería yo ser muy breve y continuar con la agenda.

Con permiso.

PRESENTADOR: Muchas gracias al señor licenciado Fernández Garza.

Y a continuación, tendremos la participación del licenciado Julio Millán Bojalil, presidente de Coraza, Corporación Azteca.

LICENCIADO JULIO MILLÁN BOJALIL: Antes que nada, quiero agradecer muchísimo tener oportunidad en este evento, en este recinto, con estas personalidades y bajo la dirección de Marcela Guerra, este asunto; y agradecer también a Raúl su invitación.

Quiero decirles que yo no estaba en el programa, así que si ustedes lo ven, yo no estoy en el programa. Muy generosamente alguien me puso en esta tribuna; de tal manera que la improvisación podría ser un efecto positivo, si es que no tuviera todo escrito.

Pero para mí, el hecho de estar aquí y poder comentar tres cosas, que ahora me vienen a la cabeza, es muy importante porque creo que no de los grandes eventos que creó una inflexión en nuestro país fue el Tratado de Libre Comercio. Era un proceso complicado.

Generalmente, nosotros del Tratado de Libre Comercio como una unión específicamente con Estados Unidos, que ha sido realmente el resultado final; pero esto es con Canadá, o sea, estamos hablando de que reconocimos que nuestro país geográficamente nos encontramos en Norteamérica y que teníamos que hacer este esfuerzo de vinculación, era obvio.

Sin embargo, este esfuerzo que teníamos era un esfuerzo tan importante que tenía que venir acompañando otras acciones; y estas acciones no vinieron, entonces tiene un equilibrio entre positivo y negativo; de tal manera que en muchas de las cosas hemos nosotros perdido nosotros las cadenas productivas y ha afectado mucho el esquema, obviamente, de algunas instituciones empresariales nuestras.

De tal manera que ahora decía hace un momento, que 20 años después estamos haciendo reformas; reformas que ya tendrían que haber estado, el mismo proyecto que se tiene ahora para tener una política industrial.

De tal manera que todo ese conjunto de situaciones, me hace reflexionar que en México nos movemos; pero no nos movemos tan rápido como deberíamos de movernos, y creo que ahora las reformas que hemos hecho lo que tenemos es prisa, mucha prisa de que el país camine y camine pronto; y en esta situación, este lugar, este recinto y estos actores son determinantes para ello.

La segunda opinión es que lo ha estado señalando todo el mundo, en este marco de incongruencias, a veces, que vivimos –lo dijo Emilio hace un momento–; tenemos muchos deseos de actuar y actuamos positivamente, pero todavía nos falta el Estado de Derecho.

El Tratado de Libre Comercio podría haber sido un gran detonador frente a un esquema, si hubiéramos tenido un Estado de Derecho que no nos diera inseguridad y no nos diera, sobre todo, el problema de incertidumbre. O sea, la impunidad en México sigue siendo un factor para los empresarios, sumamente importante para el desarrollo.

Y el tercer punto es impulsar el conocimiento, la innovación y el desarrollo en nuestros jóvenes, en nuestras academias, en nuestras universidades. Si no existe esta vinculación entre la actividad de vinculación, de innovación y de tecnología con los propios mecanismos productivos, vamos a encontrar que no vamos a estar en competitividad y en competencia frente a los grandes avances, especialmente del mundo asiático.

El mundo asiático es el nuevo detonador económico del mundo. Ese es otro tema.

Yo le decía hace un momento a la senadora Marcela Guerra que habría que considerar que la Cuenca del Pacífico, cuando hablamos de la Cuenca del Pacífico nos imaginamos el Pacífico como algo lejano, y la Cuenca del Pacífico es un fenómeno intercontinental. No existe cuenca si no existe Canadá, Estados Unidos, México, si no existimos esta parte del mundo; Chile, Perú, etcétera. O sea, esto es la Cuenca del Pacífico, de tal manera que no podemos desagregar el Pacífico y América y hablar de la Cuenca del Pacífico en este proceso. Es un contexto de interconexión y es intercontinental.

De tal manera que mi reflexión es que cualquier cosa que nosotros hagamos y desarrollamos la Cuenca del Pacífico, que es el área más dinámica del mundo, China será la economía más importante en tres años, realmente tenemos que tomarla en cuenta.

De tal manera que agradezco que me hayan dado la oportunidad de unas breves reflexiones, obviamente muy improvisadas, pero tener esta forma de estar aquí es un gran honor para mí.

Muchísimas gracias. Muy buenos días.

PRESENTADOR: Muchas gracias al licenciado Julio Alfonso Millán Bojalil por su participación en este acto de inauguración.

A continuación, toma la palabra el doctor Arturo Oropeza García, Coordinador Académico del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México.

DOCTOR ARTURO OROPEZA GARCÍA: Muy buenos días. Ayer a las ocho de la noche, en una mesa parecida, con 40 personas, todavía bajo el liderazgo de la senadora Guerra, platicábamos y ella ordenaba los últimos detalles de este foro y de todo este evento a lo largo del día.

Esto es simplemente para dibujar el profesionalismo, ¿no?, la idea, la estructura y todo el apoyo y bienvenida que ha dado para que realicemos este Segundo Foro en Materia de Desarrollo Industrial.

Mi agradecimiento, senadora, por todo este apoyo que nos ha dado.

Felicito también al Presidente del IDIC, el ingeniero Raúl Gutiérrez por ser éste el segundo foro que realiza el Instituto para el Desarrollo del Crecimiento Industrial y Crecimiento Económico. Apenas dos años de vida activa de esta nueva organización dentro del acontecer y de la realidad industrial, económica del país en un momento que, como todos hemos coincidido, reclama de la inteligencia, de la actividad de los sectores políticos, de los sectores privados y del académico, que es precisamente de lo que se trata el día de hoy.

Yo simplemente quisiera señalar, subrayar dos temas. El primero, la importancia de estar reunidos en esta mañana, aquí en el mejor foro, donde se puede tratar un tema internacional, que es el Senado, y, desde luego, en la mejor representación o Comisión, que es la de América del Norte.

Todos sabemos que el comercio, a lo largo de los últimos 20 años, ha sido el 60 por ciento aproximadamente del Producto Interno Bruto del país. También la mayoría sabemos que dentro de ese 60 por ciento, el 80 por ciento ha sido el comercio con los Estados Unidos de América del Norte. De ese tamaño es el tema del TLCAN.

A fuerza de nombrarlo y a fuerza del tiempo, parece que hemos trivializado la fuerza, el contenido y los efectos que representan para el país.

No cabe duda que este país ha vivido de dos temas económicos: uno ha sido el TLCAN, con los números que he comentado y el segundo ha sido el petróleo. Son los dos grandes pilares a lo largo de lo cual los últimos 20 años hemos luchado por el desarrollo, por el crecimiento, por los empleos, en contra de la desigualdad y de la pobreza.

El petróleo, como ya se dijo, durante 2013 y 2014 ya tuvo su reforma jurídica y hoy está ya en el campo de batalla, tratando de exponenciar toda la riqueza que pueda darle a este país.

Al contrario, el TLCAN que con mucho es un tema más relevante para la vida económica del país para sus habitantes, está todavía en espera de repensarlo, de tratarlo, de analizarlo y de relanzarlo en la medida en que también pueda generarle mayor desarrollo y crecimiento a México.

En ese sentido, me parece que lo que tratamos el día de hoy no es un tema de comercio internacional, no es un tema de un tratado de libre comercio, nos hemos equivocado en eso: es un tema de Estado y es un tema del más alto interés nacional.

Eso es lo que representa el TLCAN en números para la vida económica, social y política del país. Por ellos es que a lo largo de este día se tendrán 18 exponentes de 13 instituciones diferentes, de disciplinas científicas diferentes, en cuatro mesas de trabajo, en una exposición magistral, que será entre las mesas de trabajo y también con un libro que lleva dos años de analizarse y que se está proponiendo ya al Senado, donde se analiza, se hace una evaluación y se hacen propuestas muy interesantes ara precisamente repensar y relanzar al TLCAN de cara a las necesidades del México del siglo XXI.

También coincidimos en que estamos en una etapa de un desorden económico global profundo. Estamos lejos de encontrar todavía la racionabilidad de la economía del mundo y estamos también muy lejos de la sustentabilidad.

Las próximas décadas de esta primera mitad del siglo nos enfrentarán a la lucha por el desarrollo, por los empleos y por el crecimiento. Cada uno de los países que componen esta panguea global luchará por medio punto de PIB, por un punto de PIB, por 20 mil empleos, por 100 mil empleos, por medio millón de empleos y será una lucha muy fuerte,

Dentro de esta gran lucha, en este marco lleno de cambios retadores, traspasamos de una época, de una economía del Atlántico a una economía del Pacífico, de lo cual no hay ya la menor duda, creemos que la actuales estrategias tan importantes como el Tratado de Libre Comercio para América del Norte es de capital muy importante para el futuro del país.

Esperamos que a lo largo de este día y con las mesas de trabajo con los expositores que acuden a dar su punto de vista, contribuyamos a generar propuestas que puedan ser tomadas en cuenta y que se sumen a las que se han hecho ya por los otros sectores académicos, privados y políticos del país.

Gracias.

PRESENTADOR: Agradecemos al doctor Arturo Oropeza García su participación.

A continuación tiene el uso de la palabra la senadora Marcela Guerra Castillo, para que declare formalmente inaugurado este Foro.

SENADORA MARCELA GUERRA CASTILLO: Siendo las 10:15 horas, damos por inaugurado este Foro.

Muchas gracias a todos los que participaron con sus discursos.

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