PALABRAS DEL SENADOR RAÚL CERVANTES ANDRADE, PRESIDENTE DE LA MESA DIRECTIVA DEL SENADO DE LA REPÚBLICA, AL PARTICIPAR EN LA INAUGURACIÓN DEL EXPO-FORO 2014 DE LA CÁMARA NACIONAL DEL AUTOTRANSPORTE DE PASAJE Y TURISMO (CANAPAT)
Buenos días a todos y a todas, gracias a Canapat por esta invitación. Sé que la hacen en dos sentidos: en el primero, de su amigo Raúl Cervantes, me siento en casa; y el segundo lo que significa ser presidente del Senado de la República.
Permítanme hacerles varias reflexiones, cuando llegué le digo a su presidente: ¿qué te gustaría o de qué te gustaría que hablara? Me dijo: Siéntase en su casa, y así lo voy a hacer.
México necesita no sólo marcos jurídicos, cambios de rumbo o libres definiciones de instituciones y políticas públicas que generen bienestar. Tuvimos 12, 14 años en una discusión ardua sobre lo que significaba y necesitaba México para crecer.
Ustedes, esta industria, son la que me apoyó abiertamente, siempre lo dije, lo puse en mi página de internet, la primera vez que fui diputado y defendí legítima y constitucionalmente los intereses de una industria porque estoy convencido que un Parlamento es la representación de los intereses, la caja de resonancia y la democracia parlamentaria que lleva al final de cuentas una democracia constitucional y que en el camino de esa década lo que buscábamos era una democracia funcional.
¿Qué significa el autotransporte de pasaje y turismo inscrito en el desarrollo económico nacional, regional y entre ciudades? ¿Qué significa y cómo deben de colaborar para que México viva mejor y al desarrollo de los mexicanos se le dé un cumplimiento más eficaz? ¿Cuáles son los retos que tiene la industria y cuáles son los que ha seguido cumpliendo sin que nadie se los pidiera sino por la vocación de servir?
La mayoría de los mexicanos se mueven en autobús y necesariamente me entra en el análisis la emoción. Yo de esta industria empecé. Gracias a mi abuelo que fue transportista en la zona del sur, mi padre, conocido por la mayoría de ustedes, abogado de todos y yo con la inquietud de trabajar desde chico empecé a los 12 años en la Flecha Roja, México-Acapulco de boletero.
Tuve la oportunidad de entender el cambio de lo que significaba el transporte regulado al desregulado, tan es así, que mi tesis de licenciatura tenía que ver con permisos, concesiones y autorizaciones y su distingo conceptual, administrativo y constitucional.
En el camino profesional vi el reto de una transformación de una industria que entendió perfectamente lo que significaba ser regulado y fijada la tarifa a abierta competencia a un servicio abierto de calidad, a generar mejores inversiones y seguridad.
Eso que empezó en la inspiración y que ha dado como resultado una industria pujante de primer nivel del mundo, con precios competitivos, calidades inigualables, también tenemos que saberlo, que son por las características de nuestro país.
Pero esta industria no sólo se ha quedado ahí, no sólo se ha quedado pensando que transporta a través de camiones sino que la base específica del servicio es el usuario y el usuario tiene derecho a lo que yo le denomino el derecho humano de la movilidad.
¿Y por qué lo narro? Porque hoy estamos en una sociedad, en donde esta sociedad está evolucionando en los marcos jurídicos de las reformas constitucionales que hicimos el año pasado, todas se explican a través de nuevos principios y valores constitucionales que hay que extraer en el contenido articular constitucional y en sus transitorios, que casi están definiendo la política pública.
Por ejemplo: energético, es el financiamiento al desarrollo. Se da un mandato concreto por primera vez en la energía al crecimiento económico del país, a la transición y seguridad energética.
No había un mandato específico para qué significaba la luz, el gas y el petróleo. Tan es así que servía para cubrir el 40 por ciento del presupuesto pero al mismo tiempo podía servir para vender el petróleo caro en los momentos en que el precio estuviera alto, pero nunca se definió que era para la autosuficiencia energética y por lo tanto la competitividad y la democratización de la productividad del país.
Se mandató un tema de eficiencia en el uso de los recursos energéticos. Se puso un principio constitucional de que el interés público es el que rige la participación privada y se diseñaron tres tipos de contrato, y se creó como política energética que se reforzara la rectoría del Estado.
Si explicáramos las de telecomunicaciones diríamos que se creó el derecho humano al acceso a la información, el derecho humano al acceso a la banda ancha, el derecho humano a la universalidad de la conectividad. Y al mismo tiempo para garantizarlo, crear órganos autónomos constitucionales reguladores que generaran en ese sector competencia.
En el tema de educación, se generaron tres ejes en principios constitucionales: se manejó el tema de evaluación, profesionalización y calidad de la educación. Y un órgano constitucional autónomo que genera y revisa la evaluación.
Grosso modo es una descripción somera, pero muy puntual, de lo que si la Corte estuviera interpretando las reformas tendría que extraer esos principios.
En base a eso, en base a ese criterio como constitucionalista, convencido de que todo empieza y termina en la Constitución, el reto de esta industria es entender y darle cumplimiento a la movilidad. La movilidad es un derecho humano vinculado específicamente en la relación de la seguridad.
Y estos dos, son los que justifican, son lo que subyace a lo que va a pasar hoy en la Expo, porque lo que se está buscando es para qué nos servirían los mejores motores, para qué nos servirían los mejores autobuses, para qué nos sirve no contaminar si no está en el centro la persona.
Todas las políticas públicas desde 2011, después de la modificación constitucional, sólo se entienden en el cumplimiento de los derechos humanos y esta industria, primero, en un golpe de inspiración porque lo llevan por décadas y, segundo, en una eficacia y eficiencia en la dirección tanto de la Canapat como de las cabezas de los diferentes grupos y empresas que la manejan han puesto, ponen y seguirán poniendo al centro al ciudadano, al ser humano, al que se mueve en nuestro país.
Y el segundo elemento substancial por lo que se entiende esta industria es relacionar las economías de la diferentes regiones de nuestro país, son los vasos comunicantes en donde se siente sensible si el crecimiento de la economía va adecuado, si la política pública se está generando en el sentido correcto.
Sigan adelante, me emociona estar aquí y se los agradece su amigo Raúl Cervantes.
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