Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

A nombre de la bancada del Partido Acción Nacional (PAN), la senadora Luisa María Calderón Hinojosa denunció la crítica situación de derechos humanos que vive Venezuela y los constantes ataques de la administración de Nicolás Maduro a las instituciones democráticas venezolanas.

Al exponer el posicionamiento de los senadores panistas con relación a la situación política en Venezuela, Calderón Hinojosa dijo que los países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) deben cumplir con su obligación de respetar los derechos humanos y demás acuerdos tomados en este organismo internacional.

Por tanto, indicó, no pueden alegar “injerencia” en sus asuntos internos cuando otros países señalan violaciones a las garantías individuales de sus ciudadanos y ataques a las instituciones democráticas.

“Estamos convencidos que velar por los derechos humanos de los ciudadanos latinoamericanos no es intervencionismo; es un tema importante que ocupa un lugar prioritario de la agenda global y no se llama intromisión, se llama cumplimiento de obligaciones”, apunto.

Afirmó que en Venezuela no existe separación de poderes y lamentó la violencia y la hostilidad que han caracterizado al gobierno chavista en contra de la Asamblea Nacional de Venezuela, un órgano, dijo, democráticamente electo, cuyas leyes o resoluciones han sido desconocidas por el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo.

Criticó que no existe la libertad de expresión en ese país sudamericano, ya que el gobierno de Nicolás Maduro ha sido intolerante con las manifestaciones de los ciudadanos que están en contra de su administración, acusándolos de “traición a la patria”.

Además, lamentó la inestabilidad económica por la que atraviesa aquella nación, ya que, indicó, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, la inflación superó el 500 por ciento en 2016.

La escasez de productos de primera necesidad, como harina, papel higiénico, azúcar, leche, queso, carne de pollo y de res, así como de medicamentos básicos, entre otros, atenta contra el bienestar del pueblo de Venezuela, apuntó.

En la tribuna del Senado, Calderón Hinojosa hizo un recuento de los ataques a la libertad de expresión, la violación a los derechos humanos y el encarcelamiento de diversos actores políticos opositores

“Nuestra tarea aún no termina, buscaremos que México siga teniendo un papel proactivo a nivel global, para generar medidas de presión y que el gobierno venezolano cese sus hostilidades contra el orden democrático”, aseguró.

 

---000---

6 de abril de 2017

* Versión de la intervención en tribuna de la senadora Luisa María Calderón Hinojosa, para emitir el posicionamiento del Grupo Parlamentario del PAN sobre la situación política en Venezuela

Gracias, Presidente.

Todos, quienes pertenecemos a la comunidad internacional de América Latina y caribeña estamos siempre muy atentos a lo que pasa con los países vecinos y que además son nuestros países hermanos.

Y en este sentido yo quería decir que los derechos humanos no son un asunto reservado a la jurisdicción de cada Estado. Los Estados nacionales están sometidos, especialmente Venezuela y muchos de los países a los que pertenece América Latina y el Caribe estamos aceptando las condiciones de la OEA porque pertenecemos a la Organización de Estados Americanos y como tales, no podemos hablar de intromisión, sino de obligaciones que los Estados parte tienen que cumplir para con los derechos humanos.

En Venezuela no hay estabilidad económica; la inflación superó en 2016 el 500 por ciento, según cálculos del Fondo Monetario Internacional, debido a que el modelo económico, yo diría político, ha resultado una verdadera receta para el desastre: hay pocos productos a la venta y muchos billetes para comprarlos.

Según información de Datos, empresa que mide las necesidades del consumidor, 93 por ciento de la población venezolana afirma que puede comprar la mitad o menos de las cosas que necesita.

En el hermano país sudamericano escasea la harina, el papel higiénico, el azúcar, la leche, la carne de pollo y de res, así como el queso; es decir, los venezolanos no cuentan con los productos de la canasta básica elementales para que una familia se alimente de forma correcta.

La escases de medicamentos atenta contra el bienestar del pueblo de Venezuela.

Según la Federación Farmacéutica Venezolana, el desabastecimiento de medicamentos es de un 85 por ciento, lo que genera una verdadera crisis humanitaria.

En la mayoría de las farmacias de Caracas no se pueden encontrar antibióticos, hipertensivos, anticonvulsivos, anticouagulantes, analgésicos, entre otros medicamentos utilizados en el tratamiento de enfermedades como el cáncer, la diabetes y el VIH.

En Venezuela no hay libertad de expresión. El gobierno de Nicolás Maduro es intolerante con las manifestaciones de los ciudadanos que están en contra de sus administración.

Se llama “traición a la patria” manifestarse en contra de algo.

¿Qué pasaría en México si esta condición se cumpliera?

Apenas el martes, elementos de policía y la Guardia Nacional lanzaron gases lacrimógenos, dispararon y lanzaron balas de goma para reprimir protestas que se dieron en todo el país.

Los ciudadanos, al defenderse, fueron tildados de agresivos, violentos y provocadores, lo cual representa una violación adicional a los derechos civiles y políticos de la población, a la vez que atentan contra el derecho a la vida y la integridad física de los venezolanos.

Las imágenes hablan por sí solas. Elementos policiales al servicio del chavismo arrastrando del cabello a una periodista y golpeando a jóvenes que se manifestaban afuera del Tribunal Supremo de Justicia que no intentaban entrar al recinto ni arrojaban cosas hacia su interior, sólo protestaban contra la complicidad del Poder Judicial.

La represión ha alcanzado incluso a los diputados de oposición, como Juan Riquezes, líder estudiantil cuya lesión en la cabeza provocó que recibiera 56 puntos de sutura. Por su parte, el diputado Carlos Paparoni fue golpeado a las afueras del Tribunal Supremo de Justicia mientras se manifestaba contra las decisiones de dicho órgano.

Se vale disentir, estamos en una democracia, estamos buscando que haya participación y que haya diálogo.

Ése es el régimen de Nicolás Maduro, de cuerpo completo: intolerante y represor que ni ve ni oye las necesidades de su pueblo.

Yo quería decir que el presidente Maduro en 2009 pidió que se aplicara la Carta Democrática para el caso de Honduras, y además pidió que se aceleraran o que se incrementaran las acciones de presión.

Y también traigo a la memoria un hecho reciente: el pasado domingo 2 de abril hubo en Ecuador elecciones y el gobierno de Correa y sus correligionarios están acudiendo a la declaración de la OEA de que fueron unas elecciones válidas y democráticas.

A este gobierno o a estos amigos rojos, que les llaman, les gusta la decisión de la OEA cuando les favorece y no les gusta cuando no.

Estamos viviendo en Venezuela realmente una situación crítica en la que lo que importa es la vida, la seguridad, la libertad de las y los venezolanos; y más allá de eso hay una situación y una actitud de intolerancia de Maduro y de su grupo.

En Venezuela no hay separación de poderes. La violencia y la hostilidad también han caracterizado la actitud del gobierno chavista contra la Asamblea Nacional, un órgano democráticamente electo, cuyas leyes o resoluciones son desconocidas desde el inicio de su gestión en enero de 2016, por el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo.

¿En qué país del mundo verdaderamente democrático, el Parlamento no puede reformar o aprobar leyes, o cambiar periódicamente a sus gobiernos llamando a procesos electorales ciudadanos?

La resolución del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela que dejó sin facultades a la Asamblea Nacional, representa una prueba más de la dictadura que viven en Venezuela y que el titular del Poder Ejecutivo le ordene al Poder Judicial corregir su sentencia por la presión internacional que ésta generó, nos parece más grave aún.

La hostilidad del Parlamento es tal que, en octubre del año pasado, simpatizantes del chavismo entraron al recinto legislativo sin ningún impedimento de los elementos de la policía, para atacar a los diputados de oposición y a periodistas internacionales.

En Venezuela no hay elecciones, la democracia implica que se llame periódicamente a los ciudadanos a elegir a sus gobernantes y acá no ha habido.

Actualmente, la dictadura chavista le ha negado a los venezolanos desde el año pasado, el derecho a acudir a las urnas para elegir gobernadores.

La autoridad electoral bloqueó por todos los medios, la realización de un refrendo revocatorio presidencial, que es un mecanismo constitucional para que los ciudadanos evalúen la gestión del Presidente Nicolás Maduro. Por cierto, se ha negado muy cuidadosamente a rendir cuentas ya a ser transparente en su gobierno.

Por si fuera poco, mediante un mecanismo de refrendo el gobierno ha buscado desaparecer a los partidos de oposición, especialmente a las fuerzas políticas de la mesa unidad democrática, quitándoles su registro.

En Venezuela sí hay presos políticos. Según el Foro Penal Venezolano hay 117 presos políticos en el país sudamericano, entre los que destacan perfiles de la oposición como Leopoldo López, del Partido Voluntad Popular, que fue sentenciado a 14 años de prisión por haber convocado a una protesta en la grupos paramilitares chivistas causaron la muerte a varias personas.

También podemos mencionar a Roberto Enriquez, presidente del partido de la oposición, Comité de Organización Política Electoral Independiente.

Otro ejemplo es el diputado Gilbert Caro, detenido en violación a su inmunidad parlamentaria y que está preso en una cárcel militar, caso que ha anunciado la organización no gubernamental Amnistía Internacional, o como Stacy Escalona Mendoza, militante del Partido Voluntad Popular, quien reside en Suiza y que ingresó a Venezuela en diciembre pasado, que fue detenida por órdenes de un Tribunal Militar, que la acusan de delitos que podrían costarle la pena de entre 15 y 20 años de prisión.

Es innegable que el gobierno de Venezuela no quiere dialogar. En ese sentido, hemos seguido con mucho interés el debate en el seno de la Organización de los Estados Americanos, y consideramos que el doctor Luis Almagro, secretario general de la OEA ha dado en cada sesión en que se discute el  tema de Venezuela, una gran lucha en favor de la democracia en la región.

Reconocemos también la actuación del representante de México ante la Organización de Estados Americanos, Luis Alfonso de Alba Góngora. Pero lamentamos que la actitud hostil del representante de Venezuela, incluso de la canciller venezolana que han descalificado al gobierno mexicano y a sus representantes.

Rechazamos las declaraciones contra nuestro país, porque como siempre hemos sostenido, no somos omisos a los retos en materia de derechos humanos que tenemos en México, pero estamos abiertos al escrutinio internacional y no lo negamos.

Estamos convencidos que velar por los derechos humanos de los ciudadanos latinoamericanos no es intervencionismo, es un importante tema que ocupa un lugar prioritario de la agenda global y no se llama intromisión, se llama cumplimiento de obligaciones.

Nuestra tarea aún no termina, buscaremos que México siga teniendo un papel más proactivo a nivel global para generar medidas de presión y que el gobierno venezolano cese sus hostilidades contra el orden democrático.

Gracias.

 

---000---