Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

* Versión de la conferencia de prensa concedida por el senador Roberto Gil Zuarth y el diputado Santiago Taboada Cortina, para dar a conocer la iniciativa de Ley "Yovotox15"

SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH (RGZ): Gracias por atender esta comparecencia. Nos acompaña hoy en el Senado de la República el diputado federal Santiago Taboada Cortina, integrante del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional, electo por la Ciudad de México y también diputado por la Asamblea Constituyente, que acaba de concluir sus trabajos.

El motivo de nuestra comparecencia ante ustedes es anunciarles que hemos registrado ante el Senado de la República una iniciativa para reformar la Constitución, a efecto de modificar la edad para votar y ser votado.

Esto lo hacemos básicamente por dos razones: en primer lugar, en la Asamblea Constituyente sostuvimos que el lugar en el que tenía que darse ese debate, el espacio de la política que debía de abordar esta discusión debía ser el Congreso de la Unión en el ámbito de una reforma constitucional por el poder revisor de la Constitución. Esa fue nuestra posición en el debate de la Asamblea Constituyente.

En aquellos debates, decíamos que reducir la edad en la Constitución de la Ciudad de México era contraria a la Constitución, porque el estatuto de la ciudadanía está definido en la Constitución General de la República y, precisamente, por eso nos comprometimos a traer esta discusión al Congreso de la Unión.

En segundo lugar, la segunda razón por la cual estamos proponiendo esta iniciativa es porque estamos convencidos de que hoy los jóvenes tienen capacidades y competencias suficientes para poder no solamente participar activamente en política, sino también para decidir el destino de la política.

Tenemos que hacernos cargo de que los hemos dejado al margen de la política y de la democracia.

Son jóvenes, personas, que creen que son hijos de la transición democrática y que creen en la democracia.

Muchos de ellos declaran en las encuestas inquietudes e inclinaciones por la política, pero al mismo tiempo declaran, se sienten, que no tienen espacios de participación y de incidencia efectiva en la vida pública del país. Se sienten aislados.   

Y la decisión que tenemos que tomar como sociedad es en dónde queremos que nuestros jóvenes inculquen, formen, forjen hábitos cívicos, valores ciudadanos, se formen en la participación y, por supuesto, se integren en plenitud a la comunidad política.

Las demandas, las necesidades de los jóvenes no van a ser prioridad de la agenda pública mientras no tengan la capacidad efectiva de incidir en la política y en las instituciones democráticas.

México es el primer lugar en embarazos entre adolescentes de los 35 países de la OCDE; dos de cada 10 no estudia, no trabaja, no recibe ningún tipo de instrucción o capacitación para el trabajo; uno de cada 5 no tiene ingresos suficientes para poder acceder a una canasta básica alimentaria.

En muchos lugares del país, la única oportunidad que tienen en la vida es un arma y la tentación de formar parte de las organizaciones criminales.

Y para resolver esas necesidades, para atender las expectativas de los jóvenes tienen que ser parte ellos de la solución y, por supuesto, ser parte de la política y de las instituciones.

En la Asamblea Constituyente se propuso reducir la edad a los 16 años, en consonancia con lo que está pasando en otros países. En efecto en Alemania, Escocia, Austria, Cuba, Ecuador, Brasil se ha reducido a 16 años la edad para votar.

Nosotros, sin embargo, creemos que en nuestro orden constitucional hay otro parámetro que nos obliga a definir la edad para votar y ser votado a los 15 años.

El artículo 123 de la Constitución establece que la edad para contraer relaciones laborales, la edad para tener aptitud para trabajar, recibir un salario y pagar impuestos es de 15 años.

Es decir, un joven de 15 años en nuestro país puede trabajar, recibe un salario, le descuentan el impuesto, pero no puede decidir a dónde se va el dinero que aporta con su esfuerzo.

No puede decidir por sus gobernantes. No puede decidir por los diputados que son quienes aplican esos recursos. No pueden exigir políticas públicas que mejoren sus condiciones laborales.

Hoy los jóvenes que trabajan de 15, 17 años, no solamente les pagan mal, sino también no reciben prestaciones.

Nosotros creemos que, en razón de este parámetro constitucional del artículo 123, la edad para los derechos políticos debe ser los 15 años.

Y también recordamos en la discusión que está plasmada en la iniciativa, que en 1969 cuando a través de una reforma constitucional bajamos la edad de 21 a 18 años, las condiciones y capacidades socioeconómicas, sociodemográficas, son las mismas que hoy tienen los muchachos de 15 años. Es decir, en 1969 los muchachos tenían menor escolaridad, menor esperanza de vida, menor acceso a información y a tecnologías, hoy los jóvenes de 15 años tienen más escolaridad, mayor acceso a tecnología, viven en zonas urbanas, tienen mucho más interacciones a propósito de las cosas públicas y pueden formar un juicio en libertad.

Estos cambios demográficos nos obligan a ajustar, como lo hicimos en 1969, la edad para votar. Hoy los mayores de 15 años tienen más capacidades, insisto, que los ciudadanos de 18 años en 1970.

El 95 por ciento de nuestros muchachos saben leer y escribir, y el 90 por ciento tiene grado escolar superior a la primaria; el 78 por ciento vive en ciudades  y el 80 por ciento se conecta habitualmente a internet, son ciudadanos con capacidades y competencias suficientes para formar un juicio electoral, un juicio sobre las necesidades de gobierno y sobre la construcción de políticas públicas, esa es la razón por la que hemos decidido el diputado Taboada y su servidor, presentar esta iniciativa y abrir la discusión sobre el futuro de nuestros jóvenes.

En Inglaterra los padres y los abuelos de los jóvenes los sacaron de la Unión Europea; en Colombia, los padres de esos muchachos los dejaron atrapados en una guerra absolutamente absurda que se ha vivido en los últimos 30 años en Colombia; en Estados Unidos los padres y los abuelos condenaron a otra generación a sufrir el efecto del racismo y de la xenofobia que representa y personifica Donald Trump.

Los jóvenes deben moldear y construir su futuro y para eso requieren su voto. No tenemos derecho las generaciones mayores a decidir el futuro que sí van a vivir ellos y que nosotros no alcanzaremos a ver.

Le doy la palabra al diputado Santiago Taboada.

DIPUTADO SANTIAGO TABOADA CORTINA (STC): Gracias, agradecerle al senador Gil. Esta propuesta la hacemos porque somos congruentes. Queremos mandarle un mensaje a más de 6 millones de jóvenes que están en estos parámetros de edad, porque la razón fundamental es la participación activa que hoy tienen no solamente como decía el senador Gil: en un marco económico y laboral, sino también en la incidencia que tienen y la participación, muchos a través de algunas organizaciones, algunos otros de estas redes sociales que cada vez tienen mucho mayor potencia, pero no les hemos dado la oportunidad de involucrarse activamente en la vida institucional de este país.

Y me parece que es un mensaje precisamente para no condenar a estos más de 6 millones de jóvenes a que alguien más decida sobre su futuro, nos parece prudente y nos parece necesario que en este momento, en las condiciones que se encuentra el país, en donde muchos de estos jóvenes participan activamente en las protestas de los últimos años, puedan tener la posibilidad y tomar la decisión de a quién le van a dar  su voto, de quién los va a gobernar durante los próximos años que dicho sea de paso, muchos de estos jóvenes se verán condenados en que esta decisión que no pase por ellos formará parte de su futuro los próximos seis años en un gobierno a la Presidencia de la República, en una jefatura de gobierno, en una alcaldía, en este nuevo modelo.

Y precisamente lo hacemos en congruencia, porque la discusión la dijimos desde un principio, se tenía que dar en el Congreso de la Unión, no queríamos hacer solamente una discusión popular, sino queríamos hacer una discusión seria, de fondo, en donde realmente en el Congreso de la Unión, en mi caso como integrante de la Comisión de Puntos Constitucionales, en el caso también del senador Gil, la podamos llevar y podamos ampliar, insisto, estos derechos a quienes hoy participan activamente en nuestra vida económica y quienes hoy de una u otra manera inciden de manera temprana en la vida política de este país, queremos incorporarlos, queremos que tomen decisiones y queremos que no lo hagan al margen y que no lo hagan fuera del cause institucional que queremos dar con esta iniciativa.

Muchas gracias.

PREGUNTA (P): Buenas tardes, senador; buenas tardes, diputado. Decían que ya han analizado todo este escenario, quiero preguntarle, senador Gil, usted que estuvo en la Constituyente, ¿cuáles fueron los argumentos de la oposición para no dar pie a esta reforma para que los jóvenes de la ciudad votaran a partir de los 16 años, qué fue lo que lo atoró? Y también decían que ya han revisado el parámetro de la población y en este parámetro tenemos siete millones de jóvenes desde 15 años que ni estudian ni trabajan, entonces ¿qué se busca con esta reforma, acaparar votos o qué?

RGZ: La discusión en el Constituyente sobre reducir la edad únicamente en la Ciudad de México se dio en el marco de las restricciones constitucionales, básicamente dos: que la condición de ciudadanía está definida en el artículo 34 de la Constitución; y por el otro lado, que sólo el Congreso de la Unión tiene facultades para legislar en materia de ciudadanía.

Era absolutamente claro que desde el punto de vista constitucional las entidades federativas no tienen facultad para modificar la edad para votar, ni para abajo ni para arriba. Decíamos en el argumento político del debate que de nada servía bajar la edad a 16 años en la Ciudad de México porque cuando ese joven se fuese a inscribir al INE no le iban a dar la credencial de elector, entre otras cosas porque el INE está sometido a la Ley de Ciudadanía, que establece quiénes son los ciudadanos y establece quiénes integran el Registro Nacional de Ciudadanos y en consecuencia simplemente iba a ser una burla para ellos.

Que estábamos engañando a los jóvenes, incluso. Que el lugar en el que tenía que decidirse sobre ajustar la edad para votar en las nuevas condiciones demográficas del país era justamente en el Congreso dela Unión a partir de una reforma al artículo 34 de la Constitución y es lo que estamos haciendo.

Ahora, el parámetro de los 15 años, insisto, lo tomamos del artículo 123. El 123 establece que a los 15 años una persona alcanza la aptitud para poder trabajar lícitamente y tener un horario laboral y derechos laborales. Ese parámetro implica que a partir de los 15 años uno puede recibir un salario, ese salario implica el pago de impuestos, pero que era absolutamente contradictorio, inconsistente con que ese ciudadano que paga impuestos, esa persona que trabaja y paga impuestos no puede incidir sobre el destino de esos impuestos que paga.

Y estamos también recogiendo experiencias internacionales, ya citaba algunos de los ejemplos, donde hubo una reducción importante en la edad, de hecho, algunos estudios que recogemos en la exposición de motivos revelan, por ejemplo, que en Austria los que más participaron fueron los jóvenes de 16 años, y que participaron cuidando valores democráticos frente a la amenaza racista, xenófoba de una opción de extrema derecha, los jóvenes se movilizaron y evitaron el triunfo de un partido radical, fueron los que más participaron, los que más se movilizaron y lograron que su democracia pudiera mantenerse viva.

El hecho de que jóvenes no estudien ni trabajen no significa que sean incompetentes, que no sean capaces de formar un juicio, que no sean capaces de informarse, que no sean capaces de debatir y deliberar con otros sobre qué quieren hoy y qué quieren para mañana; y precisamente porque hay jóvenes, dos de cada 10 que no estudian ni trabajan, es precisamente por eso, para atender su problemática que necesitan tener un instrumento de poder.

¿Cuándo vamos a preocuparnos por los trabajos y las clases educativas, los espacios educativos para esos jóvenes?  Cuando tengan la posibilidad de premiar o castigar a los gobiernos que generen políticas públicas y les abran oportunidades. Mientras esos jóvenes no tengan ese poder, simplemente serán parte del discurso o adorno en los mítines, pero no serán agenda específica, prioritaria de política pública en nuestro país.

Lo que queremos es no dejarlos en el margen de la política y de la democracia, sino que se inserten plenamente como ciudadanos para efectos de los derechos políticos y puedan incidir en su futuro.

STC: Yo nada más para complementar, el tema que dicen que qué queremos o qué pretendemos con esto. Se habla de una compra de votos, ese no es el espíritu de un joven. Un joven tiene las posibilidades y tiene esa libertad para evitar que, a través de una despensa, a través de un programa pueda ser susceptible de que su voto sea, que incidan sobre su libertad, sobre su voto.

Me parece que el espíritu de los jóvenes en este país y en muchas otras partes del mundo, y están los ejemplos, es que realmente puedan decidir más allá de que si se les puede condicionar o no con un programa. Eso me parecería que no forma parte de la misma naturaleza de los jóvenes y de lo que han demostrado en la historia y en la construcción de la democracia de este país.

P: Muchas gracias, senador Gil, dos preguntas, una técnica y la otra es una duda. ¿Cómo le van a hacer aquí para que esta propuesta encarezca la democracia?, porque las prerrogativas también se proyectan con un padrón, entonces, cuando vamos a ampliar este padrón para que también los jóvenes de 15 años salgan a votar, parecería a bote pronto que puede ser un pretexto para dar más dinero a la democracia que de por sí ha sido cuestionada que sale muy cara en este país. Hay quienes dicen no, dependiendo los modelos, en fin, pero cómo hacerle para que esto no lo encarezca, porque evidentemente va a crecer el padrón y eso implica mayor financiamiento.

Y dos, una pregunta técnica que yo traigo desde hace días en el tema del Constituyente, aquí no pasó este tema de bajar el umbral de la edad para votar, pero sí pasaron otros donde van más allá de la norma fundamental, caso concreto, el tema de quitarle el fuero a los funcionarios locales. Me queda claro que por un lado empuja la ruta de revisar el tema del fuero a nivel federal, probablemente acotarlo, pero qué va a pasar si un funcionario de la Ciudad de México no tiene fuero pero después dice, en tanto no se corrija la norma fundamental, pues yo me voy a amparar, porque la Constitución federal me da esa inmunidad procesal, entonces aquí qué va a haber, va a acabar la Corte por inconstitucional, van a empujar desde aquí, ya hay por ahí algunas propuestas de quitar el fueron de acotarlo, cuál sería el destino. Muchas gracias.

RGZ: Sobre lo primero, también hemos planteado una fórmula de reducción importante del financiamiento público, es decir, quitar las prerrogativas ordinarias, dejar únicamente financiamiento reducido en tiempos de campaña y eliminar --como ya lo hemos explicado-- el doble sistema de financiamiento federal y local.

Pero, también es cierto que no podemos olvidar que tenemos que tomar una decisión, dónde queremos a los chavos, ¿los queremos en las protestas sin sentido, vacías?, ¿los queremos siendo utilizados como carne de cañón por algún movimiento político?

En Alemania se redujo la edad, precisamente, para desincentivar las afiliaciones a los partidos neonazis. A estas fórmulas de organización pandilleriles, porque empezaron a darse cuenta -lo mismo sucedió en Escocia- que cuando un joven no tiene un espacio en la comunidad, busca salidas por los márgenes, y en lugar de inculcarles valores, los estamos cada vez orillando a que se cultiven en los antivalores, en los antivalores de la intolerancia, en los valores de la no participación, en los antivalores del desprecio a la democracia.

Sí la democracia no resuelve mis problemas, lo primero que pasa es que la gente deja de creer en la democracia y, donde está el riesgo más latente en nuestro país de desapego social frente a la democracia, es en los jóvenes que no están siendo atendidos por el Estado y por sus instituciones. De eso se trata esta discusión, de incorporarlos a la vida política.

Creo que la solución del financiamiento está en otro lado, no en reducir la edad. Sí la lógica de la edad para votar es reducir el costo de las elecciones, por qué no subimos mejor la edad para votar a 35 o a 40 o a 50 y así nos sale más barato. Parece que son otras lógicas las que deben de inspirar este tipo de decisiones.

Con respecto a los del fuero, son materias diferentes. En el caso de la protección o de las inmunidades de los servidores públicos locales, sí hay libertad de configuración del Estado, en este caso de la Asamblea Constituyente, sí hay facultad porque es el Estado el que regula el estatuto de sus servidores públicos.

La Constitución general de la República regula el estatuto de ciertos funcionarios, los federales, los de órganos considerados autónomos, etcétera, los poderes; y también regula el estatuto de los servidores públicos locales cuando cometen delitos federales. Son dos cosas totalmente distintas.

Lo que hicimos en el fuero en la Asamblea Constituyente está en el marco de las competencias legislativas de la Ciudad de México, que no es el caso del estatuto de ciudadanía, quién es ciudadano de la República no lo decide un estado, lo decide la Constitución general. No hay ningún país en el mundo en el que haya un ciudadano en un estado y un ciudadano de 19 en el de a lado, ¿por qué? Porque la ciudadanía es la condición de pertenencia a una misma comunidad política y no admite diferenciaciones, porque un Estado podría tener hoy 16 y el de al lado 22, 23, 24, 25.

Y quiero hacer una aclaración bien importante, esto no implica reducir la edad para votar, que se redúzcala edad o las exigencias para otro tipo de conductas, por ejemplo, consumo, por ejemplo, entrar a los antros, por ejemplo, obligaciones específicas que están asociadas a la mayoría de edad, como, por ejemplo, casarse, etcétera. Claramente en nuestra redacción dice: que para efectos de ejercicio del derecho a votar y a ser votado conforme lo establezca la ley -según los cargos públicos de que se trata- se reduce la edad a 15 años, no implica alterar ninguna de las formas en la que los jóvenes interactúan con el comercio, con el Estado o con otro tipo de actividades.   

No significa que a partir de la en vigor de esta reforma, los chavos de 15 años van a poder entrar libremente a los antros, simplemente que van a poder ir cada 3 años a las urnas a expresar lo que sienten y, a decidir el futuro de su país y de su comunidad.

Muchas gracias.

 

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