Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

El senador Héctor Flores Ávalos presentó un punto de acuerdo para que, por conducto de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y en coordinación con la Secretaría de Salud, el Ejecutivo federal incluya en los planes de estudios de Educación Básica la materia nutricional del Buen Comer, con el propósito de combatir la obesidad infantil.

Al hacer uso de la tribuna, el senador por Durango dijo que el riesgo de padecer enfermedades no transmisibles, como la diabetes, depende de la edad de inicio y de la duración de la obesidad, por lo que es importante inculcar desde la niñez buenos hábitos alimenticios.

Recordó que México ocupa el primer lugar mundial en obesidad infantil y el segundo en obesidad en adultos, y subrayó que de acuerdo a la Organización Mundial de Salud (OMS) alrededor de 42 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso, en 2013.

Indicó que la OMS integró una Comisión de alto nivel para combatir con la obesidad infantil, compuesta por 15 expertos, y en cuyos informes recomiendan incluir en los planes educativos programas y acciones orientados a la nutrición y la salud.

“Reconocemos que Secretaría de Salud ha hecho esfuerzos importantes en medios de comunicación para dar a conocer programas que orientan sobre el problema de la obesidad infantil, sin embargo, al día de hoy las cifras y los resultados que tiene la autoridad federal siguen resultando insuficientes”, afirmó.

 

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8 de diciembre de 2016

* Versión de la intervención en tribuna del senador Héctor Flores Ávalos, al presentar una proposición con punto de acuerdo por la que exhorta al Ejecutivo Federal a implementar en los planes de estudios del nivel de educación básica la materia nutricional del buen comer.

Compañeras y compañeros senadores:

Efectivamente, vengo a esta tribuna a presentar un punto de acuerdo para exhortar al Ejecutivo federal, por conducto de la Secretaría de Educación Pública, para que en coordinación con la Secretaría de Salud implemente en los planes de estudios del nivel de Educación Básica la materia nutricional del Buen Comer.

La obesidad infantil se asocia a una mayor probabilidad de muerte y discapacidad prematuras en la edad adulta.

Los niños con sobrepeso u obesos tienen mayores probabilidades de seguir siendo obesos en la edad adulta y de padecer a edades más tempranas enfermedades no transmisibles como la diabetes o las enfermedades cardiovasculares.

El riesgo de la mayoría de las enfermedades no transmisibles resultantes de la obesidad depende en parte de la edad de inicio y de la duración de la obesidad.

La obesidad en la infancia y la adolescencia tienen consecuencias para la salud tanto a corto como a largo plazo. Las consecuencias más importantes del sobrepeso y la obesidad infantil, que a menudo no se manifiestan hasta la edad adulta son, por citar algunos ejemplos:

·         Enfermedad coronaria

·         Diabetes del tipo 2

·         Los cánceres

·         La presión arterial alta

·         Colesterol alto o grados altos de triglicéridos

·         Ataque al corazón

·         Enfermedad del hígado

·         La osteoartritis

·         Problemas ginecológicos, por mencioar algunos.

Las enfermedades cardiovasculares, en especial las cardiopatías y los accidentes cerebrovasculares ya son el motivo principal de muerte en todo el mundo, matando a más 17 millones de personas cada año y la diabetes se ha convertido con rapidez en una epidemia a nivel mundial.

La proyección de muertes causadas por diabetes se incrementará en más de un 50% en el mundo dentro de los años venideros, según datos de la propia Organización Mundial de la Salud.

Nuestro país enfrenta en la actualidad una "doble carga" de morbilidad: se debate con el problema de las enfermedades infecciosas y la subnutrición y, al mismo, tiempo se sufre un rápido aumento de los factores de riesgo de enfermedades no transmisibles como la obesidad y el sobrepeso, especialmente en el medio urbano.

Esta doble carga es causada por una nutrición inadecuada durante el periodo prenatal, la lactancia y la infancia, seguida de una exposición a alimentos ricos en grasas y calorías y pobres en micronutrientes.

Conforme a datos publicados por la Organización Mundial de Salud (OMS) en 2013, alrededor de 42 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso y, como es del conocimiento de todos, México ocupa el primer lugar mundial en obesidad infantil y el segundo en obesidad en adultos, precedido sólo por los Estados Unidos.

La experiencia demuestra que una correcta alimentación previene los problemas de sobrepeso y obesidad. Con el fin de sentar bases más sólidas para poner en marcha una respuesta integral a la obesidad infantil, la OMS constituyó una Comisión de alto nivel para acabar con la obesidad infantil, integrada por 15 personas, eminentes todos, en sus materias, en su profesión y se ha encargado a la Comisión que preparara un informe consensuado en el que se especificaran los enfoques y combinaciones en las diversas formas de tratar este problema.

Los resultados de dicho informe trajeron consigo una serie de recomendaciones para combatir la obesidad infantil y hace un llamamiento a los gobiernos para que tomen acciones que sean definitorias en el abatimiento de este problema.

Una de estas recomendaciones es precisamente que se incluya dentro de los programas educativos estos programas que tienen que ver con la nutrición y con la salud.

Para conseguir resultados satisfactorios en esta materia será crucial la integración de actividades en una iniciativa escolar de promoción de la salud, con la colaboración activa del sector de la educación.

Así, las intervenciones que se incorporen en la jornada o el plan de estudios escolar se considerarán parte de su competencia.

Con una colaboración adecuada y pertinente con los profesores, estimamos que se puede tener un gran avance en el combate de este problema.

Hay que reconocer que la Secretaría de Salud ha hecho esfuerzos importantes en medios de comunicación para dar a conocer programas que orientan sobre el problema de la obesidad infantil, sin embargo, al día de hoy las cifras que tiene la propia autoridad federal sigue resultando insuficiente.

Por todo lo anteriormente expuesto, vengo a esta tribuna para presentar este punto de acuerdo, repito, exhortar al titular del Ejecutivo Federal para que, por conducto de la Secretaría de Educación Pública en coordinación con la Secretaría de Salud, se incorpore en los planes de estudios del nivel de Educación Básica la materia nutricional del Buen Comer.

Por su atención, muchas gracias.

 

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