El senador panista Salvador López Brito presentó un punto de acuerdo para que las secretarías de Salud y de Educación Pública promuevan acciones de prevención con el propósito de reducir el riesgo de suicidios en escuelas de nivel secundaria y preparatoria.
Asimismo, solicitó que realicen acciones de prevención de trastornos mentales, detección oportuna y brinde el tratamiento y rehabilitación de las personas afectadas, y en particular a quienes padecen depresión, alcoholismo o esquizofrenia, así como una atención adecuada y dé seguimiento a los pacientes que han cometido intentos de suicidio.
De acuerdo con estudios de la Secretaría de Salud al 2011, 24.7% de los adolescentes se encuentran afectados por uno o más problemas de salud mental. Los trastornos más recurrentes entre adolescentes son problemas de aprendizaje, retraso mental, trastornos de ansiedad y por déficit de atención, depresión y uso de sustancias, así como intentos de suicidio, refirió el senador por Sinaloa.
La Secretaría de Salud en México, agregó, también estima que cada año hay hasta 14 mil intentos de suicidio, sin considerar los consumados, mientras que en el mundo, cada día hay en promedio casi tres mil personas que ponen fin a su vida, y al menos 20 personas intentan suicidarse por cada una que lo consigue, según la Organización de las Naciones Unidas.
Debido a que es un problema grave de salud pública, el suicidio requiere nuestra atención, pero desgraciadamente su prevención y control no son tarea fácil. La difusión apropiada de información y una campaña de sensibilización del problema son elementos esenciales para el éxito de los programas de prevención, consideró López Brito.
Para ello, añadió, “es necesario que las autoridades sanitarias lleven a cabo una campaña de prevención en diversos medios de comunicación, donde se alerte sobre los acontecimientos que pueden llevar a considerar el suicidio, y se oriente que éstos son temporales y no constituye una solución o método para enfrentar problemas personales tales como bancarrota, incapacidad de aprobar un examen, o abuso sexual”.
Lo anterior se puede reforzar con charlas de orientación en secundarias y preparatorias para que los adolescentes y jóvenes aprendan a identificar los síntomas de la depresión, por ejemplo, y con oportunidad reciban el tratamiento adecuado, señaló.
La Organización Mundial de la Salud define a la salud mental como “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”, y la relaciona con la promoción del bienestar, la prevención de trastornos mentales y el tratamiento y rehabilitación de las personas afectadas por dichos trastornos, refirió.
En ese sentido, concluyó, el Sistema Nacional de Salud debe garantizar la prestación de servicios para la promoción, prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de la salud mental, regulando los servicios médicos para que respondan a las demandas y necesidades de la población.
El punto de acuerdo se turnó a la Comisión de Salud para su análisis y dictamen correspondiente.
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