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LA ~

CRONICAOEHOY

l

fedla

¡~16n

12.01.2018 .

EL CRISTALAZO

Las víctimas sin resarcimiento

ace muchos años, cuando la edición vesperti–

na del diario alguna vez taurino,

Ovaciones,

era el medio impreso de mayor cin:ulación en

la Ciudad de México, el editor L6pez

Anro–

nez, si no me falla la memoria, puso una ca–

beza

genial

para

definir una de las incontables

pifias de la procuración de justicia:

''LA

PROCU, EN RIDf'.

Hoy se podría instalar de nuevo ese encabezado.

Culpar por un asesinato a una persona ausente del país el

día en que fue cometido el crimen, no es sino un ridícu–

lo más. Tanto como

para

obligar al jefe deGobierno, Mi–

guel Ángel Mancera (alguna vez procurador, comodicen

los franceses, "par lui méme"). Me refiero, obviamente

al asesinato de la servidora sexual (en otro tiempo se les

llamaba con el nombre profesional más antiguo del mun–

do). muerta en el hotel Pasadena.

"El jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, fue claro:

"Si se le tiene que ofrecer una disculpa a Axel Arenas,

que se la ofrezcan.

"Lo

anterior, luego de que el actor, exonerado del fe–

minicidio de Karen, y sus familiares exigieron a las

autoridades una disculpa pública por las fallas en sus

investigaciones.

"Mancera reiteró que la detención del actor se

hizo

ape–

gada a los protocolos de acruación del nuevo Sistema de

Justicia Penal Acusatorio.

"Asimismo, el mandatario dijo desconocer el tema que se

trató e.n la reunión que sostuvieron Axel Arenas y el pro–

curador "EdmundoGarrido el

martes

por la noche.

"El procedimiento que se ha seguido

ahí

de la informa–

ción que tengo yo es una doble imputación de testigos di–

recta y un señalamiento conotro testigo más de un núme–

ro de placas, unas imágenes, etcétera", explicó Mancera.

"Quien además dijo que fue el Juez deControl quien con–

sideró que había pruebas suficientes para determinar que

Arenas debía ser detenido por elementos de la policía de

investigación, aunque después dijo que los alegatos pre–

sentados por la defensa eran contundentes para culminar

con la investigación en contra del actor.

''Eso lo consideró el juez suficiente para una orden de

captura, los testigos sostenidos en su dicho,

pero

sin em–

bargo ante una prueba que tiene un peso relevante que es

el que se acredita que está fuera del país, pues me parece

que se termina la investigación".

Así pues no sólo queda en ridículo la "Procu". también el

juez de control y en el fondo, todo este sistema acusato–

rio cuya novedad nos fue ofrecida a los ciudadanos como

una garantía salvífica en el mundo pantanoso de la injusti–

cia. El dichoso sistema sólo

ha

acarreado la liberación de

presos, la "despresurización" de las cárceles y la prolife–

ración del delito. Yeso no es invención de esta columna,

es una declaración reiterada del Jefe de Gobierno, quien

además de todo es doctor en derecho.

Pero este caso nos recuerda una enorme laguna en el sis–

tema de justicia: una disculpa es -en el mejor de los ca–

sos-- una muestra de buena educación, pero no un acto

resarcitorio, ni mucho menos compensatorio.

En

el catálogo de los Derechos Humanos esta figura de

la disculpa jamás logra el nivel reparador del daño. Se

ha

llegado al extremo -entre lo grotesco y lo ridículo–

cuando, no por errores de investigación o injustos encar–

celamientos, sino por ejecuciones extrajudiciales, como

se le llamaba antes, de ofrecerles disculpas a los muertos,

con el argumento

de

reparar el sufrimientode sus deudos.

No se repara

nada.

Si el Estado, encamado por una autoridadjudicial o poli–

ciaca,

maltrata

a un detenido, de inmediato se

alza

la ola

de protestas. Pero cuando

tras

un periodo cualquiera se

prueba

la

inocencia de un encarcelado, no les queda más

remedio a quienes esa pena sufrieron, sino

alzar

los hom–

bros mientras escuchan la cantinela de siempre: usted

per–

done. Disculpe usted.

En

el país de las demandas, Estados Unidos, una pifia de

este tamaño, tiene repercusiones financieras graves. Un

buen grupo de abogados puedemeter una demanda feroz

contra quien

ha

sido ultrajado y privado de la libertad por

una investigación

mal

encaminada y una pena peor apli–

cada.

En

México no pasa nada.

Y sobre eso también se debería legislar.

La

tan socorrida

invocación a un proceso debido, puede poner en la cár–

cel a un culpable (el caso Cassez lo prueba); la acusación

y puesta disposición del juez

~onfundido

por los ele–

mentos de una mala investigación- de un inocente, de–

ja impune al Estado incompetente.

LOZANO

En el mes de diciembre, a principios, Javier Lozano ca–

minaba tranquilo por los pasillos superiores del conjunto

Reforma 222. Estaba afuera de un banco.

-¿Cómo ves a Meade?, me preguntó. Le contesté con

vaguedades.

-A

mf

me cae a toda madre. Es un tipazo. es... y soltó

una larga cadena de elogios.

Y lo mejor, no es priista. me dijo.

-¿Cómo

ro?

- Abrió la sonrisa y me dijo, como yo, como yo. ..

Apenas ayer comprendí ese diálogo.

Rafael Cardona

rafael.cardona.sandoval@gmall.com elcrlstalazounoOhotmall.com