Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

En el foro “El debate público de la reforma energética”, convocado por el grupo parlamentario del PRD, especialistas consideraron inviable reformar la Constitución y que no debe permitirse la participación de capital privado en áreas de exploración y extracción de hidrocarburos, ya que dicho negocio sólo será redituable para empresas foráneas que inviertan en Pemex.

Al abordarse el tema Tecnología e investigación: la exploración y extracción de hidrocarburos, el senador Luis Sánchez Jiménez señaló que en la discusión de la reforma hay un tema fundamental, que es  la capacidad de Pemex para llevar a cabo el desarrollo de la producción petrolera que el país requiere en el mediano y largo plazo, pues de ello depende la seguridad energética.

Destacó que quienes apoyan la apertura de la explotación petrolera a la inversión privada, aseguran que Pemex no tiene capacidad, que carece de la habilidad, la tecnología, las posibilidades financieras y las aptitudes administrativas para enfrentar los nuevos retos de la extracción de hidrocarburos en aguas ultra profundas.

A su vez, el ingeniero petrolero Francisco Garaicochea Petrirena se pronunció por abandonar la explotación en aguas profundas, toda vez que “no va a ser rentable para Pemex ni para el país, y sólo se van a beneficiar a las compañías trasnacionales”.

“Para ellas --afirmó-- es vital, de vida o muerte, incursionar en los contratos que se les van a conceder en aguas profundas”.

Señaló que la revolución tecnológica ha demostrado que tenemos petróleo fácil y muy barato, en Chicontepec y posiblemente habrá que acelerar la exploración en las formaciones de lutitas para determinar qué tan rentable va a ser su explotación.

Aseguró que, contrario a lo que establece la reforma del presidente de la República, Pemex no necesita acompañarse de socios internacionales y nacionales para armonizar nuevos proyectos, ni modificar la Constitución para producir más hidrocarburos.

“Es un absurdo, una mentira, decirnos que Pemex carece de la tecnología de explotación en aguas profundas”, porque  “tiene cinco equipos perforando actualmente en aguas profundas, con un costo  de renta de 500 mil dólares, más 200 mil que tiene que aportar para operarlos”, aseguró.

Opinó que la reforma del Ejecutivo pretende cambiar el objetivo de Petróleos Mexicanos de ser una empresa pública para convertirla en una de carácter privado.

“Prácticamente todos los recursos van a ser importados, son carísimos. Alemania, España, que no tienen petróleo, se van a beneficiar; ellos fabrican y producen equipos para aguas profundas”, expuso.

Por su parte, Fabio Barbosa Cano, catedrático de la UNAM, afirmó que la propuesta del Ejecutivo que busca reformar los artículos 27 y 28 de la Constitución es “un retroceso para el desarrollo económico de México”.

Sostuvo que las formas de contratación que plantea la iniciativa gubernamental “son un atentado a los derechos de los trabajadores mexicanos, al  derecho a trabajar en la industria y de las empresas nacionales para trabajar como proveedoras de los bienes y servicios petroleros”.

El gobierno de Peña Nieto regresó en estos meses que lleva a un tipo de contrato llamado “llave en mano”, los ensayó el régimen de Salinas y en esta modalidad la empresa contratista se encarga de todo: el diseño y la logística, puntualizó.

Hizo notar  que el gobierno federal ha abandonado las tareas de desarrollo y el empleo regionales.

En su turno, el ingeniero Abelardo Cantú Chapa consideró que aquellas voces que piden la inversión extranjera en Pemex, carecen de estudios científicos que soporten sus afirmaciones.

Indicó que a pesar de que se dice que México no tiene la capacidad de explotación del crudo que podría encontrarse en pozos en aguas profundas, durante 70 años ingenieros mexicanos de la UNAM y el Politécnico han trabajado en Pemex sin la necesidad de permitir la entrada de transnacionales en la producción y exploración de petróleo.

Explicó que las aseveraciones de la supuesta incapacidad de Pemex se basan en notas periodísticas que reportaron que la producción de la paraestatal se había reducido  en 25 mil barriles diarios en septiembre pasado, cuando se extrajeron 2 millones 500 mil barriles.

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