Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL


alt* Apoyan reforma energética
Cúpulas empresariales solicitaron al Senado de la República que dentro de la reforma energética se incluya la apertura en la generación de electricidad, en tanto que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) quedaría con la exclusividad en la distribución.
De igual forma, expusieron que tanto en electricidad como en hidrocarburos, se establezcan mecanismos que permitan competir en esta nueva etapa a las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMES), al prever que sería posible general “fácilmente” un millón de empleos al año.
Lo anterior en el marco de la mesa Cámaras y Organismos Empresariales Frente a la Reforma Energética, dentro del Programa de Foros de Energía del Senado.
En su exposición, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Gerardo Gutiérrez Candiani, planteó que dentro de la reforma energética se incluya la apertura de la generación de energía eléctrica a la iniciativa privada, a fin de que México logre mayor competencia a nivel internacional.  
“Se están yendo inversiones, que pudieran instalarse en México, no a países lejanos sino a Estados Unidos donde encuentran insumos más competitivos, hasta 12 dólares de diferencia en el costo de gas por millón de BTU, considerando los precios de emergencia”, advirtió.
“Para el sector empresarial –enfatizó-  es vital que se mejoren los esquemas de autoabastecimiento eléctrico y cogeneración eficiente, lo que proponemos es abrir la generación de electricidad a la inversión privada, permitiendo la convivencia de plantas de CFE, productores independientes de energía, auto abastecedores y generadores privados”.
Aclaró que quedaría reservado a la nación de forma exclusiva el control operativo y el dominio sobre la red nacional de transmisión y distribución, “la prestación del servicio público quedaría exclusivamente en manos de CFE, definida esta como la entrega regulada, uniforme y continua de energía eléctrica,  que podría llevarse a cabo utilizando la electricidad de CFE u otro generador”.
Sostuvo que esta fórmula favorecería la competencia, pues al concurrir los sectores públicos y privados se aseguran las inversiones necesarias al instalar la nueva capacidad requerida y, al mismo tiempo,  se lograría solucionar el problema de las nuevas tarifas.
“Daríamos paso a esquemas de venta libre y directa entre privados”, refrendó al tiempo de apuntar que para ello “es imperativo facilitar la interconexión de los proyectos eléctricos a la red de CFE, así como evitar el nuevo cargo de interconexión que ocurre en algunos casos en la actualidad”,
En materia de transparencia, el líder empresarial consideró que la Comisión Reguladora de Energía puede establecer  tarifas máximas de porteo y definir mecanismos de control y revisión tarifaria, a fin de que las ventajas derivadas de la competencia, avance tecnológico, productividad y funcionamiento del mercado, sean trasladados a los consumidores.
Bajo estos argumentos, aseguró que el mejor camino de la reforma energética “es liberar las concesiones y contratos de utilidad o producción compartida”, tanto en materia de electricidad como para la explotación de hidrocarburos, manteniendo en manos de la nación el dominio directo de los mismos”.
Esto permitiría, además, crear un fondo soberano para el desarrollo del país, “un fondo intergeneracional para que los beneficios realmente lleguen a las futuras generaciones de mexicanos, para lo cual es indispensable poner diques para evitar que los recursos dilaten en gasto corriente y corrupción”.
Enfatizó sobre el combate a la corrupción, para realmente garantizar el desarrollo a futuro: “Sabemos que Noruega ha ahorrado los suficiente de sus ingresos petroleros para disponer nominalmente de más de 115 mil dólares por cada ciudadano, en cambio cada nuevo mexicano nace con un déficit, situación que debemos cambiar”.
El presidente de la Cámara de la Industria de la Transformación (Caintra) Nuevo León, Álvaro Fernández Garza, se sumó a la petición para que se abra el sector eléctrico junto con el de hidrocarburos a la inversión privada, pero énfasis principal hizo en que dentro de la iniciativa de reforma se incluyan beneficios para las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMES).
Lo anterior representa el que las PyMES se sumen a la cadena de valor, a la proveduría, “es bien importante que nos ayuden a que la reforma traiga este componente, no se trata de hacer una reforma para las grandes empresas, sino de una reforma donde las pequeñas y medianas empresas puedan participar de los beneficios”.
Esto, al destacar las utilidades que representa la posibilidad de alcanzar competitividad a nivel internacional, en especial en temas como el del gas cuyo precio alcanza en China 16 dólares,  en Europa entre 9 y 15, en Arabia Saudita 13, en tanto que en América del Norte se ubica en 3.5 dólares.
“No podemos desaprovechar la oportunidad de tener gas barato, este país puede volar y volar muy alto, si aprovechamos el gas barato. Tenemos la oportunidad de oro de hacer de México un gran país con costos económicos sumamente competitivos”, aseveró.
Aseguró que con la apertura energética,  en México será posible “sin ningún problema generar un millón de empleos, de una forma muy rápida, pues no es sólo un tema de quien extrae y saca el petróleo, es un tema de quién hace la tubería, quién la lleva, de hospedaje a trabajadores, de cadenas de súper servicios”.
Bajo estos argumentos, respaldó la propuesta de reforma energética del Ejecutivo, salvo por una diferencia, la IP requiere de concesiones pues estas conceden transparencia y certidumbre, lo cual permitirá hacer “apetecibles” las inversiones en el país.
Por otra parte, al referirse al eje rector, el líder de la Caintra apuntó que se requiere de una Secretaría de Energía fuerte, lo cual implica contar con personal preparado, “nos urge tener más ingenieros petroleros, es ridículo que no los tengamos, debió iniciarse una generación hace cinco años para que se estuvieran  graduando ahorita para que nos ayudaran en este crecimiento”.
En su turno,  Francisco Funtanet Mange, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), respaldó la reforma energética, pues es indispensable dotar a México de las herramientas necesarias que permitan el crecimiento económico, siempre “buscando” que el Gobierno de la República mantenga el dominio y rectoría de los hidrocarburos.
Reconoció que el principal inhibidor de crecimiento de la industria es la falta de gas natural y que de concretarse la reforma el país elevará entre 1 y 1.5 puntos porcentuales el ritmo de crecimiento anual de la economía y adicionalmente generará cerca de medio millón de empleos en los próximos seis años y 2.5 millones más para 2025 en el sector formal.
Para la Confederación, agregó, es vital garantizar el acceso a insumos de calidad a precios competitivos; el principal es el gas natural con 60 por ciento de la industria. “Sin gas la industria definitivamente se muere, con gas caro la industria se merma” y con ello no se logran empleos.  
También declaró que la reforma dará la seguridad energética vital para el desarrollo autónomo del país, será detonador de inversiones nacionales y extranjeras y traerá beneficios fiscales para el Estado como empleos y recursos a la Federación para ofrecer un mejor nivel de vida a los mexicanos en materia de salud, educación, seguridad e infraestructura.
Señaló la necesidad de una reforma sobre el crudo, gas, petroquímica y petrolíferos a los artículos 27 y 28 constitucionales, a la Ley Reglamentaria del Artículo 27 en el ramo, así como en otras leyes, a fin de establecer la obligatoriedad para que Pemex participe en ventas de primera mano hasta que la Comisión Federal de Competencia considere que hay condiciones de competencia efectivas, para dar certeza en el suministro de gas natural.
Al concluir su participación, planteó la creación de una Comisión de Infraestructura Energética a nivel constitucional como organismo nacional independiente, responsable de la planeación a largo plazo y coordinación de los sistemas de gaseoductos, reclasificar a la petroquímica básica para permitir la concurrencia de los sectores público y privado.
Javier Arrigunaga Gómez del Campo, presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), destacó que la reforma energética es relevante para el desarrollo del sistema financiero, pues ayuda a consolidar un marco macroeconómico en donde puede haber más crédito con tasas más baratas.
Además, dijo, la reforma generará apoyo a la estabilidad fiscal por la vía del crecimiento y fortalecerá la posición externa, con lo que los flujos de inversión extranjera directa y la cuenta de capital se vigorizarán y se consolidará la posición de reservas internacionales así como la suma de activos en el exterior bajo la custodia de un fondo soberano.
Comentó que la reforma energética es una oportunidad  de desarrollo, pues los sectores sujetos a la reforma que considera el Congreso: electricidad, gas y agua, refinación de petróleo y otros combustibles, “encontramos que en conjunto explican el 27 por ciento de la inversión extranjera directa global”.
En el mismo sentido, señaló que según expertos analistas en el sector, se calcula que el empleo formal podría aumentar entre 7 y 9 por ciento en actividades petroleras convencionales, mientras que en el caso de no convencionales, es de más largo plazo pero es incluso más prometedor.
En tanto, Rodrigo Alpizar Vallejo, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, apuntó que la reforma energética “es un gran oportunidad para generar un balance entre la inversión pública y privada”, así como para otorgar certeza jurídica a las inversiones de particulares en el sector.
Requerimos, agregó, que la propuesta fortalezca el mercado interno como un verdadero motor de crecimiento y con la participación de las micro y pequeñas empresas.
Las modificaciones, abundó,  deben permitir la unificación del régimen de tarifas eléctricas, la eliminación de horarios punta --que es uno de los factores que determinan la permanencia o proceso de repatriación de maquiladoras-- y “no tener gravámenes que encarezcan el precio de los energéticos.
En este sentido, consideró que se tiene que privilegiar la inversión de capital mexicano en el desarrollo de la infraestructura con el apoyo de las mejores tecnologías de los países industrializados.
Afirmó que “de nada serviría tener una reforma energética en la cual la micro y pequeña industria pudiera participar, si no va acompañada de un buen programas de políticas públicas en materia de financiamiento”.
Para Canacintra, destacó, este cambio profundo no es cosa menor porque “estamos discutiendo si las industria petrolera y eléctrica debe permanecer condenadas a seguir en el que están actualmente o si es el momento histórico en el cual podemos dar el giro que requiere el país”.
Por su parte, el economista Luis Pazos manifestó que para que esta reforma “no sea de a mentiritas”,  se tiene que modificar la Constitución porque “estamos perdiendo soberanía e  independencia” y hay quien está ganando mucho dinero con este monopolio estatal que está perjudicando a México e impide el desarrollo”.
Mencionó que en la última década la producción mundial de petróleo aumentó 18 por ciento, pero en México se redujo 12 puntos porcentuales y esto “quiere decir que vamos para atrás, como el cangrejo”.
En nuestro país, señaló, en más de la mitad de los pozos que se perforan “no sale petróleo” porque “tenemos contratos de servicios en donde no hay riesgo” de quien los perfora y esto da lugar a “empresas fantasmas y corrupción”.
No se trata, resaltó, de que entren o no empresas privadas al sector, sino de que lo hagan con riesgo y no como hasta ahora se ha hecho.
Luis Pazos se pronunció por hacer de Pemex “una empresa verdaderamente pública”. De ahí, dijo, “se va a sacar mucho dinero, poniendo en la Bolsa hasta el 49 por ciento de las acciones”.
Además,  es necesario terminar con “el contratismo sin riesgo, causa de intermediarios, empresas fantasma y corrupción”.
“Tenemos que buscar que inversionistas probables nacionales o extranjeros puedan ser socios de Pemex y de la CFE y formen parte de su Consejo”, finalizó.
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