* La corrupción y el saqueo han puesto en jaque a estas empresas
* PEMEX tiene un pasivo laboral de 1.2 billones de pesos
El senador Benjamín Robles Montoya, del PRD, sostuvo que su partido condena enérgicamente la intención del gobierno federal al intentar registrar como deuda pública los pasivos laborales de Pemex y la CFE.
“El pasivo laboral es un cálculo actuarial de las obligaciones financieras existentes, a una fecha, como resultado de las características de la planta laboral, así como de las disposiciones contractuales pactadas”, dijo el legislador por Oaxaca.
Robles Montoya, manifestó que en cualquier empresa, de cualquier país del mundo, una administración responsable que ha pactado determinadas condiciones laborales con sus trabajadores, desde el momento de adquirir esas obligaciones, “empieza a construir una reserva de carácter financiero, para irles haciendo frente, de manera ordenada y paulatina, conforme se van haciendo efectivas, sin poner en riesgo la estabilidad financiera de la empresa”.
Sostuvo, que en el caso de Pemex y de la CFE esto no está sucediendo, “porque la característica principal ha sido el saqueo, la corrupción y el uso de recursos de la empresa para fines electorales. A eso se han dedicado las administraciones federales que los mexicanos hemos tenido que padecer. Durante muchos años, la magnitud de esas obligaciones adquiridas por PEMEX, se mantuvo oculta”.
Manifestó que los mexicanos se enteraron de la estimación del pasivo laboral de PEMEX, en diciembre de 2013 el cual llegó a la suma de un billón 119 mil 208 millones de pesos, cifra que representa el 54.7% de los activos de PEMEX, de una empresa que, supuestamente, es de todos los mexicanos.
Dijo que de registrarse oficialmente como deuda soberana, los pasivos laborales de Pemex y de la CFE colapsarían las finanzas públicas y podrían generar una crisis presupuestal en el corto plazo; además de que agudizarían la fragilidad económica que vive el país desde hace tiempo.
Recalcó, que del 2006 al 2013, la deuda pública aumentó en más de 300%, llegando a sumar cinco billones 900 mil millones de pesos. Y que tan sólo de diciembre de 2012 a mayo de 2014, los dos primeros años de esta administración, la deuda del sector público federal aumentó 700 mil millones de pesos, cifra superior a lo que creció la producción nacional anualmente y prácticamente equivalente a la deuda actual del FOBAPROA-IPAB.
“Actualmente la deuda ha crecido anualmente a mayor velocidad que el Producto Interno
Bruto (PIB) del país. Ahora, con lo que propone el Gobierno Federal, la deuda pública aumentará en alrededor de un billón 800 mil millones de pesos, más del doble de lo que actualmente se debe por FOBAPROA-IPAB”, señaló el también presidente de la Comisión Sur Sureste.
La reforma energética no está en defensa de los trabajadores, “sino más bien es un discurso mañoso que nos dicen”.
“Esto es para que, una vez más, la ciudadanía pague sus actos de corrupción, el enriquecimiento ilícito de unos cuantos. Y no me refiero sólo a los evidentes robos de los directivos de PEMEX, y de la jerarquía sindical, o de casos como Oceanografía, sino al sistemático pago de favores políticos con recursos de los ciudadanos, al trato que le han dado a PEMEX como un botín político. Para darle chambas a sus cuates”, agregó.
Sostuvo que de 2005 al 2011 el gobierno federal infló la plantilla laboral de Pemex Corporativo en un 78%, cuando la producción llegaba a su punto histórico más bajo.
“Inflaron la plantilla laboral de Pemex exploración en un 49.5%, cuando la producción petrolera se reducía, inflaron la plantilla laboral de Pemex refinación en un 26.4%, cuando hace décadas que no se construye una nueva refinería”, dijo.
“La corrupción, del despilfarro, es que tan sólo PEMEX tiene un pasivo laboral de 1.2 billones de pesos. Muchos se han enriquecido ilegalmente con esto, y ahora el pueblo de México tendrá que pagarlo”, concluyó Robles Montoya.
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