Versión estenográfica del foro de análisis de las reformas en materia energética.

México, D.F., a 15 de octubre de 2013.

Versión estenográfica del Foro de Debate en Materia Energética, llevado a cabo por las Comisiones Unidas: Energía; Puntos Constitucionales, y Estudios Legislativos, Primera, presidido por el C. Senador David Penchyna Grub, celebrado en el Salón de Sesiones de la Comisión Permanente en el Senado de la República, hoy por la tarde. (16:30 horas).

Invitados: 

-EL C. SENADOR DAVID PENCHYNA GRUB, Presidente de la Comisión de Energía del Senado de la República: Muy buenas tardes. 

Por el respeto del tiempo de todas y todos los presentes, y entendiendo que acabamos de terminar una comparecencia larga con el señor Secretario de Relaciones Exteriores, y que en el transcurso del desarrollo de este foro seguramente se incorporarán más legisladores. 

Vamos a dar inicio a esta Sesión Vespertina del martes 15 de octubre de los Foros de la Reforma Energética. 

En primer lugar, les damos las más cordiales bienvenidas a nuestros invitados. Muy buenas tardes. 

Muy buenas tardes también a las señoras y señores legisladores que hoy nos hacen el favor de acompañarnos. 

Les agradecemos a todos su asistencia a esta Sesión Vespertina de los Foros de Consulta en Materia Energética, y del cual me permito explicar la forma en la que se desarrollará la mecánica de los trabajos de esta tarde. 

Harán uso de la palabra nuestros invitados, hasta por 20 minutos, cada uno de ellos, y concluidas todas y cada una de sus intervenciones, un legislador de cada partido político, en orden ascendente, formularía preguntas o reflexiones a nuestros invitados, cada uno, hasta por 5 minutos. 

Al término de ese bloque de intervenciones, nuestros invitados tendrán hasta 10 minutos para responder con la tolerancia del tiempo de la mesa, en conjunto, todas las preguntas y reflexiones de nuestras y nuestros compañeros legisladores. 

Esta tarde nos acompañan las siguientes personalidades: 

El señor licenciado Maurizio Covarrubias, Presidente de la Asociación Nacional de Comercializadores de Fertilizantes (ANACOFER), sea usted muy bienvenido. 

El doctor Manuel Barquín, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, también, Manuel, muchas gracias por estar entre nosotros. 

El señor ingeniero Alfredo Elías Ayub, exdirector general de la Comisión Federal de Electricidad, y un servidor publico de larga trayectoria. 

Muchas gracias, señor ingeniero, por estar hoy con nosotros. 

Y el maestro Víctor Figueroa Ayeon, Presidente de la Asociación de Distribuidores de Gas, quien además viene acompañado de diferentes integrantes de esta Asociación de Distribuidores de Gas, también, Don Víctor, muchas gracias por acompañarnos. 

Nuestro primer expositor es el licenciado Maurizio Covarrubias, Presidente de (ANACOFER): Asociación Nacional de Comercializadores de Fertilizantes, a quien, en primer lugar, le damos la más cordial de las bienvenidas, y le reiteramos nuestra gratitud por contar con su presencia aquí en el Senado de la República, y  a quien antes de darle el uso de la palabra, me permitiré leer una breve síntesis curricular. 

Maurizio Covarrubias, es actualmente Vicepresidente del Grupo FERTINAL, S. A., de C.V, empresa líder en Latinoamérica en la producción de fertilizantes fosfatados y denitrato de amonio en sus grados agrícola e industrial. Preside la Asociación Nacional de Comercializadores y Productores de Fertilizantes (ANCOFER) desde septiembre del año 2012. Participa en el sector agroindustrial desde el año 1992 en el cual formó parte del grupo de compra de la División de Fosfatos de la Paraestatal FERTIMEX. A partir del año de 1995 encabeza el proyecto de comercialización de fertilizantes más ambicioso, el cual alcanza para el año de 1998 cifras récord con una participación de mercado en la distribución de estos insumos equivalente al 30 por ciento de la demanda nacional. 

De los años de 1996 al año 2001 Confidi dirige la creación del Centro Nacional de Alto Rendimiento (MIRA) enfocado a la investigación, desarrollo y divulgación de tecnologías de alto rendimiento de la productividad agrícola, teniendo entre otros logros el récord nacional de alto rendimiento en la producción de maíz-grano durante 3 años de manera consecutiva.

Es Administrador de Empresas por formación y ha participado en sectores como el del maderero, la industria del plástico, el transporte de carga, la construcción y el transporte marítimo.

Es un gusto, un honor contar con la presencia de Don Maurizio Covarrubías el día de hoy.

Sea usted muy bienvenido al Senado de la República y tiene el uso de la palabra hasta por 20 minutos.

-EL LIC. MAURIZIO COVARRUBIAS: Buenas tardes a todos. Gracias a los miembros de nuestro presídium. Compañeros invitados del panel y legisladoras y legisladores. 

Quiero darles una visión clara, genérica de la industria de fertilizantes y no podría irme de manera directa a hablar únicamente de la parte que nos correlaciona con el mundo de la energía sin darles una clara visión de la importancia que estos productos tienen. 

Los fertilizantes habría que partir por definir que son los alimentos de nuestro alimento. Se clasifican básicamente en tres o cuatro familias: nitrogenados, fosfatados complejos  y potásicos. 

Los nitrogenados son la urea –que seguramente es del que más han escuchado hablar-, el nitrato de amonio y el sulfato de amonio. En la parte de los fosfatados, en México se comercializan el superfosfato de calcio triple y el súper simple. Por otro lado, en los fertilizantes complejos, tenemos el fosfato de diamónico conocido como DAP y el fosfato monoamónico conocido como MAP. En la parte de potásicos, tenemos cloruro de potasio y sulfato de potasio. 

De todos estos productos de los que he mencionado, creo que vale la pena destacar que hoy prácticamente, de haber sido un país importante en la producción de urea en América Latina… 

(Perdón, me olvidé de que yo tengo el control)

Los que están en verde son los productos que actualmente se producen en México, si bien es cierto que producimos algunas pequeñas cantidades de urea, prácticamente lo dejo en negro porque son volúmenes absolutamente incipientes que realmente no alcanzan a ser una cifra relevante de la composición de la venta de este producto.

Esta gráfica nos muestra básicamente, cómo se ha comportado a nivel mundial y en los países en vías de desarrollo el desarrollo de la agricultura. Si ustedes ven, el 77 por ciento –la parte verde más oscura en la base-en el primer bloque del lado izquierdo donde habla del mundo y la primera columna son cifras del 61 al 2007 y después del 2007 al 2050- lo que será el reto del futuro pues habla de que se ha crecido en el mundo hasta un 77 por ciento, básicamente por incremento de la productividad. Y las otras dos porciones hablan de la expansión de tierras arables y el incremento en la intensidad de los cultivos.

O sea, si ven, el comportamiento a nivel mundial está concentrado en un incremento de la productividad y esto es sólo manejo, nutrición y buenas prácticas en la agricultura. 

En los países en desarrollo, una situación similar, en vías de desarrollo. 70 por ciento del crecimiento de la producción agrícola se ha dado por eficiencia y sólo un 23 por ciento por expansión de las tierras cultivadas. 

Creo que es lo relevante de esa gráfica. 

Con otros antecedentes, quisiera compartirles que en la Unión Europea se consumen aproximadamente 131 kilogramos de nutrientes por hectárea. Cuando les hablo de nutrientes quiero decir que por ejemplo, la urea tiene 60 por ciento de nitrógeno o un fosfatado que puede tener 18 por ciento de nitrógeno y 46 por ciento de fósforo. Estamos hablando aquí sólo del nutriente, no de kilos de fertilizante. Si habláramos de kilos de fertilizante, más o menos, en promedio, deberíamos multiplicar estas cantidades por dos. 

Quiere decir que en la Unión Europea, aproximadamente se aplican 260 kilogramos por hectárea. Y ahí tienen ustedes otros datos de otros países del mundo donde y al final está México con sólo 55 kilos de nutriente. Esto es realmente una alerta al mal manejo que hemos tenido de la parte de nutrición vegetal. 

En esta otra gráfica, les muestro básicamente el comportamiento de los últimos años y si tomamos la cantidad absoluta –la parte superior de estas columnas- van a poder observar que se mueven muy cerca de un rango de 4 millones. Cuatro millones de toneladas es la media del consumo nacional, señores, hace 20 años. 

La parte verde, es la parte de fabricación nacional, la parte azul es la parte importada. 

En esta siguiente gráfica podemos ver varios datos. La parte negra de la base son las exportaciones nacionales que como pueden ver en el año 95 y 96 tuvieron su clímax, esto debido… y fue una caída que viene del año 99 que es donde se empieza a dar toda la crisis del sector en México y finalmente viene el cierre de las plantas, yéndose las exportaciones a cero en los años 2003 a 2005. 

2006 una muy leve recuperación y después con la reapertura de Grupo Fertinal, que es la empresa para la cual soy vicepresidente, reiniciamos operaciones en el año 2007 y hoy estamos exportando aproximadamente 600 mil toneladas de fertilizantes. No se recuperaron los mismos volúmenes porque las plantas de urea siguen cerradas y también fueron un jugador importante en las exportaciones nacionales. 

Nuevamente la línea verde es el consumo y la parte de la línea roja es la producción y la línea azul son las importaciones. 

En este siguiente gráfico les muestro un ejemplo interesantísimo de cambio. En el caso de Brasil, hace aproximadamente 15 años, realmente empezaron a detonarse cambios fundamentales y si pueden ver la gráfica negra es el uso de fertilizantes y la gráfica roja es el incremento en la producción de granos. 

Y pueden ver cómo es absolutamente correlacionada. Brasil consumía menos de 10 millones de toneladas en los años, en los tempranos noventas y hoy está consumiendo casi 30 millones de toneladas. Su producción de granos asciende en el último, en el 2010 a 154 millones de toneladas y como ven, en la última línea, sí ha habido un incremento de la superficie agrícola utilizada en Brasil pero no tiene ninguna relación con el uso de fertilizantes. O sea, es un dato muy insignificante. 

Debemos de hablar de incrementar el consumo de fertilizantes entre dos y tres veces en México. Esto quiere decir que debemos de llegar a 8 o 12 millones de toneladas. 

¿Qué beneficios tendremos? El incremento en la producción, sin duda; alimentos más nutritivos porque, muchos no lo sabemos, pero no es lo mismo un grano nutrido que un grano no nutrido;  la mejora sustancial de los ingresos del agricultor, esto también puede coadyuvar a la disminución de la migración, y una agricultura más rentable de largo plazo y la autosuficiencia alimentaria.

En esta gráfica les quiero mostrar cómo podemos deshacernos de un mito. Estas curvas son algunas de las materias primas, la negra es petróleo, tenemos el maíz en amarillo, tenemos en verde la urea, en café los fosfatados y en azul el amoniaco, materia prima fundamental para producir fertilizantes. Y la línea gruesa amarilla, indica el consumo. 

Fíjense cómo es contradictorio que en el momento en que viene un bache en los precios en el punto medio de la gráfica, el consumo cae cuando caen los precios. Entonces, esto rompe con el paradigma de que el consumo de fertilizantes es un tema de precio. Desafortunadamente y lo digo con todas sus letras, en la Secretaría de Agricultura la visión está cien por ciento enfocada a precio y creo que es muy importante destacar que no es así, que no ha sido así en otros países, que las curvas de consumo no siguen el precio sino siguen los procesos educacionales de los agricultores. 

Hay que hablar del antecedente de Fertimex, es obligado. Fertimex se privatiza en el año de 1992 y de diez plantas que operaba esta paraestatal, operan a la fecha únicamente tres y una que prende intermitentemente. 

La industria requería mantener su integración a la producción del amoniaco y con la privatización esto se rompe. Fue circunstancial que a la fundación de Fertimex se asignaran las plantas de amoniaco por ser el productor de gas a Pemex, pero en realidad eran parte del proyecto nacional de fertilizantes, nada más que se nos olvidó privatizarlas cuando se privatizó la industria. 

La propia industria, ya en manos del gobierno, desde el año 89 empezó a entrar en crisis cuando el amoniaco subía por el alto costo del gas y realmente Fertimex no lograba ser rentable, al punto que una inversión de varios billones de dólares se decidió privatizar en vez de escindir las plantas de amoniaco de Petróleos Mexicanos e integrarlas al proyecto productivo de fertilizantes. 

La verdad es que son plantas que, en mi opinión, no debían haberse privatizado y habiendo hecho esto, debieron haberse privatizado conjuntamente con las plantas de amoniaco. 

Una industria desintegrada no es competitiva y, por lo tanto, es absolutamente inviable. Y no privatizar o integrar el amoniaco a la producción de fertilizantes fue el fracaso del proyecto de privatización de la industria. 

La distribución en México, aquí vale la pena destacar algunos puntos. La distribución de fertilizantes en México siempre ha sido operada por la iniciativa privada, desde los tiempos de Guanomex y Fertimex. Al cierre de las plantas productoras, las importaciones sustituyeron la producción nacional, tarea que resolvió la distribución. 

Los distribuidores privados compensaron las importaciones. Compensaron las importaciones.

(¿Todavía? Perdón, vas bien. ¿Ésta es, no? Compensaron. Perdón, ya me hice aquí. Correcto, estamos en la misma.)

Al cierre de las plantas productoras, las importaciones sustituyeron a la producción nacional. Para poder realizar lo anterior se realizaron importantes inversiones en infraestructura, capital de trabajo y financiamiento al sector. 

La verdad de las cosas es que el fertilizante ha sido plenamente financiado por el sector privado y se han hecho enormes inversiones en terminales portuarias, almacenes de distribución en todo el país, bodegas de venta al detalle, asesoría y muchos otros servicios. Actualmente, este sector tiene en México más de mil 500 almacenes a nivel nacional. 

La Reforma Energética es una nueva oportunidad, sin duda. Y aquí es donde ya le entramos a la materia y creo que es el tema que hoy nos interesa. 

Todas las producciones del mundo que son competitivas son industrias totalmente  integradas y aquí habría que tomar varios ejemplos. Y una cuestión muy importante de destacar es que no importa la naturaleza del tipo de empresa y me refiero a estatal o privada, inclusive, eventualmente a combinada, a mixta.

Pero en todos los países exitosos del mundo y les quiero citar algunos como Saudí Arabia, la producción está cien por ciento en manos del Estado saudí árabe. Marruecos es el principal productor de fosfatados a nivel mundial y está totalmente en manos del Estado, digamos que en cierta forma es el Pemex del Estado y ellos tienen el control absoluto de la producción y de toda la cadena productiva. 

Ejemplos distintos podrían ser Australia, Canadá, Estados Unidos –uno de los líderes, donde todo está en manos de la iniciativa privada, pero todas las empresas productoras están integradas desde las materias primas. Esto quiere decir, en el caso de los fosfatados, desde la roca fosfórica y por la vertiente del nitrógeno, desde el gas para producir amoniaco. Si no partieran desde el gas, no serían viables. 

Generar las bases para reintegrar la industria nacional creo que será el verdadero reto de la Reforma en este renglón. Creo que la parte fundamental que hay que anotar el día de hoy es ésta. 

En la opinión de nuestra industria, en la cual tenemos más de 20 años de operación y subsistencia -porque habría que decir que somos sobrevivientes- realmente si no se generan las bases para que la industria se integre en forma mixta, en forma estatal, esta industria va a desaparecer. 

Deberá el gobierno asociarse con los industriales, privatizar las plantas de amoniaco o adquirir las plantas de fertilizantes, pero la integración será la única garantía de continuidad en el largo plazo. Verdaderamente quiero hacer hincapié: las plantas como estamos no somos viables, no generamos utilidades y no competimos con el ámbito internacional. 

Se ha hablado, el Presidente de la República tiene puesto el interés en fomentar este sector, tiene el interés de que México incremente su capacidad de producción, el cual es legítimo y necesario. No podemos que el alimento de nuestra comida venga de fuera, tenemos que producir nuestros fertilizantes y tenemos que producir nuestros alimentos; por lo menos en un porcentaje porque también no habría que satanizar que hoy en un mercado mundial, las mercancías van y vienen por todo el mundo. Pero al menos un porcentaje de nuestro fertilizante debe hacerse en el país y esto sólo lo vamos a lograr si se generan estas bases. 

Integración, dice aquí, igual a cadena, gas amoniaco y fertilizante.

Por último (si tengo tiempo todavía, gracias), la disponibilidad. En el tema de gas natural –dice-, la disponibilidad futura de gas natural en nuestro país será una oportunidad para incrementar la producción de fertilizante. El gas es materia prima fundamental. 

La segunda es el azufre o una de importancia, es el azufre, que también está en manos de Pemex. No hemos hablado ahora casi de él, es un producto que resulta un subproducto de la refinación y de él se habla poco, pero baste decirles que hoy el azufre mexicano se referencia a Tampa, Florida, y se vende el azufre mexicano en Tampa, Florida, a los precios de Tampa. Después de haber sido conducido en camiones a las terminales en el Golfo, a la terminal de la (inaudible) de manera específica, y finalmente transportado en barcos, los americanos pueden comprar el azufre mexicanos a precio de Tampa. 

Los mexicanos compramos el azufre a precio de Tampa más flete marítimo, más flete terrestre. Entonces, me parece contradictorio que le llegue a los Estados Unidos, el azufre mexicano, a un precio más accesible al cual los industriales mexicanos que producimos fertilizantes tenemos que pagar. Resultado de ello es que importamos enormes cantidades de azufre, medio millón de toneladas al año. 

Será indispensable contar con reglas claras y mecanismos de precios de largo plazo que permitan garantizar las cuantiosas inversiones que requiere este sector. Y al respecto les comento, poner una planta de urea estamos hablando de mil 500 millones de dólares y no hay uno, hay varios actores interesados en estas inversiones en nuestro país en coinversiones con empresarios mexicanos; pero si no tenemos reglas claras para fijar el precio del gas y si el gobierno no apoya el establecimiento de garantías de precio de largo plazo, quiero que me digan cómo vamos a traer mil 500 millones de dólares para cada proyecto de producción de urea. 

Por último, dar prioridad a la disponibilidad de gas natural para la industria de fertilizante, será privilegiar la autosuficiencia alimentaria de la nación. Garantizar el abasto de alimentos es un tema de seguridad nacional. 

Gracias.  (Aplausos).

-EL C. SENADOR DAVID PENCHYNA GRUB: Gracias al licenciado Francisco Covarrubias, Presidente de Anacofer. En verdad le agradecemos su participación en este Foro.

Ahora, antes de concederle el uso de la  palabra al docltor Manuel Barquín, me permitiré leer una breve síntesis biográfica de su trayectoria.

Manuel Barquín Alvarez es licenciado en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México. Cuenta con maestría en derecho por la por la Universidad de Harvard y es maestro en ciencia política por la Universidad de Yale.

Fue Consejero de la Judicatura Federal del Poder Judicial de la Federación, designado por el Senado de la República.

Fue asesor del Subsecretario de Energía. Consultor de la Comisión Reguladora de Energía, asesor del Secretario de Educación Pública, y Consejero Magistrado del Consejo General del Instituto Federal Electoral.

En la Universidad Nacional Autónoma de México, ha desempeñado diversos cargos, dentro de los que destacan el de Abogado General de la Universidad.

Es investigador titular “C” de tiempo completo, Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Es profesor en derecho constitucional de la Facultad de Derecho de la UNAM y en el instituto Tecnológico Autónomo de México.

Es un privilegio y un honor, doctor, el tenerlo entre nosotros. Tiene usted el uso de la palabra hasta por 20 minutos.

EL DOCTOR MANUEL BARQUÍN ÁLVAREZ, INVESTIGADOR DEL INSTITUTO DE INVESTIGACIONES JURÍDICAS DE LA UNAM (TEMA: “ENERGÍA Y SECTOR PRIVADO: PRODUCTIVIDAD Y VALOR AGREGADO”): En primer término, quiero agradecer a la Comisión de Energía por esta invitación.

Para mí es un honor poder asistir a exponer algunas ideas en torno a la Iniciativa a éste, uno de los Foros más elevados de la Nación.

Mi exposición es muy amplia, entonces he seleccionado algunos párrafos que creo que podrían ser de mayor interés, pero puede ser consultada en toda su amplitud, porque he entregado una copia electrónica.

La reforma en materia de energía es necesaria porque el modelo de la industria no ha resultado durante décadas. Pero hoy su revisión es más acuciante en la medida en que escasea el petróleo y los hidrocarburos baratos o de fácil obtención. El gas es el único hidrocarburo que puede contarse con seguridad para el mediano Plazo.

El acabado modelo de desarrollo industrial de México, depende del mantenimiento de una progresión creciente de gas.

El problema de la ineficacia e improductividad de la economía de los países, se deriva de deficiencias en su modelo.

En México ha habido un desplazamiento hacia un modelo estatista que se culminó en la sexta década del siglo pasado, y después ha habido una descentralización de este modelo.

Este modelo ha sido influido en cierta medida por el modelo burocrático centralista de los llamados países socialistas y en parte por consideraciones históricas peculiares de nuestro país.

Quiero referirme entonces a este tema porque es crucial. Si uno ve la Reforma Constitucional, se trata de una modificación, en el fondo, de este modelo estatista exacerbado que se adoptó en la sexta década del siglo pasado.

El problema de la ineficacia y productividad de la economía de los países del socialismo autoritario, también condujo a un clima económico de corrupción y en lo político de un autoritarismo sin precedentes, que obligó a la propia dirigencia soviética, en la hoy desaparecida Unión Soviética, a una apertura en materia de transparencia y de reforma, célebremente conocidas como “Glasnost y Perestroika”.

En esta época de reforma, Gorbachov intentó, por última vez, salvar el modelo centralista y burocrático para el sector productivo. Introdujo la categoría de empresas estatales, pero también fracasó.

Esto es analizado ampliamente en el libro de Archie Browns, cientista político y economista británico, sobre el comunismo, su ascenso y caída.

El sistema de incrementos de salarios y prestaciones ligados a la productividad, típicos de la competitividad de la economía de mercado, no pudo ser limitada a la economía soviética y la improductividad del sistema burocrático llevó a una crisis económica, sin salida y a un estancamiento por la baja capacidad de innovación del modelo burocrático, que no pudo salir del ámbito, del armamento y la exploración espacial.

O sea, el abandono del modelo centralizado burocrático de producción ha sido un dato histórico. Es decir, se produce aún en los países que lo enarbolaron en forma significativa.

En el sistema de economía de mercado, por ser su descentralización y por no tener una estricta planeación, se produce una productividad vinculada a la innovación crucial, que es difícil que se igualen las economías dominadas por un sistema de planeación burocrática centralizada.

En China, los economistas más osados recomendaron la inclusión de reformas en materia de estatismo y centralismo económico desde los años 70 del siglo pasado, que finalmente facilitaron el retorno al sistema de propiedad privada de los medios de producción y de una economía mixta.

Este modelo se conoce como el modelo del consejo de Pekín, opuesto al consenso de Washington, y básicamente la diferencia es quién comanda las alturas de la economía, como dice el economista “Jerryn Commanding Hints” (interpretado) of Economic, en el caso del modelo de Washington se prefiere que no sea el Estado y el del consenso de Pekín se admite que puede ser el Estado. En ese sentido, nuestro país está más próximo al consenso de Pekín.

Pero en los dos, la economía es el resultado de la concurrencia del estado y los particulares, ya sea en compañías estatales, compañías público privadas, o francamente privadas, como existen en China.

Las objeciones a la reforma, proviene en parte de este compartir la ideología estatista, que como hemos visto, no pudo fusionar en forma extrema –esto es un dato histórico, se puede discutir, pero los libros de historia lo reflejan con claridad--.

Por ello, yo me he preguntado: Qué hay en esta oposición, más allá de consideraciones de equipo ideológico y político.

Por lo anterior, es indudable que más allá de un estatismo anacrónico, lo que en realidad preocupa a las corrientes y organizaciones que se oponen a una reforma que implique una privatización, revelan una legítima suspicacia y resistencia porque no se repitan las fraudulentas privatizaciones que se aplicaron en el pasado, el principio de nacionalización de pérdidas y privatización de ganancias.

Esto es lo que les preocupa y esta sí es una preocupación real y legítima, porque sucedió en el pasado con el rescate carretero, entre otras. En fin.

No obstante su preocupación parece no estar atinadamente enfocada, ya que es difícil suponer que en México se suprima la propiedad primada de los medios de la producción.

En cambio, lo que sí impediría en forma eficaz el abuso de la propiedad pública, la malversación de fondos presupuestales y el atentado a los servicios públicos por la colusión de servidores públicos y concesionarios, consisten esquemas de fiscalización confiables, no en un estilo de propiedad, ya sea estatal o privada.

En México no se ha podido garantizar a plenitud la función de fiscalización. Y esto está un poco en el fondo de esta objeción y parece ser el único argumento que no es de índole absolutamente ideológico o político.

Quiero ahora referirme a un tema que yo creo que es central, además de esto sobre el estatismo extremo de los años 60 del siglo pasado en México.

En la actualidad, el verdadero eje de la política energética de cualquier país, es la transición energética.

Sin embargo, los aspectos de la mayor parte en el mundo se contempla nada más el aspecto, digamos, de la industria de los hidrocarburos.

Yo creo que en esto sí hay que profundizar sobre todo en el fomento de la generación de energía con recursos renovables. Es un tema muy descuidado en el país y es posible enmendarlo.

El cuidado del medio ambiente no sólo implica aspectos de tipo salud pública. Hemos visto en este año el problema que ha implicado las inundaciones, los desgajamientos de cerros y esto es, desafortunadamente, una evidencia innegable del calentamiento global, como lo es el descongelamiento del casquete polar.

Entonces yo diría que el eje de la política energética de México no debe ser consumir todos los hidrocarburos que podamos, lo más rápido, y sobre explotar nuestros yacimientos para no dejarle nada a las nuevas generaciones. Yo creo que debe ser una combinación de todas las posibilidades de generar energía.

Hago algunas reflexiones en las que yo no quisiera abordar en este momento con más detenimiento, sobre por qué se ha agotado el modelo centralista burocrático, tanto en el ámbito del gas y de la petroquímica, que a mí me parece que es objetivo y que se manifiesta en las alertas y en los desabastos. Esto es posiblemente un tema que puedan abordar con más profundidad las personas que me acompañan como ponentes.

Pero ese es otro dato histórico. Es decir, se ha agotado también el modelo estatista con respecto de estas industrias, el estatismo extremo.

Pero ahora quiero referirme también a otro tema, que para mí es muy importante y que de alguna manera debe enfatizarse en una reforma global. No necesariamente deba ser tema de una reforma constitucional, a la mejor es de leyes secundarias, pero es importante tomarlo en cuenta.

La industria eléctrica: La industria eléctrica en nuestro país, adolece también del agotamiento que ha producido décadas de centralización y burocratismo.

Inicialmente antes de generalizarse a todo el país, se dependía de grandes y medianos productores, con presencia local y regional, a través de empresas mayormente operadas por particulares. El aspecto de las grandes presas favoreció, juntos con las redes interconectadas, el surgimiento de las grandes empresas y en los países donde la intervención del estado en la economía en forma directa era una tradición, surgieron las empresas estatales.

O sea, la estatización de la producción de energía también obedece a condiciones económicas y no nada más a consideraciones políticas.

Cuando se construyen las grandes presas en Norteamérica y se genera la red nacional interconectada, pues surgen macro empresas de generación eléctrica. Y en México y en los países europeos donde había una tradición de intervención del estado en la economía, surgen las grandes empresas estatales de producción de energía.

Esta situación, en la mayor parte de los países europeos se ha matizado, ha habido participación de particulares, también en México, aunque es una participación desde el punto de vista muy reducida.

La crisis del modelo de industria eléctrica centralizada y burocratizada con tarifas altas que no se corresponden con el nivel de servicios a pesar de los subsidios, hace necesaria la creciente participación de particulares para proporcionar energía eléctrica a quienes estén en posibilidades de pagarla, dejando a la empresa pública, preferentemente, el control de la red nacional interconectada, la operación de las grandes presas hidroeléctricas, macro proyectos con impacto nacional, así como la provisión del servicio público para los  consumidores que no pueden acceder a él por su condición de marginalidad o incomunicación.

Yo todavía no entiendo por qué el Estado tiene que generar energía eléctrica para las personas que la pueden pagar y que se pueden regir por mecanismos más próximos al mercado. Esto ya funciona en varios países. En nuestro país, sin embargo, no ha podido penetrar esta idea.

Y ahora ya me voy más al problema de la energía renovable:

La energía renovable y en particular la eólica y la zonal, son las que con mayor relevancia ilustran la necesidad de descentralización y desburocratizar la generación de energía eléctrica.

México tiene una tradición milenaria en organizaciones colectivas y acción comunitaria, que no se ha utilizado en la industria eléctrica para el auto consumo y la pequeña producción:

Ejidos, comunidades y cooperativas, permitirían que núcleos importantes de la población fueran autosuficientes, cuando no incluso pudiera participar en mayor o menor medida en la generación de energía, por medio de recursos renovables, fundamentalmente a través de la energía eléctrica, la solar y la mini hidráulica.

Es sabido que los mayores costos los representa la inversión inicial y el mantenimiento, donde la intervención del Estado sería decisiva. Los beneficios podrían ser por partida doble.

Por una parte, se evitaría el pago de tarifas por parte de los miembros de la comunidad u organización, cuando no incluso podrían procurarse recursos adicionales para por la venta de los excedentes a la red.

Las comunidades, las cooperativas, dejarían de gravitar en la generación de energía con base en la quema de hidrocarburos, lo que aumentaría nuestra provisión de hidrocarburos.

Por último, estos esquemas podrían contribuir a que el gasto social en forma de inversión en infraestructura para producir energía de la manera que he señalado, no fuera meramente asistencial e improductivo y fomentar además, una actitud proactiva, en vez de una dependencia pasiva, que provoca el asistencialismo.

Quiero hacer alguna reflexión, algunos aspectos que creo que también deben ser tocados aunque quizá no en el nivel constitucional. Simplemente estoy haciendo una sistematización resumida de lo que contiene el documento.

La estrategia energética que genera el Ejecutivo Federal, por conducto de la Secretaría de Energía y se aprueba en el Congreso de la Unión, es un documento de capital importancia para el desarrollo de la transición energética y a pesar de que está elaborada en términos generales en algunos rubros, es parte de que cuando asigna responsabilidades para la realización de tareas y el cumplimiento de metas que se refieren a dependencias integrales, se incluye, además de las del sector energético, otras líneas de acuerdo, otras secretarías, gobiernos locales. Y una palabra que recurre, es un nivel o una instancia intersecretarial, aunque no se precisa en forma clara.

Esto lo que hace poner en evidencia, es que el sistema de planificación de la industria energética, debe incluir otras líneas de acuerdo.

Por ejemplo, yo me quiero referir al Consejo Nacional de Energía. Está integrado por el Secretario de Energía y sus subordinados. Está integrado así desde hace mucho tiempo. Yo he trabajado dos veces como asesor de Subsecretarios de Energía en dos regímenes de partidos diferentes y siempre ha estado integrado así.

Pero qué riqueza pueden aportar los subordinados del Secretario de Energía fuera de la que ya hayan podido aportar en los acuerdos. Yo soy una persona que ha trabajado 15 años en la Administración Pública Federal y otros 15 años en la administración universitaria, que es también muy grande, y conozco este tema a fondo. No soy un lector insaciable de libros y contacto con la realidad.

Creo entonces que hay que ampliar, descentralizar la industria energética lo más que sea posible, sobre todo en materia de recursos renovables y creo que hay que hacer participar a las entidades, creo que hay que hacer planeación regional, que hay que renovar el mecanismo de planeación y centrarlo en la energía.

¿Por qué?  Porque sin desarrollo en energía el desarrollo industrial no es posible. En las decisiones centralizadas de las oficinas de la Ciudad de México no se ha dotado, o de ductos de gas, o de suficiente energía eléctrica a zonas que después no se han podido desarrollar, la industria no se ha podido desarrollar.

Por qué no darles la oportunidad a las regiones y a los estados, inclusive a los municipios en plantas que aprovechen el biogás que produce la basura, de generar su propia electricidad.

Quiero también hacer una sugerencia: Si ustedes leen el Artículo 28,s e ha hecho una excelente labor de reforma de la regulación en Telecomunicaciones y en competencia.

Y se les ha dado a estos órganos, el Instituto y la Comisión, realmente garantías de funcionamiento independiente, de objetividad, de imparcialidad.

Por qué no se hizo esto con las Comisiones de Energía. Por qué en el Artículo 28 nada más se restringió al Instituto de Telecomunicaciones y a la Comisión Federal de Competencia.

Sería muy fácil al hacer un adendo en la Constitución y ampliar estas garantías para las comisiones en materia de energía, cree la Comisión Nacional de Biocarburos y colude fundamentalmente.

Quiero nada más ya para culminar: la transición energética es un proceso que se promulgará por décadas y que requerirá de la participación de toda la sociedad.

Su envergadura rebasa por mucho la capacidad del Gobierno Federal. Para todo el orbe la transición energética es un evento histórico, pero para nuestro país es definitorio por haber sido el petróleo el elemento que singularmente caracterizó su historia en el siglo pasado y por lo menos en la mitad de éste.

En un país semidesértico, sobre poblado y donde sólo el crecimiento de la industria y los servicios pueden garantizar el empleo para miles de jóvenes mexicanos, la disposición de múltiples y variadas fuentes de energía a todo lo largo del territorio nacional, requiere de una industria eléctrica descentralizada y participativa, donde las empresas del sector público, privado, participen en igualdad de circunstancias en la generación y distribución de electricidad. Estoy dejando fuera el control de las redes de transmisión.

Para terminar, simplemente un colofón: Visualizo un país en que todos los individuos colectivos e instancias de gobierno puedan participar, porque también los individuos pueden tener aparatos de generación de energía renovable; en forma activa y responsable en una gran cruzada nacional por la transición energética.

Estoy plenamente seguro de que lejos de ser una quimera será factible por lo menos en el mediano plazo, si no lo fuera en esta Reforma

Y quiero cerrar con una anécdota personal: Hace poco más de 20 años incursioné como pionero en el tema de la reforma electoral, con un artículo sobre el sistema de partidos y órganos electorales en México, que acreció entonces a la exigua bibliografía en la materia y que por lo menos me permitió acceder a un foro de consulta sobre el Código Federal Electoral y después al Consejo General del IFE, donde fui consejero.

Pero pasarían décadas y múltiples propuestas de reforma para que cristalizaran en forma de normas e instituciones.

Tengo la expectativa fundada de que lo mismo sucederá con la industria de la energía, que requiere urgentemente de una reorganización para convertirse en una industria moderna, descentralizada, eficiente y participativa. Una industria que esté a la altura de las necesidades futuras del país.

Muchas gracias. (Aplausos)

-EL C. PRESIDENTE SENADOR PENCHYNA GRUB: Gracias al doctor Barquín por su asistencia y por su exposición.

Antes de concederle el uso de la palabra a nuestro tercer expositor, Don Alfredo Elías Ayub, permítanme hacer referencia a una breve síntesis curricular de su trayectoria.

Don Alfredo Elías Ayub es ingeniero civil por la Universidad Anáhuac y es maestro en administración de negocios por la Universidad de Harvard. De 1999 al año 2011 fue Director General de la Comisión Federal de Electricidad de nuestro país. Entre otros proyectos que dirigió la Comisión Federal de Electricidad a su cargo, estuvieron la planeación y construcción y operación de 43 plantas de generación eléctrica, incluyendo la planta hidroeléctrica El Cajón, la hidroeléctrica La Yesca. El Cajón fue reconocido como el proyecto de construcción del año otorgado por la revista de obras. El panel de rescate durante la crisis provocada por el deslave del bloqueo del paso de Río Grijalva, esta labor fue reconocida con premios internacionales otorgados por el Edison Electric Institute y el reconocimiento más distinguido de la industria.

Bajo su dirección se construyó e instaló por parte de la CFE la red de fibra óptica a nivel nacional. Se creó la Universidad Tecnológica y se realizó la integración de Luz y Fuerza del Centro a la Comisión Federal de Electricidad, sus instalaciones, cuerpo laboral y plataforma de clientes. De 1996 a 1999 fue Director General de Aeropuertos y Servicios Auxiliares; Subsecretario de Energía de 1993 a 1995 y de Minería de 1988 a 1993. Fue también coordinador de asesores del Secretario de Energía, Minas e Industria Paraestatal y Coordinador Ejecutivo del Secretario de Desarrollo Urbano y Construcción Pública en el Estado de México.

Ha trabajado en la academia desde 1978 como profesor de tiempo completo y más adelante como Director de la Escuela de Ingeniería en la Universidad Anáhuac. A lo largo de su carrera profesional ha servido en varios Consejos y Administraciones entre los que destacan Banorte, Bombardier de México, Grupos Aeroportuarios del Pacífico, General Electric y Arcos Dorados Latap. De 2011 a la fecha es Presidente del Consejo de Administración de Promociones Metrópolis. 

A Don Alfredo Elías Ayub, nuestra más cordial bienvenida y nuestro reconocimiento por estar aquí con nosotros en el Senado de la República.

Tiene usted el uso de la palabra.  (Aplausos).

-EL C. ING. ALFREDO ELIAS AYUB: Muchas Gracias, Senador Penchyna; muchas gracias señores Senadores por esta invitación a este importante Foro sobre la Reforma Energética. Muy buenas tardes a todos.

El tema que nos reune es la inversión privada en el sector energético, aspecto que está justo en el centro del debate de esta importante reforma.

Les compartiré reflexiones sobre el tema basadas en la experiencia, principalmente como Director de la Comisión Federal de Electricidad.

Haciendo memoria podemos recordar cuando México vivía su auge petrolero. Parecía que nunca se acabaría el petróleo y que no era necesario preocuparse por el futuro. Y en efecto, no se nos han acabado los hidrocarburos, pero es una realidad que cada vez es más difícil, caro y riesgoso extraerlo del subsuelo, porque no se agotó el petróleo, pero sí se está agotando, como decía el maestro Barquín, la política pública para su explotación tal y como la hemos practicado hasta la fecha.

Los grandes yacimientos ya redujeron gramáticamente su producción, y los nuevos proyectos exigen inversiones y riesgos muy altos difícilmente accesibles en el presupuesto gubernamental, especialmente cuando este dinero compite para tener que atender importantes necesidades sociales.

Se tiene que implantar otro esquema de inversión, un distinto enfoque fiscal y un modelo de desarrollo del sector energético diferentes. El esquema actual ha tenido como resultado una decreciente producción petrolera, una creciente importación de gasolinas y desabastos de gas.

Es claro que hace falta un nuevo modelo energético para el país. El mundo actual nos tiene, como se dijo, en el camino de la importación de derivados del petróleo de petroquímicos y los onerosos ejemplos de la gasolina y del gas natural.

Si seguimos por donde vamos llegaremos  a situaciones del actual desabasto, altos precios y una riesgosa dependencia del exterior.

Para empezar a hablar de la energía en México, en los tiempos que corren, hay que decir con toda claridad, que la necesidad de una reforma se ha convertido en un asunto de seguridad nacional, considerando la seguridad energética como un tema importantísimo en la seguridad nacional del país, porque es urgente tomar las decisiones que permitan asegurar el abasto de energía con servidumbre, con suficiencia y a precios competitivos.

Sin esto la economía nacional corre riesgos de proporciones incalculables.

Hemos visto en fechas recientes el ejemplo de las alertas críticas del gas.

Estamos ya tarde, muy tarde, debido al tiempo que tardan los créditos madurar a lo profundo de las modificaciones a emprender y la velocidad de los cambios a que México esté puesto

La reforma, por lo tanto, en mi opinión debe realizarse de inmediato.

Las alternativas en general ya están sobre la mesa; puedo aportar algunas perspectivas que se desprenden de la experiencia en el sector eléctrico.

En los años 90 resultaba claro que el crecimiento de la demanda de electricidad exigía retomar un ritmo acelerado del crecimiento de la infraestructura. Sí se quería que la disponibilidad de electricidad fuera motor y no freno para el desarrollo de México.

Las fuentes de financiamiento estaban severamente limitadas y se tenía que encontrar vía para crecer la capacidad de generación de Comisión Federal de Electricidad sin incurrirla en pasivos inmanejables.

Adecuaciones legislativas en 1992 hicieron posible la introducción de la figura de productor externo de energía y la figura de autoabastecimiento, con lo cual ingresaron nuevos participantes al mercado eléctrico. Empresas que construyeron por su cuenta y a su riesgo y con sus recursos plantas de última tecnología, la gran mayoría de éstas de ciclo combinado evitando fuertes presiones al Erario y posibilitando una expansión de la infraestructura eléctrica del país nunca vista anteriormente.

El esquema de la producción independiente implica además que los proyectos sean ubicados en lugares y con las características que la planeación de largo plazo del sector indica, sobre las bases de necesidades de la demanda futura.

De este modo se aseguró que los proyectos estuvieran alineados a la planeación de largo plazo y se complementaran con la planta de generación de propiedad estatal.

Ahí están las evidencias de los buenos resultados. Gracias a las reformas legislativas de los años 90 que permitieron la inversión privada desde 1992, pero que se materializaron hasta 1999, del año 2000 al 2010 la incorporación de productores independientes significó un incremento de la capacidad de generación de 11 mil 900 megawats, casi 40 por ciento de la que tenía el sistema eléctrico nacional.

Los recursos liberados pudieron dirigirse a mejoras de productividad, avances tecnológicos, a crecimiento de las redes de transmisión y distribución, renovación de plantas y cierres de las centrales que alcanzaron su vida útil y a la construcción también de nuevas centrales públicas.

En 2010 la CFE disponía de 52 mil 900 megawats, 34 por ciento de estos de propiedad privada. Esto significó un crecimiento de más del 50 por ciento del año 2000 al 2010. Ese crecimiento hubiera sido imposible sin la combinación de esfuerzos públicos y privados.

Con esta combinación de inversión pública y privada se aseguró el abasto de electricidad para el crecimiento del aparato productivo del país.

Es importante reconocer en este proceso la participación muy constructiva del SUTERM, un Sindicato consciente de las necesidades de la modernización del sistema eléctrico nacional y abierto a encontrar soluciones novedosas que beneficien a todos.

Quizá si el mismo esquema de apertura a la inversión privada se hubiera aplicado a la refinación hoy no estaríamos importando las enormes cantidades de gasolina que estamos importando.

Una mayor apertura del sector eléctrico en la que se fomente la competencia será benéfica para los consumidores y para el aparato productivo nacional.

Esta apertura del sector eléctrico, en mi opinión, debe tener las siguientes características: Como principal objetivo es asegurar el abasto de electricidad para el país a largo plazo. Por lo tanto la aplicación del cambio debe ser gradual, dando los tiempos de maduración para cada uno de los pasos; debe ser una apertura que fomente la competencia en beneficio de los consumidores; se debe, en mi opinión, mantener y reforzar el exitoso sistema de planeación del sistema eléctrico a largo plazo con el que cuente el sector y que ha garantizado en todo momento al país el abasto de electricidad. Recordemos que a diferencia de la gasolina y el gas, si falta electricidad ésta no tenemos por donde importarla, y como le pasó a Brasil, hay que parar el aparato productivo nacional.

Por esto es fundamental mantener un esquema de planeación de largo plazo.

Debemos de fortalecer, de manera muy importante, a los órganos reguladores, particularmente a la Comisión Reguladora de Energía; los órganos reguladores están en una etapa incipiente, y para una apertura deben de tener mucho más fortaleza. Debemos dar flexibilidad y tiempo a la CFE para poder competir, creándole un marco regulatoria de empresa y no aplicándole el mismo que al sector central del Gobierno Federal.

No se puede manejar la CFE con las mismas reglas y normas que se maneja la Secretaría de Turismo o la Secretaría de Salud, de Agro o de Agricultura. Principalmente y especialmente en un marco de competencia con otras empresas que será finalmente benéfico para el consumidor.

Un hecho que conviene tener presente en todo momento es que la energía, como sector y como industria, está fuertemente vinculada entre sí.

Por ello el sector eléctrico tiene cercana interacción con el mercado de los combustibles. Casi tres cuartas partes de la electricidad se genera a partir de combustibles de origen fósil. Hay que conseguirlos para mantener operando las plantas.

En contraste con lo que sucedió en el mercado eléctrico, la producción nacional de energéticos, asociados al petróleo crudo, careció de puentes de financiamiento y no contó con una participación relevante de inversión privada, incluso como en el caso de los ductos cuando existieron los espacios normativos para que esto sucediera.

Por ello hoy importamos, como dije, gasolina, gas y petroquímicos. La gasolina es transportada de manera cara, peligrosa e ineficiente en pipas, en lugar de ser transportadas por una red de ductos. Y por ello desde hace más de una década ha escaseado el gas en el país en perjuicio de la industria y del empleo.

El sector eléctrico tuvo que aplicar esquemas innovadores con la participación de recursos privados para garantizar los combustibles que sostuvieran la producción de electricidad.

De nuevo la fórmula fue la colaboración público-privado, con la herramienta de las compras firmes a través de contratos de largo plazo y la reputación de una empresa pública como CFE sólida y confiable, se atrajo la inversión privada que permitió garantizar el abasto de gas natural a la infraestructura eléctrica nacional

Ahí están las terminales de almacenamiento y  gas de Altamira y Manzanillo y los gasoductos asociados para traer el gas tierra adentro.

Gracias a esas estrategias de inversiones combinadas, México cuenta con gas natural licuado, crédito en los meses pasados, una mayor crisis. Se podría abundar por las aportaciones y enseñanzas del proyecto integral Manzanillo. Por ahora basta decir que su diseño y ejecución hicieron posible para México comprar lo que es y sigue siendo el gas más barato del mundo, 10 por ciento por abajo del precio del gas de Texas y casi 4 veces abajo del gas que se compra en Europa y en Oriente.

Estos ejemplos ilustran lo que es posible lograr con alianzas estratégicas en el marco de la Ley en beneficio del sector y del país entre los recursos públicos y los recursos privados.

Con más infraestructura de generación y con la creación de infraestructura para atraer gas natural licuado, se incrementó decisivamente la seguridad energética de la Nación; se logró, como decía,  utilizando la concurrencia de varios sectores.

Es oportuno traer a colación estos casos de éxito, porque ahora, igual que en los años 90, nuestro país debe interpretar los nuevos tiempos y las transformaciones que surgen como nuevos desafíos de seguridad energética.

Cabe preguntarse cómo es el nuevo marco del sector energético internacional del que seguramente ustedes han escuchado mucho en los últimos días.

Los cambios que debemos enfrenar están determinados por 2 fenómenos recientes. Como son el descubrimiento y explotación de gran escala de yacimientos de gas y petróleo Shelle, y el relajamiento de los Estados Unidos ya no como gran importador, sino como exportador neto de hidrocarburos dejando atrás su condición del mayor importador del mundo.

Eso modifica el balance de la energía en el mundo , está influyendo en el reparto de roles y seguramente tendrá un impacto dinámico y dramático sobre los precios de los hidrocarburos, lo que significa un mercado mundial de energéticos radicalmente distinto.

Con una reforma energética México estará a la iniciativa y no será rebasado por los cambios que están sucediendo. Si no la hacemos seremos rebasados de inmediato mucho antes de lo que pensamos quizá para el año 2015.

Hay que sentar las bases para que el país despliegue todo su potencial como productor de energía que es enorme. Capaz de sostener su propio crecimiento y tener un aparato industrial competitivo y generador de empleos.

La participación más a fondo de la iniciativa privada en el sector energético es una vía que ha demostrado su efectividad. Lejos de convertirse en un viejo para la soberanía como preocupa a algunas corrientes de opinión, la inversión privada en los sectores estratégicos ha sido aliada de la seguridad energética del país y por lo tanto de la seguridad nacional y de la soberanía, con resultados tangibles como los que se observan en la industria eléctrica.

Ha ocurrido así, porque la participación privada ha sido inscrita en políticas públicas y en un marco jurídico que refuerzan la rectoría del Estado. Y por lo tanto aseguran la supremacía de los intereses nacionales por encima de los intereses mercantiles. Es claro que esto ha sido posible lograrlo.

Esa consideración nos lleva a la necesidad de una reforma energética que incluya de manera muy importante el fortalecimiento de los organismos reguladores que garanticen condiciones de competencia, mejores prácticas y señales de precios que fomenten la productividad y el respeto del derecho de los consumidores sobre bases económicas objetivos, equitativas y transparentes.

Quienes hemos tenido el privilegio de trabajar en el sector de la energía, como yo lo he tenido o lo tuve por muchos años, sabemos que es una actividad económica que aporta beneficios por partida doble. En primer lugar, es una industria que en sí misma genera una gran cantidad de empleos con plazas de calidad, de alta tecnología y bien remunerada.

Hasta donde dejan ver las primera estimaciones, el mapeo de recursos de las reservas del gas shelle y de petróleo superprofundo permiten anticipar que a mediano plazo la actividad de extracción y procesamiento en los Estados del Norte del país, presentará un panorama muy similar al que tienen los grandes estados productores del sur de Estados Unidos, particularmente Texas.

Con las condiciones propicias, podemos ver reproducido el escenario de este Estado, pero al sur del Río Bravo, con 2 mil ó 3 mil pozos perforados por año en lugar de las 60 ó 70 abiertos el año pasado.

Con el correspondiente desarrollo regional que sería enorme y una derrama económica impresionante, como se puede ver, al otro lado del Río Bravo. Estamos hablando de un crecimiento exponencial.

Por eso considero que la reforma energética es la reforma de las grandes oportunidades para el país. Eso significa detonar un amplio campo de posibilidades para trabajadores de la industria eléctrica, para ingenieros, constructores, despachos de ingeniería, obreros calificados con un estímulo productivo que se extendería hasta la educación y desarrollo tecnológico. Pero también con empleos para todas las industrias que dan servicio a las industrias del sector eléctrico. Esto generará posiblemente más desarrollo que ningún otro cambio que podamos hacer estructuralmente en el país.

Lo propio puede ocurrir con la apertura de la inversión en electricidad, que fomentaría el surgimiento de empresas en una cadena de creación de valor que está lista, porque ya han venido evolucionando junto con la CFE, conocen el mercado y estarían a la altura de los nuevos requerimientos.

Estamos, como lo estuvo España en su momento, con las constructoras ante la oportunidad histórica de crear un conjunto de empresas mexicanas de energía que toman un papel preponderante en el desarrollo de nuestros recursos y luego ocuparán espacios relevantes en el contexto internacional.

España construyó su infraestructura cuando ingresó a la Comunidad Europea con empresas españolas que ahora están por todo el mundo.

México debe aprovechar para crear un conjunto, un grupo importante de empresas energéticas mexicanas en estos momentos de apertura a la inversión privada si así lo autoriza la legislatura.

En complemento a la inversión detonada en torno a los hidrocarburos, inversión en electricidad crearía también empleo y desarrollo en centros urbanos, creando y reforzando pueblos regionales de desarrollo porque la electricidad pone marcha la actividad general de la economía y de la vida cotidiana.

Comentaba que la energía es benéfica por partida doble. Porque además el crecimiento que crea con sus actividades propias es la base para el crecimiento de todas las demás industrias y servicios, y eso ocurre por el cual descansa la competitividad de las empresas, industrias y ciudades.

En la medida que generemos mayor energía con gas natural y con energía renovables, más barata tendremos la electricidad en México, y por lo tanto más oportunidades de desarrollo industrial y más oportunidades de empleo.

Como toda infraestructura estratégica nuestro sector de energía tiene que anticiparse a las necesidades. Debe de ir un paso adelante del crecimiento, para poder hacer el crecimiento posible. Sin energía no hay crecimiento económico.

Esa es la razón de más peso para emprender una reforma energética cuanto antes. México necesita energía para crear valor, para transformar insumos en productos, para movilizar bienes y personas, para crear y transmitir conocimiento, para llevar bienestar a la gente y para consolidar su seguridad energética en un mundo global cada vez más cambiante e incierto. 

Nuestro país tiene que construir hoy un sector de energía que sea capaz de promover el bienestar que merecen los mexicanos y de superar los desafíos del mundo actual.

Ante una tarea de tal magnitud de importancia, la mejor vía es permitir, para generar la energía que necesita México, que entren en acción con reglas claras todas las fuerzas productivas de la nación. Los hechos demuestran que el Estado Mexicano puede imprimir rumbo y preservar los más altos intereses nacionales gracias a su activa plural y renovada vida democrática.

Estoy seguro de que el debate informado, como lo ha llevado a cabo las tres Comisiones encargadas del dictamen de esta propuesta, y la reflexión profunda como las que se han visto en estos foros, servirán para que el país tome la mejor decisión y se aproveche el momento actual que tal vez no se vuelva a repetir.

No dejemos pasar la oportunidad.

Muchas gracias por su atención.  (Aplausos).

-EL C. PRESIDENTE SENADOR PENCHYNA GRUB: Para proseguir con el programa, si me lo permiten, por una omisión de un servidor, omití saludar al ingeniero Fernando Martínez, Gerente de ANACOFER y Luis Miguel Romero, miembro de las Juntas Directivas de ANACOFER. Muchas gracias.

Hay otras tribunas, ingeniero, pero donde está usted está muy bien, y no nos afecta en nada, al contrario.

Perdón. Saludo al gerente de ANACOFER Juan Fernando Martínez y al Ingeniero Luis Miguel Romero, miembro de la Junta Directiva de ANACOFER que acompañan al licenciado Mauricio Covarrubias.

Y para continuar con nuestro programa, vamos a conceder el uso de la palabra al maestro Víctor Figueroa Aiyón, Presidente de la Asociación de Distribuidores de Gas-Abigas.

Esta Presidencia también saluda al Ingeniero Octavio Pérez Salazar y al licenciado Cuauhtémoc Cárdenas Blancarte, de la Cámara Regional de Abigas-LP, que también acompañan al señor Presidente de Abigas. 

Sean ustedes bienvenidos.

Y antes de concederle el uso de la palabra a Don Víctor, haré una breve referencia curricular de su trayectoria.

Don Víctor Figueroa es licenciado en derecho por la Universidad Iberoamericana y es maestro en derecho administrativo y de la regulación por el Instituto Tecnológico Autónomo de México ITAM. Es Presidente del Comité Ejecutivo de Abigas Asociación de Distribuidores de Gas-LP del interior A.C.  Abigas es una Asociación empresarial dedicada a la representación de permisionarios de los servicios de almacenamiento, transporte y distribución de Gas-LP ante las dependencias y organismos gubernamentales en materia de energía. Abigas forma parte del Consejo de la Industria del GAS-LP junto con las asociaciones Amexgas, Camgas, Asocinor del Sector Gas LP que agrupan a la mayoría de las empresas de gas de la República Mexicana.

Sea usted bienvenido, maestro Víctor Figueroa Aeyón, Presidente del Comité Ejecutivo de Abigas, tiene usted el uso de la palabra hasta por 20 minutos. 

-EL C. VÍCTOR FIGUEROA AEYON: Gracias muy buenas tardes.

Como dice nuestro presidente, el senador Penchyna, yo soy el representante aquí del Consejo de la Industria del Gas LP. Formamos parte de él las cuatro asociaciones que estamos aquí representadas. Somos la mayoría de las empresas distribuidoras de gas del país y también somos sobrevivientes, así como nos comenta Mauricio, somos sobrevivientes de muchos tiempos difíciles en donde no hemos podido ver una regulación que nos dé un terreno parejo, un terreno en el que podamos competir.

Agradezco de antemano la oportunidad que se nos brinda para asistir a esta tribuna. Les voy hablar de una industria de distribución. Nosotros no fabricamos el gas, simplemente lo adquirimos de Petróleos Mexicanos. En algunos puntos hay internación de gas de importación; sin embargo, esto es realizado básicamente por Petróleos Mexicanos.   

Todavía no hemos llegado a esta etapa donde podríamos nosotros participar y ser entes activos en el comercio internacional.

La dimensión económica de nuestra industria se puede reflejar en números. Les quiero dar una semblanza rápida  de lo que representa la industria en México.

Manejamos cerca de 650 mil toneladas mensuales de gas, que lo llevamos a los hogares de México, a las industrias, a los comercios. El uso que se le da es amplio, viene siendo desde el uso doméstico para calentar agua, para hacer los alimentos. También para muchos procesos industriales, para comercio. Tenemos toda la industria alimentaria, pues sus productos los cocinan básicamente con nuestro gas.

En cuanto a empleos directos tenemos 125 mil y 315 mil indirectos para llegar a un total de empleos generados de 440 mil, según la perspectiva que publica la CNA.

Estos son unos números que hablan de lo que es la red nacional de distribución. A lo largo de muchos años las empresas han ido generando una red que a la fecha, con orgullo podemos decir, que llegamos prácticamente a todo el país, a las poblaciones más alejadas también les llevamos gas.

Puedo resaltar, por ejemplo, los cilindros  en circulación, son 20 millones de recipientes portátiles, a través de ellos se vende cerca del 40 por ciento del gas que se consume en el país. El otro 60 por ciento se consume a través de tanques estacionarios.

Puedo también destacar el número de plantas de almacenamiento: tenemos 980 distribuidas en todo el territorio nacional; sin embargo, esto ha ido un poco en rezago.

El Consejo de la Industria busca, principalmente, influir ante las autoridades regulatorias. Buscamos que se pueda considerar en el trabajo que se realiza aquí en el Congreso para tratar de eliminar ese rezago que tenemos. La actividad económica que nosotros desarrollamos está normada bajo esquemas que consideramos ya muy antiguos.

Básicamente nuestro margen de comercialización se fija a través de decisiones mensuales que se llaman acuerdos de precios. Esto no tiene nada que ver con la inversión que se realiza con los costos de operación con lo que nos enfrentamos todos los días, con los mercados regionales que pueden crecer o no, y que básicamente nos deja un margen de comercialización igual a las empresas que operamos, ya sea en lugares muy alejados, podemos pensar en el desierto de Sonora, poblaciones muy lejanas. Y también ganan lo mismo las empresas que operan en las zonas urbanas como Monterrey, aquí en la zona metropolitana, en Guadalajara.

Entonces esto da como resultado una gran inequidad que, pensamos, se puede reparar a través de la directiva de precios; es decir, poder aplicar a nuestra actividad un esquema de negocio moderno que se aplica para muchas actividades económicas como son desde carreteras, puertos aeropuertos, terminales marítimas, que es la tarifa. La tarifa que ahí sí tenemos una relación directa entre la inversión, el tiempo que va a durar el proyecto económico, los costos de operación y la tasa rector.

Aquí en la gráfica pueden ver cómo la política de precios ha podido hacer que los precios que van al consumidor final se vayan incrementando, como los precios a que nos vende Petróleos Mexicanos el producto, también se vayan incrementando.

En el margen de comercialización se aprecia que estamos en 1 peso con 95 centavos por kilogramo desde, prácticamente, el año 2002. Esto significa en la realidad normativa de los mercados que las empresas han pasado por un proceso de adelgazamiento, por un proceso de recorte al máximo de cualquier costo que no sea esencial dentro de la operación.

Pero también lo más importante: ha significado la reducción de la cobertura geográfica. Nosotros operamos en plantas de almacenamiento que están ubicadas en una ciudad equis, nuestro trabajo es llevar el gas embazado a los domicilios de nuestros usuarios o también llevarlo a través de las pipas que ustedes conocen aquí en la ciudad, para inyectarlo a los tanques de almacenamiento que están en las casas y en las industrias.       

Esta política de precios ha significado que nosotros como empresas distribuidoras hayamos tenido que reducir los kilómetros que recorremos de cobertura. Puedo decirles, por ejemplo, que hace algunos años podíamos llegar hasta 200 y 300 kilómetros de distancia; sin embargo, actualmente un radios de 80 kilómetros ya nos come los costos de operación.   

Por lo tanto la solución que se tiene como empresa es reducir estos costos, estas coberturas. Los  efectos inmediatos serían dos: el primero es que puede surgir un tercero que tenga por ahí un interés económico como cualquiera lo podría tener para correr esa última milla, llevar ese gas al usuario, pero claro, con un sobreprecio con un costo adicional,  y desde luego en condiciones de seguridad normativa. Ahí ya estamos hablando de una especie de tercero informal que viene a suplir una necesidad.

El otro efecto directo inmediato que tenemos es que los usuarios que no alcanzan ya esta cobertura van a comenzar a consumir leña y esto tiene un efecto en la salud, tiene un efecto en el medio ambiente, que también es importante que se tome en cuenta.

Sobre el IVA que se genera a través de la venta estamos hablando de cerca de mil 200 millones de pesos mensuales que vienen a ser una parte importante de la recaudación, pienso yo que se puede obtener, en un enfoque más moderno.  

La solución que tenemos está propuesta ya desde hace tiempo. Desde el Reglamento que se publicó en el 2007 se prevé la existencia de una directiva tarifaria que, como les comentaba hace un momento, esto nos va a permitir operar bajo un esquema de negocio más moderno y que permite, sobre todo, tener en cuenta las necesidades del usuario y los costos de operación de las empresas.

El problema está que desde el 2007 pues por situaciones que no están dentro de nuestra esfera de competencia, pues no se ha publicado, no se ha puesto en operación la directiva. Estamos platicando con la autoridad reguladora; sin embargo, todavía no hemos logrado llegar al punto en el que se pueda establecer ya como algo operativo, como algo real en nuestro mercado y que nos permita dar el servicio a los usuarios con la calidad y la seguridad que nos están demandando desde hace mucho tiempo.

Si me permiten la siguiente gráfica. En esta gráfica están ustedes viendo cómo el consumo de la leña dentro de la Plantilla Nacional Energética, es bastante grande, es muy importante, es nuestro  mayor competidor como distribuidores de gas LP.

Ustedes ven cómo lejos de disminuir, se han incrementado los costos en la salud son importantes. La información, si no se alcanza a leer, es de la Comisión Reguladora de Energía, que nos ha proporcionado esta información y alguna otra que les voy a transmitir en este momento.

En los últimos años que el uso de la leña ha llegado a ser de las primeras causas de muerte para la población mexicana. Tenemos muchas enfermedades asociadas por la emisión de partículas sólidas en ambientes cerrados y, desde luego, lo más triste de la situación es que son precisamente las madres y los niños, que están presentes en ese lugar donde se está haciendo esta cocción de alimentos, quienes más se perjudican en su salud.

Recientemente, mis compañeros aquí presentes estuvieron en Londres en el Foro Mundial del Gas, en donde una de las conclusiones es que a nivel mundial la causa de enfermedades por inhalación de la quema de leña y  de materiales que se queman, viene siendo ya también de los generadores de enfermedades de este tipo más importantes a nivel mundial, no es un caso privativo de México.

Si me permiten con la siguiente gráfica. Tomamos esta información del INEGI. En ella se aprecia cómo se ubican los lugares de mayor consumo de la leña, pues lógicamente, como ustedes lo ven, es el sureste mexicano donde pues existe la posibilidad de usarla; sin embargo, eso no quiere decir que en la parte norte las necesidades no existan, ¿verdad? Lo que pasa es que allá es más difícil que se pueda recurrir a este tipo de soluciones.

En este caso, también nosotros como industria tenemos una propuesta, --quiero ser propositivo en esto--, nosotros hemos visto cómo las cifras del subsidio tanto de gasolina como de gas LP ha ido al alza; sin embargo, pensamos que focalizar ese subsidio puede ser una buena solución.

Podemos pensar que tomando un censo especial para las personas que están en esa necesidad  y que se les pueda dar el apoyo, podría lograr efectos positivos importantes, por un lado,  desde luego, evitar esta cifra que les estoy enseñando en la quema de la leña, pero también por otro lado, un ahorro importante para el subsidio que se está pagando.

Pensamos que no es equitativo desde luego, no es justo estar subsidiándole a una persona que va a calentar su alberca con el gas LP y que es igual de subsidiado que una persona que está en situación mucho más complicada económicamente y que en unos casos tendrá que recurrir a la leña y alternarse con gas LP, entonces pensamos que hacer este subsidio focalizado podría liberar recursos del subsidio general que se está dando para enfocarlos a donde realmente hacen falta.

Esto desde luego también tendría otro efecto positivo para la industria que sería el poder llegar a liberar los precios. El gas LP es prácticamente el único producto en México que sigue siendo controlado bajo esquemas muy históricos, muy de atrás y poderlo llegar a liberar pensamos que puede ser algo importante para nosotros como industria, para los usuarios que puedan empezar a pagar ya y que tengan esa capacidad para pagar precios de mercado y sin  desproteger, desde luego, a los usuarios con menor poder adquisitivo.

Son soluciones que consideramos están en la mesa, están a la mano de aquí del Congreso  y que podrían formar parte dentro del gran trabajo que están haciendo de la reforma energética.

Desde luego traigo aquí una lista que pues no puedo dejar de leerles, son las enfermedades asociadas a la inhalación de la quema de la leña: es la tuberculosis, el enfisema pulmonar, las cataratas, la insuficiencia de peso al nacer, cuando la madre gestante ha estado expuesta a este riesgo.

Desde luego todo esto tiene un apoyo, no son datos que yo esté trayendo acá sin sustento, es fácil consultarlos para estar seguros de esto.

Si me permiten con la siguiente gráfica. Aquí me voy a cambiar un poco del tema, les quiero hablar también para cerrar, es el último tema que les voy a tocar del marco regulatorio.

Nuestra industria es muy regulada, tenemos normas oficiales mexicanas, reglamentos, directivas, desde la propia Constitución viene ya una parte, desde las mangueras que usamos para hacer el trasiego, las válvulas, los tanques de almacenamiento, los camiones, el estado físico de los camiones, los evaluamos cada año.

La capacitación que damos a nuestro personal, es una industria que tiene una regulación muy amplía, muy profunda, que abarca no nada más el aspecto económico, también abarca el aspecto de seguridad y también abarca el aspecto de competencia económica, el uso de las marcas, el uso de los recipientes portátiles.

Es algo verdaderamente que se ha construido a lo largo del tiempo y también se ha construido de manera conjunta con la industria.

No les quiero decir que son reglas que se operan de manera impositiva, autónoma. Estamos conscientes  de que manejamos un producto que por su naturaleza es peligroso y por lo mismo estamos también conscientes de que, pues tenemos que contar con un seguro, tenemos que revisar todos los equipos, prácticamente todas las semanas.

Sin embargo, hay un punto que nos ha venido pegando muy fuerte y es la parte del comercio ilegal.

Vemos como en Petróleos Mexicanos cada año crece la cifra, es un estimado, sabemos que es una cifra negra y no podemos tener algo aterrizado, pero vemos como esto ha venido creciendo, los esfuerzos que se realizan tanto por Petróleos Mexicanos, como por las autoridades en general para poder controlar e impedir la sustracción de los petrolíferos, tanto de los ductos, como de las instalaciones.

Sin embargo, nosotros en la industria tenemos un punto de vista que pueda ser complementario de lo que se ha visto aquí. Para nosotros, ese producto significa pérdida de ventas, porque cuando llego a una tortillería y le quiero vender gas y me dice que ya le llenaron el tanque y que es más barato de lo que yo le puedo vender, para mi es muy claro que quien le vendió ese gas no lo compró en Pemex, sino que lo tuvo que obtener en algún otro lugar.

Entonces, esos productos que se sustraen de manera ilícita, su fin debe ser, por parte de quien realiza esta actividad ilegal, convertirlos en dinero, porque para nada le va a servir tener ahí un bidón de 300 litros de gas, lo que él quiere es el dinero.

Entonces, cuando pensamos en esto de parte de la industria y vemos como se nos han caído las ventas y sobre todo en áreas que todo mundo tiene muy identificadas para esto.

Pensamos que son las autoridades que no han enfocado esta parte, que se están dedicando mucho a ver, dónde lo sustraen y agarrar al que lo sustrajo, pero, digamos que la parte más sensible, pensamos, para quienes realizan estas actividades, pues sería atacarlos cuando convierten ese producto en dinero.

Entonces, nosotros en este tema, les queremos dejar nuestra propuesta en el sentido de, ya lo decía el ingeniero Elías, fortalecer a las autoridades que están envueltas en esto, tanto en la parte regulatoria, como en la parte de campo, de ver cómo se cometen estos delitos.

Porque finalmente a nosotros nos está ocasionando un perjuicio importante, pensamos que para el erario público también es algo importante por las cifras que estamos viendo en los periódicos y vuelvo a decirlo, es una tarea que pensamos que esta también aquí en manos del Congreso el poder fortalecer a las autoridades, el poder identificar a estos puntos de venta que son ilegales, que son clandestinos, que de alguna forma están convirtiendo este producto en recursos económicos.

Pensamos que es un enfoque complementario, a todo lo que se ha venido manejando en este sentido.

No me queda más que agradecer a los organizadores del foro la invitación, nosotros como industria de Gas L.P. estaremos siempre atentos a cualquier petición de información a cualquier duda o cuestionamiento que se nos quiera hacer en este sentido.

Muchas gracias por su atención.  (Aplausos)

-EL C. SENADOR DAVID PENCHYNA GRUB: Gracias a Don Víctor Figueroa por su presencia y su participación. 

Y  ahora procederemos a la intervención de las y los legisladores de los diferentes grupos parlamentarios.

En primer lugar le concedo el uso de la palabra por el Partido Verde Ecologista, hasta por cinco minutos, al senador Gerardo Flores.

A mi derecha y a mi izquierda, como ellos lo saben muy bien, hay tribunas, la que gusten usar está a su disposición.

-EL C. SENADOR GERARDO FLORES: Muchas gracias, presidente.

Antes que nada, muy buenas tardes a los cuatro ponentes que nos han distinguido esta tarde con sus reflexiones, creo que de entrada me corresponde señalar que sus intervenciones han sido igual de espléndidas que muchas de las que hemos tenido en los días previos en este foro, lo cual celebro, porque siguen enriqueciendo las ideas de los colegas senadores que se han involucrado en el proceso de dictaminación de esta reforma constitucional.

Agradezco a Don Mauricio Covarrubias, a Don Manuel Barquín, a Don Alfredo Elías Ayub y, por supuesto, a Don Víctor Figueroa, que nos acaba de exponer.

Yo no quisiera entretenerme mucho, lo que sí señalaría y creo que es un común denominador en la intervención de cada uno de los ponentes es la necesidad de fortalecer a cada uno de los órganos reguladores, me parece que es algo que señalaron en sus intervenciones de manera central, lo han dicho aquí ya diversos ponentes y creo que este es un tema que merece una atención especial.

Y en este sentido, a mí me gustaría preguntarle a Don Alfredo Elías, y sobre todo aprovechando su vasta experiencia en el sector eléctrico, en cuanto a la reforma, específicamente para el caso del sector eléctrico, cuáles cree que deberían ser las reglas y las formas de funcionar, tanto del organismo regulador que debe supervisar a este mercado, como al operador independiente de los que se habla en la iniciativa presidencial.

También de acuerdo, a su experiencia, yo creo que nos puede abundar un poco en el sentido de darnos una idea de cuánto… hablaba incluso usted en su intervención, por ejemplo, de esta reforma de los noventa, de unas inversiones que iniciaron en el 92 y que se materializaron hasta el 99; basado en esa experiencia, por ejemplo, ¿cuál cree usted que sería el periodo de transición para establecer un mercado abierto y competitivo con menores riesgos posibles para el servicio eléctrico de nuestro país?

Y le haría una última pregunta de cuál es su opinión respecto a que el Estado conserve la propiedad y control de las redes de transmisión y distribución a través de la Comisión Federal de Electricidad.

Yo destacaría en particular algunos comentarios que hizo Don Alfredo Elías en el sentido… hizo mención de un concepto que creo que es muy importante destacar o señalar de manera reiterada, que es el hecho de que el mercado mundial energético es radicalmente distinto con la perspectiva del mercado mundial energético, es radicalmente distinto respecto a lo que hemos visto en los últimos años.

Entonces, me parece que ese es un punto del que hay que partir en la discusión, porque si lo perdemos vista, evidentemente nos vamos a perder, y esto me lleva a hablar de cómo debemos ver hacia delante, incluso varios de los ponentes hoy también escuché a alguno de ustedes señalar que la, por ejemplo, el objetivo de la reforma entre otros, evidentemente tiene que ver con la soberanía energética de nuestro país, es un tema de seguridad nacional, y en ese sentido a mí me gustaría si nos pueden abundar un poco porque hay quienes siguen atados al pasado, siguen insistiendo en hablar de la soberanía nacional en función de la capacidad del Estado o la incapacidad del Estado para poder explotar los recursos naturales que tiene nuestro país.

Me parece que el mundo es muy distinto hoy al de hace 70 años, y por lo tanto, es necesario que nos hagamos un planteamiento serio de realmente hacia dónde quiere ir México en cuanto a la explotación de sus recursos naturales para proveer energía a las familias mexicanas y a las empresas para darles mayor competitividad y permitir que México se inserte de mejor manera en los mercados internacionales.

Creo que básicamente le hice preguntas a Don Alfredo Elías, pero sin duda si alguien quiere abundar un poco, sobre todo en este concepto de la soberanía y de la seguridad energética, a partir de un mercado mundial energético radicalmente distinto hacia el futuro.

Es cuanto, señor presidente.

-EL C. SENADOR DAVID PENCHYNA GRUB: Muchas gracias, senador Gerardo Flores, y ahora, por el Partido Acción Nacional le concedo el uso de la palabra al senador Jorge Lavalle, hasta por cinco minutos.

-EL C. SENADOR JORGE LAVALLE: Gracias, presidente, con su permiso.

Primero que nada, felicito a los expositores el día de hoy y les doy la más cordial bienvenida aquí al Senado de la República, y creo que en esta tarde hemos escuchado con mayor precisión un tema que es fundamental de la reforma energética y que si bien en las ponencias anteriores que hemos tenido en el último mes, hemos escuchado las diferentes conveniencias y necesidades que necesitamos ponerle a la reforma energética por el momento que estamos viviendo, creo que hoy se trató con mucha sensibilidad la parte social de la reforma energética, desde el punto de vista de los alimentos que hoy por hoy importamos una buena parte que podríamos tener mucho más competitivos y poder tener una política de abatimiento de la pobreza alimentaria mucho más eficiente si lográramos tener petroquímicas y fertilizantes y todo tipo de derivados que impactan de manera directa en el costo del campo.

Entonces no solamente es muy interesante, sino creo que es muy importante el hecho de socializar este tipo de temas y exponer el enorme potencial que tiene este reforma, porque como decía, es mucho más que petróleo y gas, y bueno, como todos sabemos, existen dos maneras de incidir en el ingreso de las familias en México yéndonos a la parte social de esta reforma, una es incrementado el ingreso, que es con la parte del enorme potencial que tiene la renta petrolera y el potencial energético que tiene nuestro país, y por otra parte también la disminución de los costos, y bueno, aquí en la parte de disminución de los costos es un tema que ya hemos debatido y degustaría conocer su opinión, porque hemos planteado la posibilidad de separar lo que es la riqueza energética de lo que es la seguridad energética como tal.

La riqueza energética, todos sabemos, se encuentra en el líquido, en el petróleo, el aceite, y el enorme potencial que tenemos en el shale gas, que bueno, que requiere de condiciones de inversiones y de infraestructura, pues diametralmente diferente a lo que tenemos tanto en aguas convencionales como en aguas profundas, creo que sería bueno hacer esa diferenciación a efecto de buscar los mecanismos para poder extraer hidrocarburo y realmente lograr la seguridad energética, la cual ustedes tanto se han referido y creo que es muy importante tocar el punto. Es sobre el tema del señor Mauricio Covarrubias.

Del Doctor Barquín, creo que totalmente de acuerdo en el tema de fiscalización, transparencia y rendición de cuentas, es algo fundamental que de hecho es una pregunta que se hacen todos los mexicanos, y preguntarle su opinión sobre las posturas que hemos presentado los partidos políticos, referente, por una parte, que creo que aquí tenemos grandes coincidencias en el fortalecimiento de los órganos reguladores, que creo que pueden contestar muy bien la pregunta de qué manera se asignan los recursos, los contratos, si definitivamente de una manera transparente que le dé certidumbre y confianza a todos los involucrados en el sector.

Y por otra parte, una propuesta que es muy específica del Partido Acción Nacional con respecto al fondo soberano, que nos va a ayudar a contestar la pregunta de qué manera se invierte el recurso, estamos hablando que hoy por hoy nuestro Presupuesto de Egresos de la Federación depende de un 34 por ciento de los ingresos del petróleo, creo que con un fondo soberano que nos ayude a administrar la renta petrolera y que permita etiquetar de una manera importante la enorme cantidad de recursos que se vienen para este país, de resultar una reforma energética con el potencial y con el calado que estamos pensando, creo que vendía a contestar de manera importante y me gustaría conocer su opinión al respecto.

Sobre el tema de las energías renovables, aquí creo que hay otra distinción que tenemos que hacer, y también me gustaría conocer su opinión.

Primero que nada tenemos que separar muy bien, identificar muy bien lo que son las energías limpias, que es la transición que estamos manejando en este momento y con la coyuntura que tenemos  hacia el gas natural,  que también es un recurso no renovable, pero es una energía limpia, pero no podemos dejar de ver a mediano y largo plazos con el fomento y el impulso a las energías renovables,  que si bien hoy vemos un buen ejemplo que están planteando en la Ley de Ingresos y en la reforma hacendaria que hace el impuesto al carbón.

Creo que no es el momento todavía porque no puedes plantear un impuesto al carbón primero sin relacionarlo y etiquetarlo hacia el fomento a las energías renovables, entonces es una política netamente recaudatoria y, por otro, no podemos plantearlo en un momento donde todavía no tenemos  el acceso a la infraestructura y a la inversión que requerimos en el gas natural para poder tener la alternativa y poder transitar hacia las energías limpias, entonces, más allá de señalarlo, creo que es un tema  de tiempos y creo que este tipo de políticas públicas, para que no sean solamente recaudatorias, tendríamos que plantearlas una vez que tengamos la alternativa en tiempos, formas e inversión del gas natural.

Una pregunta muy similar a la que hacía mi compañero senador del Verde Ecologista y creo que es muy importante y ahí vamos a entrar en un debate importante, al doctor Elías Ayub, que por cierto también  excelente exposición y muy de acuerdo  con usted, esa opinión sobre el tema si debemos abrirnos o no a la transmisión y distribución en el sector eléctrico, creo que aquí pues si bien hay puntos a favor y puntos en contra en cada una, desde el punto de vista de la apertura pues dirigida a la competitividad que requerimos en el sector para mejorar la calidad en los servicios, pero por otra parte, la necesidad al menos en este momento, no sabemos a largo plazo, de mantener cierta rectoría del Estado por la parte de la cobertura, entonces cuál sería su opinión y sus pros y contras al respecto de este tipo de medidas considerando lógicamente  el fortalecimiento del CENACE, que es indispensable para poder regular bien este sector.

Por mi parte es cuanto señor Presidente y de nueva cuenta felicitarlos y darles la más cordial bienvenida aquí al Senado de la República.

Muchas gracias.

-EL C. SENADOR DAVID PENCHYNA GRUB: Muchas gracias senador Lavalle, la última participación de los legisladores estará a cargo del señor diputado Octavio Salgado Peña, diputado federal por el Partido Revolucionario Institucional hasta por cinco minutos. Sea bienvenido señor Diputado al Senado.

-EL C. DIPUTADO OCTAVIO SALGADO PEÑA.- Muchas gracias señor senador David Penchyna, presidente de la Comisión de Energía.

Señoras y señores senadores, compañeros legisladores, distinguidos expositores.

En primer término quiero, a nombre de quienes integramos el Grupo Parlamentario del PRI, particularmente en la Cámara de Diputados, agradecer la hospitalidad y la generosidad de quienes hoy son anfitriones en esta sede y reconocer también agradeciendo el valor de las aportaciones, a través de las opiniones, de los comentarios, de las ideas que aquí se han vertido por parte de cada uno de los cuatro expositores.

Sin duda alguna, que estas propuestas, que estas aportaciones son de una gran utilidad y muy oportunas para enriquecer la visión, el debate, la argumentación y los planteamientos que se vendrán dando en la discusión de la reforma energética que hoy nos ocupa y que indudablemente es muy necesaria para nuestro país.

Yo quisiera en primer término preguntarle a don Mauricio Covarrubias, en función de su presentación, de su exposición: en los últimos años, la producción nacional de fertilizantes ha disminuido considerablemente, al grado de que hoy en día estamos importando cerca del 80 por ciento del total de los fertilizantes que demanda y necesita el país, dado que el amoníaco, que es un insumo principal para la obtención de fertilizantes es producido a partir  de gas natural, desde la perspectiva de la asociación a la cual usted representa de comercializadores de fertilizantes, ¿qué beneficios tendría para la industria, el crecimiento en la producción de gas natural que se daría, a partir de una reforma energética tanto constitucional, como legal y cuál pudiera ser el impacto para esta industria de fertilizantes, a partir de la mayor apertura, de la mayor producción de este importante insumo para el campo y en qué medida podría estar satisfaciéndose el mercado nacional, a partir de esta reforma y en qué porcentaje considera usted que podría abaratarse o podría reducirse el costo de los fertilizantes en comparación a lo que hoy tienen que pagar los productores agropecuarios nacionales?

La siguiente pregunta la dirigiría, si me lo permite, a don Alfredo Elías Ayub, como ex director de la Comisión Federal de Electricidad, usted conoce perfectamente la situación financiera en que se encuentra esta empresa. La CFE, al igual que Pemex, enfrenta condiciones adversas para su crecimiento  y adecuada operación como resultado  de su limitada capacidad presupuestal y de financiamiento de sus pasivos laborales y de su carga fiscal.

Para aliviar esta problemática, las propuestas de reformas en materia energética que se están discutiendo establecen diversas disposiciones orientadas a aumentar la autonomía de gestión de la paraestatal, en este sentido don Alfredo, ¿qué medidas de política pública son las más adecuadas para mejorar la situación de la empresa y poder destinar mayores recursos a la inversión? ¿Qué beneficios traería consigo una mayor apertura del sector eléctrico a la inversión privada y cuál sería el escenario en caso de no realizar cambios de fondo a este respecto?

Y por último, don Alfredo, como usted sabe y lo sabemos todos muy bien, Petróleos Mexicanos tiene recursos humanos altamente especializados, calificados sobre todo cuando hablamos de geólogos, de ingenieros petroleros, ingenieros químicos, geofísicos, etcétera.

Si consideramos que se debe reconocer, valorar y aprovechar dichos recursos y que se tiene una oportunidad muy valiosa de cara a la reforma energética, ¿considera usted posible una eventual fuga de cerebros en las áreas especializadas de Pemex en el caso de que no se otorgue una adecuada autonomía a dicha empresa paraestatal y cuáles serían las consecuencias, desde su perspectiva, en caso de no prever un reforzamiento en la organización interna de Petróleos Mexicanos?

Y por último, a don Víctor Figueroa, de la Asociación Nacional de Distribuidores de Gas LP, la industria del gas licuado o de petróleo, o mejor conocido como gas LP, es ya un sector abierto  en el cual participan en actividades como el almacenamiento y transporte la iniciativa privada, esto ha generado que la distribución de gas LP sea un mercado competitivo. Con la reforma energética se permitiría a las empresas de la industria comprar hidrocarburo no sólo a Pemex sino a otras empresas que tengan la capacidad para procesarlo, adquirirlo o venderlo, con ello, Pemex ya no sería el único que pueda hacer la venta de primera mano de este hidrocarburo.

Esta apertura del mercado implicaría contar con precios de referencia internacional y, con ello, posibles cambios en el precio de gas LP.

En este contexto, desde su perspectiva, ¿qué políticas públicas debieran adoptarse para garantizar el acceso de este combustible a los grupos de más escasos recursos y cómo se beneficia el país, a partir de contar con más productores de gas licuado  de petróleo.

Muchísimas gracias por su atención y más por sus respuestas.

-EL C. SENADOR DAVID PENCHYNA GRUB: Muchísimas gracias señor Diputado y ahora para finalizar el programa el día de hoy, les concederemos el uso de la palabra a nuestros invitados en el mismo orden en el que hicieron su exposición inicial hasta por 10 minutos, para sus reflexiones y respuestas finales.

En primer lugar, le concedo el uso de la palabra al licenciado Mauricio Covarrubias, presidente de ANACOFER.

-EL C. MAURIZIO COVARRUBIAS PIFFER, VICEPRESIDENTE DE GRUPO FERTINAL, S.A. DE C.V.:  Gracias nuevamente señor presidente, bueno contestando el comentario del senador Lavalle, creo que sí es de gran relevancia entender el trasfondo social que tiene el mundo de los fertilizantes.

Esto deriva al final, todo está íntimamente ligado, pero tener una industria sólida que garantice el suministro de fertilizantes, que estén a tiempo en las temporadas, que trabajemos con las instancias que haya que trabajar del Gobierno Federal para tener la divulgación suficiente para el uso adecuado de los fertilizantes, finalmente pegará, sin duda, en el bolsillo del agricultor.

Si dejamos que esta industria perezca, si las últimas industrias que tenemos no las consolidamos y con ello generamos las bases de los nuevos proyectos, pues realmente no le pondremos esa herramienta a su alcance.

Yo quisiera por aquí nada más también comentar un par de cosas que dejé decir a lo largo de mi exposición, pero el reto es enorme. Baste tomar ejemplos como China, que era uno de nuestros principales clientes hace 10 años y China hace 10 años importaba alrededor de 20 millones de toneladas de fertilizantes, 5 veces lo que nuestro país consume. China sólo de Urea, hoy, consume 50 millones de toneladas. Su consumo global es de 80 millones de toneladas, de la suma de todos los fertilizantes. Y hoy, 10 años después, no importan 20 millones de toneladas;  exportan 30.

Entonces creo que estos datos son realmente alentadores de lo que se puede hacer, pero para poder hacer estas cosas tenemos que tener una base muy sólida y ahí es donde me hilo con la pregunta del señor diputado del PRI, la cual le agradezco.

Y la pregunta era si se podía producir el 100 por ciento de los fertilizantes.

Hoy importamos, para hacer una precisión, importamos entre el 55 y el 60. Sí se podría producir el 100 por ciento de los fertilizantes, sí, por supuesto que el escenario que viene a través de la reforma energética nos pone en la antesala de este escenario, sin duda no sólo la propia reforma energética, sino también habría que reconocer que también ya algunos pasos que ha dado Petróleos Mexicanos, la construcción de los importantes ductos de gas, particularmente el ramal de Ramones 1, y creo que está por licitarse Ramones 2, son acciones fundamentales para solventar las necesidades del gas a nivel nacional, no sólo para esta industria, para muchas otras.

Pero definitivamente sí es un gran cambio. Hace unos cuantos años valía más el gas que el combustóleo y hoy no sólo vale mucho menos sino que realmente estamos muy cerca de tener los propios valores que tiene el mercado norteamericano.

Creo que nos falta ahí un poquito de, como dicen los gringos, de Fine Tunning, de hilar fino, y de que tengamos un organismo petrolero más flexible que es lo que busca esta reforma, porque hay demasiados candados; el establecimiento de las políticas de precios se vuelve sumamente complejo.

Y entonces a veces es ahí donde se rompe la liga. Un empresario al que un país no le pueda decir que le da certeza contractual de, primero suministro, y, en segundo lugar, de precio. Pues cómo invierte, como les decía antes, un billón y medio de dólares, o dos, en poner una planta productiva del calibre que este país requiere.

Como les decía yo, la intención sería que apretando los botones correctos y activando las acciones necesarias para la divulgación en el uso de fertilizantes, pues llegáramos a consumir entre 8 y 12 millones de toneladas.

Eso quiere decir que se requieren, al menos de Urea, tener unas 5 ó 6 plantas productoras de un millón de toneladas cada una de ellas. Esto, definitivamente la respuesta es sí.  Sí es algo viable.

Hay un tema muy importante que creo que también aquí vale la pena aclarar. Decía:  ¿Se podrán bajar los precios?  Y yo diría:  No.

Por qué digo no:  Tendríamos empresas sólidas, tendríamos empresas rentables, tendríamos empresas seguras. Todas las industrias que manejamos este tipo de substancias, combustibles en gran escala de esta naturaleza, tenemos un primer compromiso que se llama seguridad, y después la calidad de nuestra producción.

Pero lo que sí vamos a ofrecerle al país es nuevamente lo que decía:  un producto oportuno, un producto de calidad, pero no podemos pensar en que vayamos a ofrecer porque hoy el gas ha bajado, un fertilizante más económico.

Número uno, como explicaba yo, el consumo del fertilizante realmente en todo el mundo podemos analizarlo, está poco ligado al precio salvo en los picos verdaderamente exagerados.

Lo importante de esto es que hoy no tenemos industria. Y la poca industria que queda es porque está semi integrada a otros factores, como es la roca fosfórica, que es otra materia prima relevante.

Pero las industrias que dependían al 100 por ciento del amoniaco están fuera de combate. Cuando tengamos un gas competitivo para producir un amoniaco igualmente competitivo, o cuando Pemex tenga la flexibilidad de cambiar sus fórmulas de precios para tener arreglos de transferencia “cash cost”, u otras reglas que podrán buscarse, creo que ahí lo que haremos es simplemente tener una industria sólida, pero no podemos pretender que los fertilizantes bajen.

Los fertilizantes en México son tan competitivos como en cualquier lugar del mundo. Y México tiene hoy los precios más bajos de toda América Latina en fertilizantes y distamos mucho de ser uno de los mayores consumidores, lo cual viene a confirmar esta tesis que he multimencionado en el sentido de que el precio no es el principal factor detonante. No sé si hubiera alguna otra pregunta.

EL C. MODERADOR: Muchas gracias. Le agradecemos al licenciado Maurizio Covarrubias. Y le cedemos la palabra al doctor Manuel Barquín.

EL DOCTOR MANUEL BARQUÍN, INVESTIGADOR DEL INSTITUTO DE INVESTIGACIONES JURÍDICAS DE LA UNAM.- Voy a tratar de dar respuesta a algunas de las preguntas que se me han hecho.

Debo confesar que tendré que recurrir a mi experiencia en el sector público más que a libros, porque hay veces que se aprende más trabajando que leyendo, paradójicamente.

Yo creo que el fondo petrolero es indispensable porque en muchas ocasiones no hemos sabido los ciudadanos qué pasa con la renta petrolera.

Se ha explicado ampliamente que la renta petrolera es lo que queda después de que se paga la industria petrolera los costos razonables.

Entonces, bueno, pues obviamente entre más eficiente sea la industria petrolera, sea pública, sea privada, sea público privada más será la renta y no al revés.

Entonces tener una empresa totalmente estatal que fuera ineficiente disminuya la renta petrolera del Estado.

Yo creo que esto evitaría, entre otras cosas, que se destinaran los fondos del petróleo, por ejemplo, a gasto corriente. Y en cambio, como sucede en Noruega, donde hasta donde yo tengo entendido ha sido manejado con más eficacia el fondo petrolero, se utiliza no sólo para apoyar el desarrollo de Noruega, sino también para apoyar todo un sector industrial que depende de “Estatol” y que es público o público privado. Y esto es muy importante.  Definitivamente yo lo recomendaría.

El tema de fiscalización, para mí es el más relevante para disuadir todas las objeciones que hay sobre la reforma porque los otros son no sólo eminentemente político y de índole ideológica, sino que además la discusión sobre la viabilidad del estatismo extremo y excluyente de la iniciativa privada, pues ya no es vigente, se acabó, y además hace muchos años.

Entonces realmente eso no vale la pena ni discutirlo, vamos, ya los comunistas ni siquiera creen que el comunismo pueda tener otra vez vigencia, esto no hace un juicio sobre el socialismo, es muy diferente.

Yo creo que ahí el tema es muy importante y creo que está compuesto de dos partes, que a mí me ha tocado visualizar.

Una parte que es, efectivamente como dice, la rendición de cuentas y ahí el problema que hemos tenido, y esa es una opinión muy personal y por lo tanto mi sinceridad puede ser molesta, esta medida que se ha diseñado en México de vivir entre la Auditoría Superior de la Federación y una Contraloría del Poder Ejecutivo Federal, que ha recibido diferentes nombres, fue la de la Secretaría de la Contraloría, después la de la Función Pública, a mí me parece que ha debilitado la fiscalización.

A mí me parece que debería haber una sola entidad que debería ser imparcial, que debería estar por encima de los partidos y que desde luego si va a fiscalizar mayormente al Ejecutivo, pues el Ejecutivo no debe tener la primacía de índole ideológica, sino que además la discusión sobre la viabilidad del estatismo extremo y excluyente de la iniciativa privada, pues ya no es vigente, se acabó y además hace mucho años, entonces pues realmente eso no vale la pena ni discutirlo, ya los comunistas ni siquiera creen que el comunismo pueda tener otra vez vigencia, esto no hace un juicio sobre el socialismo, es muy diferente.

Creo que el tema ahí es muy importante y creo que está compuesto de dos partes que a mí me ha tocado visualizar.

Una parte que es efectivamente como dice la rendición de cuentas y ahí el problema que hemos tenido y esa es una opinión muy personal y por lo tanto, mi sinceridad puede ser molesta.

Esta medida que se ha diseñado en México de vivir entre la Auditoría Superior de la federación y una contraloría del Poder Ejecutivo Federal, que hay recibido diferentes nombres, fue la Secretaría de la Contraloría, después la del (Inaudible) público.

Hay que decir que ha debilitado la fiscalización, a mí me parece que debería haber una sola entidad, que debería ser imparcial, que debería estar por encima de los partidos y que desde luego si va a fiscalizar mayormente al  Ejecutivo, pues el Ejecutivo no debe tener la primacía en el nombramiento y destitución de su titular y que además debe ser un órgano colegiado.

En casi todos los países se llaman tribunales de cuentas o se llaman contralorías, pero los órganos directivos son colegiados, más que unitarios.

Esto es la parte, pues digamos de, cómo se puede decir, quizá punitiva, pero esta la otra parte que es la preventiva, esta todo el problema de supervisión de la conformación y suscripción de los contratos públicos de infraestructura y también en particular los de el petróleo.

Mi impresión, porque yo también trabajé en la reforma de 2008, en Pemex, es que hay dos peligros: uno que no haya transparencia y, bueno, lo que pasa es que después nos vemos enfrentados a prolongados litigios, por ejemplo el caso Mexlub yo lo revisé porque hice un trabajo para Pemex, yo fui el director del equipo en investigaciones jurídicas con el caso de Mexlub.

Mexlub hizo una asociación, en que le extendió a Pemex el monopolio de los hidrocarburos para la venta de lubricantes en las gasolinerías, cobró 15 años y no le dio un peso de dividendo a Pemex. Cómo es posible esto, esto se podía prevenir, pues los contratos son leoninos, yo personalmente los leí.

Luego está el caso de Comproca que estaba por resolverse cuando yo estuve en Pemex y que ahora ya se resolvió en forma desfavorable y el problema aquí es Comproca es de papel, detrás están los suecos y los coreanos, pero no están involucrados directamente, de tal manera que se les pueda ejecutar.

Todo esto se hubiera solucionado, si hubiera habido un órgano flexible y por encima de toda sospecha, que de alguna manera supervise la suscripción de contratos públicos, cuantiosos, estratégicos para el país.

Ahí no hay la excusa de que es un contrato muy especializado y no hay forma, si hay forma, pero naturalmente tiene que ser un órgano que tenga un gran peso.

Existen otros países como Argentina o como Chile, en chile como es un país muy pequeño, hay una dirección nacional que supervisa toda la suscripción de los contratos públicos cuantiosos o de infraestructura. En Argentina existe una especie de tribunal que también los supervisa y que resuelve los problemas entre el estado y los particulares.

¿Aquí, por qué  esto es muy importante? porque hay que tener flexibilidad. Yo me acuerdo en la época en que yo estaba en Pemex, a fuerza querían algunos empleados, con una severidad inusual, que se cancelaran una serie de contratos para la reconfiguración de alguna refinería  y llevarlos a juicio y quemarlos con leña verde.

Sí, pero entonces no va a funcionar la refinería y no va a haber gasolina y el problema va a ser peor el remedio que la curación.

Esto no sucede en estos órganos porque son órganos que son cuasijurisdiccionales, cuasiautocompositivos, porque la finalidad mayor en un contrato público de gran envergadura es un servicio público, no ponerse ahí a ver una serie de formulas legales.

El Poder Judicial, digamos, tradicional, sirve para resolver problemas entre particulares, pero desde luego no tiene la sensibilidad de la flexibilidad por su carácter, digamos solemne para resolver estos problemas.

Yo me acuerdo cuando estuve en la Comisión Reguladora, como consultor externo, había un pavor de que llegaran los amparos al Poder Judicial de la Federación, porque pudieran hundir la economía nacional, en esa época existía.

Después el Poder Judicial demostró que es mucho más prudente que eso, aunque queda la duda de, si no sería mejor tener órganos como en Chile y como en Argentina, donde se negociara y no se prestara a estas persecuciones y digamos, suspicacias que no caben en una negociación en la que está en vilo la economía nacional.

Eso sería en cuanto al problema de fiscalización.

Aquí sería muy importante que en estos órganos colegiados hubiera poder de veto, para que no hubiera un control de sólo un partido político, aunque fuera el que hubiera obtenido la mayoría en las elecciones.

Luego, otro problema que se mencionó que es muy importante, es el de la transición. Como se ha mencionado, afortunadamente, hay varias transiciones energéticas.

En nuestro país, es realmente sorprendente y en mi trabajo uso una palabra un poco más altisonante, que un país que está en la OCDE tenga energía de leña como una de las fundamentales, esto es inconcebible.

Estamos con la forma más antigua de energía, la quema de leña, que podemos encontrarla en los egipcios, en los sumerios y aquí todavía es un recurso importante y es muy dañino, es más dañino desde luego que los hidrocarburos.

Entonces, por ejemplo, lo que nosotros vemos, es una transición de leña a hidrocarburos, ya sería una ventaja; la otra transición que es importante es de petróleo a gas, esa es muy importante y desde luego finalmente la transición a energía renovable.

Aquí hay intereses que yo respeto, pero que nos son objetivos, claro que va a ser muy lenta la transición a la energía verde, pero también la transición a los hidrocarburos fue lenta, inicialmente los hidrocarburos se utilizaron para iluminar, se quemaba queroseno, después, merced a la invención del motor de combustión interna y a la producción en masa de automotores, fue que se le dio una gran utilización como combustible.

Pero si ustedes se hubieran ubicado en la época del  queroseno naturalmente les hubieran dicho: no pues si nunca va a suceder la transición. Es un proceso incremental la transición y no puede estar regulada por el mercado.

Es el caso excepcional en que debe haber una intervención del Estado.

Muchas gracias. (Aplausos).

SENADOR DAVID PENCHYNA GRUB: Gracias doctor Manuel Barquín. Tiene el uso de la palabra el ingeniero don Alfredo Elías Ayub para sus reflexiones y respuestas finales.

ALFREDO ELÍAS AYUB: Con mucho gusto senador.

Si me permiten, iniciare por dar respuesta a una preocupación del diputado Salgado, en el tema de recursos humanos para poder luego concentrarme en la estructura del sector eléctrico que fue hilo común de las tres preguntas que se hicieron.

Ese tema de recursos humanos que toca usted diputado, es verdaderamente preocupante, en efecto, los sueldos del sector público comparado con los del sector energético mundial y un sector energético abierto no son competitivos.

Por dar respuesta a una preocupación del diputado Salgado en el tema de recursos humanos para poder luego concentrarme en el tema de la estructura del sector eléctrico que fue hilo común de las tres preguntas que se hicieron.

Este tema de recursos humanos que toca usted diputado es verdaderamente preocupante. En efecto, los sueldos del sector público comparado con los del sector energético mundial y el sector energético abierto no son competitivos.

Esto lo llevamos viendo en dos o tres años, anuncios en algunos de los principales periódicos financieros nacionales o de los periódicos locales en Campeche o Tabasco, en donde vienen empresas extranjeras a hacer reclutamientos de los trabajadores especializados, a los que usted hacía mención.    

En el momento en que se cree una industria petrolera mucho más abierta, no sólo los trabajadores especializados, sino también los directivos que conocen los estudios geológicos, los sitios de referencia de posibilidad de hidrocarburos, serán gente con un alto valor de mercado.

Tenemos que ser muy prácticos en darle flexibilidad a Pemex para poder retener este talento porque si pierde Pemex ese talento puede encontrarse en una situación muy difícil. Qué bueno que toca usted el tema. Yo les diría a los señores legisladores que sea un tema que se tenga en mente en el momento de la reforma.

Como tema común en los planteamientos de los senadores Flores, Lavalle, está el tema de la estructura del sector eléctrico de los tiempos de transición.

Como mencionaba yo en mi presentación, esas transiciones son complejas, tiene uno que ser muy cuidadoso y el principal punto o foco de cuidado es que el cambio de estructura industrial no vaya a crear desabasto en el sector. Eso debe ser algo que debemos tener siempre en mente. Ha habido transiciones a mercado que han sido muy exitosas porque siempre fueron mercado y hay otras que han causado muchos problemas, casos muy concretos como el de Argentina, Centroamérica, donde hay escasés de generación y por lo tanto precios marginales muy altos.

La primera sugerencia es que sea un proceso gradual, que se den los tiempos para que eso suceda.

El tema de generación es el más sencillo de todos y puede hacerse una apertura muy rápida en el tema de generación que además es el  más intensivo en consumo de capital y por lo tanto nos resuelve dos problemas: nos permite una transición rápida al tiempo que nos quita la carga de mayor absorción de capital que también era una pregunta del diputado Flores de qué pasaría si no abrimos.

Lo que pasaría es que habría un gran riesgo de desabasto de electricidad porque no tendríamos dinero para invertir en las plantas de generación que necesitamos.

El tema de la transmisión, es un tema bastante más claro, diría yo. Todos los países del mundo, creo sin excepción, cuentan con un solo sistema de transmisión.

En algunos casos el sistema de transmisión es propiedad del Estado, en otros casos es propiedad de una empresa pública de bolsa. Pública en el sentido de que es una empresa de bolsa, pero en todos los casos es un monopolio regular.

Entonces en el momento en que le damos fuerza a la Comisión Reguladora de Energía creo que no hace diferencia si la red de transmisión está en manos de CFE, en donde funciona bien, o está en manos de una empresa pública bien regulada.  

     

Lo que no funciona es tener dos redes de transmisión compitiendo, el esquema es muy complejo; los derechos de vía, los costos, en un país como México sobre todo en la parte norte donde las distancias de un centro de consumo del otro son muy grandes.

Lo recomendable es tener una sola red de transmisión y, como digo, en CFE funciona bien. Agregaría yo un detallito: que en un país sujeto a huracanes y fenómenos meteorológicos lo más peligroso que se daña es la red de transmisión porque si no llega energía a una ciudad, como en el caso de Vilma en Cancún, parar los postes de la ciudad para CFE es relativamente fácil.

Parar las líneas de transmisión cuando éstas se destruyeron es mucho más complicado y por lo tanto el que estén en CFE ayuda también a esa otra parte.

A la parte de la distribución, en donde ha probado ser benéfico que haya competencia, tenemos que hacer un proceso que implica cuando menos dos pasos muy claros anteriores: primero tener el mercado de generación operando. Preguntaba el diputado Flores del tiempo, yo creo que si ahorita se inician plantas privadas están listas en cuatro o cinco años.

Por lo tanto tenemos ese tiempo para darnos la preparación del mercado. CFE ha venido ya teniendo un mercado simulado por lo tanto la parte de software y todo eso está ya dentro de los sistemas de CFE. 

Tener un mercado de generación y luego para que el tema de competencia en distribución funcione. Tenemos que resolver el tema de los subsidios porque si no resolvemos el tema de los subsidios y de la fijación de tarifas, no podemos resolver la competencia en distribución.

La posición de un servidor durante mucho tiempo ha sido que las tarifas las debe fijar la CRE y no la Secretaría de Hacienda. Obviamente Hacienda está peleada con este concepto de entrada, pero en todos los países de la OCDE las tarifas las fijan las comisiones reguladoras y por lo tanto es parte del fortalecimiento de las comisiones reguladoras.

Una vez que tengamos un mercado de generación, los subsidios otorgados por el gobierno y las tarifas fijadas por la CRE, se puede abrir la distribución sobre la misma red, tampoco parece conveniente tener dos o tres o cuatro redes de distribución, pero posterior a que esos dos pasos se den.

El otro tema senador, perdón ya me pasé, ah no, este es de 10 minutos, el otro tema central es este del mercado, de dónde debe estar el mercado y el operador y yo creo que aquí estamos cayendo en una discusión y conozco ya… pero más o menos las condiciones de SENER y de la CFE, en donde CFE dice que tiene que tener todas las cosas, SENER dice: no ha de tener ninguna y yo creo que hay un punto en donde cada quien tiene razón en algunas cosas y no en todas.

Debe de haber un mercado separado de CFE porque si no, los participantes en el mercado no van a tener confianza en que alguien sea juez y parte, pero la operación del sistema para dónde jalan las subestaciones, cuáles se abren, cuáles se cierran, cuáles líneas, la operación del sistema debe estar en CFE.

La competencia del mercado debe estar fuera de CFE y la operación del sistema dentro de CFE, cuando menos en una primera etapa.

Con respecto a los tiempos, comentaba pues será d cinco años para que empiece a funcionar la parte de generación y posiblemente otros cinco para que puedan darse estas condiciones de solucionar los problemas que deben anteceder a la parte de generación, pero sobre todo quisiera terminar insistiendo en algo que en otras áreas quiero aclarar, no comparto, pero que en el sector eléctrico sí, después de mi experiencia, que es la planeación central, tiene que mantenerse un plan como el POISE de CFE, tiene que mantenerse un plan central y se le tiene que dar a CFE la posibilidad de hacer aquellas plantas que el sector privado no esté haciendo.

Este es un tema muy delicado porque, un ejemplo relativamente fácil de entender, es que si una planta se necesita para la demanda que va haber en 2018, esa planta tiene que empezar su construcción en 2013.

Es como un tren, si se va vacío en el 2013 no se inició la planta, llega a 2018 vacío y no hay manera de llenarlo en el camino, no hay manera en el camino de montarle una planta, si no se va cumpliendo el inicio de las plantas que marca un estudio de planeación de largo plazo llegamos al momento en que no hay nada que hacer y nos viene el desabasto.

Entonces debemos tener mucho cuidado que en el sistema de planeación se fomente que los inversionistas  hagan el mayor número de plantas posibles, pero cuando estas no se estén realizando por diversas circunstancias de mercados financieros, cuestiones de las propias empresas como sucedió al principio de la década de los dos mil dónde las presas eléctricas tuvieron muchos problemas, CFE tenga la posibilidad de hacer las plantas y no dejen de hacerse.

Entonces sería generación en competencia de inmediato, transmisión unificada, independientemente de quién la tenga, creo que en CFE está bien, distribución con posibilidad de competencia previo fortalecimiento de la CRE, fijación de tarifas, disminución de subsidios y mercado de generación.

Muchas gracias.

Senador David Penchyna Grub: Muchas gracias al ingeniero Elías Ayub, y antes de darle la palabra a nuestro último invitado, quisiera recordarle a los presentes que el día de mañana, que será el último día de los foros que hemos convocado y que hemos tenido sesiones múltiples a lo largo de las últimas semanas, daremos inicio a las 10 de la mañana con la participación del es secretario de Energía Jordi Herrera Flores, el secretario de Energía, ex senador y ex candidato presidencial, Francisco Labastida Ochoa, y Carlos Elizondo Mayer Serra, investigador del Centro de Investigación y Docencia Económica A.C.

Ojalá contemos con la presencia de todos y cada uno de ustedes, mañana de 10 de la mañana en este mismo salón de la Comisión Política Permanente.

Y para terminar el día de hoy le concedo el uso de la palabra para sus reflexiones y respuestas finales al maestro Víctor Figueroa Ayeon, presidente de Adigas.

Víctor Figueroa Ayeon: Muchas gracias.

Me voy a referir a la pregunta en el tema que nos parece toral, es una parte muy importante, que agradezco mucho la pregunta.

Me refiero a los precios de gas, a los precios a los que la Red Nacional de Distribuidores adquiere el producto, aquí tenemos una dualidad, tenemos por una parte una solución que es una solución, le llamamos técnica, que se refiere a una forma de calcular este precio, que es de costos agregados, tomamos lo que vale la molécula en la zona de producción y se le van agregando los costos conforme va siendo transportada, conforme va siendo almacenada y finalmente cuando la Red Nacional de Distribuidores la adquiere.

Esa solución, que se antoja lógica y que se antoja como la más recomendable, desafortunadamente no ha podido operar, no calculamos los precios de adquisición de la producción hacia el usuario, sino que se está calculando al revés.

Como se fija a través de un decreto, se determina que el precio en el mes de noviembre de 2013 tiene que ser de 10 pesos con 60 centavos, por ejemplo, entonces agarramos y de ahí se va hacia atrás, y se le van descontando a esos 10 pesos los costos que tuvo para transportar esa molécula para almacenarla, los costos de Pemex, los costos en general, y llegamos al precio de la molécula, pero muchas veces pues ya no fue suficiente porque los costos fueron más grandes, entonces se recurre a lo que llamamos achatar la molécula, es decir, si una molécula de gas vale 6 pesos, finalmente se vende en 5, ¿por qué? porque de otra manera no cabrían los costos que van agregados.

Eso es algo que nos ha impedido reflejar los costos reales de la industria, es decir, mientras no se esté trabajando como se trabaja en muchos otros lugares y con muchos otros productos, que es cuánto me costó fabricar esta llanta o este micrófono y cuánto me va costando llevarlo al mercado para finalmente llegar al precio, estamos al revés, entonces eso es algo que no debería mantenerse porque hay una distorsión importante y porque no permite reflejar los costos de operación con los que se trabaja.

Ahora, esto tiene una razón, un origen que no podría ser la ocurrencia de alguien. La causa que consideramos por la cual se trabaja así es porque no se cuentan con los costos de producción de Petróleos Mexicanos. Si nosotros buscamos en la información pública cuánto cuesta un kilo de gas, cuánto cuesta refinar el petróleo, cuánto cuesta sacar el gas natural, los productos que integran al gas LP, no los tenemos, porque las informaciones que se presentan son agregadas.

Petróleos Mexicanos presenta cuánto le costó refinar un millón de barriles, pero no dice de ese millón de barriles cuánto fue de gasolina de los productos que se sacaron de ahí, cuánto fue gasolina, cuánto fue de queroseno, cuánto fue de de parafina, cuánto fue de gas LP.

Entonces, de ahí deriva la siguiente distorsión, que es fijar los precios de los productos en México con referencia internacional. Entonces, si yo digo que el gas LP en el mercado de referencia, que es (inaudible), está a tantos dólares el galón, entonces ese es el precio al  que se supone que Pemex debería operar, cuando que muy probablemente, casi seguramente eso no se hacía, es muy probable que a Pemex le salga más barato ese kilo de gas que los seis pesos que están en Estados Unidos, sin embargo, el régimen fiscal vigente lo obliga a tributar al precio internacional, entonces resulta una distorsión que no necesito comentar, ustedes la tienen muy presente, seguramente ha sido de muchas pláticas aquí, el régimen fiscal de Petróleos mexicano está amarrado a unos precios de referencia internacionales que no necesariamente son sus costos reales de operación y por lo tanto hay una distorsión muy importante en sus recursos que le están quedando.

Por lo tanto, tenemos que no se construye infraestructura, que los gasoductos no se pueden mantener, que nosotros en distribución de gas LP muchas veces tenemos que recorrer mil, dos mil kilómetros de lo que es la población en  donde yo voy a vender el gas, voy por el gas a dos mil kilómetros, luego me regreso para poder venderlo aquí, ¿por qué? porque no hay una infraestructura más cercana que me permitiera ir a recoger mi gas a 100 kilómetros, a 200 kilómetros.

Entonces, estas son circunstancias que no son nuevas, que no son desconocidas, pero que nos resulta muy interesante ahora poderlas comentar con ustedes para que las tengan presentes al momento de emitir las leyes y las modificaciones de leyes que vayan a considerar.

Me pregunta el diputado Salgado también en cuanto a cuáles serían las políticas públicas necesarias y cuál beneficio social podrían tener. Bueno, yo creo que definitivamente el contar con un precio del gas LP a mercado abierto, a mercado de competencia, nos va a permitir a la Red Nacional de Distribuidores poder atender a más usuarios de esos 28 millones de consumidores que están ahorita quemando leña, poder acceder a que consuman gas LP, esa es una primera.

La segunda creo que sería un beneficio importante que la infraestructura con la que operamos básicamente es un gasoducto que corre de la zona de producción de Tabasco a Guadalajara pudiera ser ampliada, pudiera ser mantenida, pudiéramos tener redundancias, podríamos tener mayor capacidad de transporte, estamos dependiendo de un solo ducto que cualquier cosa que suceda ahí, sea por actos de terceros o de terroristas, mal intencionados, que ya sucedió en alguna ocasión hace varios años, o igual fenómenos de la naturaleza, que nos pueden poner en jaque realmente de manera importante y generar un desabasto.

Finalmente, nos pregunta el diputado los beneficios de poder tener otros proveedores, que con la reforma que se viene, pudiera haber otras fuentes de acceso que fueran, ya sea con el mismo aceite nacional, pero procesado, no necesariamente que pasara a propiedad estas empresas que lo puedan refinar, que lo puedan procesar.

Para la industria del gas LP sería importante desde luego contar con otras fuente de proveeduría, actualmente la proveeduría que tenemos viene de una sola empresa, que es Pemex, y que bien que mal nos tenemos que ajustar a las necesidades de Petróleos Mexicanos, ellos manejan básicamente dos productos, que es el aceite y el gas.

Lo que les deja dinero es el aceite, porque está caro, no sé, 100 dólares; el gas no deja mucho dinero, el margen de operación que tienen es mucho menor, por lo tanto, pues como cualquier empresa, dedica los recursos, sean muchos, sean pocos, al segmento que le está representando un ingreso.

Por lo tanto, la parte de gas está rezagada, no tiene inversión y por lo que se ve, si esto sigue así, pues vamos a tener que mantener una situación de mucho nerviosismo, sobre todo en los inviernos, que es cuando se incrementa hasta un 30 por ciento el consumo por el frío y batallamos hasta por el último kilo porque no alcanza a veces en laguna ciudad, en alguna población, tenemos que hacer transferencias, que son costosas, llevar el gas de una parte a la otra, y bueno, para nosotros sería un alivio, una parte importante el poder tener más fuentes de ingresos.

Con esto termino mi intervención, muchas gracias.

Senador David Penchyna Grub: Muchas gracias a Don Víctor Figueroa, nuevamente nuestra gratitud y reconocimiento a don Mauricio Covarrubias, al doctor Manuel Barquín y, por supuesto al señor Ingeniero Alfredo Elías Ayub.

Muy buenas tardes tengan todas y todos ustedes.

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