Versión estenográfica del mensaje del senador Eduardo Ramírez, presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, en el 52 Aniversario del Sindicato de Trabajadores de la Cámara de Senadores.

 

 

Muchas gracias. Buenos días a todos y a todas.

 

Compañeros, porque eso es lo que son para nosotros, compañeros de trabajo. No somos una cosa y ustedes otra: somos exactamente lo mismo.

 

En este aniversario más del Sindicato, viene a mi memoria lo que ustedes han representado a lo largo de la historia de nuestro país; qué sería un Senado sin asistencia legislativa, qué sería un Senado sin asistencia parlamentaria. Con las luces de muchos de ustedes, la sabiduría, el conocimiento, hacen posible que México avance.

 

Por eso, aprovecho esta mañana para honrar su trabajo, para honrar el trabajo de quienes han prestado durante 10 o casi 50 años, su servicio a los senadores y senadoras de México.

 

Quiero hacer un reconocimiento muy amplio a la licenciada Bertha, Bertita, que siempre está al pendiente de los diferentes acontecimientos, necesidades, lo que requiere la Cámara para su buen desempeño.

 

Hoy tengo la oportunidad de estar al frente de un órgano de Gobierno, como es la Mesa Directiva, lo hago con absoluto respeto, con humildad; pero sobre todo que vean en nosotros a amigos, a un amigo. A un amigo que siempre estará al pendiente de ustedes.

 

Aprendí algo cuando me formé, y lo aprendí de mis padres. Me decía Del Río: “ah, qué bueno que estás aquí en el desayuno de reconocimiento del Sindicato”. Y, vino a mi memoria que mi formación como persona, me decían mis padres: “Cuando te dediques a una cosa hazlo de tiempo completo”. No se puede uno dedicar por hobby ni por pasatiempo ni a medio tiempo laboral, una responsabilidad; se ejerce de tiempo completo.

 

Y, entonces esa ha sido mi formación. Y hoy, quiero que vean en nosotros a los amigos, a los compañeros, que nos preocupamos por ustedes.

 

Estamos viviendo un momento difícil para México, para el mundo. La pandemia vino a cambiar nuestra vida, de todos: cambió la de ustedes y cambió la de nosotros, en nuestra casa. Hoy podemos trabajar desde casa, hoy nuestros hijos toman clases desde casa; y eso hace que el mundo evolucione.

 

Quizá en unos meses o en unos días, vayamos todos a una reforma digital, donde estemos viendo a legisladores votando desde su Ipad, votando desde su teléfono y tomando decisiones en ese contexto, de la misma forma que ustedes nos brindan su asesoría y su asistencia parlamentaria.

 

Esto trajo consigo también un mundo de tristeza, porque se han ido muchos familiares, se han ido muchas personas a las que queremos. Antes decían “es que eran conocidos”, cuando llega la primera esfera, hay que tomar con responsabilidad.

 

Y, yo quiero hacer un homenaje esta mañana a nuestros compañeros de trabajo que se adelantaron, cinco compañeros y compañeras que se adelantaron; y si me lo permiten, de manera muy respetuosa, que nos pongamos de pie y les vamos a brindar un minuto de silencio.

 

Me dice Bertita que también eran sindicalizados, que es:

 

Blanca Rosa Félix y López.

Roberto Orozco Flores.

Guadalupe de la Rosa Rodríguez.

Marcos Luciano Vázquez Fuentes.

Maricela Rangel Larios.

 

(MINUTO DE SILENCIO)

 

Darles un aplauso a ellos, que ya no se encuentran con nosotros.

 

Tomen asiento, por favor.

 

Bienvenido el senador Miguel Ángel Mancera, que siempre ha acompañado a este Sindicato.

 

Finalmente, expresarles a todos los galardonados, que hacemos un reconocimiento propio a nombre del Senado de la República. Le expresaba el día de ayer al doctor Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política, quien siempre ha estado con la mejor disposición de ayudar a todos los trabajadores y trabajadoras de esta gran institución que es el Senado de la República.

 

Nuestro reconocimiento a ustedes por su sensibilidad, por su paciencia, porque eso es importante señalarlo, la paciencia que se tiene no solamente con quien se colabora; sino también con la atención ciudadana.

 

Muchas gracias por esa paciencia, por ese entusiasmo y por esa entrega. Esa entrega que debe ser todos los días y dar lo mejor de nosotros mismos.

 

Les deseo que tengan un feliz fin de semana y todos los galardonados, muchos abrazos cariñosos, a su familia. Disfruten de estos reconocimientos, centenarios; hay también aportaciones económicas, qué bueno que exista ese estímulo, creo que eso nos hace ser mejores en nuestro trabajo y en nuestro desempeño del día a día.

 

Muchas gracias y buenos días a todos.