Versión estenográfica del mensaje del senador Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política, durante la presentación de su libro “Reforma al Sistema Financiero Mexicano. Una Visión de Futuro”.

 

Muchas gracias.

 

Bienvenidos y bienvenidas. Me complace tener la presentación aquí, en el Senado de la República.

 

Agradecerle el acompañamiento al senador Osorio, presidente y coordinador del Grupo Parlamentario del PRI.

 

Al senador Dante Delgado, de Movimiento Ciudadano.

 

Al senador Mancera, del PRD.

 

A la senadora Sasil, del PES.

 

A Marybel, de la Junta de Coordinación Política.

 

También hay varios senadores, el senador Héctor Vasconcelos, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores.

La senadora Beatriz Paredes, también presidenta de la Comisión de Ciencia y Tecnología.

El senador Emilio Álvarez Icaza, secretario de la Comisión de Derechos Humanos.

La senadora Alejandra Noemí Reynoso, de la Comisión de Relaciones Exteriores.

Rogelio, Israel, secretario de la Comisión de la Defensa Nacional.

Omar Obed, secretario de la Comisión de Estudios Legislativos.

Noemí, Israel.

 

Todos, Miguel Ángel, Lucero también, todos muchas gracias. José, Juan José Jiménez, de Querétaro, muchas gracias.

También el senador Moya. Muchas gracias a todos, que han venido a acompañarnos.

 

En el 2014 se hizo un esfuerzo de una reforma, a la que se le llamó una reforma estructural. Se hizo, recuerdo muy bien, con un gran júbilo. Yo lo advertí desde entonces, que era insuficiente, incompleta.

 

Recuerdo una anécdota, porque uno de los temas más importantes, desde mi punto de vista, era cómo disminuir el efectivo en todo tipo de transacciones, y cómo bancarizar para poder combatir la corrupción de manera más eficaz.

 

Luego, como no me convencieron, era yo coordinador de un grupo parlamentario muy combativo, en Movimiento Ciudadano, como no me convencieron el subsecretario o un funcionario alto de Hacienda, me invitó a comer. Y, yo he dicho siempre que lo cortés no quita lo opositor; ahora ya se me cambió el juego y ahora tengo que ser cortés con los opositores.

 

Pero, me invitó a comer y fui a comer. Y entonces, no me convenció, le dije “están equivocados ustedes. Sí es un avance importante, no lo descalifico totalmente, pero debieran incorporar otras figuras como la inclusión financiera –desde entonces– y regular las tasas de interés y las comisiones”, que hasta ahora son 5 mil 300.

 

El senador Dante y yo, porque eso no me lo acredito solo, tenemos no sé cuántos años, 12 años, 14 años luchando contra el exceso de las altas tasas de interés de las comisiones y de servicios de la banca en México. Tenemos varias iniciativas.

 

Pero les comento esto, porque luego de que compartimos los alimentos, ya nos retiramos, él estaba con dos asesores y yo estaba solo, y entonces le dije “nos trae la cuenta”, al señor que nos atendía. Trajo la cuenta y me dijo él: “permíteme a mí pagar. Nosotros somos tres”.

 

“Está bien”, soy legislador, acepto. Y ahora más porque nos bajamos la mitad; por eso escribimos libros, porque aquí está mi editor, Miguel Ángel Porrúa y tiene que sacar una cantidad importante para poder sobrevivir.

 

Pero, paga, “pues está bien, paga”, como Julio, y saca él, yo dije, ¿y saben qué hizo? Saca un montón de billetes y paga en efectivo: 500, 500, 500. Y le digo: “Oye, tú eres un alto funcionario”; “Te recomiendo aquí entre nos, no pagues con tarjetas. Siempre trae contigo un montón de billetes”. Y le digo: “¿Y por qué?”; “Porque de esta manera no te sigue Hacienda, de esta manera no pueden equilibrarte y de esta manera puedes justificar tus gastos sin ninguna dificultad”.

 

Así era el tema, y ahora yo insisto en que la inclusión financiera, el uso de efectivo hay que desestimularlo, sí es una fuente de corrupción y la bancarización.

 

Por eso este libro, por cierto, cada vez que hay una presentación del libro invito a mi esposa y a mis hijos, porque en cada libro les he robado entre ocho, 18 o 30 meses de tiempo; entonces, ahora está mi esposa y mis hijos y este es el número 23, así es que sumen lo que les he robado de tiempo a mis hijos y a mi esposa.

 

Pero es un libro, halago en boca propia es vituperio, pero aquí hay funcionarios de buen nivel, o exfuncionarios de buen nivel, que tengo claridad de que actuaron con mucha responsabilidad en el pasado, exsecretarios, exsubsecretarios, directores, exfuncionarios de los rubros relacionados con el sistema financiero, con Hacienda, y hay muchos empresarios; gente que todos los días se tiene que enfrentar a la dificultad cotidiana.

 

Muchos empresarios que están luchando por mantener sus fuentes de trabajo abiertas y enfrentarse a las vicisitudes, en ocasiones de muchas incomprensiones.

 

El libro, en efecto, poco me quedaría hablar, porque Aliza Chelminsky, quien me ayudó a organizar, sólo me dio también 10 minutos, es como una dictadora en potencia; pero yo escuché a Bernardo con mucha claridad, un resumen muy acotado pero muy puntual sobre los temas más importantes.

 

Luego escuché a Julio con una especie de resumen, pero también de propuestas para nutrirle y aportarle al debate; y luego concluyó Vidal, y Vidal dijo una frase o un par de frases que me gustaron, porque, en efecto, cuando yo presenté la iniciativa que, por cierto, no es nueva, la iniciativa que presenté sobre la disminución y desaparición de comisiones no es nueva, la debí haber presentado, no sé, 2007-2008, ya desde entonces, pero era oposición, entonces no teníamos ninguna repercusión; ahora hasta la Banca y hasta la Casa de Valores tuvo repercusiones, según dicen ellos.

 

Pero bueno, el tema de fondo es que sí es conveniente hacer en este momento una detención para revisar todo el sistema financiero mexicano, sí es conveniente.

 

No puede ser que nuestro país, y aquí están varios también banqueros de la Asociación Mexicana, siga teniendo tasas diferenciadas por encima de otros países y tenga cinco mil 300 comisiones, no es posible; y por eso creo que sí podemos juntos avanzar.

 

Decía Julio una cosa también en su intervención, Julio decía: No puede funcionar una ley si no se consulta y si no se nos permite expresar nuestro punto de vista. Una ley sería mucho mejor si se escucha a los sectores a los que está orientada.

 

Y cuando presentamos esta propuesta hacia octubre, hubo mucha crítica y dijo puntualmente y además acertadamente Vidal Llerenas. Cuando presenta la iniciativa el senador Monreal, hubo mucha descalificación de dónde estaban los elementos que sustentaban precisamente la iniciativa.

 

El libro que ahora les presento formalmente es una reflexión en torno a eso. Sí tenía notas desde entonces, las recuperé y junto con un equipo que tengo con Juan Garay y otros, empezamos a hacer puntualmente redacciones. Alejandro Rojas también me ayudó.

 

Y fui avanzando desde octubre, noviembre, diciembre, enero, febrero, marzo, concluimos hacia mayo, finales de mayo y por eso me interesa que lo adquieran, lo lean y me den sus comentarios.

 

Los tres resúmenes son muy importantes, pero tienen que ver las gráficas, porque ahí demuestro cómo, en un análisis comparativo, en México las tasas de interés y los servicios son más caros que en toras partes del mundo.


Pero además de eso, hago un análisis comparativo como se concentra, en efecto, en siete instituciones bancarias, entre el 88 y el 94 por ciento de los recursos para destinarlos a crédito, a servicios distintos.

 

Siete bancos son los que concentran y hago un relato, un repaso muy rápido sobre toda la evolución del Sistema Financiero y la historia de la Banca en México.

 

Y ¿saben? Toco un tema que a veces se nos pasa, pero es un tema muy delicado. Lo abarco con toda seriedad, sin un ánimo ni político ni ideológico ni retórico.


Sacudiendo este tipo de características, abarco lo del FOBAPROA, en una posición seria, alejado –repito– de cualquier dogmatismo o extremismo.

 

Y les puedo decir solamente que el primer monto que aportó el Estado mexicano, el Gobierno, a lo que ustedes recordarán aquel fideicomiso, organismo que se llamaba Apoyo a Deudores, Eladia aquí debe saber muy bien, Bernardo y varios, Eladia aquí también estaba representando al PAD, un buen amigo, que no es un asunto contra ellos.


Lo recuerdo muy bien porque yo había sido electo gobernador, en 98, y lo del FOBAPROA debió haberse creado en ese año o en el 97, 98, por ahí.

 

Pero la primera cantidad, que aquí lo describo del FOBAPROA, fueron, el rescate bancario, 168 mil millones de pesos. Después se convirtió en deuda pública y el costo fue incrementado de manera notable.

 

El saldo actual es de, lo que debemos todavía, es de 467 mil millones de pesos y que el Estado, nosotros, lo que el Gobierno hemos pagado, son 859 mil millones de pesos, sólo de intereses, 859 mil millones de pesos.


Y yo, bromeando, una vez le dije a un alto funcionario de la Banca, me dijo, es que, si no se hubiera hecho eso, Ricardo, se hubiera colapsado el Sistema Financiero Mexicano.

 

Es probable que sí, le dije, seguramente que sí, pero le dije yo, pero díganme ustedes cuándo perdonan un crédito. Si yo saco un carro, una casa, me ejecutan, no me van a perdonar nunca un solo crédito, menos me reducen intereses o me eliminan alguna tasa a la que soy acreedor y que firmé.


Es un tema delicado, pero el costo total acumulado es de mil 326 miles de millones de pesos. Se calcula que vamos a estar pagando hasta dentro de 70 años, vamos a terminar de pagar el costo del rescate bancario.


Pero lo abordo de una manera seria y también doy; es muy fácil de leer, de verdad, nos esforzamos por hacerlo muy didáctico.

 

Pero también les anuncio que, respecto de las comisiones, la Iniciativa que presentamos en octubre, se está trabajando. Y con eso concluyo porque ya me mandó Alisa una preventiva.

 

Déjenme decirles: la Iniciativa para eliminar o reducir comisiones, hace un rato platicaba con el senador Dante, y me decía “hay que entrarle”. Lo he platicado con el senador Osorio y dice “mi Grupo Parlamentario está dispuesto a discutir el tema”. Lo mismo en el Partido Acción Nacional, le he dicho a Mauricio Kuri, algunos senadores del PAN, no se diga el Verde, el PT, el PES y nosotros, el PRI ha dicho que podría entrarle y va a entrarle, según me dicen.

 

A partir del 2018, en diciembre, a petición de la Asociación Mexicana de Bancos, me pidieron platicar y platicamos, tenemos platicando desde diciembre hasta la fecha.

 

No sólo con ellos sino con, fundamentalmente, la Comisión Nacional Bancaria, Hacienda, Condusef, Banxico, la Asociación Mexicana de Bancos, con todos estamos trabajando y hemos llegado a un consenso más o menos bueno, insuficiente todavía, para modificar tres leyes:

 

Ley para la Transparencia y Ordenamiento de Servicios Financieros, Ley de Instituciones de Crédito, y la Ley para Regular las Sociedades de Información Crediticia.

 

Esto es fundamentalmente para promover y facilitar la inclusión financiera de segmentos y grupos poblacionales que, por años, dadas las condiciones del Sistema Financiero, han sido desatendidas.

 

Este documento se está trabajando, todavía no se tiene formalmente en las comisiones, es primero un grupo de trabajo, se tienen estas tres leyes a modificar, más de 30 artículos, que ya hemos consensado y que en los próximos días vamos a formalizar en las comisiones para, después de platicar con los coordinadores de grupos parlamentarios, iniciar un proceso de discusión.

 

Nosotros les decimos a las instituciones bancarias internacionales que están en México, que, así como ellos obtienen ganancias lícitas por la prestación de los servicios, también trasladen lo mejor de ellos, que aplican en otros países, a México.

 

Y que revisemos puntualmente, en un afán de revisión puntual, de cantidad comisiones, intereses, costo, revisemos incluso acceso al crédito, cómo podemos asemejar los mismos derechos y servicios. No hay un ánimo de nuestra parte de confrontación, sino hay un ánimo de trabajo.

 

México necesita urgentemente procesos de conciliación, eso es lo que yo creo. México está en un proceso normal de transición política y yo soy de los optimistas.

 

El otro día me reuní, en un desayuno, con un amigo y unos 20 empresarios y me preguntaban varios temas, preocupados, escépticos, desconfiados, sobre el futuro de México. Y yo les decía: si yo fuera inversionista o empresario, no dudaría, estaría invirtiendo en México, porque México va a salir adelante, no hay ninguna duda de que vamos a salir adelante.

 

Hace poco un amigo, que aquí está, Ricardo, me presentó un inversionista extranjero que quiere asociarse con su empresa, en una inversión extraordinaria y, que me parece que invertir en México, apostar por México es lo mejor que nos puede suceder.

 

Y nosotros en el Poder Legislativo, tenemos que garantizarles a ustedes que realmente el Estado de Derecho se va a respetar, que la confianza se va a garantizar, que la inversión se va jurídicamente a cuidar y, que nosotros en el Senado no habremos de excedernos en nuestro mandato ni en nuestras facultades.

 

Que la mayor parte del Senado está actuando con sensatez, que los grupos parlamentarios están actuando con cariño, con amor a México y que tenemos diferencias normales: políticas, ideológicas, normales; pero cuando se trata de estar unidos en lo fundamental, lo hacemos y no nos cuesta ningún trabajo en ponernos de acuerdo.

 

Por esa razón, cuando México se antepone a cualquier interés personal, creo que no tendremos ninguna dificultad.

 

Les pido, por último, les repito que si compran el libro, tendré parte de las regalías. Si no, tendré que seguirme acostumbrando a la austeridad republicana, que en el Senado hemos aplicado a partir de septiembre; pero a todos muchas gracias por estar con nosotros.

 

Buenas tardes.