Versión estenográfica del mensaje del presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, senador Ernesto Cordero Arroyo, durante el Conversatorio: Prioridades de México en la Agenda Multilateral 2018, llevado a cabo en la Antigua Sede del Senado de la república, Xicoténcatl 9, colonia Centro.
PRESENTADORA: Damos la bienvenida al presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, el senador Ernesto Cordero Arroyo.
Senador, tiene la palabra.
SENADOR ERNESTO CORDERO ARROYO: Muy buenos días a todos.
Quiero saludar a todos los embajadores, al cuerpo diplomático acreditado en México, a nuestros embajadores en el mundo que están aquí presentes.
Quiero saludar al embajador Miguel Ruiz Cabañas, subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
A la embajadora Olga Pellicer.
Y agradecerle a mi compañera, a la senadora Laura Rojas, la organización de este evento. Ella es presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores Organismos Internacionales.
Y saludar a los senadores que nos acompañan, el senador Romero Hicks, me da mucho gusto saludarlo.
Como ustedes saben, México tiene un papel central, protagónico e importante en las relaciones multilaterales en el mundo. Y durante los últimos años hemos sido testigos de cambios radicales en el escenario internacional.
Lo que parecía ser un movimiento hacia la integración de una gran sociedad mundial, basada en intereses comunes que parecía nadie cuestionar; ahora tenemos un ascenso de posturas y grupos extremistas, el robustecimiento de temas de seguridad y el desgaste de la arquitectura internacional surgida de la postguerra.
Por si fuera poco, los acontecimientos de los últimos años, como son la elección en Estados Unidos, el Brexit, los movimientos nacionalistas; demandan una reflexión más profunda de cuánto ocurre en relación entre los pueblos.
Frente a la coyuntura internacional, desde el Senado mexicano consideramos que los desafíos que enfrentamos hoy día, se enmarcan cada vez menos en el ámbito nacional y cada vez más en los ámbitos regionales y por supuesto globales; aunque las soluciones surgen de los marcos locales.
Es por ello que considero que uno de los temas más importantes que enfrentamos en la agenda multilateral son los procesos electorales de este año.
En primer lugar, viviremos una de las jornadas electorales más grandes en nuestro país. A pesar de las críticas y señalamientos, que abundan, hoy contamos con instituciones electorales sólidas y confiables, que trabajan para mantener la unidad nacional y no se dejarán afectar por voces autoritarias, populistas, que buscan confrontar y dividir, así como sembrar dudas sobre la confiabilidad en el proceso electoral en nuestro país.
También va a haber elecciones en socios importantes de México como son Brasil y Colombia; al igual que en Venezuela.
Especial mención merece también la elección de medio término, en noviembre próximo, en los Estados Unidos de América. Ahí se va a renovar la Cámara de Representantes y un tercio del Senado de los Estados Unidos. Es una gran oportunidad para que nuestros amigos y vecinos modifiquen el rumbo con el que se ha conducido ese país en los últimos once meses, y claramente vuelvan y regresen a construir la región de Norteamérica con un futuro compartido con México y con Canadá.
En este mismo sentido, debemos hablar del reto que significa la relación con Estados Unidos, quien es nuestro principal aliado, socio y vecino.
El tránsito que tiene en este momento nos exige garantizar la promoción de nuestros intereses y proteger a nuestra comunidad mexicana, ante la reconfiguración que se está llevando a cabo en la relación bilateral.
Por otra parte, nos encontramos también en el proceso de renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el cual ha sufrido los embates del Gobierno actual, de la administración actual en Estados Unidos; sin reconocer los beneficios que ha traído para toda la región de América del Norte.
No debemos pasar por alto que este proceso es la oportunidad de modernizar áreas que se habían quedado desfasadas por el avance global en las últimas décadas; así como fortalecer a una de las regiones más importantes y dinámicas del mundo, que contribuye hoy con 30 por ciento del Producto Interno Bruto mundial.
Hoy la región de América del Norte es la más grande del mundo, al pasar de 290 billones de dólares en 1993; a 1.1 trillones de dólares el año pasado.
Ante las amenazas del Gobierno de Estados Unidos de dar por terminado el Tratado de Libre Comercio, debemos recordar que nunca un muro, físico o comercial, será la solución.
Las consecuencias negativas que se tengan, podrán ser superadas con el compromiso de las personas, de quienes hacen negocios, de las organizaciones civiles, de las y los legisladores, tanto federales como locales, comprometidos con la relación bilateral de iguales.
La relación en nuestros países, aunque dañada, saldrá adelante mientras se mantenga la determinación de nuestros pueblos, de consolidar a Norteamérica como la región más importante del mundo.
A estos retos regionales, se suma la necesidad de apuntalar las instituciones multilaterales y construir alianzas con todas aquellas naciones igualmente interesadas en un orden global, basado en reglas, en la apertura comercial, en la preservación de la paz, en valores democráticos y la seguridad internacional, como premisas esenciales.
Otro de los retos, es diversificar nuestras relaciones y apuntalar aquellas con otras regiones.
Por ello, es importante seguir el proceso de la conclusión de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio entre América, México y la Unión Europea que, a diferencia de lo que sucede en América del Norte, avanza de manera fluida.
En estos momentos se lleva a cabo, en esta Ciudad, la Octava Ronda de Negociaciones, en la que esperamos se concluyan los temas más relevantes del Acuerdo, como acceso a mercados de origen, obstáculos al comercio, reglas de origen, propiedad intelectual, entre otros.
Un tema muy relevante, es el relativo a la Alianza del Pacífico, el acuerdo más exitoso actualmente en la Región, para el cual es necesario intensificar las negociaciones con los estados asociados: Canadá, Australia, Singapur y Nueva Zelanda, y lograr su total adhesión al Acuerdo, para con ello, aumentar el potencial del mismo en todos los ámbitos.
Esperemos estas negociaciones lleguen a buen puerto en las siguientes rondas, celebradas en Australia, el próximo 29 de enero.
De igual forma, México tiene que seguir apostándole a la diversificación comercial, por lo que resulta fundamental el mantener las negociaciones del TPP-11, o Acuerdo Integral y Progresivo para la Asociación Transpacífica, con miras a concluir el primer trimestre de este año en las mismas.
Reconocemos los trabajos que el equipo negociador ha realizado hasta el momento, principalmente en la mediación de los diferendos entre Canadá y Japón.
Sin embargo, nuestra Agenda Internacional no se limita a lo que ocurre con Estados Unidos y los temas comerciales, sino que encontramos otras áreas de igual relevancia, como son la protección al medioambiente y los derechos humanos, así como la promoción del desarrollo.
Por ello, sería importante dar seguimiento a lo que ocurre en la relación del Acuerdo de París, y a la Agenda 20-30, que permite hacer frente a los problemas globales y contribuir desde el seno de las Naciones Unidas, a mejorar las condiciones de vida de las personas.
Sin embargo, un tema que considero que será necesario dar seguimiento, es la celebración del Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada, y Legal, de la que México ha sido un importante impulsor, esperando que pronto culminen las negociaciones sobre este instrumento.
En este sentido, me gustaría comentar que el Senado de la República incorporará en su Agenda Legislativa para este periodo de sesiones, el seguimiento y el cumplimiento de las metas de desarrollo establecidas en el 20-30.
Es un esfuerzo importante donde todas las Comisiones Ordinarias del Senado, plantearán el nivel de avance que tiene en el cumplimiento de estas metas, desde el punto de vista legislativo.
Es un esfuerzo importante, y es un esfuerzo que implica el trabajo de absolutamente todo el Senado de la República, que estará trabajando más allá de los intereses de cada Grupo Parlamentario, en este objetivo común.
Confiamos en que el trabajo de la diplomacia mexicana, incluida la parlamentaria, seguirá demostrando la voluntad del Estado Mexicano en el ámbito internacional, en favor de las mejores causas de la humanidad, la cooperación internacional para el desarrollo, la proscripción de la amenaza y el uso de la fuerza en las relaciones internacionales, y de manera destacada, en las últimas décadas, la protección y promoción de los derechos humanos, por tan sólo mencionar los más importantes.
Por esta razón, es sumamente relevante la participación de las y los senadores en foros y organismos internacionales, como la Unión Interparlamentaria y el Foro Parlamentario Asia-Pacífico, entre otros, pero, además, el fortalecer los lazos bilaterales con los diversos países con los que tenemos, debo decir, excelentes relaciones, como Corea y Vietnam.
Amigas y amigos:
Estén seguros que desde el Senado seguiremos trabajando para consolidar a México como protagonista del Siglo XXI, revisando la política exterior y analizando los tratados internacionales, que se celebren para el bienestar de todas y todos los mexicanos, cumpliendo con esto nuestro mandato constitucional.
Muchísimas gracias.