Versión Estenográfica del seminario “Matrimonio igualitario”, al que convoca el presidente del Instituto Belisario Domínguez, senador Miguel Barbosa Huerta.
PRESENTADORA: Muy buenos días. Sean todas y todos ustedes bienvenidos al inicio de actividades del Foro Matrimonio Igualitario, evento organizado por el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República.
Para dar inicio a este Foro saludamos, en primer término, al presídium que nos acompaña:
El senador Miguel Barbosa Huerta, presidente del Instituto Belisario Domínguez. Un aplauso, por favor.
Lo acompaña el doctor Gerardo Esquivel, coordinador ejecutivo de Investigación del Instituto Belisario Domínguez.
Saludamos con gusto y damos la bienvenida al rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Enrique Graue Wiechers.
A la licenciada Mónica González Contró, abogada general de la UNAM.
Agradecemos la presencia de la activista Lol Kin Castañeda.
Y también está con nosotros Geraldina González de la Vega, de la Universidad Iberoamericana.
Agradecemos la presencia de todas y todos ustedes, de los medios de comunicación y por supuesto a quienes nos siguen a través de la señal del Canal del Congreso.
Bienvenidos al Senado de la República.
Y bien, para dar la bienvenida a este Foro, tiene la palabra el doctor Gerardo Esquivel.
DOCTOR GERARDO ESQUIVEL: Muy buenos días tengan todas y todos ustedes. Sean muy bienvenidos al Senado de la República.
El día de hoy, a nombre del Instituto Belisario Domínguez les damos la más cordial bienvenida a este Foro que hemos convocado para el día de hoy, sobre el tema del matrimonio igualitario.
Aunque, como todos ustedes saben, en días pasados las comisiones de Derechos Humanos y de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados rechazaron la iniciativa; este es un tema que en el Instituto Belisario Domínguez consideramos que debe seguirse discutiendo y a iniciativa del senador Barbosa, presidente del Instituto, es que hemos organizado y convocado a esta discusión.
Contamos, para este Foro, con una serie de destacados participantes, activistas, académicos y, sobre todo, contamos con la participación y la moderación en cuatro mesas que hemos organizado, de destacados funcionarios académicos, en particular el día de hoy en la primera mesa nos acompañará el Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, el doctor Enrique Grauer, a quien agradecemos por supuesto mucho su participación.
Así como al resto de los miembros del presídium el día de hoy, que será la primera mesa que tendremos el día de hoy.
Tendremos cuatro mesas, la discusión la organizamos en torno a: primera mesa “Matrimonio igualitario y derechos humanos”. Una segunda mesa sobre “Diversidad familiar. Adopción y parejas homoparentales”. Una tercera mesa sobre “Discriminación, homofobia y transfobia en México”, un tema muy importante sobre todo por los acontecimientos recientes que todos conocemos, lamentables acontecimientos recientes que han ocurrido en la Ciudad de México en particular, pero en el resto del país también. Y una cuarta mesa sobre “Estado laico y educación sexual en México”.
La discusión está planteada para ser una discusión libre y plural. Sin embargo, por distintas razones, en este Foro habíamos convocado al Frente Nacional por la Familia, que como todos ustedes saben tiene una posición muy específica sobre este tema. Desafortunadamente, después de que habían aceptado participar y deliberar sobre quién de ellos participaría; decidieron cancelar su participación de último minuto, por lo cual no participarán en este Foro y en ese sentido es que quizá la discusión sea menos en términos de las distintas posiciones que se han planteado en el discurso público, pero que sepan que la discusión que nosotros organizamos en el Instituto Belisario Domínguez tenía como propósito justamente fomentar el intercambio de opiniones de las distintas posiciones públicas que conocemos sobre estos temas.
En ese sentido, lamentamos la ausencia del Frente Nacional por la Familia, pero sepan entonces nada más que nosotros como Instituto convocamos a esta discusión; en el entendido de que lo que promovemos en el Instituto Belisario Domínguez es precisamente la participación libre y plural en los distintos temas.
Sin más, les agradezco mucho a todos ustedes su presencia y participación, a los ponentes que estén aquí. Esperamos que esta discusión contribuya a obtener una posición más clara sobre los temas relevantes en torno al matrimonio igualitario y a si queremos tener derechos para todos los mexicanos o no.
Agradezco nuevamente su asistencia y participación de todos ustedes y a los miembros de la mesa que estén aquí con nosotros.
Muchas gracias.
PRESENTADORA: Muchas gracias al doctor Gerardo Esquivel.
Y bien, antes de continuar, queremos saludar la presencia del doctor Jorge Linares Salgado del Programa Universitario de Bioética de la UNAM.
Y bien, a continuación escucharemos las palabras del senador Miguel Barbosa Huerta, quien dirigirá un mensaje y realizará la declaratoria inaugural de este foro.
SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: Buenos días a todas, a todos. Los saludo con mucho respeto.
Agradezco la presencia en especial del rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Enrique Graue. De los ponentes que han aceptado participar en este tema nunca acabado, el tema de la igualdad, el tema de los derechos, que en este caso se trata del asunto de los matrimonios igualitarios, homoparentales o de personas entre el mismo sexo.
De verdad, debiéramos los órganos del Estado mexicano, y sobre todo los órganos legislativos, abrir más el debate en cada uno de los asuntos.
De manera muy apresurada, en la Cámara de los Diputados fue desechada la iniciativa del presidente Peña, con el acuerdo de su iniciador, el presidente Peña.
Ya la Comisión de Puntos Constitucionales de Cámara de Diputados desechó la iniciativa. No tengo el dato si ya pasó a Pleno como dictamen negativo o no, pero por lo menos en comisiones ya fue desechada, pero en el Senado está abierto el asunto.
En el Senado existe una iniciativa idéntica a la del presidente Peña, pero también otras que tienen otros más elementos.
Así que es por esa razón, el Instituto Belisario Domínguez organiza este foro con todos los temas que ha mencionado el coordinador ejecutivo de investigación, Gerardo Esquivel.
Y nos propusimos algo. Nos propusimos que siendo un tema polémico en el que hay que respetar las posiciones de quienes piensan, opinan o tienen convicciones diferentes, las mesas de debate de este foro estuvieran coordinadas por personas, por personalidades de un nivel de reconocimiento, de autoridad moral, ética, profesional y hasta política. Y que fueran los rectores de los principales centros de estudio mexicanos los que hicieran esa coordinación.
Por eso agradezco en este acto inauguratorio, desde luego, la coordinación que para esta primera mesa lleva a cabo el Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Enrique Graue, a quien les pido le brindemos un aplauso.
En la mesa dos, estará coordinada por el doctor Salvador Vega y León, Rector de la Universidad Autónoma Metropolitana.
Por la tarde, en la mesa tres, estará como coordinador el doctor Enrique Fernández Fassnacht, Director del Instituto Politécnico Nacional.
Y para la mesa cuatro, teníamos invitado al rector de la Universidad Iberoamericana, y nos propusieron de la universidad, ante la imposibilidad de asistir, que fuera la señora Elvia González del Pliego Dorantes, encargada del Programa de Asuntos de Género de la Universidad Iberoamericana.
A todos ellos nuestro agradecimiento por participar en este foro, por moderar opiniones, polémicas y contrastantes.
Para nosotros este es un asunto de derechos, es un asunto que por cierto ya está resuelto en los contenidos del artículo primero constitucional y cuarto constitucional, ya está resuelto, sólo se requiere que 20 estados con sus congresos locales armonicen y provoquen legislaciones constitucionalmente acordes con el texto de nuestra carta magna.
Es un asunto que están en debate y en contradicción, que no se utilice la calle para resolver asuntos de fondo, que las cámaras del congreso actúen con autonomía, actúen con independencia, que no sean los cálculos político-electorales los que dominen en la definición de este asunto, que sean los argumentos para poder rendir a nuestra patria y a nuestra sociedad las mejores cuentas de ser una sociedad de derechos.
Así es que complacido como presidente del Instituto Belisario Domínguez por la celebración de este foro, decirles que en el instituto tratamos cada uno de los temas aún cuando sean temas en donde haya una disputa, una polémica no resuelta y probablemente nunca resuelta.
Queremos dotarle a la Cámara de los Senadores, a sus comisiones de dictamen, insumos para mejor dictaminar; insumos para provocar la mejor ley, ese es el papel, ese es el propósito y ese es el destino y la obligación que tenemos como legisladores.
Les agradezco su presencia a quienes asisten. Este es el Senado de la República, esta es la casa de las y los mexicanos y esta es la casa donde se debe hablar con absoluta libertad y reconocer el derecho que se tiene para expresar las ideas y para disentir.
Con esa razón les pido, les voy a molestar de manera muy breve, Pónganse de pie, vamos a declarar.
Sí, gracias, como presidente del Instituto Belisario Domínguez, siendo este día viernes 18 de noviembre, a las 11 horas 27 minutos, declaro inaugurados los trabajos de este foro sobre los temas ya mencionados y en concreto sobre los matrimonios igualitarios, monoparentales o de personas entre el mismo sexo, estando seguro que las conclusiones que alcanzaremos serán útiles para las comisiones y para el pleno del Senado, pero también para la sociedad, para que podamos tener más argumentos sobre nuestras ideas.
Actuemos con libertad, pensemos con libertad y reconozcamos el derecho de todos a ser diferentes.
Buenos días y gracias.
PRESENTADORA: Agradecemos el mensaje del presidente del Instituto Belisario Domínguez, senador Miguel Barbosa.
Invitamos al presídium, antes de iniciar la primera mesa, sea tan amable de llevar a cabo la foto conmemorativa. Ya están listos nuestros compañeros fotógrafos, adelante.
Bien, vamos a iniciar la primera mesa de ese foro con el tema de Matrimonio Igualitario y Derechos Humanos. Esta mesa será moderada por el rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers, quien tiene el uso de la palabra.
DOCTOR ENRIQUE GRAUE WIECHERS: Muy buenos días tengan todos ustedes.
Primero, antes que nada, agradecerle al senador Miguel Barbosa y a su Instituto Belisario Domínguez la invitación que nos hiciera para discutir este importantísimo tema.
Bien decía el senador Barbosa, está la iniciativa de Ley Sobre el Matrimonio Igualitario; pasó inicialmente a la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados y posteriormente a la Comisión de Puntos Constitucionales hace apenas dos, tres semanas y en ambos casos está pendiente.
Indudablemente que hay razones políticas, pero más allá de ellas hay razones humanas para discutir de este tema. Decía el senador Barbosa que se trata de un problema de derechos humanos; yo diría también que se trata de un tema de libertad y se trata también de un tema de seguridad y de vivir en paz.
En la última década ha habido más de mil 200 homicidios por homofobia y se estima que por lo menos aquí hay un reporte de más de dos terceras partes de ellos. Y esto nos sucede porque la sociedad todo tiende a hacer todavía con la tolerancia suficiente.
Indudablemente el tener un matrimonio igualitario que tuviéramos la oportunidad de que fuera legislado en este sentido nos haría una mejor sociedad.
De alguna forma de esto se trata esta Mesa: de hablar un poco sobre qué es esto, cuáles son las principales resistencias que encontramos al cambio y eventualmente cómo podrían superarse.
Tenemos una Mesa espléndida, tenemos con nosotros, primero, antes que nada, a la maestra Lol Kin Castañeda, una activista conocidísima en el tema.
Ella es psicóloga por la Universidad Autónoma Metropolitana en su unidad Xochimilco.
Tiene una maestría en ciencias públicas políticas y por desigualdad por la Universidad Autónoma de Barcelona, y una maestría en estudios de la mujer, también, por la Universidad Autónoma Metropolitana.
Ha sido probablemente de las personas que iniciaron este proceso de reforma para propiciar el matrimonio igualitario y coordinó sociedad unida con esta misma finalidad.
De tal forma que tenemos en ella indudablemente una gente que ha llevado a cabo todo el camino para buscar la igualdad en el matrimonio.
Contaremos también con la maestra Geraldina González de la Vega.
Ella es licenciada en derecho por parte de la Universidad Iberoamericana.
Tiene un grado de maestría también en derecho por la Universidad de Dusseldorf, en Alemania, y se ha dedicado particularmente a los temas de Constitución, derechos fundamentales y equidad de género.
De tal forma Geraldine, también muy bienvenida.
Nos acompaña también el doctor Jorge Linares.
Él es filósofo, egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, con el doctorado en filosofía y coordina el Seminario de Bioética de la Universidad Nacional.
Gracias Jorge, por estar aquí con nosotros.
Y dejo al final a la doctora Mónica González Contró, aquí a mi derecha.
Ella es abogada, tiene el doctorado por la Universidad Autónoma de Madrid.
Fue investigadora del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, de hecho lo es todavía, y actualmente es Abogada General de la Universidad.
A través de la doctora González Contró, la Universidad ha emprendido una campaña por la igualdad de género y se ha establecido ya un protocolo para la violencia de género y eliminar toda forma de discriminación dentro de esta nueva ciudadanía que pensamos construir.
Tenemos pues, una gran Mesa. Una Mesa que, como todos ustedes escucharon, está a favor del matrimonio igualitario.
Nos hizo falta la contraparte senador. Se nos rajó. De tal manera que vamos a procurar complementar esto.
Le propongo senador, que hagamos cuatro rondas de intervenciones, cada una no mayor de tres minutos.
Y le voy a robar uno de los teléfonos; dos teléfonos tiene aquí la abogada para poder llevar el tiempo.
Y les pediría primero que en la primera ronda escuchemos el posicionamiento de cada uno de nuestros panelistas en relación a este tema.
Nada más para afirmarlo y por qué es importante el matrimonio igualitario.
Una segunda ronda, les pediría también a los panelistas, nos intenten explicar las razones que tiene esa otra parte de la sociedad para oponerse al matrimonio igualitario. También rondas de tres minutos.
Luego, porque discutamos en una tercera ronda cuáles son las principales barreras legales que hay que vencer para llegar al matrimonio igualitario.
Y finalmente una última ronda para conseguir discutir qué es lo que tenemos que hacer como sociedad para llegar a este tema.
Dado lo cual, senador, si le parece abriremos la discusión abierta.
SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: Usted decide, Doctor.
DOCTOR ENRIQUE GRAUE WIECHERS: Bien, en ese orden de ideas, quisiera escuchar primero y empezaremos por Lol Kin Castañeda.
Gracias y empieza a tomarse el tiempo.
ACTIVISTA LOL KIN CASTAÑEDA: Muchas gracias por la invitación, senador Barbosa, al Instituto Belisario Domínguez. Y por supuesto celebro poder acompañar la mesa junto con ustedes.
¿Cuáles son los motivos para estar en este momento hablando de matrimonio civil igualitario?
Bueno, comienzo diciendo que el matrimonio civil igualitario llegó a México hace siete años, cuando en la Asamblea Legislativa modificamos el Código Civil un 21 de diciembre de 2009, para ampliar este derecho, dejar de tenerlo sólo como un privilegio para un hombre con una mujer y con fines de procreación; y entenderlo como un derecho llave para poder adquirir reconocimiento de filiación, derechos laborales compartidos, patrimoniales, etcétera.
Sin duda, el 21 de diciembre de 2009 en algún momento habremos de reconocerlo como el día por la igualdad, porque en ese momento, con esta legislación lo que quedó claro es que no había argumentos para no reconocerlo. Lo que había era una serie de tradiciones y de prejuicios que eran los que habían dado arraigo a esta desigualdad, y que no había sido cuestionada de manera previa.
Este hecho en la Ciudad de México detonó una discusión a nivel nacional e internacional. Sirvió como precedente para… bueno, recordemos, la Ciudad de México fue la primera ciudad en América Latina en reconocer el matrimonio civil igualitario.
Luego, este argumento sirvió de precedente para la discusión que se daba en Argentina. Sirvió también de precedente para el juicio de Karen Atala Rifo e hijos versus Chile; y ha servido para otros tantos casos.
A nivel nacional e internacional comenzamos a ejercer, comenzamos a discutir que este era un tema de derechos humanos y en la Ciudad de México pudimos, a partir de marzo de 2010, comenzar a ejercer el derecho de manera afirmativa las parejas de lesbianas y de homosexuales.
Además, comenzamos desde el activismo y de la mano de David Razú, que era quien impulsaba en la Asamblea Legislativa todo el tema; pudimos hacer matrimonios colectivos, que eran figuras para garantizar a las parejas que venían, que migraban temporalmente de otros estados de la República y que pudieran garantizar este derecho, para luego volver a su estado, en donde no tenían ningún reconocimiento y poder, por ejemplo, registrar la seguridad social de manera compartida.
Los primeros estados en llegar fueron Michoacán y luego Jalisco, seguido del Distrito Federal. Pudimos tener reconocimientos de nacimiento con dos mamás: primero fue en la Ciudad de México y luego el estado en donde se dio el primer caso fue en Coahuila, con la bebé Natalia y que por supuesto le cambió la vida, le dio una vida de certezas y de dignidad, no solamente a la bebé Natalia; sino a sus mamás, a la familia en conjunto.
Pudimos también reconocer a la familia de Alex, Pepe y Alejandra, en Nuevo León, en donde una escuela había decidido darla de baja; y comenzar a concretarse de manera satisfactoria casos de adopción, que hay 14 a la fecha; reconocimientos de familia, casos de viudez.
Es decir, a la fecha hay más de 8 mil parejas beneficiadas en toda la República Mexicana, con derechos y con dignidad.
Ese es nuestro argumento.
DOCTOR ENRIQUE GRAUE WIECHERS: Muchas gracias. Se nos fueron cuatro minutos y medio, yo les pediría que vayamos para poder abordar todo el tema, pero nos sirvió, fue muy importante como introducción al tema.
A ver, Geraldina González de Vega, ¿cuál es tu posicionamiento en relación al matrimonio igualitario y las razones importantes para ello?
GERALDINA GONZÁLEZ DE LA VEGA: Muy buenos días. Buenos días a todos, senador, señor Rector, doctor Gerardo Esquivel, muchas gracias por la invitación, por estar aquí.
La verdad es que a mí me habían pedido que preparara una exposición sobre la evolución del matrimonio en el mundo, entonces trataré de ir hilando esto que preparé con las tres propuestas, las cuatro preguntas o las cuatro propuestas que nos hace el señor rector.
Básicamente, como posicionamiento yo diría que lo relevante, a lo que asistimos ahora, es a una evolución que en el mundo occidental y en el mundo democrático se da con respecto a, como ya decía el senador hace un momento y el rector también, el respeto de los derechos de las personas, el respeto al principio de igualdad y de no discriminación.
Afortunadamente en lo que va del Siglo XXI, la visión sobre el matrimonio como una cuestión del ejercicio de la libertad ha ido modificándose, hasta hacer posible el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Mucho se habla de que el matrimonio es una institución milenaria y que es una institución estable, pero lo cierto es que hemos asistido a una evolución de esta institución que ha ido adecuándose, y en las últimas décadas del Siglo XX y las primeras de lo que va del XXI, esta institución ha requerido irse adecuando a los reconocimientos de los derechos humanos.
Concretamente me refiero, por ejemplo, a la voluntad de los contrayentes. Cuando hablamos, por ejemplo, de la edad de los contrayentes en el matrimonio; a los derechos de las mujeres, por ejemplo, que no pasamos de la propiedad del padre a la propiedad del marido, sino que empezamos ya a tener una igualdad entre los cónyuges; que los matrimonios ya no son arreglados por las familias; los derechos patrimoniales y laborales, en fin.
La institución matrimonial en realidad es una institución social, es una institución enclavada en una realidad, que va evolucionando, que va cambiando, que va mutando y que tiene que irse adecuando además a los derechos humanos.
Por lo tanto, cuando hablamos de la posibilidad de los estados para adecuar, para regular las instituciones del estado civil de las personas, tienen que hacerlo dentro del marco constitucional. Y nuestro marco constitucional, como ya lo mencionaban hace un momento, reconoce el principio de dignidad que irradia todo el sistema jurídico, y que a su vez es el fundamento de los principios de igualdad, de libertad y de no discriminación.
En este sentido, el matrimonio tiene que verse como una institución social, como una institución evolutiva y así lo ha dicho ya también la Suprema Corte de la Nación en sus varias decisiones en donde ha validado las reformas que se han dado en el D.F., y ha declarado inconstitucionales las normas que excluyen a las parejas del mismo sexo para participar de la institución del matrimonio.
Esa sería una primera participación.
DOCTOR ENRIQUE LUIS GRAUE WIECHERS: Muchas gracias, Geraldina.
El doctor Linares, a ver, ¿cuál es el posicionamiento en relación a esto desde el punto de vista de la vida, de ética y personalmente?
DOCTOR JORGE E. LINARES SALGADO: Gracias, señor rector. Buenos días.
Nosotros en el Programa Universitario de Bioética emitimos una opinión desde mayo del 2010 a la Suprema Corte de Justicia cuando la PGR había interpuesto una acción de inconstitucionalidad a la reforma que se hizo en el Distrito Federal, hoy Ciudad de México.
Las razones que expusimos ahí de por qué consideramos positiva la reforma al Código Civil para permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo las voy a resumir en seis rápidamente:
En primer lugar, como se decía en la reforma de esa época, el excluir a las personas del mismo sexo del matrimonio era discriminatorio y sigue siendo discriminatorio.
No hay razones suficientes como para poner requisitos especiales a la institución del matrimonio, que es finalmente un contrato civil plenamente secularizado desde por lo menos el Siglo XIX. Y que lo que hacía la reforma era corregir esa discriminación.
En segundo lugar, ya lo mencionaba Geraldina, la institución matrimonial es histórica, es cultural, es social, va cambiando, y de facto hay diversos formatos de uniones y de vínculos sociales que han ido surgiendo a lo largo de los años.
En cuarto lugar, un punto muy importante que a veces ha querido aducir razones de estudios científicos, psicológicos, que ponían la duda sobre el carácter legal de estos matrimonios y sobre todo la consecuencia de la adopción de niños en niñas en matrimonios monoparentales.
Hasta la fecha es claro que no existen razones científicas ni objetivas fundadas ni estudios completos ni siquiera podemos decir que estén bien hechos esos estudios en estados, por ejemplo el frente Nacional de la Familia, que tiene estudios realizados de una manera muy sesgada en Estados Unidos.
En ninguno de estos estudios hay razones científicas que nos hagan dudar o al menos suponer algún riesgo y algún problema que tenga que ver entonces para que el estado pudiera impedir el matrimonio igualitario.
En quinto lugar, decíamos, este es un signo simplemente de ampliación de derechos, de reconocimiento a una discriminación previa y ampliación de derechos que no afecta a ningún tercero; esto no nos cuesta en ninguno de los sentidos, al contrario abunda una sociedad igualitaria y democrática.
Y decíamos en sexto que puede tener un efecto positivo, por dos razones, que es la séptima razón, digamos: uno, luchar contra la discriminación homofóbica, que sigue siendo muy fuerte en nuestro país, ya el rector lo mencionaba, cómo han aumentado los crímenes homofóbicos y esto lacera, lastima la convivencia y pone en riesgo la vida de muchas personas.
Urge que el estado mexicano actúe en contra de la discriminación sexual o por orientación sexual, de género y desde luego también en todos los ámbitos de su competencia.
Y además la legalización, la homogeneización de derechos, la legalización del matrimonio igualitario permite la normalización, digamos, el dar un mensaje a la sociedad de que aquí ya no debe haber discriminación, de que debe haber un respeto pleno a la diversidad y al derecho de todos en algo tan sencillo y al mismo tiempo tan trascendente y fundamental como el contrato matrimonial, para quienes lo quieran hacer, porque esto no obliga obviamente a nadie y desde luego la ley garantiza también la forma de resolver esos vínculos.
Esas son las razones principales.
DOCTOR ENRIQUE GRAUE WIECHERS: Muchas gracias.
Le pediría ahora a la doctora González Contró nos dé su punto de vista al respecto.
DOCTORA MÓNICA GONZÁLEZ CONTRÓ; Muy buenos días a todas y a todos, muchísimas gracias de verdad por la invitación.
Es un honor estar en esta mesa y compartir con este panel. Yo daré tres razones fundamentales de por qué es importante el reconocimiento del matrimonio igualitario y particularmente su elevación, digamos, o su reconocimiento a nivel constitucional.
En primer lugar porque reconoce una realidad social, reconoce una realidad que va además mucho más allá del matrimonio igualitario y que se refiere a las familias.
La familia ideal, modélica, es una familias que es más bien la excepción y no la regla y esta es además una tendencia del derecho en los últimos años a reconocer precisamente que la familia no es el ámbito privado, el ámbito en donde no se puede intervenir, que es una concepción decimonónica y empieza a reconocer el derecho sobre todo a partir de la última década del Siglo XX, que en la familia se dan relaciones de poder y que precisamente el reconocimiento o el tener solamente a la familia ideal coloque en una situación de mayor vulnerabilidad a las partes más débiles, a las mujeres, a las niñas y a los niños.
Entonces, esta apertura a reconocer que no hay un único modelo de familia sino que hay diversas composiciones y realidades sociales y que lo que tiene que hacer el estado y el derecho en particular, es reconocer los derechos de todos integrantes de esta familia, me parece que es una primera realidad muy importante.
Las parejas del mismo sexo no son nuevas, lo que es nuevo es el reconocimiento, pero no el que establezca vínculos o relaciones de convivencia.
En segundo lugar y ya lo han dicho, se trata del reconocimiento de derechos humanos de una parte de la población que había sido discriminada y esto debe entenderse necesariamente en el contexto de la reforma constitucional de 2011 en materia de derechos humanos, que establece precisamente que todas las personas tenemos derechos humanos reconocidos tanto en nuestra Constitución como tratados internacionales y establece además la prohibición de la discriminación.
Y el último punto es lo que se ha llamado precisamente en el debate teórico la objeción contramayoritaria.
Es decir, que los derechos humanos son, lo llama Garzón Valdés, El Coto Vedado. Es decir, este mínimo que no está sujeto a, digamos, el debate de las mayorías, que es el mínimo que se vincula profundamente con el concepto de dignidad humana de igualdad entre personas y que no debe precisamente someterse a este debate digamos, porque entonces lo que ha ocurrido históricamente es que las mayorías precisamente han negado derechos a las minorías.
Entonces es en este contexto de esta discusión que evidentemente es mucho más amplia, que debemos entender que hay una, digamos, obligación derivada por tratados internacionales por la misma Constitución y por los derechos humanos, de reconocer iguales derechos a todas las personas.
DOCTOR ENRIQUE GRAUE WIECHERS: Muchas gracias doctora González Contró.
Ahora queremos escuchar la voz de los otros y no estuvieron con nosotros.
Pero creo que tenemos la obligación de intentar entenderlos, sus razones o sus sinrazones.
Y yo le pediría que nos vuelva a hacer un comentario, doctora Lol Kin, sobre dónde están estos obstáculos por la otra parte de la sociedad.
MAESTRA LOL KIN CASTAÑEDA: Lo que hemos escuchado han sido solamente calificativos, son solamente prejuicios y esto se entiende a partir de que la desigualdad de nuestra sociedad, de nuestra cultura forma parte de la tradición y desde esa tradición se legisla y ahí es en donde tienen arraigo los prejuicios.
No entendemos, no alcanzamos a distinguir argumentos porque justo lo que dice el Frente Nacional por la Familia y Con Familia, es que defienden a la familia tradicional: lesbianas, homosexuales y quienes defendemos y promovemos los derechos humanos decimos claro que sí, yo defiendo a la familia tradicional, y a la familia no tradicional, y a la familia de dos mamás.
Es decir, yo quiero derechos para todas las familias, no solamente y de manera privilegiada para una forma de familia que esa es la distinción.
Por eso tampoco alcanzan a explicarnos cuál es la posible afectación que tienen porque también la Suprema Corte de Justicia ha dicho: el matrimonio civil igualitario es la unión entre dos personas y no afecta derechos de terceras personas.
Luego entonces no entendemos la afectación y no entendemos tampoco si no es fuera de la supremacía por qué pretender resguardar un derecho civil como privilegio solamente para un hombre y una mujer que decidan y que se comprometan a procrear entre sí.
Es decir, si alguien de esas dos personas simplemente no puede o no quiere procrear el derecho deberá estarle negado en sus términos, desde su razonamiento.
Y sí muy lamentablemente pues lo que ocurrió; primero vino la Jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia, 43-2015, en donde dejó claro que el matrimonio es un derecho humano, que es constitucional y que no puede seguir siendo definido solamente con un hombre y una mujer con fines de procreación.
De ello derivó la Iniciativa presidencial el 17 de mayo de este año e inmediatamente las asociaciones religiosas salieron a decir que esto no debía suceder, a pesar de las quejas que se dieron ante la Secretaría de Gobernación por la violación a la Ley de Asociaciones Religiosas y por la violación al principio de laicidad en México la SEGOB no hizo nada.
Y es esta impunidad lo que permitió que crecieran todas estas expresiones de odio en donde hace un par de semanas la marcha de familias, en Reforma, tenía acompañando a esta marcha de familias grupos de neonazis.
Entonces no hay un argumento para sostener la desigualdad.
DOCTOR ENRIQUE GRAUE WIECHERS: Muchas gracias.
Maestra González de la Vega, ¿cuáles argumentos podría esgrimir la otra parte de la población?
GERALDINA GONZÁLEZ DE LA VEGA: Claro que sí.
Recuperando un poco en la intervención de la doctora González Contró y de Lol Kin, el argumento contramayoritario creo que es uno de los argumentos más fuertes de quienes se oponen, porque dicen que corresponde a los representantes y no a los jueces, decidir sobre la cuestión del matrimonio; pues los jueces tendrían una falta de legitimidad democrática, como la tendrían los representantes, los legisladores concretamente en México, las ambas cámaras que están en el Congreso, para determinar cómo se conforma el matrimonio.
Ya lo dijo también Mónica, la cuestión sobre el coto vedado, que existen ciertas cuestiones en nuestra Constitución que son, digamos, intocables, que no puede uno decidir sobre de ellas.
Entonces, me gustaría hacer hincapié en esta cuestión porque la cuestión no es tan de una decisión tajante y ya, los ejemplos en el mundo nos muestran que se trata de una deliberación, de un diálogo entre poderes. Vemos, por ejemplo, que si bien los dos primeros países que reconocen el matrimonio entre personas del mismo sexo lo hacen por la vía parlamentaria, concretamente Holanda en 2001; Bélgica en 2003; sin embargo España (2005); Canadá (2005); Sudáfrica (2006); viene un diálogo entre poderes, viene un diálogo entre parlamento, por ejemplo en el caso de España el Congreso aprueba una reforma que después es impugnada por la minoría del Partido Popular y el Tribunal Constitucional de España la valida.
Entonces aquí tenemos ya un diálogo entre poderes.
Lo mismo sucede en Canadá y en Sudáfrica, pero de manera inversa: son los poderes judiciales los que determinan que es inconstitucional, contrario a la Constitución excluir a las parejas del mismo sexo de contraer matrimonio; y con sus decisiones activa a los parlamentos. Entonces, en el caso de Canadá en 2005 se legaliza el matrimonio, que ya venía siendo validado por Cortes locales, concretamente en nueve de sus provincias. En Sudáfrica sucede lo mismo, tienen una Constitución nueva en 1997, que tiene una cláusula de no discriminación que reconoce como la nuestra del artículo 1º, que no se puede discriminar por orientación sexual; y entonces la Corte de Sudáfrica, en una decisión lindísima, conocida como el caso Fudge, dice que es inconstitucional excluir a las parejas del mismo sexo del matrimonio y le da un ultimátum, por utilizar una palabra un poco políticamente incorrecta, al parlamento para que se pronuncie; y lo hace de manera muy rápida: modifica la ley y permite el matrimonio de personas del mismo sexo.
En la Ciudad de México vimos lo mismo, por ejemplo, fue la Asamblea Legislativa la que aprueba la reforma al Código Civil del DF, y se impugna por parte del Procurador General de la República y la Corte mexicana valida esta reforma también, hablando sobre derechos.
Entonces ejemplos hay muchos de estos: está Portugal, está Argentina, está Francia. Y en sentido inverso tenemos el caso de Estados Unidos, que fue muy relevante y lo conocimos aquí en México; pero también está Brasil y Colombia. Hay varios casos en donde ha habido esta interacción entre poderes para hacer posible el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Hasta aquí lo dejo, para seguir la próxima.
Gracias.
DOCTOR ENRIQUE GRAUE WIECHERS: Doctor Linares, ¿cuáles podrían ser las razones de la otra parte de la población?
JORGE E. LINARES SALGADO: Se ha argumentado que hay un problema conceptual y cultural sobre el concepto de familia. Evidentemente la familia es una unidad tradicional, digamos, y se han mezclado concepciones de carácter social y religioso; sobre todo quienes se oponen decían que debe buscarse otro tipo de figura jurídica o de institución para entonces regular el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Pero no se dan cuenta que eso sería igualmente discriminatorio, es como si antes se agregaba una parte de la población, es decirle: “ustedes son distintos, tan distintos que no se puede llamar igual a la unión que tengan, sea amorosa o no”; simplemente el matrimonio, yo siempre lo digo de una manera directa, es un contrato civil que sirve fundamentalmente para hacer patrimonio.
Esa es una de las razones fundamentales por las que la gente se casa, independientemente de que se amen mucho o no se amen mucho; que sabemos que el amor no dura eternamente. Entonces, porque también hay reglas para disolver el matrimonio y justamente proteger el patrimonio y la patria potestad de los hijos y todo esto.
Estas razones de esta concepción tradicionalista de la familia, por ahí esta parte de la intolerancia que se ha creado y de un concepto muy cerrado, pero el hecho es que históricamente, social y políticamente el matrimonio es un contrato civil, está plenamente secularizado en México, y tiene que ser así.
El Estado Mexicano tiene que defender esa institución civil como todas las demás en la idea de derechos fundamentales que no pueden ser puestos a votación, porque evidentemente, como lo decía Mónica, las mayorías siempre se aprovechan, se agandallan –como decimos nosotros– de las minorías, y por eso la Constitución debe proteger los derechos fundamentales de todos.
Este es uno de los núcleos duros, digamos, del concepto de familia, que hay que decirle a quienes se preocupan por esta idea de si desaparecería la familia tradicional. No desaparece para nada, es protegida y simplemente se amplía.
Hay muchas formas de familia: la tradicional y la no tradicional. Todas son unidades de convivencia, de protección, de cuidado mutuo, de solidaridad e incluso de afecto, ¿por qué no?
No es que se destruya un viejo concepto y se niegue y se acabe, porque habían estos miedos, esta idea de que la familia desaparecerá, la humanidad desaparecerá porque nadie va a procrear. Podemos ver que los instintos de procreación de la especie humana están perfectamente intactos y perfectamente activos. No tenemos por qué temer al respecto.
DOCTOR ENRIQUE LUIS GRAUE WIECHERS: Muchas gracias, don Linares.
Doctor González Contró, las razones de los otros.
DOCTORA MÓNICA GONZÁLEZ CONTRÓ: Muchas gracias.
Yo creo que en el debate se han dado cuatro razones, no necesariamente están plasmadas en la iniciativa de una de las iniciativas presentadas por este Frente de la Familia, pero me parece que han estado en el debate público.
Dos de ellas ya han sido abordadas. En primer lugar, la que mencionó la maestra González de la Vega, que es esto que hay que someter a la decisión de la mayoría y hay una presunción, porque no está comprobada, de que una parte importante de la población está en contra de los matrimonios igualitarios.
La otra también va hacia esta visión histórica del matrimonio, de que el matrimonio es una institución antiquísima que tiene sus orígenes en el derecho romano y que podría crearse cualquier otro tipo de figura que amparara los mismos derechos pero que no se llamara de la misma manera.
Y después hay otras dos razones que han sido esgrimidas y que presentan problemas.
En primer lugar, el tema del federalismo, que la materia familiar corresponde por la facultad residual que otorga la Constitución a las legislaturas estatales, corresponde a las entidades federativas.
Y aquí yo quiero señalar que ciertamente aquí hay una pequeña incongruencia de la Suprema Corte o podría haber en sus resoluciones.
Cuando la Suprema Corte resuelve la acción de inconstitucionalidad presentada por la PGR contra el matrimonio igualitario en el Distrito Federal entonces, dice que sí tiene facultades la Asamblea Legislativa del Distrito Federal para legislar.
Y en la resolución que tuvimos el año pasado, declara que es inconstitucional el matrimonio que exclusivamente se establece para fines de procreación y entre hombre y mujer. Ahí no nos queda muy claro cuál es la postura de la Corte respecto de las facultades de la Constitución. Tiene una posible salida, pero se trata de exponer los argumentos de la otra parte.
Y finalmente el tema del interés superior del niño, que aquí me parece que sí hay que distinguir muy bien que una cosa es el matrimonio igualitario, el derecho a tener una familia, y otra cosa es el derecho a adoptar.
Y aquí voy a tener una posición muy clara: No existe el derecho a adoptar. Ninguna persona tiene derecho a adoptar, y esto está dicho en los tratados internacionales por el Comité de los Derechos del Niño.
Existe el derecho del niño a tener una familia. Y la Suprema Corte además ha sido muy clara, y me parece en un muy buen antecedente, perdón que ya me estoy pasando al otro lado, dice que el criterio para adoptar, que el niño tiene derecho a ser adoptado, a tener una familia y que no puede haber un prejuicio contra las parejas homoparentales.
Pero ahí, digamos, desde una postura crítica, es que no puede decirse que no está comprobado que haya una afectación al niño, porque la carga de la prueba no puede decir pues vamos a ver qué pasa a ver si se afecta.
Entonces, tenemos que garantizar que las parejas sean idóneas y que el niño tenga un ambiente familiar que permita el ejercicio de sus derechos.
DOCTOR ENRIQUE GRAUE WIECHERS: Muchas gracias doctora González.
No está en el programa, no era la pretensión incluir, pero creo que no nos perdonaríamos si no escucháramos al senador Barbosa en la posición de esta fracción parlamentaria en relación a este punto y de cómo ve la oposición, del otro sector de la población, senador Barbosa.
SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: En el momento que avanza esta mesa, también le pongo aquí, algo que puede resolver ese, agarrado de la mano, yo les diría que en el momento en que estamos avanzando en esta mesa, estamos tratando de ver cuáles son los argumentos de la otra parte, la parte que se opone a que, bueno no lo son, es que ya son legales, pero que se oponen, que se opusieron a la iniciativa del presidente Peña.
Porque hay que ubicar perfectamente que el tema está resuelto en el artículo primero y cuarto constitucional, cuando hubo esa gran reforma primero constitucional incluyó la no discriminación, ahí se resolvió absolutamente todo. Queda a las legislaturas locales, a 20 legislaturas locales, armonizar de manera constitucional sus leyes en esta materia, eso es lo que es.
Ahora, los argumentos que hemos escuchado de la otra parte son dogmáticos, sin duda que sí son dogmáticos, están basados en conceptos morales, religiosos, que no resisten un análisis científico ni académico ni de derecho, no los resiste.
Para ellos el matrimonio tiene un solo propósito: la procreación y por tal motivo solamente puede ser entre hombre y mujer que tengan la posibilidad de ellos.
Y después las consecuencias de ver al matrimonio como un derecho y lo que se agrega a ese derecho, que no conocía esa visión, no sabía la información exacta, dice el derecho a adoptar no existe, existe el derecho de los niños a ser parte de una familia.
Entonces, esa parte también la rechazan de manera muy fuerte bajo el argumento de que va a ser un niño que va a crecer, niño o niña, va a crecer afectado emocionalmente en sus conceptos de vida, pero no ha habido, no hay un análisis en ningún lado que acredite ello.
Para mí esto se reduce a un tema de derechos, de sociedad de derechos, de reconocimiento de ser diferentes. No es un asunto de religión, ¿eh?, porque podemos haber aquí muchos que tengamos una religión y que hayamos formado nuestra familia y la educación de nuestros hijos basada en el concepto religioso, yo soy uno de ellos, pero no me siento capaz de excluir de mi relación personal y familiar a gentes que son diferentes a nosotros.
Es un asunto de tolerancia, de modernidad, para mí y por tanto no resiste un análisis, repito, legal, científico, los argumentos de quienes se oponen a este asunto resuelto.
Hay una trampilla, que ahora como fue desechada la iniciativa vaya a querer la iglesia o las iglesias, vayan a querer avanzar en revertir lo que hicieron los congresos locales, es un asunto también que vamos a ver a dónde queda.
Por eso, para el Senado, repito, no está cerrado el tema, está abierto el tema, hay iniciativas en las comisiones, diversas comisiones, la de Puntos Constitucionales y otras, para resolverlo. Así es que yo me pronuncio en favor de este derecho de los matrimonios igualitarios a favor de una sociedad de derechos, a favor de la tolerancia, a favor de la no discriminación y a favor de que seamos capaces de vivir en una comunidad de diferentes; nunca hay iguales, somos diferentes nada más.
DOCTOR ENRIQUE GRAUE WIECHERS: Pero algo que reforma algo jurídicamente, ¿qué habría que hacer?
Maestra Castañeda, por favor.
MAESTRA LOL KIN CASTAÑEDA: Sí. A mí me queda muy claro en este asunto de las barreras legales que en México la Constitución reconoce los derechos humanos a todas las personas, todos los derechos en igualdad para todas las personas y que de la mano de esto está el principio de igualdad y de no discriminación.
Cabía la duda, en 2009, de si el matrimonio civil debía ser sólo entre un hombre y una mujer o podía reconocer también a parejas del mismo sexo.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación, que es la máxima instancia que estudia, que imparte justicia en nuestro país, determinó que es constitucional y dio una serie de razonamientos en este sentido de que respeta la dignidad de las personas, reconoce los derechos humanos, construye la igualdad, en fin.
Una serie de criterios importantes y que además no son solamente de beneficio para lesbianas y homosexuales sino que son de bienestar social, son temas de democracia y que a partir de ello este criterio al menos tendrían que tomarlo en cuenta quienes en México han sido electos por la vía de la democracia para gobernar para legislar.
Puede ser que no atiendan los criterios de la Corte Interamericana o de algún instituto, alguna facultad de la Universidad, pero la de la Suprema Corte de Justicia no podrían ignorarlos.
Sin embargo, lo que tenemos por cierto es que la Suprema Corte ha dado este mismo fallo no solamente para la Ciudad de México, se ha pronunciado en este mismo sentido en casos en Oaxaca, en Yucatán, en Chihuahua, en Jalisco, en Colima, en Coahuila, en Campeche.
De manera particular en Coahuila, en Campeche y en Colima, lo que ha dicho es: ustedes sostienen figuras desiguales, que era el pacto civil de solidaridad y el enlace conyugal y la sociedad de convivencia.
Y entonces lo que hace el Legislativo es modificar la legislación y quitarle cualquier criterio discriminatorio a una figura civil.
Sin embargo, en 20 estados de la República no entendemos por qué no se atiende este criterio.
Y ahí valdría la pena, evidentemente, pues preguntar: si bien la Suprema Corte de Justicia no mandata al Legislativo, sí es facultad del Ejecutivo interpretar las leyes de manera conforme, de manera con un principio pro persona y hacer que este derecho se garantice inmediatamente.
DOCTOR ENRIQUE GRAUE WIECHERS: Muchas gracias.
Maestra González de la Vega.
MAESTRA GERALDINA GONZÁLEZ DE LA VEGA: Bueno, barreras legales:
Pues ya Mónica lo mencionó hace un momento: el federalismo es una barrera legal importante en tanto que tenemos un código en cada estado de la República.
Otra de las barreras relevantes que encuentro yo son los efectos particulares, o los efectos inter partes del juicio de amparo, que no han permitido que a pesar de que la Corte se ha pronunciado en más de 15 veces a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo, estos amparos únicamente tienen efectos en las parejas o en las personas que los han interpuesto, porque se han interpuesto amparos colectivos también y amparos por parte de parejas en lo particular.
Otro problema que encuentro es el problema de la vigencia como un obstáculo para interponer acciones de inconstitucionalidad. Es decir, únicamente se puede interponer una acción de inconstitucionalidad en contra de normas recientemente publicadas o promulgadas.
Entonces tenemos códigos civiles antiquísimos y por lo tanto no es posible solicitar a la Corte una revisión abstracta de dichas normas, por el lado del problema de la vigencia y por el lado del acceso porque tenemos que esperar a que sea una minoría parlamentaria, o las comisiones de Derechos Humanos, o la Procuraduría General de la República la que interponga una acción de este tipo.
Pero creo que una de las barreras legales más relevantes es la interpretación del principio de igualdad. Y con esto quiero decir, entenderlo únicamente como no arbitrariedad; esto es, el principio de igualdad entendido como la aplicación igualitaria de todas las normas a todas las personas, es decir sin discriminación; y sin discriminación quiere decir que cuando se aplica una ley de manera distinta a las personas o cuando se crea una ley que distingue a las personas, esto sea sin una justificación robusta, y entonces esto sería discriminatorio.
Si vemos el principio de igualdad únicamente como un principio de no arbitrariedad, no estamos atendiendo a la desigualdad en su contexto, a la desigualdad estructural que sufren los grupos vulnerables, concretamente los grupos en este caso de la comunidad LGBT.
Entonces, acabar con la desigualdad como subordinación, ¿y esto cómo se hace?
Interpretando el principio de igualdad desde este punto de vista, para atacar a la desigualdad en su estructura y por eso el matrimonio entre personas del mismo sexo es una batalla muy importante.
Evidentemente no es ni la única batalla ni la más importante batalla de la comunidad LGBT, porque ya hablaban hace un momento sobre el número de homicidios por homofobia y por transfobia. Me parece que esas serían batallas mucho más relevantes.
Sin embargo, el normalizar las relaciones homosexuales, normalizar a las familias diversas es una forma de atacar precisamente esta desigualdad como subordinación, esta desigualdad estructural. Y en ese sentido, me parece que una forma de acabar con esta desigualdad, con esta discriminación es atendiendo a una interpretación que tome en cuenta el contexto, que tome en cuenta la realidad en la que viven las familias para que las normalice, para que acabemos con el disvalor y la subordinación asignada de las parejas; y que precisamente se encuentra en estos discursos en donde dicen: “sí que se casen, pero que no se llame matrimonio”, por ejemplo.
Creo que ese sería un punto muy relevante.
Gracias.
DOCTOR ENRIQUE GRAUE WIECHERS: Muchas gracias, maestra González de la Vega.
Voy a saltar en este caso a Jorge Linares, porque te voy a poner en un brete jurídico que no quiero que te involucres en él; para pasarle la palabra a la doctora González Contró y conocer cuáles son las barreras jurídicas que habría que vencer.
DOCTORA MÓNICA GONZÁLEZ CONTRÓ: Hay barreras jurídicas, pero más que nada, diría que tenemos ciertos problemas jurídicos en el tema.
En primer lugar, quisiera traer a la mesa una reflexión sobre nuestra técnica constitucional y que no puedo dejar de lado, porque el problema que tenemos en México es un déficit de cultura de la legalidad y todo lo hemos metido en la Constitución.
Esto es muy claro, por ejemplo, yo platicaba con algunos colegas del Instituto de Investigaciones Jurídicas: hoy por hoy no podemos decir que hay un abogado constitucionalista experto en la Constitución; es en un tema de la Constitución, porque si nosotros vemos los artículos, es una Constitución reglamentaria, muy compleja.
Y entonces viene la gran pregunta, no hay un impedimento constitucional propiamente dicho; ¿lo debemos meter a la Constitución?
Y tenemos un problema grande porque, efectivamente, si no está constitucionalizado un derecho, si no está perfectamente desarrollado, tenemos esto que ya mencionaba Geraldina, que las legislaturas estatales no entienden muy bien lo que tienen que hacer; los jueces interpretan de una manera desigual el principio de igualdad el tema de los derechos humanos.
Creo que esta es una discusión muchísimo más de fondo, pero esta iniciativa concreta se inserta en esta discusión. Y aquí quiero traer a colación algo que me parecía realmente muy virtuoso de la iniciativa del Presidente; era que no solamente reconocía el matrimonio igualitario, sino el matrimonio a partir de los 18 años.
Y esto, que también diríamos: “es que tendría que dejarse a las entidades federativas”, también representa un problema. Esto, la edad para contraer matrimonio está establecida en la Ley General de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes; y tenemos dos acciones de constitucionalidad en 2016, pidiendo que se baje la edad para contraer matrimonio y no refiriéndose a realidades de comunidades indígenas, que era lo que podríamos pensar; sino a realidades urbanas.
Tendríamos que cuestionarnos seriamente qué es lo que está pasando, que Aguascalientes promovió esta acción de inconstitucionalidad.
Repito, es un tema más amplio que toca mucho al tema del federalismo.
La realidad es que en México cada vez que se agrega una fracción al artículo 73, es una puñalada al federalismo. Tenemos que hacer una reflexión.
¿Hasta dónde llega el tema de los derechos humanos y la facultad residual de los estados para legislar en materia familiar?
Porque un ejemplo, además del matrimonio igualitario, lo tenemos también en el tema de, por ejemplo, la adopción. Hay estados que todavía reconocen la adopción simple que es contraria a los derechos del niño, a los tratados internacionales, a una interpretación pro persona del artículo 4º constitucional, y seguimos teniendo este gran problema de que las entidades federativas a veces en ejercicio de sus facultades legislan en contra de los derechos humanos. Creo que es un tema también de fondo.
Y, por último, el tema de las percepciones sociales, que es una barrera legal y les voy a decir por qué: Así lo ha reconocido tanto la Suprema Corte de Justicia como la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Las percepciones sociales impiden el acceso a los derechos. La discriminación es un tema social, no solamente de leyes. Puede estar reconocido legalmente, pero si no hay la generación de una cultura de la inclusión entonces no se puede llevar a cabo.
El caso del campo algodonero, este criterio de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que dice, el de las mujeres muertas en Ciudad Juárez, los estereotipos de género negaron el acceso a la justicia a las mujeres.
Hay una profunda vinculación entre el tema de las percepciones sociales y las barreras jurídicas, porque podemos cambiar la Constitución pero si esto no baja a la realidad entonces es letra muerta en nuestra Carta Magna.
DOCTOR ENRIQUE LUIS GRAUE WIECHERS: Muchas gracias doctora González Contró.
Vamos a dar ahora una vuelta sobre qué es lo que tenemos que hacer en lo jurídico, en lo social, en lo legislativo.
Voy a empezar por Jorge Linares.
Jorge, ¿qué habrá que hacer para conseguir mejor igualdad?
DOCTOR JORGE E. LINARES SALGADO: Gracias, doctor.
Bueno, yo creo que tenemos que emprender toda una acción social muy profunda para luchar contra la discriminación por orientación sexual, por género, y también todas las formas de discriminación que son correlativas, que se van mesclando.
Una forma de hacerlo es mediante las modificaciones en las leyes y las garantías para evitar la discriminación en todos los ordenamientos sociales.
Otra cosa muy importante es que entonces la ley también debería defender y proteger a las personas.
Una de las razones, por ejemplo, que se aducen para evitar que las personas del mismo sexo adopten niños, es que se dicen con una especie de resignación a fatalidad. Los niños de estas familias van a ser discriminados, van a ser violentados y no se pueden proteger.
No es cierto, sí se pueden proteger y hay que protegerlos en las escuelas, en la calle, en el ambiente público justamente con los instrumentos de la ley. Hay que luchar contra todas las formas de discriminación que laceran, que lastiman, que impiden el desarrollo de este país.
Si no logramos convertirnos en un país de derechos igualitarios y una sociedad y un estado robusto que defienda los derechos de todos, nunca vamos a avanzar y a progresar.
Esto está demostrado en términos económicos, en términos sociales, en términos políticos. Y estas acciones o inercias de mantener la discriminación por distintas razones, a veces sociales, culturales, religiosas y políticas, no nos están permitiendo avanzar hacia una sociedad igualitaria y que garantice para todos esta defensa activa.
No se trata solamente de reformas en la Constitución, leyes en una defensa activa de la ley, de las procuraciones de justicia que impidan la violencia discriminatoria que nos está afectando.
DOCTOR ENRIQUE LUIS GRAUE WIECHERS: Muchas gracias.
Maestra Castañeda.
MAESTRA LOL KIN CASTAÑEDA: Me parece que el gran reto que tenemos es en conjunto. Es sociedad civil organizada, es quienes legislan, la academia, en fin.
Los argumentos están puestos y lo que hace falta sin duda es hacerlos realidad en el derecho. No solamente ahí, sino también construir políticas públicas que cambien la percepción social, que cambien la cultura y que entonces podamos entender que el acoso escolar está presente todos los días y que no podemos, que esa no es una razón suficiente para dejar sin derechos a la hija de dos mamás, al hijo de dos papás, al hijo de una mamá soltera, esa no es una justificación para dejar sin derechos a esa familia.
Y entonces una de las cosas que yo más celebraba de la iniciativa del presidente Enrique Peña, el 217 de mayo, era que en principio reconocía que en México hay desigualdad, cosa que han querido negar, y la han querido negar pues no han legislado para resolverla.
Entonces reconocía también que quien promueve esa desigualdad es el estado, quienes legislan, quienes gobiernan y que este gran mensaje normalizador lo que aportaba era decir en México no puede seguir habiendo personas con derechos y personas sin derechos, ese era el gran cambio que aportaba y era el gran compromiso para ir y legislar en todo el país y dejar, quitarle cualquier barrera, cualquier límite al derecho por razones ideológicas, culturales, de piel, de origen, de religión, cualquiera.
Entonces, a mí me parece que ahí tenemos el gran reto en términos de organizarnos socialmente, de incidir políticamente, de construir con quienes les toca representarnos y bueno, que ahora en la asamblea constituyente de la Ciudad de México, justo lo que estamos haciendo en la Constitución de la Ciudad de México es garantizar en principios generales el reconocimiento a las familias en plural, a la igualdad, la no discriminación, todos estos derechos que habrán de transversalizarse para la Ciudad de México en cada uno de los ejes temáticos.
DOCTOR ENRIQUE GRAUE WIECHERS: Muchas gracias.
Doctora González de la Vega ¿Qué hay que hacer?
DOCTORA MÓNICA GONZÁLEZ CONTRÓ: ¿A mí?
RECTOR ENRIQUE GRAUE WIECHERS: Perdóneme, es que dije González de la Vega, perdón.
DOCTORA MÓNICA GONZÁLEZ CONTRÓ: No se preocupe.
Bueno, ¿qué hay que hacer? Yo creo que algo que se tiene que rescatar y que fue muy importante cuando el presidente Peña Nieto anunció su iniciativa de reforma constitucional, fue la iniciativa para revisar toda la legislación y adecuarla precisamente a la cuestión de familias diversas.
Porque si bien se han reformado códigos civiles, se han reformado cajoncitos y entonces tenemos, por ejemplo, un Código Civil en el Distrito Federal, ahora Ciudad de México, en donde solamente el artículo 146 habla de personas, pero todo el sistema de matrimonio, el sistema de divorcio, el sistema de filiación, de alimentos, en fin, toda la familia en el Código Civil del DF está montado en un matrimonio heterosexual.
Entonces, tenemos que estar interpretando y no siempre los funcionarios ni los juzgadores están dispuestos a interpretar esto de una manera abierta. Entonces, las familias están teniendo muchos problemas.
Concretamente uno de los problemas más graves que ha habido ha sido el registro de los hijos. Hubo necesidad de hacer una, no sé sea la palabra, una sentada en el Registro Civil, de varias familias, concretamente creo que eran mujeres lesbianas, que buscaban que se registraran los apellidos de sus hijos e hijas en el orden que ellos quisieran, porque lo que hacían era que se registraba el apellido de la madre biológica en segundo lugar y no siempre la misma madre es la biológica, digamos, no sé si me explico y entonces los hijos iban a tener apellidos distintos.
Recientemente la Corte acaba de fallar en su primera sala sobre el orden de los apellidos que no solamente las familias monoparentales tienen derecho a elegir el orden, sino también las familias heterosexuales, perdón, de matrimonios heterosexuales.
Entonces, creo que esto es algo importantísimo, revisar toda la legislación y adecuarla a esta nueva realidad y no solamente desde el punto de vista del congreso general, sino también en los estados, todos los estados tendrían que revisar su legislación.
Por el lado del Ejecutivo y la administración pública, capacitación para aplicar las leyes, para hacerlo de una manera igualitaria, para respetar la constitución, lo mismo los juzgadores, capacitación para juzgar e interpretar.
Existen unos protocolos para juzgar con perspectiva de género y con perspectiva de orientación sexual e identidad de género que la emitió la Suprema Corte, que me parecen unos instrumentos importantísimos para precisamente adecuar todas estas normas a la hora de resolver problemas jurídicos.
Y por parte social pues la inclusión social y yo creo que por la parte legal exigir el respeto de los derechos humanos a los actores privados, porque los derechos humanos no solamente funcionan entre particular y el Estado, sino también tienen efectos horizontales.
Entonces si en una escuela no aceptan a niños porque tienen dos mamás o porque tienen dos papás, pues tenemos que poder hacer algo, lo mismo que en un hospital, lo mismo que en una universidad, lo mismo que en un hotel o en un servicio para bodas.
Precisamente estos son los juicios que se están llevando a cabo en muchos otros países, concretamente Reino Unido y Estados Unidos, donde se exige el respeto del principio de igualdad y de no discriminación en la prestación de servicios, y sobre todo en prestación de servicios familiares digamos donde se está discriminando a las personas.
Y me parece que esto debe ser algo importante que se tiene que exigir, y que se tiene que exigir legalmente.
Algo que creo que también es muy importante es cambiar el lenguaje de hablar de tolerancia por hablar de respeto. Creo que si estamos hablando de derechos se tienen que respetar los derechos de las personas.
Y creo que son eso concluyo. Gracias.
DOCTOR ENRIQUE GRAUE WIECHERS: Muchas gracias maestra González de la Vega.
Doctora González Contró.
MAESTRA MÓNICA GONZÁLEZ CONTRÓ: Muchas gracias.
Yo quisiera centrarme, porque bueno, ya lo que han dicho mis colegas en afán de no repetir, en las obligaciones para el estado que derivan de los derechos humanos en concreto de los tratados internacionales.
Y me refiero a esto porque de repente hay esta percepción de que pues el Estado cumple con reconocer estos derechos y hacerlos justiciables.
Y me parece que desde una perspectiva de los derechos humanos en el derecho internacional las obligaciones del Estado van mucho más allá y yo he identificado tres como muy importantes:
En primer lugar, hay una obligación desde luego en el reconocimiento de los derechos, en plasmarlos en la Constitución, en las leyes, en hacer estos derechos universales y en construir muy en el sentido, que decía también Geraldina, un marco jurídico, sólido, que permitan el reconocimiento de estos derechos.
Hay una segunda obligación que tiene que ver con la definición de obligaciones a actores concretos, relativas a estos derechos porque además muchos de estos derechos constituyen libertades pero otros constituyen prestaciones directas que debe dar el Estado y qué debe hacer para garantizar estos derechos.
Porque si no tenemos sujetos obligados concretos, es decir, autoridades y obligaciones muy bien definidas, el simple reconocimiento de los derechos muchas veces no es suficiente, sino que tiene que haber un titular claramente identificado con obligaciones muy claramente definidas.
Y la tercera y la más olvidada es que efectivamente existe una obligación de los estados de promover cambios socioculturales relativos a las percepciones sobre los derechos y esto en muchos campos que vinculan a derechos de grupos tradicionalmente discriminados.
El simple reconocimiento y las obligaciones no van a hacer efectivos los derechos. En el caso de las mujeres es clarísimo, que nunca se va a conseguir la igualdad, simplemente pues habiendo reconocido y haciendo justiciables estos derechos.
Entonces hay una obligación particular muy concreta por parte de los estados de promover estas transformaciones con todos los medios a su alcance, con los medios legales pero también con campañas de difusión, de sensibilización, con organización también de agendas de deliberación pública que conduzcan a este cambio cultural.
Y me vino a la mente ahora que escuchaba a Jorge, el caso de Ruby Bridges, que fue la primera niña afrodescendiente que fue a una escuela para blancos.
Y es impresionante precisamente, o sea las imágenes de esta niña, una niña muy pequeña, acompañada por su madre, por guardaespaldas y toda la gente haciéndose a un lado porque no querían tener como compañera a una niña afrodescendiente.
Entonces esto muestra digamos, es como un referente muy claro de cómo el Estado tiene que hacer acciones concretas para terminar con la discriminación.
Y finalmente quiero señalar con que de repente creo que en la Ciudad de México estamos un poco centrados en nuestros propios éxitos, en nuestra propia apertura, en nuestras propias conquistas de derechos.
Tenemos que llevar estas reflexiones y esta agenda de liberación a los estados de la República, porque de repente pensamos aquí que ya conseguimos mucho y que ya cambiamos y que ya somos mucho más abiertos y tolerantes; y nos vamos a los estados vecinos y esta realidad es completamente distinta y a veces la reflexión se ha centrado en la ciudad. Entonces, tenemos que hacer un esfuerzo y aquí en el Senado de la República, que precisamente representa el pacto federal, hacer un llamado a que estas agendas de liberación, que constituyen una base para el reconocimiento y para la garantía, el goce efectivo de los derechos, tienen que salir de esta cómoda ciudad y trasladarse a las entidades federativas para que no haya ciudadanos de primera ni de segunda; sino que realmente todos en este país podamos gozar de los mismos derechos.
DOCTOR ENRIQUE GRAUE WIECHERS: Muchas gracias, doctora González Contró.
Senador Barbosa, es una hora y media, creo que hemos cumplido con lo que nos pidió. Pero, a ver, díganos cómo le podemos ayudar.
SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: Ya tengo mi problema resuelto.
Miren, ¿somos una sociedad diferente?
Sí, sí la somos. En el Distrito Federal y en la provincia todos convivimos con personas diferentes. No pongamos un escenario que no existe, sí hay cosas culturales que resolver, que creo que son de los temas que siempre van a estar en el debate; pero yo soy provinciano y capitalino a la vez, y puedo decirles que de donde yo soy, de provincia, es muy normal convivir con parejas homoparentales.
Ahí en Puebla todavía es de los códigos que no admiten el matrimonio así, pero hay una realidad instalada, ya no hay un asunto de rechazo. Puede existir, no voy a ponerme en el mundo ideal, pero hemos evolucionado como sociedad.
Por eso los legisladores deberíamos de generar una ley que reconoce una realidad y provoca una conducta, porque las leyes tienen esos dos propósitos: regular una realidad que ya existe o provocar una realidad. Eso es lo que digo yo en función de este asunto.
El tema siempre vigente, bueno, la Ciudad de México fue vanguardista en este asunto y ha sido ya recogida por muchos estados; pero ese tema se actualiza de manera muy importante cuando el Presidente de la República presenta la iniciativa, algo impensable. Lo que después su partido calificó como una iniciativa inoportuna, que yo no veo efectos electorales en junio de este año, pero muchos de ellos dicen que existieron, por lo menos en uno o dos estados.
Pero en fin, esa es otra cosa que no vamos aquí a resolver ni hablar de ella.
Y quiero decirles que esta propuesta, fue una propuesta que todos aplaudimos por la forma como fue redactada, porque no llevó a lo que nos está diciendo la abogada de la Universidad, a acumular en lo que ya se convirtió la Constitución: en una ley reglamentaria de derechos. Lo hemos hecho de manera desordenada y todavía agregamos el régimen transitorio, que forma parte del texto constitucional y que describe las desconfianzas que hay entre las fuerzas políticas para resolver los contenidos de las leyes derivadas de las reformas constitucionales.
Ya se volvió un documento enorme, enorme, que no lo conoce uno solamente por leer el contenido de los artículos, sino tiene uno que leer y aprender y entender los transitorios. Es terrible, es un texto de verdad ya muy complejo.
Y aquí el Presidente no incorpora, no se va a una regulación, dice en el primer párrafo del 4º constitucional: “Toda persona mayor de 18 años tiene derecho a contraer matrimonio y no podrá ser discriminada…”, da varias razones, y dice “Preferencias sexuales”.
Y se le puede agregar para su interpretación: “O cualquier otra que atente contra la dignidad humana”.
Las preferencias sexuales ¿qué determinan? Determinan nuestra personalidad. Determinan nuestra forma de ver la vida. Determinan nuestra relación con otras personas.
Las preferencias sexuales, claro que es un derecho que debe de ser protegido, respetado, para entrar en el lenguaje correcto, no tolerado, respetado. Y es una razón que es determinante de toda nuestra intimidad, de muchas formas de vida.
Por eso lo importante de esta iniciativa.
Yo pude intuir que no iba a pasar esta iniciativa y por eso la presenté aquí en el Senado idéntica, sin agregarle nada, todo igualito, idéntica, para poder jalar el tema.
El tema está resuelto, eh. En los 20 estados donde no hay una ley secundaria que permite matrimonios igualitarios, por vía de amparo lo consigue. Digo, pero hay esa posibilidad.
Seguirá avanzándose. Yo sí llamo a toda la sociedad, a todos los pensamientos progresistas a que mantengamos el tema, a que mantengamos el interés en el tema.
Es un asunto en el que yo estoy comprometido, a mantener el interés en el tema.
Vamos a ver cómo resuelve el Senado cuando dictamine. Pero aun cuando el Senado pudiera con una mayoría parlamentaria del PRI y el PAN rechazar, hay que mantener el tema. Hay que mantenerlo.
¿Qué diría yo que hay que hacer?
A ver, yo movería más por el aspecto político, pues ojalá y avanzáramos en una democracia consolidada en donde las cámaras del Congreso de la Unión y los congresos locales fueran autónomas e independientes del poder público. Es un poder también, pero hablo del poder político-electoral.
En ese momento podríamos pensar en que se iban a decidir el destino de las leyes conforme a razones sociales, culturales, económicas y no políticas, y no de cálculo político.
Yo cerraré esta mesa, si me permite don Enrique, y agradecer su presencia y la forma tan académica como nos condujo, y ordenada, y a las panelistas, con un compromiso: mantengamos el interés en el tema; mantengámoslo.
Que afortunadamente ya vivimos en una sociedad diferente, ya somos una sociedad –ahora sí cabe la palabra– tolerante. Ya somos, ya nos podemos expresar de manera muy clara sobre muchas cosas, entre otras, sobre nuestras preferencias sexuales.
Gracias, rector.
RECTOR ENRIQUE LUIS GRAUE WIECHERS: Muchas gracias, senador.
PRESENTADORA: Vamos a dar un breve receso de cinco minutos en tanto realizamos el cambio de mesa.