Discurso pronunciado por el senador Miguel Barbosa Huerta, presidente de la Mesa Directiva del Senado, durante la Sesión Solemne para recibir la Visita de Michelle Bachelet, Presidenta de la República de Chile.

Unidos en un gran bloque latinoamericano se podrá lograr enfrentar con éxito los grandes desafíos de la región

Miguel Barbosa Huerta, (MBH): El único futuro para América Latina debe ser la unidad de nuestros pueblos y el bienestar de nuestras naciones.
“OH Chile, largo pétalo
de mar y vino y nieve,
ay cuándo (…)
me encontraré contigo,
enrollarás tu cinta
de espuma blanca y negra en mi cintura,
desencadenaré mi poesía
sobre tu territorio”, Pablo Neruda
México y Chile son naciones amigas. Unidas en un continente, América nuestro hogar; por una cultura, por un idioma, por historia que narra la manera en que nuestros pueblos han podido sobreponerse a la adversidad.
Naciones que lograron su independencia y que han mantenido su libertad y su soberanía con el esfuerzo y la vida de muchos.
México ha tenido el apoyo de Chile. Desde la lucha misma por la Independencia, en los primeros años de la república y en diversos momentos de nuestra historia.
Mujeres y hombres chilenos han contribuido con México. En el siglo pasado, en los complicados años veinte, cuando nuestro territorio todavía olía a pólvora y la consolidación de la Revolución estaba a una etapa definitiva, Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga, nuestra Gabriela Mistral, viajó invitada a México por el Presidente Álvaro Obregón y por su secretario de Educación, el gran José Vasconcelos.
Recorrió el territorio mexicano para entregar libros clásicos, fundar escuelas y bibliotecas. Trabajó con niños indígenas donde conoció de primera mano su situación de pobreza y de miseria. En varias crónicas de aquellos tiempos, describió los esfuerzos de México “de transformar al indio en ciudadano” dándoles cultura y mejores medios de vida.
Pasado el tiempo, México agradece a Gabriela Mistral su trabajo por el bien de la educación y la cultura. Sus textos, los textos de Gabriela Mistral son mexicanos y chilenos; chilenos y mexicanos; latinoamericanos y universales.
“Dame el ser más madre que las madres, para poder amar y defender como ellas lo que no es carne de mis carnes. Dame que alcance a hacer de una de mis niñas mi verso perfecto y a dejarte en ella clavada mi más penetrante melodía, para cuando mis labios no canten más”, Gabriela Mistral.
Solidaridad es una palabra poderosa. Expresa una de las cualidades más importantes del hombre cuando la desgracia, la tragedia, la guerra y la muerte, se cierne sobre las cabezas de los hombres y el territorio de las naciones.
En la segunda mitad del Siglo XX, en los años oscuros de las dictaduras que con su manto de autoritarismo cubrieron a América Latina, fiel a sus principios de política exterior, México recibió a cientos de exiliados del gobierno del Presidente Salvador Allende y rompió relaciones con quien se hizo del poder por medio de la fuerza.
“Ay cuándo
me sacará del sueño un trueno verde
de tu manto marino.
Ay cuándo, Patria, en las elecciones
iré de casa en casa recogiendo
la libertad temerosa
para que grite en medio de la calle.
Ay cuándo, Patria,
te casarás conmigo
con ojos verdemar y vestido de nieve
y tendremos millones de hijos nuevos
que entregarán la tierra a los hambrientos”, Pablo Neruda
La del 11 de septiembre de 1973, cuando el Palacio de la Moneda fue destruido y el gobierno de Unidad Popular derrocado, la del 11 de septiembre de 1973, ésta es una imagen y circunstancia que marcó una generación de mujeres y hombres de una gran valía, que 17 años más tarde y después de un largo proceso de esfuerzo, reconciliación y trabajo, logró restaurar la democracia para bien del pueblo chileno.
En ese contexto difícil, México se honró con la llegada de hermanas y hermanos chilenos. Desde entonces y desde siempre, para ellos, para ellos, los que llegaron, pero lo que sigan llegando por razones de interés cultural, México es su hogar, México es su país y México seguirá siempre siendo su nación.
Señora Michelle Bachelet Jeria, Presidenta de la República de Chile, la Comisión Permanente del Honorable Congreso de la Unión de los Estados Unidos Mexicanos realiza esta sesión solemne en su honor.
Recibimos a la Jefa de Estado, a la mujer que forma parte de esa generación que padeció la represión, nuestra reconocimiento, Presidenta, la pérdida de seres queridos, la violencia y la persecución, que en lugar del odio impulsó la reconciliación y luchó por darle una nueva oportunidad a la Democracia, de verdad, que gran honor.
Señora Presidenta, sea usted y su comitiva bienvenidas y bienvenidos al Salón de Plenos del Senado de la República.
Su visita de Estado a nuestro país y su presencia en este recinto legislativo, demuestran la relevancia y relanzamiento de nuestras relaciones. Las cuales atraviesan por un excelente momento, tal y como lo expresan la serie de compromisos, acuerdos y actividades que se están realizando durante su visita.
La política exterior de México vive un buen momento, el Gobierno de la República, que encabeza Enrique Peña Nieto, acertó al mirar hacia Latinoamérica y el desempeño de nuestro Canciller José Antonio Meade Kuribreña, tiene el reconocimiento del Congreso mexicano y desde luego, del Senado Mexicano.
Señora Presidenta, que su visita sea un paso más en el fortalecimiento y firma de acuerdos y convenios de toda índole y en el intercambio de experiencias, que sin duda acercaran más a nuestros gobiernos y a nuestros pueblos.
Debemos entender que sólo unidos en un gran bloque continental latinoamericano podremos lograr enfrentar con éxito los grandes desafíos de la región. La violencia, la inseguridad y el crimen organizado.
Debemos sumar esfuerzos para combatir la pobreza, eliminar la desigualdad, dos aspectos en los que Chile ha dado pasos fundamentales.
Debemos consolidar nuestras democracias, para que se traduzcan en bienestar y felicidad, felicidad para nuestros pueblos, abrirnos más de felicidad a los políticos.
Para construir un clima de libertad, bienestar, fraternidad y amor en donde los versos de Pablo Neruda y las enseñanzas de Gabriela Mistral, nuestra Gabriela Mistral, puedan escucharse, puedan conocerse, puedan orientar, puedan espareranzar y puedan provocar gran imaginación desde el Río Bravo, nuestra frontera al norte, hasta la Patagonia, su frontera al sur.
“Me gustas cuando callas porque estás como ausente, y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca. Parece que los ojos se te hubieran volado y parece que un beso te cerrara la boca”, Pablo Neruda.
Señora Presidenta Bachelet sea bienvenida usted y sean bienvenidos y bienvenidas todas la chilenas y todos los chilenos, lenguaje de género, bienvenidos al Senado de la República.
Muchas Gracias.

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