Palabras del presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, senador Miguel Barbosa Huerta, durante el reconocimiento a la difusión de la mexicanidad “Hablemos bien de México”.

Gracias.
Primero, decirles que el Senado de la República se siente honrado con su presencia.
Esta es la sede donde las y los senadores de la República desempeñan sus funciones constitucionales. Este es el lugar donde nosotros construimos leyes, construimos propuestas públicas, revisamos programas de gobierno y desde luego, influimos en las decisiones en el ejercicio del poder público.
Es muy importante para nosotros tener contacto con las y los artistas de México; con las y los artistas que han hecho su vida en este territorio mexicano, muy importante. Una tendencia en el comportamiento en esta Legislatura, ha sido el acercamiento con los distintos segmentos de la sociedad; que no se vea al Senado como lo que nunca ha sido: nunca ha sido una élite de mujeres y hombres que se benefician de su cargo público; somos 128 mujeres y hombres que desempeñamos funciones públicas, que somos servidores públicos y que queremos acreditar ese servicio, primero, con un contacto más cercano con la sociedad en sus diferentes segmentos.
Así queremos que se vea al Senado y por eso día a día se desarrollan un sinnúmero de eventos relacionados con las materias legislativas; pero también relacionados con otras materias, que son de la vida común, de la cotidianidad, del día a día de las personas.
Y véase nada más: a los políticos profesionales les interesa que se les vea con los artistas, porque son rostros públicos, porque son voces públicas, porque su trabajo y su trayectoria les permite tener un peso específico en la opinión general de la sociedad.
Nos interesa que ustedes nos vean bien, nos interesa eso. Pero luego se crean distancias y percepciones equivocadas por las cuales la verdad, la relación entre sociedad y gobierno es una relación que se dificulta.
Queremos nosotros hacer nuestras las causas de toda la gente, las causas de los que menos tienen, en un país de más de 60 millones de personas que tienen niveles de pobreza muy graves. Pero queremos también hacer de nosotros las causas de las clases medias, de los empresarios, de las clases que generan empleo, de la gente que tiene el dinero en México, que son parte de una integralidad social para que funcione este todo que se llama México.
Y dentro de esa integralidad de la sociedad, vemos claramente el papel que juega el talento de la sociedad, expresado en las bellas artes que generan este talento: la música, la actuación; de ahí la calidad de actores, de intérpretes, de cada uno de ustedes; y todo lo que es la generación de un talento que puede, junto con otras vertientes de la cultura, llamarse “mexicanidad”.
El proyecto nace de la idea de hacer un reconocimiento al folclor mexicano, era la idea original: formar un gran evento para el folclor mexicano y de ahí generar un gran reconocimiento a actores, a actrices, a cantantes –mujeres y hombres– en esa rama.
Lo que hoy estamos haciendo es el reconocimiento al talento mexicano, pero como yo veo a Enrique Guzmán, que sé que no es mexicano de nacimiento, ¿verdad? Yo quise imprimir una frase para que no lo separara del reconocimiento: La latinoamericanidad.
Es un reconocimiento, también, a la mexicanidad, pero también a la latinoamericanidad. La música puede reconocerse en todo el mundo, sí a partir de los rasgos del folclor y de la mexicanidad; pero también y sobre todo, por el segmento socio-cultural y geográfico del mundo, que se ha dado a conocer como Latinoamérica.
Y es importante decirlo, porque igual nos emocionamos con canciones que sin haber sido de autoría de mexicanos, se han vuelto verdaderos himnos, como “Cielito Lindo”, cuya autoría se disputa: dicen que es autoría anónima o que la hicieron brasileños o que la hicieron españoles o que la hicieron mexicanos.
Me viene a la memoria otra canción que nos emociona a todos los que estamos o hemos estado enamorados, es una canción que alude a una zona de España –no, esa es de Agustín Lara– muy cantada en España, a lo mejor más que en México. Bueno, ahora lo recuerdo y ofrezco una disculpa.
Pero muchas otras, pero todo eso significa para nosotros este evento. Tratado de Beijing, aun cuando fue firmado por el gobierno mexicano, el gobierno mexicano tiene que enviarlo al Senado para su ratificación y aplicación. Y a la fecha, a pesar de los exhortos para que se nos sea enviado al Senado para la ratificación, no lo tenemos dentro de los pendientes del Senado. No está en el Senado, sigue estando en la Cancillería; sigue estando en la Cancillería para que nos sea enviado.
Y lo que he hablado con las senadoras presentes es formalizar nuevamente un exhorto para que nos sea enviado el Tratado de Beijing para su ratificación.
Sí hemos estado los legisladores en muchos momentos con los intereses de gremios, entre ellos el de ustedes.
Yo era diputado en el año 2000 en la LVIII Legislatura cuando participamos en una reforma que modificó y mejoró las percepciones que ustedes tienen en relación a los derechos de autor.
Conozco muchas historias que en ese tiempo se nos relataron sobre las limitaciones económicas de grandes artistas que recibían, y siguen recibiendo, pero decían mucho menos de lo que hoy reciben.
Así es que sí estamos en esto. Queremos hacer nuestras las causas de todos los segmentos sociales. Es muy importante hacer las causas de ustedes nuestras causas; los admiramos.
Ustedes son estrellas, son rostros públicos. A ustedes si los identifican en la calle o en una plaza pública la gente se sorprende que ustedes tengan una vida privada y que vayan caminando por la calle y divirtiéndose con su familia. Y los ven lejanos.
A algunos de nosotros los políticos también nos ocurre lo mismo, pero tenemos una vida personal que es la vida personal de todos nosotros. La vida que gozamos, que sufrimos, que enfrentamos todo el tiempo y de verdad eso es lo que queremos ser: gentes normales como lo somos. No nos estamos enriqueciendo.
La vida del político es mal comprendida, mal comprendida por casi todos, y tiene razón de ser mal comprendida, a veces no hacemos mucho los políticos porque se nos vea, se nos entienda y se nos comprenda mejor. Pero por eso hacemos estos eventos también.
Lo que estoy diciendo es que no se vea como un acto, palabras de demagogia, de distancia, sino de realismo.
Gracias por estar con nosotros. Nos sentimos honrados con su presencia. Son nuestros ídolos. Los admiramos y los respetamos; de verdad que sí.
¿Quién no escuchó las canciones? Para mí las sigo escuchando. Yo vivo atrapado en… Nací en el 59, vivo atrapado en las canciones de Enrique Guzmán, las de Dulce, las de muchos otros. Muchas.
Dime, Enrique.
ENRÍQUE GUZMÁN: Quiero decirte una cosa nada más. Mi padre nació en Puebla de Los Ángeles.
SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: Es mi paisano.
ENRIQUE GUZMÁN: Mi mamá en Acámbaro, Guanajuato.
Yo nací en Venezuela, pero dicen que aunque la gatita tenga a los gatos en el horno, no van a ser pasteles. Soy tan mexicano como usted.
SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: Gracias. Gracias a ustedes por estar en el Senado.
Gracias.

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