Versión estenográfica de la Presentación del Informe Anual 2014 del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) ante la Comisión de Educación del Senado de la República.
SENADOR JUAN CARLOS ROMERO HICKS: Muy buen día a todas las personas.
A partir de la Reforma Educativa, en la Ley para el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, se establece una entrega anual de una serie de informes al Congreso de la Unión, a ambas cámaras, a través de sus comisiones de Educación.
Señor presidente, agradezco mucho su presencia, senador Barbosa; así como los senadores de la Comisión y los miembros de la Junta de Gobierno del INEE.
Está el día de hoy con nosotros su presidenta, la maestra Sylvia Schmelkes. Doña Sylvia, bienvenida.
La doctora Teresa Bracho González. Bienvenida Tere.
Doctor Eduardo Backhoff, bienvenido.
Y también está la doctora Margarita Zorrilla, a quien le damos la bienvenida.
Y algunos funcionarios que el día de hoy nos acompañan.
Estos informes son de la mayor importancia, porque a partir de la reforma la autoridad educativa en materia de evaluación, es el INEE. Estas tareas que de todos modos de manera ordinaria realiza la Secretaría de Educación en el ámbito federal, y las secretarías locales, se siguen atendiendo. Sin embargo, en su régimen de autonomía esto es muy importante.
Thomas Paine, uno de los grandes teóricos de la Ilustración inglesa, señalaba que un cuerpo colegiado que no rinde cuentas ante nadie no merece confianza. En sentido contrario, cuando una institución rinde cuentas ante todos, merece confianza. Y el INEE así surgió: se fundó en 2002, se perfeccionó en 2012 y se le dio el régimen de autonomía recientemente.
La confianza es una palabra que hemos en ocasiones olvidado en el lenguaje cotidiano, la realidad nos ha demostrado que es muy difícil encontrar depositarios de la confianza, de nuestra fe; y en el INEE tenemos una fe, una confianza y una esperanza desde su propia fundación.
Hoy recibimos o estaremos por recibir varios instrumentos de naturaleza distinta, de informes de gestión del Instituto y el estado de la situación general del país en materia de evaluación. Este acto, constituye una rendición de cuentas de un órgano autónomo que, cumpliendo con su tarea, sabe que la autonomía máxima sólo funciona de cara a la ciudadanía; y en este caso representada por los integrantes del Congreso de la Unión.
De manera pública y transparente, se informa sobre la gestión y se entregan las cuentas del ejercicio del gasto.
Por lo que se refiere a nosotros, haremos la tarea en revisarlo cumpliendo con los ordenamientos correspondientes y en su momento a partir de su recepción, la Secretaría Técnica de la Comisión pondrá en el micrositio la versión electrónica de los informes correspondientes.
En los documentos sustantivos que hoy recibiremos, nos van a establecer la situación que guarda la educación del país y este es un documento indispensable para la administración de la educación; y también para el diseño de una política pública cada vez más eficaz.
Por eso, a continuación le pediría a la señora presidenta del INEE, que haga uso de la palabra y la entrega correspondiente de los informes.
MAESTRA SYLVIA IRENE SCHMELKES DEL VALLE: Muy buenos días, buenas tardes ya a todos, a todas.
Quiero decir que para la Junta de Gobierno del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, es un gusto y un honor estar cumpliendo con esta obligación normativa que tenemos, de hacer entrega de dos informes: un informe sobre el estado que guardan los componentes del sistema educativo nacional, correspondiente al año 2014, presentado ahora en el año 2015; y un informe de la gestión correspondiente al año de 2014.
Procedo, entonces, a la entrega formal de estos documentos, señalando que estamos entregando además una USB con los documentos en versión electrónica; y en este USB existe además, una recopilación que hicimos, junto con la LXII Legislatura, de la normatividad en materia educativa, en el que recoge las leyes de la Reforma Educativa.
Si me lo permiten, señor presidente, por favor.
Muchísimas gracias.
SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: Gracias.
Ponemos esto acá y mostramos los dos documentos que nos presenta.
Gracias.
MAESTRA SYLVIA IRENE SCHMELKES DEL VALLE: Y le hago entrega también al Presidente de la Comisión de Educación su juego.
Muchas gracias.
Muy bien. Yo voy a presentar en este momento una síntesis de las conclusiones del Informe Sustantivo. No me voy a referir al Informe de Gestión, me voy a referir al Informe Sustantivo que hemos dedicado este año a un tema que nos parece absolutamente central, fundamental, que es el tema de los docentes en México.
Todos los años no se puede estar presentando un informe sobre el estado que guarda la educación nacional o los componentes de la educación nacional, porque año con año no hay demasiado cambio en la realidad. Por eso hemos optado por hacer, en algunos años cuando menos, informes de naturaleza temática y este año se lo hemos dedicado a los docentes en México.
Este es el informe que les presentamos y voy a proceder a dar lectura a las conclusiones fundamentales de este informe.
Los maestros son un componente, diríamos el componente probablemente fundamental del Sistema Educativo Nacional y, sin duda, constituyen el factor más importante cuando lo que se persigue es mejorar los aprendizajes de los estudiantes.
Elevar la calidad de la educación pasa necesariamente por conocer mejor al magisterio nacional, las condiciones de su formación y las realidades que circundan su desempeño, a fin de poder mejorar sus resultados.
A pesar de esta importancia de conocer mejor a los maestros, nosotros nos encontramos en el proceso de elaborar este informe, que en la información sobre los docentes en México es escasa, se encuentra dispersa y poco sistematizada.
A pesar de ello, nosotros tuvimos ocasión de revisar algunas fuentes, que son en las que está basado este informe; las estadísticas continuas de la Secretaría de Educación Pública basadas en el formato 911; los resultados del censo de escuelas, maestros y alumnos de educación básica y especial, llevado a cabo por el INEGI en el año 2013; datos que nos proporcionó la Dirección General de Educación Superior para la Formación de Profesionales de la Educación; y algunos resultados del Estudio TALIS 2013, este estudio que promueve la Organización de Cooperación para el Desarrollo Económico.
Encontramos que el Estado mexicano ha hecho un enorme esfuerzo a lo largo de ya casi un siglo por formar y contratar a los docentes necesarios para atender los servicios de educación obligatoria.
Al inicio del ciclo escolar 2013-2014, laboraban en las escuelas de educación básica y media superior, tanto en el sector público como en el privado, un millón 475 mil 456 docentes.
Ahora, para cumplir con la Ley General del Servicio Profesional Docente, conviene profundizar en el conocimiento de las características de quienes ingresan a la docencia, cómo es su formación en las instituciones que nos preparan, las condiciones de su desempeño profesional, las oportunidades de formación continua y el comportamiento estructural general de los docentes en el país.
La formación para la docencia está perdiendo atractivo, como ocurrió en los años 80 del siglo pasado cuando la educación normal fue elevada a nivel terciario.
Existen indicios de que esto vuelve a ocurrir.
En los últimos dos ciclos hay menos demanda por educación normal, 30 por ciento menos; y se ha reducido la matrícula de la educación normal, puesto que se ocupan solamente el 72.6 por ciento de los lugares disponibles.
Estas conclusiones nosotros las hemos organizado de manera distinta que en el informe; en el informe aparecen cuatro capítulos temáticos, pero las conclusiones las hemos organizado tratando de seguir la trayectoria de las personas que ingresan a las normales, después ingresan a trabajar en la docencia, tienen un desempeño al interior de la misma y después se retiran o se jubilan.
Entonces, tratamos de seguir esta trayectoria en lo que vamos a presentarles en este momento.
¿Quiénes son los estudiantes de las normales?
Encontramos que los normalistas son en su mayoría mujeres y el 59 por ciento procede de familias cuyo ingreso se encuentra por debajo de la línea de bienestar mínimo definida por el Coneval.
Esto es especialmente cierto entre los jóvenes que ingresan a la licenciatura en Educación Intercultural Bilingüe, que son en su gran mayoría maestros indígenas o estudiantes indígenas.
La pobreza de los hogares de los estudiantes es probablemente un factor que explica el bajo rendimiento de las escuelas normales que me referiré un poco después.
Sobre las escuelas normales y su eficacia, en México existen 484 escuelas normales, de las cuales 210 son privadas. En todas ellas estudian 132 mil 205 alumnos.
Se trata de instituciones en general pequeñas, el 63 por ciento de las públicas y el 91 por ciento de las privadas tienen 350 alumnos o menos.
En estas instituciones el personal de tiempo completo es poco, es el 36 por ciento en las normales públicas y apenas el 12 por ciento en las privadas, lo que implica que los maestros no pueden dedicarse a actividades académicas diferentes a la docencia. Dos de cada cinco docentes cuenta con maestría y sólo el 4.4 por ciento con doctorado.
Porcentajes muy cercanos o superiores a la mitad de los alumnos obtienen resultados insuficientes en los exámenes que se aplican a la mitad de la carrera y nuevamente al término de la carrera, lo que nos indica que no están siendo adecuadamente preparados para ejercer la docencia.
Las normales no son las únicas instituciones formadoras de docentes. La universidad pedagógica nacional tiene 76 unidades y 208 subsedes académicas en el país.
Estudian, en esta universidad, 27 mil 770 alumnos, la tercera parte de ellos, 10 mil 300, cursan la licenciatura de Educación Preescolar y Primaria en el Medio Indígena, son maestros que están nivelando sus estudios a nivel de licenciatura. El 60 por ciento de los docentes cuenta con postgrado y el 45 por ciento de la planta de profesores está contratado por horas.
Otras instituciones de educación superior también forman para la docencia y en sus licenciaturas tienen inscritos a 20 mil 180 jóvenes. En carreras afines a la docencia, como ciencias de la educación o pedagogía, están inscritos 82 mil 633 estudiantes.
En cambio, la matrícula de las carreras que preparan para la docencia en educación media superior es de apenas 3 mil 340 alumnos. Esta escasa oferta formativa en las instituciones de educación superior para formarse para la docencia en educación media superior, implica que la mayor parte de los docentes de bachilleres se forme en carreras diversas que carecen de contenidos pedagógicos, lo cual representa un problema.
Vamos ahora a ver cuáles son las condiciones de ingreso a la docencia.
En el primer concurso de ingreso al servicio profesional docente que se aplicó en el mes de julio del año pasado, presentaron exámenes 130 mil 512 sustentantes para la educación básica y a nivel nacional sólo 40.4 por ciento resultó idóneo para la docencia, porcentaje muy inferior al esperado.
Los que participaron en la Convocatoria Pública Abierta que procedían no de normales sino de otras instituciones de educación superior, tuvieron resultados ligeramente inferiores: 33.8 por ciento se ubica como idóneo para la docencia.
Y en el caso de Educación Media Superior, presentaron exámenes de ingreso 34 mil 415 aspirantes.
El porcentaje con resultados de idoneidad fue incluso menor al de educación básica: 32.8 por ciento.
Los puntajes más bajos en esta evaluación de ingreso los obtienen sorpresivamente los egresados de la Universidad Pedagógica Nacional, ya que 73.1 por ciento de ellos resultó no idóneo para la docencia.
Estos resultados son sorpresivos porque esta Universidad debería estar proporcionando los conocimientos generales, pero también los pedagógicos y didácticos necesarios para poder ejercer la docencia.
Sin embargo, lo está logrando con sólo uno de cada cuatro de sus egresados.
En la evaluación de ingreso a la docencia, existen fuertes diferencias entre las entidades federativas respecto de los resultados obtenidos por los egresados de normales y de universidades.
Y esto lo que nos revela es una enorme inequidad en la calidad de las instituciones formadoras de maestros a nivel superior, incluyendo las normales.
Respecto a las características personales de los docentes, los que ejercen, los que están ejerciendo su función:
En el país existe una gran diversidad de maestros.
Por el tipo de enseñanza que imparten, algunos son generalistas, otros imparten solamente una asignatura.
Por el número de grados que atienden de manera simultánea, por contar o no con colegas encargados de la formación física y artística de sus alumnos, así como por el tipo de zona en el que trabajan.
La mayor parte de los docentes trabaja en escuelas públicas y en zonas urbanas.
Los maestros indígenas, los de cursos comunitarios del Conafe y los de Telesecundaria, en su mayoría lo hacen en localidades con altos niveles de marginación.
En el ejercicio de la docencia predominan las mujeres, sobre todo en los primeros niveles del sistema educativo.
En preescolar el 93 por ciento de los maestros son mujeres, y en primaria el 67 por ciento, y en secundaria el 53 por ciento.
En cambio, en las primarias indígenas y en Media Superior, trabajan más hombres que mujeres: 58 y 53 por ciento, respectivamente.
En cuanto a la distribución por edades, en la educación básica la distribución es bimodal. Hay una moda alrededor de entre los 25 y los 29 años, y otra moda entre los 45 y los 49 años.
Los maestros de preescolar son más jóvenes que los de primaria y de secundaria.
Y por su parte en educación media superior, la expansión a partir de su obligatoriedad, ha favorecido el ingreso de adultos jóvenes a la docencia.
La proporción de maestros normalistas ha disminuido en los últimos años.
Es posible suponer que esta tendencia continuará, ya que de acuerdo con la Ley General del Servicio Profesional Docente, a partir de 2016 los normalistas no tendrán prioridad para ingresar al servicio docente.
¿Qué podemos decir respecto de la formación continua de los docentes?:
La formación continua de docentes de educación básica, se ha impartido primordialmente mediante cursos, en su mayoría cursos ofrecidos por los 534 centros de maestros y sus 40 extensiones.
El recurso destinado a esta actividad: 363 pesos con 91 centavos anuales por docente, es mucho menor al que se consideraría necesario y esta formación continua se proporciona en condiciones inadecuadas.
Sólo poco más de la mitad de los centros de maestros, tienen aulas de medios, bibliotecas y salones, y atienden en promedio a 267 escuelas cada uno, con equipos de no más de 10 personas.
En el caso de la Educación Media Superior, cada subsistema define sus propios programas de formación continua. A pesar de ello, PROFORDEMS y CERTIDEMS comienzan a perfilar ya una oferta nacional que cubre al 56.2 por ciento del total de docentes de instituciones públicas.
Los recursos destinados a cada profesor son mucho más cuantiosos que en el caso de la Educación Básica; en este caso equivalen a 10 mil pesos por docente.
En la Educación Básica sólo en una de cada cuatro escuelas operan procesos de inducción y de acompañamiento para los nuevos docentes; lo que significa que tales estrategias normativas están lejos de haberse generalizado.
En Educación Media Superior en cambio, los docentes sí reportan tener una alta participación en programas de inducción, tanto formales como informales; y de ser acompañados a través de tutorías.
¿Cuáles son las características laborales de estos docentes?
Los docentes de Preescolar y de Primaria, son contratados por tiempo completo. En Telesecundarias la mayoría tiene contratos para cubrir toda la jornada laboral semanal; sin embargo, en las secundarias generales y técnicas se observa una tendencia preocupante a la pulverización del tiempo en horas, que la Ley General del Servicio Profesional Docente aspira a evitar.
En Educación Media Superior la estructura también está compuesta mayoritariamente por plazas por horas. El 66 por ciento de los profesores que laboran en Bachilleratos generales; y el 76 por ciento de los de profesional técnico, cuentan con este tipo de contratación.
Los docentes de tiempo completo representan apenas el 13 por ciento en ambas modalidades; y en los Bachilleratos tecnológicos sólo el 24 por ciento de las plazas son de tiempo completo.
Preocupa que los docentes de estas escuelas, así como los de las Secundarias generales y técnicas, no puedan destinar tiempo al trabajo colegiado por el tipo de contratación que tienen.
En Educación Básica, como todos saben, opera desde 1993 el Programa de Carrera Magisterial, que ha venido funcionando para la promoción horizontal de los docentes. Para el año 2012, 454 mil 930 personas se beneficiaban de este programa.
Aunque la mayoría de los beneficiarios se ubicaban en el nivel inicial del programa, éste ha logrado una importante diferenciación salarial al interior de la carrera docente. A pesar de ello, no parece haber tenido un impacto en el logro educativo de los alumnos.
¿Qué podemos decir acerca de la capacidad de atracción de la profesión docente en nuestro país?
Los trabajadores de la educación representan una cuarta parte de los profesionales técnicos calificados del país. Tres de las razones por las cuales la profesión docente ha sido atractiva en el pasado son, primero:
Que esta profesión goza de una protección del salario. Segundo, la seguridad laboral de la docencia frente a otros mercados de trabajo cambiantes. Y tercero, una jornada de trabajo relativamente más corta que permite desarrollar otras actividades, sobre todo en el caso de Preescolar y Primaria.
Por otra parte, las personas que ingresan a la docencia se encuentran en mejores condiciones que otros profesionales en la misma situación; las condiciones de ingreso son favorables a los docentes.
Los profesores con plazas de medio tiempo o de tiempo completo, ganan en su mayoría menos que otros profesionales y técnicos calificados con contratos de trabajo similares. En el caso de las mujeres, el salario de la mitad de las educadoras es 50 por ciento inferior a las de otras profesionales. Para las maestras de Primaria, la diferencia es de 20 por ciento menos.
Entre los docentes hombres, también hay diferencias en ambos niveles educativos; pero la distancia con el salario de otros profesionales varones, es menor que en el caso de las mujeres.
En 2012 los salarios de los maestros y maestras de Educación Secundaria, fueron más cercanos a los del resto de los profesionistas e incluso superiores a los de quienes se dedican a las ciencias sociales o exactas. Pero la fragmentación de horas de este nivel educativo no ha permitido asegurar la obtención de un puesto de jornada completa, para la mayoría de los docentes.
La desigual distribución de los salarios docentes afecta de manera visible a los maestros indígenas, quienes no solamente perciben menores ingresos sino que además se enfrentan a mayores dificultades en su ejercicio profesional, debido a las desfavorables condiciones de las escuelas en las que prestan sus servicios.
Y respecto del retiro del servicio, en el caso de la educación preescolar, apenas 4.2 por ciento de los maestros en escuelas públicos se encuentra en edad para el retiro, mientras que en educación primaria el porcentaje es de 10.5 por ciento, y en secundaria de 8.3.
Al 31 de diciembre del 2013, 84 mil 768 docentes de escuelas públicas y 3 mil 371 de privadas cumplían con los requisitos para jubilarse, lo que representaba el 8.5 por ciento de los docentes de educación básica.
En el año 2018, 61 mil 376 docentes se estarán pensionando, y para el año 2023 la cifra ascenderá a 160 mil 166.
En el corto plazo, el número potencial de pensionados en educación preescolar será de 6 mil 321, lo cual es cercano al número de egresados anuales de las normales. En cambio, las bacantes en primaria de 48 mil 212 y en secundaria de 33 mil 606 superarán con mucho a los egresados normalistas, que son en números redondos 9 mil y 8 mil, respectivamente.
Dada la reciente pérdida de atractivo de la carrera docente, el número de normalistas descenderá y las cifras se reducirán aún más, pues no todos los egresados de normales resultarán idóneos en el concurso de ingreso al servicio.
Y, por lo que respecta a la Educación Media Superior, también ahí habrá que atraer un número creciente de egresados de Educación Superior y buscar un mayor número de bachilleres para formarlos en el ejercicio de la docencia.
Y en este nivel la razón es doble. Por un lado, hay que cubrir las vacantes por retiro como en los otros niveles, pero además hay que atender el crecimiento implicado por la obligatoriedad de este nivel que se alcanzará en el año 2021.
Hasta acá las conclusiones del informe.
Paso, entonces, a señalar las recomendaciones que se derivan del mismo.
La primera recomendación es que tenemos que generar más información acerca de nuestros docentes.
Es necesario generar información más precisa y completa sobre los docentes en México, sobre las instituciones que los preparan para ejercer su función y sobre la calidad de la formación que reciben.
El Instituto tiene en esto un rol qué cumplir y tendrá el cuidado de promover la realización de estudios y de sistematizar la información que tanto estos como las evaluaciones de docentes generen para que sea posible conocerlos más y atenderlos mejor.
Por lo que toca a la formación inicial de docentes, nos parece que lo que hay que hacer, lo que hay que atender es a que esta formación sea una formación de calidad.
Primero, es necesario garantizar que el nuevo modelo educativo para las escuelas normales contemple un esquema ordenado para el ingreso, la promoción, el reconocimiento y la permanencia de los formadores de docentes, a fin de asegurar la idoneidad de la formación inicial.
También recomendamos asegurar que la enseñanza se encuentre alineada, entre otras cosas, a los perfiles, parámetros e indicadores de ingreso y de desempeño en la proposición docente que se están definiendo como respuesta a la Ley General del Servicio Profesional Docente.
Recomendamos también elevar el nivel académico de las Normales y de las Instituciones de Educación Superior, en particular del Sistema de la Universidad Pedagógica Nacional, mediante una revisión curricular a fondo e incorporar formadores de docentes cuyos perfiles corresponden adecuadamente a las materias que imparten.
Proponemos también establecer una mayor articulación entre la Educación Normal y las Instituciones de Educación Superior, de manera que se vaya atendiendo a que las materias disciplinarias sean impartidas por instituciones universitarias y las materias pedagógicas y didácticas por profesionales de la educación.
Es necesario implementar en la formación inicial de docentes de educación media superior un trayecto formativo pedagógico de al menos un año en las carreras con salida a la docencia. Este trayecto formativo sería opcional pata los estudiantes, pero obligatorio para aquellos que pretendan ejercer esta profesión.
También recomendamos atender la desigualdad en la calidad de la formación inicial de los maestros, a fin de reducir las enormes diferencias encontradas entre entidades y entre instituciones formadoras de docentes.
Proponemos transformar las escuelas normales en verdaderas instituciones de educación superior, instituciones de mayor tamaño, con altas proporciones de profesores con estudios de postgrado, con una mayor proporción de la planta docente contratada de medio tiempo o de tiempo completo, egresada de diversas disciplinas y de carreras afines a la docencia.
Nos parece importante incluir actividades de investigación y de intervención educativa que guarden una estrecha relación con las escuelas de educación básica y con las de media superior, de manera que éstas puedan convertirse en verdaderos laboratorios de enseñanza.
También proponemos identificar y apoyar a los estudiantes de los estratos más desfavorecidos mediante becas económicas que permitan compensar sus desventajas y asegurar su permanencia en los procesos de formación con actividades tanto propedéuticas como de refuerzo de la enseñanza.
Por lo que toca a la formación continua de los docentes que están en ejercicio, proponemos garantizar que el nuevo modelo educativo para las escuelas normales contemple un esquema ordenado para el ingreso, la promoción, el reconocimiento y la permanencia de los formadores de docentes, a fin de asegurar la idoneidad de la formación inicial.
Aquí lo que proponemos es centrar la formación continua de los docentes en la escuela y en los problemas reales que los maestros enfrentan para que sus alumnos aprendan.
También proponemos impulsar procesos de tutoría, de modelaje y de creación de comunidades de aprendizaje en las escuelas o en los grupos de escuelas aledañas, cuando se trate de escuelas muy pequeñas, a través del Sistema de Asistencia Técnica de Escuela, que está ya previsto en la Ley General del Servicio Profesional Docente.
Y por último, respecto de este punto, proponemos asegurar la selección y la preparación profesional de la nueva figura de asesor técnico pedagógico que va a ser una figura central en este proceso, con la asignación de mayores recursos para la implementación de dichas estrategias formativas.
Por lo que toca a la promoción horizontal, aquí lo que proponemos es transitar de una estructura salarial relativamente igualitaria y con escaso crecimiento a lo largo de la vida activa, a otra que compense el mérito docente.
Habría que diseñar un esquema que otorgue mayores incentivos por trabajar en las escuelas y en las regiones con mayor pobreza, asegurando no sólo mayores salarios, sino también estructuras permanentes de apoyo y de acompañamiento pedagógico, particularmente a los docentes indígenas.
Sugerimos evitar la fragmentación de plazas en los niveles de educación secundaria y media superior, y tal y como lo plantea la Ley General del Servicio Profesional Docente.
Evitar los nombramientos por hora.
Compactar en el mismo centro escolar las horas otorgadas de manera que los docentes puedan trabajar colegiadamente.
Atender a sus alumnos fuera de los horarios de clase.
Planificar su enseñanza y dedicar tiempo a su desarrollo profesional.
Y por último respecto de este punto:
Realizar diagnósticos confiables a cargo de las entidades federativas, para diseñar programas por entidad federativa y plantear distintos escenarios de compactación de plazas.
Con relación a la atracción de más y mejores candidatos para la docencia, que parece central:
Bueno, aquí lo que estamos proponiendo es la necesidad de ampliar la formación de calidad de los futuros docentes, tanto en las normales como en otras instituciones de educación superior.
También nos parece central:
Crear en las universidades espacios de formación de docentes del nivel medio superior, a fin de cumplir con la universalización de este nivel educativo, prevista para el año 2021.
Y en suma, de lo que se trata es de formular políticas públicas que aseguren la formación en cantidades suficientes de maestros profesionales comprometidos y socialmente reconocidos por su desempeño.
Para finalizar, simplemente me gustaría señalar nuevamente que los maestros son el componente clave del sistema educativo y juegan un papel central en el cumplimiento del derecho de todas y todos a una educación de calidad con equidad.
Por eso merecen ser dignificados.
Merecen tener acceso a procesos de información inicial y continua de una altísima calidad, así como formar parte de una profesión que les permita una carrera satisfactoria y un nivel de vida digno, que reconozca adecuadamente su esfuerzo y su desempeño.
Y terminamos diciendo que la profesionalización docente es la mejor inversión que puede hacerse para tener un sistema educativo de calidad con equidad.
Les agradezco muchísimo su atención y estoy atenta a sus consideraciones.
SENADOR JUAN CARLOS ROMERO HICKS: Gracias maestra Schmelkes.
¿Preguntaría si alguien de los miembros de la Junta de Gobierno del Instituto quiere complementar algún elemento?
Señores senadores: ¿pregunto si alguien quiere intervenir?
Don Daniel Amador.
SENADOR DANIEL AMADOR GAXIOLA: Gracias señor Presidente.
Sin duda hemos escuchado un Informe muy puntual y muy preciso por parte del Instituto Nacional de Evaluación Educativa, lo que da muestra del estado que vive la actualización, capacitación y formación de los docentes en este país, a partir de lo que podemos llamar la gran Reforma Educativa que este Senado aprobó prácticamente al inicio de su gestión.
Sin duda, es otro México en la educación.
Pero también habría que revisar a fondo lo que algunos maestros pensamos:
El futuro nos alcanzó; los avances tecnológicos, científicos nos han rebasado y las instituciones formadoras de docentes siguen padeciendo del atraso y están viviendo todavía en el siglo pasado.
Cuando ya transita el año 15 del Siglo XXI, cuando los cambios tecnológicos, cibernéticos y de tecnología de punta todos los días se presentan, nuestras instituciones normales siguen formando docentes, como los que nos formaron –soy normalista de mucho orgullo- en los años 70’s u 80’s del siglo pasado.
Por supuesto que el magisterio nacional ha asumido como un gran reto el poder enfrentar estas Reformas, el cambiar esquemas, el poder presentar un nuevo rol ante la sociedad y buscar la excelencia en la escuela pública.
El diagnóstico que se nos presenta, es un diagnóstico crudo, que afortunadamente nos hace de alguna manera revalorar lo que estamos haciendo los legisladores y los apoyos que tenemos que, en un momento dado solicitarle al Ejecutivo para poder fortalecer a estas instituciones formadores de docentes.
Me llama la atención lo que se plantea de la Universidad Pedagógica Nacional, de su formación de docentes, cuando el origen de la propia Universidad no fue para formar docentes; sino para capacitar y actualizar y provocar los postgrados en los docentes.
Habría que revisar si ese esquema de formar docentes de la UPN debe seguir vigente o devolverla a su punto de origen: a que actualice, capacite y profesionalice a los docentes de México.
Sin duda, por supuesto que también se presenta claro que quienes escogen la carrera normalistas, en épocas pasadas lo hacían en función de garantizar un empleo inmediato y un salario permanente; y la posibilidad de prestaciones que le ayudaran a mantener un nivel digno de vida.
Hoy ese esquema cambia, hoy se abre a las demás profesiones la posibilidad de que sean docentes; y si nosotros no cuidamos las Normales o la esencia del normalismo, ahí que sí podría parecer romántico, pero la vocación de poder impartir la cátedra a la niñez se podrá convertir, quizá, en una opción de trabajo simplemente para poder alcanzar un empleo de alguna otra profesión, que no haya sido en la formación docente.
Sin duda, este Senado de la República, Maestra y miembros de la Junta Directiva, recogemos este informe. En lo personal, con mis compañeros de bancada en el Partido Revolucionario Institucional, haremos los análisis correspondientes y las recomendaciones que podamos también entregarle a la Junta Directiva para ver cómo podemos fortalecer el deseo de los maestros de México a capacitarse, a actualizarse, a profesionalizarse; pero también que el Estado pueda ser el proveedor de los recursos suficientes y los elementos humanos técnicos, lo que llamamos nosotros los puntos de apoyo para que los maestros puedan ser los puntales de esta Reforma Educativa.
Estoy convencido de ello. La OCDE maneja que los maestros de México prácticamente en el aspecto salarial, estamos en los últimos lugares de los países de la OCDE. Si tampoco estimulamos a los maestros de México para que puedan tener con mayor eficacia, con mayor pasión, con mayor entrega su servicio educativo, en un aspecto salarial más digno; por supuesto que no alcanzaremos los resultados.
Los maestros de México que ahí se precisan, en que alcanzan un postgrado, lo han hecho con sus propios recursos económicos, sacrificando de sus ingresos, espacios recreativos de su familia para poder formar una maestría, un doctorado o un estudio superior.
Entonces, también tendrá que verse el compromiso del Estado para que esta Reforma Educativa pueda tener el éxito correspondiente.
Yo sin duda confío, confiamos los senadores de la República, en los maestros de México y que lo que tanto se estuvo especulando sobre –vamos a decir– la sanción, persecución y muchas veces, en el argot popular diríamos poner en el paredón a los maestros que no alcanzaran una evaluación aceptable, esto también sabemos que no es así, sino que tenemos que generarles los instrumentos para que puedan ellos alcanzar su objetivo.
Felicito, en lo personal, y a nombre de mi bancada; sé que Juan Carlos lo va a hacer como presidente de la Comisión, a toda esta Junta Directiva del Instituto Nacional de Evaluación de la Educación; y esperemos que el informe en el próximo año, en el 2016, pueda tener números más halagadores. Confiamos en que así sea.
Felicidades.
MAESTRA SYLVIA IRENE SCHMELKES DEL VALLE: Muchas gracias.
SENADOR JUAN CARLOS ROMERO HICKS: Muchas gracias, senador Amador.
Aquí nos quedamos con la tarea de revisar, sobre todo procesar ambos instrumentos que el día de hoy estamos recibiendo, de docentes y el informe anual de la gestión.
Por fortuna, estamos desterrando esta mala práctica, absurda, de que anteriormente las evaluaciones se quedaban en el cajón para guardarse o eran usados como pisapapeles; una práctica del Museo de Arqueología Política del siglo pasado. Y la Comisión de Educación hará esta revisión.
Aprovecho el momento para solicitarle a la Presidenta y a los consejeros del INEE que estemos en comunicación los próximos meses, y ya en un formato, tipo comparecencia, podamos hacer la revisión puntual sobre todo esto para ir comparando la evaluación del año pasado, la de este año y lo que viene a futuro; porque sobre todo hay que darle seguimiento puntual a las recomendaciones.
Una de las diferencias en el diseño institucional de la fundación de origen a la del día de hoy, tiene que ver con el carácter vinculatorio de algunas de las recomendaciones, y es muy importante que las autoridades educativas tomen nota para poder cumplir.
Y aprovecho para resaltar que, en este sentido, parte de la función de seguimiento y control de la Comisión tiene que ver con reconocer que en los transitorios de la Reforma Educativa hay varios pendientes que todavía no se han venido atendiendo, y aunque no tenían fecha –lo hemos platicado con el Secretario Chuayffet–, sin embargo, no hay un calendario a este momento.
Al menos hay tres aspectos a la vista:
Uno: La evaluación del modelo educativo, que está en un transitorio; no hay un cambio de política pública a este momento.
Y, segundo: De las recomendaciones que aquí atinadamente se están identificando, está la revisión del modelo de Educación Normal.
Y recordar que a fines de mayo de este año se tendrá que hacer la revisión del modelo de la Carrera Magisterial.
Comentaba hace unos minutos con el senador Barbosa al iniciar la reunión sobre parte de los temas que tenemos pendientes.
Para que esto sea una Reforma Educativa, tiene que pasar: uno, por el modelo de Educación Normal; dos, por el Modelo Educativo; tres, como lo hemos visto en otros aspectos, temas de infraestructura y de financiamiento.
Y aquí lo he dicho y es el tercer día de la semana que lo vuelvo a señalar: hay una preocupación de la Secretaría de Hacienda, está escatimando esfuerzos para parte de todo esto. Los derechos cuestan y las omisiones cuestan más, y es muy importante que la previsión presupuestal tenga la sana orientación que este país merece.
Estaremos en comunicación para poder ir procesando esta información e involucrando a los actores, como en su momento también citaremos a comparecer a la Secretaría de Educación Pública y eventualmente a otras autoridades educativas del ámbito estatal.
Señor Presidente.
SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: Gracias.
Agradezco su presencia a los integrantes de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación.
La presencia de la Consejera Presidenta, la maestra Sylvia Schmelkes del Valle;
De la doctora Teresa Bracho González, Consejera de la Junta de Gobierno;
Del doctor Eduardo Backhoff Escudero, también integrante del Consejo;
Y de la doctora Margarita Zorrilla Fierro, integrante del mismo.
Y de quienes acompañan a los integrantes de esta Junta de Gobierno esta mañana.
Destaco la presencia de los integrantes de la Comisión de Educación. De su Presidente, el senador Juan Carlos Romero Hicks. Juan Carlos, gracias.
De su Secretario, el senador Daniel Amador Gaxiola;
De uno de sus integrantes, senador Raúl Pozos.
Del Vicepresidente de la Mesa Directiva, José Rosas Aispuro;
Del senador Víctor Hermosillo;
Y estuvo por aquí el senador Sofío Ramírez.
Esta entrega de estos dos documentos, bajo los títulos “Docentes en México: Informe 2015” e “Informe Anual de Gestión 2014”, se hacen en cumplimiento al artículo 63 de la Ley del Instituto Nacional para Evaluación de la Educación y dice este artículo en su rubro: “El Instituto deberá presentar anualmente, en el mes de abril, al Congreso de la Unión dos documentos”, esos dos documentos y los contenidos mencionados en la ley están expresados en estos dos textos.
Daremos curso legislativo a los mismos, daremos cuenta al Pleno de la Cámara en esta misma sesión y en esta misma sesión los enviaremos para su trámite legislativo a la Comisión de Educación que hoy también los recibe.
Quiero decirles que de manera muy destacada se ha dicho que este Instituto, de acuerdo a la reforma 2013 hoy tiene dientes, porque hoy tiene autonomía y el contenido de su evaluación tiene carácter vinculatorio con la autoridad educativa, tanto de la federación como de los estados de la República.
En la lógica de enviar al Congreso este informe, el Congreso debe verlo a partir de la alianza que debemos mantener ustedes y nosotros para poder hacer valer la autonomía y para que sus recomendaciones alcancen la fuerza vinculatoria necesaria.
Se trata de la educación, todos estamos interesados en que funcione la educación en México y yo veo un esfuerzo institucional de sexenios, pero para no ubicarnos en los sexenios, de siempre, para mejorar la educación en México.
Deformaciones, muchas, yo creo que nadie está satisfecho con el estado de la educación en México, pero el esfuerzo institucional y de gobierno se lleva a cabo de manera permanente.
La ley, cuando se aprueba, hay que cumplirla, no hay que debatirla ni hay que negociarla y parte de la deformación del sistema, en el estado de la educación en México, es que la ley para su aplicación se negocie.
El aspecto irrestricto a los derechos laborales de los maestros, de manera absoluta, nadie opinará en contra de eso, pero el límite a los excesos en esos derechos.
No se puede haber construido esta reforma para mejorar el nivel de los impartidores de la educación y que se sigan entregando las plazas a los órganos gremiales de maestros, no se puede, en acuerdos que se llevan a cabo en los estados.
Así es que el Senado es una institución que discute leyes, la aplicación de las mismas corre a cargo del Poder Ejecutivo, pero seamos vigilantes nosotros de que se aplique la ley, que no se negocie la ley.
Sabemos que muchas de las recomendaciones que ustedes hacen tienen una imposibilidad material y financiera para llevarse a cabo. Más del 80 por ciento que se destina a la educación se va a la nómina y a todos los demás proyectos, programas, no hay nada.
Créanme que esto lo vemos a diario los representantes populares.
La gestión que hacemos es de manera muy, muy importante en los temas de rehabilitación de escuelas, de remodelación, de edificación, algunas escuelas colapsadas que la impartición de la cátedra en ellas ya es riesgosa para los alumnos, por ejemplo y que hace imposible todo este esquema tan grande que es la educación.
Nunca habrá esfuerzo mayor; siempre habrá un esfuerzo menor para la educación.
Yo les agradezco su presencia.
Daré cuenta al Pleno.
Es un asunto no de bancadas, es un asunto del Estado Mexicano.
Estamos con ustedes. Vemos adelante.
Gracias.
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