Versión estenográfica de la intervención del senador Miguel Barbosa Huerta, Presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, durante la presentación del libro “La Reforma Constitucional sobre Derechos Humanos, una Guía Conceptual”.

Muchas gracias, buenos días a todas, a todos, con el permiso del senador Fernando Herrera, recién nombrado presidente del Instituto Belisario Domínguez, que en este escenario, este espacio, él es el anfitrión de este evento, don Fernando.
Agradezco la presencia de los hoy presentantes de este libro, licenciado José de Jesús Orozco, bienvenido José de Jesús; la doctora Lety Bonifaz; Lety, es un placer siempre verte amiga, y al colaborador del Senado, al doctor Pedro Salazar, director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Sobre todo bienvenidos ustedes, a quienes asisten, a quienes dan justificación a todo este trabajo que realiza el Senado de la República, en un conjunto de actividades que son parte del trabajo legislativo, pero que se agregan como un elemento de aportación académica, de difusión de los contenidos de las ediciones que llevamos a cabo en el Senado en su conjunto, y desde luego como parte de los insumos que nos sirven para los productos legislativos.
Así es como nosotros tenemos estructurado el Senado. Hoy vengo de una de las mesas de este foro tan importante que está desarrollando el Senado sobre política exterior, de verdad de un altísimo nivel, debieran ustedes acudir; todavía hay mesas de diálogo hoy en la tarde y mañana hasta las seis de la tarde y nos agregamos en esta importante reunión, en la presentación de este foro a cargo del Instituto Belisario Domínguez.
Felicito, primero, al Instituto Belisario Domínguez en esta secuencia de trabajo. Efectivamente, cuando estuve yo como presidente del Belisario Domínguez es cuando invitamos a que se pudiera elaborar un análisis, fue primero un foro, después una memoria y se convirtió en una edición, en un libro.
Efectivamente fue a seis, siete manos. Fue Pedro Salazar, fue Luis Daniel Vázquez, fue Paula Barrera, Vladimir Choi, Rebeca Ramos Duarte y Claudia Espinoza y muchas más gentes que forman parte de los esquemas, equipos de cada uno de ellos, colaboradores, analistas, que provocan la posibilidad de tener estos productos.
El Senado permanentemente construye nuevas propuestas, análisis y esto es muy importante, efectivamente muy importante.
¿Qué hace el Legislativo para caminar en el cumplimiento de los propósitos de este cambio de paradigma sobre derechos humanos, a partir de la reforma constitucional del 2011?
Hace leyes garantistas, hace leyes que tengan un principio fundamental: reconocer, garantizar los derechos para poder generar una extensión a ser catalogados en su mayoría como derechos humanos.
El ejemplo es la Ley de las Niñas, Niños y Adolescentes, que reconoce como derecho humano el derecho a las niñas, a los niños, a los adolescentes.
Aquí está la presidenta de esa comisión que construyó, desde un debate legislativo de ambas cámaras, una ley garantista. Eso es lo que hacemos nosotros desde el Legislativo.
Sin duda que ajustar todo el sistema legal a este sistema garantista, proteccionista de derechos humanos, es la labor que hacemos desde el Legislativo.
La labor desde el Ejecutivo, políticas públicas que tengan como propósito la promoción, el respeto y el cumplimiento a los derechos humanos, y cuando hablamos del Poder Judicial, la aplicación estricta de la ley.
En base a este cambio de paradigma, a los protocolos y contenidos de los acuerdos internacionales, de los cuales México forma parte para poder generar un espacio en la sociedad en que sus integrantes tengan la plenitud en el desarrollo de su dignidad humana, que es la esencia de los derechos humanos.
Diría que siempre habrá mucho que hacer en esta materia, de ver cómo, hace no mucho tiempo, 20 años se empezó a hablar del tema de los derechos humanos en México.
En muchos países tenían cientos de años, pero la evolución, los derechos civiles, fue el primer momento del reconocimiento en las llamadas garantías individuales que después son derechos humanos.
Después los derechos sociales y económicos; después aparecieron los derechos del medio ambiente, ecológicos, los llamados derechos humanos de tercera generación.
Hoy no sé si se siga clasificando por generaciones, pero sin duda la lucha por los derechos humanos y el reconocimiento que en las leyes se hace y la presión de la sociedad es paraqué la autoridad, en un ejercicio discrecional, vaya cediendo espacios a la persona humana, al ciudadano, a la dignidad humana, a todo aquél sujeto de derechos.
Esa es la lucha permanente y desde luego en el Senado estamos pendientes de ese espíritu. Reconocemos la labor que se hace cada vez que se habla sobre el tema de derechos humanos, porque es un elemento de promoción permanente a los mismos.

Por eso quise estar con ustedes; ya no soy presidente del Belisario Domínguez, ahora lo es Fernando, él es el responsable de esto, pero me sentí un poquito invitado, aunque no lo hicieron, sí, sí lo hicieron, para poder compartir con ustedes.
Sean bienvenidos, esta es la casa de las y los mexicanos, el Senado de la República, esta es su casa y que sirva esta sede para la promoción de esta labor académica de la cultura, lo tenemos permanentemente.

Me siento muy a gusto con su presencia, se los digo como presidente del Senado de la República.

Les ofrezco una disculpa, tengo que retirarme, voy a viajar y por tanto tengo que irme a un lugar de donde me van a llevar.
Gracias, buenos días a todas y a todos ustedes.

0-0-0