SENADOR RAÚL CERVANTES ANDRADE: buenos días a todas y a todos. Sea bienvenido señor Randy Hoback, miembro del Parlamento de Canadá y Presidente de ParlAméricas. También Jennifer Simons, Presidenta de la Asamblea Nacional de Surinam y Presidenta del Grupo de Mujeres Parlamentarias. A mi amiga, la senadora Marcela Guerra, a quien felicito por este evento. A mi amiga, la vicepresidenta Maricela Velázquez. Señor Embajador.
Para mí es no sólo un honor, sino una obligación estar aquí. Cuando hablamos del tema de género tras la problemática en nuestro Hemisferio, con respecto a las políticas públicas, el marco jurídico y la realidad de lo que viven las mujeres en todos los sectores de la población; es un tema que debe uno de atender con profunda convicción porque el tema de mujeres es un tema de todos, principalmente de los hombres.
La manera de cambiar la sociedad, es la manera de cambiar la cultura. Si todos pensáramos que somos pares, no habría política de género, habría una realidad. ¿Qué tenemos que hacer?
México y el Senado de la República, el Congreso de la Unión, el poder innovador de la Constitución en nuestro país hizo realidad al modificar la Constitución, el 50 por ciento de las candidaturas para las mujeres. ¿Pero qué significa que haya paridad en la democracia? ¿Qué significa para México y para el Hemisferio, el avance de que existan senadoras y diputadas federales, diputadas locales?
Que tengan el 50 por ciento de las candidaturas, que la voz de la mujer sea escuchada, que su marco jurídico sea el adecuado y que desde su perspectiva y su individualidad como ser humano y con su dignidad, los Congresos generen marcos jurídicos y después lo que deben de generar es en convencimiento del seguimiento exacto y preciso de las políticas públicas que los poderes ejecutivos realizan; ¿para qué?, para lo que se ha denominado o igualdad sustantiva o igualdad funcional o igualdad en cualquiera de los géneros jurídicos que se han venido evolucionando; a que ahora decimos “igualdad real”. ¿Por qué esta evolución del concepto?
Porque no se está dando la igualdad. ¿Por qué la academia, por qué las mujeres en la política, por qué las mujeres en la sociedad civil organizada, por qué las mujeres en su individualidad siguen hablando de esta evolución del concepto?
Es porque en la realidad no se ha logrado. ¿Hay avances?, sin duda; pero los avances no son lo suficientemente rápidos, eficaces y eficientes que se quisiera.
Cuando mis compañeras parlamentarias me invitan a hablar del tema de mujeres, siempre me pongo a pensar con respecto a la lucha que hacemos dentro del Senado de la República en una comisión de grupos vulnerables, está inscrito el tema de mujeres; en una Comisión de Derechos Humanos, está inscrito el tema de mujeres; tenemos Comisión de Género, está inscrito el tema de mujeres.
El tema de la igualdad del ser humano, cualquiera que sea el ejercicio del destino de su vida, tiene que garantizarle el Estado mexicano, los Estados de sus países, que estas igualdades se realicen de manera efectiva y real.
Hoy podríamos generar los mejores marcos jurídicos, ha habido un avance, pero sin duda lo que debemos de hacer es darle un seguimiento y cumplir con nuestras facultades constitucionales sobre la ejecución de lo que es la transversalidad en el Plan Nacional de Desarrollo sobre el tema de mujeres; con acciones focalizadas a sectores específicos y a problemas específicos que generan vulnerabilidad.
Pongo un ejemplo que no es del Poder ni Ejecutivo ni Legislativo: el Poder Judicial Federal firmó un convenio para que se impartiera justicia desde la perspectiva de género. ¿Qué significa un convenio de esta naturaleza?, cambiar y emplear el concepto de administración de justicia en relación a lo que significa cuando una de las partes o ambas partes mujeres.
No sólo es un tema de víctimas, no sólo el tema es el problema de la violación o la violencia; sino es el acceso real a cualquier característica que pueda ejercer un ser humano, llámese mujer u hombre, para el beneficio propio de su familia, de su comunidad y del desarrollo de su país.
Cuando se cumplieron 60 años del voto de la mujer en México, en el Pleno del Senado de la República, convencido quizá por mi tendencia de abogado, es que la solución al problema de la igualdad sustantiva, de la igualdad real de México, es una interpretación del artículo 1º constitucional.
Cómo podríamos pensar, después de una reforma tan amplia que hicimos en el 2011, en donde generamos cuatro principios para entender los derechos humanos y dos sistemas de interpretación, cuando hablamos de universalidad: sin las mujeres no hay universalidad, interdependencia de los mismos derechos y de los derechos entre géneros; cuando son indivisibles los derechos humanos, que es una totalidad, llámese bloque constitucional o incorporado también el sistema de convencionalidad a través de los tratados; lo que significa es que un hombre, una mujer en cualquier parte del mundo, pero más en el sistema interamericano, en nuestro Hemisferio, significa en cualquier parte del mundo los mismos derechos y los mismos acceso y el mismo respeto a tu dignidad.
Y la progresividad, quién podría entender esta lucha de género si no ha sido por el concepto de progresividad. Ampliar una y otra vez lo que significa la protección a las mujeres y lo que significa el reconocimiento y el acceso al desarrollo pleno de sus derechos.
Y México, el legislador creo que una enorme participación de grupos de la sociedad civil y de la academia, y la reflexión colectiva en México, se generó un principio que se denominó “propersona”: significa que cualquier norma debe de ser la que mejor aplique en relación a favor de esa persona.
Pero es para un acto administrativo, un acto legislativo, un acto jurisdiccional a cualquier nivel de gobierno; y el día de los 60 años dije, y es un principio y una reflexión propia académica que he tenido y he estado escribiendo sobre ella: antes de propersona, necesariamente es promujer. No se puede entender los cuatro principios anteriores, si no se inscribiera el propersona antes, con una finura de concepto, el promujer.
La evolución de concepto de los derechos humanos que se dé en una igualdad real, cruza en esta transversalidad en la obligación de todas las autoridades, de los mismos particulares o la transversalidad de los derechos humanos, el que tiene un poder que puede afectar a otro, también se ve obligado en este tema.
Concluyo. Los trabajos entre Parlamentos, hoy las parlamentarias –muy en específico–, de lo que se vive en sus países y las evoluciones focalizadas y los avances de los mismos, es necesario, es enriquecedor y, por lo tanto, promete un mejor futuro para las mujeres en nuestro Hemisferio, para los hombres que vivimos en él y para tener una sociedad más igualitaria.
Les deseo éxito estos días.
Muchas gracias.
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