DISCURSO DE KEILA GONZÁLEZ, DIRECTORA DE LA OFICINA EN MÉXICO DEL INSTITUTO NACIONAL DEMÓCRATA PARA ASUNTOS INTERNACIONALES, EN LA INAUGURACIÓN DE LA SEMANA DE LA TRANSPARENCIA Y PARLAMENTO ABIERTO.


Muy buenos días a todas y todos. Para la oficina en México del Instituto Nacional Demócrata para Asuntos Internacionales es motivo de gran alegría la presencia de cada una y uno de ustedes.

Saludo respetuosamente a las y los integrantes del presídium, a quienes también agradezco que nos acompañen en este evento de inauguración de la Semana de la Transparencia y Parlamento Abierto.

Para NDI es un placer poder colaborar con espacios de reflexión y discusión como éste, pues desde hace varias décadas el Instituto ha desarrollado diversos esfuerzos para el fortalecimiento de congresos y parlamentos en el mundo.

El NDI considera el desarrollo fuerte y democrático de las instituciones del sector público como un componente crítico de su misión. Una mejor forma de gobernar impacta más directamente a la vida de las y los ciudadanos, demostrando así los beneficios del desarrollo democrático. Por el contrario, la incapacidad de las instituciones del sector público para funcionar de manera eficaz socava la sostenibilidad de la democracia.

Para el NDI trabajar con las legislaturas implica promover instituciones públicas eficaces y procesos que operen de una manera coherente con los valores democráticos de la transparencia, la representación, el pluralismo y la rendición de cuentas.

El NDI ha trabajado con legisladoras y legisladores nacionales y a nivel regional en más de 60 países. A través de la asistencia técnica hemos ayudado a las legislaturas para representar mejor a las y los ciudadanos y grupos de la sociedad.

Hemos fortalecido la capacidad y quizás, lo más importante, el deseo de las y los representantes de involucrar a la ciudadanía para identificar sus inquietudes y encontrar formas en las que las legislaturas y el gobierno pueden responder a las mismas. Pero también hemos asesorado a los parlamentos en el uso de tecnologías de información y comunicación apropiadas para administrar y distribuir información.

Sin embargo, en los últimos años el NDI ha puesto especial interés en el tema de la relación efectiva entre representantes y representados. Estamos convencidos de que para crear parlamentos fuertes, abiertos y responsables es necesario mejorar la participación ciudadana en el proceso legislativo y traer así a los parlamentos más cerca de las personas que representan.

Este énfasis ha llevado al Instituto a involucrarse en discusiones internacionales y nacionales sobre cómo pueden los parlamentos ser realmente accesibles a la ciudadanía, sobre cómo pueden los parlamentos transformase en parlamentos abiertos.

Una de las primeras reflexiones ha sido sobre qué entendemos por un parlamento abierto. Estuvimos viendo un video que trataba de explicar las características de un parlamento abierto. José Raúl Vaquero Pulido, presidente de la Fundación Ciencias de la Documentación, ofrece una propuesta de definición que a mí me parece interesante.

Él dice que parlamento abierto es aquel que reconoce el derecho de acceso de los ciudadanos a la información parlamentaria, por lo que, y aquí pone énfasis, informa sobre su actividad de forma transparente, en formatos abiertos y entendibles a la ciudadanía, así como --igual y coloco un énfasis-- escucha activamente lo que la ciudadanía demanda desde distintos canales, incluidas las redes sociales y abriendo instrumentos de participación y colaboración capaces de influir en la agenda política.

Quizás faltarán en esta definición muchas características o prácticas necesarias para que un parlamento sea realmente abierto. Sin embargo me quiero concentrar en la parte final de la definición: aquella que habla sobre escuchar activamente a la ciudadanía.

Avanzar hacia un parlamento abierto requiere un cambio de visión en las y los representantes sobre hasta dónde deben llegar para escuchar auténticamente a las y los ciudadanos. Muchos congresos han sido muy exitosos e innovadores al informar a sus representados sobre su labor, pero esto es sólo una parte.

Un parlamento abierto no sólo informa sobre lo que hace sino que procura, de forma proactiva y permanente, consultar a la ciudadanía e involucrarla efectivamente en el trabajo legislativo.

Este cambio de visión debe llevar a quienes integran los parlamentos a hacerse algunas preguntas importantes: ¿Cuál es el nivel de apertura y accesibilidad de nuestras sesiones en el parlamento o de las sesiones de nuestras comisiones? ¿Cuál es el grado de información que ofrecemos a las y los ciudadanos respecto de nuestra labor?

¿En qué medida tienen las y los electores la posibilidad de expresarnos sus opiniones y preocupaciones directamente e independientemente de su filiación política? ¿Cuál es el grado en el que las y los ciudadanos pueden participar de forma directa en la legislación y en el trabajo que hacemos?

Éstas y otras preguntas nos han llevado a avanzar en esfuerzos globales con las y los actores que pueden ayudar a contestarlas.

El primero de septiembre de 2012, el NDI, junto con Sunligth Fundation y la Red Latinoamericana por la Transparencia Legislativa, así como otras instituciones internacionales, lanzamos públicamente la declaración sobre la transparencia parlamentaria.

Este esfuerzo, sobre el cual mi colega Dan Swislow les hablará con más detalle en el panel que tendremos a continuación, establece un conjunto de principios para la apertura, la transparencia y la accesibilidad de los parlamentos desarrollados por la comunidad internacional de organizaciones que realizan monitoreo parlamentario.

Asimismo, en la última reunión de la Alianza para el Gobierno Abierto (OGP, por sus siglas en inglés), celebrada los días 30 de octubre y 1 de noviembre de 2013, el NDI --en colaboración con legisladores de la región, pero también con organizaciones que hacen monitoreo parlamentario-- lanzaron el grupo de trabajo sobre transparencia parlamentaria, un espacio donde se espera avanzar en las discusiones sobre las prácticas que deben implementar los parlamentos en esta materia.

El NDI reconoce que en todos estos espacios y esfuerzos, México ha tenido un rol preponderante, tanto de parte de legisladores y legisladoras comprometidos con el tema, como de organizaciones civiles que realizan monitoreo parlamentario y que se han convertido en referente en la región y en muchas otras partes del mundo.

Por ello, nos complace mucho el poder colaborar con el Senado mexicano, así como con organizaciones tan reconocidas como Fundar y Transparencia Mexicana para la organización y desarrollo de la Semana de la Transparencia y Parlamento Abierto.

Ustedes que han respondido a la convocatoria tendrán una semana muy intensa, podrán no sólo conocer experiencias internacionales sobre qué están haciendo otros congresos para transformarse en parlamentos abiertos, sino que podrán reflexionar sobre los avances logrados en México en la materia y sobre cómo debe ser una nueva relación entre representantes y representados.

Sin duda, van a ser discusiones muy enriquecedoras. A nombre de la NDI, una vez más, agradecemos su presencia deseándoles excelentes jornadas de reflexión y diálogo.

Muchas gracias.

 

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