Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

* Versión estenográfica de la intervención de la senadora Angélica de la Peña Gómez, del Grupo Parlamentario del PRD, durante la inauguración del Conversatorio sobre “Seguridad Pública y de Derechos Humanos”.

Angélica de la Peña Gómez (APG): …y particularmente a quienes me acompañan acá en esta parte del Conversatorio.

Volvemos a tratar un tema trascendental para nuestro país; es imposible que no haya una discusión amplia, una discusión específica en cada una de las características, en cada uno de los planteamientos que hay alrededor  de un tema que nos debe preocupar a todas y a todos en nuestro país, la seguridad interior.

¿Qué es la seguridad interior? Hay distintos analistas que nos ilustran en base a los estudios que nos han hecho, que este es un concepto importado de Estados Unidos, es diseñado por el gobierno de Estados Unidos para responder principalmente a una situación derivada del 11 de septiembre, donde integran la seguridad pública con la seguridad nacional.

En México, además hay otro tema importante, además de la seguridad nacional, la seguridad pública y, además, la definición en el 29 constitucional de los estados de excepción, son tres tema totalmente distintos, no tendrían por qué absolutamente tener ninguna relación, la Constitución establece esa definición, son distintos, tienen características distintas, cometidos distintos, y no deben tener ninguna relación.

De tal manera que la seguridad interior, esto que ha motivado a que el PRI presente iniciativas en la Cámara de Diputados, o aquí mismo, dos senadores Roberto Gil y Barbosa han presentado sus propias iniciativas, pero todas ellas van en el mismo sentido.

¿Qué es lo que debemos discutir? Pues yo enuncio tres cuestiones que me parece importante referir, para empezar ya prácticamente a la intervención de quienes me acompañan en este conversatorio.

La primera, ¿qué es lo que dice la Constitución? Es muy claro el 21 constitucional, las fuerzas armadas, SEDENA y SEMAR no tienen ningún fundamento constitucional para realizar tareas de policías, de seguridad pública, eso hay que decirlo de manera puntual.

Es verdad que tenemos un grave problema en la estructuración de las corporaciones policíacas en nuestro país, una deficiente estructuración, y hay pruebas que ahí sin más en muchísimos casos de la República como los municipios de repente están copadas por la delincuencia organizada, y donde existen policías existen en situaciones verdaderamente terribles, o son amenazados o son chantajeados o literalmente son obligados y cooptados a formar parte de las estructuras delincuenciales.

Ese es un fenómeno que tenemos que reconocer, pero para poder resolverlo tenemos que analizar las causas de ese fenómeno, qué fue lo que llevó a que estos municipios en muchos estados de nuestro país se encuentren en una situación tan terrible como el que simplemente no hay gobierno, no hay una gobernanza que permita garantizar que la sociedad en todas sus expresiones de esos territorios, de esas demarcaciones municipales, puedan tener la confianza de sus corporaciones, como es el cometido que la Constitución define deben garantizar las corporaciones policíacas.

Pero si seguimos la estructura local, pasa exactamente igual no quiero abundar más, hay montones de ejemplos, las recomendaciones de la CNDH; de los organismos de Derechos Humanos tanto a nivel nacional como a nivel internacional; las organizaciones de la sociedad, tanto nacional como internacional, han señalado de manera contundente cómo diversos agentes del Estado de las corporaciones a nivel local y también a nivel federal, se involucran en hechos delictuosos, en violaciones graves a los derechos humanos, práctica de tortura, desaparición forzada, etcétera.

De tal manera que sí, tenemos una crisis en el país, tenemos una crisis y por eso el Senado de la República a partir de la iniciativa que envió el Presidente de la República en materia de lo que se conoció como mando único, que su pretensión es reformar diversos artículos de la Constitución, duramos mucho tiempo discutiendo; aquí en el Senado de la República convocamos a gobernadores de todos los partidos, a presidentes municipales de todos los partidos y de todas las características, quienes conforman una metrópoli, donde están integrados varios municipios en una gran urbe, que tiene características singulares que se deben atender, es un problema que hay que atender.

Pero también tenemos municipios pequeños que se rigen por sistemas normativos en donde su policía tiene una característica distinta a la que conocemos en prácticamente los demás municipios.

De tal forma que la diversidad de la administración municipal de nuestro país debe tener este enfoque multicultural que nos caracteriza y que no hay sido tomado, y sentíamos que en la reforma del presidente no había sido tomado en consideración.

De tal manera que además de también discutir con organizaciones expertas, con organismos internacionales, siempre teniendo el Senado de la República los estándares internacionales derivado de los tratados que México ha aprobado, pues era momento de tomar en consideración los pendientes que México tiene y que ha sido recomendado desde diversos organismos internacionales.

Transformamos las reformas propuestas por Peña y lo que hicimos fue cambiar totalmente el sentido, por supuesto, atender la coordinación indispensable que debe existir entre los tres órdenes de gobierno, las características del problemas que tenemos que resolver y, por supuesto, el mandato para que el Congreso de la Unión diseñe una sola ley en materia de seguridad Pública.

Resumo así: reformas al artículo 21 constitucional, que no trastoca los fundamental de ese artículo, es decir, claramente sigue estableciendo que los militares tienen que estar en sus cuarteles y no realizando tareas de policías, eso no cambia, al contrario, en la exposición de motivos de ese decreto que discutimos en el Senado de la República, establecimos de manera puntual la importancia de que siga preservando lo fundamental del artículo 21 de nuestra Constitución.

Modificamos otros artículos, efectivamente el 73, pero también el 115 y el 116 de la Constitución, ¿para qué? Para que los ámbitos municipales, para que los ámbitos locales de las 32 entidades tengan una coordinación y se busque lo que creemos debe ser la principal, tener las corporaciones policiacas cercanas a la gente, que puedan atender las dificultades que se enfrentan en la sociedad; especializadas en las materias que tienen que enfrentar y, por supuesto, su profesionalización.

¿Vindicamos a los policías con esas reformas? Pues sí, me atrevo a decir que sí, no era el cometido que nos movió, pero en el fondo lo que está haciendo es que las policías busquen, quienes están haciendo estas tareas busquen su jubilación, aspirar a su jubilación con honores, por desgracia eso no pasa en nuestro país.

De tal manera, que es necesario beneficiar a la sociedad, de tal manera que necesitamos tener corporaciones policiacas que no existen hoy, de tal manera que obligamos a una transformación también de la etiquetación de los recursos presupuestales, en vez de que vayan a fortalecer a la SEDENA y a la SEMAR, pues se fortalezcan las corporaciones policíacas y se eviten dos cosas, que se sigan usando principalmente por parte de los gobernadores que en vez de hacer su tarea de conformar las corporaciones, se ven avasallados seguramente por las circunstancias y lo que hacen es pedir que el ejército entre a ayudarles al enfrentamiento de la delincuencia organizada, que por cierto no es enfrentar al enemigo, esa discusión es la que vamos a dar hoy.

Y por supuesto, lograr que la sociedad se sienta segura transitando en cualquier parte del país y que se garantice tranquilidad, se garantice la paz, y sobre todo, que quienes cometen delitos sean llevados ante las autoridades y no sean víctimas de este concepto de enfrentar al enemigo y, por lo tanto, en ese momento los acribilló, ese es un error que nos ha llevado al país a una situación crítica.

Y ya habiendo introducido esta discusión, tenemos una panel de lujo, quienes tienen mucho tiempo trabajando, desde diferentes aspectos, cada una de las personalidades que me acompañan tienen una gran experiencia, tienen una gran acervo que han venido construyendo a partir del estudio de propuestas concretas, analíticas y, por supuesto, conocen muy bien el derecho internacional de los derechos humanos.

 

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