Versión de la intervención del coordinador del GPPAN Fernando Herrera Ávila durante la reunión de seguimiento de la implementación de los Sistemas Locales Anticorrupción, de la Comisión de Anticorrupción y Participación Ciudadana.
Es un verdadero placer coincidir con ustedes en esta ocasión, porque nos invita a la coincidencia un propósito común: combatir el flagelo de la corrupción, que amenaza la convivencia no sólo entre los poderes, sino entre la propia sociedad.
Bien han hecho referencia mis compañeros coordinadores sobre el gran esfuerzo que se está haciendo en la Legislatura federal, pero de una manera muy particular en cada uno de los congresos de los estados.
La Comisión Anticorrupción del Senado de la República, como órgano colegiado con representación de todos los partidos políticos, ha puesto por encima de interés o intereses particulares una visión de Estado, y esa es la forma de convivencia que se ha desarrollado en el Senado de la República.
Estamos en un largo tránsito, en esta época de transición, de alternancia política y de convivencia colectiva en el país, para encontrar mejores prácticas que nos den seguridad, certeza, para el mejor desarrollo del país.
Desde épocas remotas, la queja consistente y permanente de la sociedad ha sido en torno a la confianza, que ha disminuido en su representación popular.
Hay que reconocerlo: existe una falta de apreciación sobre el trabajo de la política y de los políticos, y lo que hoy nos corresponde a nosotros es generar mejores condiciones, para que la sociedad confíe en su representación popular y, desde luego, quienes transitoriamente ejercen cargos de dirección en cada uno de los estados y, desde luego, también en la propia representación federal.
Ustedes recordarán cómo ha sido tortuoso el camino que se ha recorrido, desde que la sociedad ha exigido un mayor acceso a información, para dar seguimiento, para estar informados del quehacer y del actuar público.
Desde que se creó la institución del IFAI, con señalamientos diversos, con escepticismo, hemos ido avanzando de manera significativa a hacer cada vez más transparente el ejercicio público.
Cuando esta institución se creó hubo voces que apuntaban al descrédito, que decían que era una institución que serviría más para entorpecer que para facilitar el trabajo de análisis de la propia sociedad.
Han pasado ya cerca de 20 años y, hoy por hoy, nos hemos dado cuenta que esta institución es uno de los instrumentos básicos para avanzar en esta gran cruzada.
Ahora, nos corresponde a todos los que estamos aquí generar una nueva institución que, en coordinación integral en el país, sirva para combatir uno de los principales problemas de nuestro país: el exceso de atribuciones, el abuso de atribuciones de quienes transitoriamente ocupan un cargo de dirección, de representación popular o que tienen bajo su responsabilidad dirigir los erarios en el país.
En la medida en que todos generemos una institución que nos dé certeza, tranquilidad, vamos a poder avanzar hacia mejores condiciones de convivencia en todo el país.
Hicimos un esfuerzo importante todos los partidos políticos, para generar esta legislación marco, que aspira a que en cada una de las entidades federativas tengan una legislación espejo, que nos permita avanzar de manera significativa y sincronizada en el combate a la corrupción.
Siete leyes han dado sustento a esta iniciativa de avance, siete leyes que tienen que ver con la nueva forma de convivencia en la administración pública, modificaciones al tribunal; se ha creado una ley que da vida al Sistema Nacional Anticorrupción y estamos ahora en la segunda generación de reformas que permitirán avanzar en el seguimiento a la conducta de los hombres en el servicio público: la ley de obra pública, la ley de adquisiciones.
Y es ahí donde el presidente de la Comisión Anticorrupción, el senador Héctor Yunes, junto con los integrantes de la misma, están haciendo un esfuerzo importante.
Recién acaban de concluir las comparecencias de quienes aspiran a ser fiscal anticorrupción y nos han pedido, en su gran mayoría, que este nombramiento vaya acompañado de una legislación que les permita, verdaderamente, avanzar y combatir de fondo el problema de la corrupción.
Y hay convicción en el Senado de la República de que no se trata de cambiar por cambiar, ni de hacer un nombramiento para ocupar una posición. Se trata de cambiar para hacer que las cosas sucedan y combatir a fondo el cáncer que es la corrupción.
Ese es el propósito, la unidad, en la cual estamos coincidiendo todos los grupos parlamentarios. Es el objetivo que nos guía en esta gran cruzada nacional y de la cual ustedes forman parte de manera significativa e importante.
Por eso, para nosotros es motivo de orgullo y satisfacción acompañarlos en este esfuerzo de coordinación; si avanzamos todos juntos vamos a llegar a la meta que nos hemos propuesto.
Sean todos ustedes bienvenidos y que este trabajo sirva, para seguir avanzando de manera sincronizada y armónica en este propósito común. Muy buenos días.
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