Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

* Intervención de la senadora por el Partido Revolucionario Institucional, Blanca Alcalá Ruiz, durante la reunión de trabajo con Embajadores de América Latina y El Caribe, convocada por la Comisión de Relaciones Exteriores América Latina. Ciudad de México, 22 de febrero de 2017.

 

Muchas gracias.

Aprecio mucho la invitación de la senadora Mariana Gómez del Campo, en su calidad de vicepresidenta del Parlatino, pero también de la presidenta, sobre todo de la Comisión de América Latina y El Caribe en el Senado mexicano, por esta invitación.

Que permite sin duda, volver a saludarles y a estrechar los lazos entre lo que implica el organismo que me honro en representar, y por supuesto los países que conforman nuestro organismo.

Por supuesto, apreciar también al senador Fernando Herrera, presidente de la Junta de Coordinación Política, que además en mi calidad de vicepresidenta del Senado mexicano, pues nos toca compartir también responsabilidades en lo que tiene que ver con la diplomacia parlamentaria, que es uno de los atributos que tiene por facultad constitucional precisamente el Senado mexicano. Gracias senador.

A mis compañeras y compañeros integrantes de esta Comisión, como siempre es un gusto el poder estar con ustedes.

Primero decirles que sin duda el Parlamento Latinoamericano y Caribeño, que como es del conocimiento de todos ustedes, representa el organismo de mayor tradición en la región, de mayor tradición parlamentaria, con 52 años de existencia, hoy se enfrenta también a nuevos retos.

Retos que tienen que ver con las actividades y con la coyuntura que estamos viviendo, y retos que sin duda nos exigen que en el ejercicio de la diplomacia parlamentaria, esmeremos el esfuerzo para con rigor, con excelencia, estemos atentos a los nuevos retos que el momento nos está presentando.

Dicho esto, déjenme compartirles algunas reflexiones. Ya la senadora Gómez del Campo, el propio senador Herrera, han hecho referencia a muchos de los trabajos que México en la región viene realizando con ustedes y con sus países.

Pero también sobre este último tema que hoy nos ocupa, más que preocuparnos.

Sin duda la llegada del nuevo gobierno del presidente Donald Trump, pues ha puesto a la región de América Latina y El Caribe, en una situación de alerta de manera particular.

Todos sabemos que hoy esta relación enfrenta enormes paradojas, paradojas que van de la mano también de la incertidumbre, que nos exigen desplegar mayores esfuerzos políticos y éticos para fortalecer, por un lado, las democracias en nuestros países, pero también para poder construir sociedades tolerantes e inclusivas.

Estos principios fueron precisamente los que dieron origen al Parlatino, la integración por un lado y el fortalecimiento de la democracia por el otro.

Y es hoy cuando esos dos principios seguramente nos volverán a unir, nos volverán a unir en esta premisa de lo que implica la integración, sobre todo de la región.

En este sentido, no obstante que México es el país al  que más se identifica con la migración hacia Estados Unidos, sabemos que los flujos migratorios provienen de todo el Continente.

Sin duda, la convivencia fronteriza ha alentado históricamente la migración de mexicanos al norte, en las últimas tres décadas de esos análisis estadísticos, registros que han evidenciado también el comportamiento de lo que implica esto para nuestro país, pero también para el resto de los países de la región.

Nuestros flujos migratorios que vienen también de muchos de nuestros hermanos de Centroamérica, de muchos de los que hoy se identifican como la gran comunidad latina precisamente en la Unión Americana.

Comunidad que después de la afroamericana, representa el mayor número de influencias tanto en lo económico, como en lo político.

Se trata, señoras y señores embajadores, de una comunidad que se ha distinguido, primero que nada por su capacidad laboral, por su disposición para adaptarse a las condiciones, incluso de vida de los Estados Unidos.

Muchos de ellos en las últimas semanas, familias, tuvieron la oportunidad de conversar, y ahí hemos encontrado no solamente a los mexicanos, sino a muchos de los hermanos de Centroamérica, que nos han dicho también cuáles son sus aspiraciones, cuáles son sus temores, cuáles son sus realidades.

Por ello, creo que hoy más que nunca la comunidad latinoamericana en su conjunto, y sobre todo nosotros los parlamentarios, que representamos a los ciudadanos de nuestros países, tenemos una doble responsabilidad, el escucharlos, el atenderlos y generar sinergias necesarias para que efectivamente las cosas puedan realizarse primero en el marco de lo que implica el respeto a los derechos humanos de los migrantes y de sus familias.

Segundo, por supuesto estar alertas para evitar que estas redadas que se han llevado a cabo y las nuevas disposiciones que pretenden implementarse en materia de migración, definitivamente no acaben por lesionar mucho más lo que ya hoy se está advirtiendo en el día a día de muchos de nuestros migrantes.

Más allá, ustedes seguramente coincidirán con nosotros, que la propuesta del muro, nos preocupa la discrecionalidad también con la que se pretende dotar a los agentes de migración para detener a las personas indocumentadas.

Sin duda, hoy lo que estaremos buscando es que ellos tengan acceso a un proceso justo, por supuesto que esté apegado a la legalidad institucional que caracteriza también a nuestros países.

Nos preocupa también que esta política para quienes han contribuido a generar riqueza en los Estados Unidos, se pueda transformar en una crisis humanitaria, incluso en la frontera norte.

Los últimos años han dado muestra en otras partes del mundo de situaciones similares, y creo que esas lecciones aprendidas son las que debemos de mantener alertas para evitar que esto ocurra precisamente para la región de América Latina.

Se trata, sin duda, señoras y señores embajadores, de una situación por demás difícil, que debemos de prepararnos para poder afrontarla, y qué mejor oportunidad que evitar una crisis humanitaria, de poder construir entre todos una propuesta común, que hacerlo precisamente desde el diálogo de la diplomacia y desde el diálogo mismo de la diplomacia parlamentaria.

En el Parlamento Latinoamericano, en un mes, y me dará mucho gusto que nos acompañen, habremos de tener aquí, en la Ciudad de México, la sede del encuentro de los órganos directivos.

Habremos de delinear cuáles son los siguientes pasos que como región el próximo 24 de marzo, quienes integran el Parlatino, podamos dar en lo que implica desde la revisión de protocolos hasta la armonización legislativa de nuestros países.

Tendremos también la posibilidad de realizar el Cuarto Encuentro de Medios Legislativos Parlamentarios, porque hoy más que nunca los medios de comunicación y los nuevos medios de comunicación, jugarán un papel protagónico en lo que implica la información y la formación para nuestros connacionales.

De tal suerte que yo los invito a que con su apoyo, además de darle la bienvenida a sus colegas, a sus paisanos de los 23 países que conforman en Parlamento Latinoamericano, a los señores vicepresidentes, a los integrantes de las 13 directivas que integran nuestro organismo y a todos los responsables de los medios de comunicación, sea sin duda su participación y su apoyo, lo que nos permita conducir también los trabajos de este ejercicio para el año que nos ocupa.

En unos meses más, en nuestra sede, en la ciudad de Panamá, habremos de realizar también una Reunión Regional de Alto Nivel en materia de Migración, que viene de la mano de las otras actividades que fortalecen nuestro interés en temas por demás sensibles.

Hoy se trata de la migración, seguramente el que más nos preocupa, pero no el único.

Aquí ya se ha señalado cómo a través de la cooperación de nuestros países, hemos logrado ir integrando verdaderas cadenas entre nuestras economías.

Y a los legisladores nos toca poder facilitar en más de una ocasión, los mecanismos que permitan nuestra integración.

Lo hemos hecho en temas comerciales con las leyes modelos desde el Parlatino, en el análisis inclusive de tratados internacionales y de los demás instrumentos, pero también lo hemos hecho en otros temas por demás sensibles, como es el caso de la violencia de género o de la trata de personas.

Como es el caso de la democracia paritaria, que si bien en la región nos enorgullece mucho decirlo, es la que tiene el mayor número de participación de mujeres en los Parlamentos, aún en algunas de nuestras regiones sigue habiendo ausencias importantes.

Pero también como ello, hoy estamos comprometidos con causas que tienen que ver con el combate al hambre y con el cumplimiento de la Agenda 20/30.

De nada serviría que los jefes de Estado hoy se comprometieran en los grandes debates internacionales, si también los legisladores no cumplimos con nuestra parte de formular leyes que resulten adecuadas.

De asignar los presupuestos que resulten necesarios y de fiscalizar las actividades que se realiza con los fondos públicos.

No hay una sociedad de nuestra comunidad que esté ajena a la exigencia de mayor eficiencia y de mejores resultados de todo el poder público, y en ese poder público sin duda hoy el diálogo entre el Poder Ejecutivo y el Poder Parlamentario, el Poder Legislativo, juegan un papel fundamental.

Gracias senadora por esta oportunidad de saludar a las señoras y señores embajadores.

Al señor coordinador por permitirme compartir esta mesa.

A mis compañeras y compañeros.

Y a ustedes, porque hoy más que nunca, insisto, veamos en la integración sin duda la mejor herramienta para enfrentar los nuevos retos.

Muchas gracias.

 

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