Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

* Versión del discurso de la senadora Martha Elena García Gómez, durante la ceremonia de inauguración del 10º Parlamento de las Niñas y los Niños de México, que se desarrolla en la Cámara de Diputados

Muy buenos días tengan todas y todos los legisladores de este 10º Parlamento de las Niñas y los Niños de México; sean bienvenidos al Palacio Legislativo de San Lázaro del Honorable Congreso de la Unión.

Estoy muy contenta de estar aquí con ustedes y quiero agradecer al diputado Javier Bolaños, Presidente de la Mesa Directiva y al diputado Jesús Valencia, Presidente de la Comisión de los Derechos de la Niñez de esta Cámara y, por supuesto, agradezco también la presencia de mi querida amiga Laura Vargas,  directora del DIF nacional. Así también, saludo al licienciado Ricardo Bucio.

De verdad queridos amigos, queridos niños,  espero que su participación en este 10º Parlamento les deje una experiencia que puedan recordar el resto de sus vidas y me gustaría compartirles un poco sobre la importancia del que ustedes estén aquí participando como legisladores.

Hace aproximadamente dos años, un grupo de seis senadores nos reunimos para conversar sobre la importancia de que las niñas, los niños  y los adolescentes de México que vinieran a nuestro país encontrarán con una ley que incluyera todos sus derechos humanos. Estoy segura también de que ustedes ya saben de qué hablo, ¿verdad?

De esa ley que les da a todos ustedes sus derechos, pero también esa ley, también ustedes tienen que saber que ustedes tienen sus obligaciones. En primer lugar, porque ustedes son personas que necesitan conocer e identificar todas aquellas cosas que nosotros los adultos podemos brindarles para que vivan de manera plena y feliz.

Ustedes como niñas y niños que viven en México, se dan cuenta de cosas y situaciones que nosotros los adultos no siempre nos damos cuenta, por eso es tan importante que ustedes estén aquí porque vienen a ser la voz de millones de niñas y niños que viven en los 32 estados que conforman la República Mexicana.

Estoy segura que ustedes quieren decirnos lo que está pasando en sus familias, lo que está pasando en sus escuelas, qué cosas requieren sus amigos, sus hermanos, sus abuelos, sus mamás, sus papás, en fin, toda su familia, también sus vecinos y, por supuesto, sus maestros.

Yo sé que ustedes nos quieren decir lo que les gusta y lo que no les gusta hacer, a qué juegan y que no quieren que haya en sus calles y en sus comunidades. Por qué es importante que ustedes vayan a la escuela; por qué es importante que ustedes jueguen; por qué es importante que tengan una familia; qué debemos hacer los gobernantes para que ustedes vivan mejor.

Ahora que están aquí, miren a la niña o al niño que tienen a su lado, a los que tienen a su alrededor y piensen que en México hay muchas niñas y niños de diferentes lugares, con diferentes costumbres, con diferentes ideas, con diferentes lenguas, pero que deben de expresarse para que el país en el que viven sea siempre un lugar mejor.

Para eso están ustedes aquí, para compartirnos todas estas experiencias que nosotros no conocemos, pero que necesitamos saberlas para que cuando hagamos leyes y acciones para la niñez en México, estemos seguras y seguros de lo que ustedes quieren.

México tiene muchas cosas buenas y como todo país también tiene problemas, estoy segura de que ustedes ya tienen soluciones a muchos de ellos, ¿verdad que si?, ¿o me equivocó?

Quiero darles una sugerencia de legisladora a legisladores: yo creo que cuando ustedes lleguen a sus comisiones a trabajar, van a identificar que hay muchos temas y muchas ideas que quieren discutir, por eso, cuando estén ahí y eso suceda, piensen en lo que ustedes creen que ayudaría a mejorar la vida de muchos niños, no sólo piensen en sus familias o en sus amigos de la escuela, piensen en las niñas y los niños que ustedes conocen y los que no conocen, piensen también en los que van a la escuela, pero también piensen en los que no van, los que tienen una familia y aquellos que no, los que tienen una casa y los que viven en la calle y piensen sobre todo como podrían ayudarles a que su vida fuera mejor.

Yo sé queridos amigos que cuando lo hagan, todas estas niñas y niños que conocen y que no conocen, serán personas orgullosas de ustedes porque se van a sentir bien representados.

De verdad, les agradezco mucho que estén aquí, sé que tuvieron que recorrer un camino largo, pero disfruten su estancia, se vale jugar ¡eh!

Ahorita pensando en todos ustedes, cómo me hubiera gustado a mí hace ya muchos largos años, que hubiera habido esto que ustedes están viviendo, así es de que provechen; aprovechen todo lo que tengan que hacer aquí de trabajo. Yo creo que algunos se están riendo porque han de decir: “ya está medio viejona”, ¿o no?

Pues amigos y amigas quiero decirles, ya para terminar, pedirles un fuerte aplauso para todas y todos ustedes por llegar aquí.

Muchas gracias.

 

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