* Mensaje de la senadora del Partido Revolucionario Institucional, Marcela Guerra Castillo, al clausurar la 13ª Asamblea Plenaria de ParlAméricas: Fortaleciendo Parlamentos y Construyendo Sociedades Resilientes para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible, efectuada en las instalaciones del Senado de la República, el miércoles 7 de diciembre de 2016.

Compañeras y compañeros legisladores, 

Señoras y Señores:

Desde su origen, ParlAmericas ha buscado consolidarse como la organización parlamentaria por excelencia para fortalecer la democracia y la gobernabilidad en el hemisferio. Con la 13ª Asamblea Plenaria hemos honrado esa vocación y profundizado nuestro compromiso de contribuir al debate sobre cuestiones centrales para el desarrollo de las Américas, con la mirada puesta en necesidades urgentes de armonización legislativa e intercambio de experiencias parlamentarias. 

Para el hemisferio, y especialmente para América Latina y el Caribe, no hay un reto más relevante en la actual agenda de desarrollo sostenible que el combate a la desigualdad. En este sentido, durante nuestros trabajos ha quedado de manifiesto que de la implementación exitosa de los 17 objetivos y las 169 metas que conforman la agenda 2030 de las Naciones Unidas, depende la viabilidad de la transformación del rostro social de nuestro continente. 

Enfrentamos retos formidables para hacer viable esta agenda en nuestros países. Por un lado, un contexto de relativa desaceleración económica global, resultado de procesos económicos y políticos globales. Entre ellos, destacan los actores que han construido una oferta electoral en contra de la globalización económica. Por el otro, una reformulación de los riesgos para la gobernabilidad democrática en las Américas en donde el bienestar de millones de familias podría verse comprometido ante la falta de reformas fundamentales para combatir la exclusión y la vulnerabilidad.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible son una hoja de ruta para cambiar un estilo de desarrollo y un diseño de políticas económicas, industriales, sociales y ambientales, que no ha rendido los frutos esperados para garantizar la inclusión social, la incorporación de la innovación y el conocimiento en la producción y el combate eficaz contra los efectos negativos de la degradación ambiental. 

En este esfuerzo, los Parlamentos somos una instancia imprescindible. La Declaración de aprobación de la Agenda 2030 por parte de la Asamblea General reconoce “que los Parlamentos Nacionales desempeñarán un papel fundamental en el cumplimiento efectivo de nuestros compromisos promulgando legislación, aprobando presupuestos y garantizando la rendición de cuentas”. 

Como ha quedado claro en nuestras sesiones, los Parlamentos de las Américas hemos ya adoptado diversos mecanismos de seguimiento legislativo y monitoreo al cumplimiento de la agenda 2030. Más aún, hemos identificado esfuerzos clave para plantear esquemas de rendición de cuentas, identificación de necesidades normativas, dotación de presupuestos y supervisión sobre su utilización

Esta Décimo tercera Asamblea Plenaria puede dar cuenta de la forma en que ParlAmericas ha colocado en el centro de su agenda y en una de sus prioridades más altas el tema del papel de los parlamentarios en la implementación de la agenda 2030 para el combate frontal a la desigualdad social. 

Especialmente fructífera fue nuestra discusión sobre el monitoreo, el seguimiento de los medios de implementación y la generación de indicadores útiles para la evaluación de los ODS. Como legisladores no sólo tenemos la responsabilidad de exigir y supervisar que las políticas económicas, industriales, sociales y ambientales, así como las que tienen que ver con la protección de los derechos humanos, la consolidación del estado de derecho y el avance de la igualdad de género, se formulen en sintonía con este cambio estructural progresivo hacia el desarrollo sostenible.

Tenemos además el imperativo de aprovechar la revolución de los datos que vivimos hoy día para reforzar nuestras capacidades estadísticas y favorecer el seguimiento de indicadores asociados a los ODS, para estar a la altura del desafío que supone impulsar la ciencia, la tecnología y la innovación como elementos habilitadores del desarrollo. 

Pero el desarrollo, compañeras y compañeros, es también un asunto político que requiere acuerdos en todos los frentes para lograr un aumento de la productividad sin mermar al medio ambiente, una participación activa en la cuarta revolución industrial y tecnológica sin menoscabo de una perspectiva humanista, y la generación de condiciones para la erradicación de la pobreza y el hambre. De ahí la importancia del Objetivo 16. Sin acceso a la justicia para todos y sin instituciones eficaces, responsables, democráticas e inclusivas a todos los niveles, el resto de los objetivos serán inalcanzables. Esto incluye por supuesto combatir la corrupción y el soborno, proteger las libertades fundamentales y garantizar el acceso público a la información. 

Estoy cierta de la fecundidad de estas jornadas para hacernos ver que nuestros mejores oficios políticos, de negociación y persuasión, deben estar al servicio de esta agenda. Necesitamos convencer de ello a las autoridades estatales y locales – considerando por supuesto a sus órganos legislativos- a los empresarios y al Poder Judicial, a las organizaciones de la sociedad civil y a la academia, a los partidos políticos y los sindicatos, de que ésta es la batalla central de nuestro tiempo. 

Quiero, por último, agradecer la confianza que los parlamentarios de las Américas me han refrendado por medio de su voto, para encabezar los esfuerzos de ParlAmericas durante los próximos dos años. Asumí este honroso encargo en 2014, ante un contexto internacional completamente distinto al que enfrentamos en la actualidad. Confío en que, con su apoyo y entusiasmo característico en los trabajos de ParlAmericas, llegaremos a 2018 con una plataforma de diplomacia parlamentaria fortalecida, capaz de enfrentar con éxito los desafíos de la agenda de desarrollo que hemos discutido en esta Asamblea.

Los parlamentarios debemos ser quienes encabecemos un firme compromiso con la política como la mejor herramienta para llevar adelante este ideario. Este es el momento idóneo para hacerlo. La desigualdad puede ser ya nuestra principal amenaza no sólo para la consolidación democrática o para la prosperidad económica sino, más aún, para nuestra seguridad nacional y regional. Esta Asamblea Plenaria fue un llamado a la acción responsable y creativa, pero no por ello menos urgente. Tomemos en nuestras manos el futuro y la orientación de esta discusión y de estas reformas cruciales para el hemisferio. 

Muchas gracias. 

 

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