* Versión de las palabras de la presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de la República, Gabriela Cuevas Barron, durante la reunión de trabajo con el subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Paulo Carreño King. 

Muy buenos días.

En primer lugar, quiero dar la bienvenida a este Senado de la República y a esta Comisión de Relaciones Exteriores al subsecretario, maestro Paulo Carreño King, quien es subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores y con quien, debo reconocerlo, hemos tenido un buen camino de diálogo y de trabajo conjunto.

En esta ocasión, los acontecimientos políticos que suceden en los Estados Unidos nos han llevado a centrar gran parte de nuestros en dialogar precisamente sobre diversas aristas que rodean esa coyuntura y que están incidiendo negativamente en México y en la relación bilateral.

A menos de dos meses de la elección presidencial de Estados Unidos, ningún fin práctico vamos a obtener de la victimización, de la descripción del estado de las cosas o con estrategias únicamente para el control de los daños.

Necesitamos dejar a un lado las fobias y las divisiones políticas y dar paso a definir rutas de trabajo comprometidas con México.

Sólo así, con reuniones como la que hoy tenemos con usted, subsecretario, podremos encontrar la utilidad y coadyuvar para generar verdaderas líneas de acción entre los Poderes Ejecutivo y Legislativo para que se concreten objetivos apremiantes, como lo es el empoderar a la comunidad latina para que haga uso de sus derechos políticos.

Si bien hoy esta coyuntura nos ha obligado a múltiples debates públicos, me parece que es más todavía en este momento pertinente llevar a cabo un diálogo entre poderes, un diálogo republicano que nos permita construir, que nos permita ver cómo desde el Senado de la República podemos, dando algunas cifras, lograr que los 20 millones de latinos que pueden votar en los Estados Unidos y que no lo hacen, se animen a registrarse y a ir a votar.

Queremos saber también cómo desde el Senado de la República podemos proteger los intereses de nuestro país, entre ellos por supuesto el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

Queremos también dialogar con usted, subsecretario, sobre cómo puede el Senado de la República, y en concreto la Comisión de Relaciones Exteriores, insertarse en un marco por supuesto de respeto y de estricto cumplimiento de nuestra Constitución, pero sí estar más cerca del proceso electoral de los Estados Unidos.

También, encontrar los mejores mecanismos y actualizar incluso el marco normativo para encontrar las mejores formas de protección para nuestros migrantes.

Sea cual sea el escenario electoral de 8 de noviembre, hay que recordar que el discurso de odio no será nada más el día de la elección, sino que puede quedarse y puede permear en distintas esferas de la sociedad norteamericana.

Queremos cambiar esa percepción de nuestro país pero no sólo por la imagen, sino por las personas, por aquéllos que se quedan a sufrir las consecuencias del discurso del odio y de la xenofobia.

Sabemos también que la mejor forma de defender a nuestros connacionales está en brindarles las herramientas para que ellos puedan defender sus derechos todos los días. En encontrar consulados que no sólo promuevan la credencialización para votar en nuestro país, sino que también promuevan el aprendizaje del idioma inglés, de manera que puedan jugar en un esquema de tú a tú en los Estados Unidos. Que puedan también conocer a fondo sus derechos y cómo ejercerlos en el sistema norteamericano.

Insisto: lo más importante me parece el que logren ir a votar.

Actualmente, de los 27.3 millones de latinos aptos para votar el próximo 8 de noviembre, 11.7 millones son mexicanos; 11.7 millones.

Estamos hablando que hay muchos países que no cuentan con esta población y me parece que hoy no podemos perder de vista un tema muy importante: hemos padecido un México en los reflectores en los Estados Unidos. Y digo “padecido” porque me parece que no hemos sabido verlo como una oportunidad.

Ésta es la primera ocasión en la que el poder de México es innegable. En muchas ocasiones, y en la historia de los Estados Unidos, querían hacer a un lado a nuestro país hasta pretender que México no existía.

Hoy, me encantaría decir que para bien, pero creo que para mal, México ha estado en ese centro del debate. Pero me parece que todavía estamos a tiempo de darle la vuelta a esa mala narrativa.

Hoy tenemos la posibilidad de demostrar que México cuenta, que México es un factor de poder y de incidencia sobre todo en estados muy importantes de la Unión Americana.

Hoy tenemos la oportunidad de demostrar qué es México y quiénes somos los mexicanos; de demostrar cómo hemos abonado a la economía estadounidense de distintas formas; cómo aquellos migrantes indocumentados aportan 1.7 billones de dólares en impuestos cada año sin recibir una sola prestación gubernamental por la misma vulnerabilidad que representa y carecer de documentación.

Pero también podemos ver a los grandes mexicanos que se encuentran en el cine, en la arquitectura, en las artes, en la ciencia, en las universidades, en Wall Street. Hay mexicanos que hacen de Estados Unidos una economía y un país fuerte y eso es, me parece, lo que más hay que destacar.

Sabemos que, como país, y en la relación bilateral, las cifras son positivas. Sabemos del millón de personas que cruzan todos los días por la frontera. Del más de millón de dólares que se intercambian por minuto, pero me parece que lo mejor, lo que mejor habla de México son los mexicanos y son esas historias de esfuerzo y son esas historias de trabajo y de éxito que nosotros debemos resaltar.

Me parece también importante, subsecretario, que a partir del día de hoy podamos sentar las bases para un diálogo más frecuente.

Reconozco su disposición para llevar a cabo este diálogo y más en un momento que ha sido álgido y complejo en la dinámica pública, que ha estado presente en el debate, en los medios, incluso ya aquí en la tribuna del Senado en distintas ocasiones.

Este diálogo, me parece, representa ante todo una oportunidad para conocer su trabajo, pero también una oportunidad para construir juntos.

Estoy segura, y lo digo a nombre de mis compañeras y compañeros, que ése es el espíritu que prevalece no sólo en la Comisión de Relaciones Exteriores, sino en todo el Senado de la República.

Hoy, a dos meses de la elección en los Estados Unidos, es un momento fundamental para empezar a construir, para construir juntos y lo que en lo personal espero de esta reunión, subsecretario, es que además de conocer su trabajo, podamos también, de manera muy importante, escuchar sus propuestas sobre cómo trabajar en adelante la Subsecretaría a su cargo, la Comisión de Relaciones Exteriores y cómo es que podemos coadyuvar para que a nuestros connacionales y a México le vayan mejor en los Estados Unidos y en Canadá.

Y, bueno, si bien he centrado mucho de mi introducción en los Estados Unidos, me parece que también será importante escuchar de su parte cómo está la relación con Canadá, cuál ha sido el avance, especialmente en el larguísimo debate que hemos tenido sobre las visas. Hay quienes hablan de que ya no será necesario el requisito; hay quienes dicen que permanecerá la necesidad de un permiso especial.

Sabemos también que hoy la coyuntura con Canadá es totalmente distinta a los problemas que hay con Estados Unidos. Hay una oportunidad, hay un cambio de gobierno y un gobierno que quiere a México, que está abierto, que puso a México también como una de las propuestas de campaña y que me parece que es un momento importante para construir y para potenciar.

En ese sentido, también en la relación con Canadá, el Senado de la República tiene mucho qué decir: se han construido reuniones interparlamentarias, hemos coincidido también con los canadienses en la Unión Interparlamentaria.

Personalmente he tenido un diálogo frecuente con las autoridades del Senado canadiense y es mejor ahora que dejarlo para, si llega después un gobierno, que no fuera otra vez tan favorable, hoy es el momento de construir con Canadá. Hoy me parece que hay una inercia muy positiva y en la medida en que también nosotros desde el Senado podamos abonar a ello, nos dará mucho gusto poder participar más allá de lo que la diplomacia parlamentaria tradicionalmente establece.

Muchas gracias por su visita, subsecretario.

Muchas gracias también a todo el equipo de trabajo de la Subsecretaría que lo acompaña y también agradecemos a los medios de comunicación que hoy están aquí y a los equipos de trabajo.

Señor subsecretario, una vez más bienvenido. Tiene usted el uso de la palabra.

 

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