* Versión de la entrevista concedida por el senador Roberto Gil Zuarth, al término de la Junta Previa del Senado de la República para elegir a la nueva Mesa Directiva.

 

PREGUNTA (P): inaudible…

 

SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH (RGZ): …antes de poder plantearse una relación, un diálogo con el señor Trump, es pedirle que se disculpe.

 

Y antes de haberlo invitado, debe ver con claridad         qué posición estaba ostentando y qué posición pretende tener Donald Trump frente a la… inaudible…

 

No podemos respetar cualquier tipo de discurso. No es respetable el discurso del odio, el discurso de la xenofobia. No es respetable el discurso demagógico.

 

No tenemos ninguna razón para respetar al señor Donald Trump mientras esas sean sus banderas.

 

 

P: Senador, en ese tema, nada más, rapidísimo: acaba de concluir el encuentro. Están en la sesión de preguntas y respuestas.

 

Una de las primeras cosas que dijo Donald Trump es que insistió frente al presidente de la República en la construcción de este muro con la variante de que ahora le pone el asunto de seguridad para ambas naciones y que también impida el tráfico de armas desde el norte hacia el sur y de capital, para el narcotráfico.

 

RGZ: Si nos vino a decir justamente lo que ha dicho en Estados Unidos, que la relación es a partir de muros y no a partir de inteligencia, de cooperación y corresponsabilidad, simplemente está bordando en su mismo discurso.

 

Lo que debiéramos estar buscando los mexicanos es quién garantiza una relación bilateral de cooperación, de corresponsabilidad, de sensibilidad y, sobre todo, de asumir que los problemas son comunes.

 

No muros físicos sino cooperación, coordinación, amistad, buena relación para enfrentar los problemas que aquejan a las dos naciones.

 

 

P: ¿Se puso en una situación muy vulnerable al presidente?

 

RGZ: Yo no entiendo por qué se le formuló esa invitación y lo digo con toda claridad: no entiendo por qué se recibe al señor Donald Trump para rescatar la campaña presidencial fallida del señor Donald Trump, para tratar de lavarle la cara al señor Donald Trump y para que pueda regresar a Estados Unidos a presentarse como un candidato que puede hablar con la comunidad mexicana, con la comunidad hispana.

 

Hay que ver las redes sociales y la enorme irritación que está generando ese encuentro, no solamente entre los mexicanos sino también con los hondureños, los salvadoreños, los panameños, los cubanos; latinoamericanos que están sufriendo en carne propia el discurso de exclusión, el discurso de odio, el discurso de persecución que ostenta y representa Donald Trump.

 

Simplemente no se entiende por qué se quiere construir una relación de respeto con un señor que no nos ha respetado, que tiene posiciones que no son dignas de respeto, que está hablando de dividir a dos naciones que política, cultural, económica y geográficamente están y deben estar integradas.

 

Nuestra relación debe ser de cercanía, no de muros y si lo que vino a decir Donald Trump es que quiere construir los muros, simplemente lo invitaron para darle eco a esas malas posiciones.

 

 

P: ¿Quién pagará las consecuencias, senador?

 

RGZ: Yo me imagino que el presidente de la República ha valorado con total claridad cuáles son los efectos de esto y cuáles son las implicaciones.

 

Yo veo una enorme irritación en la campaña de Hillary Clinton, y Hillary Clinton nos acaba de recordar que hemos recibido con pompa y circunstancia, le hemos abierto la casa de los mexicanos, a una persona que se ha cansado de hacer de México la piñata electoral, la piñata político-electoral, el botín electoral de la campaña presidencial de Estados Unidos.

 

P: Dicen que había una costumbre de invitar a los precandidatos, pero no había necesidad…

 

RGZ: Por más buena costumbre que la hubiera, nunca habíamos tenido esa mala costumbre de tener un candidato que asumiera como discurso principal una confrontación con México.

 

Y yo creo que ese solo dato, el hecho de observar el discurso de Donald Trump, es suficiente para retirar la invitación, por lo menos para condicionar la invitación, para decirle claramente que si quiere venir a México, tiene que ser a partir del reconocimiento de que se equivocó, que pida perdón y que, sobre todo, se comprometa a modular su discurso.

 

Yo no invito a mi casa para que me vengan a insultar y eso creo que debió de haberse reflexionado antes de formular esa invitación.

 

P: Gracias.

 

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