Pregunta. Senador, respecto al asesinato del presidente municipal de Pungarabato ¿nos puede dar su opinión? 
Armando Ríos Piter: Es un hecho indignante, es un hecho terrible; es un hecho que causa dolor, que causa frustración, que causa indignación, toda vez que el presidente municipal, Ambrosio Soto, desde hace varios meses, denunció que era sujeto de solicitudes de extorsión.  
Fue un hecho notorio y público toda vez que se le entrevistó en medios y cadenas nacionales, y que el gobierno federal, a lo único que redujo su apoyo fue, a ponerle una escolta, pero que conocedor el gobierno de Enrique Peña Nieto de la delicada situación que guarda la Tierra Caliente, no instrumentó ningún estrategia que implicara inteligencia, que ubicara a los actores representantes del crimen organizado, y sobre todo que evitara que dichos actores que estaban amenazando al presidente Ambrosio Soto, cumplieran sus objetivos.  
De hecho, hace tan solo tres semanas fue amenazado de muerte nuevamente; se habló con el encargado del tema de seguridad, con Renato Sales, se le comentó a Osorio Chong, que como representante del gobierno de Peña Nieto, hicieron caso omiso de estas advertencias, sabedores de la delicada situación que vivía el presidente y que se vive en la Tierra Caliente.  
El presidente hace un año y medio, en su decálogo, señaló que iba a hacer una estrategia en Tierra Caliente precisamente, para disminuir la delincuencia, y pues el terrible resultado de la muerte de nuestro amigo y compañero, es sin duda alguna es una responsabilidad del gobierno federal.
Pregunta. Senador, estos hechos derivaron de una serie de denuncias que ya había hecho, y fueron incapaz de atenderlo. Cómo… 
ARP. Lo que hubo por parte del gobierno federal es indolencia. Y bueno, el gobierno estatal que debió atender el asunto, demuestra nuevamente su mediocridad y su incapacidad por cuidar al pueblo de Guerrero. 
Demuestra que es un gobierno totalmente ausente, y totalmente carente de capacidades para cuidar y defender a los guerrerenses y a las guerrerenses. 
Sin embargo, me parece que el tema, ubicado y conocido por parte del Presidente Peña Nieto, identifica en él y en su gobierno, en Osorio Chong y en Renato Sales, a funcionarios públicos totalmente indolentes. 
Hace tan solo algunos días, el propio Ambrosio Soto, me enseñó el reclamo que le hacía Renato Sales, de que estuviera haciendo denuncias públicas, y le reclamaba que esas cuestiones se trataban en privado, cosa que evidencia lo absurdo y la total falta de interés, de atención, de sensibilidad, de respeto por el tema que se está atendiendo, porque en ese señalamiento deja claro el gobierno federal que lo único que le interesa es la imagen, las percepciones, y no le interesa hacer nada por verdaderamente evitar la inseguridad que se vive en Tierra Caliente y en muchas regiones del país. 
Es un gobierno totalmente indolente, y reitero, ante un asunto que se ha venido conociendo desde hace un año, donde incluso la síndica municipal tuvo que renunciar porque su marido fue secuestrado, donde se supo desde hace tres semanas que el chofer de Ambrosio Soto fue asesinado, y que él personalmente lo denunció, y que nosotros hicimos de conocimiento de esto del gobierno federal, pues lo que queda es una enorme claridad en que el gobierno federal está apostándole a no hacer nada, por garantizar que las cosas sigan como sigan en las regiones donde existe actividad criminal, demuestra su incapacidad, o por inacción, demuestra que se siente cómodo con esta situación de inseguridad que sufre la gente en Guerrero, y la gente del país que sufre este tipo de condiciones. 
Pregunta. Senador ¿qué esperaríamos del gobierno? Toda vez que recientemente hubo otra declaración pública en el Senado con el alcalde Huamuxtitlán. 
ARP. Pues el gobierno debería, primero que nada de tomar cartas en el asunto, e identificar a los responsables de estos terribles hechos. Darle sin duda alguna, seguridad inmediata a la familia; a los familiares del presidente municipal, pero atender el asunto. 
Me parece que éste es un terrible hecho; desafortunadamente fue una crónica largamente sostenida alrededor de una amenaza, que terrible y desafortunadamente hoy, ha cobrado la vida de una persona que con valentía, decidió apostarle a las instituciones; instituciones que en este caso, le fallaron y que se quedaron totalmente indolentes e insensibles ante el reclamo que se hacía, de acompañar y de ayudar.  
No hubo inteligencia, por más que se sabe, qué es lo que está pasando en la Tierra Caliente, el gobierno federal le apuesta a no hacer nada, y eso lo hace cómplice de estos hechos.