Palabras del senador del Partido Revolucionario Institucional, Humberto Domingo Mayans Canabal, durante el diplomado “el asilo como derecho a la protección internacional”, el viernes 1 de julio de 2016.

Querida amiga Mariana Gómez del Campo;

 

Compañeros senadores aquí presentes;

 

Señor subsecretario;

 

Amigo Mark Manley;

 

Compañeros todos:

 

Quiero reconocer, en un principio agradecer el trabajo de mis compañeras senadores y senadores, Mariana Gómez del Campo, Layda Sansores San Román, así como de mi amigo el senador Zoé Robledo Aburto, por su permanente interés en promover acciones, iniciativas y políticas públicas, así como estos cursos, estos diplomados, que van a tratar un tema central fundamental para las políticas públicas, que es el tema de refugio.

 

También, como está aquí presente, Angélica de la Peña, que es la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, que está perfectamente relacionado con el trabajo que ella ha venido realizando en su Comisión, que es un trabajo muy serio, muy responsable, brillante. Así que, Angélica, muy bien que estás acá con nosotros, participando en ello.

 

Todavía la tarea que tenemos en el Senado, por delante, va a ser muy ardua estos dos años. Hay muchos temas relacionados con migración, refugio, asilo, entonces esto es fundamental para nosotros; y estar coordinados contigo, Angélica, nos parece muy importante.

 

Como sabemos todos, la migración está presente en nuestra realidad cotidiana, globalmente hablando; es ya una práctica cotidiana, constante en la historia de la humanidad, además.

 

De hecho, podemos afirmar que nuestras civilizaciones no serían lo que son sin la permanente movilidad o migración humana, ya que con ella -con la migración- se han enriquecido y diversificado tanto el conocimiento técnico, como científico, la cultura, las artes, universalmente hablando.

 

Por ello, sin duda, la prosperidad de muchos países descansa, sin duda, en la continua práctica de la migración humana.

 

De acuerdo con el anuario 2015 de migración y remesas, publicado por la Secretaría de Gobernación, el Consejo Nacional de Población y la Fundación Bancomer, hay en el mundo -2015- 231 millones de personas viviendo fuera de su país de nacimiento y México es de los países con más migrantes en el mundo, aproximadamente 13 millones de personas, cerca del 10 por ciento de su población.

 

Más del 5 por ciento de la población mundial ha emigrado y vive fuera de su país, conforme a este informe.

 

De hecho, la publicación indica que América Latina es una de las tres principales regiones del mundo en cuanto a movilidad humana; sin embargo, hoy la migración de múltiples grupos de población en todo el mundo, obedece más a una especie de retirada obligada, más que a un proyecto de vida.

 

Esa causa de múltiples factores -como lo sabemos todos- que van desde la pobreza extrema en sus lugares de origen, la violencia, las guerras, la falta de empleo y la ruptura de la cohesión social, la desintegración familiar, la persecución política o ideológica también son motivo de movilidad, de que muchas familias o personas, mundialmente decida abandonar su hogar y su país de origen.

 

Ante ello, no podemos dejar de reconocer que no hemos sido capaces de resolver las causas que han incrementado la obligación o desplazamiento forzado de millones de personas y que hoy se califica en muchas partes como migración ilegal, llegando en algunos casos a ser calificada como una verdadera crisis humanitaria.

 

Entonces, tal es el caso de los desplazamientos de África y Medio Oriente hacia los países de la Unión Europea que estamos viviendo ahora y que ha dado, entre otras causas, una reacción alarmante en muchos países, como recientemente lo vimos en Inglaterra, de rechazo a esas migraciones, en donde la pobreza, la violencia y las guerras han obligado a muchos millones de gentes, tanto de África, como de Medio Oriente, querer acceder a países de Europa, para encontrar protección y mejores niveles de vida.

 

Hay cifras que señalan que en 2013 fueron cerca de 80 mil personas las que abandonaron sus países de origen, para refugiarse en algún país de Europa.

 

En 2014 la cifra llegó a 210 mil; y en 2015 el número llegó a 300 mil. Es ya, como todos lo sabemos, una verdadera crisis humanitaria, con múltiples tragedias y repercusiones insospechadas, que ha obligado a algunas naciones, a varias de Europa ya, a cerrar sus fronteras y regatear el asilo o el refugio para estas personas, que se han visto obligadas, no por gusto propio, porque nadie lo hace, a abandonar su hogar y su país de origen.

 

No olvidemos que el primer viaje del Papa Francisco, fue a la Isla Lampedusa -ese fue el primer viaje como Papa que tuvo- para mandar un mensaje de cuál era la percepción de la iglesia y de él, como líder religioso, sobre el problema de refugio, donde han muerto millones de gentes tratando de llegar a las costas europeas.

 

Para 2015 la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR), informó que el desplazamiento formado en el mundo alcanzó una cifra de 65.3 millones de personas. Y esto significa que 34 mil diarias fueron forzadas a abandonar su hogar y que más de la mitad de los refugiados en el mundo -el 54 por ciento- proceden particularmente de tres países de Arabia: de la República de Siria, Afganistán y Somalia.

 

Y dentro de este entorno el desplazamiento forzado en el mundo, ACNUR reporta que 98 mil 400 solicitudes de asilo fueron presentadas por menores de edad no acompañados, otra tragedia. Y en México lo hemos vivido con los niños migrantes no acompañados, que vienen de Centroamérica, particularmente del triángulo del norte, que es la región más violenta del mundo sin guerra: El Salvador, Guatemala y Honduras.

 

Poco hemos avanzado en este tema. En México, desde el punto de vista legislativo, creamos una ley, reformamos otras, como la Ley del Instituto Nacional de Migración, para que estos niños puedan ser tratados de una manera justa, digna, respetando sus derechos humanos -que como niños lo tienen- y que en lugar de ser detenidos en las agencias migratorias, puedan ser puestos a disposición del Sistema DIF nacional, para que allí, en estancias específicas creadas para ellos, para niños no acompañados, con el personal debidamente entrenado y capacitado, puedan ser atendidos.

 

No hemos logrado del todo resolver este problema y será una tarea que seguramente a partir de septiembre los senadores que estamos trabajando en estos temas, podamos atender, porque la niñez globalmente está en peligro, por la violencia, por el uso que se está dando a los niños en problemas como la sexualidad y por la trata de niños que cada vez se está incrementando de manera más importante.

 

No solamente por las guerras, sino el tema de los niños globalmente es muy importante, insisto, y lo tenemos que ver desde un punto de vista global y atender los problemas de manera regional.

 

La niñez en el mundo está amenazada y algo tendremos que hacer aquí, porque ese es el futuro de nuestra generación como humanidad.

 

Y dentro de este entorno, el desplazamiento forzado -ya lo dije, perdón- reporta 98 mil 400 solicitudes de asilo que fueron presentados por menores no acompañados.

 

Sin dejar de reconocer la gravedad de esta situación de impacto mundial, quiero llamar la atención sobre una migración que está por ocurrir y seguramente tendremos muchas solicitudes de asilo por ese fenómeno, que muy pronto lo estaremos viviendo.

 

La migración y la solicitud de refugio, ya no por guerras, por desintegración familiar, por violencia solamente, por una manera de pensar, ideológica, sino por el cambio climático.

Hemos sido testigos de casos aislados ya, de regiones en donde el cambio climático está afectando y ha habido ya migraciones importantes.

Sin duda, ante el incremento de los indicadores ambientales del deshielo, desertificación, acidez del mar, entre otros, que incrementan los niveles del mar, debemos prepararnos para hacer frente a este tipo de migraciones, sobre todo, en la región Mesoamericana, que ha sido catalogada como una de las zonas más vulnerables.

En México, desde el Río Papaloapan, hasta la Laguna de Términos, sin descartar la Península de Yucatán, en el mapa global de riesgo del cambio climático, es una de las zonas más amenazas.

Siempre he dicho, y aquí hay un senador por Chiapas, que las costas de Tabasco son las que están más amenazadas, el 25 o 30 por ciento del territorio tabasqueño, que son tierras bajas, todas, están amenazadas por el incremento del nivel del mar, y ya estamos sufriendo en las costas devastación.

Poblados que están amenazados con desaparecer pronto, pero es el 25 o el 30 por ciento de las costas. Esto va a obligar a migraciones, va a obligar a desplazamientos de poblaciones enteras.

Yo digo que los tabasqueños fuéramos verdaderamente inteligentes, y soy senador por Tabasco, ya estaríamos tomando las tierras altas de Chiapas, que es la única manera, irnos a los cerros para poder resolver el problema que vamos a tener con el cambio climático.

Pero en fin, no nos atrevemos todavía a hacerlo, pero lo vamos a tener que hacer por necesidad. Una chinampa. Bueno, los camellones chontales son chinampas, pero se las lleva el mar.

Entonces, de hecho, estos son los tipos de problemas que tenemos, y que ya están presentándose y que muy pronto los vamos a vivir en varias regiones del mundo, y estos desplazamientos se van a dar.

Y no veo que tengamos, salvo la ONU, que tiene un proyecto, un diagnóstico, los gobiernos federales o estatales de la región, no están contemplando este problema como un problema importante que debemos empezar a atender ya.

De hecho, en 1990, el grupo intergubernamental de expertos sobre el cambio climático -y disculpen que me explaye un poquito en esto y que me lleve un poquito más de tiempo, pero creo que son temas que seguramente serán tratados aquí en el diplomado- observó que la migración humana podría ser la consecuencia más grave del cambio climático, ya está por la ONU.

Millones de personas se tendrían que desplazar a causa de la erosión de la línea costera, de las inundaciones de litoral, y los estragos, ojo, en agricultura.

Gran parte del problema de migración y de solicitud de algunos de asilo en México, de Salvador, Guatemala y Honduras, se debe a las grandes sequías.

Fíjense bien, primero estos tres países fueron devastados por los huracanes, hace 10 años, y destruyeron una gran parte de infraestructura, carreteras, puentes, hospitales, escuelas y nunca se han recuperado.

Los tres países tenían tendencias de crecimiento y desarrollo económico aceptables en la región, parecidos a Panamá o parecidos a Costa Rica.

Sin embargo, a partir de esta devastación originada por estos grandes huracanes, que también afectaron Chiapas, entre otros, el Stan, entre otros, nunca se recuperaron.

Chiapas pudo recuperarse, se reconstruyeron infraestructuras, pero estos tres países no.

Y ahora están viviendo una sequía que ha proporcionado ya en cuatro años, que ha originado una hambruna brutal y están emigrando por hambre, no solamente por violencia también, sino por hambre también, por la sequía originada por el cambio climático.

Entonces tenemos que prepararnos porque los pronósticos y predicciones para el 2050, a la vuelta de la esquina, son que 200 millones de personas serán desplazadas por problemas del cambio climático, solamente para 2050. Y tenemos que estudiar este fenómeno y prepararnos para esta migración.

Hace unos días, el 21 de junio, se llevó a cabo un foro sobre Experiencias en Materia de Refugio, y ahí se mencionó que el promedio anual de migrantes centroamericanos que intentan cruzar por nuestro país, atiende a 400 mil, y entre ellos, hay mujeres y niños en condiciones de alta vulnerabilidad.

Ya dio los datos aquí Mariana Gómez del Campo, de cuántas solicitudes tuvimos, mil 200, solamente en 2015; cuántas desistieron, cuántas se autorizaron. Este es un tema que tenemos que analizar con las autoridades.

Y además, el representante de la oficina de la ONU para refugiados ACNUR en México, nuestro amigo el señor … mencionó que ha habido un incremento sustancial de hasta el 77 por ciento en las solicitudes de refugio para permanecer en nuestro país, y pocas son las atendidas.

Esto significa que las personas que salen de sus países centroamericanos, huyen ciertamente de la circunstancia, pero también prevén llegar a los Estados Unidos como una medida para resolver sus problemas.

Y ya vimos cuál es la política que ha planteado Estados Unidos y el resultado de las gestiones del Presidente Obama para resolverlo. Aquí, serán rechazadas.

Esperemos que no gane Trump, que gane la señora Clinton, y que ese muro nunca se construya.

La historia de refugio en México ha sido históricamente muy importante, ya lo decía Zoé Robledo, hemos tenido olas de migraciones que han venido a México y México ha actuado con una gran solidaridad, con un gran apoyo a todos los que han solicitado estar en México de tránsito o de refugio. Somos un país ejemplar en ello, sobre todo en América Latina.

Estuvo, como ya lo mencionó él, la migración española, cuando la Guerra Civil, que vino a enriquecer la cultura y la formación de generaciones en México con grandes filósofos, poetas, novelistas, juristas, sociólogos que se incorporaron a la UNAM y a otras universidades y centros de estudio, al Colegio de México, y que enriquecieron la formación y la cultura de nuestro país, y que se quedaron a vivir, la mayor parte y aquí viven sus familias. Igual la latinoamericana.

Cuando las dictaduras del Cono Sur, muchísimos asilados pidieron refugio en México y se quedaron a vivir aquí de varios países, Uruguay, Argentina, Bolivia, Chile, particularmente Chile, cuando elgolpe de Estado al Presidente Allende.

Y vinieron miles de intelectuales, académicos, poetas, también de toda América Latina a vivir a México, se les dio refugio y también contribuyeron a la formación de gente muy importante, de gente y generación que resultaron muy importantes para el desarrollo de nuestro país.

Es decir, las migraciones enriquecen, enriquecen desde el punto de vista cultura, desde el punto de vista intelectual, y no tenemos por qué dejar atrás esa historia … nuestro país, de refugio.

No importan las ideologías, no importan cuáles son las causas, con que esté justificada y se cumpla con la norma, con eso basta.

Pero también la voluntad política para apoyar a todos aquellos que son perseguidos por razones ideológicas, políticas, sociales o de violencia, estamos obligados a hacerlo, y a revisar nuestras normas para facilitarles su estancia.

Por eso creo que este diplomado, que debe tratar todos estos temas, perdón que me haya extendido, es muy importante, y por eso lo hago con mucho entusiasmo, y le agradezco a Mariana, a Zoé, a Angélica y a Layda Sansores, el que hayan trabajado y promovido, y me hayan invitado a participar en este evento.

Es fundamental, son los nuevos tiempos que se están viviendo globalmente, es un tema que vamos a tener que atender y México no puede dar la espalda a su historia, ni a su presente, y este es un tema fundamental.

Y desde el Senado, trabajaremos intensamente para que esto se resuelva.

Muchas gracias y muy agradecido por el tiempo que han dedicado a escucharme.