* Versión del discurso del senador Jorge Luis Preciado, durante la presentación del su libro "La migración en México. Ensayo de una ruta histórica"

 

Muchísimas gracias a todos.

Dicen que a los verdaderos amigos se les conoce en la cárcel, en los hospitales y en la presentación de los libros. Así que quiero agradecerle a todos, Diego, gracias por acompañarnos.

Quisiera mencionarlos a todos pero no quiero omitir a nadie, así que gracias, gracias a todos por sus comentarios.

Miren, yo un día estaba platicando con un amigo algo que me había pasado, pero como le pasa a miles como lo decía el alcalde de Juliaca, a miles de gentes que conocí en Estados Unidos.

Yo le platicaba como caminé por el desierto 39 horas cuando iba a cumplir apenas siete años, y cómo llegamos a los Estados Unidos y allá nos encerraron en una casa de seguridad y no nos dejaban salir hasta que no se pagaba lo del “coyote” o “el pollero”, y pues nos echamos tres días en esa casa donde iba y regresaba gente.

El alcalde le fue un poquito complicado también porque allá migración les puso un candado en el vagón del tren donde iban escondidos y afortunadamente uno de ellos llevaba un cincel y le hizo el agujero al vagón en donde pudo salir una persona y abrirlo por fuera.

Pero esa es la historia de miles de gentes, por lo tanto yo no creía que fuera algo tan extraordinario, decir: bueno, me pasó a mí, le ha pasado a miles de michoacanos, zacatecanos, guanajuatenses, colimenses que son la zona que más gente vienen a Estados Unidos de manera ilegal.

Y yo le dije, ¿sabes qué? Yo cuando crucé la frontera no me di cuenta que yo era ilegal, porque pues yo tenía siete años, entonces yo escuchaba los chistes de ilegales, y decía ¿ilegal? Pero si yo me vine caminando. Entonces un día alguien me contó uno que decía: “Oye Jorge, ¿tú sabes que van tres personas en una suburban del año, un  guatemalteco, un salvadoreño y un mexicano, quién crees que va manejando?” Pues el mexicano, me dijo, no, el guatemalteco, no, el salvadoreño, no, ¡la migra!, ya los lleva de regreso.

Y entonces yo no entendía muchas cosas. Y sin embargo, ya cuando regresamos a México a los años, yo me iba a trabajar los fines de semana a la uva, yo trabajé en la uva. Regresamos a México, entré a la preparatoria, cuando entré a la universidad ya yo traía una carga familiar muy alta, ya traía dos hijos.

El primero lo tuve a los 17, el segundo a los 18. Entonces, ir a la universidad y vender muebles casa por casa pues no era algo que te pudiera dar de comer, y en tercer semestre de Derecho, tuve que abandonar la universidad para irme otra vez a los Estados Unidos pensando que sería igual de fácil que cuando tenía siete años, y ¡oh sorpresa!

Me tuve que pasar en la cajuela de un carro, 12 horas en el desierto de Arizona, nomás a 48 grados, si alguien quiere bajar de peso se lo recomiendo, pero es de Nogales a Tucson y de Tucson hasta Finix por brecha, donde te dejan respirar por un agujerito del tamaño de una moneda de a peso y donde tienen que ponerle tu camisa para filtrar el polvo que va entrando sino no puedes respirar.

Yo cuando platicaba esto, me decían, deberías de hacer un libro sobre migración, y al final del día decidí que fuera un libro sobre migración y no un libro sobre Jorge Luis. Y entonces tenemos año y medio estudiando el fenómeno de la migración.

Y por eso quienes hablaron antes de mis e van a dar cuenta, no les voy a platicar el libro si no después no lo van a  comprar, no se crean, es gratis. Tiene tres partes; primero, por qué la gente migra en el planeta, en segundo lugar, y obviamente me concentro en la migración hacia los Estados Unidos; en segundo lugar, la migración interna, es decir, por qué se está moviendo la gente dentro de México y hacia donde está yendo y cuáles son los problemas que enfrentan estás personas; la tercera, la migración hacia México, es decir, la gente que viene a vivir  a nuestro país y finalmente una solución posible al fenómeno de la migración.

Hice  unos apuntes para sintetizar 157 páginas, así que lo voy a sintetizar en una:

Hans Magnus decía que el dinero se mueve en el mundo, y hacia dónde va el capital y hacia donde va el dinero va la mano de obra atrás de él, entonces se rige por una ley de la oferta y la demanda, donde hay una oferta de empleo, siempre va a haber quien esté demandando este empleo, y por lo tanto, actualmente las migraciones se mueven por ese fenómeno, pero la familia Beck lanza un segundo reto.

El segundo reto de ellos dice que estamos en una generación global donde tenemos acceso a los medios de información de manera tan importante que un joven, --lo platicaba con el alcalde de Oaxaca, de uno de los municipios de Oaxaca--, un joven de Oaxaca que no conoce más que su comunidad de pronto se mete, ve la televisión o ve la computadora una imagen de otro joven que se fue de ilegal a los Estados Unidos, pero aquél joven trae un carro a lo mejor del año 2005 pero al final un carro, lo ve bien vestido, come bien, con todo el esfuerzo que hacen allá, pero además le manda un poco de dinero a su familia que se quedó en Oaxaca y entonces le nace el deseo de estar ahí.

Y entonces a partir de ese fenómeno de la generación global, a mucha gente le nace el deseo, pero no solamente le nace el deseo a quienes no tienen otra oportunidad para desarrollarse en sus comunidades, también les nace el deseo a los jóvenes estudiantes y profesionistas que ven cómo viven sus homólogos profesionistas en otros países en este caso en el caso de Estados Unidos o en Europa, y también les nace el mismo deseo de estar ahí, si tengo una maestría y quiero un doctorado, tengo que estar ahí, tengo que estar en Harvard, tengo que estar en Yale, y me quiero ir para allá.

A lo mejor la circunstancia que vive uno y otro no va a ser la misma, pero el impulso de irse en similar.

Por ello, dentro del libro --lo explico rápidamente--, pues explica esta forma de las migraciones en el mundo, obviamente esos son los dos conceptos nuevos, el de Hans Magnum no es tan nuevo es de 1992, y la generación global es reciente. Sin embargo, no deja de lado las migraciones por otras circunstancias, el tema de las guerras, el tema de los desplazados  internos por cuestiones de inseguridad, llámese el narcotráfico o la atracción de los polos de desarrollo dentro de un país o de otro país.

Y por supuesto, abordo un poco la migración global como se está dando en estos momentos en casi todo el mundo.

Pero también explicamos dentro del libro, que los países que reciben gente como es el caso de Estados Unidos que entre 1870 y 1920 recibió 30 millones de personas y de 1920 a la fecha ha recibido otros 30 millones de personas se comienzan a preguntar, como se lo empieza a preguntar México también, ¿cuánta gente realmente puedo recibir?, ¿de qué derechos van a gozar esas personas que vienen a mi país?, ¿qué servicios puedo darles a esas personas?, y ¿cómo le voy a hacer para detener ese flujo d personas? Porque va a llegar el momento en que se puede colapsar mi economía.

Y entonces inician con reformas como la Ley Arizona que busca retirarle derechos  a quienes ya están allá y endurecen sus leyes migratorias. Pero no sólo el caso de Estados Unidos, en el caso europeo, la Unión Europea pues casi se puede viajar de manera muy sencilla pro cualquier país de la unión, pero no así a quienes vienen del Medio Oriente o a quienes vienen de África, las leyes siguen siendo muy restrictivas y obviamente pues cada quien va protegiendo su territorio.

La realidad --y lo que demuestra el libro-- es que el flujo migratorio nos e puede detener, y que las leyes en sí mismas lo que provocan es que haya una mayor migración.

Voy a poner un ejemplo del libro, un ejemplo histórico; hay una canción de los “Tigres del Norte” que dice “yo no crucé la frontera, la frontera me cruzó”, entonces resulta que los primeros ilegales en Estados Unidos se dieron en 1848 con el Tratado de Guadalupe Hidalgo porque quienes vivían allá les movieron la línea, entonces se quedaron los estados de  California, de Texas, de Arizona de Nuevo México, y entonces de la noche a la mañana ya eran ilegales, mexicanos viviendo en Estados Unidos.

Y luego, con el tratado de Gadsden, en 1854, donde Santa Anna entrega La Mesilla, pues otro grupo de mexicanos se convirtieron en ilegales viviendo en su país. Yo aquí pongo el caso de Ignacio Zaragoza, el héroe de la Batalla de Puebla, que realmente nació en La Bombilla, en Texas, era texano, pero era mexicano porque nació antes de que la línea se les moviera.

Entonces teníamos ya un problema, qué hacer con los ilegales que se quedaron de aquel lado porque no los podían echar para acá por dos razones: una, porque ocupaban la mano de obra barata, y dos, porque estaban casi despobladas todas esas zonas y necesitaban a gente que de alguna manera representara ahí ese país.

Los siguientes flujos migratorios hacia Estados Unidos por supuesto se dieron en los siguientes años por el tema de la minería y porque también la construcción del tren, que se hizo el far west, que cruzaba todo el país, lo empezaron los chinos, pero en 1873 Estados Unidos hizo una ley para prohibir la entrada d mujeres chinas a Estados Unidos, y en 1882 hizo otra ley para que no entrara ningún chino a Estados Unidos. Y entonces, qué mano de obra iba a hacer el tren, pues la mano de obra mexicana y era muy bien aceptada.

La frontera en sí misma no existía para los mexicanos, podíamos ir a trabajar y regresar, podían ir a divertirse y regresar, y no fue sino hasta 1924 que se empezó a complicar la cosa. Y hasta 1929 con el crack bursátil, con el black friday, el viernes negro, los norteamericanos voltean a ver a las fábricas y voltean a ver al campo para buscar trabajo y entonces empieza la deportación de 800 mil mexicanos.

Cuando se resuelve el problema del crack bursátil en 1936, inicia el problema de la Segunda Guerra Mundial, y por supuesto los americanos se van a la guerra en el 42 y necesitan la mano de obra nuevamente en el campo. Entonces, abren el programa migrante de 1942 a 1964, donde emigran a Estados Unidos más de cuatro millones de mexicanos de manera legal.

Fue cuando regresan de la Segunda Guerra en el 45, y luego la posguerra o la Guerra Fría con Rusia, que dura 20 años en su más alto apogeo, cuando disminuye un poco la Guerra Fría entonces dicen “oye, ya tenemos demasiados mexicanos, vamos a endurecer la ley”. Entonces inventan el concepto de ilegal; la ilegalidad no existía antes de 1965, porque además es algo, le están poniendo a una persona una situación jurídica innata, yo puedo hacer algo legal, puedo pasarme un alto, puedo usar una licencia falsa, pero yo no puedo ser ilegal en mí mismo, entonces realmente es un concepto muy extraño.

Del 65 para acá se han venido modificando las leyes y han venido siendo muy restrictivas, a grado tal que han logrado un efecto contrario. Al principio todo mundo se va a Estados Unidos, trabaja, regresa a su comunidad y vuelve a ir a trabajar en la siguiente temporada.

Cuando tienes leyes restrictivas o un muro, como el que pretende poner el señor Trump, lo que sucede es que el que se va ya no regresa porque cada vez es más difícil cruzar la frontera y por supuesto agravado con el tema de inseguridad, por el narcotráfico que ha controlado el flujo de personas, pues obviamente ya la situación se complica más. Eso por ponerles un ejemplo de lo que trae este libro.

Por supuesto viene la migración de otros países a México, puedo hablar de tres migraciones, rapidísimo: la europea, cuando nacen los países totalitarios; con España, con Franco, Italia con Mussolini, el nacional socialismo con Hitler e Hirohito en Japón, llegan a México 5 mil japoneses, 6 mil españoles, 3 mil italianos, y por supuesto llegan aproximadamente 2 mil alemanes huyendo de los países totalitarios. Y ya no hablo de los que llegaron durante la Segunda Guerra Mundial, que también fue un proceso migratorio importante.

Y de Latinoamérica, como ben lo decía la Doctora, por supuesto en los 70, los movimientos de golpes de Estado en Uruguay, en Argentina, en Chile y en Bolivia, donde obliga a muchos perseguidos políticos a ser recibidos en México y por supuesto en los 80, el grave problema en El Salvador y en Guatemala donde recibimos miles de salvadoreños y casi 200 mil guatemaltecos, que procrearon, --aquí tenemos la referencia--, 22 mil hijos que se quedaron en México; se reproducían bastante.

Y por supuesto, dentro del libro van a encontrar los movimientos dentro del país, que inician con la independencia, los movimientos sociales y migratorios durante la Revolución y también algo que casi no se escribe en la historia de México es que también la xenofobia en México era muy dura después de la Revolución porque tampoco querían a los chinos.

En 1920, ya con Obregón y con Calles, les voy a leer, es un pedacito que escribí, “discriminando a los chinos hicieron leyes que tenían prohibido entrar a los restaurantes, casarse con mujeres mexicanas, tener acceso a puestos públicos y salir de sus barrios después de las 12 de la noche”. Eso lo hizo Álvaro Obregón, que fue presidente de 1920 a 1924 y Calles del 24 al 28 y luego Obregón lo volvió a intentar, pero nada más duró 15 días, Ramón Díaz Toral lo asesinó.

Realmente el libro compila toda esta información porque te permite entender el flujo migratorio importante y al final del día, contestamos algunos de los planteamientos que hace el señor Trump.

Ya lo mencionaron algunos de ellos, en lo que contribuimos en impuestos, los que estamos de ilegales allá, muchos o la gran mayoría no usamos los servicios sociales, no usamos el Medicare, no usamos el Medical; los que vivimos allá, de hecho al libro le iba yo a poner el nombre de “La sociedad invisible”, no sale uno de sus casa, no va uno a restaurantes, no va uno a fiestas, uno hace la carne asada en la casa e invita a los amigos porque realmente uno no puede gastar al nivel que se puede hacer, y dos, siempre tienes miedo que si vas a un lugar a de esos o a cualquier oficina te van a deportar, como me pasó a mí la segunda vez porque me negué a ir a pelear a Irak.

Quiero cerrar con esto, no quisiera cansarlos, la verdad viene mucha fotografía que vale la pena que se den una vuelta por la exposición fotográfica, pero más allá de lo que Trump dice de lo de los datos de quiénes son violadores, ladrones, etcétera, que ya lo explicó la senadora Mariana, el porcentaje estamos cinco a uno, en menor rango nosotros, le voy a contestar cuatro preguntas sobre el tema de qué significamos en ese ombligo que tiene Estados Unidos de 3 mil 209 kilómetros de frontera desde Tijuana hasta Tamaulipas.

Realmente yo he escuchado que mucha gente haba de Trump, pero nomas dicen “es un tipo loco, es un tipo discriminador”, etcétera, etcétera, pero este libro lo vamos a ir a presentar a Washington, vamos a hacerlo en inglés, lo vamos a traducir y vamos a hacer una gira en Los Ángeles, en Chicago, en Houston y en Washington y vamos a ir a leer este último párrafo y con esto termino.

Este artículo lo escribí para Milenio, dice el artículo “Del sueño americano a la pesadilla de Trump: Pero Donald Trump debería preguntarse, ¿cuántos terroristas han cruzado por la frontera de México con Estados Unidos? Ninguno. ¿Cuántas armas para atacar a los Estados Unidos han cruzado por nuestra frontera, tanto químicas, biológicas o nucleares? Ninguna. El fenómeno es al contrario, las armas con las que mueren miles de mexicanos se trafican de los Estados Unidos a México. En algunos casos con la complicidad de su propio gobierno, como el programa operativo “Rápido y furioso” que introdujo dos mil armas a nuestro país de manera ilegal. ¿Cuántas armas de destrucción masiva se han introducido por nuestra frontera a los Estados Unidos? Ninguna. ¿Cuántos aviones han sido secuestrados por mexicanos o cuántos atentados terroristas se han llevado a cabo por nosotros? Ninguno.

“Y por último, --hay que hacer la gran pregunta-- en materia de seguridad nacional, ¿juega México un papel estratégico para la seguridad de los Estados Unidos en los 3,200 kilómetros de frontera que nos dividen con ellos? ¿Somos estratégicos en materia de seguridad nacional para ellos, o no lo somos? Donald Trump debería conocer un poco más a México, pero debería conocer más al país con el que sueña gobernar”.

Muchísimas gracias.

                                                                            ooOoo