* Versión del discurso de la senadora Martha Elena García Gómez, durante la inauguración del foro “Derechos Alimentarios de la Niñez y la Adolescencia; mecanismos para garantizarlos"

Muy buenos días a todos.

En primer lugar quiero agradecer a mi compañera y amiga la senadora Marcela Torres Peimbert, quien también es promovente de este foro. Y también saludo con mucho gusto a la senadora y amiga, Rosa Adriana Díaz Lizama, vicepresidenta de la Mesa Directiva del Senado.

Del mismo modo saludo al Maestro Ricardo Bucio, secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes, gracias Ricardo por tu presencia.

Agradezco el acompañamiento también el día de hoy al licenciado Ismael Eslava, primer Visitador General de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y la licenciada Marcela Eternod, representando al Instituto Nacional de las Mujeres.

En representación de la licenciada Laura Vargas, titular del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia. Nos acompaña la maestra Nelly Montealegre, procuradora federal de Protección.

Igualmente, saludo a una gran aliada de nosotros, representante del UNICEF en México, a la muy querida Isabel Crowley, amiga muchas gracias por tu trabajo por la niñez mexicana. También agradezco la presencia del licenciado Oscar Gregorio Cervera.

Finalmente, siempre es un gusto contar con representantes de las organizaciones civiles, y en esta mesa de inauguración nos acompañan el licenciado Juan Martín Pérez, director ejecutivo de la Redim.

En primera instancia, recordemos que la Convención sobre los Derechos del Niño estipula el derecho de todo niño a conocer a sus padres y ser cuidados por ellos.

Tradicionalmente se refiere que dentro del entorno familiar se tiene como responsabilidad fundamental la tutela de los derechos de la niñez, y a su vez del Estado de vigilar y garantizar que en el núcleo familiar se den las condiciones para poder cumplirlas. Sin embargo, es importante visualizar a las niñas y los niños como titulares de derechos y no sólo como destinatarios de las obligaciones de los integrantes de la familia.

Lo anterior, nos obliga a subrayar la importancia de promover desde la familia la garantía y protección de los derechos de la niñez.

Todas y todos debemos de comprometernos a fortalecer a las familias mexicanas desde nuestro ámbito, ya sea con medidas legislativas, políticas públicas para su protección, y enfatizar en aquellos casos en los que sus integrantes se encuentren en vulnerabilidad, ya que el incumplimiento de los derechos se asocia con la pobreza; la falta de recursos trae aparejado problemas que afectan a la niñez como la deserción escolar, la desnutrición, por mencionar sólo algunos.

En el tema que nos ocupa es importante mencionar los avances que ha representado la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, lo cual representa un cambio de paradigma, pasamos de una visión asistencialista a una garantista, y visualiza de manera clara en el capitulado de quienes ejercen la patria potestad, tutela o guarda y custodia, las obligaciones de garantizar sus derechos alimentarios, los cuales comprenden esencialmente la satisfacción de las necesidades de alimentación y nutrición, habitación, educación, vestido, atención médica y psicológica preventiva integrada a la salud, asistencia médica y recreación.

Asimismo, establece que las leyes federales y de las entidades federativas deben de prever los procedimientos y la orientación jurídica necesaria, así como las medidas de apoyo para asegurar y garantizar los derechos alimentarios.

Además, se incorporó un derecho fundamental: el de la participación de niñas, niños y adolescentes. Su opinión debe ser tomada en cuenta en todos los procesos judiciales y de procuración de justicia donde se diriman controversias que les afecten, y además deben de llevarse a cabo en espacios lúdicos adecuados.

Es así, que en la Comisión de los Derechos de la Niñez y de la Adolescencia hemos trabajado para generar mecanismos que garanticen estos derechos, y seguiremos impulsando medidas legislativas que brinden herramientas eficientes y eficaces para que de conformidad con el principio del interés superior de la niñez todos sus derechos sean plenamente garantizados.

Concluyo reiterando que al permitir la participación activa de los niños y las niñas en temas que los involucren, nos acerca a una mejor aplicación de la Convención sobre los Derechos del Niño y también de los instrumentos internacionales signados por el Estado mexicano en la materia; estoy segura que este foro nos dará un mejor panorama al respecto y de cómo los padres pueden garantizar a la niñez el pleno ejercicio de sus derechos.

Muchas gracias.

 

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