POSICIONAMIENTO

Está en marcha, en todo su apogeo la privatización de nuestros hidrocarburos, el despojo a la nación de nuestra renta petrolera.

La caída de los precios del petróleo debió obligar a las autoridades a suspender la entrega de hidrocarburos para no malbaratar nuestro petróleo, nuestro gas, pero el gobierno federal modificó al revés su estrategia acelerando el desmantelamiento de Pemex y acelerando la entrega de hidrocarburos a las petroleras privadas; esto se puede comprobar muy fácilmente en las primeras tres convocatorias de la llamada Ronda Uno.

La caída de los precios le quitó su atractivo a las aguas profundas que era la justificación para hacer la Reforma Energética, así que está licitando campos en aguas someras donde el costo de la producción es más rentable aún con niveles de precios del petróleo internacionales bajos.

La segunda convocatoria fue más grave que la primera porque está licitando reservas probadas, reservas 1P, donde no hay riesgo alguno y la ganancia está asegurada de antemano para los privados.

La tercera convocatoria de plano se voló la barda porque son tipo licencias que cuya redacción es idéntica a las concesiones; concesionar además en campos maduros que tenía Pemex donde ya está hecha toda la inversión, ya está instalada toda la infraestructura necesaria para producir, es más en varios de los yacimientos de los campos ya está produciendo Pemex.

Los contratos y licencias se hacen bajo el esquema de producción compartida o concesiones que implican que toda la producción de hidrocarburos se la quedan los privados y le dan al gobierno una pequeña parte la que corresponda a el pago de sus contraprestaciones que son mínimas y una mínima utilidad.

La mayor parte de producción se la apropian los privados; en 2014 el costo promedio de producción de petróleo en Pemex fue de 8.22 dólares cada barril más el costo de exploración, amortización y depreciación de las inversiones que hizo Pemex evaluadas por 18 dólares por barril, pues los privados no van a pagar, ni regresarle a Pemex todo esta inversión, ninguno de estos costos será pagado por las privadas.

Las petroleras además pueden deducir el 100 por ciento de todas sus inversiones; recordemos que entre 2010 y 2013 hubo una correlación positiva entre inversiones y restitución de reservas, iban a la par; el proceso de desmantelamiento de Pemex se ha acelerado, pues el negocio les apremia y, por lo tanto, incumplirá todas sus metas, una de las más preocupantes es la tasa de restitución de reservas, o sea encontrar nuevas reservas que sustituyan a las reservas que se sacan del subsuelo.

En 2013, la tasa de restitución de reservas fue del 100 por ciento, pero a partir de 2014 bajó a 67.4 por ciento, ello a pesar de que la inversión en exploración aumentó en 4.5 por ciento y en 2015 y 2016 habrá además recortes presupuestales en inversión a la empresa petrolera; tasas impositivas más altas; mayor saqueo de la caja en efectivo que tiene Pemex y también se impondrá el dividendo estatal, pues será imposible que Pemex pueda alcanzar sus metas, pero de eso se trata la Reforma Energética justamente de matar a Pemex por la espalda.

Para 2015, el presupuesto en inversión de Pemex se va a reducir en 14.4 por ciento adicional al recorte ya anunciado y en 2016, el presupuesto de inversión en Pemex se reducirá en 11.7 por ciento del de 2014.

Conclusión: espolear, secar, exprimir a Pemex para que no pueda competir y casi regalar nuestros hidrocarburos a las petroleras privadas.

El hoyo en las finanzas públicas será monumental; la privatización acelerada de hidrocarburos más valiosos está en marcha, pero es el gran negocio de la actual administración.

Sen. Dolores Padierna Luna
Vicecoordinadora del Grupo Parlamentario PRD


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