* Versión de la intervención de la senadora Gabriela Cuevas Barron, durante la reunión con el diputado Ralf Wieland, presidente de la Cámara de Diputados de Berlín República Federal Alemana

Muchas gracias al senador Rabindranath Salazar, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores Europa.

Me da muchísimo gusto poder por fin estar aquí, como seguramente se habrán dado cuenta en su visita, nuestra Ciudad de México tiene un lado traicionero y es el tráfico; y bueno habrá mucho que aprender del desarrollo urbano europeo y especialmente el que se ha dado en Alemania, el desarrollo del transporte público que se ve en Alemania y especialmente en Berlín, así que celebro especialmente esta reunión.

Quiero agradecerle al diputado Ralf Wieland, espero pronunciarlo bien porque todavía no he tenido la oportunidad de aprender alemán, presidente de la Cámara de Diputados de Berlín de la República Federal de Alemania, y a su honorable comitiva el que nos acompañen el día de hoy aquí en el Senado de la República y en estas comisiones de Relaciones Exteriores y de Relaciones Exteriores Europa.

Para nosotros aquí en México, Alemania es un socio y es también un amigo, es nuestro principal socio comercial en Europa, pero también es un país del que hemos tenido un importante apoyo, que esperamos seguirlo recibiendo, con quienes intercambiamos tecnologías y hasta iniciativas de ley, hemos estado trabajando en los últimos meses junto con la Embajada alemana en México, una propuesta para incorporar de una manera más profunda en nuestra legislación a la educación dual, así que también ahí hay una fuerte amistad que como ven no se queda nada más en lo comercial.

Y claramente hay mucho más que podemos trabajar juntos, la relación entre México y Alemania es una relación con mucho potencial, es una relación en la que tenemos mucho por trabajar y que ver hacia adelante. A mí algo que me parece ejemplar de Alemania, y debo decirlo, es la capacidad para trabajar y asimilar distintas culturas y trabajar dentro de Alemania.

Hoy vemos en Alemania un importante número de tiendas, restaurantes de (inaudible), vemos también distintas expresiones sociales, religiosas, culturales, pero todas están dentro del mismo marco legal, dentro de un mismo orden y unidad nacional, y esto lo que deja ver es que esos discursos, un tanto xenófobos y discriminatorios, no deben tener cabida, porque hay ejemplos donde sí funciona y dónde si puede haber una asimilación cultural, dejando lo mejor de cada una de esas expresiones y la construcción de un proyecto de país.

También me parece sorprendente y debo decirlo, que tuve la invitación de la Konrad Adenauer para visitar Alemania, en octubre del año pasado, y algo que sin duda sorprende es el fortalecimiento que ha tenido Alemania dentro de la región europea y dentro del mundo; y eso no podemos pasarlo por alto, porque se ha convertido en un ejemplo, un país que quedó devastado tras una guerra, que hace pocos años tuvo un proceso de unificación, donde uno de los valores importantes ha sido la solidaridad y existe la posibilidad de financiar desde lo federal a aquellas localidades que no han sido tan favorecidas, y donde se ha buscado tener también la posibilidad de generar mayor bienestar.

Y una de las reformas que más llamó mi atención durante esa visita fue la legislación sobre salario mínimo que acaba de impulsar Alemania, y es algo que en México tanto como el PRD, bueno las izquierdas, como el PAN, partido en el cual milito, hemos estado impulsando en los últimos meses, incluso me atrevería a decir ya se juntan dos o tres años al respecto, no ha podido avanzar; existen grupos poderosos que se oponen a que exista un mejor salario mínimo en México y si lo vemos en términos globales, como en términos digamos más estandarizables en el mundo, México tiene el salario más bajo de todos los países de la OCDE.

Si lo vemos incluso a nivel mundial y ponderamos el salario mínimo en México por productividad, México tiene la mano de obra más barata del mundo, y no es algo para estar orgullosos, así que yo sí quisiera, y aprovechando la perspectiva local que tienen ustedes, que siempre da un contacto mucho más directo con la ciudadanía, yo si quisiera preguntarles ¿cuál ha sido su experiencia en Berlín, sobre esta legislación en materia de salario mínimo?, ¿cómo convertirla en la oportunidad social y un desarrollo más importante para las personas que más lo necesitan, y que no se convierta en un aspecto inflacionario, como muchos han querido señalado en México?, y me parece de manera equivocada.

Una vez más, les reitero la bienvenida aquí a México a este Senado de la República, aquí nosotros en México que nos gusta ser muy hospitalarios, siempre decimos ésta es su casa, y también lo decimos a quienes nos visitan desde afuera, este Senado de la República es su casa, siéntanse como en su casa, sean bienvenidos hoy y siempre.


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