Versión de la segunda intervención del senador Ernesto Cordero Arroyo durante la presentación del libro La negociación política del presupuesto en México, 1997-2012. El impacto sobre la composición y ejecución del gasto público, en el Senado de la República
Pero yo creo que, y siempre, ojalá acabemos en algún gris más cargado hacia la honorabilidad en la asignación de los recursos, me parece correcto.
Aquí el tema –y lo dijo Armando con toda claridad—es que se menciona este catálogo de obras de infraestructura priorizado que tiene Hacienda, que en la Cámara de Diputados no conocen, pues sí se los enviábamos, nada más que no les importaba, y entonces un poco cómo se integra.
El plan de inversiones, incluido el Presupuesto de Egresos de la Federación atiende a esos criterios de análisis costo-beneficio y ahí van metidos. Lo ideal pues sería que si hay recursos adicionales, pues qué es lo que ya no entró porque faltaron recursos, irlo metiendo, irlo metiendo, irlo metiendo, de manera que se atiendan criterios que no porque son técnicos son fríos; un análisis costo- beneficio que podrá sonar altamente tecnócrata, una cosa horrenda, pero se está hablando de gente, se está hablando de estos programas y de estos dineros aterricen en comunidades también que requieren de mucho dinero, y es más allá de la evidencia anecdótica, qué pasa con estas comunidades que no tienen la fortuna de tener un representante en el Congreso, pues jamás va a pedir dinero por ellos y sin embargo lo requieren.
Entonces, hay otro ejemplo de yo creo que es bastante… bueno, en el caso de las carreteras yo creo que nunca lo tomaron en cuenta. En el caso de la infraestructura hospitalaria, por qué la parte de los hospitales no entra en este “chachareo” como dice Armando, yo no sé si afortunada o desafortunadamente construir un hospital, a parte de los recursos económicos que requiere implica una planeación a largo plazo, en términos de la demanda de salud, la contratación del personal que lo va a atender, que tiene implicaciones de gasto corriente muy importantes para el Estado, para el país, enfermeras, médicos, laboratoristas, químicos, en fin, una serie de cosas que hace que sea muy complicado y ahí sí atienden al programa de infraestructura hospitalaria de la Secretaría de Salud.
Entonces, si alguien quiere construir un hospital de tercer nivel en la Delegación Cuajimalpa, que es digamos donde vivo y por eso lo uso de ejemplo, pues primero hay que ver si hace falta un hospital de tercer nivel en Cuajimalpa y quién lo va a atender, quién lo va a mantener y eso inhibe que entren las ocurrencias, entonces, si alguien está peleando dineros para hospitales de tercer nivel, me parece muy bien, vamos a la Secretaría de Salud y ahí vemos qué es lo que está como orden de prioridad en la construcción de un hospital de tercer nivel, y si resulta ser que el hospital de tercer nivel que se requiere es en Perote, Veracruz, pues que se construya en Perote, Veracruz, aunque yo viva en Cuajimalpa.
Pero yo creo que en términos del beneficio social de los impuestos, pues están mejor utilizados en Perote, Veracruz.
Yo creo que un equilibrio, y aquí voy a enseñar la cruz de mi parroquia, yo sí creo profundamente en el análisis técnico de las cosas.
Un equilibrio se da en que los recursos que se mandan a los estados y a los municipios, también se distribuyan con criterios técnicos y hay estudios de análisis costo-beneficio. Entonces, si por alguna razón el estado de Guerrero tiene recursos adicionales en esta negociación presupuestal, bueno, que el gobernador del estado de Guerrero y el congreso local tengan la obligación de asignar esos 200 millones de pesos adicionales, 300, 400 o 5 mil millones de pesos adicionales que tiene el estado de Guerrero, también con un orden de priorización muy clara que atienda a criterios técnicos.
Y que en Guerrero, al igual que a nivel federal, haya un catálogo…ah mira, pues lo que más urge es la presa de no sé que, lo que más urge es el camino rural de no sé cuanto o lo que más urge es construir un mercado no sé donde, bueno, entonces en base a esas priorizaciones se pueden conjugar las dos cosas, por un lado el gobierno federal que defienda esa jerarquización y esa priorización a nivel federal y los recursos adicionales que vayan a estados y municipios, en cada estado haya un plan estatal de desarrollo y un plan municipal de desarrollo de largo plazo y los recursos se vayan canalizando de esa manera.
Creo que se lograría un equilibrio y bueno, también entiendo que es difícil, que hay legisladores influyentes y que es difícil decirles que no, el problema es cuando ya se ve como algo común, algo deseable, una práctica razonable, el que los legisladores se vuelvan gestores de los recursos y lo digo con todo cariño, porque aquí lo dijeron en esta mesa mis dos compañeros, yo conozco diputados del PAN muy honorables, muy decentes, preparados en políticas públicas, que también lo ven lo más natural, que ellos puedan decidir el destino de los recursos, y ahí sí me parece que no es así, los legisladores están para hacer leyes, para darle supervisión y seguimiento al gasto, y para decidir los nombramientos que marca la Constitución con toda claridad, me parece que esas son nuestras funciones y despegarnos un poco de eso, bueno, ya empieza a desviarnos del propósito que nos trajo a las Cámaras, pero respeto y entiendo muy bien que hay otras visiones.

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