Aumentar dos pesos a los refrescos a través de la actual reforma hacendaria, no significa un impuesto recaudatorio, su objetivo es completamente de salud para salvar vidas de enfermedades incurables, como la diabetes que provoca la obesidad y el sobrepeso, afirmó la senadora panista Marcela Torres Peimbert.
La secretaria de las Comisiones de Anticorrupción y Participación Ciudadana del Senado aseguró que se trata de una medida emergente pues a nivel internacional está comprobado como la práctica más rápida para declinar el consumo humano de un producto es elevar su costo lo suficiente.
“Es un problema de emergencia, no es broma que mueran 80 mil personas al año solamente de diabetes, ni que estemos poniendo en entredicho la sostenibilidad de nuestro sistema público de salud. Gastamos 60 mil millones de pesos solamente en atender este tipo de enfermedades cada año. Si ese dinero lo invirtiéramos en otro Seguro Popular, en cultura o en educación, México ganaría mucho. Todas son enfermedades previsibles y en su mayor parte se deben a malos hábitos alimenticios”, señaló.
La legisladora panista por el estado de Querétaro aclaró que tomaron como principal eje de su propuesta al refresco, porque los mexicanos somos los principales consumidores del mundo de ese líquido que no contiene ningún valor nutrimental, solamente calorías vacías.
Anticipó que con la aplicación de ese impuesto se calcula captar más de 13 mil millones de pesos anuales y va proponer que ese dinero se invierta en la generación de agua potable para todas las escuelas públicas y en las comunidades menos favorecidas y más alejadas del país.
Torres Peimbert reconoció que, desde que presentó al Congreso esa iniciativa de ley, los cabilderos de la industria refresquera se acercaron con todos los legisladores de todos los partidos políticos que la apoyaron con su firma, para intentar presionarlos para impedir el aumento de dos pesos a los refrescos.
“Ellos están defendiendo efectivamente sus intereses. Desde luego no hay experiencia internacional en que haya habido cierres de ninguna empresa refresquera ni despidos masivos, eso no es así, tienen suficiente colchoncito de ganancia para no afectar sus intereses económicos”, precisó.
Finalmente, la senadora panista insistió que no se va a dejar presionar por los representantes de los refresqueros para dar marcha atrás en su iniciativa de ley, e hizo un llamado a sus compañeros legisladores para que resistan este tipo de presiones, porque se trata del bienestar de los mexicanos en general y “son nuestras hijas y nuestros hijos quienes pueden enfermarse.
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