El vicecoordinador del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional, José María Martínez Martínez, aseguró que ante una realidad de crisis económica, política y social que se vive en nuestro país, es urgente emprender reformar reales y de fondo que atajen los problemas de inseguridad y reactiven la economía, o de lo contrario, lo que sucede “se tornará en un estallido realmente irreversible y de consecuencias funestas”.
Al hacer un balance del gobierno de Enrique Peña Nieto, el senador Martínez Martínez, expresó que a nueve meses de haber iniciado, pareciera “haberse desfondado y desorientado”, lo que refleja “alarmantes señales de haber sido rebasado, pues no se ve ni la capacidad siquiera para rendir su primer informe más que atrincherado y con un país sumido en una espiral de violencia”.
El senador por el estado de Jalisco recordó que el gobierno de Peña Nieto parecía haber iniciado con reformas importantes y con una agenda “que parecía muy esperanzadora y ambiciosa”, sin embargo, las circunstancias lo rebasaron y el país se encuentra en la peor crisis de gobernabilidad en la historia moderna.
“Por primera vez en seis años nuestra economía está en riesgo real de caer en recesión, con indicadores fundamentales preocupantemente débiles, sin un plan económico definido y sin poder sacar adelante las leyes secundarias de su primer gran reforma”, aseveró.
En este sentido, mencionó que la tan anunciada reforma energética del Presidente de la República “resultó una reforma descafeinada y poco ambiciosa que, si bien, es mejor de lo que tenemos, todavía está a años luz de lo que necesitamos”. Respecto a la fiscal, lo que se puede observar es que “consistirá en volver a exprimir a los que siempre son exprimidos y no en ampliar la base grabable”.
Censuró que se siga aplazando la reforma política, pero lo más lamentable es que la principal promesa de campaña, que era resolver el problema de la inseguridad, ha resultado una “política fallida” ya que el país se encuentra sumido en una completa ingobernabilidad,
Finalmente, dijo que ahora no es momento para festejar sino para hacer un alto en el camino y “dejar a un lado los mensajes mediáticos que tarde o temprano se agotan porque la realidad es que ahora estamos en una crisis económica, política y social que si no se hace algo para realmente atajarla, pronto se tornara un estallido irreversible y de consecuencias funestas”.
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