• La intención es que la Secretaría de Hacienda incluya dentro del Paquete Económico 2014 y la Ley de Ingresos este impuesto

• La senadora Marcela Torres Peimbert, destaca que México es el primer consumidor de refrescos en el mundo, con 163 litros por persona al año, por lo que se debe desincentivar su consumo mediante un mayor impuesto

Con el fin de presentar propuestas de política pública para combatir el sobrepeso y la obesidad, específicamente el impuesto a refrescos azucarados, el 26 de agosto se llevó a cabo el Foro “La Obesidad en México: políticas públicas e implicaciones económicas” en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). Se contó con la participación de la senadora Marcela Torres Peimbert, así como de representantes de la Organización Panamericana de la Salud, la Secretaría de Salud, Organizaciones de la Sociedad Civil, y catedráticos de la institución académica.

En el evento se enfatizó que, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012, desde 1980, los índices de sobrepeso y obesidad se han triplicado en México. Actualmente, 7 de cada 10 adultos en el país y 1 de cada 3 niños y adolescentes sufren de sobrepeso y obesidad, lo que nos lleva a ocupar el segundo lugar en obesidad a nivel mundial y uno de los primeros en obesidad infantil.

Llama la atención saber que, según datos de la Secretaría de Salud, el costo total de tratar enfermedades relacionadas con  el sobrepeso y la obesidad se duplicó entre 2000 y 2008, pasando de 35 mil a 67 mil millones de pesos, gasto que aumentará a 151 mil millones de pesos en 2017.

Los ponentes coincidieron que en este contexto, la alimentación juega un papel importante, en donde el consumo de refresco en nuestro país nos ha colocado en el primer consumidor a nivel mundial, con 163.3 litros por persona por año, lo que es 40% mayor a la ingesta promedio en los Estados Unidos (118 litros).

En este sentido, se vio como necesario la modificación del ambiente obesigénico, mediante la implementación de políticas públicas que fomenten la adopción de hábitos de consumo saludables, principalmente el desincentivo en el consumo excesivo de refrescos y bebidas azucaradas. Esta necesidad es retomada por la Senadora Marcela Torres en su propuesta de iniciativa para un Impuesto Especial sobre Producción y Servicios a refrescos azucarados, la cual busca disminuir el consumo de estas bebidas por su relación comprobada con la obesidad, al mismo tiempo que aumentará la capacidad recaudatoria del país.

Un impuesto como el que propone la Senadora tendría grandes beneficios. Según estimaciones del Instituto Nacional de Salud Pública, se espera disminuir el consumo de refresco azucarados en poco más del 25%, lo que ayudaría a reducir la prevalencia de diabetes en el país en 12% y en 26% los costos de nuevos casos de diabetes en los próximos 10 años. Asimismo, se recaudarían aproximadamente $23 mil millones de pesos.

Las Organizaciones de la Sociedad Civil enfatizaron que es de suma importancia que los recursos recaudados se destinaran a la implementación de programas de prevención de la obesidad, principalmente la introducción de bebederos de agua potable en escuelas y espacios públicos. Finalmente, hicieron un llamado al Secretario de Hacienda, Luis Videgaray, al Subsecretario de Ingresos, Miguel Messmacher, y a aquéllos involucrados en el diseño del Paquete Económico 2014 y Ley de Ingresos a incluir este impuesto que busca proteger el derecho a la salud y la alimentación sana de los mexicanos.

 

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