El senador Adolfo Romero Lainas pidió que se elimine la prohibición a la importación, comercialización y distribución de cigarros electrónicos, ya que este producto no es derivado del tabaco ni tampoco hay restricción específica de carácter legal que contravenga la Ley General para el Control del Tabaco.
A través de un punto de acuerdo, el senador del PRD solicitó a la Comisión Federal para la Prevención de Riesgos Sanitarios (Cofepris) copia de los estudios técnicos y científicos que se realizaron  para justificar la prohibición a la importación y comercialización de dichos dispositivos.
“Debe señalarse específicamente el riesgo sanitario supuestamente identificado, si este riesgo es mayor que en otros productos que actualmente se encuentran en el comercio, particularmente el cigarro y otros derivados del tabaco; o en caso de no existir estudios que avalen dicha prohibición, justificar las razones por las que ha mantenido vigente tal restricción” aseveró el legislador por Oaxaca.
También solicitó que la Cofepris elabore y emita una Norma Oficial Mexicana relativa a la fabricación, componentes autorizados, características técnicas, científicas y de calidad que deben cumplir los líquidos para vaporizar, incluyendo su presentación con nicotina y sin tal componente.
Romero Lainas recordó que durante la administración de Miguel Ángel Toscano Velasco como Comisionado Nacional de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, dicho organismo se extralimitó en el ejercicio de sus facultades e impuso la prohibición a los cigarros electrónicos.
“Pese al cambio del titular de ese organismo, se ha mantenido vigente dicha restricción, y se agregó un argumento, al señalar que estos productos no cuentan con registro sanitario como medicamentos o dispositivos médicos, por lo que ni su contenido ni sus propiedades de tratamiento para supuestamente dejar de fumar han sido comprobadas ante la COFEPRIS., mencionó.
Romero Lainas aseguró que la justificación de la restricción que pretende mantener la Cofepris, es insostenible y ha tenido el indeseado efecto de proteger a la industria tabacalera, pues en los países en que se vende este producto, las tabacaleras han sufrido importantes mermas en sus ventas.
Señaló que debe eliminarse dicha prohibición e indicó que las autoridades sanitarias no deben asumir a los dispositivos electrónicos como tratamiento médico para dejar de fumar, sino como dispositivos de recreación personal, tal como son comercializados en otros países.
El punto de acuerdo fue turnado a la Segunda Comisión de la Comisión Permanente para su análisis.
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