México, D.F. 2 de mayo de 2013.---- En la víspera de la conclusión del segundo periodo ordinario de sesiones del primer año de la LXII Legislatura, el Senado de la República acordó por unanimidad exhortar al Titular del Ejecutivo Federal a que mantenga el régimen de desgravación arancelaria para la región fronteriza y franja fronteriza norte y sur del país, así como a reunir propuestas de los gobiernos de los estados y sectores empresarial, comercial y de servicios, a fin de impulsar políticas públicas de fomento al desarrollo y competitividad económica para las fronteras norte y sur de México.

Lo anterior, conforme a la propuesta que hiciera el senador del PAN por Baja California Sur, Carlos Mendoza Davis, la cual fue secundada por 41 senadores más, tanto de Acción Nacional, como de las distintas fuerzas políticas representadas en la cámara alta, todos provenientes de los estados con zonas o franja fronteriza del país.

Luego de que las comisiones unidas de Asuntos Fronterizos Norte y Sur recibieran y analizaran la propuesta del senador Mendoza Davis, se acordó llevar el asunto al pleno del Senado, en donde fue aprobado por unanimidad, destacando la necesidad de exhortar al Ejecutivo Federal para que el Plan Nacional de Desarrollo 2013 – 2018, se contemple una “visión de frontera” para favorecer la economía de esta parte del país, en donde se concentra una tercera parte del comercio nacional.

El régimen de desgravación arancelaría de la zona fronteriza se ha mantenido por los últimos veinte años, demostrando ser un componente esencial para mantener el dinamismo comercial de la región. Sin embargo, el decreto presidencial que la establece concluirá su vigencia el 31 de diciembre de 2013, por lo que es necesario el llamado oportuno y respetuoso al Ejecutivo Federal, a través de las secretarías de Economía y de Hacienda y Crédito Público, para que mantengan el esquema que permite a las empresas de la frontera a importar productos propios de su giro comercial con tasa cero y cinco por ciento, como un elemento fundamental en su competitividad en un mercado que, por su vecindad con los Estados Unidos de América, entrama condiciones complejas.

El Senado de la República fue un paso más allá, y solicitó al Ejecutivo Federal no sólo se considerase la región fronteriza norte en la desgravación arancelaria y en las políticas públicas del Plan Nacional de Desarrollo, sino también la región fronteriza sur, en donde las relaciones comerciales son igualmente dinámicas y requieren un trato diferenciado que simplifique y reduzca los costos de transacción y de producción de mercancías, en tanto que los estados de la frontera sur representan el 9.4 por ciento de la economía del país, destacando por sectores en Tabasco y Campeche, la producción petrolera; en Quintana Roo los servicios y el turismo, y en Chiapas, los servicios y el comercio.

 

 
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